L de Lector No. 22 (Abril 2017)

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de Lector vidas

miercolees

leer más allá

Las novelas de ficción inglesa

El diablo y el relojero y otros cuentos

La rebelión de Monmouth

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Daniel Defoe

No. 22 Abril 2017

Año II

Santiago de Querétaro, Querétaro OTRAS ARTES escritores queretanos Libros de antes, cine de antes

Ana Francina Barrios

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Estimado Lector de L, este mes presentamos a un gran escritor inglés, conocido mundialmente por su novela Robinson Crusoe. Aunado a ello, Defoe se consideró como uno de los primeros escritores de novela, recibiendo así el título del “padre de todos los novelistas ingleses”. Encontrarás en VIDAS, de Roberto Delgado, un breve recorrido de alrededor de 71 años de la vida de Defoe. En el MIERCOLEES podrás disfrutar tres de los pocos cuentos de Daniel, entre ellos El relojero y el Diablo, El espectro y el salteador de caminos y El fantasma provechoso. En LEER MÁS ALLÁ, Valeria García nos narra sobre la rebelión de Monmouth donde el duque James Scott se autoproclamó rey de Inglaterra, en dicha rebelión participó nuestro autor del mes, aunque al final Scott fuera capturado por la marina británica y ejecutado. En OTRAS ARTES, Addy Melba nos comparte sobre la primera adaptación de Robinson Crusoe a la pantalla grande, dirigida por Luis Buñuel en 1952 y la que obtuvo un Óscar. En ESCRITORES QUERETANOS, presentamos a la poeta y narradora Ana Francina Barrios con una muestra breve de ambos géneros: Notas del báltico y Carta de un nieto a su abuela. En RECOMENDACIONES, la Librería Sancho Panza ofrece un 10% de descuento en el libro de Tilar J. Mazzeo titulado Los niños de Irena. Disfruta este número. Nos leemos en Mayo. PRT


Abril 2017 Santiago de Querétaro, Querétaro Dirección editorial Patricio Rebollar

Vidas

LAS NOVELAS DE FICCIÓN INGLESA Roberto Delgado

MiercoLees

EL DIABLO Y EL RELOJERO Y OTROS CUENTOS Daniel Defoe

Leer más allá

REBELIÓN DE MOnMOUTH Valeria García Origel

Otras artes

libros de antes, cine de antes Addy Melba

Escritores Queretanos

Notas del báltico / carta de un nieto a su abuela Ana Francina Barrios

Asistencia editorial Valeria García Origel Relaciones Públicas Diana Pesquera Circulación y promoción Librerías Nuevos Horizontes, Librería Sancho Panza, Amadeus, Punta del Cielo, La Charamusca, Dipac, Moser Kafé. Colaboradores Patricio Rebollar, Diana Pesquera, Ricardo Rabell, Librería Sancho Panza, Valeria García Origel, Addy Melba Espinosa, Roberto Delgado Ríos, Ana Francina Barrios.

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blogpartres@gmail.com

L de Lector. Marzo 2017, año II, No. 22. Publicación mensual editada por Par Tres Editores, S.A. de C.V., Fray José de la Coruña 243, colonia Quintas del Marqués, 76047, Santiago de Querétaro, Querétaro. Sitio web: www. par-tres.com, blogpartres@gmail.com. Editor Responsable: Patricio Rebollar. ISSN: 2448-5586 tramitado por el Instituto Nacional de Derechos de Autor. Impreso por Hear Industria Gráfica, ubicado en Calle 1, No. 101, Zona Industrial Benito Juárez, 76120, Santiago de Querétaro, Querétaro, este número se terminó de imprimir el 30 de marzo de 2017 con un tiraje de 1000 ejemplares.

Se permite la reproducción parcial de esta obra en lo concerniente al texto del Autor del Mes en virtud de encontrarse libre de Derechos de Autor, en cuanto a las demás secciones de la publicación, se prohíbe su reproducción parcial o total, por cualquier medio, sin la anuencia por escrito de los titulares de los derechos correspondientes.


vidas Las novelas de ficción inglesa Se dice que el fracaso es huérfano y el éxito tiene muchos padres y es cierto. Pero para efectos de encontrarle la paternidad a la novela inglesa de ficción no tenemos que buscar mucho. Los ríos de tinta confluyen hacia el trabajo de una sola persona: Daniel Defoe. Nacido en Londres alrededor de 1660 (no existe total certeza) con el apellido “Foe” (mismo al que le antepondría la palabra francesa “De” para lograr un efecto aristocrático), la historia e impacto literario de este escritor, periodista, comerciante, distribuidor de panfletos, aventurero y hasta espía va mucho más allá del eterno Robinson Crusoe. Le tocó vivir de muy joven hechos históricos e inusuales en Londres: la gran plaga donde 70,000 personas murieron, el gran incendio de la ciudad y el ataque a la población de Chatham por parte de navíos holandeses. Como si lo anterior no fuera suficiente, perdió a su madre a los diez años. Hijo de presbiterianos, estudió en escuelas que no estaban alineadas con la Iglesia de Inglaterra, aspecto que también era blanco de persecuciones por parte del gobierno. Tenemos entonces a un futuro extraordinario escritor al que le tocaron grandes tragedias de muy joven, que por su ascendencia estudió en colegios de protesta y al que seguramente estos antecedentes le orillaron a triunfar en el género de la aventura. Pronto se dedicó de lleno a los negocios. Hacia 1683 ya era comerciante de lana y licor, actividad que le contrajo grandes deudas. No obstante sus variados intereses, su vida amorosa no estuvo en pausa ya que contrajo matrimonio en 1684 con Mary Tuffley con quien tuvo ocho hijos.

