Francesc Torres Monsó: el artista Durante sus inicios trabajó en la búsqueda de la belleza en el sistema de representación escultórico del cuerpo humano, del retrato y los temas clásicos: el desnudo femenino, maternidad, grupos escultóricos,… la construcción de las formas desde una visión educada en el canon propio de los novecentistas (recordemos que trabajó en los talleres de Monjo y Clarà), en la habilidad del modelado y el trabajo de la piedra (aprendida con los hermanos Pruneda, picapedreros), que complementará con el conocimiento profundo del trabajo con los moldes y otras técnicas como el torno y la cerámica. Torres Monsó será muy respetuoso a lo largo de su vida con los conocimientos del oficio y sus habilidades y los procesos de diseño4. Su capacidad de artisticidad le permitirá realizar, durante diferentes momentos de su trayectoria, ejercicios complejos de contra mirada y contracanon. Por esta razón, después de fuertes crisis creativas se refugiará en un espacio irónico y artificioso que le dejará continuar en su trabajo artístico, que se situará, cada vez más, en un terreno de reflexión y capacidad crítica, proveniente de la conciencia que toma Torres Monsó de la importancia que tiene en la nueva cultura de masas que organiza la sociedad occidental de la segunda mitad del siglo XX, a la que Pierre Bourdieu llama el capitalismo simbólico5. De este hecho surgirá una nueva demanda del artista al espectador a través de la obra y de su relación, hecho sobre el que han escrito críticos, historiadores, poetas, filósofos, paleontólogos,… Quiero recordar aquí algunos fragmentos que me parecen significativos para entender, expresado por diferentes voces, la dimensión de artisticidad en la obra y la actitud creativa de Torres Monsó: “La figura y la obra de Francesc Torres Monsó están siempre presentes en el arte catalán de hoy en día. Todos conocemos su inquietud, su constante evolución que le ha llevado desde unas esculturas iniciales marcadas por el novecentismo […] hasta una visión vinculada al cambiante presente artístico.” J. Corredor Matheos6 4 Catálogo de la exposición: Admetlla/Torres Monsó, Konstruktion Destruktion. Ayuntamiento de Girona/Fundación Caixa de Barcelona, Girona 1988, Torres Monsó escribe: “En realidad yo siempre he coqueteado con el diseño; ya cuando hacía cerámica –la gestación, el proceso, la idea de plasmar las piezas- evidentemente era diseño. Con el poliéster he continuado también diseñando. El diseño ha sido para mí una actividad paralela a la estructura. Ha sido otra vía de expresión y me ha representado un soporte importante y práctico…” 5 Cecilia Flachsland, Pierre Bourdieu y el capital simbólico, Campo de idea, Intelectuales, Madrid, 2003 p. 56-57 “Quienes poseen el capital simbólico tienen el poder de “hacer cosas con palabras”, esto es: construir la verdad e imponer una determinada visión del mundo; establecer los criterios de diferenciación social; clasificar y construir los grupos sociales.” 6 J. Corredor-Matheos, El largo viaje de Torres Monsó, catálogo de la exposición Torres Monsó. Esculturas. Sala d’Art Sebastià Jané. Girona. Mayo 1989.
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“La inquietud investigadora y la autenticidad de su evolución han sido, probablemente, sus rasgos identificativos más claros. En el fondo es un dialéctico de la escultura, un configurador de discursos, un insinuador de morfologías, un inventor de construcciones.” Daniel Giralt-Miracle7 “La extraterritorialidad de Girona y la distancia del autor de las misas solemnes del arte catalán, español e internacional, posiblemente constituyan la venda que aún no se nos ha caído de los ojos, y que nos ciega sobre el alcance de su trayectoria y la penetración de su proyecto. Ciertamente, el esplendor de su propuesta es tan importante que siempre se deja entrever y obliga a tener en cuenta casi siempre su obra, pero sin llegar a conocerla, en su superioridad, en su primacía.” José Marín-Medina8 “[...] Como decía el escritor, “todos nosotros estamos aquí para hacernos sufrir los unos a los otros con falsas ilusiones sin fin”. No existe una gran diferencia entre esta actitud y el mundo en el que vive Torres Monsó, el planteamiento que nace de una preocupación por todo aquello que rodea y necesita la metáfora más cáustica para expresarse, porque siempre está el interés plural por la ciencia, la literatura, la filosofía, los agujeros negros, la estética de la desaparición de Virilio, las teorías de Asimov sobre los átomos y el laberinto dantiano.” Glòria Bosch i Mir9 “Lejos de recluirse en una posición abstraída y huidiza, Torres Monsó ha entendido que la creación artística es una herramienta privilegiada para reflexionar sobre los problemas existenciales que afectan al individuo contemporáneo y para meditar sobre las grandes transformaciones que operan en nuestra cultura.” Eduardo Pérez Soler10 “Esta voluntad que manifiesta Torres para enfrentarse críticamente, con los medios de que dispone como productor artístico, a diferentes facetas que, hoy por hoy, condicionan nuestra vida cotidiana, es la expresión de una actitud que viene de lejos. En efecto, en una entrevista del año 1974 ya explicitaba su concepción del arte como una forma de conciencia ética, un punto de vista que
7 Daniel Giralt-Miracle, Las fidelidades de Torres Monsó, catálogo de la exposición Torres Monsó. Esculturas. Ayuntamiento de Girona, Girona, 1989. 8 José Marin-Medina, Recordando Monod, catálogo de la exposición Torres Monsó. Espais. Centre d’Art Contemproani. Girona, 1992. 9 Glòria Bosch i Mir, No hay enigma por resolver, catálogo de la exposición Torres Monsó, Fundación Doctor Josep Trueta, Hospital de Girona, Girona, 1997. 10 Eduardo Pérez Soler, Francesc Torres Monsó: el replegament irònic, catálogo de la exposición, Balanç. Francesc Torres Monsó, Fundación Espais, Girona, 1999.