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ROCÍO GALVÁN
ROCÍO GALVÁN
EN CONFIANZA...
La periodista Rocío Galván estuvo en la Ciudad de México para recibir un merecido reconocimiento por sus 45 años de trayectoria profesional. Esta distinción le fue otorgada por el Club Primera Plana, la organización de periodistas de mayor antigüedad y prestigio en nuestro país. Nos llena de orgullo saberla aliada de Perrín Rivemar Editorial y colaboradora de Salad Bowl. Aquí compartimos una breve charla donde nos acercamos a sus emociones y sus retos. En confianza… Rocío nos platica de sus satisfacciones y sus retos como periodista y como madre.
¿Quién te otorga este reconocimiento y que significa para ti?
Este es un reconocimiento que me otorga el Club Primera Plana, un club que existe desde el tiempo de Valentín Gómez Farias y se funda como una especie de archivo de las notas de los periodistas. Cuando publiqué mi primera nota en 1978, la registre ante el club y ellos llevan la cuenta. Yo recuerdo que el primer reconocimiento que recibí fue el de los 25 años y en la vida me imaginé que iba a recibir uno por los 45 años. Estaba sentada en el teatro del INEGI donde fue la entrega, junto a la periodista Dolores Colín, quien trabajó mucho tiempo con López-Dóriga y le pregunté: “Oye Lola, ¿tú crees que vamos a recibir el de los 50 o el de los 60”? Y me dice: “¡Ay no! yo no quiero subir ahí toda tembeleque y con bastón”. Pero no, el chiste es llegar bien giritas.
¿Que me representa? El recuerdo del que fue para mi un día de gloria cuando vi aquella nota impresa en un periodico nacional. Después de más de un año de prácticas, pude presumir; recuerdo que la recorté y se la di a mi mamá y cuando ella murió, yo vi su cartera y ahí tenía guardada esa copia. Y otra copia la llevé a presumir con mis compañeros en la facultad. Es recordar que alguna vez empecé y afirmar que sigo vigente, al pie del cañón. Volví a ver a compañeros que veo cada cinco años, unos ya se fueron otros, no están en activo y los que veo ahí, digo: “¡ay!, se ven viejitos” y ellos han de decir lo mismo de mi. Pero llega un momento en la vida en que eso ya no importa, disfrutas el momento, disfrutas la vida, y yo amo el oficio de periodista, vibro todavía cuando me publican la nota en el portal de Fórmula con mi nombre, me sigo emocionando.

¿Y qué momentos difíciles has enfrentado en tu trayectoria?
Creo que tiene mucho que ver con mi condición de mujer. En este gremio los varones estaban muy mal acostumbrados a que si tu llegabas de nueva, pues, tuve momentos difíciles con todo esto de las agresiones… aún no existía el movimiento de Me Too. Después, como mamá periodista. Por aquel entonces iniciaba una guardería para hijos de periodistas (privilegio del cual nunca gocé), entonces llegar con tu niño en brazos y que todo mundo te volteara a ver, fue difícil. Esa condición de ser mujer, era difícil cuando llegaba a la redacción y me preguntaban ¿cómo los puedes traer a tu trabajo?, pero bueno, qué puedes hacer.
Para mis hijos, por mucho tiempo, sus domingos era estar esperando en una redacción. Pero los he tratado de incorporar. Salía muy temprano de casa con ellos y los llevaba a las escuelas, entonces esa parte de ser periodista y ser mujer es un triple reto, cuádruple reto. No me quejo porque mis hijos están bien, gracias a Dios son seres humanos productivos y me siento muy orgullosa de ellos. Pero fue tan difícil que muchas compañeras decidieron no ser madres. Pero yo no me arrepiento ni de ser periodista ni de ser mamá. Ahora veo los logros de las mujeres como la gobernadora de Baja California, o la que se presenta con su bebé a la Cámara de Diputados. Eso no se veía en nuestros tiempos, pero fuimos mamás y rompimos esquemas.
¿Tus retos a vencer?
Hay retos profesionales como la del miedo de entrevistar a determinados personajes; los peligros de cubrir información de alto riesgo, de todo tipo, desde accidentes, incendios, enfrentamientos a balazos, si te da miedo. Yo siempre he dicho que el periodista que te diga que no tiene miedo, está mintiendo. Sin embargo, si los pongo en una balanza, los miedos que he enfrentado como periodista, son menos que los miedos que se enfrentan al ser mamá.
En el contexto actual con los cambios que presentan los medios digitales y la tecnología ¿cómo ves el futuro del periodista?
El periodista siempre va a tener cabida. Podrá haber inteligencia artificial que redacte la nota mejor que nosotros, porque luego andamos a las carreras y se nos puede ir una coma o un acento, pero nadie podrá narrar las historias como nosotros que somos “de carne y hueso”, como decía mi abuela. La emoción, la manera de narrar las cosas; acuérdate de Kapuscinski, decía que el periodista es un contador de historias, eso nadie nos lo puede quitar. Es más, aún en los portales ¿ tú que buscas? yo como periodista busco las historias, no tanto la nota: las historias detrás de lo de Gaza, detrás de lo de Acapulco y eso no te lo da la inteligencia artificial. Lo digital está padre porque antes tenías que trabajar en una máquina Olivetti y a ver como mandabas la nota… Esta parte de lo digital me encanta porque en un teléfono traes todo lo que necesitas. La emoción que pone un periodista no la va a poder superar nada y siempre habrá quien quiera ir a esa historia escrita por una persona sensible y no a aquella relatada desde la frialdad.