Perdidos por el Mástil 03

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Jake E. Lee: Se trata de un guitarrista muy técnico pero con un sonido bastante rockero y melódico.

Por aquel entonces Randy era reconocido para muchos como el mejor guitarrista del rock del momento. Poco más duraría ese matrimonio Ozzy-Randy (aunque más bien era una relación padre-hijo) ya que moriría con parte de la banda en un tonto accidente de helicóptero. Años después tuvimos la suerte de escuchar un disco directo homenaje a Randy donde se le pone a uno los pelos de punta al escuchar su bestial manera de tocar. Único. Tras probar diferentes guitarristas, Ozzy publicó algún disco sin mucho que destacar. Fueron años muy desmadrados donde la ausencia de Randy y sus problemas matrimoniales y con el alcohol le dejarían tocado. El siguiente gran guitarrista a destacar en su carrera fue Jake E. Lee, que sin llegar ni por asomo a la genialidad de Randy (se volvió a poner el nivel muy arriba) haría un buen trabajo en ‘Bark at the Moon’ y ‘Ultimate Sin’. Probablemente sus fraseos, acordes y solos de guitarra sean lo mejor de estos discos presentando a Jake E. Lee como un virtuoso. Lo cierto es que son discos con un sonido digamos, comercial, y las composiciones son un poco flojas (un par de temas del Bark son para echar la pota), pero gracias al los guitarreos que suelta Jake las canciones se crecen y suenan a gloria. Se trata de un

guitarrista muy técnico pero con un sonido bastante rockero y melódico. Las continuas discusiones harían que ahí se acabara su periplo como guitarrista de Ozzy (posteriormente se embarcaría en Badlands donde seguiría demostrando su gran gusto tocando la guitarra). Ozzy se encontraría de nuevo en la misma situación que antaño probando decenas de guitarristas. De igual forma acabó aburrido y con la cabeza fundida de escuchar tanta morralla e infinitos imitadores de Yngwie Malmsteen. Recordemos que era la época dorada de los guitar-hero donde cada fraseo de guitarra tenía que tener al menos ciento cincuenta notas (de ahí para arriba). Se llevó el gato al agua, Zakk Wilde, un joven guitarrista virtuoso con dedos muy rápidos pero al mismo tiempo tenía influencias de rock clásico, cosa que atrajo a Ozzy desde el principio (con los años y en solitario, se metería de lleno en el rock sureño tocado de una forma burrota). Así desde su debut en el 88 con ‘No Rest For the Wicked’ se convertiría en el guitarrista prácticamente definitivo de Ozzy. Pese a que a algunos fans de Ozzy no terminaran de digerir bien el estilo huracanado de Zakk, personalmente creo que es un buen guitarrista con una forma de tocar propia (aunque a veces recordara a Jake). Su forma de tocar pesada y chillona, melódica, con solos vertiginosos y sus armónicos marca de la casa hacen que cuando escuches sus discos no puedas evitar centrar la atención en las guitarras. Lo demostró en ‘No more tears’ donde el toque más rockero juntado con un ramalazo comercial hacen que suene como un buen disco. Más adelante vendría algún disco mediocre con un sonido más moderno pero sin mucha relevancia. Por sus discos, por su personalidad única (que risas se echa uno leyendo sus historias) y por esa intuitiva sabiduría a la hora de rodearse de grandes guitarristas se le perdona todo lo malo, hasta que me haya dado plantón en la única oportunidad que tuve de verle en directo. Ozzy, mi personaje favorito de dibujos animados. Es para quererle, ¿no?

Zakk Wilde: Sus solos vertiginosos y armónicos marca de la casa hacen que cuando escuches sus discos no puedas evitar centrar la atención en las guitarras.

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