Reminiscencias

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Reminiscencias Juan Contreras H ernández

Colección de Poesía


Desde el Faro

Arriba de la torre de veintinueve metros se yergue majestuoso contemplando el paisaje de gaviotas, pelícanos y garzas que se pierden entre nubes y brisas volando sobre las olas ágilmente zambullendo sus cuerpos de palomas de mar para atrapar su alimento con sus picos. Con su gran ojo de cristal de lentes y su potente ráfaga de luces escanea por las noches centímetro a centímetro la superficie escarchada del anchuroso mar descubriendo los barcos perdidos en la niebla y jugueteando en armoniosos nados peces espada, delfines y sirenas… Entre las olas del océano navegan dificultosamente mujeres, niños, hombres, almas de piel morena cargando solamente con sus sueños navegando en sus balsas de construcción casera. Escondidos entre la oscuridad buscan ansiosamente la playa más cercana. Vienen con la esperanza de un nuevo amanecer huyen de la injusticia mendigan libertad.

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Silente faro de mis noches de insomnio fiel testigo de miles de naufragios que despuĂŠs de la muerte renacen en la arena de tus playas para atrapar sus sueĂąos y recordar con nostalgia aquella patria nuestra.

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Amanecer

Amanecer radiante florecer los jardines de nardos y claveles gladiolas, margaritas. Despertar del olvido con el alba en los ojos y saber que tus ojos son la luz de mi vida. Volver cada maĂąana con el sol en mis manos y entregarte sus rayos con todas mis entraĂąas. Ser un soplo de luz que acaricie tus labios de granada belleza. Ser un rayo de sol que se instale en tus ojos de mirada serena. Y saber que florecen las nubes en el cielo con sĂłlo tu recuerdo. Y saber que me espera tu sonrisa morena.

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Amanecer radiante por todos los jardines de la tierra. Vivir en el romance De una mirada eterna que nos da sus hechizos con el azul del cielo. Buscar cada alborada tu sonrisa en el agua. En el viento ligero de la brisa temprana. Y vivir mis maĂąanas con el cĂĄlido beso de los ardientes rayos de los labios del sol. Ser la primera imagen de tu sensible huella que se plasma en la arena que se borra en el agua que se pierde en la nada. Entregarme en tus brazos al despertar la aurora. Al sol de la maĂąana al viento a la rivera a la brisa a Dios. A tus hermosas manos que me esperan discretas que me esperan sonrientes a la luz del amor.

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Caminaré…

Caminaré… Por las desnudas playas de la noche dormida. Humedeciendo la epidermis de mi cuerpo con la brisa temprana de las olas del mar. Caminaré en silencio bajo la plenitud de las estrellas que iluminan los senderos nocturnales. Y en esa búsqueda constante no me detendré hasta encontrarte. Mi piel despertará de un largo sueño al sentir las caricias de tus manos tus besos la fragancia de tu aliento. El sólo roce de tus muslos y la solidez de tus senos a la luz de la luna levantará mi sexo en pleno vuelo para penetrar las nubes y rasgar los cielos uno a uno, todos

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una y otra vez más extasiados en el vaivén de las embravecidas olas y el quejido del viento. Y así… Nuestros desnudos cuerpos en conjunción biunívoca se deleitarán mordiéndose en silencio sobre la cálida superficie de arena redescubriendo los prodigios encontrando la eternidad de las estrellas. Entonces… Caminaremos Hacia el mismo horizonte Dejando en la quietud de la arena Nuestras huellas. Caminaremos Tomados de la mano Sintiendo en nuestra piel la suave caricia de las olas. Caminaremos siempre juntos… ¡Hasta la eternidad!

