Fotografía

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MANUAL DE FOTOGRAFÍA Trucos y Consejos



Porque os alimentos entran polos ollos



Luz natural y luz artificial FOTOGRAFIA



Como ya sabéis estoy preparando un nuevo taller avanzado, este será muy artístico donde veremos muchas cosas relacionadas con la Fotografía Gastronómica y Estilismo . Pero mientras tanto os dejo un pequeño tutorial que os vendrá muy bien. Hablaremos de la luz, la famosa luz tan importante para la fotografía. Aquí en dzoom os dejo un enlace donde podéis ver más consejos.



Qué utilizar? - Existen muchas opciones en fotografía y todas pueden ser utilizadas de manera correcta. Utilizar la luz natural es una elección artística . - Pues aunque con luz artificial se puede conseguir imágenes espectaculares, después de estudiar muchas imágenes y comentar con algunos colegas, sí se puede conseguir una imagen impresionante co n luz artificial, pero no será igual que con luz natural. - Conseguir los detalles de color, las sombras que produce la luz natural, la sutileza en la fotografía no es posible con luz artificial o prácticamente imposible. - Antes de empezar a disparar debe mos buscar nuestro punto o fuente de luz que tenemos en casa y ver cómo juegan las sombras. - Siempre se habla de la luz que viene del norte es la más bonita pero no es mi caso. Así que nos adaptamos a la que tenemos, pero si es tu caso mucho mejor. Aprove cha esa estupenda fuente de luz. - Elige el tipo de luz que quieres dar a tu fotografía o bodegón. En la foto primera que veis en el post la luz viene del lado derecho. - La luz trasera es la más romántica, me gusta mucho, aunque la utilizo depende de lo q ue quieres conseguir en tus fotos. Esta luz funciona muy bien para las imágenes online. - La luz que hemos utilizado en esta imagen de arriba, la lateral crea contrastes en el lado opuesto a la luz. Le dará más carácter a la fotografía como veis por las so mbras. - Si quieres suavizar esas sombras tan duras, ayúdate de reflectores, cartón pluma, papel de aluminio….


- La mejor hora para fotografiar con luz natural, desde las 10,30-11 hasta las 2 de la tarde mรกs o menos. Esto no quiere decir que pasada esa hor a no podamos hacer fotos.



Cómo tratar la luz en este tipo de fotos? -Identifica la luz que tengas, siempre tendrás más de una fuente de luz y elige. - Si no tienes una fuente de luz indirecta, es decir, tienes una ventana soleada tendrás que filtrarla. E n este caso puedes utilizar una sábana blanca que sea fina. - En este tipo de fotos para dar más dramatismo y conseguir este tipo de fotos, la luz tendrá que ser bloqueada. - Los reflectores en este caso lo utilizo por el lado negro para evitar los menos r eflejos posibles. - En la foto de arriba (copa) he bloqueado todos los puntos de luz, solo he trabajado con la luz de la habitación. -En esta foto de abajo (boquerones) utilice luz natural por el lado derecho y un reflector negro en el lado contrario. Espero que estos consejos os vengan bien para vuestras fotos.


Introducciรณn y correcciรณn del balance de blancos FOTOGRAFIA



Empezamos con este artículo una serie de pildorillas fotográficas, saberes fotográficos básicos que nos valen no solamente para mejorar nuestras fotos culinarias, sino para mejorar nuestra fotografía en general, también esas fotos que les hacemos a los peques en la playa. Comenzamos con el balance de blancos, concepto que cualquier fotógrafo aficionado debe conocer. Para explicar lo que es el balance de blancos tenemos que empezar por conocer qué es la temperatura de color. La luz que vemos rara vez tiene un blanco puro, sino que suele tener lo que se llama una dominante de color, que significa que predomina alguno de los colores del espectro en ella. Nuestro cerebro es perfectamente capaz de interpretar los distintos tonos de la luz, pero las cámaras son más tontas y necesitan algún que otro ajuste para representarlos correctamente. Por ejemplo, ¿por qué decimos que la luz de una vela es cálida? Pues porque dominan en ella los tonos rojos-naranjas. Si iluminamos una escena con velas y queremos que los colores no nos salgan todos tirando al naranja, tendremos que equilibrar su temperatura de color. Fijaos en la siguiente foto: es igual a la del principio del artículo, pero con unos tonos completamente distintos, ¿verdad? La primera está equilibrada para el mantel y la segunda para la sombra de la vela, que tiene un tono más anaranjado.



Lo mismo ocurre con una habitación iluminada con fluorescentes… ¿no habéis hecho fotos en la cocina que parecen tomadas en una nave espacial? Los colores rarunos en las fotos los podemos evitar haciendo un buen balance de blancos, cosa que podemos conseguir por varias vías. Para lo que es imprescindible una cosa: leer el manual de la cámara. Que no, eso no puedo hacerlo yo por vosotros. Las cámaras digitales tienen como mínimo un ajuste automático del balance de blancos. Ajustan la parte más brillante del encuadre para que sea blanco puro y la parte más oscura para que sea negro, pero no son infalibles y este ajuste es mejorable. Muchas tienen también distintos modos, para sol, sombra y distintas iluminaciones artificiales, que puedes seleccionar antes de hacer la fotografía. Otra opción que suelen ofrecer es el ajuste predeterminado. Con este modo, antes de hacer la fotografía que pretendes tirar, enfocas a algún objeto de color blanco más o menos puro que tengas a mano y que reciba la misma iluminación de la escena que vayas a fotografiar. La cámara toma ese blanco como modelo y ajusta la siguiente foto a esa temperatura de color. El resultado es bastante bueno, pero requiere tener tranquilidad y no estar haciendo fotos a salto de mata. Y tener algo blanco a mano.



En la anterior foto podemos ver a la izquierda el balance de blancos automĂĄtico de la cĂĄmara (una rĂŠflex Nikon D70s) y a la derecha el balance de blancos pre ajustado sobre algo blanco antes de disparar, como os acabo de explicar. Veis que, aunque no sea muy grande, se aprecia la diferencia.



En la fotografía anterior se muestran a título ilustrativo el ajuste para bombilla incandescente a la izquierda y el ajuste para luz fluorescente. Como la foto está tomada con luz natural el resultado es un bodrio. En la fotografía siguiente se muestra el ajuste para nublado a la izquierda (bastante correcto, pues el cielo estaba nublado) y el ajuste para sombra a la derecha).



La última opción para equilibrar los colores de una fotografía es ajustar el balance de blancos después de hacer la foto, sobre el archivo digital, en el ordenador con algún programa de procesado como Photoshop o Lightroom. Es lo que suelo usar yo, tengo la cámara ajustada en balance automático y luego siempre corrijo, porque yo proceso las fotografías sí o sí puesto que trabajo en formato raw o nativo, no en jpg (que esto ya explicaremos otro día de qué va). Como asumo que si estáis leyendo este artículo os gusta mínimamente la fotografía y os interesa mínimamente dejar vuestras fotos decentes, tendréis acceso a algún programa de revelado o procesado. Si no es así, hay programas básicos de procesado con acceso online, en este artículo de dzoom os cuentan muchas posibilidades. Os voy a contar cómo hago yo el balance de blancos, que no es por supuesto la única manera de hacerlo, pues los programas de procesado son tan complejos que siempre hay más de un camino para llegar a un cierto sitio. Eso sin contar que muchos métodos son opinables y la cosa va en gustos. El método que uso lo aprendí de un gran fotógrafo, José María Mellado.



Utilizaremos el programa que acompaña a Photoshop, Adobe Camera Raw o ACR. Yo trabajo con los archivos digitales nativos, raw, por lo que puedo ajustar casi lo que me dé la gana, siempre que la foto esté razonablemente bien expuesta. Si abrimos nuestras carpetas de fotos con Adobe Bridge (el organizador que viene con PS), poniendo el cursor sobre la foto y pulsando el botón derecho del ratón aparecerá el menú contextual donde veremos la opción Abrir con Camera Raw (la tercera desde arriba). Con este procedimiento podemos abrir igualmente archivos raw y archivos jpg.



Se nos abrirá el editor de Camera Raw. Lo que nos interesa es el gotero que es el tercer icono por la izquierda de la barra superior, ¿lo veis? Pinchamos en él para seleccionarlo, veis que se llama Herramienta Equilibrio de blancos (I). Ahora nos movemos sobre la foto y hacemos clic con ese gotero sobre una zona de blanco puro de la foto. Fijaos en los parámetros de la derecha, las dos barras de colorines que se llaman Temperatura y Matiz. Veréis cómo cambian sus valores al hacer clic sobre el blanco con el gotero.



La temperatura de la foto original era 4000 y el matiz +34. En la siguiente foto vemos que el color blanco del fondo es mucho más natural y los parámetros han cambiado a 5300 (más cálido) y +10 (menos magenta y más verde). Ahora ya podemos abrir nuestra foto en Photoshop pinchando el botón inferior de Abrir imagen o Abrir objeto y seguir procesando una foto con un equilibrio de blancos perfecto. O casi.



Este mĂŠtodo solo tiene un inconveniente: es necesario que haya algo blanco en la escena. Esto puede ser un problema en cualquier foto tomada cuando vamos de viaje, pero en el caso de un bodegĂłn culinario no cuesta nada hacer la misma foto con un paĂąo blanco dentro del encuadre. Que tirar archivos digitales es gratis. La mancha blanca se usa para ajustar el blanco y luego ese ajuste se puede copiar a la foto que queramos.



Para ello, una vez ajustados los blancos, se cierra el editor de Camera Raw; veremos que en el organizador Bridge saldrá la foto ya bien ajustada. Entonces abrimos el menú contextual con el botón derecho del ratón y elegimos la opción Desarrollar ajustes, de la que a su vez hay que elegir la opción Copiar ajustes. Luego volvemos a abrir el menú para la foto a la que queremos trasladar el balance de blancos correcto y elegimos la misma opción Desarrollar ajustes. En este caso también dispondremos de la opción Copiar ajustes. Clicamos sobre ella y listo. El balance de blancos de la foto cambiará a los valores ajustados. Y os estaréis preguntando: ¿es imprescindible saber ajustar bien el balance de blancos? Pues depende de si queréis hacer las fotos para salir del paso o queréis mejorar vuestro método fotográfico para dejar deslumbrados a propios y extraños con vuestro saber hacer… Eso es cosa vuestra.



Como hacer fondos de madera para fotos FOTOGRAFIA



Dentro de nuestros consejillos fotográficos hoy vamos con algo verdaderamente práctico: cómo hacer un bonito fondo de madera para nuestras fotos, de esos que usamos todos los blogueros gastronómicos para hacer creer al personal que vivimos en una cabaña en las montañas de Kentucky… Aunque vivamos en mitad de Madrid o Barcelona. Os diré que es facilísimo hacerse un fondo de este tipo, no hay más que comprar una maderita y pintarla con la inmensa variedad de pinturas decorativas que hay en el mercado, con colores a cual más interesante. Así que vamos con ello. El tipo de madera que usaremos depende en gran medida de nuestro presupuesto. Cuanto más podamos gastar, mejor y más bonita será la madera. Yo soy muy cutre y me apaño con tableros de contrachapado de apenas unos milímetros de espesor, que no solo son baratos, sino que son mucho más ligeros para manejar dentro de casa. A lo más que llego es a un tablero de pino, que se puede teñir del color de la madera que más nos guste. Si queréis hacer un fondo con listones podéis usar madera para friso de paredes, pero el inconveniente que tiene, en mi modesta opinión, es que hay que pegar los listones sobre otro tablero y el conjunto pesa bastante. Si tenéis espacio para dejarlo más o menos fijo en un miniestudio, perfecto, pero si tenemos que andar trasladándolo hay que tener en cuenta su peso.


El tratamiento de la madera depende de si queremos cubrirla con un color liso o queremos teñirla solamente, de forma que se aprecie la veta de la madera a través del color. Para pintar un tablero de color liso los profesionales recomiendan dar siempre una capa de imprimación, una pintura que tapa los poros e impide que tengamos que usar 30 capas de la pintura decorativa, que suele ser más cara. El tamaño de la madera depende del tipo de fotos que nos gusten más. Si preferimos las vistas generales necesitaremos un tablero de por lo menos 60 cm de ancho y 150 cm de largo. Los que yo tengo son más pequeños y a veces tengo que resolver los bordes de la foto… haciendo maravillas con Photoshop. Si por el contrario os gustan los primeros planos y tener pocos elementos en la foto, podréis usar tableros más pequeños. Para pintar los tableros yo los pongo encima de unos caballetes, pero ponerlos en el suelo encima de periódico o cartón es igualmente válido, solamente menos cómodo para las ancianitas como yo. Es aconsejable lijar el tablero primero ligeramente para dejarlo más liso. Después pasaremos una gamuza o un paño para quitar el polvillo antes de pintar.



