Nuestro Tiempo 698

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NUESTRO TIEMPO Número 698 primavera 2018 11 euros

Número 698 NUESTRO TIEMPO Primavera 2018

Mayo del 68 La revolución inacabada Disidencia intelectual La heterodoxia de Jordan B. Peterson Nueva etapa Alumni Más puntos de encuentro

Retratos de Europa Una reflexión fotográfica sobre la identidad y la diversidad del viejo continente: rostros y personas más allá de leyes y discursos oficiales



NUESTRO TIEMPO Primavera 2018 Fundada en 1954 Año LXIV. Número 698

Editor Miguel Ángel Iriarte [Com 97 PhD 16] Gerente Carmen Muriel [Bio 92 PDG IESE 08] Consejo de redacción Ana Eva Fraile [Com 99] Lucía Martínez Alcalde [Fia 12 Com 14] Marta Gómez [Com 09] Columnistas Enrique García-Máiquez [Der 92] Paco Sánchez [Com 81 PhD 87] Ignacio Uría [Der 95 PhD His 04] Críticos Arte: Juan Pablo Huércanos [Com 94] Cine: Jorge Collar. Escena: Felipe Santos [Com 93]. Libros: Joseluís González [Filg 82] Música: Patxi Garro [Com 89]. Series: Alberto N. García [Com 00 PhD 05] Colaboradores en este número Carlos Barrera, María José Benítez, Pablo Blanco, Javier Burguete, Daniel Burgui, Raquel Cascales, Alberto N. García, Álvaro González Alorda, Luis Hernández Guijarro, Sara Ibarrola, María Ángeles Lluch, Jaime Nubiola, María José Martínez Quesada, Rocío Montuenga, Teo Peñarroja, Pablo Pérez López, Daniel Rosino, María Jesús Ruiz, Ignacio Uría, Marta Vidán, Ignacio Villameriel. Fotografía Manuel Castells [Com 87], Santi G. Barros [Com 13], Miguel Goñi Aguinaga, Pilar Martín Bravo, José Juan Rico Barceló, Fátima Rosell [Com His 19] y Mariaje Ruiz [Com 15]. Ilustraciones Diego Fermín Diseño Errea Comunicación Impresión MccGraphics Redacción y Publicidad Facultad de Comunicación Universidad de Navarra 31009 Pamplona, España Atención al suscriptor Palmira Velázquez T +34 948 425 600 (Ext. 80 2590) pvelazquez@unav.edu Edita Universidad de Navarra Suscripción anual España 40 € Europa 50 € Internacional 60 € Web www.unav.edu/nt DL: NA 10-58 / SP-ISSN-0029-5795 La revista no comparte necesariamente las opiniones de los artículos firmados 10 639 ejemplares/ número (2017)

LA PRIMERA Miguel Ángel Iriarte

Recalculando

Una de las sensaciones más frustrantes del conductor contemporáneo es escuchar que el GPS o la app que está usando afirma con satisfacción «Ha llegado usted a su destino», mirar a su alrededor y darse cuenta de que no es así. Probablemente la palabra que pronunciará a continuación el dispositivo electrónico será «Recalculando». En ese momento hay que revisar si los datos estaban bien introducidos, si se ha perdido la conexión con el satélite o qué ha podido ocurrir: un lío. En 1968 el mundo occidental comenzó un viaje o, al menos, pisó el acelerador en el camino emprendido tras la Revolución Francesa, inspirado en sus mismos principios: libertad, igualdad y fraternidad. Estados Unidos trataba de explicarse el estancamiento de la Guerra de Vietnam (1955-1975); parte de Francia veía a Charles de Gaulle, a sus 78 años, como un presidente anacrónico y acartonado; y Checoslovaquia luchaba por sacudirse el dominio soviético. En todos los rincones del planeta —con el especial protagonismo de San Francisco, París o Praga— se produjo una explosión de entusiasmo frente a la opresión política, en defensa de los derechos de la persona y contra toda discriminación. Como sostiene el profesor Pablo Pérez en su ensayo de este número, las revoluciones de 1968 no alteraron la situación política del momento. Sin embargo, contribuyeron a que el hombre, por decirlo de algún modo, formateara su sistema operativo. Otras revoluciones se habían centrado en aspectos parciales de la existencia, como el acceso al poder o a los medios de producción o las injusticias sociales. Ahora, el hombre estaba replanteándose, quizá sin ser consciente, su propia identidad. Queríamos romper con nuestro diagnóstico de lo anterior —aburrimiento, una vida en blanco y negro, modelos políticos escleróticos, falta de autenticidad en las relaciones— y nos acercamos al superhombre de Nietzsche (magníficamente esbozado por Kubrick en 2001: una odisea en el espacio, estrenada en 1968) o al modelo existencialista de Sartre —uno de los intelectuales de referencia en el Mayo del 68 francés—, para el que «el hombre es lo que él desee ser». No queríamos que nadie nos dijera qué teníamos que hacer o pensar y, quizá por primera vez en la historia, gracias al prodigioso progreso económico y material de las décadas precedentes, nos sentimos dueños de todo. Cincuenta años después, algunos interrogantes que planteó el 68 continúan plenamente vigentes. Junto a avances dignos de celebración —libertades políticas, universalización de derechos personales, etcétera— cabe preguntarse si, en el fondo, no nos hemos instalado en la autosuficiencia y en la desorientación, si no estamos en un viaje sin «datos de destino» en el GPS, en el que de vez en cuando escuchamos esa palabra tan incómoda: «Recalculando». @NTunav nuestrot@unav.es

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#698 GRANDES TEMAS la infancia del cosmos

entrevista jorge bustos [Página 20] El jefe

de Opinión de El Mundo habla sobre columnismo, libertad de expresión y redes sociales.

Un continente mosaico [Página 06] El periodista Daniel Burgui

[Página 30] Nuestra percepción del universo ha sufrido varias revoluciones en el último siglo. ¿Qué nuevas teorías intentarán descifrar su origen?

momento peterson

[Página 40] El escritor y profesor canadiense Jordan B. Peterson ha plantado cara a lo políticamente correcto.

recorrió 3 700 kilómetros retratando a la ciudadanía europea. El resultado es un catálogo de humanidad.

campus

mayo del 68 [Página 104]

Hechos y consecuencias que perduran cincuenta años después de la revolución.

alumni ATELIER BY ISEM [Página 64]

CAMPUS MADRID

[Página 56] Con el edificio de posgrado,

se completa el campus de la Universidad en la capital. Acogerá a partir de septiembre a más de trescientos alumnos de másteres y programas propios.

Seis startups en la primera aceleradora de moda y tecnología en España. Campus Alumni Cultura Ensayo

SOTOO Y GAUDÍ

50 74 84 104

carta desde...

[Página 74]

[Página 80]

Formación continua y puntos de encuentro para los antiguos alumnos.

María José Benítez [MICS 17] trabaja para la ONU desde Panamá.

