8 minute read

FRANIEL GENAO parte activa de ella»

YONI CRUZ @yonicruz64

El sector progresista de nuestro país está conciente que sin un cambio de estrategia no es posible alcanzar cuotas de poder que le coloquen como opción ante un electorado que a veces parece cansado de lo mismo, pero que no encuentra alternativas para elegir sus representantes.

Advertisement

La demanda de unidad de esos sectores políticos ha sido una consigna tan antigua como el origen mismo de la izquierda en nuestro país. Pero la división se ha impuesto tantas veces como intentos unitarios han surgido.

Desde hace meses, varios grupos progresistas se han estado reuniendo para conciliar puntos de coincidencia y avanzar a un gran bloque alternativo, que pueda presentar candidaturas comunes y caminar los trillos de una unidad duradera y con vocación de poder.

Opción Democrática es uno de los partidos progresistas que forma parte de este esfuerzo. Franiel Genao, secretario general, en conversación con País Político, expresa que la visión de su organización va más allá de lograr un acuerdo unitario, y apuesta por la participación de las personas que nunca han querido involucrarse con los partidos tradicionales.

Para el secretario general de Opción Democrática, más que la unidad, para la izquierda es necesario generar ilusión y perspectiva de horizonte. «No va a bastar que 4 o 10 organizaciones anunciemos mañana que vamos juntos a las elecciones».

Varias organizaciones progresistas y de izquierda, entre ellas Opción Democrática (OD), llevan meses reuniéndose con el propósito de conformar un polo de izquierda con la finalidad de asistir unidos al próximo proceso electoral. De hecho, a principios de febrero se hablaba de que antes de finalizar el mes se estaría anunciando al país los resultados de dicho esfuerzo. ¿Qué ha pasado que aún no llega ese anuncio?

Como partido político debemos reconocer que hemos llegado un poco tarde a ese proceso que mencionas en términos procedimentales. Por las particula- ridades de nuestro relanzamiento como organización, hemos estado estos últimos meses sumergidos en organizarnos y recuperar la personería jurídica. Eso no quita en hemos estado conversando de manera bilateral con todas las organizaciones con la que entendemos tener puntos de coincidencia.

Ahora, cuando se está en disposición de dialogar nunca se llega tarde. Creo que le toca a las organizaciones que han avanzado en esos diálogos informar qué ha pasado que no lo han dado a conocer. Nosotros, mientras, hemos puesto sobre la mesa una propuesta a las organizaciones política en el polo alternativo que tienen reconocimiento electoral a nivel nacional como AlPaís, Frente Amplio, Patria para Todos y Todas y nosotros, de que nos sentemos en la mesa los cuatro y que definamos en colectivo y por un mecanismo democrático, cómo pueden ser las primarias en conjunto para escoger las candidaturas que presentemos al país, además de que en conjunto logremos recorrer el país, municipio por municipio, para discutir y promover un programa de medidas de carácter progresistas que hagan mover a la República Dominicana hacia una nación de más dignidad para todas las personas.

«Cuando se está en disposición de dialogar nunca se llega tarde. Le toca a las organizaciones que han avanzado en esos diálogos informar qué ha pasado que no lo han dado a conocer.

¿OD está optimista con esas conversaciones?

Estamos interesados como fuerza política en seguir y ampliar estas conversaciones. Nuestra apuesta es a que se constituya un gran espacio de confluencia donde puedan estar todas las organizaciones, no solo del campo de las izquierdas o progresistas, sino además democráticas y sociales que han venido luchando los últimos años por mejorar la situación económica y social de nuestro país.

¿Puede darse la izquierda el lujo de ir dividida a las elecciones?

Creo que nunca esa debe ser una opción, lo he planteado antes. La dispersión por la propia situación en la que nos encontramos como campo político nos debilita. Debemos hacer un esfuerzo genuino, honesto y generoso de todas las partes hacía confluir, pero también hay que reconocer que no basta solo con unirse, en el sentido de que logremos que varias siglas se sienten sobre la mesa, a esa mesa hay que llenarla de pueblo.