Si quiero que el color quede bastante diluido y se transparente la veta de la madera, diluyo la pintura con el disolvente que indique el fabricante, agua u otro. Y con una brocha plana y mediana procede uno a pintar el tablero con cariño y dedicación… Para ilustrar este artículo he hecho el fondo de la siguiente foto, formado por dos tablones de 50 cm por 90 cm, que uní por el lado más largo con dos bisagras para formar un sobre de mesa de 1 m x 90 cm.



Dejamos secar la pintura o barniz el tiempo que indique el fabricante y daremos otra capa o no segĂşn lo que nos parezca el resultado. Una vez finalizado el pintado lijaremos otro poquito, pasando despuĂŠs una gamuza por la madera para quitar el polvo. Y ya tenemos una base o fondo muy decorativo para nuestras fotos culinarias.



Ah, y tampoco es necesario tener cientos de tableritos de distintos colores, porque con Photoshop se puede variar el tono y la saturaciĂłn fĂĄcilmente, amĂŠn de que puedes utilizar un fondo blanco, por ejemplo, y aplicar una textura encima. Si lo haces bien, parece un fondo perfectamente integrado en la foto y puedes poner dibujos y colores variados. Yo lo hago mucho.



De modo que hacer dos o tres fondos de madera para fotos no le lleva a uno más un par de ratitos de un fin de semana: comprar el material, lijar, pintar, dejar secar y volver a lijar. Además todos sirven bien como fondo vertical, bien como mesa donde montar nuestra escena. No podréis decirme que es difícil, solo se necesitan un poco de paciencia y buen gusto. Que sí, que damos por descontado que todos los lectores de este blog lo tienen.


Como añadir viñeteo a las fotos ACR y Photoshop FOTOGRAFIA



Para saber qué quiere decir cómo añadir viñeteo a las fotos tenemos que explicar qué se entiende por viñeta. La viñeta o viñeteo es el oscurecimiento de la zona de la fotografía cercana al borde. Este efecto no solo le da un aspecto más íntimo e intemporal a la foto, sino que, cuando lo aplicamos adrede, nos sirve para guiar la atención del espectador hacia el centro de la foto. El viñeteo es de dos tipos: el natural que produce el propio objetivo y el artificial que añadimos adrede en el procesado de la foto con programas de procesado. Todos los objetivos ocasionan viñeteo u oscurecimiento de los bordes de la foto por razones ópticas, aunque en algunos objetivos sea prácticamente imperceptible. Sin embargo, con frecuencia nos interesa acentuar este efecto, por lo que acudimos a los programas de procesado. En el caso de la fotografía culinaria el viñeteado ayuda a crear ambientes íntimos y rústicos, un poco vintage, como se dice ahora. Encuentro que las fotos con mucha viñeta no solo parecen antiguas, sino como si estuvieras viendo un sueño. Aunque las viñetas también tienen detractores y conviene no abusar. Para viñetear una foto existen varias vías, de las que vamos a explicaros dos. Hay más, pero estas son básicas para empezar.


Viñetear con Adobe Camera Raw (ACR) Desde el organizador de fotos Adobe Bridge abrimos el menú contextual de la foto apretando el botón derecho del ratón y elegimos Abrir en Camera Raw.



No olvidéis ajustar previamente el balance de blancos. En la barra de opciones de la derecha, bajo el histograma, elegimos la opción fx, Efectos. Vemos que hay dos grupos de deslizadores. El grupo inferior se agrupa en Viñetas posteriores al recorte. Si variamos el parámetro Cantidad podemos añadir viñeteo a nuestra imagen. Por defecto aparece con el valor cero. Si lo desplazamos a la izquierda añadiremos viñeta oscura a la imagen.



¿Veis la diferencia entre la imagen anterior y la siguiente? He usado a propósito un fondo claro para que se aprecie mejor y he variado a ojo la Cantidad de cero a -21. Aunque el nombre del control sugiere que hay que recortar primero y usar el viñeteo solamente después de hacerlo, veremos que aún con la viñeta ya activada al variar posteriormente el tamaño sin salir de Adobe Camera Raw la viñeta se adaptará automáticamente al nuevo borde. Eso sí, si recortáis posteriormente en Photoshop os estaréis cargando la viñeta. A continuación podemos abrir nuestra foto en Photoshop y seguir trabajando si lo deseamos, con la viñeta ya añadida.



Viñetear con Photoshop Una vez que tenemos abierto nuestro archivo en Photoshop, también podemos ajustar el viñeteo en este programa si así lo preferimos, en lugar de previamente en Adobe Camera Raw. Para ello elegimos en la barra de opciones superior Filtro y Corrección de lente del menú desplegable.



Se nos abrirá el cuadro de diálogo de Corrección de lente, con dos pestañas a la derecha, Corrección automática y A medida. Elegimos esta última y veremos que entre diversas opciones ofrece un apartado llamado Viñeta. Al igual que en Camera Raw, variaremos la Cantidad. El efecto es el mismo.



En la siguiente foto he añadido una viñeta exagerada para ver bien el efecto. El parámetro que está a continuación de Cantidad, Punto medio, también nos sirve para controlar la viñeta. El efecto que tiene es aumentar o disminuir la distancia afectada por la viñeta desde el borde de la foto, que también nos puede interesar.



En la foto anterior el punto medio lo he variado a +25 y en la foto siguiente estรก ajustado a -75 para apreciar el efecto que tiene el parรกmetro. Vemos que en la anterior el oscurecimiento afecta a una buena parte de la foto y en la inferior se acusa sobre todo en las esquinas.



En esta foto el fondo tiene un color relativamente uniforme en todo el perímetro de la foto, por lo que la aplicación de una viñeta uniforme funciona bien. Hay ocasiones, por ejemplo si hay alguna sombra acusada junto al borde de la foto, en que puede interesarnos controlar el grado de oscuridad de la viñeta en cada zona. Pero para ello tendremos entonces que trabajar con capas en Photoshop, lo que sería objeto de otro artículo. Referencias: What is vignetting? Photography Life Consigue viñetear tus fotos con Photoshop o Lightroom en cuatro clics. Dzoom


Como mejorar la nitidez de una fotografĂ­a FOTOGRAFIA



Una de las cosas que más nos llama la atención de las fotos de los profesionales a los que estamos aprendiendo fotografía es la extraordinaria nitidez que consiguen. Empecemos por decir que uno de los secretos es el equipo… al que no todos tenemos acceso. Pero aun teniendo un equipo normalito podemos sacarle un mayor rendimiento en cuestión de nitidez, seguro, si sabemos utilizarlo correctamente y si conocemos alguna que otra técnica de procesado. Vamos a ver cómo mejorar la nitidez de una fotografía. Hay cuestiones que parecen de cajón, pero vamos a mencionarlas porque siempre hay algún despistado: no mover la cámara, enfocar correctamente, no usar velocidades de obturación muy bajas, etc. Para saber la velocidad mínima a la que podemos hacer una foto sin trípode, una pauta sencilla (aunque no infalible) es calcular la velocidad en función de la distancia focal del objetivo que estemos usando. Si nuestro objetivo es de 50 mm, muy habitual, la velocidad no debería ser inferior a 1/50. Si nuestro objetivo es de 85 mm, por poner un ejemplo, la velocidad usada no debería ser inferior a 1/85. De modo que a continuación haremos un resumen de las pautas que se pueden seguir para mejorar la nitidez de nuestras fotos. Estas pautas van dirigidas principalmente a tomar fotos de sujetos estáticos, pero casi todas son generales. Unas son de hardware, empiezan por saber usar la propia cámara (nunca me cansaré de aconsejar que conozcáis vuestra cámara al dedillo), y otras son de software y se aplican a la foto ya tomada en el procesado posterior. Todas hacen referencia a cámaras réflex, que es lo que yo conozco. Empezamos:


Consejos para mejorar la nitidez de una fotografía 1.-Al tomar la foto: Usar un ISO bajo: el número ISO es una medida de la sensibilidad que proviene de la fotografía analógica, era una propiedad física de la película fotográfica. Aunque el significado del número ISO en fotografía digital es algo distinto, al final se traduce en la cantidad de luz que necesita nuestra cámara para tomar una foto. A mayor ISO menos luz ambiente necesitamos, pero la foto nos sale más granulosa, con más ruido, sobre todo en las zonas de sombra. A menor ISO, mayor nitidez del resultado, pero a menor ISO, necesitamos más tiempo de apertura del obturador, es decir, que la cámara tiene que captar la luz durante un tiempo más prolongado (también necesitamos mayor apertura del foco). En el caso de la fotografía culinaria, en que nuestro sujeto es estático, podemos usar las velocidades de obturación tan bajas como queramos, incluso del orden de segundos, no tenemos más que usar un trípode. Y aquí pasamos al punto siguiente. (En las siguientes imágenes, a la izquierda la foto con ISO 200 y a la derecha con ISO 1250.)



Usar trípode: junto con el punto anterior conseguiríamos dos puntales para la nitidez: ISO bajo y estabilidad de la cámara. Os preguntaréis, ¿es imprescindible tener trípode para fotos culinarias? No, si tienes buen pulso, un sensor de la cámara con poco ruido a ISO grande o te apoyas en algún otro artefacto puedes pasar sin él. Pero ayuda muchísimo. Personalmente no puedo vivir sin él. Enfocar correctamente: esto es fundamental. Aquí voy a recomendar lo que yo hago, que es personal y habrá quien lo rebata. Yo uso el enfoque automático puntual, que se encuentra en el centro de la imagen. Es decir, que enfoco con el centro del visor a la parte de la foto que quiero que salga perfectamente enfocada, pulsando solo ligeramente el botón de disparo. Mantengo el enfoque, bien dejando ligeramente apretado el botón o con algún botón o palanca a tal efecto, si la cámara lo tiene. Muevo la cámara si la porción enfocada no va a quedar en el centro y disparo. Et voilá. Foto perfectamente enfocada. Nada de sistemas de enfoque superferolíticos con mil puntos de medición y zarandajas que son muy útiles para objetos en movimiento. Pero mis platos no se mueven. (En la siguiente imagen, a la izquierda el enfoque puntual sobre el pitorro de la tetera, a la derecha enfoque ponderado.)



2.- En el procesado digital de la imagen: 2.1.-Enfoque en ACR (Adobe Camera Raw) Ya hemos hablado de ACR en anteriores artículos a propósito del balance de blancos y el viñeteo. Os aconsejo que uséis siempre el control de enfoque de ACR pues es bastante potente en las últimas versiones de Adobe Photoshop; es uno de los ajustes que siempre hago en ACR, antes de pasar la imagen a procesado con Photoshop. Desde Adobe Bridge, el organizador de fotos de Adobe (incluido en el paquete de PS), pulsamos botón derecho sobre la foto deseada y abrimos ACR.



El control de enfoque está en la tercera pestaña, Detalle. Incluye un apartado de Enfoque con cuatro deslizadores que aparecen con unos valores por defecto. Nos vamos a centrar en el primero y el último, Cantidad y Máscara. Para apreciar bien el efecto del enfoque os aconsejo que pongáis la imagen al 100% en el control de la parte inferior izquierda. La Cantidad regula que el efecto de enfoque sea mayor o menor, al subir el valor acentuamos el enfoque de la imagen.



Con la Máscara controlamos las zonas sobre las que se ejerce el enfoque y funciona de forma bastante sorprendente: para visualizar bien el efecto primero pulsamos la tecla Alt y sin dejar de pulsarla movemos el deslizador Máscara a la derecha. La imagen pasará de aparecer completamente blanca (Máscara 0) a la aparición de zonas que se ennegrecen mientras otras permanecen blancas. Y ¿qué es lo que hace esta máscara? Imaginad que colocamos un plástico encima de la imagen que en las zonas blancas deja actuar el enfoque y en las negras lo enmascara, no lo deja pasar. Las zonas blancas son aquellas zonas a las que afecta el parámetro Cantidad de enfoque. En la siguiente imagen aplicamos una Cantidad de más de 100 a los dibujos más oscuros de la tetera, dejando sin enfocar el fondo y las zonas de color más liso del objeto (las que se ven en negro).