[Página 68] La obra de Gaudí a través de la mirada de Etsuro Sotoo, escultor jefe de la Sagrada Familia.

COLABORAN Sara Ibarrola [Página 82] Prevenir el bullying enseñando a niños y jóvenes a resolver conflictos.

NUEVA ERA ALUMNI

Álvaro Glez. Alorda [Página 62] El reto de la lectura en los universitarios y en las organizaciones.

firmas Recalculando, Miguel Ángel Iriarte Éxito de emergencia, Enrique García-Máiquez Rentabilidad y valores, Luis Hernández Guijarro Universitarios que no leen, Álvaro Glez. Alorda Prevenir el bullying, Sara Ibarrola Paul Ricoeur en el Elíseo, Ignacio Uría Galleguidades, Paco Sánchez

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trinos del campus

Sección de mensajes en Twitter de profesores, graduados y alumnos de la Universidad de Navarra. «“Los ‘Me gusta’, las ‘noticias que más han gustado’, solo sirven para esta sociedad enferma de demoscopia. Además de decir lo que gusta a la gente, nuestro oficio consiste en contarle a la gente lo que tiene derecho a saber” #GabilondoUnav» @fcomunav «“Soy un tipo de mucha suerte. Mi objetivo es dar. No hago nada que no pueda llevar a cabo” Valentín Fuster participó con el rector @unav Alfonso Sánchez-Tabernero (COM 84) en un encuentro de alumni y amigos en #NYC @elmundoes #ThePowerOfGivingUNAV» @alumniunav

«Nuestro profesor, Manuel Casado, nos recuerda “la necesidad de seguir a la escucha del mundo para entender mejor la propia vida; para vivir mejor, para que el mundo mejore” @alumni_unav #WelcomeBackUNAV» @fylunav «“Cuando la Medicina no puede curar, todavía hay mucho que se puede hacer”. Me lo dijo una gran doctora. Y me acuerdo ahora mientras pienso en #alfieevans» @isisbarajas «Muy interesante y relevante ensayo de @miquel_urmeneta en @NTunav sobre el papel de las RRSS y las fake news. Coincido en que una solución pasaría por una prensa de calidad. ¿Pero muchas veces no son precisamente los periódicos los que fomentan esas fake news?» @khan_jr_

«Chesterton: “Empiezo a creer que la gente de hoy no tiene ni idea sobre la vida. Esperan de la naturaleza cosas que ella no prometió jamás y se empeñan en destruir lo que realmente les ofrece”» @EGMaiquez

«Me ha hecho mucha ilusión recibir el número de @NTunav pero más ilusión me ha hecho encontrarme al gran @FernandodeHaro en sus páginas centrales. Gracias @alumni_unav» @Teresargelorz

«“Los alumnos han sido siempre lo mejor”. Palabras del Dr. Jurado con motivo de su jubilación. ¡Gracias por tanto!» @MedUNAV

«Leo a Pedro Luis Lozano en @NTunav explicando a Duchamp y veo que el arte se puede comprender» @jlcea

«“Si prescindiéramos de la generosidad —del aportar sin recibir algo a cambio— el mundo se pararía” Alejandro Llano, profesor de @fylunav. Nosotros también lo pensamos. ¿Y tú?» @tantakaunav «La aventura empieza con una página en blanco pero yo soy de las que piensa que también llega con una que cuente una historia. Que leer teletransporta, alimenta tu cabeza, tus ideas y muchas, muchas veces, te empuja a hacer ese algo. Feliz #díadellibro darlings!» @MrsLuciaBe «¿Sabías que el 94 % de los enfermos de alzhéimer en España es atendido por su familia? @acangaarmayor apunta que “la enfermedad rompe la lógica de los acontecimientos vitales de la unidad familiar”. ¿Estamos respondiendo a las demandas que la familia cuidadora nos está planteando?» @enfermeriaunav «“¿Y si existiera una conexión entre la incapacidad para darse cuenta de la sencillez y el déficit de generosidad?” Josep Maria Esquirol» @IvanciusL

«“La palabra ‘trabajo’ debería sugerirnos a todos no solo un medio para ganarse la vida, sino una colaboración social”» @alemarius «#Efeméride La naturalista, exploradora y pintora Maria Sibylla Merian (16471717) nació un 2 de abril. Hoy en día se la considera como una de las más importantes precursoras de entomología moderna» @mujerconciencia «¡Feliz #DíaInternacionalDeLaDanza! Bailar es escuchar las sensaciones permitiendo que esa escucha se convierta en la esencia de todos los sentimientos, formas y contenido. Deberíamos acordarnos de bailar un poco todos los días #OhadNaharin» @CNDanza «¿De verdad es correcto «iros»? Sí, aunque se prefiere «idos». Se ha aceptado porque estaba generalizado y es tan excepcional como «idos»: lo correcto en teoría sería «íos», pero no triunfó» @sinfaltas_com

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Grandes temas Comunidad de comunidades

Paisajes humanos de Europa En una extensión geográfica de diez millones de kilómetros cuadrados convive el mayor y más variado catálogo de la diversidad humana del planeta. La unión de Europa es su gente: los hombres y mujeres que la habitan. Las fotografías que Daniel Burgui Iguzkiza [Com 07] tomó durante los más de 3 700 kilómetros que separan Rumanía de Pamplona revelan un paisaje humano mestizo, diverso, transfronterizo y plural. Un espacio de paz, convivencia y creación. texto y fotografía Daniel Burgui Iguzkiza [Com 07]


El viernes, al terminar la jornada laboral, Lorene Pidoux, de 26 años, juega a la petanca con sus compañeros de trabajo en el barrio marsellés de Noailles (Francia).

El ingeniero canario Theo Hernando, de 35 años, muestra orgulloso sus captadores de niebla cerca del Teide, en Tenerife, donde extrae agua de las nubes.

Periodista de la BBC de origen rumano, Valentin Chifor, de 45 años, y su mujer, Irena Letmany, posan junto a su hija Alexandra, de 9, en Sombor (Serbia).

Florica Rusu, de 47 años, pasa la tarde de verano sentada en un banco de su barriada en Berzasca (Rumanía) junto a su vecino Perbu Octavian, de 66.

Los jóvenes Alexander Cozenco, Nicola Sandulovic y Michele Rossieri, de 17 años, hacen piruetas y escuchan hip-hop en la plaza principal de Brescia (Italia).

Jean Luc-Romero, concejal y vicealcalde del distrito XII de París, lleva más de treinta años luchando contra el estigma del virus del sida, del que él es portador.

La hermana de la congregación de Santa Dorotea sor Piera Merigo, de 73 años, trabaja en el centro pastoral Paolo VI de Brescia (Italia), hoy reconvertido en hotel.

El tunecino Ahmed Krouna, nacido en la isla de Djerba, trabaja desde hace catorce años vendiendo especias de todo el mundo en Marsella (Francia).

Maritsa Mavrapidou, de 85 años, charla con su vecina Penélope, en Lesbos (Grecia), donde ellas mismas dan cobijo y comida a los refugiados que cruzan el mar.

