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Gerontopsicomotricidad: Una experiencia en el Hogar de Ancianos Schiaffino

Introducción

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En las últimas décadas se visualiza un acentuado proceso de envejecimiento a nivel mundial en los países desarrollados, característica que comparte nuestro país siendo uno de los más envejecidos en América Latina. Este incremento en el envejecimiento demográfico es producto de múltiples avances que se han logrado durante los últimos años, destacándose por un lado las vacunas, el acceso a servicios de salud, la urbanización, y por otro la disminución de la fecundidad que se asocia a los nuevos modelos familiares.

El envejecimiento poblacional trae el desafío del aumento de la cantidad de personas mayores en situación de dependencia, en un contexto donde las familias con frecuencia no están en condiciones de brindar los cuidados necesarios. Esto conlleva la necesidad de crear, diversificar y actualizar, desde el enfoque de derechos, los dispositivos de atención a las personas mayores, siendo la institucionalización en centros de larga estadía una de esas posibilidades, sobre todo cuando la demanda de cuidados no puede ser cubierta en el entorno cotidiano de la persona.

Acerca del Hogar Schiaffino

El Hogar Schiaffino se ubica en la ciudad de Montevideo, en el barrio Aires Puros. Conocido también como la ex «Quinta de Piñeyrúa» y como «Hogar Amelia Ruano de Schiaffino», fue declarado Monumento His- tórico Nacional en 1975. Fue sanatorio de mujeres y niños, y también establecimiento psiquiátrico hasta que en 1968 pasó a ser Hogar de Ancianos. En la actualidad funciona como un Hogar sin fines de lucro gestionado por la Asociación Civil Damas de la Caridad Amelia Ruano de Schiaffino, con Convenio Cupo Cama de BPS, en donde residen alrededor de 40 personas mayores. El perfil de los usuarios que viven en el hogar se caracteriza por personas mayo- res de 65 años, tanto independientes como con diferentes grados de dependencia aso- ciada a dificultades en la movilidad, enfermedades neurodegenerativas y/o patología psiquiátrica, cuya red social y familiar de soporte se encuentra muy debilitada.

El equipo técnico está integrado por un médico geriatra, tres auxiliares de enfermería, una psicóloga a cargo del área social y quince cuidadoras distribuidas en tres turnos. A través del convenio con la Universidad Católica del Uruguay asisten a prácticas profesionales estudiantes de Fonoaudiología, Acompañamiento Terapéutico y Psicomotricidad.

Intervención gerontopsicomotriz en el Hogar Schiaffino

Desde el año 2021, se realizan las prácticas de Psicomotricidad Terapéutica con Personas Mayores en dicha institución. Esta primera experiencia transitada en plena pandemia por COVID-19, con los protocolos en ese momento vigentes por parte del MSP para el ingreso a los ELEPEM, permitió realizar la coordinación de talleres de gerontopsicomotricidad con un grupo de usuarios independientes o con dependencia leve, e intervenciones individuales con usuarios con dependencia moderada, a cargo de un docente y estudiantes de 4.to año de la Licenciatura de Psicomotricidad. exigencia corporal, promoviendo la toma de conciencia corporal y procurando evitar posibles lesiones asociadas a actividades de mayor impacto físico. Luego en el núcleo de sesión se plantea la actividad central.

La Gerontopsicomotricidad se define como una terapia no farmacológica, de mediación corporal, que brinda una atención personalizada e integral, orientada en la promoción de la autonomía, con énfasis en el cuidado y el bienestar de la persona mayor. Desde un enfoque centrado en la persona, los objetivos de la intervención gerontopsicomotriz se organizan en cuatro áreas de trabajo: corporal, psicoafectivo, funcional-instrumental y social.

La planificación parte de una instancia de evaluación y entrevistas con los participantes a partir de lo cual se estructuran proyectos terapéuticos que contemplan las características individuales y su inclusión en el marco de la grupalidad.

La modalidad del trabajo en el Hogar Schiaffino consiste en realizar talleres semanales, de forma grupal (12 usuarios aproximadamente), de una hora y media de duración, e intervenciones individuales de 30 minutos.

Las estrategias utilizadas en esta etapa se ajustan a los objetivos de cada encuentro, pudiéndose alternar actividades de predominio motor con otras que privilegien los aspectos cognitivos, sensoriales o representacionales. La elección e implementación de las estrategias no responde a criterios rígidos, sino que dependerá del entrecruzamiento entre el perfil de la población, las posibilidades y limitaciones del encuadre, el momento del grupo/paciente y la tecnicidad del psicomotricista.

En los talleres también se da lugar, si la actividad previa así lo demanda, para un espacio de vuelta a la calma, apelando a técnicas de relajación y narración, momento clave en la toma de conciencia de los estados corpo-

La estructura básica de la sesión implica una presentación o ritual de entrada, donde se aplican elementos de la terapia de orientación a la realidad. A continuación, se realiza un caldeamiento que permita preparar al cuerpo para actividades de mayor rales. El cierre implica una socialización de lo sucedido, que permite articular la vivencia con los objetivos del encuentro.

Desafíos de una intervención en y post pandemia

En el contexto de la pandemia por COVID-19, los ELEPEM y las personas que allí residen han sido de las poblaciones más castigadas. El riesgo de contagio y el aislamiento social aumentaron los sentimientos de incertidumbre, miedo, soledad, angustia e irritabilidad en esta población, generando importantes consecuencias en la salud física y mental de las personas mayores. Además, se ha evidenciado un aumento de manifestaciones psico conductuales en las personas con diagnóstico de deterioro cognitivo leve y demencia; principalmente agitación, ansiedad, depresión y apatía.

La intervención psicomotriz procuró, siguiendo los protocolos necesarios, ser un espacio que promueva la interacción y el contacto social, buscando potenciar las capacidades de la persona, generando nuevos vínculos, evitando los sentimientos de soledad, los síndromes de desuso y la aparición de síndromes geriátricos. La intervención requiere de escuchar los deseos e intereses de cada persona, promoviendo la comunicación a través del lenguaje verbal y no verbal, en donde el tacto y contacto corporal, el buen trato y el respeto de la dignidad, son aspectos centrales para establecer vínculos de calidad y humanizados. Por último, la in- tervención nunca puede reducirse solamente al trabajo con las personas mayores, sino que han de incluirse los actores del entorno en que las personas se encuentren. En tal sentido la apertura del equipo del Hogar Schiaffino habilita a la realización de reuniones con el equipo, e instancias de intercambio e integración de las cuidadoras con las personas mayores, así como el proyectar un aumento en la cantidad de los servicios todo lo cual redundará en una mejora de la atención y calidad de vida de la población.

A modo de síntesis, la intervención psicomotriz con personas mayores es un abordaje que, apelando al involucramiento corporal a través del juego y la interacción, promueve una mejor calidad de vida. Es un abordaje organizado, pero no protocolizado de forma rígida, ya que se pone en el centro a la persona, sus necesidades e intereses, construyendo un encuadre rico en estímulos que resulten motivantes y significativos para quienes participan; de allí la importancia de conocer profundamente a quienes se orienta el trabajo.

Los niveles de participación, compromiso e interés en la propuesta que hemos visto tanto en la experiencia del Hogar Schiaffino como en otros ELEPEM donde afortunadamente la Gerontopsicomotricidad aparece como una intervención cada vez más frecuente, nos dan la pauta de que es un abordaje útil y que tiene mucho por seguir aportando en el marco de los equipos de trabajo de los Centros.