Mira, este último año le he dedicado mucho tiempo a estudiar los procesos que se han dado en Chile y Colombia alrededor de la construcción de proyectos políticos de confluencia de fuerzas diversas, distintas, pero con un horizonte bastante común. Una de las lecciones más importantes que he aprendido es que hay que generar dos características que nos siguen faltando: ilusión y confianza en el proyecto común.

En el contexto dominicano estos dos elementos son aún más necesarios, cuando el ejercicio político está en sus peores niveles de desconfianza por parte de la ciudadanía, a la par con el peso descomunal del clientelismo desde los partidos tradicionales.

Nosotros como partido creemos que la manera de despertar ese interés y esas emociones es a través de un proceso abierto, con amplia participación en los espacios de debate público, con la participación de varias candidaturas a nivel presidencial que puedan sumar desde cada espacio algo distinto y definir a través de unas primarias cuál es la mejor candidatura.

Nuestro mayor compromiso no es unirnos, es lograr que las personas que hoy no se involucraron en la política sean parte de ella de manera activa. Eso es lo que puede cambiar las cosas.

El Congreso Cívico, apoyado por el Frente Amplio, ha anunciado la candidatura presidencial de la maestra María Teresa Cabrera. ¿Cómo define esa acción?, ¿afecta o beneficia al proyecto unitario que se discute?

Que una persona como María Teresa Cabrera se sume a la política electoral como candidata presidencial nunca resta. Creo que es un paso positivo. Lo ideal fuera que cada espacio político del Bloque Alternativo pusiera sobre la mesa una candidatura con el compromiso de sumar y movilizar todas las energías de la que sé somos capaces, y que confluyamos todos y todas en unas primarias para definir a quién llevamos en común.

La experiencia en Latinoamérica indica que un partido progresista por sí solo nunca ha obtenido el poder. La unidad de amplios sectores es la única vía para construir poder. ¿Por qué, a sabiendas de esto, le cuesta tanto a los sectores progresistas de nuestro país ponerse de acuerdo para poder presentar a los votantes alternativas con vocación de poder?

Mira, creo que lo primero es que hay que salir de la obsesión de la unidad por la unidad. Nuestra mayor preocupación debería ser sumar e ilusionar a la ciudadanía, en que comiencen a vernos no solo como personas con una gran capacidad para aportar y genuino interés de que las cosas vayan mejor, sino como mujeres y hombres capaces de tomar las riendas del Estado.

Debemos salir de la caricatura en la que nos han colocado los sectores que han detentado el poder hasta ahora. Si no generamos ilusión y perspectiva de horizonte no va a bastar que 4 o 10 organizaciones anunciemos mañana que vamos juntos a las elecciones. Debemos escapar del mito que hizo creer a muchos y muchas de manera honesta que el pueblo iba a lanzarse a las calles con solo hacer el llamamiento de los «grandes líderes». Hoy hay que hacer un ejercicio formidable por convencer a las personas de sumarse, y eso no puede hacerse con las fórmulas que no han funcionado para nuestro país en los últimos 20 años.

¿Cómo se plantea OD el escenario, ya roto el compromiso unitario con Alianza País, y si no hay avance en las conversaciones de cara a las próximas elecciones?

Primero, no hemos roto el compromiso unitario con AP. La separación que hicimos, la hicimos bajo la lógica de que somos organizaciones distintas, pero cercanas. Por eso hoy mantenemos el bloque conjunto en la Cámara de Diputados, con laparticipación de José Horacio Rodríguez, de OD y Pedro Martínez de AlPaís, como además pedimos juntos la anulación del pacto de fusión ante la Junta Central Electoral (JCE).