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Son del Caribe

Mi Perla del Mar Caribe con su precioso cantar son que florece en el golfo son de las olas del mar son que se lleva en la sangre y se contagia al bailar. Donde el agua de sus ríos fluye al ritmo del bongó cadencioso gorgoteo bajando por las colinas perdiéndose entre los pueblos para mitigar la sed de obreros y campesinos de señorones alzados y de mujeres y niños. Y por las noches la rumba, la conga y el guaguancó en las calles de Santiago Cienfuegos, Perla del Sur La Habana y su Malecón Guantánamo y Camagüey… Donde se funden los ritmos en melodioso cantar armónico de guitarras con rasgueos del tres cubano

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percusiones africanas entre cajones de rumba entre congas y guatacas al compĂĄs del dos por cuatro del rĂ­tmico son cubano de danzones y guarachas. ÂĄMi Perla del Mar Caribe! Son que florece en el golfo son de las olas del mar son que se lleva en la sangre y se contagia al bailar.

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Con sólo una sonrisa…

Con sólo una sonrisa de tus labios de grana iluminas mi vida cada día… Con sólo una mirada apacible y serena emergiendo en silencio de tus negras pupilas yo me quedo… Me quedo sin palabras me quedo contemplando tus grandes ojos vivos ojos de plenitud, ojos de cristalinas aguas, donde mirarme quiero cada día… Con sólo una mirada una sonrisa. Descubro nuevas playas y hermosos horizontes… Con sólo un sonreír y tu mirar discreto navegaría en mil mares de ignotos universos.

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Cruzaría los espacios siderales en búsqueda constante de lejanas galaxias. Con tu duce mirar he aprendido a sonreírle día con día a la vida.

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Decir amor

Decir Amor. Es decir ¡Te quiero! Te quiero simplemente Cuando amanece cada mañana, llegas a mí, sonriente… Como paloma en vuelo, como blanca magnolia, como gardenia en flor perfumada y sensual. Decir Amor. Es decir… ¡Te necesito! Necesito la luz de tu mirada que ilumine mi vida cada día. Necesito la voz de tus palabras para expresar con claridad mis sentimientos. Decir Amor. Es decir… Necesito el calor de tus ardientes labios. Necesito sentir

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el fuego de tu piel sobre mi piel. Las cálidas caricias de tus manos de tus hermosas manos que prodigan Amor eternamente. Decir… ¡Te quiero! Es decirte Amor. Amor por siempre y sin pretextos. Amor de día Amor de noche Amor de madrugada Amor del mediodía atardecer de nuestro Amor Amor por la mañana serenata de Amor Amor de amores. Decir Amor… Es decirte en secreto que te quiero. Cantar tu nombre en Do Mayor Y decirte al oído: ¡Mon petite femme! ¡Mi niña! Je t’aime beaucoup… Para cuidar de ti a cada instante. Para velar tus sueños cada noche

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siempre toda una eternidad. Y edificar contigo castillos en el aire y hacerlos realidad… Y soñar que soñamos que el Amor que nos une es de verdad. Decirte Amor es dar la vida. Entregar por completo el corazón mi corazón mi cuerpo entero mi vida. Decir Amor… Es dar la vida. ¡Te la ofrezco! Sin condiciones sin ataduras simple y sencillamente… Por Amor por tu Amor por nuestro Amor por aquel Amor que un día nos juramos y prometimos cautivar hasta la muerte. Por ese Amor que ha de salvarnos. Siempre. Siempre…

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Dueña de mi corazón

Háblame cuando tú quieras Dueña de mi corazón regálame tus palabras quisiera escuchar tu voz. Ilumíname el camino con la luz de tu mirada regálame tu sonrisa que es el reflejo de tu alma. Interrúmpeme si quieres Niña de mis ilusiones dame tu amor Dueña mía mujer de mis sinrazones. Ven a mí, cada mañana cada noche, cada día. Háblame de tus proyectos que tu voz es mi alegría. Platícame tus anhelos para buscarlos contigo. ¡Déjame que yo te ayude! Señora yo te lo pido.

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Escúchame vida mía compañera de mis sueños. Dame de tus labios rojos la dulzura de tus besos. Cobíjame con tus brazos mujercita de mi vida duerme conmigo esta noche duerme conmigo mi niña. Llévame a donde tú quieras arráncame el corazón hazme a tu modo, si quieres, te daré todo mi amor.

