Edición 986

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Todos queremos la paz y hacemos grandes esfuerzos por conseguirla, pero tenemos que tener conciencia que no es posible recibir la paz si estamos de espaldas a Dios.

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Septiembre: mes de la Biblia

Para que este material no sólo llegue a los agentes de pastoral, sino a todos los bautizados, hemos ido publicando mes a mes estos encuentros en este periódico con las asambleas bíblicas.

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Papa León XIV, un pontificado en el signo de la paz

No hay paz sin una transformación interior que pasa por el perdón, un mensaje que en un momento de polarización social suena tan exigente como realista.

l Plan Evangelizador de nuestra Diócesis de Cúcuta para este mes de septiembre tiene como lema: “sean mis testigos, trabajen por la paz”, con el momento significativo de vivir la jornada de oración y reflexión por la paz, que se celebra en esta semana que comienza y que tiene como propósito que cada uno siga afianzando el fervor y celo pastoral en un trabajo comprometido por la paz, siendo testigos de este don precioso que recibimos de Dios y que tenemos la misión de transmitir a los demás. Así lo expresaba el Papa Francisco: “dar la paz está en el centro de la misión de Cristo. Y este ofrecimiento está dirigido a todos los hombres y mujeres que esperan la paz en medio de las tragedias y la violencia de la historia humana” (Mensaje por la paz, 2019).

Desde el bautismo todos somos discípulos misioneros del Señor y esto conlleva la tarea de trabajar por la paz en todos los ambientes donde vivimos. Trabajar por la paz presupone que reine en nuestro corazón la unidad, que no haya división interna, que el corazón esté limpio, para poder transmitir la paz que viene de Dios como un don. No es la paz como la que busca el mundo, que en muchos casos es más un negocio que pide beneficios para quienes la proporcionan; sino que es un maravilloso regalo que Jesucristo ha ganado con su Sangre y que nos quiere dejar para vivir en unidad y comunión. “La paz les dejo, mi paz les doy. Una paz que el mundo no les puede dar” (Jn 14, 27), que implica trabajar intensamente por tener en

Trabajar por la paz es la misión prioritaria de la Iglesia

la vida a Nuestro Señor Jesucristo príncipe de la paz.

Cuando nuestra vida personal y familiar tiene a Jesucristo en el centro, brota del interior el deseo de trabajar y construir la paz. Esto se logra, resolviendo las dificultades y conflictos desde lo que nos enseña el mismo Jesús en el Evangelio, que es lo opuesto a toda violencia y división: “han oído que se dijo: ama a tu prójimo y odia a tu enemigo. Pero yo les digo: amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen. Así serán dignos hijos de su Padre del cielo, que hace salir el sol sobre buenos y malos, y manda la lluvia sobre justos e injustos” (Mt 5, 43 - 45). Esta es la tarea de todo cristiano y la misión prioritaria de la Iglesia en el anuncio gozoso del evangelio de Cristo.

mientos, rencores, venganzas que destruyen nuestras relaciones familiares y comunitarias y hacen que la paz comience a debilitarse y morir.

“Trabajar por la paz presupone que reine en nuestro corazón la unidad, que no haya división interna, que el corazón esté limpio, para poder transmitir la paz que viene de Dios como un don”.

Jesucristo ha puesto su morada entre nosotros para devolvernos la paz perdida por el pecado y conducirnos a la paz verdadera, llamando a todos los que están dispersos y divididos para que lleguen a la comunión como don de Dios. Su misión la ha cumplido desde la cruz, clavado en el madero nos devolvió la paz con Dios, cuando nos otorgó el perdón misericordioso, “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lc 23, 34), que implica dejarnos limpios de todo pecado y libres de toda división que nos separa de Dios y liberados de odios, resenti-

Un bautizado que tiene un corazón libre de odios y rencores, que está limpio en su interior, es capaz de dejar entrar a su vida las virtudes de la fe, la esperanza y la caridad, que ponen al creyente en perfecta comunión con Dios; cosechando en su corazón como fruto maduro las demás virtudes que rigen la vida del creyente y lo ponen en actitud de acogida del hermano, incluso del enemigo y del que causa ofensas permanentemente. La limpieza de corazón permite el acercamiento al otro como el buen samaritano que limpia las heridas de odio, resentimiento, rencor y venganza que hay en el corazón del prójimo para llevarlo hasta Dios a que cuide de Él y sane sus heridas. Esa es la esperanza del discípulo de Cristo, quien en su nombre anuncia el Evangelio de la paz en todos los ambientes donde vive.

Todos queremos la paz y hacemos grandes esfuerzos por conseguirla, pero tenemos que tener conciencia que no es posible recibir la paz si estamos de espaldas a Dios. El Papa Francisco así lo mencionaba: “debemos buscar una verdadera fraternidad, que esté basada sobre nuestro origen común en Dios y ejercida en el diálogo y la confian-

za recíproca. El deseo de paz está profundamente inscrito en el corazón del hombre y no debemos resignarnos a nada menos que esto” (Mensaje por la paz, 2020). En este trabajo intenso y desde el corazón, tenemos la certeza de un premio: “Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque Dios los llamará sus hijos” (Cf. Mt 5, 9), sabiendo que el Padre de todos es solamente Dios, y no se puede entrar a formar parte de su familia, si no vivimos en paz entre todos por medio de la caridad fraterna, trabajando por crear armonía y unidad en nuestro entorno.

Este año estamos viviendo el jubileo de la esperanza, pidamos a Jesucristo príncipe de la paz que no se apague en nosotros los creyentes el deseo por conseguir la paz, en este sentido “la esperanza es la virtud que nos pone en camino, nos da alas para avanzar, incluso cuando los obstáculos parecen insuperables” (Mensaje por la paz, 2020). De nuestra parte tengamos la disposición de trabajar por la paz con limpieza de corazón, esta es la clave para vivir perdonados, reconciliados y en paz en nuestras familias y en la sociedad, para que hoy y siempre cumplamos con el mandato del Señor: sean mis testigos, trabajen por la paz, que nos conduce a participar de la gloria del Señor, porque seremos llamados sus hijos (Cf. Mt 5, 9).

En unión de oraciones, reciban mi bendición.

PRESIDENTE Mons. José Libardo Garcés Monsalve, Obispo de la Diócesis de Cúcuta
Encuentro de responsables de radios católicas de América Latina y el Caribe: fortaleciendo la comunicación en clave sinodal.

Del 26 al 28 de agosto se llevó a cabo en Lima, Perú; el encuentro de responsables de radios católicas de América Latina y el Caribe, organizado por el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM). La Diócesis de Cúcuta contó con la representación de el presbítero Nelson Andrés García García, subdirector del centro de comunicaciones. En este espacio se congregaron 55 líderes de emisoras provenientes de 15 países, representando 14 nacionalidades, con el objetivo de construir una red sólida e inclusiva de radios católicas a nivel latinoamericano. Esta iniciativa busca ser un espacio colaborativo de sinergia y articulación, en perspectiva sinodal y en comunión con las conferencias episcopales del continente, inspirada por el magisterio del Papa Francisco y del Papa León XIV.

El encuentro promovió un espacio de conocimiento, diálogo y construcción conjunta entre quienes desempeñan roles de liderazgo en la radio católica, con la intención de fortalecer procesos de comunión y colaboración en la comunicación evangelizadora de América Latina y el Caribe.

Monseñor José Antonio Alarcón, obispo de Huaraz-Lima, invitó a los presentes a responder al llamado de los pontífices, destacando la importancia de “crear redes y ser red de redes, para comunicar un tiempo de júbilo, llevando esperanza y alegría a los hogares católicos. La comunicación es un instrumento para transmitir la Buena Noticia y la esperanza que el Evangelio ofrece a todos los hombres de hoy”.