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Por Roberto Delgado

En 1685, Defoe se unió a la llamada “Rebelión Monmouth” que buscaba derrocar al Duque de York quien acababa de asumir como Rey de Inglaterra. El multifacético escritor escapó evitando ser sentenciado a la horca y tres años después, cuando William III se convirtió en el nuevo soberano, prestó servicios de espía para la corona. Sus primeras publicaciones fueron panfletos y colaboraciones de corte político que lo llevaron a estar en prisión por un tiempo. Pero el milagro sucedería para que surgiera el Defoe que todos conocemos como uno de los escritores más importantes de todos los tiempos. Hasta los 59 años decidió tomar otro camino en su carrera literaria para abandonar los escritos políticos e incursionar en la novela con la aparición de la celebradísima Robinson Crusoe el 25 de abril de 1719. Para la construcción de este trabajo tomó como base una serie de ensayos que escribió durante su vida de aventura. Esta novela (que tuvo dos secuelas sin mucha repercusión) es usualmente reconocida como la que inaugura el género de ficción en Inglaterra y una de los mayores referentes en la historia de la literatura a 300 años de su publicación. James Joyce reconoció su importancia y alguna vez concluyó: “el verdadero simbolismo de la conquista inglesa es Robinson Crusoe, el náufrago que con un cuchillo y una pipa en la bolsa se convierte en arquitecto, astrónomo, cocinero, marinero, alfarero, sastre y granjero.” Otros trabajos del inglés incluyeron Moll Flanders e incluso incursionó en el género de la poesía. Daniel Foe murió el 24 de abril de 1731 alrededor de los 71 años en Bunhills, Londres, donde hoy con todo merecimiento existe un monumento en su honor.


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El diablo y el relojero y otros cuentos Por Daniel Defoe El diablo y el relojero Viva en la parroquia de San Bennet Funk, cerca del Mercado Real, una honesta y pobre viuda quien, después de morir su marido, tomó huéspedes en su casa. Es decir, dejó libres algunas de sus habitaciones para aliviar su renta. Entre otros, cedió su buhardilla a un artesano que hacía engranajes para relojes y que trabajaba para aquellos comerciantes que vendían dichos instrumentos, según es costumbre en esta actividad. Sucedió que un hombre y una mujer fueron a hablar con este fabricante de engranajes por algún asunto relacionado con su trabajo. Y cuando estaban cerca de los últimos escalones, por la puerta completamente abierta del altillo donde trabajaba, vieron que el hombre (relojero o artesano de engranajes) se había colgado de una viga que sobresalía más baja que el techo o cielorraso. Atónita por lo que veía, la mujer se detuvo y gritó al hombre, que estaba detrás de ella en la escalera, que corriera arriba y bajara al pobre desdichado. En ese mismo momento, desde otra parte de la habitación, que no podía verse desde las escaleras, corrió velozmente otro hombre que llevaba un escabel en sus manos. Éste, con cara de estar en un grandísimo apuro, lo colocó debajo del desventurado que estaba colgado y, subiéndose rápidamente, sacó un cuchillo del bolsillo y sosteniendo el cuerpo del ahorcado con una mano, hizo señas con la cabeza a la mujer y al hombre que venía detrás, como queriendo detenerlos para que no entraran; al mismo tiempo mostraba el cuchillo en la otra, como si estuviera por cortar la soga para soltarlo. Ante esto la mujer se detuvo un momento, pero el hombre que estaba parado en el banquillo continuaba con la mano y el cuchillo tocando el nudo, pero no lo cortaba. Por esta razón la mujer gritó de

nuevo a su acompañante y le dijo: -¡Sube y ayuda al hombre! Suponía que algo impedía su acción. Pero el que estaba subido al banquillo nuevamente les hizo señas de que se quedaran quietos y no entraran, como diciendo: «Lo haré inmediatamente». Entonces dio dos golpes con el cuchillo, como si cortara la cuerda, y después se detuvo nuevamente. El desconocido seguía colgado y muriéndose en consecuencia. Ante la repetición del hecho, la mujer de la escalera le gritó: -¿Qué pasa? ¿Por qué no bajas al pobre hombre? Y el acompañante que la seguía, habiéndosele acabado la paciencia, la empujó y le dijo: -Déjame pasar. Te aseguro que yo lo haré -y con estas palabras llegó arriba y a la habitación donde estaban los extraños. Pero cuando llegó allí ¡cielos! el pobre relojero estaba colgado, pero no el hombre con el cuchillo, ni el banquito, ni ninguna otra cosa o ser que pudiera ser vista a oída. Todo había sido un engaño, urdido por criaturas espectrales enviadas sin duda para dejar que el pobre desventurado se ahorcara y expirara. El visitante estaba tan aterrorizado y sorprendido que, a pesar de todo el coraje que antes había demostrado, cayó redondo en el suelo como muerto. Y la mujer, al fin, para bajar al hombre, tuvo que cortar la soga con unas tijeras, lo cual le dio gran trabajo. Como no me cabe duda de la verdad de esta historia que me fue contada por personas de cuya honestidad me fío, creo que no me dará trabajo convencerlos de quién debía de ser el hombre del banquito: fue el Diablo, que se situó allí con el objeto de terminar el asesinato del hombre a quien, según su costumbre, había tentado antes y convencido para que fuera su propio verdugo. Además, este crimen corresponde