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Entre líneas

Estoy entre las ruinas. Tiendo mi lienzo para morir en los lindes de la línea. Duermo sobre la osamenta del silencio… Y tú sabes que estoy entre la espada. No determino la silueta, pero presagio los derechos que reclamas. Descubro la intensión que predomina en tus rencores y aclamo la osadía. Porque no siempre se descubre esa virtud. Te pienso libertaria como las propagandas izquierdistas. Sabes que nunca he sido partidario del crimen. Pero ahora me queman las entrañas y quisiera asfixiar a más de cuatro, que aniquilan a priori mis agravios.

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Regresarán

Otra vez… Regresarán los recuerdos desde el lejano horizonte donde las olas se pierden jugando en la inmensidad. Donde las aguas del mar se fusionan con el cielo. Donde todo el universo coincide a cada segundo al despuntar de la aurora para volver a empezar. Y regresar otra vez desde las mismas estrellas dirigiendo sus radares hacia todas direcciones sus satélites sus nubes su música sus canciones sus miradas sus soles y sus costumbres sus tradiciones su gente…

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Y volverán los presagios para anunciar el regreso de nuestra noble nación naciendo de la tormenta del cataclismo, del viento. Volverá… Coronada de mil flores surgiendo como una Perla de singular esplendor. Mi Cuba, la más querida, la muy leal y soberana Señora de mis amores. La mayor de las Antillas morena de mis desvelos cálida del Mar Caribe evocadora de sueños. Otra vez… ¡Regresarán los recuerdos!

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Por mi Patria

¡Sea por mi Patria! ¡Bendita tierra mía! Heredera de miles de riquezas en sus valles sus sierras llanuras y manglares desiertos y mesetas litorales y selvas cantarinas… con su diversidad de climas, de especies vegetales y su fauna. Y la policromía de las costumbres de su gente en las ciudades en cada pueblo en los barrios las calles. ¡Mi México! Libre y soberano, vencedor de miles de batallas a todo lo largo de su historia donde los paladines ofrecieron su vida por un país sin guerras por una patria digna. Y ahora que volvemos a mirar con tristeza

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correr por esas calles los ríos de sangre de jóvenes de niños de mujeres y adultos masacrados… Es el tiempo preciso para soltar los miedos y olvidar egoísmos. ¿En qué momento perdimos el camino? ¿Cuándo nos olvidamos de educar a los hijos? ¡Salvemos la familia! ¡Rescatemos la Patria! Cultivemos por siempre la humildad y el respeto la bondad el amor la generosidad la honradez el trabajo la justicia y la paz… Y disfrutemos de aquellas maravillas de pueblos y ciudades y de la calidez de toda nuestra gente.

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Epidermis

Cadavéricas siluetas sigilosas carcomen las orillas. Levantan su despojo para adherirlo sobre las vertientes del hilillo de sombras coaguladas. Renacen del subsuelo putrefacto. Surgen de la ignominia. Devoran el espacio. Son la carroña aniquilada en la inmundicia vertiginosa de los tiempos. ¡Vestigios de la incuria y del derroche escupidos al escaño inadvertido! Arteria purulenta que se nutre de fétidos residuos ante el líquido extenuado por los mortíferos destellos del incendio. Cavidad de piltrafas pestilentes entre el fango que corroe la epidermis del cieno. Se hunden en la desesperación de la injusticia. Sin eludir la pedrada inevitable del silencio.

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Interrogantes

Ese transcurrir de incógnitas trastornó el equilibrio del cerebro. Los matorrales extendieron su follaje en la memoria. Cubrieron los contornos de mi conciencia. Dispararon un enjambre de preguntas que lograron asirse a mis entrañas. Hurgaron los archivos del subconsciente y se introdujeron en la última dimensión. Entonces… Los volcanes eructaron insolencias que se debatían entre el fango corrosivo de la garganta. Era un impulso repentino de tarántulas caminando entre mi sexo. Un alarido en la penumbra. Un insecto dormido en las axilas. Una luz vomitada en el abismo. Desde los preámbulos surgieron alimañas ponzoñosas que recorrieron aquella maraña de arterias esparcidas en el cuerpo.