Ahora bien, de cara a las elecciones del 2024, queremos ir juntos y presentar candidatos y candidatas comunes, no solo con AlPaís, sino además con el Frente Amplio y Patria para Todos y Todas, así como otras organizaciones que puedan sumarse al compromiso de la Buena Política que hemos puesto sobre la mesa. Claro, eso lo hemos planteado bajo la premisa de que todas las organizaciones presenten un candidato o candidata presidencial, desarrollen un proceso de promoción y que esta dinámica concluya en una primaria que puede ser en formato abierto o semiabierto. Creo que eso le dará más fuerza y legitimidad al Bloque Alternativo que cualquier otra cosa.

Entendemos lo mismo para las demás posiciones como alcaldes, senadores, diputados y regidores en las que tengamos más de una propuesta.

GRUPO EDITORAL MYER

Máximo Jiménez » Presidente

Emelyn Baldera » Vicepresidente

Yoni Cruz » Gerente General Rosario Medina » Gerente Comercial

Editorial

Ante todo, la paz

La lucha contra la corrupción en la administración pública es una aspiración de cada gobierno. Es una idea, una bandera que levantan y sostienen propuestas de campaña, que en los últimos años ha favorecido la asunción al poder de gobernantes a lo largo y ancho de América Latina, por ejemplo. Es un cuchillo con filo por ambos lados, al mismo tiempo.

Indigna a cualquiera ver cómo algunos políticos que de la noche a la mañana acumulan –y exhiben, enrostran y presumen a su paso por las calles de Dios– riquezas injustificables que provienen del erario, de la malversación, de una administración ilícita cuando ejercieron sus funciones en este o en aquel Gobierno. La corrupción es el talón de Aquiles de países que como el nuestro se frizan de camino al desarrollo.

El subdesarrollo no tiene solo que ver con el dinero, con la riqueza, porque República Dominicana es un país muy rico en algunos aspectos. La lucha contra la corrupción es, sin duda, el buque insignia de la gestión del Presidente Luis Abinader, un ciudadano que llegó a Palacio Nacional teniendo como norte combatir este mal tan arraigado a todos los niveles en la cultura del dominicano. No solo en el sector público, la cultura del «dame lo mío» es parte de nuestra idiosincracia.

Cualquier muestra que provenga desde una gestión del Ministerio Público para combatir la

CONSEJO EDITORIAL

Máximo Jiménez » Director

Emelyn Baldera » Editora Mujer & Política

VENTAS País Político

PUBLICIDAD

(809) 350-6530

EN LA WEB paispoliticord@gmail.com www.paispolitico.net

@paispoliticodr @paispoliticord Pais Politico Pais Politico corrupción es calificada de retaliación política, casi siempre. En esta media isla, donde todos estamos «aparentados» y todos «nos conocemos», con poco esfuerzo podemos determinar de dónde proviene, casi siempre, la riqueza del vecino, del primo, del sobrino, del amigo o del adversario.

La semana amaneció el lunes con la ejecución de la «Operación Calamar», el nuevo caso judicial que involucra a tres connotados colaboradores del expresidente Danilo Medina: el ex ministro de Obras Públicas y ex candidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Gonzalo Castillo; al ex ministro administrativo de la Presidencia –hombre de extrema confianza de Danilo– José Ramón Peralta y Donald Guerrero, ex ministro de Hacienda. Hoy todos apresados, como parte de un caso que podría extenderse a lo largo de la campaña electoral e, incluso, llegar sin conclusiones cuando se celebren las elecciones de mayo del año próximo.

A todos, al país, nos conviene que estos casos cumplan los preceptos judiciales, porque resultaría impensable que el Ministerio Público ordene allanamientos y arrestos de ex funcionarios al más alto nivel de un Gobierno, sin tener en su poder las pruebas que justifiquen estas acciones. A todos, al país, al Poder Judicial, al establishment político –más que a nadie– le conviene que República Dominicana pueda afrontar estos episodios sin que se altere la paz. Que ganemos todos, sobre todo.t

ESTRATÉGIKA

ROSARIO MEDINA GÓMEZ » @ROSARIOMEDINAG

This article is from: