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Construcción de paz
Violencia contra periodistas
«No es igual decir la verdad en un lugar donde la farsa es reducida, que en un lugar donde el engaño ha sido la causa de la grandeza.»
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María Paula Martínez
Comunicación Social
¿Qué atrocidades puede alcanzar la censura?
Se supone que vivimos en un país donde todos tienen el derecho a la libertad de expresión. Así mismo, este incluye el derecho a mantener un juicio sin interferencias y a buscar, recibir y difundir información a través de cualquier medio de difusión. Sin embargo, aun siendo esto señalado por la Carta Magna del Estado, este derecho universal se transforma al tocar la realidad.
Tal vez por esta razón, el periodismo –cuya base es la libertad de opinión y expresión- se ha banalizado con el tiempo. Sé que no he sido la única en ser descalificada al responder que estudio Comunicación Social, pues es un prejuicio que todo comunicador debe soportar en Colombia, pasar como incompetente a primera vista. Se suele despreciar al periodista, usualmente atractivo, pero increíblemente hueco, ¿por qué?
Las noticias se han trasformado en función de dos causas: el entretenimiento y la corrupción. Por un lado, parece que hablar de temas que desconectan el cerebro es el perfecto pasatiempo después de un largo día y entre más rating, más dinero. Realizar este tipo de contenido ha provocado una falta de seriedad en el periodismo. Por otro lado, los medios en los que trabajan los periodistas están condenados a su dueño y, por ello, la verdad se desvanece y restablece el statu quo a los conglomerados económicos. En este caso, el periodismo pierde legitimidad y veracidad.
Podríamos culpar a los periodistas, a su falta de ética; preguntarnos si en serio su éxtasis como profesionales es solo hablar de senos caídos y la centésima discusión entre Petro y Duque en Twitter, si estudiaron tantos años para terminar hablando por su jefe… Podríamos hacerlo y, de hecho, es lo que hacemos pero ¿qué tal si esto sucede porque es el camino más seguro?.
Pensemos en figuras importantes del periodismo colombiano, como Daniel Coronel, María Jimena Duzán, Jineth Bedoya, Daniel Samper, entre otros. Todos ellos víctimas y pruebas de que quien hace su labor periodística de manera íntegra es silenciado a toda costa, ya que en este país decir la verdad cuesta y quien lo hace debe atenerse a las consecuencias.
El periodismo es una ocupación que va ligada un 100% al lugar en el que se ejerce. En el caso de Colombia, el surgimiento de las guerrillas, el narcotráfico, los paramilitares y un gobierno corrupto no solo han condicionado el deber ser de la labor periodística, sino que han promovido la violencia contra ellos. Es así como Colombia llegó a ser uno de los países más peligrosos para ejercer esta ocupación y el primero en el listado mundial de delitos contra la libertad de expresión. Según el informe del Centro Nacional de Memoria Histórica (2015), desde 1977 hasta 2015 hubo 152 asesinatos por razones de este oficio.
La intimidación, las amenazas, las torturas, los secuestros, las desapariciones, el exilio, la autocensura y la judicialización, situaciones cuyos responsables eran narcotraficantes, guerrilleros, pa-
Sobre la desaparición de los periodistas. Tomado de: https://news.blr.com/app/uploads/sites/3/2014/09/Perspective-1.jpg
ramilitares, bandas delincuenciales y agentes del estado, se tornaron comunes para los periodistas.
Se crearon instituciones especializadas en la defensa y protección de periodistas como la Unidad Nacional de Protección. Las muertes disminuyeron casi en su totalidad, pero las demás formas de violencia nunca se detuvieron y, para colmo, las medidas y acciones que el gobierno y la UNP han efectuado han sido poco efectivas. La FLIP (2018) expresa su preocupación por el incremento en el número de amenazas contra periodistas en Colombia. Para julio de 2017, se documentaron 65 casos de amenazas y, en lo que llevaba el 2018, se habían reportado 89.
Además de la censura directa causada por la violencia, el periodista contemporáneo debe trabajar con la presión de una más sutil y matizada, una represión proveniente de los medios de comunicación donde se encuentre trabajando. La mayoría de los medios en Colombia no tienen el interés público como prioridad, sino que son dependientes y van de la mano con los grupos económicos más adinerados y poderosos. Esto
limita a los periodistas a la hora de cumplir su labor, ya que deben ser neutrales o buscar el beneficio del dueño del medio. Crecer y desenvolverse en un entorno como este tiene grandes repercu siones. Por consiguiente, el carácter El periodista contemporáneo debe de cada periodista también es un factor determi trabajar con la presión de una más sutil y matizada, una represión proveniente de los medios de comunicación donde trabaje. nante en el ejercicio de su oficio. El modo de actuar y pensar de cada uno depende del curso que va tomando su vida: no es igual ser un periodista joven, que viejo; no es igual ser un periodista soltero, que un periodista con familia; no es igual ser un columnista de un pequeño periódico, que de Semana (Coronel, 2018). Asimismo, no es igual decir la verdad en un lugar donReferencias: de la farsa es reducida, que en un Centro Nacional de Memoria lugar donde el engaño ha sido la Histórica (CNMH). (2015). La palacausa de la grandeza. bra y el silencio. La violencia contra periodistas en Colombia (1977 – 2015). http://centrodememoriahistorica.gov.co/micrositios/periodistas/ pdf/la-palabra-y-el-silencio-violencia-contra-periodistas.pdf Dirección Carrera Comunicación Social. (2010, 26 de abril). Lección inaugural #ComunicaciónDeVerdad Daniel Coronell [Video]. Youtube https://www.youtube.com/watch?v= FT72fLqK6SQ&feature=youtu.be Fundación para la libertad de prensa (FLIP). (2018, 11 de julio). Alerta por incremento en el número amenazas de muerte a periodistas en Colombia. FLIP. https://flip.org.co/ index.php/es/informacion/pronunciamientos/item/2252-alerta-porincremento-en-el-numero-amenazasInforme de la UNESCO (2016). de-muerte-a-periodistas-en-colombia Tomado de: http://www.nea.org/assets/img/PubAdvocate/HE_ADV_0504_BestPrac2.jpg Hay quien diga que es cuestión de valentía, de pasión por su trabajo, pero en el momento que nos toque a nosotros, ¿qué decidiremos?, ¿qué pasará en el instante en que lleguen coronas fúnebres lamentando la muerte de nuestros seres más queridos?, ¿qué escogeremos, el deber o la seguridad? No hay que olvidar que la verdad, la cual es una gran virtud, también es un objeto peligroso que puede llevar a la muerte, a la paranoia y al desempleo. Empero, es esencial es esencial e imprescindible para un país que requiere de una estructuración hacia la transparencia la probidad y una verdadera consolidación a la democracia.