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Torturaron mi espíritu con látigos de espinas. Mordieron las paredes arcillosas de mi interior. Encontraron el precipicio olvidado en las cavernas del ayer. Se hundieron los recuerdos los huesos los problemas… ¡En el hueco interminable de la oscuridad!

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La chica del sexy jeans

La chica guapa del sexy jeans… ¡Es mi delirio! Cada mañana como en un sueño con sus botitas de Jockey Club. Viene a mi vida y en su camino va repartiendo sonrisas mil. Su negra blusa de fino encaje y a la cadera su sexy jeans. Su negro pelo de brillo intenso, sus labios suaves de carmesí. Cuando la miro luce gran porte siempre moviendo su cuerpo así.

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Como las olas del mar abierto, como gaviotas del mes de abril. La chica guapa del sexy jeans viene a mi vida cada mañana. No sé qué diera por su sonrisa. No sé qué diera por su mirada. Aunque una sola me diera a mí.

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Que nada nos detenga…

¡Que nada nos detenga! Conducir nuestros pasos hacia la libertad. Que nada nos impida buscar nuestro destino alimentar las ganas de encontrar nuevos cielos de vivir nuevos ciclos. Un camino sin guerras un sendero de luz un mundo de justicia donde todos los niños donde todos los hombres donde todos los seres puedan vivir en paz. Que vayamos confiados por todas esas calles de enormes edificios de las grandes ciudades. ¡Sin miedos! ¡Sin temores! Por ignotos caminos de playas y desiertos

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de selvas y montañas de pueblos escondidos de galaxias lejanas. Caminando en las noches cuajadas de luceros y hermosas lunas nuevas… Por todos los senderos de nuestro gran país. Que ya no haya fronteras ni discriminaciones. Que seamos ciudadanos del mundo y del espacio del universo entero. Viviendo plenamente en constante armonía. Sin temores, ni miedos. Viviendo en el respeto, la justicia y la paz.

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Esta noche

Esta noche a cabalgar por los senderos nocturnales, a buscarte… viajaré a los planetas, asteroides, satélites, cometas y demás cuerpos siderales. Te buscaré… entre los mundos más lejanos, en la región de Andrómeda, en las constelaciones, allá en el otro lado de la tierra. Y simplemente para contemplar… La hermosa redondez de tu silueta y el eterno fulgor de tu mirar que ilumina mi vida cada noche. Cabalgaré hasta la inmensidad del horizonte, detrás de las montañas, sobre las olas del anchuroso mar. Y no descansaré hasta encontrarte. Preguntaré a las nubes si acaso ellas te esconden entre sus pliegues suaves. ¡Iré a las estrellas, a todos los rincones!

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Y cuando al fin te encuentre me dormirĂŠ contigo bajo el cobijo de tus ardientes brazos mi preciosa Selene.

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Son hijos de la luz

Nacieron en la calle son hijos de la luz y del desierto son hijos de la nada. Son hijos del desprecio porque nadie ha sabido valorar sus talentos acariciar sus miedos. Viven en las esquinas esperando los rojos de semáforos en grandes avenidas entre los edificios entre los boulevares. Se esconden… Entre los monumentos en los parques. Aspirando sus “monas de cemento” de thinner de pinturas de ilusiones.

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Cada vez cada día viviendo en los peligros entre el pandillerismo de colonias dispares retenes de patrullas y el dominio completo de las calles. Muriendo en los andenes naciendo en los jardines porque no había quirófano porque no había una cama disponible para ellas aquellas nuestras madres… Duermen bajo los puentes cobijando sus cuerpos con basura periódicos y sueños…

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Los caminos

Los caminos cobran nuevas inquietudes, tienden sus enigmas en la inmensidad. Surcan universos… Los caminos vienen los caminos van, extienden sus redes a donde tú vas Los caminos llevan a donde tú quieras, hacia los confines de tu pensamiento. Hasta los misterios De tu corazón. Hay grandes caminos para los viajeros, que en la vida quieren siempre caminar. Hay caminos breves caminos de Dios caminos de vida caminos de Amor.