Durante el encuentro se abordaron los principales desafíos de la radio católica en un entorno marcado por la digitalización, la inteligencia artificial y los profundos cambios culturales en el ámbito de la comunicación. En el panel “Sinodalidad

calidad, éticos y en sintonía con el Evangelio.

Óscar Elizalde, director del centro para la comunicación del CELAM, resaltó la vigencia y el rol insustituible de la radio en la vida de muchas

Frente a las nuevas formas de consumo digital, los participantes coincidieron en la misión irremplazable de la radio: dar voz a quienes no la tienen, mantener viva la comunica-

za en el continente, reafirmando la radio como un canal esencial para

nificativo en la construcción de una red de radios católicas que, en comunión y sinodalidad, continúe llevando el mensaje de la Iglesia a todos los rincones de América Latina y el Caribe.

Encuentro nacional de comunicadores de la Iglesia Católica: un espacio para comunicar con esperanza.

Del 25 al 28 de agosto, Bogotá se convirtió en el punto de encuentro para comunicadores de diversas jurisdicciones eclesiásticas de Colombia, convocados por la Conferencia Episcopal Colombiana, bajo el lema “comunicar para la esperanza superando barreras sociales y eclesiales aprovechando las nuevas oportunidades digitales”. La Diócesis de Cúcuta se hizo presente con el presbítero Samuel Alexis Arias Meza, director del centro de comunicaciones; junto a evangelizadores y portadores de la Buena Nueva de todo el país, buscando fortalecer la misión de la Iglesia a través de una comunicación creativa, fraterna y arraigada en el Evangelio.

El objetivo general de la reunión fue renovar el compromiso evangelizador de los delegados de comunicación, iluminando los desafíos actuales con una mirada de fe y esperanza. Los participantes reflexionaron profundamente sobre los re-

tos que plantea el contexto nacional marcado por la violencia, la fragmentación y la incertidumbre, buscando respuestas que promuevan la paz y la unidad social.

Durante los cuatro días, se exploraron nuevas herramientas y estrategias para la pastoral de la comunicación. Se abordaron temas como la planificación estratégica, la integración y articulación de los servicios de comunicación en las diócesis, el uso creativo de las tecnologías digitales, incluida la inteligencia artificial para la evangelización. Destacando intervenciones como la Dra. Marielys Flores Aponte, profesional en gestión comunicativa corporativa y estrategia de marca de la Universidad de la Sabana. Mons. Juan Carlos Cárdenas obispo de la Diócesis de Pasto, presidente de la Comisión Episcopal de Comunicaciones y Tecnologías. También, la instructora Valentina Tovar Castillo del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) que aportaron claves

para conectar mejor con las comunidades en el entorno digital.

El conversatorio “Los misioneros digitales en la Iglesia. Desafíos y oportunidades”, fue un espacio crucial para dialogar sobre los desafíos y oportunidades que enfrentan hoy en día los comunicadores, especialmente en tiempos de transformación tecnológica. El panel, moderado por Mons. Dimas Antonio Acuña, obispo de El Banco, miembro de la Comisión Episcopal de Comunicaciones y Tecnologías e integrado por misioneros digitales como Camila Plata de la Arquidiócesis de Bucaramanga y el presbítero Melson Correa de la Diócesis de Montería; destacaron la importancia de usar las nuevas plataformas digitales para llegar a los jóvenes y a todos los fieles.

El encuentro también, incluyó momentos de profunda espiritualidad, con eucaristías presididas por los obispos Mons. Dimas Acuña,

obispo de la Diócesis de El Banco, Mons. Germán Medina obispo de la Diócesis de Engativá y Mons. Juan Carlos Cárdenas obispo de la Diócesis de Pasto, quienes guiaron a los presentes a renovar su vocación de comunicadores al servicio del Reino de Dios. También se llevó a cabo un emotivo jubileo de comunicadores en el Santuario de la Peña, donde los participantes reafirmaron su compromiso de comunicar la fe con esperanza.

Este encuentro nacional reafirmó que la comunicación en la Iglesia es un puente fundamental para llevar esperanza, reconstruir tejidos sociales y abrir nuevas puertas al mensaje del Evangelio, especialmente a través de las herramientas digitales que hoy se presentan como valiosas oportunidades.

¡Sigamos construyendo puentes que transformen nuestra sociedad desde el Evangelio y el testimonio de vida!

“Avanzando con el itinerario de formación bíblica que ha comenzado el año anterior con la cartilla del Evangelio según san Marcos, ahora presento a todos los sacerdotes, diáconos, religiosos, religiosas, seminaristas y fieles este material formativo en torno al Evangelio de san Lucas, que seguramente va a fortalecer el Proceso Evangelizador de la Iglesia Particular, con la formación de nuevos agentes de pastoral, en torno a la Palabra de Dios”. Con estas palabras inicia monseñor José Libardo la presentación de la cartilla de formación bíblica de San Lucas, material que se distribuyó en febrero del presente año a todas las parroquias de esta Iglesia Particular. Esta cartilla consta de quince en cuentros, diez para trabajarlos mes a mes y cinco para trabajarlos en septiembre: mes de la Biblia. Reto mando las palabras de nuestro obis po “en la formación de nuestros fie les, se hace necesario profundizar en el conocimiento de Jesucristo como Verdad suprema que nos con duce por los caminos del bien. La Palabra de Dios es la Verdad sobre la cual podemos fundamentar nues tras vidas con la máxima seguridad que vamos por el mejor de los cami nos”. Y para que este material no sólo llegue a los agentes de pasto ral, sino a todos los bautizados, he mos ido publicando mes a mes estos encuentros en el periódico con las asambleas bíblicas.

En el mes de febrero conocimos algunas características propias del evangelista san Lucas y de su evangelio, en los meses de marzo, abril y mayo trabajamos el núcleo temático uno: “el niño Jesús, relatos de su infancia”, en este núcleo temático dos temas son propuestos a la reflexión: en primer lugar, los anuncios de nacimiento de Juan el bautista y de Jesús; posteriormente un tema que afronta uno de los personajes claves de estos primeros capítulos: María, la madre del Señor. Finalmente, como se propondrá en cada núcleo temático se dedicará un tema a la realización del ejercicio de Lectio Divina.

Septiembre: mes de la Biblia

CARTILLA

DE FORMACIÓN BÍBLICA

AÑO II

EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS

semana del mes (lunes 22 al viernes 26 de septiembre) y trabajemos el núcleo temático tres y parte del núcleo temático cuatro. El tercero tiene como título “Misericordiosos como el Padre”, un acercamiento a tres grandes temáticas en san Lucas: la alegría del perdón, parábolas de la misericordia y caridad expresión del perdón; de las cuales la tercera consiste en una Lectio Divina, que procura un acercamiento espiritual y una reflexión partiendo de la Palabra. El núcleo temático cuatro: “Jesús y los suyos” aborda las distintas comunidades que Jesús fue conformando en la medida que su predicación se iba extendiendo desde Galilea hasta Jerusalén, destacando fundamentalmente el grupo de los setenta y dos discípulos y el grupo de los apóstoles. Estas indicaciones ofrecidas por el evangelista permiten a Jesús hacer visible su proyecto de salvación por medio de la comunidad. Destaca también en el proyecto de Jesús una parte de la sociedad que había sido excluida por diversos motivos como destinatarios de la salvación; ahora, ellos son los bienaventurados, a ellos se les anuncia el año de gracia del Señor, los que no cuentan para la sociedad son ahora los favorecidos de Dios a ellos ha llegado la salvación.