El programa reconoce las líneas que pueden necesitar enfoque, más que las zonas lisas, y elabora una máscara. Así evitamos introducir ruido en las zonas de color liso, por ejemplo en el mantel de la foto que obviamente no necesito que se enfoque más. No asustarse, al soltar la tecla Alt volvemos a visualizar la imagen, para comprobar el efecto. Para comparar entre la imagen sin enfocar y la imagen tras aplicar el enfoque no tenemos más que activar o desactivar la casilla Previsualizar (encima de la imagen, a la derecha). Jugad con estos controles porque os encantará.

2.2.-Enfoque en Photoshop Photoshop es un programa tan complejo que ofrece muchas opciones para enfocar una imagen. Nos vamos a centrar en el método más sencillo, usar la función Máscara de enfoque. Para ello elegimos la opción de menú Filtro > Enfocar >Máscara de enfoque.



Se abrirá el cuadro de diálogo Máscara de enfoque, donde disponemos de tres deslizadores, Cantidad, Radio y Umbral. Cantidad, al igual que en ACR, es la intensidad del efecto de enfoque. El Radio representa el número de píxeles a los que afecta el enfoque, partiendo de los bordes definidos de la imagen (los límites entre cambios acusados de color y luz). El Umbral define la amplitud de la zona que se considera como borde y que se quiere enfocar. Tocar el Umbral y el Radio es delicado, para valores estándar en distintas situaciones os recomiendo que leáis este artículo.



En la ventanita del cuadro de diálogo apreciamos el efecto de enfoque en la zona que deseemos (podemos desplazar la imagen dentro de ella poniendo el cursor y pulsando el botón izquierdo) y también tenemos una casilla de Previsualizar para comprobar el efecto. Referencias: Consigue fotos más nítidas. Capturando momentos Sensibilidad ISO: Qué es y cómo funciona. Dzoom Fantástico enfoque selectivo desde Camera Raw. Fotógrafo digital Con este somero repaso a las posibilidades de enfoque ya no tenéis excusa para no conseguir unos bodegones o fotos culinarias con un enfoque casi perfecto. Probad todos estos consejos sobre cómo mejorar la nitidez de una fotografía y luego nos lo contáis.


Histograma para torpes: qué es y cómo corregirlo FOTOGRAFIA





En este artículo pretendo explicar el histograma para torpes. Como era yo misma cuando empecé a hacer fotos, que nadie nace sabiendo. El histograma, ese dibujillo que aterroriza a cualquier fotógrafo primerizo… El histograma no solo cobra sentido una vez que te explican de qué va, sino que es imprescindible entenderlo para hacer fotos en serio, porque nos indica sin lugar a error cómo de bien o de mal está expuesta una foto. El histograma es una herramienta infalible para decirnos si una foto está bien expuesta o no. Y os preguntaréis: ¿tan importante es que una foto esté bien expuesta? Pues siempre digo: si te importa que tus fotos no den pena, sí es importante; si te da igual, pues no. Para que una foto dé una impresión correcta y equilibrada debe estar bien expuesta, lo que permite extraerle el máximo de matices y tonos. Diréis que si una foto está bien o mal ya lo vemos en la pantalla de la cámara. Pues hombre, depende de lo buena que sea la pantalla, de si estamos al sol o no, etc. No es muy fiable. Sin embargo, el histograma es perfectamente exacto y muchas cámaras réflex actuales lo muestran en tiempo real, lo que llaman Live view, por lo que se puede comprobar sobre la marcha al tomar la foto. Y corregir abertura o velocidad para conseguir un histograma perfecto. Vamos a explicar brevemente cómo registra la luz una cámara digital. El sensor de la cámara está formado por pequeños elementos sensibles a la luz (fotositos es el nombre técnico); cada uno de ellos corresponde a un píxel de la imagen final (el


total es el famoso número de píxeles de un sensor). Estos elementos sensibles reciben una determinada cantidad de luz cuando disparamos la foto (abrimos el obturador), la registran y la convierten en una señal eléctrica. El histograma es sencillamente la representación gráfica del número de elementos del sensor que han recibido una cantidad de luz de una frecuencia determinada (la luz que recibiría el negativo en las cámaras tradicionales). En el eje horizontal se representa la frecuencia de la luz y en el eje vertical la cantidad de sensores (o píxeles, aunque no sea del todo correcto) que han recibido una frecuencia de luz determinada (una longitud de onda). Veamos el aspecto que tiene en las siguientes imágenes:



La imagen anterior está razonablemente bien expuesta (ISO 200, f 3.5, v 1/80). Su histograma llega de un extremo al otro de la gráfica, lo que quiere decir que hay información en todas las frecuencias de luz. Cuando una foto está bien expuesta solo precisará a priori unos pocos ajustes de nitidez, contraste o alguna otra característica a nuestro gusto.



Esta imagen está sobreexpuesta (ISO 200, f 3.5, v 1/40). Además de apreciarse a simple vista, vemos que la curva está “apelotonada” hacia la derecha. Es decir, que hay una mayoría de sensores que han recibido tonos altos de luz. ¿Se puede arreglar esto después de tomada la foto? Siempre es más fácil arreglar con el postprocesado una foto sobreexpuesta que una subexpuesta, porque la información está ahí, pero solo si no nos hemos pasado demasiado y no hemos quemado zonas de la foto. En principio sería suficiente con bajar la Exposición en ACR para desplazar toda la curva a la izquierda y obtener una mejor distribución de la luz.



La imagen anterior está subexpuesta (ISO 200, f 3.5, v 1/400). Vemos que está oscura, pero además el histograma nos muestra que apenas hay sensores que hayan registrado tonos altos. Toda la curva ocupa solamente la zona de luces bajas. ¿Se puede arreglar esto después de tomada la foto? Pues con el postprocesado solo hasta cierto punto, porque los que hayáis aclarado una imagen oscura sabréis perfectamente que cuanto más necesitas aclararla más ruido y granulado aparecen en las zonas de sombra de la foto. ¿Veis lo distintas que son las tres imágenes y cómo lo expresa el histograma? Resumiendo, cuanto mayor es la altura de la curva para un punto determinado del eje horizontal, mayor es la cantidad de píxeles que han recibido esa frecuencia de luz. Mandan los cánones que el histograma tiene que asemejarse a una campana de Gauss, es decir, con una gran cantidad de píxeles que hayan recibido intensidades apreciables de luz de tonos medios (zona central), y con menor cantidad de píxeles que hayan recibido luz en ambos extremos, tanto en el lado izquierdo correspondiente a los tonos oscuros, como en el lado derecho correspondiente a los tonos claros. ¿Por qué es esto? Pues porque cuantos más píxeles hayan recibido más frecuencias medias de luz, más discriminación de tonos tendrá la foto, mayor riqueza en los tonos medios por una mayor información sobre luces y sombras. Y eso es fundamental para obtener un buen resultado de una foto.


En cuanto a la corrección de la exposición en el postprocesado, Adobe Camera Raw nos avisa de hasta qué punto una fotografía está sobre o subexpuesta, coloreando de rojo (sobreexposición) o de azul (subexposición) las zonas de la foto que se salen de madre:



Para ello hay que activar el Aviso de recorte de iluminaciones (el triangulito resaltado en rojo en la imagen encima del histograma) o el Aviso de recorte de sombras (el triรกngulo de la esquina opuesta del histograma). Observemos la siguiente imagen, que es la misma foto anterior pero corregida; con tan solo reducir la Exposiciรณn a -0,70 y las Iluminaciones a -44 (estos parรกmetros estaban sin tocar en el original) conseguimos eliminar el aviso en rojo y centrar el histograma, recuperando detalle y matices en los tonos claros.



Para corregir una foto oscura o subexpuesta procederíamos del modo contrario, aumentando la Exposición (las zonas excesivamente oscuras por corregir aparecerían en azul). Pero como hemos comentado antes, el resultado es peor por el ruido y el granulado que aparecen en las sombras. En conclusión, que siempre conviene equivocarse por exceso que por defecto de luz. Referencias: El histograma, el mejor amigo del fotógrafo. Dzoom Sensor CMOS. Wikipedia Histograma. El invitado de invierno A los que habéis llegado hasta aquí leyendo el artículo, os felicito. Estos aspectos técnicos de la fotografía imponen mucho, pero en cuanto uno pone un poco de atención comprueba que no es tan fiero el león como lo pintan. En cuanto entiendes cómo funciona el histograma y de qué forma puedes controlarlo, tanto al tomar la foto como posteriormente en el procesado, te envicias. Os lo digo yo.



Como modificar fondos de fotos con Photoshop FOTOGRAFIA





Ya aprendimos en un artículo anterior a fabricarnos fondos de madera para las fotos culinarias, de forma bastante barata y cómoda. Pero reconozcámoslo… siempre encontramos alguna foto con un fondo de un color que necesitamos de-ses-pe-rada-men-te… los blogueros culinarios somos así, antojadizos. Por eso hoy os voy a contar algún truquito que utilizo para modificar los fondos de las fotos solo en el procesado. Todos quisiéramos tener un estupendo estudio, con preciosos fondos de madera o chapa de todos los colores y tamaños, bien ordenaditos y a mano. Si fueran ligeros como una pluma, mejor que mejor. Y un escenario perfecto, con un montón de espacio, para colocarlos. Pero reconozcamos que eso no es factible la mayor parte de las veces. En mi caso no lo es, desde luego. No tengo ni el dinero ni el espacio necesarios. Pero aquí viene el truco: yo me apaño con cuatro o cinco fondos nada más, a los que cambio el color y la textura en Photoshop. Me diréis: pero se tarda mucho en hacer eso. Bueno, lleva un rato, pero si no tienes más remedio les puedes dar mayor variedad a las fotos con relativamente poco esfuerzo y frustración. Es más fácil de lo que creéis. Incluso divertido. Una vez más os recuerdo que en Photoshop, que es el programa que utilizo, hay cien mil caminos para hacer cualquier tarea, yo os cuento el que uso; habrá otros igualmente válidos. Este artículo es fácil de seguir, pero entiendo que requiere un mínimo de conocimiento de Photoshop para entenderlo, aviso.


Cambio del fondo mediante una textura Una textura no es más que una foto de una superficie más o menos uniforme, como una tela, una pared o un suelo, que se coloca a modo de transparencia sobre la foto para darle textura, como su nombre indica. Si no tenéis estas texturas entráis en Flickr y escribís textures en el buscador… hay miles, que se pueden descargar gratis para uso no comercial. Empezamos por abrir una foto con un fondo que queramos modificar, como la de muestra; conviene que el fondo sea más o menos liso y de color claro. Antes de modificar el fondo ajustaremos los blancos y la exposición si fuera necesario. Tenemos entonces que seleccionar el fondo para hacer los cambios que queramos.



Si el fondo tiene suficiente contraste con el resto de la escena uso la Herramienta Selección rápida. Arrastrándola por toda la zona que queramos seleccionar veremos que va ajustando los límites de la selección a las zonas donde el contraste cambia (observad la línea de puntos).



Si tenemos que afinar algún detalle de la selección, como el hueco que deja el asa de la taza, podemos usar el pincel, con la opacidad y el flujo al 100% (arriba, menú de la herramienta). Ahora que ya tenemos seleccionada la zona que queremos modificar aplicamos una capa de ajuste, pinchando en el icono de abajo a la derecha, que parece una galleta; se nos abrirá el menú con las capas de ajuste disponibles. Elegimos cualquiera, solo la queremos para que nos convierta la selección en una máscara.



Vemos que en la paleta de capas, a la derecha de la ventana de la foto, ha aparecido una nueva capa con una máscara. La máscara es una transparencia que deja pasar un efecto aplicado sobre las zonas en blanco y lo tapa en las zonas en negro. Pues ahora vamos a aplicar el efecto en cuestión. Abriremos la carpeta donde tengamos guardada la textura que queremos aplicar y con el cursor sobre ella, pulsaremos botón derecho y arrastraremos el archivo hasta colocarlo encima de nuestra foto abierta en PS. Soltaremos el botón y la textura aparecerá como se ve en la siguiente foto. Si no cubre toda la foto, estiraremos con el cursor las esquinas de la textura hasta hacerlas coincidir. Pulsaremos Intro para aplicar la transformación. Ya tenemos nuestra textura colocada.