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Vayamos en busca de un camino nuevo, de un camino pleno de prosperidad. Caminemos juntos dulce amada mía‌ Por la misma senda por la misma vía, que ha de conducirnos a la eternidad.

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Luminosa cascada

Luminosa cascada que desciende… en armoniosa caída, en azabache purpúreo hasta la desnudez de tu cintura. Ágata de fuego, fuego en el alma y en la piel, ígnea cascada que penetra en mi ser con sólo una mirada con sólo ver tu pelo. Sutil caricia, caída majestuosa… en la epidermis de tu lindo cuello, en la esbeltez de tu figura, en el candor sublime de tu cuerpo. Sendero de la noche, por donde caminar yo quiero… tomado por el brazo de tu mano y cobijado sólo por el terso manto de la trigueña luz reflejada en tu pelo. Siluetas que deambulan bajo la bóveda celeste,

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fusionadas en correspondencia biunívoca… Entrelazadas en sus pensamientos. Palpitaciones al unísono de dos ardientes almas bañadas por la brisa de la hermosa cascada desbordada en el sol de tu cabello. Deja que me desvele en la contemplación de tu hermosura. Extasiado… En aquellos, tus grandes ojos vivos, en esos labios tuyos que invitan a morderlos. Suavemente… Que invitan a beberlos hasta saciar la sed, hasta apagar el fuego que incendia mis entrañas y me quema por dentro. Déjame que acaricie milímetro a milímetro el sinuoso relieve de tu talle y escuchar en directo cada latido de tu corazón recostado en tu seno.

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Mañana volveré

Mañana… Volveré a mis rutinas. Y tú sabes que odio formulismos. Despertaré a las seis. A las ocho, estaré en la jornada cumpliendo los horarios. Pensando que me piensas que pensamos lo mismo. Y tú no sabes nada… Que estaré saboreando los besos de tu carne entre mis labios. Descubriendo el silencio de la distancia anexa. Agotando el recurso de los tiempos para encontrar tu recuerdo inadvertido. Después… Viviremos de nuestras ilusiones. Yo también habré de contarte mis secretos. Y serán tal vez las intensiones de aquellos viejos tiempos que solíamos pasar los años a destiempo.

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No importa… Para entonces ya nuestro amor nos habrá unido para siempre. Tendremos hijos puede ser. Tú sabes… El amor es así como vivir la vida ahora nos atrapa en situaciones ahora nos libera plenamente. Pero nuestros secretos se quedan en la sangre en nuestro corazón en nuestra mente. Y que no nos impida la jornada ni horarios formulismos nada… pensarnos en el tiempo y la distancia para poder imaginarnos con el alma despierta a pie juntillas y volver a mirar nuestras nostalgias.

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Y ahora…

Y ahora como entonces las calles están solas la ciudad se ha dormido los chicos de mi barrio aún están aquí aún están conmigo. Pintarrajear los muros en el silencio en la penumbra es el próximo reto. Porque para expresarnos en plena libertad ahora no podemos. El gobierno reprime cualquier acto social cualesquier manifiesto que reclame justicia de nuestra sociedad. Ahora como entonces no sabemos ni cuando terminará este miedo hacia la libertad…

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Ahora como entonces soùaremos despiertos. Seguiremos luchando siempre por la verdad y alzando nuestra voz por la injusticia‌ Seguiremos soùando grafiteando las calles sorteando los peligros de nuestra gran ciudad.

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Al morir la tarde

Al morir la tarde, vuelvo a mirar tus ojos de paloma ojos grandes serenos... El sol filtra sus doradas hebras por entre los resquicios de la nube, tiñendo los espacios de un tono carmesí. Vuelan las aves de pluma gris trazando formas en el azul, azul rojizo del alto cielo con sus cortinas de blanco tul. Y aquellos ojos de gran belleza vuelven a mí. No sé qué diera por sus encantos si un día se fueran lejos de mí. La tarde muere… Y en su agonía va desangrándose el horizonte. No se resigna a dejar el día. No se resigna a morir así.