En los meses siguientes junio, julio y agosto trabajamos el núcleo temático dos: “la figura de Jesús en el evangelio según san Lucas”. Este evangelio presenta una imagen multifacética de Jesús, destacando aspectos esenciales de su ministerio y su impacto en la sociedad de su tiempo. Este evangelio, dirigido a una audiencia gentil y compuesto por el médico Lucas, se caracteriza por su atención a los detalles históricos y su énfasis en la compasión

y la misericordia de Jesús. Vemos a Jesús como profeta, como amigo de los marginados y como maestro en la sinagoga.

Estos encuentros se han ido presentado como material en las asambleas bíblicas que se realizan en las comunidades eclesiales misioneras los últimos martes de cada mes. Para este mes se sugiere seguir con el itinerario de la cartilla, la propuesta es que nos reunamos durante la última

Como Diócesis de Cúcuta seguimos formándonos en la Palabra de Dios. Ya hemos realizado los encuentros bíblicos por decanatos en la vicaría san Pío X y durante esta semana visitaremos los decanatos de la vicaría san José y en la tercera semana de septiembre, las vicarias san Luis y san Rafael. El equipo conformado por los sacerdotes que han estudiado teología bíblica y algunos laicos seguiremos enseñando la Palabra de Dios, para que estos encuentros bíblicos nos lleven a encontrarnos con Jesucristo, presente en las Sagradas Escrituras. Esta tarea también se hace posible cuando entregamos la Biblia a los hermanos menos favorecidos económicamente; por tal motivo este viernes 12 de septiembre nos tomaremos el centro de la ciudad (atrio Catedral San José) para vivir la XI Bibliatón, des-

de las 8:00 a.m. hasta las 4:00 p.m.

Estaremos allí recibiendo Biblias y donaciones para la compra de ellas y posteriormente entregarlas a los hermanos privados de la libertad y las personas que viven en las zonas periféricas. Informes al celular 3114573746.

Recordemos la invitación de monseñor José Libardo: “Este proceso formativo que continuamos en torno a la Sagrada Escritura, con el Evangelio de san Lucas, nos permite en este año fortalecer la profesión de fe en el Señor Jesús, para ir en salida misionera a comunicar esta verdad a nuestros hermanos, sien-

do testigos del Señor Resucitado en medio de los hermanos con quienes compartimos la vida. Sigamos poniendo la vida personal y familiar bajo la guía de la Palabra de Dios que escruta nuestros corazones y nos permite renovar la vida interior, hasta el punto de convertir nuestra vida en Cristo, que es el centro de nuestra existencia y punto de apoyo en nuestras decisiones. Que la Santísima Virgen María y el Glorioso Patriarca San José nos ayuden en este buen propósito en el desarrollo de nuestro plan pastoral”.

Felicidades en su fiesta patronal

SANTA MÓNICA

Fundación: diciembre 1 de 1998

Fiesta: 27 de agosto

Párroco: Wilmar Alexander Díaz Rodríguez

Ubicación: urbanización Prados del Este

SAN AGUSTÍN

Fundación: agosto 26 de 2001

Fiesta: 28 de agosto

Párroco: Ariel René Urbina Gélvez

Ubicación: barrio Atalaya, primera etapa

SANTA TERESA DE CALCUTA

Fundación: agosto 15 de 2006

Fiesta: 5 de septiembre

Párroco: Jorge Andrés Suárez Flórez

Ubicación: barrio Siglo XXI

del 15 al 30 de septiembre de 2025

16. Jorge Andrés Suárez Flórez 18. Rafael Darío Aparicio Rubio 21. José Gustavo Acero Medina
22. Wilmer Alberto Maldonado Arias
25. Diác. Luis Alberto Rodriguez Marciales 27. Yhon Pablo Canedo Archila
28. Ernesto Melo Gélvez
29. Pedro Andrés Daza Correa

Momento inicial

Orientación: para este encuentro el moderador organiza el espacio, colocando una cruz donde se hará una caminata hacia ella, en acción de buscar el rostro de Cristo que perdona y transforma.

TEMA 1:

SEAN TESTIGOS DEL PERDÓN QUE TRANSFORMA

“Procurad la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.” (Hb 12, 14)

La semana por la paz es una invitación profunda a vivir el Evangelio desde el testimonio, la reconciliación y el compromiso. Como Iglesia, somos llamados a ser constructores de paz, siguiendo el ejemplo de Jesucristo, el príncipe de la paz. Bajo el lema “sean mis testigos, trabajen por la paz”, queremos recorrer juntos un camino espiritual y comunitario que nos ayude a sanar heridas, construir puentes y sembrar esperanza.

Que esta semana por la paz sea un tiempo de gracia, de renovación interior y de compromiso comunitario, que el Evangelio nos inspire y la Iglesia nos acompañe en este camino hacia una vida más reconciliada, justa y fraterna. En esta semana se proponen los siguientes temas a trabajar:

1. Sean testigos del perdón que transforma.

2. Sean testigos del diálogo que sana.

3. Sean testigos de la paz en la familia y en la comunidad.

4. Sean testigos de la justicia y solidaridad.

5. Sean testigos del compromiso con la paz.

6. Con espíritu y testimonio caminemos en paz.

Canto: cantoral - Cantemos al Dios de la vida # 27. Invocación trinitaria y ofrecimiento.

Objetivo del encuentro: reflexionar sobre el poder que tiene el perdón en la vida personal y comunitaria con un llamado a ser testigos activos del perdón que renueva relaciones humanas. Signo: imagen de una persona caminado hacia la cruz.

Texto bíblico: Jn 8, 1-11

Para reflexionar

¿Qué haría Jesús con mi pecado hoy?

¿A quién necesito mirar con misericordia en lugar de criticar?

¿Estoy dejando que el perdón me transforme o solo me alivie?

Compromiso

Nos comprometemos a ser testigos fieles del perdón que transforma, siguiendo el ejemplo de Jesús con la mujer adúltera. Reconocemos que el perdón no es señal de debilidad, sino un acto valiente y liberador que rompe cadenas, sana heridas y renueva nuestras relaciones personales y comunitarias. En esta semana por la paz, asumimos la responsabilidad de perdonar sinceramente, abrir caminos de reconciliación y construir juntos una comunidad donde el amor y la misericordia sean el fundamento de nuestra convivencia.

Reflexión

Mensaje de su santidad Juan Pablo II para la celebración de la XXX jornada mundial de la paz, 1 de enero de 1997.

Ofrece el perdón, recibe la paz

El Papa invita a reflexionar sobre el camino recorrido por la humanidad. Aunque se han logrado avances significativos en lo social, cultural y tecnológico, persisten graves sombras como la violencia, la injusticia y la falta de solidaridad. Frente a este panorama, propone una “peregrinación de paz” que solo puede iniciarse desde el perdón sincero, como actitud interior que transforma y sana.

El Papa reconoce que el perdón no es fácil, especialmente cuando hay heridas profundas causadas por conflictos, injusticias o traumas históricos. Sin embargo, insiste en que no se puede construir la paz sin una disposición sincera al perdón. Las heridas que no se curan alimentan el resentimiento y la venganza, perpetuando el ciclo de violencia. Para avanzar hacia la reconciliación, es necesario realizar una “purificación de la memoria”. Esto

San José de Cúcuta, septiembre 7 de 2025

implica releer el pasado con amor y verdad, reconociendo los errores propios y evitando juicios parciales. El respeto a las diferencias culturales, religiosas y sociales es esencial para la convivencia pacífica. Solo así se podrá evitar que los males del pasado se repitan.