Vemos que ahora nos aparece a la derecha una tercera capa, que es la textura. Pulsando con el botรณn derecho encima de la mรกscara (el icono en blanco y negro) lo movemos hasta ponerlo junto al de la textura. Eliminamos la capa de brillo/contraste, que ya no nos sirve, arrastrรกndola hasta el cubito de basura de la esquina inferior derecha.



Ahora ya tenemos la textura aplicada solamente al fondo, como queremos. Como en esta foto el fondo estĂĄ levemente desenfocado, desenfocaremos tambiĂŠn la textura para que no quede extraĂąo. Con la capa de la textura resaltada (haciendo clic sobre ella, la capa seleccionada aparece entonces con un reborde blanco) aplicaremos un filtro de desenfoque gaussiano al grado que nos convenga para igualar el desenfoque del fondo de la mesa.



El desenfoque gaussiano se selecciona en las opciones que aparecen en la foto: Filtro>Desenfocar>Desenfoque gaussiano. Pinchamos esta Ăşltima y se nos abrirĂĄ un cuadro de diĂĄlogo con un deslizador donde elegiremos el grado de desenfoque. Aceptamos y ya tenemos el fondo desenfocado. Observaremos que aparece un filtro sobre la capa de la textura en la paleta de capas, a la derecha.



Ahora podemos jugar con los modos de fusión, del menú desplegable de la paleta de capas. Probad con ellos para aplicar diversos efectos de luz y contraste a la textura. Mirad cómo cambia la textura del modo Normal (por defecto) al de Subexposición lineal.



Me dejo en el tintero cómo mejorar los bordes de la máscara, para que no se note tanto la transición entre la textura y la mesa… pero eso será en otro capítulo.

Cambio del color del fondo Otra forma de variar los fondos es modificar su color. Por ejemplo, supongamos que en la fotografía siguiente no nos gusta el color marrón oscuro de la madera (o que tenemos ganas de enredar).



Pues seleccionamos el fondo, al igual que en el método anterior, y elegimos el ajuste Tono/saturación de entre los ajustes (icono de galleta en la parte inferior derecha) o en el menú superior las opciones Capa>Nueva capa de ajuste>Tono/saturación.



Clicamos sobre la opción y nos aparecerá una capa de Tono/saturación en la paleta de capas, a la derecha, con una máscara en la que está seleccionada en blanco la zona del fondo. Si teniendo resaltada esta capa seleccionamos las Propiedades (a la izquierda), veremos tres deslizadores. Si movemos el primero, Tono, el fondo cambiará de color:



Podemos variar el efecto modificando la SaturaciĂłn y la Luminancia en los otros dos deslizadores. TambiĂŠn se puede jugar con la Opacidad de la capa (es decir, el grado de transparencia de la capa de color modificado sobre la capa original del fondo). Las posibilidades son tantas como os ofrezca vuestra imaginaciĂłn.



Si habéis llegado hasta aquí leyendo os felicito. El objetivo de este artículo es dar ideas para manipular vuestros fondos y hacer creer a propios y extraños que tenéis un megaestudio fotográfico en casa, pero vosotros sois los que tenéis que experimentar. Y Photoshop da para horas y horas de experimentación. Ya nos contaréis si ponéis en práctica esto de modificar los fondos de las fotos con Photoshop.


Capas en Photoshop FOTOGRAFIA





Hoy os vamos a hablar de un concepto básico que hay que aprender para usar bien Photoshop: las capas. Una capa de Photoshop es una transparencia que colocamos sobre nuestra foto. Imaginaos que ponéis un acetato o un papel semitransparente sobre una foto de papel. Y en este acetato manipulamos la transparencia, el color, el dibujo y toda una serie de propiedades, que hacen variar la forma en que vemos la foto que hay debajo. Las capas, en general, son de cinco tipos: Capa de imagen – cualquier imagen que superpongamos a la nuestra. Capa de texto – generamos una capa de texto cuando insertamos texto. Capa de ajuste – capa de efectos que modifican propiedades de la foto, como saturación, contraste, etc. Capa de relleno – es una capa con un color, un degradado o un motivo. Capa de forma – se genera al hacer un dibujo sobre la foto. Imaginaos por ejemplo que queremos darle un tono sepia a nuestra foto: pues uno de los métodos es superponer sobre la foto otra capa de ese color y hacerla semitransparente; se trataría de una capa de relleno. Vamos a ver cómo funcionan las


capas y sus efectos con un ejemplo, pero como siempre os decimos, las posibilidades de Photoshop son infinitas y hay muchas formas de llegar al mismo sitio. Empecemos por ver cómo se muestran las capas físicamente en la ventana de Photoshop. En la paleta de Capas veremos que aparece una miniatura de nuestra foto al abrir el archivo. Imaginemos que queremos modificar el tono/saturación de nuestra foto. Pulsaremos entonces el icono que parece una galleta, situado en la parte inferior de la paleta de capas, y nos aparecerá el menú de Capas de ajuste, con toda una serie de capas que nos sirven para variar parámetros de las fotos como el contraste, el tono, la saturación, etc.



En la imagen estรกn agrandadas las paletas de Capas y Propiedades para que se vean bien. Al seleccionar la capa de Tono/saturaciรณn vemos dos cosas: por un lado ha aparecido una Capa 1, nueva, en nuestra paleta de Capas sobre nuestra foto, y por otro lado en la paleta Propiedades (a la izquierda en mi ventana de PS) hay ahora un cuadro de Tono/saturaciรณn con una serie de controles. Vamos a variarlos para ver el efecto.



Si muevo el deslizador Tono me cambia el color de la tetera. También puedo variar la saturación de la imagen y la luminosidad. Varío ligeramente la saturación para hacer la imagen más agradable y ahora vamos a ver cómo el modo en que superponemos esta capa de Tono/saturación sobre la foto afectará a lo que se ve.



Vemos que en la paleta de Capas se sigue viendo la miniatura de la imagen original intacta, en rojo, y con la capa superpuesta que la modifica. Si clicamos en el ojo que se ve a la izquierda de la capa desactivaremos la capa y no veremos el efecto.



En la paleta de Capas vemos algunos controles que afectan a la capa, vamos a centrarnos en el Modo de fusión (el menú desplegable), la Opacidad y el Relleno, que son los básicos para manipular los efectos. Con estos controles variamos la transparencia y los efectos de la capa que hemos añadido. Recordad que para manipular una capa hay que seleccionarla clicando sobre ella; se verá en tono gris.



Al clicar en el desplegable del Modo de fusión se nos abren un montón de opciones, con el modo Normal como predeterminado. No vamos a explicar aquí cómo funciona cada opción, puesto que eso requeriría dos o tres artículos solo para ello, pero como resumen valga decir que las opciones del grupo que empieza por Oscurecer hacen precisamente eso, oscurecer la foto; las del grupo Aclarar aclaran la foto y las del grupo Superponer acentúan colores y contraste. El último grupo aplica únicamente el tono, la saturación, el color o la luminosidad de la capa en cuestión.



Para ilustrar el modo en que actúan estos controles vamos a colocar una capa nueva sobre la imagen, una textura, tal como explicábamos en nuestro artículo sobre modificar los fondos, tomándola de nuestra carpeta del ordenador y aplicándola encima. Vemos que aparece como otra capa adicional, con el nombre del archivo. Sin variar nada más, fijaos lo que ocurre cuando selecciono del desplegable la opción Subexposición lineal:



Dramático, ¿no? Si ahora queremos graduar este efecto, manipularemos la opacidad o el relleno. La opacidad afecta a la transparencia de la capa y el relleno tiene un efecto muy similar con las capas de ajuste y con las texturas, solo se aprecia una clara diferencia entre ambos controles cuando la capa tiene estilos aplicados, pero esta cuestión se merecería otro artículo. En la siguiente imagen he reducido la opacidad, es decir, he hecho la capa de textura más transparente, que se vea menos por así decir. Fijaos en la diferencia con la opacidad del 100% de la imagen anterior.



Recordad que la visualizaciĂłn del efecto que ejerce una capa se puede activar y desactivar siempre clicando en el icono del ojo de la parte izquierda de la capa. El sistema de capas permite aplicar cada efecto que deseemos de forma independiente a la foto y experimentar con los modos de fusiĂłn y la opacidad, asĂ­ como activar o desactivar el efecto para comprobar el resultado final.



Si queremos escribir algo sobre la imagen seleccionamos la herramienta de texto, nos aparece un cursor que colocamos sobre la imagen y al escribir se genera automáticamente una capa de texto que aparece en la paleta. Vemos que la capa de texto se ha colocado justo sobre la imagen original porque cuando empecé a escribir estaba activada esa capa. Las capas nuevas se colocan sobre la capa activada en el momento de su creación. Pero se pueden recolocar como más nos convenga con tan solo clicar sobre ellas con el botón derecho y arrastrarlas. Referencias: Básicos de Photoshop: Las capas. dzoom El sistema de capas de Photoshop. Xatakafoto El concepto de capa cuesta un poco de entender al principio, pero para pillarlo lo mejor es practicar con las capas y manejarlas repetidas veces; enseguida se familiariza uno con lo que implican y sus efectos. Y llega un momento en que no se puede vivir sin las capas en Photoshop. Os lo digo yo.


Ajustes bรกsicos de imagen con ACR (Adobe Camera Raw) FOTOGRAFIA





En este artículo os voy a contar los ajustes básicos que hago a las fotos según salen de la cámara. Yo uso el formato nativo de los archivos, el formato RAW (porque tiene toda la información de la toma, mientras que el formato jpg ya está comprimido y por lo tanto ha perdido información), y hago un ajuste básico con ACR, Adobe Camera Raw, antes de procesar la foto con Photoshop. Os cuento lo que yo hago que, como siempre os recuerdo, es solamente una de las variadísimas posibilidades de procesado de una foto que existen. Los fundamentos de los ajustes que hago los aprendí de un maestro, José María Mellado, que tiene libros excelentes. Para ilustrar estos ajustes vamos a partir de una foto en RAW e ir progresando aplicando las mejoras que suelo usar. No voy a entrar aquí en las razones por las que conviene usar el formato RAW, es un tema que trataremos en algún artículo próximo. El paso por ACR antes de Photoshop es obligatorio para los archivos raw, no así para los jpg. En cualquier caso, cualquier foto se puede abrir con ACR desde el navegador de archivos que viene con Photoshop, Adobe Bridge (haciendo clic en el botón derecho y seleccionando la opción Abrir en Camera Raw del menú contextual), por lo que las transformaciones que voy a describir también se pueden aplicar a fotos en jpg. Con la salvedad, eso sí, de que tendremos mucho menos margen de maniobra porque los archivos jpg tienen menos información que los raw. La imagen siguiente es la imagen tal cual sale de la cámara:



Vamos a empezar entonces por abrir nuestro archivo raw en Adobe Bridge, como ya hemos comentado en anteriores artículos (doble clic sobre la imagen). Además de ajustar el equilibro de blancos, lo primero que hago es enderezar la foto si está torcida. Teniendo una línea horizontal como la del fondo de la mesa no tiene ninguna dificultad. Clicamos en la herramienta Enderezar para dibujar una línea horizontal sobre alguna línea existente. Anclamos el punto de origen clicando sobre él y dibujamos la línea. Veremos que aparece un recorte de la foto según la nueva referencia. Damos al Intro y ya está la foto enderezada.



Ya tenemos una imagen equilibrada y con los blancos ajustados. Lo siguiente que hago es seleccionar los parámetros de Corrección de lente, en la barra de controles de la derecha. Para los bodegones uso con frecuencia un objetivo de 35 mm que distorsiona la imagen ligeramente, haciendo que la zona central aparezca más cerca y la zona periférica más lejos. En el Perfil de la lente (en el centro de los parámetros) tengo seleccionado mi objetivo, Nikkor 35 mm. Hago clic en la casilla Activar correcciones de perfil de lente. Veréis que el histograma (en la esquina superior derecha de la ventana) ha variado, pues una de las cosas que ha hecho el ajuste ha sido aclarar el tono de la zona periférica, puesto que mi objetivo añade un poco de viñeteo. El programa lo corrige y por eso ha cambiado la zona de los tonos claros del histograma respecto a la imagen anterior.