tan bien con la naturaleza del Demonio y sus ocupaciones, que yo no lo puedo cuestionar. Ni puedo creer que estemos equivocados al cargar al Diablo con tal acción. Nota: No puedo tener certeza sobre el final de la historia; es decir, si bajaron al relojero lo suficientemente rápido como para recobrarse o si el Diablo ejecutó sus propósitos y mantuvo aparte al hombre y a la mujer hasta que fue demasiado tarde. Pero sea lo que fuera, es seguro que él se esforzó demoníacamente y permaneció hasta que fue obligado a marcharse. Un caballero rural tenía una vieja casa que era todo lo que quedaba de un antiguo monasterio o convento derruido, y resolvió demolerla aunque pensaba que era demasiado el gusto que esa tarea implicaría. Entonces pensó en una estratagema, que consistía en difundir el rumor de que la casa estaba encantada, e hizo esto con tal habilidad que empezó a ser creído por todos. Con ese objeto se confeccionó un largo traje blanco y con él puesto se propuso pasar velozmente por el patio interior de la casa justo en el momento en que hubiera citado a otras personas, para que estuvieran en la ventana y pudiesen verlo. Ellos difundirían después la noticia de que en la casa había un fantasma. Con este propósito, el amo y la esposa y toda la familia fueron llamados a la ventana donde, aunque estaba tan oscuro que no podía decirse con certeza qué era, sin embargo se podía distinguir claramente la blanca vestidura que cruzaba el patio y entraba por una puerta del viejo edificio. Tan pronto como estuvieron adentro, percibieron en la casa una llamarada que el caballero había planeado hacer con azufre y otros materiales, con el propósito de que dejara un tufo de sulfuro y no sólo el olor de la pólvora. Como lo esperaba, la estratagema dio resultado. Alguna gente fantasiosa, teniendo noticia de lo que pasaba y deseando ver la aparición, tuvo la ocasión de hacerlo y la vio en la forma en que usualmente se mostraba. Sus frecuentes caminatas se hicieron cosa corriente en una parte de la morada donde el espíritu tenía oportunidad de deslizarse por la puerta hacia otro patio y después hacia la parte habitada. Inmediatamente se empezó a decir que

en la casa había dinero escondido, y el caballero esparció la noticia de que él comenzaría a excavar, seguro de que la gente se pondría muy ansiosa de que así se hiciera. En cambio, no hacía nada al respecto. Se seguía viendo la aparición ir y venir, caminar de un lado para otro, casi todas las noches, y siempre desvaneciéndose con una llamarada, como ya dije, lo cual era realmente extraordinario. Al fin, alguna gente de la villa vecina, viendo que el caballero daba a la larga o descuidaba el asunto, comenzó a preguntarse si el buen hombre les permitiría excavar, porque sin duda había allí dinero escondido. Pues, si él consentía en que ellos lo cogieran si lo encontraban, excavarían y lo encontrarían aunque tuvieran que excavar toda la casa y tirarla abajo. El caballero replicó que no era justo que excavaran y tiraran la casa abajo, y que por eso obtuvieran todo lo que encontraran. ¡Eso era muy duro de tragar! Pero que él autorizaba esto: que ellos acarrearían todos los escombros y los materiales que excavaran y aparecían los ladrillos y las maderas en el terreno vecino a la casa, y que a él le correspondería la mitad de lo que encontraran. Ellos consintieron y comenzaron a trabajar. El espíritu o aparición que rondaba al principio pareció abandonar el lugar, y lo primero que demolieron fue los caños de las chimeneas, lo que significó un gran trabajo. Pero el caballero, deseoso de alentarlos, escondió secretamente veintisiete piezas de oro antiguo en un agujero de la chimenea que no tenía entrada más que por un lado, y que después tapió. Cuando llegaron hasta el dinero, los ilusos se engañaron totalmente y se maravillaron sin querer razonar. Por casualidad el caballero estaba cerca, pero no exactamente en el lugar, cuando se produjo el hallazgo, cuando lo llamaron. Muy generosamente les dio todo, pero con la condición que no esperaran lo mismo de lo que después encontraran. En una palabra, este mordisco en su ambición hizo trabajar a los campesinos como burros y meterse más en el engaño. Pero lo que más los alentó fue que en realidad encontraron varias cosas de valor al


excavar en la casa, las que tal vez habían estado escondidas desde el tiempo en que se había construido el edificio, por ser una casa religiosa. Algún otro dinero fue encontrado también, de modo que la continua expectación y esperanza de encontrar más de tal manera animó a los campesinos, que muy pronto tiraron la casa abajo. Sí, puede decirse que la demolieron hasta sus mismas raíces, porque excavaron los cimientos, que era lo que deseaba el caballero, y que hubiérale llevado mucho dinero hacer. No dejaron en la casa ni la cueva para un ratón. Pero, de acuerdo con el trato, llevaron los materiales y apilaron la madera y los ladrillos en un terreno adyacente como el caballero lo había ordenado, y de manera muy pulcra. Estaban tan persuadidos -a raíz de la aparición que caminaba por la casa- de que había dinero escondido ahí, que nada podía detener la ansiedad de los campesinos por trabajar, como si las almas de las monjas y frailes, o quien quiera que fuera que hubiera escondido algún tesoro en el lugar, suponiendo que estuviera escondido, no pudiera descansar, según se dice de otros casos, o pudiera haber algún modo de encontrarlo después de tantos años, casi doscientos. El espectro y el salteador de caminos. Cuenta la historia que Hind, aquel famoso asaltante y proscripto, el más renombrado desde Robin Hood, encontró un espectro en el camino de un lugar llamado Stangate-hole, en Huntingdonshire, donde él acostumbraba a cometer sus robos y era famoso desde entonces por sus muchos asaltos. El espectro se apareció con el traje de un simple ganadero de la zona. Y como el diablo, como podéis suponer, conocía muy bien los refugios y escondrijos que Hind frecuentaba, vino a la posada y, habiendo tomado cuarto, puso en lugar seguro su caballo y ordenó al posadero que le llevara su maleta, que era muy pesada, a su cámara. Cuando estuvo en ella, abrió el

equipaje, tomó el dinero, que estaba distribuido en pequeños envoltorios y colocó todo en en más de dos bolsas, que tendrían igual peso a cada lado del caballo, y las hizo tan evidentes como le fue posible. Las casas que alojan bandidos están pocas veces libres de espías que les proporcionan debida relación de lo que pasa. Hind recibió noticias del dinero, vio al hombre, vio el caballo al que sabía que volvería a ver; averiguó qué camino seguiría; lo encontró en Stangatehole, justo en el valle entre las dos colinas y lo detuvo diciéndole que debía entregarle la bolsa. Cuando habló de la plata, el ganadero fingió sorprenderse, mostró pánico, tembló y atemorizado y con un tono miserable dijo: “¡Como puedes ver yo sólo soy un pobre hombre! Por cierto, señor, no tengo dinero.” (Ahí mostró el diablo que podía decir la verdad cuando se presentaba la ocasión.) “¡Ah, perro!” -dijo él- “¿No tienes dinero? Vamos, aparta tu capa y dame las dos bolsas, esas que están a cada lado de la silla. ¡Qué! ¿No tienes dinero y sin embargo tus bolsas son demasiado pesadas para ponerlas de un solo lado? ¡Vamos, termina o te cortaré en pedazos en este mismo momento!” (Aquí se puso fuera de sí, y lo amenazó de la peor manera que pudo.) Bien, el pobre diablo lloraba y le decía que debía estar equivocado; que lo había tomado por otro hombre, seguro, porque realmente él no tenía dinero. “¡Vamos, vamos!” -dijo Hind- “¡Ven conmigo!” Entonces tomó el caballo por la rienda y lo sacó fuera del sendero, hacia el bosque, que es muy oscuro en aquel lugar, porque el negocio era demasiado largo para quedarse en el camino durante todo el tiempo que durara. Cuando estuvo en el bosque, “¡Vamos, señor ganadero” -ordenó-, “desmonta y dame las bolsas al instante!”. En suma, hizo bajar al pobre hombre, le cortó las riendas y la cincha y abrió la alforja donde encontró las dos bolsas. “Muy bien” -dijo- “aquí están y tan pesadas como antes”. Las arrojó al suelo, las cortó para abrirlas; en una encontró una cuerda y en la otra una pieza de latón ma-


ciza con la forma exacta de una horca. Y el ganadero, detrás de él exclamó: “He aquí tu destino, Hind. ¡Ten cuidado!” Si él se sorprendió por lo que encontró en las bolsas -pues no había ni un cuarto de penique en la alforja donde estaba la cuerda -más se sorprendió cuando oyó al ganadero llamarlo por su nombre, y se volvió para matarlo porque creyó que lo había reconocido. Pero se quedó sin aliento y sin vida cuando, volviéndose (como ya dije) para matar al hombre, no vio nada sino el pobre caballo. Yo insinúo que no había allí más dinero que una moneda que la historia dice era escocesa: una pieza llamada allí de catorce peniques y en Inglaterra de trece y medio. De donde se supone que, desde entonces y hasta nuestros días, se dice que trece peniques y medio es el salario del verdugo. El fantasma provechoso Un caballero rural tenía una vieja casa que era todo lo que quedaba de un antiguo monasterio o convento derruido, y resolvió demolerla aunque pensaba que era demasiado el gusto que esa tarea implicaría. Entonces pensó en una estratagema, que consistía en difundir el rumor de que la casa estaba encantada, e hizo esto con tal habilidad que empezó a ser creído por todos. Con ese objeto se confeccionó un largo traje blanco y con él puesto se propuso pasar velozmente por el patio interior de la casa justo en el momento en que hubiera citado a otras personas, para que estuvieran en la ventana y pudiesen verlo. Ellos difundirían después la noticia de que en la casa había un fantasma. Con este propósito, el amo y la esposa y toda la familia fueron llamados a la ventana donde, aunque estaba tan oscuro que no podía decirse con certeza qué era, sin embargo se podía distinguir claramente la blanca vestidura que cruzaba el patio y entraba por una puerta del viejo edificio. Tan pronto como estuvieron adentro, percibieron en la casa una llamarada que el caballero había planeado hacer con azufre y otros materiales, con el propósito de que dejara un tufo de sulfuro y no sólo el olor de la pólvora.

