Los temas que hemos estudiado hasta ahora - inducción, explicación, realismo y cambio científico pertenecen a la llamada ‘filosofía general de la ciencia’. Estos temas conciernen a la naturaleza de la investigación científica en general, y no son específicamente pertinentes a la química, por ejemplo, o a la geología. Sin embargo, también hay varias cuestiones filosóficas interesantes que son específicas de ciencias particulares - ellas pertenecen a la llamada ‘filosofía de las ciencias especiales’. Usualmente estas preguntas dependen en parte de consideraciones filosóficas y en parte de hechos empíricos, lo que las hace muy interesantes. En este capítulo examinaremos tres de tales cuestiones provenientes de la física, la biología y la psicología respectivamente.
El espacio absoluto: Leibniz contra Newton Nuestro primer tópico es un debate entre Gottfried Leibniz (1646-1716) e Isaac Newton (1642-1727), dos de los intelectos científicos más sobresalientes del siglo XVIII, concerniente a la naturaleza del espacio y el tiempo. Nos ocuparemos principalmente del espacio, pero el tema del tiempo es bastante análogo. En su famoso Principios de filosofía natural, Newton defendió una concepción del espacio llamada ‘absoluta’. Según esta el espacio tiene una existencia ‘absoluta’, más allá de las relaciones espaciales entre los objetos. Newton pensaba en el espacio como un recipiente tridimensional dentro del cual Dios había colocado el material universal de la creación. Esto implica que el espacio existió antes que cualquier objeto material, al igual que una caja de cereales existe antes de que alguna hojuela de cereal sea colocada dentro de ella. Según Newton la única diferencia entre el espacio y los recipientes ordinarios, como una caja cereales, es que esta tiene dimensiones finitas, mientras que el espacio se extiende infinitamente en todas las direcciones. Leibniz estaba en franco desacuerdo con la visión absolutista. Él sostuvo que el espacio consistía simplemente en la totalidad de las relaciones espaciales entre los objetos materiales. Ejemplos de relaciones espaciales son ‘encima’, ‘debajo’, ‘a la izquierda de’ y ‘a la derecha de’- estas son relaciones que los objetos materiales tienen entre si. Esta concepción ‘relacional’ del espacio implica que el espacio no existe antes que hayan objetos materiales. Leibinz creía que el espacio comenzó a existir cuando Dios creó el universo material; este no existía desde antes, esperando ser llenado con objetos materiales. Entonces, el espacio no es concebido como un recipiente, ni, realmente, como una entidad de algún tipo. La concepción de Leibniz puede ser entendida por medio de una analogía. Un contrato legal consiste en una relación entre dos partes el comprador y el vendedor de una casa, por ejemplo. Si una de las partes fallece, el contrato cesa de existir. Sería una locura decir que el contrato tiene una existencia independiente de la relación entre el comprador y el vendedor - el contrarto es justamente esta relación. Similarmente, el espacio no es alguna cosa aparte de las relaciones espaciales entre objetos. La principal razón de Newton para introducir el concepto de espacio absoluto fue distinguir entre el movimiento absoluto y el relativo. Movimiento relativo es el movimiento de un objeto con respecto a otro. Hasta donde concierne al movimiento relativo, no tiene sentido preguntar si un objeto esta ‘realmente’ en movimiento o no - solamente podemos preguntar si se esta moviendo respecto a algún otro objeto. Para ilustrar, imagine a dos personas corriendo en pareja lo largo de un camino recto. En relación a un observador parado en el camino, obviamente ambas personas están en movimiento: por el momento, se están alejando. Pero respecto a la relación entre ellos, los corredores no están en movimiento: sus posiciones relativas no varían, tanto como ellos sigan corriendo en la misma dirección y a la misma velocidad. Así, un objeto puede estar en movimiento relativo respecto a una cosa pero ser estacionario respecto de otra. Newton creía que así como había movimiento relativo, también había movimiento absoluto. El sentido común apoya esta idea. Intuitivamente, tiene sentido preguntar si un objeto esta ‘realmente’ en movimiento o no. Imagine dos objetos en movimiento relativo - digamos un piloto de ala delta y un observador en tierra. Aquí el movimiento relativo es simétrico: Así como el piloto de ala delta esta en movimiento relativo al observador en tierra, así el observador esta en movimiento relativo al piloto de ala delta. Ahora bien, ¿tiene sentido preguntar si el observador o el piloto de ala delta está ‘realmente’ en movimiento, o quizá ambos? Si es así, entonces necesitamos el concepto de movimiento absoluto. 47