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Grandes temas Comunidad de comunidades

irati beunza está aprendiendo a andar. pero, en el momento en el que se tomó la fotografía en Pamplona, hace más de un año, posó —sin saberlo— dentro del vientre de su madre, Maite. El señor Robert Marchand, en cambio, pronto dejará de caminar. Él lo sabe bien. Nació hace ciento seis años y hasta el mes de enero salía todos los días a pedalear en bici en su pueblo a las afueras de París. Orgulloso y feliz, el ciclista más viejo de Europa estira sus últimos kilómetros, después de sobrevivir a dos guerras mundiales y a diecisiete presidentes de la República francesa. Ahmed Hassim es un joven actor de Bagdad que hace dos años huyó de forma clandestina de la violencia en su Irak natal. Ahora, en paz, nos guía por los lugares más emblemáticos y modernos de Viena. Igujat Dordevic, que también tiene veintitrés años, toca con su banda cerca de la estación de autobuses de Belgrado, en Serbia, para sacarse un dinero con el que pasar la semana y componer canciones. Melodías nuevas que ya ni mencionan la última gran guerra de los Balcanes. Antonio Loprione, veronés de sesenta y cinco años, recorre con su vieja furgoneta de helados las playas del lago de Garda, al norte de Italia. Está operado del corazón varias veces, pero no puede jubilarse aún porque no le alcanza la pensión. Estas son algunas de las historias, los nombres y apellidos, de casi un centenar de personas generosas que decidieron libremente posar delante de la cámara de fotos, a lo largo de un viaje de 3 700 kilómetros desde Rumanía hasta Pamplona, para participar en este catálogo visual de cómo somos los europeos. Aunque el escritor, poeta y crítico de arte John Berger sostenía que en fotografía concentrarse en el retrato es aislar falsamente la realidad, estas imágenes pretenden todo lo contrario: dar una pincelada de realidad que contribuya a romper clichés y estereotipos sobre los habitantes de Europa. Tudor Tataoaini, de setenta y ocho años, que fue capitán de barcos de carga por el Danubio, catapultó por casualidad este proyecto hace dos años. La mañana del 17 de junio de 2016 pidió posar con su vieja bicicleta para una foto. Esta imagen tomada a las afueras de Giurgiu, en Rumanía, dio vida a este ensayo fotográfico con una firme e indisimulada convicción: combatir el discurso del odio, las palabras para señalar al diferente, que se propaga rampante por Europa.

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Vivimos tiempos en los que los muros engordan, las vallas se ensanchan y las alambradas de espino se levantan hacia el cielo. Nunca antes habíamos vivido en un mundo tan fragmentado, en la geografía de lo físico, pero también en la del intelecto. Sin embargo, mientras muchas de esas fronteras se cierran y los muros crecen, por suerte muchos corazones se agrandan, y hay muchos más brazos que se abren para saludar al extranjero, al extraño. Sin pedir nada a cambio. Nunca en la historia de la humanidad, moverse, mezclarse y traspasar fronteras se había convertido en una forma de supervivencia en sí misma. Nunca antes habíamos estado tan conectados entre nosotros. Hoy existe también una Europa en la que la solidaridad, la fraternidad y la ternura se extienden por todo el continente, a menudo sin los corsés de los gobiernos ni la autoridad. Generaciones nuevas y viejas tratan de recuperar la idea de que la vida es algo tan sencillo como comprender el ciclo de las cosechas, comer juntos en la mesa o festejar con nuestros vecinos las buenas noticias. Cuidar de nuestro hogar y nuestra familia, beber el agua que sale de nuestras montañas y mantener limpios nuestros mares. Construir ciudades, calles, espacios y plazas en los que sentarnos a charlar, jugar, convivir, reflexionar y enamorarnos. Encontrarnos. Existe una gran Europa del nosotros. En este conjunto de retratos están representadas de alguna forma las diferentes etnias, razas, orígenes, culturas, creencias y religiones que habitamos este continente. También profesiones, aficiones y oficios. Desde músicos a cuidadores de cabras, jóvenes revolucionarias, monjas y sacerdotes, poetas de lenguas perdidas, amas de casa, políticos, científicas, empresarias, arquitectos e incluso ministros jubilados, ancianas okupas o astrónomos aficionados. Estas páginas son un homenaje a esa legión de hombres y mujeres que se levantan cada mañana para mejorar su comunidad, cuidar su entorno, trastocar tabús, cambiar su barrio o ser guardianes de nuestro patrimonio. O simplemente demostrar que existe una gran diversidad de formas de estar en este mundo. Sin complejos. Ellos y ellas son las verdaderas estrellas que componen la bandera de Europa. Personas que brillan con especial luz. Nt


Tudor Tataoaini, de 78 años, fue capitán de barcos de carga por el río Danubio y maquinista en el puerto de Giurgiu, frente a Bulgaria, donde ahora está jubilado.

En la localidad rumana de Zimnicele, Dida, Ticâ y María disfrutan de la tarde, sesteando y viendo transitar a otros vecinos por la carretera.

Daniel Rujder, de 27 años, y Tatai Ferenc, de 24, pasan la noche en un pub autogestionado por estudiantes universitarios en Pecs (Hungría).

El donostiarra Andrés Francia, de 32 años, junto a Kontxi Odriozola, su amiga de la asociación guipuzcoana de personas con discapacidad GIELMAR.

Igujat Dordevic, de 22 años, Dunja, Emilia y Luka tocan en los sótanos de la estación de autobuses de Belgrado, en Serbia.

Roman Giorge, de 61 años, ingeniero jubilado de Timisoara (Rumanía), pinta la fachada de su casa de verano, que heredó recientemente de su familia.

Mussie Gennuso, mécanico de 26 años, y Stella Ghebreab, de 27, son jóvenes milaneses nacidos en Italia, pero sus abuelos y padres emigraron de Eritrea.

Gheorghe Simuleasa, 54 años, policía de frontera en Rumanía. Su hijo trabaja junto con voluntarios españoles en un proyecto de ayuda a niños desfavorecidos.

El Dr. Andrea Delama, de 39 años, en los pasillos de un hospital en Trento (Italia). Especialista en enfermedades infecciosas, ha trabajado en Tailandia y Burundi.

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Rasuan Narius, de 12 años, sus amigos Daniel Todar, de 11, y Ruben Tobei, de 9, hacen carreras con sus bicicletas cerca de Moldava Veche (Rumanía).

Las emprendedoras Ivona Hrelja, Darija Medic, Jovana Dordevic y Ana Suešic, en una calle de Belgrado (Serbia), el viernes después su jornada de trabajo.

Gabor Marian, de 27 años, con su esposa, Ana María, de 18, y sus hijos Flavia, de 3 años, y Darius, de 7 meses, posan en la caravana en la que viven, en Rumanía.

Tudor Michanic, de 69 años, y su vecina Jovanka Bozic, de 70, esperan juntos en la parada de autobús urbano del distrito de Zemun, en Belgrado.

Marin Propesku, de 80 años, corta sin descanso hierba en el campo que trabaja con su esposa, Dora Belsan, de 62, en la villa de Vinatori, en Rumanía.

El joven serbio Simon Simonovic, de 30 años, estudió Ciencias Políticas, pero tiene un empleo en una empresa turística que alquila bicicletas.

A sus 65 años, Antonio Loprione, heladero veronés de Marchessina (Italia), viaja con su furgoneta por las playas alpinas del lago de Garda.

Los jóvenes rumanos Tudor Baleau, de 27 años, y Renata Georgiana, en el concierto de Wiz Khalifa, rapero de EE. UU., en el Festival EXIT de Novi Sad, en Serbia.

George Tismonariu, de 26 años, y Petronela, de 25, posan el día de su boda junto a la madre de la novia, Nicoleta, y unas amigas en Coronini (Rumanía).

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Un queso Idiazabal a la rumana Adrián Mihal Dogaru, de 26 años, habla castellano con un ligero acento navarro y con expresiones en vasco. Durante cinco años, Adrián vivió en la zona de la Sakana, en Navarra. Aquí aprendió el oficio de pastor, en caseríos de Urdiain, Arbizu y Etxarri. Después de largas faenas, gastar poco y ahorrar mucho, ha regresado a su localidad natal, Berzasca, al suroeste de Rumanía. Un destartalado pueblo cerca de la frontera con Serbia de no más de tres mil habitantes que bien podría ser un paisaje de la sierra de Urbasa, con prados verdes y colinas onduladas, si no fuese porque al fondo interrumpe la postal el caudaloso río Danubio. Allí ha montado su propia quesería, junto a su mujer, Alina, de 25 años, y su hijo, el pequeño Gabi, de 2. Este joven ha sido uno de los tres millones de rumanos que residen o han residido en el extranjero; una generación entera en la diáspora, que se marchó a buscar un futuro mejor.

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Katalin Grubel, de 65 años, fue durante treinta y nueve cartera en su pueblo, Harta (Hungría). Ahora está jubilada. Tiene dos hijos y cuatro nietos.

Robert Marchand, de 106 años, es uno de los ciclistas más viejos del mundo. Todos los días pedalea unos kilómetros cerca de su casa en Mitry-Mory (Francia).

Marc Kaczor, de 23 años, estudiante de Geografía, ataviado con el traje de busó, del carnaval tradicional de la localidad húngara de Mohacs.

José Fermín Irurita, de 77 años, vecino de Pamplona y natural de Lantz (Navarra), posa con la indumentaria de uno de los personajes de este ancestral carnaval.

Gröb Janos, de 49 años, vive en una cabaña en la pequeña aldea húngara de Harta junto a un perro al que no oye ladrar: Gröb es sordomudo.

Arushi, de 3 años, en brazos de su padre, Nassim Uddin, de 34, economista originario de Bangladesh que regenta un restaurante hindú en Budapest (Hungría).

Beatriz Capapay, de 43 años, junto a su hijo Igor Blanco, de 5, poco antes de entrar a las Escuelas Municipales de San Francisco, en Pamplona (Navarra).

La estudiante de Bellas Artes Anda Szucs, de 24 años, y su amiga, la compositora Adrienn Fischer, de 27, en la cocina donde trabajan en Budapest.

Erika Szabó y Adelina Muhi son dos jóvenes de Budapest que abandonaron sus empleos para ayudar como voluntarias a personas refugiadas en las fronteras.

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Gitanas, catalanas, economistas y abogadas «¡Ah, vaya, pues no pareces gitana!». Susana ya está acostumbrada por desgracia a escuchar esta frase con excesiva frecuencia, en especial cuando alguien se la dedica como si fuese un cumplido. «Lo que para ellos es positivo a mí me parece fruto de la discriminación. Y a veces es agotador, se cansa una de explicarse, de autodefinirse y de ir contra los tópicos y los estereotipos», dice esta catalana de 26 años, licenciada en Economía por la Universitat de Barcelona y especialista en Gestión Tributaria por ESADE. Susana Martínez [primera por la izquierda] concentra una gran energía en sus palabras y también aúna muchas voces que a menudo son poco visibles juntas: es joven, mujer, catalana y gitana. En la fotografía, Susana Martínez junto a sus compañeras de la Federación de Asociaciones Gitanas de Cataluña (FAGIC), Alba y Noemí Fernández.

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El padre Houssik Sargsyan, de 36 años, en la catedral apostólica armenia de París, donde presta servicio a sus fieles. Está casado y tiene dos hijos.

Ianutsa y Margareta, de 62 años, completan su escasa pensión recolectando fardos y trabajando en sus huertas de Cujmir (Rumanía).

Maite Larrañeta, embarazada de Irati, y Fran Beunza, ambos de 33 años, posan en los bosques de la Ultzama (Navarra).

Florea Sulu, de 46 años, y su mujer, Judorica, de 39, detienen sus tareas cotidianas en el campo donde siegan con una hoz.

Luis Figueredo, boliviano de 52 años, espera en el apeadero del tren en Alsasua (Navarra), donde trabaja como cuidador de personas mayores.

André Mintsa do Ango, de 28 años, es ingeniero especialista en eficiencia energética. Hace diez años llegó a Marsella a estudiar, procedente de Gabón.

Germano Grigolli, de 88 años, en los viñedos que han pertenecido a su familia desde 1800 en Mori (Trento, Italia) y se llevan cultivando desde el siglo xvi.

Maier King, de 32 años, diseñadora gráfica, compositora y activista por la diversidad funcional, visita el hotel Londres de Donostia / San Sebastián.

Speniser Ferenc, de 61 años, con sus sobrinos nietos Alwin y Edwin, comen un helado en Mohacs (Hungría), durante las vacaciones de verano.

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La Viena de Ahmed Ahmed Hashim es un joven actor de 23 años. Nació en Bagdad, un lugar donde vivir en paz hoy en día es insostenible. Ahmed perdió a su hermano en una explosión de una bomba. Su madre y su hermana pequeña viven en la ciudad de Faluya, mientras que su padre trabaja como militar para el Gobierno. «Detesto la violencia. Todo el que empuña un arma es un estúpido», dice Ahmed. Harto de las detenciones policiales y los problemas, decidió escapar en un viaje clandestino hacia Europa: poner sus ahorros en manos de las mafias y cruzar el Mediterráneo en una de esas barcazas hinchables arriesgando su vida. Le acompañó su amigo Mohanad, ambos habían estudiado en la Academia de Artes. Ahora Ahmed vive en Viena. Decidió interrumpir su camino a Suecia y quedarse en la capital austriaca al ver la cantidad de teatros, arte y espectáculos que había en la ciudad. Lleva una vida modesta, comparte piso con otros jóvenes y recibe cuarenta euros al mes de ayuda subsidiaria, mientras espera conseguir protección como refugiado.