Como lo esperaba, la estratagema dio resultado. Alguna gente fantasiosa, teniendo noticia de lo que pasaba y deseando ver la aparición, tuvo la ocasión de hacerlo y la vio en la forma en que usualmente se mostraba. Sus frecuentes caminatas se hicieron cosa corriente en una parte de la morada donde el espíritu tenía oportunidad de deslizarse por la puerta hacia otro patio y después hacia la parte habitada. Inmediatamente se empezó a decir que en la casa había dinero escondido, y el caballero esparció la noticia de que él comenzaría a excavar, seguro de que la gente se pondría muy ansiosa de que así se hiciera. En cambio, no hacía nada al respecto. Se seguía viendo la aparición ir y venir, caminar de un lado para otro, casi todas las noches, y siempre desvaneciéndose con una llamarada, como ya dije, lo cual era realmente extraordinario. Al fin, alguna gente de la villa vecina, viendo que el caballero daba a la larga o descuidaba el asunto, comenzó a preguntarse si el buen hombre les permitiría excavar, porque sin duda había allí dinero escondido. Pues, si él consentía en que ellos lo cogieran si lo encontraban, excavarían y lo encontrarían aunque tuvieran que excavar toda la casa y tirarla abajo. El caballero replicó que no era justo que excavaran y tiraran la casa abajo, y que por eso obtuvieran todo lo que encontraran. ¡Eso era muy duro de tragar! Pero que él autorizaba esto: que ellos acarrearían todos los escombros y los materiales que excavaran y aparecían los ladrillos y las maderas en el terreno vecino a la casa, y que a él le correspondería la mitad de lo que encontraran. Ellos consintieron y comenzaron a trabajar. El espíritu o aparición que rondaba al principio pareció abandonar el lugar, y lo primero que demolieron fue los caños de las chimeneas, lo que significó un gran trabajo. Pero el caballero, deseoso de alentarlos, escondió secretamente veintisiete piezas de oro antiguo en un agujero de la chimenea que no tenía entrada más que por un lado, y que después tapió. Cuando llegaron hasta el dinero, los ilusos se engañaron totalmente y se maravillaron sin querer razonar. Por casualidad


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más de defoe

el caballero estaba cerca, pero no exactamente en el lugar, cuando se produjo el hallazgo, cuando lo llamaron. Muy generosamente les dio todo, pero con la condición que no esperaran lo mismo de lo que después encontraran. En una palabra, este mordisco en su ambición hizo trabajar a los campesinos como burros y meterse más en el engaño. Pero lo que más los alentó fue que en realidad encontraron varias cosas de valor al excavar en la casa, las que tal vez habían estado escondidas desde el tiempo en que se había construido el edificio, por ser una casa religiosa. Algún otro dinero fue encontrado también, de modo que la continua expectación y esperanza de encontrar más de tal manera animó a los campesinos, que muy pronto tiraron la casa abajo. Sí, puede decirse que la demolieron hasta sus mismas raíces, porque excavaron los cimientos, que era lo que deseaba el caballero, y que hubiérale llevado mucho dinero hacer. No dejaron en la casa ni la cueva para un ratón. Pero, de acuerdo con el trato, llevaron los materiales y apilaron la madera y los ladrillos en un terreno adyacente como el caballero lo había ordenado, y de manera muy pulcra. Estaban tan persuadidos -a raíz de la aparición que caminaba por la casa- de que había dinero escondido ahí, que nada podía detener la ansiedad de los campesinos por trabajar, como si las almas de las monjas y frailes, o quien quiera que fuera que hubiera escondido algún tesoro en el lugar, suponiendo que estuviera escondido, no pudiera descansar, según se dice de otros casos, o pudiera haber algún modo de encontrarlo después de tantos años, casi doscientos.

Por la editorial

Datos Curiosos I

Alrededor de 1695 regresó a Inglaterra, usando el nombre “Defoe”, y actuando como “comisario de impuestos del cristal”, responsable de cobrar los que gravaban las botellas.

II

Antes de su trabajo novelístico, Defoe escribió The Family Instructor (1715), un manual de conducta sobre deberes religiosos.

Las actividades políticas de Defoe junto con su activismo panfletista conllevaron su arresto y su exposición a la picota el III 31 de julio de 1703, debido principalmente a un panfleto titulado El camino más corto con los Disidentes. Los críticos opinan que Defoe realmente pensaba que el Diablo participaba en IV la historia mundial. Su punto de vista es el de un presbiteriano del s. XVIII: culpa al Diablo de las Cruzadas y lo ve cercano a los poderes de la Europa católica.