La Iglesia tiene la misión de ser instrumento de reconciliación. San Juan Pablo II invita a los cristianos a arrepentirse por los errores del pasado y a trabajar por la unidad. En el contexto del año jubilar, es un llamado a la renovación espiritual que incluya el perdón como fundamento de la paz. Finalmente, el Papa dirige su mensaje a todos: líderes religiosos, políticos, educadores, jóvenes, comunicadores y personas de buena voluntad. Les exhorta a ser constructores de paz, promoviendo el perdón en todos los ámbitos de la vida. Con profunda convicción, concluye: ¡Ofrece el perdón, recibe la paz!.

Oración final

Señor de la misericordia infinita, Tú que nos enseñaste que el perdón no es debilidad sino fuerza que transforma, haz que nuestros corazones se liberen del peso del rencor. Que aprendamos a mirar al otro con tus ojos, a sanar con tus manos, a amar con tu corazón. Como tú perdonaste desde la cruz, enséñanos a perdonar desde nuestras heridas. Que el perdón sea semilla de paz en nuestras familias, en nuestras comunidades, en el mundo. Haznos testigos vivos de la reconciliación que renueva la historia. Amén.

SEAN TESTIGOS DEL DIALOGO QUE SANA DIÁLOGO QUE SANA

Momento inicial

Orientación: para este encuentro el moderador organiza un espacio, colocando la Sagrada Escritura y un cirio encendido para meditar la Palabra.

Canto: cantoral – Cantemos al Dios de la vida #106. Invocación trinitaria y ofrecimiento.

Objetivo del encuentro: promover el diálogo para la reconciliación escuchando a la voz de Dios por medio de su Palabra. Signo: Sagrada Escritura y un cirio encendido.

Texto bíblico: Jn 4, 7-26

Para reflexionar

¿Escucho con el corazón o solo con los oídos?

¿Me abro al diálogo incluso cuando hay diferencias profundas?

¿Qué verdades necesito nombrar para sanar por dentro?

Compromiso

Nos comprometemos a ser testigos del diálogo que sana, siguiendo el ejemplo de Jesús con la samaritana. Prometemos cultivar un diálogo sincero y respetuoso, que construya puentes y nos acerque incluso a quienes piensan diferente. Nos abrimos a escuchar con atención y apertura, reconociendo que en el diálogo verdadero se encuentra el camino hacia la unidad, la compren-

sión y la paz. En esta semana por la paz, asumimos la responsabilidad de ser agentes activos de reconciliación, promoviendo el encuentro y el respeto mutuo en nuestras comunidades.

Reflexión

Mensaje de su santidad Juan Pablo II para la celebración de la XVI jornada mundial de la paz, 1 de enero de 1983.

El diálogo por la paz, una urgencia para nuestro tiempo

El Papa afirma con convicción que el diálogo verdadero es una condición esencial para construir, mantener o restablecer la paz. Aunque difícil, el diálogo es posible y urgente, y la Santa Sede se compromete a promoverlo como parte de su misión de anunciar el mensaje de Cristo, que es ante todo un mensaje de paz.

El verdadero diálogo tiene cualidades esenciales: es una búsqueda común de la verdad, el bien y la justicia; exige apertura, escucha sincera y respeto por la situación del otro. Supone aceptar las diferencias sin renunciar a lo justo ni imponer la propia visión. Es también una búsqueda de lo común, una colaboración responsable frente a la verdad. El diálogo debe unir la defensa legítima de los propios intereses con la comprensión de los del otro, reconociendo la interdependencia entre los pueblos.

Sin embargo, hay obstáculos al diálogo: la cerrazón, la falta de escucha, el egoísmo, el culto exagerado a la soberanía estatal, la propaganda manipuladora y las ideologías que niegan la dignidad humana. Estas actitudes bloquean el diálogo y favorecen la guerra. Aun así, el Papa llama a intentar un diálogo lúcido que desbloquee situaciones y abra caminos de paz, apelando al sentido común y a las aspiraciones legítimas de los pueblos.

Finalmente, el Papa se dirige a todos los hombres y mujeres, especialmente a los jóvenes. Les anima a practicar el diálogo en su vida cotidiana, en la familia, el barrio, las asociaciones y organizaciones. El diálogo por la paz es tarea de todos. A los cristianos, les recuerda que tienen motivos particulares para asumir este desafío. La fe les llama a la conversión y a la oración, porque el pecado es el principal obstáculo para la paz. Jesús enseñó a dialogar, a perdonar y a caminar juntos. Con su muerte y resurrección, destruyó el muro que separaba a los pueblos. La Iglesia, guiada por el Espíritu Santo, sigue siendo testigo de esta esperanza. Los cristianos estamos llamados a ser guardianes humildes de la paz, confiada por Dios a todos los hombres.

Oración final

Jesús, Palabra viva del Padre, Tú que hablaste con ternura a los pequeños y con firmeza a los poderosos, enséñanos a dialogar con humildad y verdad. Que nuestras palabras no hieran, sino curen; que nuestros silencios no sean indiferencia, sino escucha. Haz que el diálogo sea puente entre corazones rotos, bálsamo en medio del conflicto. Que seamos testigos del diálogo que sana, que une, que construye paz. Amén.

TEMA 3:

SEAN TESTIGOS DE LA PAZ EN LA FAMILIA Y EN LA COMUNIDAD

Momento inicial

Orientación: Para este encuentro el moderador organiza el espacio, colocando una imagen de la Sagrada Familia y se reza el Santo Rosario por las familias y la comunidad.

Canto: cantoral – Cantemos al Dios de la vida #209. Invocación trinitaria y ofrecimiento.

Objetivo del encuentro: ver la familia y la comunidad como ejemplos vivos donde construir y testimoniar la paz desde la convivencia y el respeto.

Signo: imagen de la Sagrada Familia.

Texto bíblico: Lc 19, 1-10

Para reflexionar

¿Qué actitudes mías rompen la paz en casa?

¿A quién debo acercarme con humildad para reconciliarme?

¿Estoy dejando que Jesús transforme mi forma de convivir?

Compromiso

Nos comprometemos a ser testigos de la paz en la familia y en la comunidad, reconociendo que el hogar es el primer espacio donde se construye el Reino de Dios. Como Jesús que quiso quedarse en la casa de Zaqueo, nos proponemos abrir nuestros corazones y hogares para vivir el respeto, la convivencia y el amor que hacen florecer la paz. En este compromiso, asumimos la responsabilidad de transformar nuestras relaciones familiares y comunitarias en espacios sagrados de reconciliación, bienestar y fraternidad, siendo así verdaderos constructores de paz.

Reflexión

Mensaje de su santidad Juan Pablo II para la celebración de la XXVII jornada mundial de la paz, 1 de enero de 1994.

De la familia nace la paz de la familia humana

El Papa comienza reconociendo que el mundo anhela la paz, pero está marcado por guerras, violencia, pobreza e indiferencia. A pesar de ello, afirma que la paz es posible porque está inscrita en el plan divino. Dios creó al ser humano para vivir en armonía, y la familia como comunidad de amor entre hombre y mujer es parte esencial de ese proyecto. La familia tiene la misión de dar vida, cuidarla y contribuir al futuro de la humanidad. Aunque el pecado ha dañado esa armonía, la familia sigue siendo el fundamento de la sociedad y tiene un papel decisivo en la construcción de la paz.

La familia, como comunidad educativa insustituible, transmite valores religiosos, culturales y morales que forman la identidad personal. Fundada en el amor y abierta a la vida, puede contribuir eficazmente a un futuro de paz. Esto se logra a través del amor mutuo entre los esposos y la educación de los

hijos en el respeto, la dignidad y los valores de paz. Estos valores deben ser vividos y testimoniados en el hogar, mediante la comprensión, la paciencia, el perdón y la solidaridad. El amor familiar no es solo emoción, sino fuerza moral que busca el bien del otro, incluso con sacrificio. Este amor, unido a la justicia, se proyecta hacia los más vulnerables, convirtiendo a la familia en agente primario de paz.