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La alemana Anna Koltesmann, de 32 años, y el kurdo Erol Karakurt, de 45, cinco días después de casarse. Celebran su viaje de bodas en bici desde Dortmund.

Las húngaras Lidia Kuti, de 21 años, Zsofia Fazekas, de 24, y su compatriota Kristof Kavacs, de 17, apasionados de la moda, estudian Diseño en Milán (Italia).

Jon Zelaia, de 43 años, con su hija Leizuri, de 7, y Alazne Ugarte, de 6, miembros del grupo de danzas Otxandegi, participan en un espectáculo en Itzaltzu (Navarra).

Danguole Germaniene, joven lituana de 28 años, no fue diagnosticada de síndrome de Asperger, una enfermedad del espectro autista, hasta los 19.

La danesa Anna Olsen, de 17 años, que pretende ser la primera astronauta amateur de la historia, posa en un hangar de Copenhague.

El austriaco Markus Pausackerl, de 28 años, llega en moto justo cuatro minutos antes de entrar a la iglesia y casarse con Barbara Wilfinguer, el 6 de agosto de 2016.

sobre el autor

Durante el verano de 2016 Daniel Burgui Iguzkiza [Com 07] fue uno de los cinco periodistas seleccionados para formar parte de las embajadas itinerantes de la capitalidad europea de Donostia/ San Sebastián. Acompañado de dos técnicos, recorrió en bicicleta más de 3 700 kilómetros: desde el mar Negro, en Rumanía, hasta Pamplona (España), pa-

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sando por Serbia, Lituania, Hungría, Austria, Grecia, Italia, Dinamarca, Reino Unido, Francia y España. El objetivo durante el trayecto: registrar la rica diversidad de las personas que habitan Europa. Plasmaron en un blog esas experiencias y sus observaciones. Burgui ha cubierto emergencias humanitarias como terremotos, hambrunas o

tifones y ha documentado el éxodo de refugiados y migrantes en las fronteras europeas. Los embarcaderos clandestinos, los naufragios y muertes en Malta y Lampedusa protagonizaron el reportaje «En los fosos de Europa», publicado en el número 683 de Nuestro Tiempo en abril de 2014, que este periodista escribió con Paula Vilella [Com 08].

Tras haber cruzado Europa y visitado una docena de países, desde la costa de Groenlandia hasta el desierto de Somalia, comenzó a presentir lo que él denomina un «error narrativo». Según confiesa, «los periodistas hemos fallado en explicar la diversidad de matices y voces complejas que configuran nuestro mundo». Desde entonces se esfuerza por combatir ese relato parcial con la palabra y la fotografía.


Una familia italiana Cristina Ye, de 28 años, y Franco Hu, de 30, posan con su familia en un parque de Milán, cerca de su casa en el barrio de Bullona. De izquierda a derecha, Martín Hu, de 4 años, Justin Hu, de 9, y el pequeño de la familia, Kope, de un año y medio. Ellos y sus tres hijos son italianos. También los abuelos. Durante generaciones, tanto los padres de Cristina y Franco como sus abuelos han nacido y vivido en Italia. Al sur de su barrio, se encuentra el Chinatown milanés, un vecindario que se extiende entre los distritos 1 y 8 de la ciudad, donde desde 1920 se empezaron a establecer ciudadanos chinos que provenían de la provincia de Zhejiang o Cho-kiang, al norte de Shanghái. Los vecinos de esta barriada vivieron la revolución industrial en Milán, la Guerra Mundial, el fascismo y la crisis, como otros tantos italianos.

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ahora bien Enrique García-Máiquez

Éxito de emergencia

¿No es un signo inquietante, casi paranormal, que cada vez se admiren más cosas tan fantasmagóricas y aleatorias como el número de ventas, las visitas a un vídeo, los likes a una entrada de Facebook o los seguidores en Twitter? ¡Qué paradoja que ahora que la gloria se abarató tanto la valoremos más que nunca! No importa qué se diga o qué se sostenga. Viendo cómo te deja un virus en la vida real, cuesta trabajo entender que viral sea sinónimo de éxito. ¿O es que la expresión nos está haciendo una advertencia? La fiebre, si uno le pone el termómetro a la sociedad, se expande entre los periódicos más serios, en las editoriales más sólidas y hasta en las universidades más prestigiosas. Los estadistas se han convertido en encuestistas. Los juicios ponderados no entusiasman ni a unos ni a otros y, por tanto, producen menos fervor (a favor y en contra) mediático. La búsqueda del impacto acaba en hooliganismo y escándalo de diseño. Lo cual nubla el criterio de lo que es verdaderamente hermoso o bueno, sobre todo, pero de paso condena al obseso al El éxito está teniendo tanto éxito que, aunque fracaso, como una penitencia aparejada al pecado, un contracircunstancial y aleatorio, ha terminado siendo passo dantesco. El que admira el éxito imita al exitoso y entra el único criterio de éxito, valga la redundancia. en un bucle frenético. Hace lo que proponía burlonamente Quevedo a uno que quería que le persiguiesen las mujeres: se pone a correr por delante de ellas. Y ya no para, porque el éxito, L MÉTODO DE PENSAMIENTO etimológico como la rueda de la Fortuna, va sin solución de continuidad de (arrancar del origen de la palabra para filosofar souno al otro. bre el concepto) tiene una honda tradición (véase En los insólitos casos de éxitos auténticos (los hay) hay, Platón), una historia de campanillas (véase Isiay, mucho sufrimiento oculto y abnegado por detrás, mucho nadar contracorriente, mucha fe solitaria en una idea insólita. doro de Sevilla) y un prestigio rutilante (véase Heidegger). Sin embargo, con frecuencia, apenas sirve de ejercicio de esti- Haría una gran labor social un estudio extenso y fundamentado que demostrase lo que sabemos todos por sentido común: ramiento y calentamiento del pensamiento, una conveniente aquellos que han alcanzado el éxito perdurable y meritorio no convención para comenzar. lo han hecho casi nunca buscándolo y jamás imitando a los que Ahora bien, con la palabra éxito la etimología nos hace ya lo tenían, sino siguiendo su propio camino —arduo— hasta mucha falta, una de emergencia. El éxito es la salida, como encontrar una salida personal e intransferible. saben los ingleses (exit). No deberíamos olvidarlo nosotros Mejor, pues, ni buscar ni soñar el éxito, ni el volátil de las porque, en nuestras sociedades competitivas y estresadas, el éxito se está convirtiendo en el principio único, en los medios redes sociales ni el verdadero y analógico. Incluso es bueno temerlo un poco, supersticiosamente, porque es mentar a la del camino y en el móvil final. A nada se da la misma imporbicha, en cuanto que el de oro de ley ha de venir, si viene, tras la tancia. Tanta obsesión es síntoma: la salida se confunde con muerte. la victoria cuando uno está en medio de un Eso sí, tampoco hay que irse al otro extrehorrible laberinto, que es quizá lo que nos La pregunta del autor mo y adorar el fracaso, como también hacen esté pasando. Con la paradoja de que no veo algunos por desintoxicarse o por hastío o Minotauro más terrible que la obsesión por ¿Cuántas acciones a lo por lo de la zorra de las uvas. Ni tanto ni tan el éxito. largo de nuestra semana calvo. Kipling, en su poema «If», lo dejó Siendo la salida, lo suyo es que el éxito no tienen otro objetivo claro: ya te encuentres con el Éxito o con nos ocurra tras la muerte, como antaño. Los que la consecución de un el Fracaso, trata a esos dos impostores con griegos, aprovechando que sabían bastante micro-éxito mediático? idéntica indiferencia. «Nosotros, a lo nuesde laberintos y Minotauros, nos advierten tro» empieza a ser el lema que más necesita de que nadie puede considerarse feliz (esto una época perdida en un laberinto de espejos es, el éxito) hasta el día de su muerte. La mediáticos. El éxito sería, más que salir, no felicidad a mitad de camino puede torcerse @NTunav entrar por ahí. todavía, como vio claramente Edipo. Siendo Opine sobre este asunto en para después de la muerte, el éxito antes de Twitter. Los mejores tuits se tiempo puede convertirte en un fantasma, Enrique García-Máiquez [Der 92] es poeta y ensayista. publicarán en el siguiente número. @EGMaiquez como se dice coloquialmente y pasa con tanegmaiquez.blogspot.com.es ta frecuencia.