Lo siguiente que quiero ajustar es el histograma. Lo examino y pienso si es correcto como está o no. La foto está bien expuesta, según comentamos en nuestro artículo sobre el histograma, pero hay poca diferenciación en los matices, se ve todo muy blanco. Podemos modificar la curva en el conjunto de parámetros Curva de tonos, donde tenemos dos formas de hacerlo: la opción Paramétrico y la opción Punto. Elijo Paramétrico, que me permite modificar cuatro rangos tonales, Iluminaciones, Claros, Oscuros y Sombras.



He subido las Iluminaciones y he bajado los Claros y un poco los Oscuros, con lo que he conseguido que el histograma se extienda un poco más a la izquierda y se amplíe un poco la gama tonal en los blancos de la foto. Veréis que la curva paramétrica ahora está curvada, frente a la línea recta diagonal que representa los valores cero, y la imagen está algo más contrastada que el original. A continuación, ajusto el enfoque en la opción Detalle (a la derecha de la Curva de tonos en la barra, el icono de la montaña) tal como explicamos en nuestro artículo sobre mejorar la nitidez. Seguidamente uso uno de mis ajustes favoritos, la Claridad, en el grupo de ajustes Básico. El deslizador de Claridad tiene el efecto de modificar el contraste de los tonos medios, solamente. Esto en general da mucha profundidad y nitidez a las fotografías. He puesto el valor máximo para que se aprecie bien el efecto. Ojo con este parámetro porque mata la viveza de los colores, por lo que a veces es necesario aumentar la Intensidad al mismo tiempo (el parámetro que está justo debajo de la Claridad).



Recordad siempre que todas las transformaciones se pueden desactivar en la casilla de Previsualizar (encima y a la derecha de nuestra imagen) para comprobar el efecto del ajuste que estamos modificando. Por último, si considero que me gusta el recorte de la imagen tal cual está, le aplico una viñeta oscura. El recurso del viñeteo, del que ya hablamos, aunque denostado por muchos, a mí me encanta en los bodegones y es una forma sencilla y muy eficaz de dirigir la vista del espectador hacia el sujeto de la foto.



Por supuesto que en ACR se pueden realizar aún más ajustes; una de las características más interesantes es la de ajustar zonas de forma independiente, por ejemplo, aumentar sutilmente la exposición del objeto principal para que resalte del conjunto, o controlar por separado la saturación y la luminosidad de determinados colores, que permite corregir dominantes de color. Pero de momento lo dejamos aquí para no aburrir al personal. Así que ya tenemos una imagen muy ajustada que a priori necesitará pocas transformaciones en Photoshop. En definitiva, Adobe Camera Raw es tremendamente útil para realizar ajustes básicos globales a la imagen sin alterar el archivo original, pues lo que hace el programa es guardar los ajustes que hemos hecho en un archivo independiente, en forma de un conjunto de instrucciones. Y si la foto está bien tomada puede que no sea necesario tocar prácticamente nada posteriormente en Photoshop.



Esquemas bรกsicos de iluminaciรณn para fotos culinarias FOTOGRAFIA





Hoy os vamos a contar los fundamentos, sencillitos a más no poder, de montar un tenderete para hacer fotos de los magníficos platos que cocináis, es decir, unos esquemas básicos de iluminación para hacer fotos culinarias que cualquiera puede montar en su casa, sin grandes equipos ni nada, y ser la envidia de la vecindad. Y como os digo siempre: esto es lo que yo hago, pero habrá otras mil posibilidades. Empezaremos por decir que los gastrónomos aficionados y gastroblogueros irredentos pocas veces tenemos acceso a equipos decentes de iluminación artificial, por lo que nos tenemos que apañar con luz natural. Lo primero es buscar una buena localización junto a una fuente de luz natural, ventana, claraboya o similar, en la que no dé el sol directo. Lo tradicional es que tenga orientación norte. Y lo segundo que necesitamos es una mesa donde apoyarnos, que no tiene por qué ser muy grande. Encuentro que es más cómoda si es más baja de lo normal, pues nos permitirá hacer fotos desde cierta elevación sin grandes dificultades. aunque para hacer tomas cenitales puede ser necesario poner un tablero en el suelo, según cómo seáis de altos (yo soy canija). Normalmente uso una sencilla mesita de camping, que puedo recoger cuando no la voy a usar y poner sobre el suelo también, con las patas plegadas. Si la mesa no es bonita (como es mi caso) le pondremos por encima un mantel o un tablero fetén de los que aprendimos a hacer en nuestro artículo sobre cómo hacer fondos para fotos. Y como fondo detrás de la mesa, una cortina, otro tablero, una


pared bonita, etc. A veces he usado de fondo una pantalla antigua para proyectar diapositivas, que ademรกs puedes colgarle telas o lo que quieras. Mi mesa es canija, mide 60 cm de largo por 40 cm de ancho; los profesionales recomiendan por lo menos 1 metro de ancho por 2 metros de largo.



El montaje tal cual, junto a la ventana, con luz natural del norte y sin nada más es el que se ve en la foto anterior. Y la imagen que resulta es la de la derecha, después de exponerla correctamente (véase nuestro artículo sobre el histograma para torpes), de ajustar los blancos, (véase nuestro artículo sobre el balance de blancos) y de añadir un poco de claridad y enfoque (véase el artículo sobre los ajustes con ACR). Está bien iluminada por la derecha y no hay unas sombras excesivas por la izquierda. El salón está pintado en tonos claros y refleja algo de luz.



Si los brillos son excesivos, porque haya mucha luz en el exterior o porque los objetos de la fotografĂ­a sean muy brillantes, puedo difundir la luz que viene del exterior colocando un difusor, como se ve arriba. Yo tengo uno, pero no es imprescindible, un visillo no muy tupido vale igualmente. El resultado es la imagen de la derecha, arriba. Observadla bien: tiene una luz mĂĄs suave (difusa) y por lo tanto unas sombras menos acusadas que la anterior.



Una variación que podemos hacer a la luz que incide sobre el montaje es hacerla más horizontal. Y ¿cómo? Pues bajando un poco la persiana; vemos que las sombras se hacen algo más acusadas y se alargan, pero sin perder mucha suavidad, puesto que seguimos usando el difusor. Se parece un poco a la foto que hemos hecho sin difusor, pero hay diferencias sutiles, mayor riqueza de tonos. Esta iluminación baja da una sensación de intimidad que es muy agradable.



Para rizar el rizo, si queremos una iluminación clara, suave y sin grandes sombras podemos hacer otra cosa: rebotar luz a la escena por la izquierda, para eliminar esas sombras. Y ¿eso cómo se hace? Pues reflejando la luz de la ventana con una superficie blanca o brillante desde el lado opuesto. El tipo de difusor que uso tiene una funda con superficie reflectante (como se ve a la izquierda de la foto), pero simplemente una lámina de papel de aluminio de la cocina hace el mismo efecto o uno de esos parasoles de los coches con superficie plateada. Si reflejamos la luz con una superficie blanca el efecto es menos acusado; yo antes de tener estos aparatos usaba una sencilla placa de porexpan para este menester. Las superficies reflectantes las suelo sujetar yo misma con estas manitas; pongo el disparador automático de la cámara y me coloco en posición. Vemos que con un esquema muy sencillo podemos jugar con la luz para conseguir efectos ambientales ligeramente distintos, más intimista, más suave, etc.



Otro montaje muy habitual es el que se usa para tomas cenitales, desde arriba de la escena (foto superior). A no ser que tengáis mucho espacio y un buen sitio donde subiros, lo más corriente es montar el tenderete en el mismo suelo. Aquí podemos jugar con la iluminación exactamente igual que en el esquema anterior, con difusor, sin difusor, etc. Hay que tener cuidado de colocar la cámara justo en el centro de la escena, para que los objetos que están en la periferia no salgan demasiado deformados. Este tipo de configuración le va bien, por ejemplo, a alimentos que queramos presentar en una cazuela.



El último esquema del que voy a hablar es el contraluz. Es una configuración que le va muy bien a alimentos brillantes, como los líquidos, un asado cubierto de grasilla, etc., cualquier cosa que refleje la luz. Colocamos la escena junto a la ventana, pero la cámara la ponemos enfrentada a la ventana. Por esta razón quedará de frente a las sombras de la escena. Como la gama tonal es tan amplia, si exponemos para las luces, las sombras nos quedarán demasiado oscuras (foto de la izquierda, arriba). Por el contrario, si exponemos para las sombras, las luces quedarán quemadas (foto de la derecha, arriba).



La solución es reflejar luz por el lado de las sombras al igual que en el primer esquema de iluminación lateral, con una superficie brillante o blanca, para que la iluminación de las luces y de las sombras no sea radicalmente distinta. Observad cómo esta configuración les saca unos brillos a las cucharillas, por ejemplo, que no se consiguen con ninguna de las otras dos configuraciones. En resumen, que con estas tres configuraciones básicas para colocar vuestras escenas culinarias se pueden resolver las fotos de casi cualquier plato; el uso de una u otra depende del gusto personal y del tipo de alimento. Y veis que no hace falta un equipo muy sofisticado. Lo que sí es necesario es observar la luz, ver de dónde viene, las sombras que proyecta, si le favorece a nuestro plato, etc. Con este resumen de esquemas básicos de iluminación para hacer fotos culinarias ya no tenéis excusa. ¿Sois capaces de deducir ahora cómo está hecha la primera foto?


Formatos Raw y Jpeg. Optimizaciรณn de fotos para web. FOTOGRAFIA





En este artículo vamos a tratar dos temas con los que nos hemos enfrentado todos los fotógrafos novatos, el primero es qué significan esos palabros de formato raw y formato jpeg (o jpg) y lo que implica usar uno u otro. En cuanto a lo de preparar fotos para colgar en web es importante conocer una serie de adaptaciones que conviene hacer para reducir el tamaño de los archivos, sin por ello perder demasiada nitidez.

Raw y jpeg Empezaremos por definir qué es un archivo raw. Raw significa crudo en inglés, en referencia a que es un archivo en bruto, sin procesar, nada más que una colección de bits de información que hay que interpretar para poderlo visualizar e imprimir. Cuando tomamos una foto el sensor de la cámara registra la cantidad de luz que incide sobre cada uno de sus chips o microsensores (cada chip corresponde a un píxel). Cada chip convierte esa intensidad de luz en un voltaje y la cámara guarda esa información codificada en un archivo. El resultado es un archivo raw, el equivalente digital de los antiguos negativos de película fotográfica. Todos los datos obtenidos por el sensor están ahí, con la máxima información de la toma en cuanto a iluminación y matices de la luz, así como los parámetros de apertura, velocidad, etc. con los que se tomó la foto.


El nombre jpeg procede de las siglas del organismo que propuso este formato de compresión, el Joint Photographic Experts Group. Todo archivo jpeg procede de procesar y comprimir un archivo raw, es decir, es la información que queda después de “afeitar” el archivo nativo. La cámara siempre toma la imagen en un archivo raw. Somos nosotros los que podemos elegir si dejamos que sea la propia cámara la que haga el revelado digital del archivo de forma estándar (con mejoras de nitidez, contraste y saturación, y entresacando píxeles que se desechan) y lo convierta en un jpeg, que se grabará en la tarjeta para que lo extraigamos, o preferimos obtener el fichero raw para realizar nosotros mismos el revelado digital a nuestro gusto. Por lo tanto, en resumen: Raw – Disponemos de toda la información de la toma, con una gama tonal amplia = mayor calidad de la imagen. El revelado digital lo haces tú a tu gusto, eligiendo potenciar los aspectos que te dé la gana, pero estás obligado a procesar la foto para poderla ver decentemente. Control total (siempre que la foto esté razonablemente bien expuesta) sobre el resultado final. Jpeg – Disponemos de mucha menos información = menor calidad de la imagen. Si la cámara es potable la foto habitualmente la podemos usar tal como la revela la cámara, sin casi procesado posterior en ningún programa. Pero si después queremos aplicarle un procesado de cierta extensión empezaremos a perder definición, a que apreciar ruido en la imagen, etc.