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Zamora de mis recuerdos…

Por la calzada de los recuerdos ir caminando cada mañana bajo las nubes de verdes fresnos de los encinos los abedules de los mezquites de aquellos sauces las jacarandas los eucaliptos… ¡Bajo las nubes de verdes cielos! Ir caminando con la nostalgia con los silencios con los espacios de muchos años de aquellos tiempos. Ir caminando rumbo a Zamora, la gran Sultana, a la Zamora de mis recuerdos… Había guardado lluvias de invierno de aquellos años, soles de agosto que me inundaron miles de tardes de aquellos tiempos por esas calles de la Morelos del “City Garden”

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5 de Mayo y sus catedrales de estilos góticos rayando alguna en churriguerescos. Y la Madero y su “Medallita” con sus rosarios y aquellas misas y aquellos años y aquellos tiempos… La calle Hidalgo con sus muchachas con su Calvario y sus procesiones con sus jardines del Jericó. Ir caminando cada mañana por esas calles de aquellos tiempos de aquellos años… ¡Por la Zamora de mis recuerdos!

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Mi fiel amiga

De fino porte con armonía con elegancia cuando camina va por el mundo mi fiel amiga. Ella es la causa de mi existencia mi sol, mi dicha mi luna nueva mi leve brisa mi gran estrella. Su negro pelo de gran caída de brillo intenso de joven niña. Es el anhelo que me motiva. Cada mañana cuando despierto mi piel la extraña su amor espero mis labios buscan sus besos fuego.

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Su piel de niùa piel de manzana dulce y jugosa fresca y lozana. Que bien se antoja acariciarla. Morder sus labios de un solo golpe beber su cuerpo besar su escote dejar que el tiempo transcurra entonces. Ella es la causa de que yo escriba es mi conjura. Ella es mi vida ella es mi musa‌ ¥Mi fiel amiga!

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Pensando en ti

Y otra vez aquí en la jornada matutina. Pensando en ti… Volviendo a los deberes retomando proyectos de mi vida. Con el ánimo puesto en la escuela mi casa la oficina. Aplicando estrategias, buscando soluciones y recordando tus silencios… Con tu mirada aquí muy dentro. Inspirado en las acciones en tu nombre. Con esa imagen tuya que me acompaña siempre. Al gimnasio al taller al estudio… Siempre. A mis sueños al supermercado a la iglesia al antro.

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Recordando tus grandes ojos vivos el profundo mirar de tus pupilas tus besos infinitos. Y estoy aquí en la jornada matutina cumpliendo con agrado mis deberes‌ Pensando en ti.

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Por ser como eres

Por ser como eres siempre hermosa y atractiva pero sencilla… Sin elegantes atavíos sin arrogancia. Sencilla delicada y sensible como gardenia matutina. Inmaculada. Por ser como eres… Piel blanca negra o amarilla piel morena. Sencilla… Comunicativa o discreta fuerte y emprendedora pero siempre amiga. Cariñosa y libre sin ataduras digna. Por ser como eres… ¡Mujer nuestra de cada día!

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Pupilas de obsidiana

La eternidad emerge de unas pupilas de obsidiana. Es un fluir constante de presagios. Una hendidura en la geografía de sus entrañas. Un tenue resplandor que escapa sigilosamente y esparce sus destellos en todas direcciones. Surge desde los más profundos abismos de su alma. Diluye en los espacios un murmullo de sombras que le aquejan. Introduce sus pasos en la oscuridad inminente del océano. Son el roce sutil d unos labios sin forma… La caricia extenuada del vértigo crepuscular que devora los paisajes con la silueta de su rostro. Permanece en el umbral predilecto del amor. En el diagrama de problemas

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que se perfila vertiginosamente entre sus carnes. Advierte la presencia del exordio opalino reflejado en su imagen cotidiana. Carcome los despojos del silencio. La arcilla del dolor.

