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LA EMPRESA FAMILIAR
POR JOSÉ GALICOT
EMPRESARIO Y ESCRITOR
El secreto del cambio es centrar toda tu energía no en luchar contra lo viejo, sino en construir lo nuevo.
Sócrates
Alianza padre-hijo
Es muy importante trabajar con la familia, pues uno espera heredar a sus hijos, junto con el patrimonio, la dirección de las empresas. Y claro, hay todo tipo de relaciones entre padre-empresario-hijo. Lo más usual es que el padre le exija al hijo recorrer el mismo camino que él y le diga: “Yo empecé barriendo mi empresa, limpiándola, ordenándola desde abajo, hacía los trabajos más rudos”.
Yo difiero de esta tesis de enseñanza porque, si bien el papá empezó muy pobre, logró crear recursos, criar a sus hijos sin carencias y con acceso a una educación, mucho mejor que la que él tuvo. Invitarlos a participar en la empresa haciendo las mismas labores que él hacía cuando empezaba, puede crearle una animadversión al hijo con respecto a la empresa, pues él ya tuvo condiciones de vida muy superiores a las de sus padres. Por lo tanto, un consejo es buscar dentro de la empresa dar a los hijos o hijas, trabajos y elementos que vayan alineados con sus intereses y gustos, de manera que les sea placentero trabajar en el negocio familiar.
Por otro lado, hay que cuidar de no echar a perder al hijo con demasiadas concesiones. Ni animadversión ni consentimiento.
Buena tarea para un empresario que tiene que educar a su hijo con cuidado para no caer en los extremos.
Abiertos a los cambios
Durante siglos, la agricultura, utilizaba sistemas de riego atávicos, pues el padre le enseñaba al hijo, y el hijo y el nieto seguían los pasos de sus antecesores para cultivar la tierra. Pero un día, un grupo de judios citadinos fueron a Israel a abrir granjas agrícolas colectivas llamadas kibutzim.
Ellos no tenían la enseñanza tradicional y podían pensar diferente, entonces, inventaron sistemas de ahorro de agua con el riego por goteo y riego por el método de aspersión. O sea, durante miles de años anegamos y desperdiciamos agua, hasta que llegaron con esta propuesta inesperada. Eran jóvenes formados en otra cultura y se convirtieron en innovadores. Es necesario pensar fuera de la caja, escuchar nuevas ideas y dar oídos a pensamientos diferentes.
Concluyo
Hay que darles la oportunidad a los hijos y los jóvenes, pero debe ser con medida, porque no necesariamente, tienen siempre la verdad final. Hay que escucharlos. El padre o el empresario de edad, siempre debe estar abierto a opiniones, cambios y retos, pesándolas en su experiencia, sin desdeñarlas.