V

No menos de 545 títulos, entre los que se encuentran desde poemas satíricos, panfletos políticos y religiosos hasta volúmenes, han sido atribuidos a Defoe.


leer más allá

Rebelión de Monmouth En 1660 la República en Inglaterra llegó a su fin. Anarquía política y económica, desacuerdos políticos y religiosos: se concluyó que restaurar la monarquía era la única manera de regresar la estabilidad al país. Después de fallar en la independencia del Parlamento y de la incansable lucha ideológica entre protestantes y católicos, guerras civiles y respuestas violentas, Carlos II y su gobierno tolerante suponían paz y esperanza, leyes declaraciones y resoluciones pintaban un país más próspero y el respeto a las ideologías logró una convivencia tranquila. En su lecho de muerte Carlos II se convirtió al catolicismo. Jacobo II, duque de York desde su nacimiento, último rey católico y el último rey de los escoses, subió al trono sin dificultades tras la muerte de su hermano, prometiendo mantener las leyes que regían al Estado y la independencia de la Iglesia de Inglaterra, sin embargo, su férrea devoción al catolicismo despertó desconfianza en sus súbditos y más adelante, a pesar de sus intentos por calmar a los protestantes, se le acusó de un complot papista y el duque de Monmouth, James Scott, hijo ilegítimo de Carlos II, reclamó ser el verdadero heredero al trono. En 1685, inició la rebelión de Monmouth. Scott fue enviado a liderar tropas en distintas guerras, fue reconocido como un gran soldado y, al ser protestante, tenía popularidad y la aceptación del pueblo. En 1685, acompañado de tres naves pequeñas y mil quinientas armas, llegó al sudoeste de Inglaterra, una región protestante. Un mes después logró reunir más hombres y planeaba avanzar a Londres pero Jacobo II fue advertido lo que hizo que cambiaran

9 Por Valeria García Origel

su rumbo hacia Somerset. Muchos soldados de la milicia de Dorset desertaron y se unieron con Monmouth, días después se contaban alrededor de seis mil hombres, en su mayoría agricultores o artesanos, inconformes, todos armados incluso con herramientas de granja. Entre aquellos aventurados se encontraba el joven Daniel Foe. El escritor a quien dedicamos este número de la revista, cambió más tarde su apellido a Defoe pues las creencias religiosas de su familia discrepaban con las de la iglesia anglicana. La rebelión de Scott no fue la última a la que se unió, más tarde apoyó a Guillermo III de Orange, sobrino y yerno de Jacobo II y fiel protestante. Defoe estuvo siempre involucrado en la política, aunado a ello, era un activista panfletista lo que inevitablemente lo llevó a su arresto y castigo en la picota, donde la gente, conociendo los panfletos que había publicado, le arrojó flores en lugar de insultarlo o lastimarlo. El duque de Monmouth, pues, se declaró rey y fue coronado varias veces en distintas localidades hasta su captura por la marina real británica. James Scott, primer duque de Monmouth y rey autoproclamado, fue derrotado y ejecutado en Londres apenas un mes después de sus coronaciones. Jacobo II no pudo controlar los disgustos por sus políticas religiosas por lo que nobles y políticos acudieron a Guillermo III, esposo de su hija María y devota a la religión protestante, y en cuestión de tiempo Guillermo y María tomaron el poder y en 1707, Inglaterra y Escocia fueron unificadas como el Reino de Gran Bretaña.


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OTRAS ARTES Libros de antes, cine de antes En estos tiempos, no podemos dejar de lado el tema político. Tema que nos ha llevado a gritar a los cuatro vientos que vamos a consumir lo mexicano. Que le vamos a decir “adiós” a los productos que nos llegan del “otro lado del muro” y vamos a impulsar lo nacional. Siguiendo esta tendencia, el séptimo arte no debería de ser la excepción. Y aunque el nuevo “brillo” del cine mexicano se distingue por la comedia ligera pero efectiva en la taquilla, no es lo de hoy lo único que tiene el cine para ofrecer. De la misma manera que las novelas adolescentes post apocalípticas no son lo único que la literatura nos ofrece (gracias a Dios), el cine mexicano tiene una época dorada (1936-1959) que si vamos a promover el consumo de lo mexicano, vale la pena regresar a esos tiempos. Y justo en esos tiempos, es donde nos encontramos a Luis Buñuel, director español, nacionalizado mexicano tras el exilio, quién llevó la obra de Defoe a la pantalla grande en 1952. Para la película se hicieron dos bandas sonoras, inglés y español. El irlandés Dan O’Herlihy, fue el encargado de darle vida a Robinson Crusoe y su actuación le valió un Oscar como mejor actor. La película, fue la primera que grabó el director a color y por ello le tomó un largo tiempo concluir el rodaje. Buñuel no solía dedicar más de tres semanas al rodaje de sus películas, y esta le tomó más de tres meses. Además, la película no contaba con el presupuesto millonario de las grandes producciones del Hollywood moderno, por ello la adaptación se centra solo en

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Por Addy Melba

una parte de la novela: la estancia de Robinson en la isla. La parte más icónica de la novela sin duda, y a la que Buñuel supo imprimirle su sello resaltando los conflictos morales que nos presenta el personaje y convirtiéndolos en una crítica al racismo de su tiempo, que más de 50 años después, parece que sigue vigente. La película de Buñuel tiene dos momentos muy claros, la lucha de Crusoe contra la soledad, la naturaleza y contra si mismo y su encuentro con Viernes. Vale la pena destacar los momentos en los que se realizaron libro y película: el libro, publicado en 1719 nos muestra al protagonista como un traficante de esclavos apegado a la religión. Ambas cosas comunes y aceptadas en ese tiempo. El personaje de Buñuel, mantiene la profesión, pero cuestiona mucho más la religión que el personaje original. Buñuel llegó a México como exiliado de la Guerra Civil Española, guerra en la que Franco utilizó la religión como herramienta para oprimir al país, causando que muchos dudaran de la misma. Así, aunque en esta adaptación no vemos el regreso del personaje a la civilización, Buñuel nos deleita con su capacidad de retratar los conflictos sociales de su época. El racismo que hacía a los blancos pensar que los de otras razas son seres inferiores, cuando son los que pueden comprender otro idioma. Lo poco que sabe el hombre realmente cuando se enfrenta a la naturaleza y los prejuicios que nos rodean cuando nos encontramos ante alguien diferente. Una película de antes, basada en una novela de antes que nos hace pensar en los conflictos de ahora.