Si no vais a manipular vuestras fotos en exceso con Photoshop u otro programa de revelado, y las tomáis con una buena exposición no tenéis por qué usar el formato raw. Pero si os gusta jugar con la imagen mínimamente (por ejemplo, añadiendo texturas) o si queréis mejorar fotos tomadas en condiciones no ideales, más os vale tomarlas en raw, porque hay muchísimo más margen para transformar la foto sin que se estropee. Las imágenes en jpeg son de 8 bits, lo que quiere decir que pueden expresar 256 posibles intensidades de luz. Sin embargo, las imágenes procedentes de ficheros raw, que convertimos a 16 bits al abrirlas en cualquier programa de revelado digital, pueden expresar hasta 65 536 intensidades de luz o tonos. La diferencia en gama tonal es abismal, como veis. En la siguiente imagen la foto de la izquierda está tomada como jpeg, mientras que la de la derecha es un raw. En este tamaño y una vez convertida la imagen para ver en web es difícil captar las diferencias. La imagen jpeg tiene un mayor contraste que hace que los brillos del pedestal se hayan quemado ligeramente y los tonos han perdido definición en esa zona. En la segunda imagen de más abajo, ampliada, se aprecia mejor.




Uno de los mayores problemas de los archivos jpeg, por ejemplo, aparece cuando se intenta aclarar alguna zona.


Si queremos aclarar la sombra del tarro, en la imagen ampliada vemos que la foto de la derecha, jpeg, muestra mรกs grano que la de la izquierda, el archivo raw.


Preparación de fotos para la web Siempre os lo digo, pero lo repito: Os voy a contar lo que hago yo habitualmente (con Photoshop), que no es ni el único camino ni tiene por qué ser el mejor. No recuerdo bien dónde aprendí todos estos pasos, porque creo que los fui pillando de aquí y de allí, así que no sé bien a qué sabio atribuirlos. Pero ahí van: Una vez que tenemos la foto procesada a nuestro gusto y abierta en Photoshop, empezamos por acoplarla en una sola capa. En la opción Capa>Acoplar imagen.



A continuación, modificaremos la resolución y el tamaño. La resolución la modificamos porque los monitores habituales (aunque eso está cambiando) no nos muestran más allá de 72 o 96 píxeles/pulgada. Seleccionamos la opción Imagen>Tamaño de imagen.



Se abrirรก un cuadro de diรกlogo:


En primer lugar reducimos la resolución a 72 píxeles (o a 96 píxeles que ya tienen algunos dispositivos). Para ello desmarcamos primero la casilla Remuestrear imagen; introducimos el número 72 (o 96) en la casilla Resolución (el desplegable a su derecha debe estar en Píxeles/pulgada, ojo) y volvemos a marcar la casilla Remuestrear imagen.



Veremos que ha cambiado la medida en centímetros de la imagen. A continuación, debemos reducir el número de píxeles al ancho de nuestro blog o a la medida que necesitemos. Modificamos la Anchura al número que nos convenga, cuidando de que esté marcada la casilla Restringir proporciones, que indica que al reducir el número de píxeles mantendrá la proporción de ancho a largo de la foto. Damos al OK.


Ya tenemos la foto con resolución apta para ver en web y al tamaño que nos conviene. Si comparamos las dos últimas imágenes vemos que la foto ha pasado de tener 1974 x 2763 px a 680 x 952 px. Y, ¿adónde han ido todos los píxeles que faltan? Porque el número de píxeles que contiene una pulgada de imagen se ha mantenido constante, puesto que lo hemos fijado en la Resolución. Pues el programa los ha “entresacado” y los ha desechado, mediante una transformación Bicúbica automática, como se ve en el menú desplegable inferior del cuadro de diálogo. El programa deja los píxeles que considera necesarios para que nuestro ojo interprete la foto correctamente en el tamaño que le hemos pedido. Por ello cuando aumentamos el tamaño de una foto previamente reducida de esta manera se nos pixela, empezamos a ver huecos, saltos, discontinuidades… porque realmente faltan píxeles. Observemos en la última imagen lo que hemos conseguido aparte de reducir la resolución. Justo encima de los parámetros de anchura y altura el programa nos dice cuánto hemos reducido lo que ocupa el archivo de imagen en este paso que acabamos de hacer: de 31,2 MB a 3,70 MB. Pues después vamos a quitarle aún más peso. Pero antes de reducirla aún más y guardarla, la reducción de los píxeles de la foto, que hemos mencionado anteriormente, ocasiona una pérdida de nitidez que hay que corregir en cierta medida. Hay varios sistemas para enfocar una foto en esta etapa, pero uno de los más obvios es mediante la opción Máscara de enfoque, de la que ya hablamos en nuestro artículo sobre


cómo mejorar la nitidez de una fotografía. De modo que seleccionamos Filtro>Máscara de enfoque y jugamos con el parámetro Cantidad hasta obtener un enfoque a nuestro gusto.


Uno de los parĂĄmetros importantes en una web o blog es la velocidad de carga, no solo para la comodidad del internauta (y para que no salga corriendo aburrido), sino porque Google lo tiene muy en cuenta. Para ello se recomienda en general que las fotos no pesen mĂĄs de 100 kB. Esto lo fijamos al guardar la foto. Para ello, despuĂŠs de enfocar la foto, seleccionamos Archivo>Guardar para web.



Se abrirá un cuadro de diálogo. Veremos arriba que hay cuatro pestañas, podemos elegir la que pone 4 copias. En cada imagen el programa nos muestra nuestra foto en distintas calidades, parámetros que podemos modificar, en el caso del ejemplo vemos la foto en calidad 100, 55, 32 y 16, y debajo de cada una el programa nos indica el peso en el que se quedaría el archivo en kB. Este parámetro de calidad lo podemos variar a nuestro antojo. Las distintas imágenes nos permiten calibrar la pérdida de detalle a simple vista que sufre la foto en función de los kB que queremos que pese.



La calidad para la que nuestra foto de ejemplo se queda justo por debajo de 100 kB en peso es la de 55, que será la que elijamos. La calidad en el desplegable de abajo a la derecha debe estar en Bicúbica. Una vez ajustada la calidad para obtener un peso de 100 kB como máximo, le damos al botón de Guardar. Guardaremos en la ubicación que queramos y ya tendremos nuestra foto perfectamente optimizada para colgar en la web. Esperamos que esta pildorilla técnica no se os indigeste y aprendáis, o al menos ya no os suene a chino, lo que son los formatos raw y jpeg, y a optimizar vuestras fotos para colgar en la web de forma que os queden niqueladas, preciosas, relucientes y al gusto del señor Google.


Composición de bodegones para fotografía: nociones básicas. FOTOGRAFIA





Incluso el menos entendido en fotografía o en arte es capaz de decir cuándo una fotografía le resulta agradable y cuándo no. Y, ¿por qué pensáis que es? Aunque en fotografía las reglas están para ser rotas, hay unas convenciones básicas en cuanto a la composición, que no es más que el modo en que se colocan los objetos dentro de un encuadre, que son esenciales para que una fotografía nos resulte agradable a la vista. Así que hoy tratamos la composición de bodegones para fotografía. Podemos decir que las fotografías se leen, al igual que un texto. Empiezan por un sitio y acaban por otro. Las reglas de la composición ayudan a guiar el ojo del espectador dentro de la fotografía, desde un punto de entrada al punto de interés principal. Hacen que el ojo se pasee por la fotografía siguiendo una cierta ruta. Existen diversas reglas generales de composición que son perfectamente válidas para la fotografía de bodegones. Aquí vamos a hacer un somero repaso de los casos más sencillos para no marearos y porque no hace falta tener un conocimiento profundísimo de la disciplina de la composición artística para hacer fotos que, al menos, no den pena, que es de lo que se trata. Ciertas zonas de una imagen atraen nuestra atención de forma automática porque guardan ciertas proporciones, a nuestro cerebro esto le gusta. De esto deriva que una de las normas básicas de composición es la regla de los tercios. Nos dice que cuando en una foto los objetos se colocan sobre las líneas que dividen la imagen en tres partes, tanto en horizontal como en vertical, o en sus intersecciones, nos resultará armónica y equilibrada a la vista.


Esta norma por la que se rige nuestra apreciación de la armonía visual la estudió Leonardo da Vinci y la llamó la proporción áurea. La regla de los tercios es la proporción áurea simplificada, una relación geométrica que se encuentra en toda la naturaleza, y que rige, por ejemplo, el número de pétalos de las flores y su distribución. Según la proporción áurea una imagen no se parte en tercios exactos, no a 0,67 (2/3) del ancho o el alto, sino a 0,62; y no a 0,33 (1/3) del ancho o el alto, sino a 0,38.



En la imagen anterior se indican las líneas de la regla de los tercios en rojo y las correspondientes a la proporción áurea en amarillo. En nuestro artículo sobre cómo hacer un brazo de gitano podéis ver otro buen ejemplo de imagen compuesta según la regla de los tercios. Otra norma que hay que tener en cuenta es la del número impar de elementos. Nos resulta más agradable un número impar de objetos en una imagen, por ejemplo, en la siguiente, a pesar de que los objetos ocupen los tercios del espacio, el exceso de simetría no resulta agradable. Si quitamos uno de los objetos la imagen nos gustará más, tendrá más movimiento interior.



Una regla que funciona bien es la de colocar el sujeto de manera que todas las miradas converjan en ĂŠl, por estar centrado en la imagen con pocas distracciones a su alrededor o por separarlo del resto de los objetos con el uso de una profundidad de campo muy corta, como en la siguiente imagen. Vemos que el fondo es comparativamente abigarrado, pero al usar una profundidad de campo tan corta se llama la atenciĂłn sobre ĂŠl de forma efectiva.



Otra opciĂłn para componer una escena es dejar los objetos recortados, en la periferia de la imagen. No hay por quĂŠ recortarlos todos, se pueden recortar solo algunos, pero de esta forma instintivamente imaginamos lo que no estĂĄ en la imagen, lo que queda fuera de ella, y por esa razĂłn la foto tiende a contarnos una historia.



Otro método clásico de composición consiste en colocar los objetos en diagonal; sobre todo cuando se trata de una bandeja o fuente larga, suele dar buen resultado, principalmente en las imágenes cenitales. Es una forma sencilla y efectiva de colocar los objetos en una imagen.



A continuación vemos este tipo de composición en una imagen cenital; esta colocación nos va estupendamente para enseñar bizcochos o tartas rectangulares, sin ir más lejos. Podéis ver otro ejemplo en nuestro bizcocho mármol.



Como hemos dicho al principio, las reglas en fotografía están para romperlas y lo que acabamos de exponer no es más que un resumen de nociones básicas de composición para bodegones que, como veis, es una colección de ideas para practicar y observar, y un punto de partida para desarrollar nuestra propia creatividad. Y sobre todo: no dejéis nunca de estudiar el trabajo de los maestros, empezando por los de la pintura. Aprenderéis muchísimo.


Como aplicar un efecto mate o vintage a una foto FOTOGRAFIA





Está muy de moda hacer fotos con un efecto mate o vintage, tan de moda que a veces resulta ya empalagoso. Pero sin abusar de él puede resultar muy bonito en según qué fotos, porque no todas son adecuadas para ello. Aunque sin duda un buen bodegón culinario tiene todas las papeletas de que le siente bien. Así que vamos a ver cómo aplicarlo, porque es muy fácil. Lo del efecto mate viene de la fotografía analógica, de las copias en papel fotográfico que con el tiempo van perdiendo contraste y uniformizando los tonos. Este hecho, que no es más que la degradación del papel, da un aspecto nostálgico y romántico a las fotografías. Hay muy diversas formas de aplicar este tipo de efecto mate a una fotografía digital, vamos a hablar aquí de un método concreto, pero hay muchos más e infinitas variaciones sobre el mismo tema. El objeto fundamental es matar contraste y colores, lo que se puede hacer aclarando los tonos oscuros y oscureciendo los tonos claros. Hay que hacerlo observando en todo momento cómo evoluciona el histograma, así que os recomiendo que antes leáis nuestro artículo del histograma para torpes. Vamos a usar Adobe Camera Raw y Photoshop. Empezaremos por abrir nuestra fotografía con Adobe Camera Raw y aplicar todos los ajustes básicos de imagen de los que ya hablamos. Una vez que tengamos una imagen nítida, bien encuadrada y equilibrada, con un histograma fetén, podemos pasar a procesarla en Photoshop. Para apreciar bien el efecto he aplicado un contraste acusado a mi imagen de partida.



La imagen tiene luz lateral de una ventana y sombras acusadas porque no he usado ningún difusor, como indicábamos en nuestro artículo de iluminación para fotos culinarias. He elegido una gama de colores que ya es un poquito vintage de por sí. Observemos el histograma: llega a ambos extremos, lo que quiere decir que tenemos tonos claros y tonos oscuros, aunque en zonas pequeñas de la foto (por eso el histograma en ambos extremos es bajito, no hay muchos píxeles con esos tonos, pero los hay).