El Papa se dirige directamente a las familias, especialmente a las cristianas, recordándoles su misión primordial: construir la paz. Les pide que nunca se cansen de buscarla, que recen por ella y trabajen por ella. A los padres, les recuerda su responsabilidad de educar en la paz. A los hijos, los anima a valorar la familia y prepararse para construirla. A los abuelos y demás parientes, les pide que aporten su experiencia para unir generaciones. También se dirige a quienes se sienten sin familia, recordándoles que la Iglesia es casa y familia para todos. Concluye elevando una súplica a Dios, por intercesión de María, para que la paz nazca en cada familia y se extienda a toda la humanidad.

Oración final

Señor, haz de nuestras familias instrumentos de tu paz. Donde haya gritos, que brote la serenidad; donde haya división, que florezca la unidad. Que cada hogar sea un santuario de tu presencia, donde se respire amor, respeto y perdón. Haz que nuestras comunidades sean reflejo de tu Reino, donde nadie se sienta excluido, donde todos sean acogidos. Que seamos testigos de la paz que nace en lo cotidiano, en lo sencillo, en lo verdadero. Amén.

TEMA 4:

SEAN TESTIGOS DE LA JUSTICIA Y SOLIDARIDAD

Momento inicial

Orientación: para este encuentro el moderador organiza un espacio, colocando la imagen de la última cena del Señor y se comparte el pan entre los presentes.

Canto: cantoral – Cantemos al Dios de la vida #241. Invocación trinitaria y ofrecimiento.

Objetivo del encuentro: ser testigos de acciones concretas de justicia y solidaridad que preparan caminos hacia una sociedad más justa y pacífica.

Signo: imagen de la cena del Señor.

Texto bíblico: Mt 14, 13 - 21

Para reflexionar

¿Qué puedo compartir hoy con quien tiene menos?

¿Estoy viendo las necesidades de los demás o solo las mías?

¿Creo que mi pequeño gesto puede alimentar a muchos?

Compromiso

Nos comprometemos a ser testigos de la justicia y la solidaridad, inspirándonos en el milagro de la multiplicación de los panes. Reconocemos que la

San José de Cúcuta, septiembre 7 de 2025

paz verdadera se construye con acciones concretas que dignifican al otro, compartiendo lo poco o mucho que tenemos. Siguiendo el llamado de la Iglesia, nos comprometemos a ser solidarios con los más vulnerables y a trabajar juntos por una sociedad más justa, donde cada gesto de generosidad contribuya a alimentar la esperanza y la dignidad de todos.

Reflexión

Mensaje de su santidad Juan Pablo II para la celebración de la XXXV jorna da mundial de la paz, 1 de enero de 2002.

No hay paz sin justicia. No hay justicia sin perdón

El Papa inicia su mensaje recordando los atentados del 11 de septiembre de 2001, que dejaron al mundo en estado de conmoción y miedo. Frente a esta tragedia, la Iglesia proclama su esperanza: el mal no tiene la última palabra. Dios, con su misericordia, puede transformar incluso los corazones más endurecidos y hacer florecer la paz en medio del dolor. La justicia garantiza el respeto de los derechos, pero es limitada y frágil; por eso, debe completarse con el perdón, que sana las heridas y restaura las relaciones humanas.

TEMA 5:

SEAN TESTIGOS DEL COMPROMISO CON LA PAZ

Momento inicial

Orientación: para este encuentro el moderador organiza el espacio colocando una imagen del anuncio del Evangelio.

el mensajero de la paz. Invocación trinitaria y ofreci-

Objetivo del encuentro: invitar a ser testigos permanentes del compromiso por la paz en la vida diaria y comunitaria a la luz del

Signo: imagen de un discípulo anunciando el Evangelio.

Texto bíblico Lc 10, 1-9

El terrorismo, especialmente cuando se disfraza de causa religiosa, es una grave profanación. Nadie puede matar en nombre de Dios. El fanatismo fundamentalista, que pretende imponer su visión de la verdad por la fuerza, viola la dignidad humana y ofende a Dios. La verdadera fe propone la verdad con respeto, nunca con violencia. Por eso, los líderes religiosos tienen una responsabilidad especial: deben condenar públicamente el terrorismo y rechazar cualquier legitimación religiosa de la violencia.

La oración por la paz no es un complemento, sino el corazón mismo del compromiso por la paz. Orar significa abrir el corazón al poder renovador de Dios, que puede superar divisiones y fortalecer la solidaridad. La oración también implica pedir justicia, libertad especialmente religiosa y valentía para perdonar.

En tiempos de incertidumbre, la humanidad necesita recordar las razones de la esperanza. El mensaje concluye con una triple afirmación: no hay paz sin justicia. Y no hay justicia sin perdón. Esta exhortación va dirigida a creyentes y no creyentes, a todos los que tienen en sus manos el destino de los pueblos. Solo el encuentro entre justicia y misericordia puede dar al mundo una paz verdadera y duradera.

Oración final

Dios de los pobres y de los humildes, Tú que escuchas el clamor del que sufre injusticia, haz que nuestros ojos se abran a la realidad del otro. Que no nos conformemos con palabras, sino que actuemos con valentía y compasión. Que la justicia no sea solo un ideal, sino una práctica diaria. Haznos solidarios con los que no tienen voz, con los que esperan pan, dignidad y esperanza. Que seamos testigos de tu justicia que libera y de tu solidaridad que transforma. Amén.

Para reflexionar

¿Llevo paz o juicio dónde voy?

¿Qué heridas necesito sanar para ser constructor de paz?

¿Estoy dispuesto a ser presencia de paz incluso en medio del rechazo?

Compromiso

Nos comprometemos a ser testigos del compromiso con la paz, llevando en nuestras palabras y acciones el mensaje de “paz a esta casa,” como los discípulos enviados por Jesús. Reconocemos que ser cristiano es vivir la paz como un estilo de vida, manifestándola en cada decisión, relación y comunidad. Asumimos la responsabilidad de construir ambientes de paz, promoviendo el respeto, la solidaridad y la reconciliación, siendo así auténticos agentes de transformación en nuestro entorno.

Reflexión

Mensaje de su santidad Juan Pablo II para la celebración de la XXXVII jornada mundial de la paz, 1 de enero de 2004.

Un compromiso siempre actual: educar a la paz

En este mensaje, insiste en que la humanidad necesita reencontrar el camino de la concordia, superando los egoísmos y las venganzas que la dividen. Por ello, el Papa llama a formar a las nuevas generaciones en estos valores, preparando una era mejor para toda la humanidad.

En este proceso educativo, es esencial enseñar el respeto por la legalidad y el orden internacional. La paz y el derecho están íntimamente ligados. Desde tiempos antiguos, los pueblos han establecido pactos para evitar la violencia y resolver conflictos. El derecho internacional, basado en principios universales como el cumplimiento de los acuerdos (pacta sunt servanda), debe ser respetado para evitar la ilegalidad y el caos. Tras los horrores de la segunda guerra mundial, se renovó el orden jurídico internacional, con la creación de la ONU y su Consejo de Seguridad. La Carta de las Naciones Unidas prohíbe el uso de la fuerza, salvo en casos de legítima defensa o acción colectiva. Sin embargo, la guerra fría, los conflictos regionales y el terrorismo han

desviado las esperanzas de paz. Aun así, la ONU ha contribuido al respeto de la dignidad humana y al desarrollo, y debe ser reformada para cumplir mejor sus objetivos.