Una colección de la A a la Z con las obras más reconocidas de la literatura clásica. 27 autores consagrados y cuidadosamente seleccionados para que vivas en cada letra una aventura. Te invitamos a que seas parte de esta colección y te sumerjas en el abecédario más exclusivo uniendo tus letras favoritas y fomentando la lectura y cultura de nuestro país.

GASPAR NÚÑEZ DE ARCE RECUERDOS DE LA CAMPAÑA DE ÁFRICA

En 1859, la euforia y el patriotismo se apoderaron de España. El gobierno español, a cargo del general Leopoldo O’ Donnell, decide invadir Marruecos, y nuestro narrador, Gaspar Núñez de Arce, contagiado por tan impetuoso espíritu, se embarca en la aventura. Divididas en tres cuerpos de ejército, las fuerzas españolas marcharon hacia sus objetivos, Tetuán y el puerto de Tánger, expediciones a cargo de los notorios generales Juan Zavala de la Puente, Antonio Ros de Olano y Ramón de Echagüe. Durante cuatro meses, y como en toda guerra, sobreviviendo tanto a heridas como a terribles enfermedades, conociendo creencias y costumbres distintas, conviviendo con prisioneros y compatriotas, de Arce fue testigo de las batallas en los castillejos en las que España fue victoriosa todas las veces.


MANUEL ZENO GANDÍA LA CHARCA La novela naturalista más importante de Manuel Zeno Gandía. Es un relato patético de la sociendad puertorriqueña en la década del 1890.Un relato desolador que nos presenta a una sociedad enferma, enferma físicamente, espiritual y moralmente. Cada personaje es un ejemplo del dolor, la pobreza, las amarguras de el alma y muchos son un vivo reflejo de la naturaleza. Es una sociedad representada por la charca, agua estancada, agua llena de sedimento, de lodo, de fango, de cieno, En un ambiente así no hay posibilidades de cambio, de progreso, de vivir plenamente. Contrario a la charca está el río, río de aguas cristalinas, de aguas pura, río que representa el progreso, río que se refiere a la vida que fluye. La charca simboliza la ciudad que empobrece, que violenta el sagrado derecho que tienen los pueblos de escoger sus destinos, la charca representa el producto que genera un regimen político que sólo piensa en los intereses de los poderosos y se olvida de los pobres.


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escritores Queretanos

Notas del báltico / Carta de un nieto a su abuela Por Ana Francina Barrios Ana Francina Barrios, con estudios profesionales amplios, tales como la licenciatura en Ciencias de la Comunicación, licenciatura en Artes Escénicas Facultad de Bellas Artes, UAQ, Maestría en Arte, Diplomado en Creación Literaria en la Escuela de Escritores de Querétaro 2005. Comenzó a interesarse en la literatura a los once años. Escribió su primer cuento El Árbol que da Frutos a los nueve años. Inició su interés por la Poesía en gran parte gracias a su tío José Manuel Pintado de Wit, Premio Nacional de Poesía y colaborador de Paz en la Revista Vuelta. Publica Del Vértigo al Vacío (Fondo Editorial de Cultura del Estado de Querétaro, 2008) Welcome to ARt. Antología de Poesía gobierno del Estado de México. Notas del báltico Quisiera pulir la mar en una inhalación, cerrando los ojos y, cuando abiertos, descubrir un infinito cristal como seda de mármol y ébano. Escuchar su moribundo rugido, el agonizante alarido que resulte cuando se descubra en la impermanencia inmóvil más perfecta, más estática. hasta ceder, meditabunda, ante tal dulzura ...como ceden las olas, las naves, las miradas en fin, como ceden todas las demás cosas... Tanto ruido, tantos pensamientos, tantas voces al unísono. Hoy quisiera silenciarlo todo hoy quisiera. ¡Sí! enmudecer incluso la Mar y presenciar su muerte con una gran sonrisa ¡de dulce venganza! . y sobretodo de dulce alivio. Pues sonrisas las hay de todos tipos sin embargo, como todo lo que proviene de cosmogonías inciertas, Alivio solamente puede ser alivio Y solamente el alivio puede ser la suma de todas ¡Todas! las sonrisas de este y venideros mundos si sus cavilaciones no fueran murmullo audible, ni los pensamientos olas que rompen en la orilla ni los sentimientos naves que se hunden a la deriva, o las miradas secuestros de certezas que se esfuman