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Entrevista Creadores de opinión

Jorge Bustos «Vivimos una ola de neopuritanismo brutal que amenaza la libertad de expresión» texto Miguel Ángel Iriarte [Com 97 PhD 16] fotografía Manuel Castells [Com 87]

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Entrevista Creadores de opinión

Jorge Bustos Táuler (Madrid, 1982) dirige desde 2017 la sección de Opinión del diario El Mundo y pertenece a un grupo de columnistas jóvenes que, por el cuidado estilístico de sus textos, su carácter directo y sin complejos y su presencia en varios medios (tradicionales y digitales), se han convertido en referencias relevantes del panorama informativo en España. Participó en la Universidad en un encuentro organizado por el Instituto Cultura y Sociedad. En esta entrevista aporta sus impresiones sobre el presente y el futuro del periodismo y, en particular, acerca de la importancia del columnismo actual en la configuración de la opinión pública.

a Además de trabajar en El Mundo, usted colabora como comentarista político en programas de radio y televisión que suelen situarse en ámbitos políticos muy variados. En los últimos cuatro años ha publicado cuatro libros. El deporte también le interesa y escribe con frecuencia sobre él. Acude a presentaciones y conferencias para hablar sobre la escritura y el columnismo. Ante este panorama tan diverso, cabe preguntarse: ¿quién es Jorge Bustos? 22—Nuestro Tiempo  primavera 2018

Es una pregunta difícil. No soy fácil de etiquetar, ni siquiera por mí mismo. Precisamente esa ha sido mi conquista. Provengo de una tradición, de una familia y unos valores fácilmente etiquetables en la derecha tradicional y, al mismo tiempo, mi camino personal ha ido —sin romper con lo anterior— incorporando otros valores que serían susceptibles de situarse en otros espectros ideológicos si funcionáramos todavía con esas categorías, que creo que están siendo superadas. El siglo xx fue el del encono de las ideologías, y el siglo xxi tiene que ser un siglo más líquido, más mezclado. Ojalá sea el siglo de un humanismo revitalizado, aunque creo que la cultura humanística y la tradición de la lectoescritura están amenazadas. No sabemos todavía cómo va a salir. España —pensando en los votantes, en los políticos, en los periodistas— todavía es un país aficionado a los esquemas duros, rígidos, quizá por la tradición del honor calderoniano, de la limpieza de sangre, los siglos de Inquisición ahora reconvertidos en cotilleo ideológico, sentimental, político… Nos gusta etiquetar, nos gusta encasillar. Nos fallan los pies si no conse-

guimos saber quién es nuestro adversario y ubicarle bien. Y, si no encaja en nuestras estanterías, le metemos en ellas a martillazos. En muchos articulistas se da esta falacia del hombre de paja, que consiste en construir a tu adversario y caricaturizarlo a tu gusto para poder derribarlo. Pero no es tu adversario a quien atacas sino la caricatura que tú has creado. Así se destruyen algunas categorías muy fructíferas, desde mi punto de vista, como el liberalismo progresista, que hoy parece un oxímoron, algo así como la nieve negra. Pero hay grandes autores, desde Adam Smith, John Stuart Mill, pasando por Schumpeter, Revel, Orwell o Camus, que orbitan en torno a ese concepto liberal. Yo quisiera servir a esa línea, aunque dejando claro que soy un modesto proletario de la tecla que, eso sí, intenta llevar al periodismo un poquito del humanismo que aprendió en su familia y gracias a sus lecturas y a su vocación literaria. ¿Qué le llevó al periodismo profesional tras sus estudios de Filología? Para mí la universidad supuso un choque total. Yo venía de un colegio privado


religioso y llegué a la Facultad de Filología de una universidad grande como la Complutense en los años de la guerra de Irak y del Prestige. El impacto con la politización fue brutal, aunque muy fructífero, epifánico. Un choque en el que uno tiene que salvar lo que cree salvable de su bagaje e incorporar nuevas influencias, criticando aquello a lo que te enfrentas, acostumbrándote a ir a la contra. Sé que es una simplificación, pero en Filología me sentía en un mundo polvoriento, de una erudición estéril. Yo quería salir de allí, la verdad. Me encantaba el debate político y me encantaba el columnismo desde los catorce años. Pero cuando llegué al periodismo me sentí un poco desubicado porque es un campo de batalla a veces muy banal, muy superficial, de ambiciones muy cortas, donde algunos de los profesionales más afamados no leen un libro al año, y yo venía de todo lo contrario; leíamos cuatro o cinco clásicos por semana. Así que ando siempre como entre dos aguas. impulsos eternos que dan vida al periodismo Según usted, el periodismo atraviesa un momento en el que lo viejo no termina de desaparecer y lo nuevo no acaba de llegar. ¿Cómo describiría esta situación? Creo que hay que acotar el problema, que tiene más de industrial que de concepto. El periodismo estaba en Heródoto de algún modo y continuará en el futuro. Contar las cosas, analizarlas, explicarlas y llevarlas a un público es algo que se puede hacer de muchas maneras, pero que no puede morir. La actividad narrativa está enraizada en la antropología. Si algún día un chip hace que comprendamos de manera inmediata, quizá el periodismo muera, pero, mientras necesitemos la palabra para explicar el mundo, el periodismo tendrá su función. Otra cosa es el modelo industrial, que ha entrado en crisis por la revolución tecnológica, como han entrado en crisis otros sectores como los taxis. Internet es un meteorito mayor que el que trajo la imprenta de Gutenberg y altera el panorama.