Finalmente, el Papa afirma que la justicia debe complementarse con la caridad. Aunque el derecho es el primer camino hacia la paz, no basta por sí solo. La justicia sin amor puede volverse cruel. Por eso, el perdón es esencial para resolver los conflictos, tanto personales como internacionales. En regiones como Palestina y Medio Oriente, no habrá solución sin superar la lógica de la estricta justicia y abrirse al perdón. El amor es el fundamento de la relación entre Dios y el hombre, y debe animar todas las relaciones humanas, incluso en el ámbito internacional. Solo una humanidad que viva la “civilización del amor” podrá gozar de una paz auténtica y duradera. Al comenzar el nuevo año, el Papa recuerda el antiguo principio: “Omnia vincit amor” el amor todo lo vence, y exhorta a todos a trabajar para que esta victoria llegue pronto, porque es el anhelo profundo del corazón humano.

Oración final

Señor, que nos llamas a ser sembradores de paz, danos el coraje de comprometernos con tu causa. Que no nos quedemos en la comodidad de lo fácil, sino que caminemos hacia lo justo. Haz que cada paso que demos sea testimonio de tu amor reconciliador. Que nuestra vida sea una ofrenda de paz, un compromiso firme con la verdad, la justicia y la fraternidad. Amén.

Momento inicial

Orientación: para este encuentro el moderador organiza el espacio, colocando una imagen del Espíritu Santo con sus frutos.

Canto: cantoral – Cantemos al Dios de la vida #431. Invocación trinitaria y ofrecimiento.

TEMA 6:

CON ESPÍRITU Y TESTIMONIO CAMINEMOS EN PAZ

Objetivo del encuentro: reconocer que toda acción pacifica es fruto de la acción Dios y que es necesario abrir nuestros corazones a la gracia que viene del Espíritu Santo donde podamos como hijos amados crear lazos de respeto, solidaridad y amistad, donde surja la paz como principio fundamental para una sociedad mejor.

Signo: imagen del Espíritu Santo con los frutos.

Texto bíblico: Jn 14, 23 – 27

Para reflexionar

¿Qué tipo de paz estoy sembrando con mis palabras y acciones?

¿Confío en la paz que viene de Dios más que en la que ofrece el mundo?

¿Cómo puedo ser un reflejo de la paz que habita en mí?

Compromiso

Nos comprometemos a caminar juntos con espíritu y testimonio, abiertos a recibir y compartir el don de la paz que Jesús nos entrega. Reconocemos que esta paz es un regalo divino que nos fortalece en el camino, en la escucha y en el compartir. Con Él renovamos nuestra esperanza y nos comprometemos a construir, desde la fe, una cultura de paz que transforme nuestras vidas y nuestras comunidades, siendo señales vivas del Reino de Dios en medio del mundo.

Reflexión

Mensaje de su santidad Juan Pablo II para la celebración de la XV jornada mundial de la paz, 1 de enero de 1982.

La paz, don de Dios confiado a los hombres

San Juan Pablo II dirige su mensaje a jóvenes, líderes políticos, familias, educadores y comunidades, invitándolos a reflexionar sobre la paz como un don divino confiado a la humanidad. Esta verdad, afirma, debe guiar nuestras decisiones y compromisos, pues todos somos responsables unos de otros y del mundo.

A pesar de los esfuerzos por la paz, el mundo sigue enfrentando graves amenazas. Los conflictos actuales tienen características nuevas: son globales, afectan múltiples dimensiones (económicas, tecnológicas, comunicativas, militares) y ponen en riesgo la supervivencia de la humanidad. En lugar de integración, prevalecen divisiones entre bloques, naciones y pueblos.

La Iglesia apoya todos los esfuerzos sinceros por la paz, reconociendo que están inscritos en el plan de salvación de Dios. Cristo enseñó una ética de paz superior a la justicia humana, invitando al perdón, al amor por los enemigos y al compartir con los necesitados. Su sacrificio en la cruz destruyó el pecado y el odio, reconciliando a los hombres con Dios y entre ellos. La Iglesia, como comunidad reconciliada, es fermento de paz en el mundo.

Finalmente, el Papa recuerda que la paz, aunque confiada a los hombres, es ante todo un don de Dios. Por eso, debe ser implorada con humildad y fe. Todas las religiones han puesto la paz en el centro de sus oraciones, reconociendo que solo Dios puede dar la armonía verdadera. La oración por la paz es expresión de esperanza y compromiso, y debe acompañar toda acción humana orientada a construir un mundo más justo y fraterno.

Oración final

Señor, que nos invitas a caminar contigo, haz que nuestro andar sea guiado por tu Espíritu. Que cada acción, cada palabra, cada decisión refleje tu presencia en nosotros. Danos discernimiento para elegir siempre el camino del bien, la senda de la paz. Que nuestro testimonio sea luz en medio de la oscuridad, consuelo en medio del dolor, esperanza en medio del caos. Con espíritu y testimonio, caminemos contigo, Señor, hacia la paz que no se apaga. Amén.

¿Cómo se creó?

La Animación Bíblica de la Pastoral

En el año 1999 el padre Jairo Cárdenas Vega inició el trabajo bíblico en la parroquia Jesús Buen Pastor del municipio de Los Patios, allí se preparan los primeros agentes pastorales en Biblia. En el 2001 comenzó la vivencia de la semana bíblica, en el mes de septiembre y las asambleas bíblicas en los sectores de dicha parroquia, fortaleciendo la formación bíblica para adultos y niños. Para el año 2002 el padre Jairo es nombrado coordinador de la pastoral bíblica diocesana con el apoyo del Padre Álvaro Gonzáles; en el 2003 con los agentes formados se inició la formación bíblica diocesana en el Seminario Menor, con miras a conformar la comisión bíblica de la Diócesis. En el 2004 se creó la comisión de pastoral bíblica; en el 2005¸ se inició la preparación de la semana bíblica, en el Seminario Menor por vicarías; en el 2006 las reuniones fueron por decanatos para realizar la preparación de la semana bíblica, y en ese año también inició el programa radial: encuentro con la Palabra. En el 2007 se realiza la preparación de la semana bíblica, por parroquias. En el 2008 se realizó el I Congreso Bíblico con los invitados Pbro. Francisco Mejía, Pbro. Guillermo Acero; en el año 2010 se dió el paso de pastoral bíblica a la animación bíblica de la pastoral.

¿Cuál es la diferencia entre pastoral bíblica y animación bíblica de la pastoral?

La pastoral bíblica se enfoca en el estudio de la Biblia; mientras la animación bíblica de la pastoral, busca que toda la acción pastoral de la Iglesia Particular esté animada y fundamentada en la Sagrada Escritura, haciendo de ella el centro, alma y motor de todas las iniciativas y la vida de los discípulos. “…revalorizar la Palabra divina en la vida de la Iglesia, fuente de constante renovación, deseando al mismo tiempo que ella sea cada vez más el corazón de toda actividad eclesial.” (Verbum Domini 1).

¿Cuál es su visión?

Que el pueblo peregrino en la Diócesis a través de un programa de formación bíblica tenga un encuentro con la Palabra.

¿Cuál es su misión?

Partir del compromiso bautismal, para suscitar agentes de formación bíblica permanente que animen, vivan y faciliten el proceso evangelizador.

¿Cuáles son sus objetivos?

Motivar al Pueblo de Dios en el conocimiento de la Palabra, un proceso sencillo y constante.

Comprometer a todos los agentes de pastoral en el proceso de formación bíblica, para hacer real el plan de Dios a través del seguimiento de su Palabra.

Ofrecer recursos para una mejor comprensión e interpretación de la Palabra y su aplicación en la dimensión personal y comunitaria.

Difundir por todos los medios de información; radiales, redes sociales y plataformas, la Palabra de Dios para un mayor conocimiento de Jesucristo presente en las personas y sus comunidades.