Carta de un nieto a su abuela Berlín, 9 de Junio del 2011 Querida Abuela: Desde hace tiempo he tenido en la mete el escribirte más frecuente y enviarte cartas por correo tradicional. Pienso que aún es siempre mucho más lindo escribir en papel y leer de la propia pluma que a través de las pantallas con letras y estilos predefinidos. Ahora el verano ha llegado a Berlín y todo resulta más llevadero, día largos de mucha luz, la sonrisa en boca de toda la gente, los conciertos en la calle, las plazas, parques y juegos infantiles revocante de gente determinada a aprovechar todo rayo de luz posible antes de que el parsimonioso tiempo veraniego termine. Nosotros también contentos con la vida que se nos presenta. Theo Julián es un pingo maravilloso que desde temprano al levantarse nos recuerda que hay que sonreír por el simple hecho de estar presentes e vida y espíritu. También que hay que reír mucho pues es la tarea más regenerativa: reír, cantar, bailar. Junto a Theo, vivo ahora un desarrollo paralelo. Él empieza sus primeros pasos, yo también los míos e esta nueva ciudad y contexto. El comienza a hablar un poquito, yo también comienzo a lograr expresarme y entablar comunicación más profunda en este nuevo lenguaje.. En fin, muchos paralelismos entre su primer año de vida y mi primer año como residente del mundo teutón. Me gusta verlo de esa manera pues no solo aprendo de él y él de mí, sino también nos hace cómplices de estas nuevas aventuras. Cada día me sorprende más y lo atinado que fue el conocer a Lisa, reencontrarla después de tantos años y habernos decidido pro estar juntos. Es muy especial la manera en que las personas deben “cambiar” al momento de formar una familia y creo que es una facultad que cada vez menos las personas de nuestra edad están dispuestas a hacer y descubrir, pues hay tantas “satisfacciones” instantáneas en el mundo actual cada vez más orientado a la individualidad que es difícil desligarse del vertiginoso mundo de las recompensas a corto plazo, los amigos temporales, las experiencias temporales valoradas más por cantidad que por profundidad o capacidad para darle rumbo, significado

a nuestro entorno. Sin embargo siguen y seguirá las cosas que pro su propio peso balancean el mundo: la confianza, la amistad inamovible por un amigo, amiga, el amor por la vida, por la familia, la fe, la voluntad, la imaginación y como diría mi padre ¡la poesía¡ Durante todo este tiempo en Europa he aprendido algunas cosas, visto algunas otras, algunas nuevas y otras simplemente diferentes, pero sobre todo este viaje me ha hecho valorar de dónde vengo, la familia que tengo, el país, que aunque destartaladón, me formó. Hasta hace poco me angustiaba un poco pues era como estar en un sueño que aunque muy bonito es demasiado largo. De pronto me sorprendía pensando: ya, ya quiero despertar, poder hablar, comunicarme, seguir con la vida que yo conozco en la cual se hacer las cosas: comunicarme, tener amigos, llenar formas, leer el periódico, escuchar la radio, dejar de ser espectador de una película que no acaba. Ahora que comienzo a entender lo que pasa a mi alrededor, que puedo leer el periódico y escuchar la radio, empiezo a darme cuenta de que en realidad existe una posibilidad de dirigir la película, siendo la luz y la dirección, fuentes que provienen de ese ser supremo de que tú y mi abuelo me hablaban y yo el productor de la película. Por el momento es una película bastante completa, tienen aventura, suspenso, amor, comedia, un tinte familiar... la duración y el final no me serán reveladas ni me corresponderá saberlo, lo que sí sé es que le queda mucha trama y guió por seguir, hasta ahora puedo anticipar que será un final feliz. Queridísima y entrañable abuela, eres y siempre serás protagonista y fuente de amor, sabiduría, inspiración, compasión, apoyo, dirección y gratitud por ser parte de esta película. Te pienso cada día y logro escuchar tus oraciones, tú estás en las mías. Esperando verte muy pronto, con todo el cariño pro este suertudo y agradecido nieto tuyo. Biblioteca Digital de Escritores Queretanos Más textos de Ana Postales en un café Carta a mi abuela Francina Antonieta Wit Greene ¿Qué pasión?


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Recomendaciones Las cifras de muertos aumentan, el temor se apodera de las calles, la gente comienza a perder la cordura, la peste ha llegado a Londres. Un cronista permanece en la ciudad para dejar testimonio de la peste y de sus consecuencias al describir en su diario todos los acontecimientos de los que es testigo entre los años 1664 y 1666 con la llegada de la enfermedad y su rápida propagación. Sirvientes al cuidado abnegado de sus amos, padres que abandonan a sus hijos infectados, casas clausuradas con enfermos dentro, ricos huyendo a sus casas de campo y personas tratando de conseguir bienes en otros poblados, extendiendo la epidemia fuera de las murallas de la ciudad. A través de datos estadísticos abrumadores, descripciones de una ciudad desolada y testimonios del sufrimiento humano y las medidas drásticas de seguridad por parte de los regidores, vivimos de cerca un acontecimiento que marcó la historia de la humanidad.

LOS NIÑOS DE IRENA Tilar J. Mazzeo

En 1942, a una joven trabajadora social, Irena Sendler, se le concedió acceso al gueto de Varsovia como especialista en salud pública. Una vez dentro, fue de puerta en puerta para rescatar a los niños de las familias judías atrapadas en el gueto. Empezó a sacarlos a escondidas del distrito amurallado, convenciendo a sus amigos y vecinos de que los ocultaran en sus casas. Impulsada a tomar medidas extremas y con la ayuda de una red de comerciantes locales, residentes del gueto y su amante, perteneciente a la resistencia judía, ella logró salvar a miles de niños de los nazis. La vida de Irena Sendler, sin duda, es mucho más que una muestra de apego a la vida y cariño a los niños: es un gesto deslumbrante de amor a la humanidad. Librería Sancho Panza te regala un 10% en el libro recomendado

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