Estamos en una era postindustrial. Pienso que hay que reformularlo todo pero sin grandes aspavientos apocalípticos. El ser humano y el modelo económico capitalista han demostrado suficiente capacidad de reinvención para asimilar los cambios de paradigma científico. A mí no me preocupa esa parte porque la crisis industrial del periodismo la arreglará un ingeniero en un garaje. Me preocupa que la gente siga acudiendo a los profesionales de la narración para enterarse de cómo va su país o de quién intenta manipularle. Espero que esos sean impulsos eternos. En este contexto, ¿qué cree que necesitan aprender los estudiantes de Comunicación en sus años de universidad? De entrada, mi consejo es que lean mucho, si pueden dos horas al día. Hay cuestiones técnicas que deben aprenderse —manejar programas informáticos, editar imágenes— pero ese no es mi mundo, ni creo que sea lo que el lector demande. Pienso que el lector del futuro esperará del periodista lo mismo que el del pasado, y eso es fruto del estudio y la lectura. En mi caso, si tengo mi trabajo actual, es por el estudio y la lectura. Mis conocimientos informáticos son infames. En cambio, he dedicado muchas horas y días a formar la capacidad de hablar. Son días pasados en casa leyendo. Esas horas te hacen capaz de utilizar el lenguaje, de dominarlo. Te vuelves expresivo para los demás, y esto es algo que el mercado premia. Yo fui consciente desde pequeño de que el manejo del lenguaje me iba a dar de comer. Me di cuenta de que para ser bueno en cualquier campo tienes que hablar bien; tienes que entender las frases más rápido que los demás, tienes que responder más rápido que los demás… Y todo eso solo se trabaja leyendo en soledad, apagando el móvil. Puede sonar reaccionario pero hay momentos en que lo apago y estoy dos horas leyendo. No es una acción nostálgica, melancólica: sé que eso me va a dar de comer en el futuro. Si no tienes nada que transmitir, los medios tecnológicos no sirven para nada.

Y eso hay que buscarlo en los clásicos y en los sabios actuales. ¿Piensa que el lector pagará por determinados contenidos periodísticos? La gente paga por consumir ficción. Basta ver lo que ha ocurrido con Netflix. Llegará un momento, después de una ola de gobiernos populistas que arruinen los países, en que la gente querrá información de calidad para no tener que votar a políticos que les engañan. El primer efecto de la llegada de Donald Trump fue el aumento de suscriptores de The New York Times. El periodismo siempre fue minoritario, no nos engañemos. Lo que ha muerto son las grandes tiradas de periódicos que superaban el millón de ejemplares en los años ochenta y noventa en España. Yo creo que se confeccionarán periódicos en internet personalizados con la ayuda de un algoritmo que mezclará las noticias, editoriales, reportajes y columnas adecuados a cada uno. Esperemos que no utilice la burbuja algorítmica que te aísla de la confrontación con cualquier idea ajena a tu perfil, sino que incorpore columnas y noticias que sean ideológicamente antagónicas al propio consumidor; así se le obligará a enfrentarse al cuestionamiento de sus propias ideas y sus prejuicios. Esa sería una gran aportación: una fusión de tecnología y humanismo que haría un gran servicio al lector. Pero el papel desparecerá. ¡No lo sé! En el sector editorial, por ejemplo, el libro de papel ha resistido al e-book. En cambio, los periódicos impresos sí están bajando. No sé si quedarán solo para el fin de semana. Quizá queden como un producto algo nostálgico, oloroso, bien hecho, que aporta «la experiencia de leer». A mí eso no me preocupa. Yo leo los periódicos en la tableta, aunque en la versión diseñada para la imprenta. Sobre esto ha teorizado bastante Arcadi Espada; es verdad que no se ha superado la inteligencia tipográfica como herramienta para decir al lector qué es lo importante: qué implica un titular a cinco columnas, etc. Te llega la primavera 2018  Nuestro Tiempo —23


Entrevista Creadores de opinión

información perfectamente organizada por profesionales del relato, los periodistas, y eso no es el scroll desordenado de una web. Yo creo que incluso en España, donde todavía no hay cultura de hacerlo, en el futuro una minoría pagará por los contenidos y se garantizará una supervivencia ilustrada del periodismo. ¿Qué importancia da a las redes sociales y, en particular, a Twitter en la formación de opinión hoy? Twitter es una reproducción a escala de la humanidad. No es ni heroica ni villana. En Twitter encuentras de todo. Es verdad que hay un inconveniente, que es el anonimato, pero lo que sucede en el mundo virtual es real. Un insulto en Twitter es un insulto, por mucho que tu nombre sea falso. Reconozco que a mí me ha ayudado, en los años que pasé en la precariedad (2013 y 2014), buscando cómo llegar a fin de mes, tratando de llegar a un medio que pagara mejor. Utilicé Twitter sin rebozo, haciendo propaganda de mis propios textos y no me salió mal. Al mismo tiempo te fajas en el ataque, en el contraataque, aprendes la condición del ser humano, te endureces, acabas generando una sana indiferencia ante la indignación permanente. Hoy en día he alcanzado una especie de ataraxia tuitera. Solo le dedico el tiempo que necesito para hacer comentarios que yo quiera y promocionar los artículos de las firmas de mi periódico. Entiendo que el periodismo y el entretenimiento se entremezclan, como siempre ha ocurrido, y por eso hago comentarios irónicos o jocosos y también análisis serios. De hecho, me han llamado partidos políticos enfadados por tuits que he publicado, pero esto ya no me condiciona. Quizá hace años lo hubiera hecho, pero ahora no. Creo que ahora que estoy en una posición más sólida, soy más independiente que cuando estaba intentando acceder a un puesto de trabajo estable. Junto a la autonomía uno nota también un ascenso de la responsabilidad; pasas del griterío adolescente de lanzar la piedra desde el anonimato a saber que, si lanzas una piedra, quizá le dé a una persona que 24—Nuestro Tiempo  primavera 2018

futuro para el periodismo

«Contar las cosas, analizarlas, explicarlas y llevarlas a un público es algo que se puede hacer de muchas maneras pero que no puede morir» humanismo

«Yo soy un proletario de la tecla que intenta llevar al periodismo un poquito del humanismo que aprendió en su familia y gracias a sus lecturas y a su vocación literaria» la audiencia

