FIESTA DE LA VENDIMIA EN EL LIMBO

FIESTA DE LA VENDIMIA EN EL LIMBO

Las fiestas de la Vendimia son parte de la cultura de Baja California. Implican vivir la experiencia de un ritual donde el ser humano entra en conexión con la naturaleza; es el momento para agradecer por la buena cosecha, pero también para compartir la alegría y el espíritu del elixir sagrado en un ambiente festivo.

Tuvimos la oportunidad de asistir a El Limbo Hotel Boutique en Valle de Guadalupe, para ser testigos privilegiados de este ritual milenario: el primer corte de los racimos de uvas que se cultivan en El Limbo para la producción de sus distintas líneas de vino y el pisado de la uva en la grandes tinas de madera. Fueron momentos especiales donde participaron algunos asistentes con singular entusiasmo.

Ahi entrevistamos a Ingrid Soto, Directora General de El Limbo y Restaurante Aliguieri.

ENTREVISTA

INGRID SOTO TORNERO

EL LIMBO: UNA CONEXIÓN CON LA PARTE CELESTIAL QUE VIVIMOS EN EL VALLE

TEXTO: GUADALUPE RIVEMAR, FOTOGRAFÍAS: TOMÁS PERRÍN

¿Nos platicas cuándo y cómo nace El Limbo?

El Limbo original era un espacio familiar, era un lugar para descansar y fuimos definiendo algunas áreas y espacios que fueran funcionales. Ya en el 2020, en plena pandemia del Covid 19, debido a las precauciones por cuestiones de salud, tuvimos un soft opening prácticamente entre familiares y amigos cercanos. Poco a poco fuimos creciendo y ya en febrero del 2021 abrimos oficialmente el hotel. El restaurante lo abrimos el año pasado. El espíritu que deseamos compartir con los demás es la armonía con uno mismo, con el medio ambiente y con la comunidad local.

¿En que se inspira el nombre de El Limbo?

En la novela La Divina Comedia de Dante Alighieri. Es el primer círculo del infierno, el limbo es el lugar más cercano al cielo en el que puedes estar… siendo pecador. Entonces quisimos jugar con esa idea de que es un lugar donde no necesariamente tienes que ser un angelito, pero si una persona dispuesta a disfrutar las delicias que ofrece el valle. Pensamos en un lugar que no intimidara y que tuviera una conexión hacia esa parte celestial que vivimos en el Valle de Guadalupe.

¿Qué es lo que actualmente ofrecen al visitante?

En nuestro hotel boutique contamos con catorce habitaciones para hospedar a 38 huéspedes y pensamos expandir esa capacidad. También tenemos camerino para novias, alberca, área para bicicletas y actividades al aire libre, por supuesto está la vinícola y el restaurante “Alighieri”. En cuanto a la vinícola, podríamos decir que todo el proyecto empezó con el vino, fue nuestra primera conexión con el valle. Empezó como un hobbie, el vino era para la familia, los amigos, los regalos empresariales; ya cuando abrimos el hotel, le dimos casa a la vinícola. Hoy en día, ya tenemos seis etiquetas: tres tintos, un blanco, un rosado, un espumoso, y estamos buscando abrir más líneas.

¿Planes de expansión a futuro?

En el área del hotel buscamos abrir un par de habitaciones más, adecuar las áreas que ya tenemos para conferencias y para eventos masivos; a futuro queremos dar más formalidad a nuestro huerto y a un área de farmacia viviente, así como al desarrollo de la botánica, dar una casita digna para todas nuestras plantitas. Eventualmente, nos gustaría abrir un spa y usar las plantas de la misma botánica, los aromas y todo lo bueno que nos da la Madre Tierra.

Eres una persona muy preparada y has viajado y vivido en el extranjero, ¿cómo es tu visión ya instalada en el valle?

Realmente me ha tocado la buena suerte y la fortuna de visitar diferentes partes del mundo y eso me ha ayudado muchísimo al momento de entender la atención al cliente. Han llegado algunos visitantes internacionales y ayuda cuando tienes esta experiencia de haber viajado y conocido otros espacios, porque es posible saber lo que espera el cliente. Por otro lado, estudié licenciatura en Economía y esa preparación me ayuda con la perspectiva para ver el negocio. Ver las conexiones con la comunidad, la relación con el pueblo, con la gente, con los clientes, mi carrera me abrió la puerta para entender ese tipo de relaciones y sacarles provecho.

¿Prefieres la vida en el campo o en la ciudad?

Cada una tiene su encanto, la verdad es que el tema de la ciudad y estar constantemente interactuando con distinto tipo de personas y tener retroalimentación de muchos temas al mismo tiempo, es algo increíble que no tiene el campo, pero por otro lado, estar prácticamente todo el día en el campo, es algo que yo agradezco mucho, no tener que estar encerrada en una oficina, poder tocar las plantas, parece simple, pero ver crecer los árboles me emociona mucho, ver cómo se van transformando las parras, los jardines, la tierra, la verdad no tiene precio.