Ofrecer herramientas y métodos para leer y hacer propia la Palabra de

Dios en el ejercicio de la oración y el compartir con el otro en la vida cotidiana.

¿Cuál es su ideal?

Lograr que los sacerdotes y la comunidad tomen conciencia de lo que es la animación bíblica de la pastoral y de la importancia que esta tiene en el Proceso Evangelizador de la Iglesia Particular (PEIP). Promover y coordinar las tareas propias de la animación bíblica, que en últimas se desarrollará presencial o virtualmente, en cada parroquia de la diócesis coordinada por el párroco y animada por el comité bíblico. La animación bíblica de la pastoral de la Diócesis de Cú-

cuta debe estar integrada por agentes de pastoral que formen los comités bíblicos parroquiales. Para encontrar respuesta positiva a la propuesta de acción que sugiere la ABP Diocesana.

¿Cuál es el perfil del animador bíblico de la pastoral?

Agentes de pastoral y laicos que sientan amor por la Sagrada Escritura y puedan como resultado de la preparación en comunión con su párroco, formar bíblicamente a los fieles de su comunidad.

¿Quiénes conforman la comisión?

Esta en cabeza del obispo, el padre Jairo Cárdenas Vega y un grupo de sacerdotes que han estudiado teología bíblica: Víctor Manuel Rojas Blanco, Eduard Reynel Tamara Rojas, Rafael Aparicio Rubio y Elkin Jesús Ardila Boada y este año se incorporó el padre José del Carmen Béjar Vargas. Además, de un grupo nutrido de laicos de toda la diócesis que han terminado el nivel I de formación bíblica y han expresado continuar el proceso de formación bíblica permanente, conociendo, orando, transmitiendo y viviendo la Palabra de Dios.

DLeón XIV, un pontificado en el signo de la paz

Por: Lorenzo Iorfino (Italia), periodista y estudiante de comunicación social institucional, Universidad Santa Cruz- Roma

esde el primer día de su pontificado, el 8 de mayo de 2025, el Papa León XIV ha elegido la paz como horizonte y programa. Desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, inmediatamente después de su elección, el Pontífice saludó al mundo con palabras que se convirtieron en el tema constante de los meses siguientes: “¡La paz esté con ustedes! Queridos hermanos y hermanas, este es el primer saludo de Cristo resucitado. Yo también deseo que este saludo de paz llegue a sus corazones, a sus familias, a todos los hombres y mujeres, dondequiera que se encuentren, a todos los pueblos y a toda la tierra”

No es solo un llamado litúrgico, sino la elección de basar el ministerio petrino en la estrella del Evangelio y el testimonio de Cristo resucitado. En la misma ocasión, León XIV insiste: “esta es la paz de Cristo resucitado, una paz desarmada y una paz desarmante, humilde y perseverante, que viene de Dios, un Dios que nos ama a todos incondicionalmente”, invitando a los fieles a ayudarse mutuamente “a construir puentes, con el diálogo, el encuentro, donde todos vivan unidos, para ser un pueblo en paz”. El mensaje no deja lugar a interpretaciones reduccionistas: la paz para el Papa es un don divino y una tarea humana al mismo tiempo.

Pocos días después, el 12 de mayo, al recibir en el Vaticano a una delegación de comunicadores en el aula Pablo VI, el Papa relacionó la paz con el lenguaje. Denunció los desvíos de la comunicación contemporánea y pidió un cambio de rumbo: “desarmemos la comunicación de todo prejuicio, rencor, fanatismo y odio; purifiquémosla de agresión”. La invitación es a practicar “una comunicación desarmada y desar-

mante, capaz de construir puentes y no de levantar muros”. Es significativo que el Pontífice enfatice en el poder de las palabras tan poco después del comienzo de su pontificado: como si quisiera indicar que la violencia verbal es también una semilla que puede germinar en un conflicto real.

La paz, para el Pontífice, es siempre concreta y comunitaria. Lo reiteró el 30 de mayo, dando la bienvenida en la sala clementina a los movimientos populares y a los representantes de las asociaciones que animan la “Arena de la Paz” de Verona. El Papa explica que “la construcción de la paz comienza con ponerse del lado de las víctimas... Situarse desde su punto de vista es esencial para desarmar los corazones, las miradas, las mentes”. Insiste en que “el camino que conduce a la paz es comunitario”, recordando las palabras de Juan Pablo II: “la paz es un bien indivisible, o le pertenece a todos o no le pertenece a nadie”. En este contexto, su sensibilidad pastoral emerge claramente: la paz no se reduce a consignas, sino que nace de la escucha de los más débiles y de la capacidad de compartir el camino con los que sufren.

El 17 de junio, en el primer encuentro con la Conferencia Episcopal Italiana, el Papa volvió a poner la paz en el centro de la reflexión de los obispos. Recordando cómo el Papa Francisco, en los últimos años, ha hecho de la paz un grito incansable. Y añade: “también yo, tan pronto como fui elegido, quise hacerme eco de ese saludo: ‘¡La paz sea con ustedes!’”. No se trata, precisa, de una utopía espiritual, sino de “un camino humilde, hecho de gestos cotidianos, que entrelaza paciencia y valentía, escucha y acción”. Para el Papa toda comunidad eclesial debe convertirse en una “casa de paz”, capaz de educar en la no violencia, de mediar en los conflictos, de proponer proyectos de acogida. “La paz no es una utopía espiritual”, dice, “es un camino humilde que hoy más que nunca requiere nuestra presencia vigilante y generativa”. En estas palabras, llama la atención el deseo de traducir el Evangelio en la práctica cotidiana, lejos de fórmulas solemnes, pero también alejadas de la ingenuidad irónica.

La liturgia también se convierte en una oportunidad para lanzar fuertes llamados. En la vigilia del Jubileo de la Esperanza, el 29 de julio, el Papa se dirigió a los jóvenes y pe-

regrinos reunidos en Roma, pidiéndoles que alzaran la voz: “Y nuestro grito debe ser también por la paz en el mundo. Todos decimos: ‘¡Queremos paz en el mundo!’” Y añade: “Oremos por la paz y seamos testigos de la paz de Jesucristo, y de la reconciliación”. La invitación no es solo una oración, sino un verdadero acto educativo: transmitir a las nuevas generaciones la responsabilidad de gritar paz en un mundo acostumbrado a oír hablar de guerra.

La perspectiva se amplía aún más el 20 de agosto, cuando el Papa anuncia el tema de la Jornada Mundial de la Paz 2026: “la paz este con ustedes: hacia una paz desarmada y desarmante”. Con claras palabras pide “rechazar la lógica de la violencia y la guerra”, invitándonos a encarnar la paz en instituciones justas y creíbles: “Si quieres la paz, prepara instituciones de paz”. En el centro, una vez más, el perdón: “¡Sin perdón nunca habrá paz!” Aquí emerge el elemento más radical de su enseñanza: no hay paz sin una transformación interior que pasa por el perdón, un mensaje que en un momento de polarización social suena tan exigente como realista.

El gran pez y el profeta que quiso huir de Dios: la aventura de Jonás

Por: Sem. Johan Samir Sepúlveda Delgado, I de discipulado.

Dios le habló a Jonás y le dijo:

—Ve a la ciudad de Nínive y diles que deben cambiar su forma de vivir, porque están haciendo cosas malas.

Pero Jonás no quería ir. Así que tomó una decisión... ¡huir en dirección contraria!

Jonás subió a un barco que iba a Tarsis, muy lejos de Nínive. Mientras Jonás dormía en el barco, una tormenta enorme comenzó a sacudir las olas. Los marineros estaban asustados. Jonás les confesó que estaba huyendo de Dios y les pidió que lo lanzaran al mar para calmar la tormenta.