Lo primero que hacemos es aplicar una capa de curvas para eliminar las sombras profundas. Pinchamos en el icono con forma de galleta (Capas) de la parte inferior derecha, se nos abre un menĂş de opciones de capas y seleccionamos Curvas. AparecerĂĄ una capa nueva encima de nuestra imagen original, en la paleta de Capas (derecha de la imagen).



Con la capa de Curvas seleccionada (si no está resaltada, clicamos sobre ella), en la parte izquierda de la pantalla tenemos la pestaña de Propiedades, que como tenemos la curva seleccionada, mostrará las que le corresponden. Veremos una línea diagonal sobre la curva; ponemos el cursor en su centro y clicamos; esto añade un punto de anclaje a la curva para que esa parte no se mueva. Queremos modificarla, pero no que varíen los tonos medios, en este paso solo vamos a variar los tonos oscuros o sombras. Clicamos en el punto final de la diagonal, en el extremo izquierdo de la curva, y lo subimos; observaremos que de inmediato se nos aclaran las sombras.



En la imagen anterior vemos el efecto que hemos introducido. Es sutil, pero de momento es suficiente, fijaos en la sombra de la manzana sobre la navaja. Siempre podemos volver atrás para modificar los efectos, para ello están las capas. Si comparamos el histograma ahora con el de la imagen sin modificar vemos que su extremo izquierdo se ha desplazado hacia la derecha. Hemos eliminado los tonos más oscuros que había.



Ahora vamos a aplicar una capa de Niveles. Al igual que antes, clicamos en la galleta y seleccionamos Niveles. Aparece una capa de niveles en la paleta de capas de la derecha. Volveremos a fijarnos en la pestaĂąa de Propiedades de dicha capa. Vemos que aparece el histograma de la imagen. Manipularemos lo que se llama Niveles de salida, la barra degradada que estĂĄ bajo el histograma del ajuste. Los deslizadores nos permiten aclarar los negros (el de la izquierda) y oscurecer los blancos (el de la derecha), por lo tanto, rebajar el contraste.



Movemos el deslizador de la izquierda hacia la derecha, aclarando los tonos oscuros, y el deslizador de la derecha hacia la izquierda, oscureciendo los tonos claros. Así obtenemos una imagen mate, con un histograma que aparece apelotonado en el centro; comparadlo con el de la imagen original, que es el que aparece en las Propiedades, encima de él. Esto quiere decir que toda la foto tiene tonos medios. En todo momento podemos comprobar el efecto de las capas clicando en el ojito que está a la izquierda de cada capa, que activa y desactiva su efecto. Después de ajustar la pérdida de contraste a nuestro gusto podemos aplicar un filtro de color o una capa de color uniforme, para hacer la imagen más cálida, por ejemplo. Vamos a verlo.



Clicando como antes para que aparezca el menĂş de Capas, seleccionamos la opciĂłn Color uniforme. Vemos que aparece una nueva capa en la paleta, Relleno de color, una capa de color que se ha colocado sobre la foto (pues no la vemos) y un cuadro de diĂĄlogo donde podemos seleccionar el color o tono que queremos superponer sobre la imagen. Moviendo los deslizadores de la barra de colores seleccionamos la gama de colores; clicando sobre el cuadrado de color elegimos el tono de la gama. Elegimos un tono naranja-ocre.


Clicamos en Ok y la capa de color opaco se aplicará a nuestra foto. Ahora tenemos que hacerla transparente, hasta el punto que más nos guste; es como si pusiéramos un acetato coloreado y translúcido encima de la foto. Y, ¿cómo? Pues modificando la opacidad y el modo de fusión.



Hemos movido la capa de color hasta ponerla encima de las capas de niveles y curvas, para que el efecto de color se aplique encima de los efectos de contraste. No hay mรกs que poner el cursor encima de la capa, mantener pulsado el botรณn izquierdo del ratรณn y arrastrarla a dรณnde queramos colocarla.



Seleccionando el modo de fusión Luz suave en el desplegable la capa se vuelve traslúcida, pero el tono de color aplicado permanece. Ahora podemos jugar con la opacidad de la capa, modulando su efecto. Modificamos la Opacidad a un 60%, por ejemplo. La capa de color no solo varía los tonos, sino que contribuye a reducir el contraste aún más. Y ya tenemos un efecto mate o vintage aplicado a la foto. Podemos jugar con las opacidades de las tres capas aplicadas y modular su efecto a nuestro gusto. Referencia: Christina Greve La aplicación de estos efectos se puede automatizar en Photoshop, de forma que se apliquen estas capas como un efecto único pulsando un solo botón, en forma de lo que se llama acción. Pero eso ya lo veremos en otro capítulo. De momento os dejo practicando cómo aplicar el efecto mate o vintage.


Acciones de Photoshop: qué son y cómo se usan FOTOGRAFIA





Posiblemente hayáis oído hablar de las acciones de Photoshop, entre otras cosas porque hay muchos sitios web de fotografía que venden o regalan acciones descargables para hacer todo tipo de cosas con las fotos digitales. Hoy os contamos qué son las acciones y cómo se usan. Una acción de Photoshop no es más que una secuencia de comandos de Photoshop que reunimos en un archivo, para poderla ejecutar de un solo clic. ¿Qué quiere decir esto? Por ejemplo, merece la pena automatizar secuencias de comandos de PS que usamos con frecuencia, como las modificaciones que hacemos en un archivo para poderlo colgar en nuestro blog: acoplar las capas, ajustar el tamaño, la nitidez, etc. Photoshop permite grabar esa secuencia de comandos, darle un nombre y asignarle una combinación de teclas para reproducirla con mucha rapidez. Una cosa comodísima, tanto que en cuanto uno aprende se hace adicto a las acciones. Para ilustrar cómo grabar una acción, modificarla y usarla vamos a usar el ejemplo de la preparación de imágenes para la web, materia de la que hablamos en nuestro artículo Formatos raw y jpg. Optimización de imágenes para web. Como siempre os decimos, Photoshop tiene infinitas funciones y el apartado de las acciones no es menos, así que no podemos tratar aquí de forma exhaustiva todas sus posibilidades, porque eso daría para 20 artículos. Os ofrecemos solo una pequeña introducción a las acciones de Photoshop.



Empezaremos por localizar los controles que permiten grabar lo que estamos haciendo y parar la grabación. Se encuentran en el panel Acciones (como es natural‌), en la barra inferior del panel, el icono que parece una hoja con una esquina doblada, o en el menú contextual del panel (pinchando en la esquina superior derecha) que nos muestra todas las opciones de acciones.



Seleccionamos Acción nueva y se nos abrirá un cuadro de diálogo; en él vemos varias casillas, la primera es para asignarle a la acción el nombre que prefiramos (necesario para identificarla luego), la segunda, Conjunto, es la carpeta de acciones en la que la queremos ubicar. Abajo vemos que podemos asignarle a la acción una tecla de función para ejecutar la acción con solo pulsar esa tecla. Como yo ya tengo un zurrón de acciones grabadas me quedan pocas teclas de función que usar, por esa razón el programa me marca directamente que debo pulsar la tecla de mayúsculas antes de la tecla de función (es decir, la acción se dispara con una combinación de teclas). Pulso la tecla Grabar y desde ese momento todo lo que haga con la foto irá quedando grabado en una acción que se llama Preparar para web y que se ejecutará cuando pulse Mayúsculas+F4 o seleccionando la acción de la lista de acciones y pulsando el triángulo de Reproducir que hay junto al punto de Grabar, en la barra inferior del panel Acciones.



Ojo con la situación de la foto cuando empecéis la grabación, debe estar seleccionada la capa 0, no una de las capas de ajuste. Al pulsar la tecla Grabar veremos que el punto de la barra inferior del panel Acciones se pone de color rojo, indicando que está grabando. También observamos que se ha añadido la acción nueva a la lista de acciones del panel y que tiene las teclas correspondientes asignadas. Ahora podemos ejecutar los comandos que usemos normalmente para preparar nuestra imagen para colgarla en nuestro blog, por ejemplo, y todo lo que hagamos se grabará hasta que detengamos la grabación.



Observamos que ahora bajo el nombre de la acción aparecen los comandos que hemos ejecutado: he acoplado la imagen, he modificado el tamaño y la resolución, y por último he aplicado una máscara de enfoque. Cuando acabo detengo la grabación de la acción pulsando el cuadrado de la barra inferior del panel Acciones o seleccionando Detener grabación en el menú del panel.



Cuando acabo de grabar veo que el círculo de la barra inferior ya no aparece de color rojo. Si expando la acción pinchando en los triángulos que preceden a cada comando aparecerán los parámetros que he usado al ejecutarlo y que han quedado grabados. Una vez grabada la acción, se puede modificar: Sobreescribir un comando – en el panel Acciones hacemos doble clic sobre el comando, introducimos los valores nuevos y aceptamos. Añadir un comando – seleccionamos el comando tras el cual queremos añadir alguna otra cosa, clicando sobre él con el cursor. Seleccionamos Iniciar grabación en el menú o clicamos el punto redondo en la barra inferior; ejecutamos los comandos que queramos añadir a la secuencia y clicamos Detener grabación en menú del panel o el botón cuadrado de la barra inferior. Otra sugerencia que os hacemos para la automatización de comandos es la aplicación de un acabado mate o vintage a una foto, del que os hablamos en nuestro artículo Cómo aplicar un efecto mate o vintage a una foto. Cuidadín, porque en las acciones no se puede integrar cualquier comando, solo algunos de todos los menús disponibles en PS. Si queréis una relación exhaustiva de lo que se puede usar o no en acciones podéis consultar el sitio web de Adobe.



Introducciรณn al pincel de ajuste de ACR FOTOGRAFIA





Ya hemos hablado otras veces de la versatilidad y conveniencia de usar ACR, Adobe Camera Raw, el complemento que acompaña a Photoshop, para hacer los primeros ajustes de nuestras fotos. Hoy os cuento para qué sirve y cómo usar una de mis herramientas favoritas, el pincel de ajuste de ACR. El pincel de ajuste de ACR es una herramienta que se encuentra en el menú superior de la interfaz, representada por un icono de pincel. Permite hacer retoques locales, que se aplican solamente a la zona que seleccionamos pintando con este pincel.



Lo primero que os preguntaréis es qué ventajas tiene usar el pincel de ajuste en ACR respecto a realizar todos los retoques ya en Photoshop. Como ya hemos comentado alguna vez, una de las mayores ventajas de usar ACR es que los ajustes que se realizan no son destructivos, no modifican los píxeles. Es como si el programa generara una transparencia sobre la fotografía que incluyera nuestros ajustes. Esta transparencia se guarda en un archivo asociado a nuestro archivo raw. Al no modificar los píxeles no perdemos ninguna información de la toma original. Para aplicar cualquier ajuste de ACR es muy cómodo usar objetos inteligentes. ¿En qué consiste esto? En la interfaz de ACR nos fijamos en esa línea de información que aparece bajo la imagen:



Clicamos en esta línea y se nos abrirá un cuadro de diálogo:


Como os aconsejamos en nuestro artĂ­culo sobre los formatos raw y jpg, tendremos seleccionada una profundidad de bits de 16 bits por canal. Pero ahora nos vamos a fijar en la parte inferior de la ventana, donde dice Photoshop. Si elegimos abrir nuestros archivos en Photoshop como objetos inteligentes, ÂżquĂŠ es lo que ocurre?



En la interfaz de Photoshop vemos que el icono que representa la foto tiene un símbolo extraño en la esquina inferior derecha. Este simbolito nos dice que esta foto está abierta como objeto inteligente, lo que implica que al hacer doble clic sobre el icono se nos vuelve a abrir automáticamente ACR, donde podremos hacer cualquier ajuste que se nos haya olvidado o que se nos ocurra sobre la marcha, y volver cómodamente a la edición en Photoshop aceptando los ajustes que hayamos hecho. Ahora pasemos a ver lo que podemos hacer con el pincel de ajuste. Cuando lo seleccionamos en la barra superior nos aparece una paleta a la derecha con una serie de controles. Estará seleccionada la casilla Nuevo por defecto al aplicar por primera vez el pincel a una imagen. Significa que definiremos un pincel de ajuste nuevo con las modificaciones que deseemos hacer. Los controles de la parte inferior permiten modificar el tamaño, suavidad, flujo y densidad del pincel, de forma similar a Photoshop.