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Superficies

Retornarán a tu epidermis las palabras. Penetrarán entre tus carnes la humedad de su aliento. Morderán en silencio la piel sinuosa de tu entraña. La simiente, sabia de la vida, se impregnará entre los delicados pliegues de tu cuerpo. Palmo a palmo poseerá tus secretos al transitar por todos los recónditos parajes de tu ser. Después… Será el vientre inaudito la piel de tus heridas somnolientas que alojará la semilla de la eternidad. Encenderá la llama De la hoguera infinita. Aprenderás la pauta ineludible la armonía sigilosa de los tiempos.

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Te extrañaré

Te extrañaré… No sé hasta dónde ni hasta cuándo. ¡Pero te extrañaré! Es delicioso saber que estás aquí conmigo compartiendo uno a uno los devenires del destino. Saber… Que aún en el silencio más extremo donde sólo florecen las miradas. Aún ahí… ¡Estás conmigo! Y tú lo sabes bien que no se necesitan las palabras para decir que yo también estoy contigo. Con todo lo que soy y lo que tengo con mis imperfecciones mis talentos mis miedos mis silencios… ¡Estoy a tu servicio!

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¿Y si algún día ya no estás te vas de mí te alejas de mi vida? Sé que te extrañaré. No sé hasta dónde ni hasta cuándo. Pero te extrañaré. Toda una eternidad. Toda la vida.

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Vestigios

Los vestigios del atardecer se incrustaron en el horizonte. El sol dibujó con sus destellos las últimas manchas del amaranto cielo. Algunos sedimentos de la espuma permanecían inadvertidos entre las ramas indelebles del amor. Los vestigios se esparcieron minuciosos por entre los entornos del paisaje. Advirtieron la hermosura del perfil intangible. Apreciaron la metamorfosis del ocaso. La quietud prodigiosa en el espasmo de murmullos sollozantes. Era el preámbulo peculiar de unas pupilas. La perspicaz percepción que escudriña los espacios opalinos. La hendidura del silencio por donde habían escapado los despojos de la tarde.

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Y tú no estás conmigo

El viento de la tarde clama a los cielos sus plegarias por esas pétreas calles de la gran metrópoli. Y tú no estás conmigo... Levanta polvaredas por doquier, acaricia las ramas vegetales. Y qué difícil es pensarte en otro tiempo vivir en otro siglo. Y no descansa hasta arrancar de un solo golpe las amarillas flores otoñales. Y pensar que te has ido… Caen sobre la tierra fértil, cubren con su mullida alfombra la superficie de todos los jardines. Y ya no puedo más, extraño tu mirada... Una ventisca entonces eleva por los aires la polvorienta brisa

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cargada de recuerdos. Extraño tu sonrisa... De gélidos rumores que penetran la piel, que los huesos corroen. Que ya no sé qué hacer con tu cariño. Que ya no puedo más... Si tú no estás conmigo. Regresaré a buscarte por todos los caminos.

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Juan Contreras Hernández (Álvaro Obregón, Michoacán, 1961)

Estudió la Licenciatura en Español, profesor durante 40 años. Obras publicadas: “Pescador de Ilusiones” 1ra. y 2da Edición; “Amour, Amore, Amor” 1ra. Edición 2019. Recibió el Premio Hayek Internacional en 2018. Ha participado en Antologías de cuento y poesía en Cd. de México y Guadalajara. Participa en el Festival México Vivo por la Paz, (Octubre 2019, Querétaro) Colabora con la Revista de Arte y Literatura “Red Némesis” Lima, Perú. Participa en “La Habana Convida”, Antología por el 500 aniversario de la ciudad, Editorial Primigenios, Noviembre 2019, Miami, Florida, usa. Publicará poemas en la 5ta. Antología de Poetas & Escritores Latinoamericanos, Uruguay. (Febrero 2020) Participa como poeta y declamador en la estación de radio por internet: Acrópolis Radio, Nuestra Pasión.

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Colecciรณn Letras del Anรกhuac


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