Cuando lo hicieron, el mar se tranquilizó... y entonces ocurrió algo increíble: ¡Un gran pez se lo tragó!

Jonás estuvo tres días y tres noches dentro del vientre del pez. Allí, en la oscuridad, oró a Dios con todo su corazón. Se dio cuenta de que no podía escapar de su misión y que Dios era misericordioso.

El pez lo vomitó en tierra firme y Jonás decidió obedecer. Jonás fue a Nínive y anunció el mensaje de Dios: —¡Arrepiéntanse! ¡Dios les da 40 días para cambiar!

Y algo asombroso ocurrió: toda la ciudad escuchó. Desde el rey hasta los niños, todos se arrepintieron y pidieron perdón. Dios, que es bueno y compasivo, los perdonó.

El niño del PEIP

COMPROMISO: Hoy me comprometo a obedecer a Dios y confiar en sus planes.

MOMENTO CREATIVO: ¡Completa los espacios!

Se han eliminado varias palabras de cada oración. Usa las palabras señaladas en la parte de abajo para llenar los espacios en blanco.

Dios le hablo a Jonás y le dijo que fuera a predicar a la ciudad de

Jonás subió a un ____________________ donde Dios no le dijo que fuera.

Dios causó que una gran _______________ viniera sobre el mar.

Los marineros arrojaron a Jonás al mar para ___________la tormenta.

Dios envió un gran, _____________a tragarse a Jonás.

Jonás estuvo en el pez durante _________ días.

Mientras estaba en el pez, Jonás se arrepintió y prometió ir a _______________ a Nínive.

Dios hizo que el pez escupiera a Jonás en___________________.

Dios le habló a Jonás por _____________ vez y le dijo que fuera a Nínive.

Esta vez, Jonás _______________ a Dios y fue a Nínive.

• Nínive • pez

calmar

la playa

obedeció

segunda

barco

tormenta

tres

predicar

Sean mis testigos, participemos en la liturgia

Por: Sem. Luis Francisco Salazar Cucaita, en síntesis vocacional, parroquia Nuestra Señora de la Esperanza.

DOMINGO XXIII DEL TIEMPO ORDINARIO

Lc 14, 25-33 “El que no renuncia a todos sus bienes, no puede ser mi discípulo”.

El Evangelio comienza diciendo que una gran multitud seguía a Jesús camino a Jerusalén, pero la pregunta es: ¿todos entienden realmente qué significa seguirlo? Hoy, ser parte de esa “multitud” puede ser sinónimo de ser católico de tradición, recibir los sacramentos y luego vivir una fe superficial, centrada más en conseguir bienestar material y cumplir metas personales, sin considerar lo frágil que es la vida.

Jesús no se conforma con esa actitud, por eso se detiene y les plantea un reto a sus seguidores: ¿están dispuestos a ser verdaderos discípulos?

El primer paso es ser conscientes de nuestras limitaciones; aceptar nuestras debilidades es el segundo paso. El rey Salomón, conocido por su sabiduría, reconoce que no todo está bajo nuestro control ni es fácil de comprender.

tercer paso: abrirnos a una relación con Dios.

El cuarto paso es entender que para los cristianos esa sabiduría y guía se encuentran en Jesús y en el Espíritu Santo. Es en esta relación con Dios donde encontramos el apoyo para enfrentar los retos y darle sentido a lo que hacemos.

Después, el quinto paso nos invita a soltar aquello que nos ata —ya sea relaciones, bienes materiales o cualquier cosa que nos impida seguir a Jesús con libertad.

Finalmente, el sexto paso es entregarnos por completo, aceptando la cruz que implica seguir a Jesús. Esto significa confiar en Dios y dejar que el Espíritu Santo guíe nuestro día a día para que nuestras acciones sean verdaderamente fruto del amor.

DOMINGO XXIV DEL TIEMPO ORDINARIO

Lc 15, 1-32 “Habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta”.

Hoy las lecturas nos invitan a mirar de cerca la misericordia de Dios, esa misericordia profunda y real que no se queda en palabras, sino que actúa en nuestra vida y nos transforma.

El Evangelio nos lleva al corazón misericordioso de Dios. Jesús está rodeado por los fariseos y los letrados, que juzgan y critican a los pecadores que se acercan a Él. Para mostrarles cómo es realmente Dios, Jesús les cuenta tres parábolas: la oveja perdida, la moneda perdida y

el hijo pródigo. En todas ellas, Dios es ese pastor, esa mujer, ese padre que no descansa hasta encontrar lo que estaba perdido. La alegría no está en la perfección o en el merecimiento, sino en el encuentro, en la recuperación, en la vuelta a casa.

La parábola del hijo pródigo es la que más nos toca profundamente porque nos muestra no solo la misericordia de Dios, sino también nuestras propias dificultades para aceptarla y vivirla. El hijo menor

se pierde, se equivoca, pero regresa y es recibido con un amor que no se mide ni se guarda para un “después”. En cambio, el hijo mayor, que siempre estuvo “bien”, se resiste, no entiende ese amor gratuito y se queda fuera de la fiesta.

Nos preguntamos: ¿con cuál de estos hijos me identifico? ¿soy alguien que ha sentido el llamado a volver a casa y ha encontrado misericordia? ¿o soy como el hijo mayor, que se resiste a la misericordia porque le cuesta aceptar que Dios ama sin

condiciones, incluso a los que se equivocan?

Hoy el Señor nos invita a participar de esa gran fiesta de la misericordia, “por que hay mas alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta, que por 99 justos que no necesitan conversion”; no para quedarnos al margen, juzgando a los demás, sino para alegrarnos con Dios por cada hermano que vuelve a casa, por cada vida restaurada. Porque la misericordia es camino, es encuentro, es celebración.

SOPA DE LETRAS

La siguiente sopa de letras recoge el llamado a estar despiertos, la exigencia del Evangelio, la misión, el conflicto interior y el ardor del amor de Cristo.

• DISCÍPULO

• RENUNCIA

• LIMITACIONES

• SABIDURÍA

• ESPÍRITU

• ENTREGA

• CRUZ • MISERICORDIA • PERDÓN • CONVERSIÓN • ENCUENTRO

• ÍDOLOS

• REGRESO

• ALEGRÍA

• CELEBRACIÓN

Este reconocimiento nos lleva al

PEDRO San CLAVER

9/9/2025

"Te hiciste “esclavo de los esclavos para siempre” y derribaste todos los prejuicios raciales, religiosos, sociales y culturales. Haz que nosotros también amemos a nuestros hermanos y hermanas con obras y hechos, evitando toda discriminación”.

Amén

BIBLIATÓN

12 DE SEPTIEMBRE

CATEDRAL SAN JOSÉ

8:00 A.M. - 4:00 P.M.

Te invitamos a participar donando una Biblia (nueva o usada en buen estado) o con un aporte económico.

Amor ami ad &

Nuestra Señora de las

¡Ruega por nosotros!

24/09/2025

COLECTA

En favor de nuestros hermanos privados de la libertad durante todo el mes de septiembre

21 AL 27

Semana DE SEPTIEMBRE BÍBLICA

Señor, te pido bendigas, fortalezcas y guíes la vida de cada uno de nuestros amigos de los medios de comunicación diocesanos.

Concédeles salud, bienestar y unidad en sus hogares; que tu amor misericordioso renueve sus vidas. Que juntos encontremos el camino que nos lleve también a la amistad verdadera contigo Amén.

Pueden hacer sus donaciones en las parroquias de la Diócesis de Cúcuta, Banco de Alimentos o llevarlas al Centro de Comunicaciones diocesano.

Jabón para el cuerpo y para ropa

Papel higiénico Cepillo dientesde y crema dental

Desodorante

Fecha límite de donación: 30 de septiembre de 2025

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