Vamos a realizar unos ajustes de ejemplo para ilustrar la mecรกnica del pincel. Para oscurecer la parte posterior de esta chapuza de foto disminuimos la Exposiciรณn, las Iluminaciones y las Sombras y pintamos con el pincel la zona que queremos modificar. El resultado se ve en la foto siguiente y observamos que aparece un marcador que indica la zona en la que hemos aplicado el pincel de ajuste.



Si ponemos el cursor justo encima del marcador se hace aparente la zona que hemos pintado, en tono blanquecino. Ahora podemos modificar otra cosa. Imaginemos que queremos aclarar las sombras profundas que hay a la izquierda de los cacharros, pero solo esas sombras. Pinchamos la casilla Nuevo (puesto que ya hay un pincel definido anteriormente) y variamos los controles ExposiciĂłn y Sombras, aumentando su valor. Reducimos el tamaĂąo del pincel y pintamos la zona que queramos aclarar (aparece en tono blanquecino):



¿Qué ganamos modificando estas sombras de forma local y no general? Si aclarásemos las sombras en el control general le estaríamos restando relieve y textura al trapo arrugado, por ejemplo. Vamos a centrarnos ahora en la taza y vamos a darle más color y más relieve, observad todos los controles que he variado:



Observamos que la taza tiene así más definición que en el original. Recordemos que el efecto de los ajustes locales se puede visualizar o anular activando y desactivando la casilla superior Previsualizar. Cuando tenemos varios pinceles definidos cada uno se selecciona haciendo clic sobre su marcador. Cuando un pincel está seleccionado, además de poder modificar sus controles, se puede elegir Añadir o Borrar, junto a la casilla Nuevo. Añadir nos permite ampliar el alcance de la zona de ajuste, pintando más zonas, y Borrar nos permite lo contrario, restringir el alcance del pincel borrando alguna zona a la que no queramos que afecte. Referencias: Adobe Camera Raw: the secret to using it for just about everything. Digital Camera Fotografía de Alta Calidad. José María Mellado. Artual Ediciones Como todos los controles de ACR y de Photoshop, lo más divertido es experimentar con ellos y probar todo lo que se nos ocurra, para comprobar los efectos que añaden a las fotos. Por eso decimos que esta es solamente una introducción al uso del pincel de ajuste de ACR; las posibilidades son tan numerosas que describirlas todas en detalle nos llevaría mucho tiempo. Aunque iremos desarrollando casos concretos en próximos artículos.


Introducción a las máscaras de Photoshop: qué son y para qué sirven FOTOGRAFIA




Aunque esta es una cuestión que hemos tratado de refilón en otros artículos, hoy nos metemos con las máscaras de Photoshop, qué son y para qué sirven. Porque son una herramienta sin la que no podríamos vivir los que usamos PS habitualmente. La queremos, la amamos, la idolatramos. Es así. ¿Qué es una máscara? Para explicarlo deberemos empezar por recordar lo que son las capas en PS, de las que ya hablamos en las Capas en Photoshop. Cómo ya os contamos, una capa es como una lámina de acetato que colocamos encima de la foto y que aplica algún tipo de efecto, de color, de contraste, de saturación, etc. Os aconsejo que os leáis previamente el artículo citado para centrar la cuestión. Pues bien, los distintos efectos que aplicamos con las distintas capas en Photoshop se pueden graduar o modificar si asociamos una máscara a la capa en cuestión. Una máscara no es más que un artificio que usamos para seleccionar solamente una porción de la imagen donde no aplicamos o aplicamos de forma diferente el efecto general. Para muestra, un botón: Observemos la foto siguiente, que tengo abierta en Photoshop y a la que aún no he aplicado ningún cambio. Imaginemos que quiero oscurecer el fondo y solo él; hay varias formas de hacerlo, las más comunes son los ajustes Niveles y Curvas (que como sabemos se elige en el icono de la parte inferior dcha. que parece una galleta o en la barra de menú, en Capa>Nueva capa de ajuste).



En la imagen anterior hemos aplicado una capa de Niveles. El rectángulo blanco que hay en la paleta de capas, junto al rótulo de Niveles 1, es la máscara de la capa; siempre que aplicamos un ajuste aparece junto a él una máscara por defecto. Cuando está en blanco quiere decir que el efecto que aplicaremos será visible en toda la foto. Vemos que al subir los negros a 49 en la siguiente imagen las partes más oscuras de la foto, como el fondo, se oscurecen aún más. Pero este efecto nos está afectando a toda la foto, incluidas las sombras del pedestal en la parte izquierda, y solo queremos que afecte al fondo.



Entonces seleccionamos la herramienta Pincel, ajustamos la Opacidad a 100% y el Flujo al 100% tambiĂŠn (barra superior). Con la capa activada (en gris, a la derecha), seleccionamos el color negro como Color frontal (barra de herramientas izquierda), ajustamos el tamaĂąo de pincel que nos convenga y pintamos sobre la imagen en la parte a la que no queremos que afecte el ajuste de Niveles. Veremos que ahora aparece en negro en la mĂĄscara de capa.



Ahora el oscurecimiento afecta solamente al fondo porque hemos aplicado una máscara de capa que solo deja pasar el ajuste en la zona blanca y no en la negra. Vamos a ver otra forma muy básica de usar las máscaras de capa. Ahora queremos darle más saturación al verde agua de la taza o cambiarle el tono, por ejemplo. En esta ocasión vamos a ir en un orden distinto al anterior: en lugar de aplicar el ajuste y luego modificar la máscara, vamos seleccionar primero la zona a la que queremos aplicar el ajuste con la Herramienta de selección rápida, el pincelito que indicamos con el círculo rojo en la barra izquierda.



Con la herramienta seleccionada y con un tamaño más bien pequeño (25 en el ejemplo) nos movemos por encima de la zona que queremos seleccionar, en este caso la zona verde de la taza y el plato (si usáis ratón, manteniendo clicado el botón izquierdo). Veremos que la herramienta de forma automática selecciona la zona (con una línea discontinua), con mayor o menor fortuna en función de las diferencias de color y contraste que exhiba la parte que queramos seleccionar. Normalmente funciona muy bien y los errores se pueden rectificar después con el pincel de selección. Ahora seleccionamos en los ajustes el de Tono/Saturación. Veremos que el ajuste aparece a continuación en la paleta de capas, pero observamos que ha tomado directamente la selección que habíamos hecho previamente y la ha aplicado a la capa de ajuste, pues solo aparece en blanco la parte de la taza y el plato. Ahora podemos manipular el color como queramos, solo en dicha zona.




Los 6 (+1) mejores fotógrafos gastronómicos de España FOTOGRAFIA





La gastronomía cuenta cada vez con más espacio en las librerías y ferias del libro. Todos queremos cocinar. Todos queremos ser como ellos. Pero sobre todo, todos queremos que nuestros platos tengan ese aspecto tan maravilloso que aparece en los libros y revistas. Sin duda, la magia la pone el chef, pero también es cierto que, tras esas publicaciones, hay auténticos artistas de la fotografía y que, sin ellos, no sería posible sentir esas irrefrenables ganas de cocinar, de crear, de comer, de saborear, de viajar con el paladar. Hoy hemos te presentamos una selección de los mejores fotógrafos gastronómicos de nuestro país. Sin duda hay más (no muchos), pero seguro que esta selección de imágenes te sirve como motivación para cocinar ¡y fotografiar! ¿Qué sería de la cocina si luego no se pudiese compartir? Francesc Guillamet, Abel Valdenebro, Matías Pérez Llera, Roger Méndez, Álvaro F. Prieto, Javier Peñas Capel (de la saga gastronómica Capel) y Mikel Ponce son siete de los grandes, que sin duda, despiertan inquietud y deseo con cada una de sus obras. Lo sabemos, hay más, que nadie se ofenda, pero estos son 6 números uno de la fotografía gastronómica.



Francesc Guillamet www.francescguillamet.com































Abel Valdenebro www.abelvaldenebro.com











































MatĂ­as PĂŠrez Llera www.matiasperezllera.com









Ă lvaro F. Prieto www.alvarofprieto.com









Roger MĂŠndez www.rogermendez.com









Javier PeĂąas Capel www.formagastronomica.com









(+1) Mikel Ponce www.mikelponce.photoshelter.com









Fotografía de alimentos: una introducción FOTOGRAFIA



¿Interesado en aprender acerca de fotografía de alimentos? Siga leyendo para conocer algunos consejos introductorios. Visita cualquier librería y dirígete a la sección de libros de cocina, y estará abrumado por la gran variedad de libros llenos de recetas deliciosas acompañadas por la fotografía maravillosa de las comidas que se escriben acerca. Pilas de colores de los vegetales rociados con salsas ricas en un plato limpio, blanco con brillantes arreglos de mesa - usted sabe los disparos. A veces la fotografía es casi el verdadero objetivo del libro con las recetas que tienen un papel secundario.



Pero, ¿cómo fotografiar los alimentos y obtener tan buenos resultados? 1. iluminación Tratar a la comida que vas a fotografiar como lo haría con cualquier otro tema que la vida sigue y asegúrese de que esté bien iluminada. Muchos de los malos ejemplos de la fotografía de la comida que me he encontrado en la investigación para este artículo se podría haber mejorado drásticamente con la iluminación adecuada. Uno de los mejores lugares a los alimentos por la fotografía es una ventana donde hay un montón de luz natural - tal vez apoyado con flash rebotado en el techo o la pared para dar una iluminación más equilibrada que corta las sombras. Esta luz del día ayuda a mantener la comida parece mucho más natural.

2. accesorios Preste atención no sólo a la disposición de la comida en sí, sino al contexto que lo pones en la inclusión del plato o tazón y los valores de la tabla a su alrededor. No confundir la foto con un ajuste de la tabla completa, pero consideramos uno o dos elementos adicionales, tales como un vaso, tenedor, flor o una servilleta. Estos elementos a menudo se pueden colocar en posiciones secundarias en el primer o segundo plano de su tiro.



3. Ser Rápido Los alimentos no mantener a sus miradas apetitosas para largo, así como un fotógrafo que tendrá que estar bien preparado y capaz de disparar rápidamente después de que se ha cocinado antes de que se derrite, se derrumba, se marchita y / o cambios de color. Esto significa estar preparado y saber lo que quiere lograr antes de la comida llega. Una de las estrategias que utilizan algunos es tener la vacuna completamente configurado con los apoyos antes de la comida está lista y después de sustituir un sustituto de la placa para conseguir la exposición correcta. Luego, cuando la comida está lista que acaba de cambiar la placa de soporte, con la cosa real y ya está listo para comenzar a grabar.

4. Estilo La forma en la alimentación se establece en la placa es tan importante como la forma en que fotografiarlo. Preste atención al equilibrio de los alimentos en un tiro (color, formas, etc) y dejar un camino en el tiro (con las líneas principales y el Estado de terceras partes para ayudar a guiar los ojos del espectador en el plato). Una de las mejores maneras de aprender es conseguir algunos libros de cocina para ver cómo lo hacen los profesionales.

5. Mejorar Un consejo que un fotógrafo me dio la semana pasada cuando le dije que estaba escribiendo esto iba a tener un poco de aceite vegetal en la mano y con un cepillo sobre los alimentos para hacer que brillan en sus tiros.



6. Get Down Low Un error que muchos fotógrafos principiantes de alimentos que se está llevando a tiros que se ven abajo en un plato directamente desde arriba. Si bien esto puede funcionar en algunas circunstancias - en la mayoría de los casos obtendrá un mejor tiro más por disparos de abajo cerca del nivel de la placa (o ligeramente por encima de ella).

7. Macro Muy centrados en el sobre sólo una parte del plato puede ser una manera eficaz de poner de relieve los diferentes elementos de la misma.

8. Vapor Habiendo vapor que se levanta de la comida puede darle un "justo cocinado" sentir que algunos fotógrafos alimentos gustan. Por supuesto, esto puede ser difícil de conseguir de forma natural. Hablé con un estilista de alimentos hace unos años que me dijo que añadieron vapor con una serie de estrategias artificiales incluyendo microondas bolas de algodón empapadas en agua y colocarlos detrás de los alimentos. Esto es probablemente un poco de antelación para la mayoría de nosotros - sin embargo, era un truco interesante, así que pensé que lo incluyen.





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