«Pienso que el lector del futuro esperará del periodista lo mismo que el del pasado, y eso es fruto del estudio y la lectura»

puede llamarte al día siguiente. Por eso, ayuda mucho hablar con los políticos de todos los partidos, ir al Congreso. Ayuda a no convertirse en un francotirador tuitero, que está en pijama, que no tiene contacto con la realidad y se pasa el día opinando. No hay que confundir la irrelevancia con la independencia. Algunas personas en el mundo digital —los blogs, los periódicos digitales— van de independientes porque dicen barbaridades pero, si no obtienes ninguna reacción del poder, si a nadie le importa lo que digas, es muy fácil ser independiente. Lo difícil es ser independiente cuando tus opiniones influyen y conforman la opinión pública; cuando ves tus textos replicados en boca de los tertulianos al día siguiente. Dicho esto, me está pasando que, cuanto más tiempo llevo como jefe de Opinión y, por tanto, más acceso tengo a opiniones muy diferentes (políticos, empresarios, a todo el barullo de la sociedad moderna compleja) más dudas tengo. Se supone que un jefe de Opinión debería ser alguien con ideas claras, que marque un camino, una línea editorial. En mi caso, creo que cada vez soy más consciente de la complejidad de todo. «neocolumnismo de extremo centro» Actualmente se habla de una nueva generación de columnistas en España. ¿Le gusta que le incluyan en ella? Me enorgullece. Algunos universitarios me han dicho que están estudiando columnas de David Gistau, de Manuel Jabois, mías…, y es un honor, aunque pienso que nos unen solo cuestiones generacionales, no tanto ideológicas ni estilísticas. ¿Hasta qué punto la figura de Francisco Umbral es una referencia para este grupo? El influjo de Umbral es inevitable: es una sombra totémica que se cierne sobre cualquier columnista porque él llevó la pose del columnista a su perfección publicitaria, lo mismo que Cela inventó el escritor publicista. La figura de Umbral no se puede esquivar, pero emular esa especie


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Entrevista Creadores de opinión

de soniquete adjetival cañí que él tenía no creo que sea lo más rescatable de Umbral. Personalmente prefiero quedarme con Trilogía de Madrid y con las reflexiones y percepciones más profundas de las que era capaz y no solo con comentarios de actualidad o de la Transición que tienen seguidores y emuladores —yo, desde luego, no estoy entre ellos; algunos buenos amigos míos sí—. Al mismo tiempo, Umbral era un producto de las lecturas que había hecho de las obras de Ramón Gómez de la Serna, César González-Ruano y otros autores. Es decir, Umbral no es el Adán del columnismo sino un eslabón más en una cadena de escritores anteriores con los que personalmente me identifico más. Por ejemplo, reivindico con frecuencia a Wenceslao Fernández Flórez y a Azorín en la crónica parlamentaria y, en general, creo que leer a los maestros es una obligación para evitar el adanismo. No puedes pretender inventar el columnismo. Hay que tener la modestia de leerlos y, al final de ese magisterio, quizá escribir algo decente. Algunas personas —por ejemplo el profesor Íñigo F. Lomana, autor de un artículo publicado en El Español— descalifican el modo de escribir de columnistas como usted, Arturo Pérez-Reverte, Juan Tallón y otros por practicar un estilo «que vive a caballo entre la taberna y la biblioteca» y combina lo coloquial y lo lírico de manera extrema. ¿Cree que su estilo cae en esos excesos? En su día leí ese artículo. Los autores y textos que se mencionan en él no se deberían valorar en conjunto porque son muy diferentes. Me parece un artículo con muchas trampas, probablemente dictado por la bilis. Pero hay una parte que comparto: la obsesión por lo que Juan Marsé llamaba la «prosa de sonajero». Es verdad que en muchos columnistas hay una obsesión por la forma en detrimento del fondo. Esto viene del Barroco y también está, por ejemplo, en Valle-Inclán. Esa es una crítica que yo comparto y que hago al umbralismo. 26—Nuestro Tiempo  primavera 2018

contenidos de pago

«Incluso en España, donde todavía no hay cultura de hacerlo, en el futuro una minoría pagará por los contenidos y se garantizará una supervivencia ilustrada del periodismo» periodismo de salón

«Ayuda mucho hablar con los políticos de todos los partidos. Ayuda a no convertirse en un francotirador tuitero, que está en pijama, que no tiene contacto con la realidad y se pasa el día opinando» destruir las trincheras

«El extremo centrismo se acabará convirtiendo en una etiqueta reivindicable. Es aquello de Ortega y Gasset, para el que izquierda y derecha eran dos maneras de ser imbécil»

En ese mismo artículo se les critica por tratar de mantener de manera algo forzada y postiza una equidistancia respecto a la derecha y la izquierda política. Se habla de ustedes como «neocolumnismo de extremo centro». ¿Qué le parece esa denominación? Tengo a gala pertenecer a ese «extremo centro», pero algunos grupos ideológicos actuales no toleran la idea de que el siglo xxi acabe anulando las actuales trincheras ideológicas. Por eso ha surgido el mantra que afirma que «quien dice que no es de derechas ni de izquierdas es de derechas». Eso lo dice el creyente de izquierdas porque necesita que su fe se mantenga, que el neomarxismo no haya sido superado, etcétera. Pero también a la derecha le interesan las trincheras. Hay un conservadurismo —que hemos visto en la victoria de Trump— que necesita un discurso reconocible del siglo xx con fronteras, con autoridad, con familia, con valores fuertes de la derecha que la posmodernidad ha ido diluyendo. Por tanto, la derecha tradicional y la izquierda paleomarxista se necesitan para seguir existiendo y no verse abocadas a enfrentarse a su propio sesgo cognitivo. Tratan de resucitar los viejos enfrentamientos de los siglos xix y xx y procuran que no se avance hacia donde vamos: un mundo sin ideologías. Pero es un hecho que la sociedad es de extremo centro. Yo creo que se acabará convirtiendo en una etiqueta reivindicable. Es aquello de Ortega y Gasset, para el que izquierda y derecha eran dos maneras de ser imbécil. Personalmente, tuve mi época de fanatismo, de creer que estaba en posesión de la absoluta verdad, de defender posiciones muy fuertes para gritarles a los demás que estaban equivocados. Y la vida te conduce a experiencias, lecturas y conversaciones que ayudan a matizar. Madurar es matizar. Al final acabas llegando a la conclusión de que el individuo está por encima de la ideología. De hecho, hay cierta derecha que me considera un traidor y hay cierta izquierda que me considera un fascista. Seguir jugando con esas etiquetas a mí solo me causa ternura; creo que están


perfil

Un influencer atípico Jorge Bustos procura mimar las palabras y la expresión directa de sus ideas, tanto en sus escritos como al hablar; evita las repeticiones, las muletillas y los rodeos. Va al grano con seguridad y dice que, en buena parte, debe esa actitud a que siempre fue un buen lector y «un empollón ejemplar». Desde pequeño quiso ser columnista de El Mundo o ABC, diarios que recibía su familia: «La gente a los catorce años quiere ser bombero, futbolista o modelo; yo quería ser columnista». Estudió Filología en la Universidad Complutense de Madrid, obtuvo veintitrés matrículas de honor y se licenció con Premio Nacional en Teoría de la Literatura. Al terminar la carrera trabajó en el periódico local El Distrito y en La Gaceta de los Negocios, y como freelancer en Real Madrid Televisión, Jot Down y Zoom News. Con una mezcla de pasión y necesidad, en esos años amplió sus intereses periodísticos: desde la crónica parlamentaria a los artículos sobre fútbol —se autodenomina «madridista narrativo»—, los comentarios políticos, los reportajes sobre asuntos culturales, etcétera. En 2015 llegó a la redacción de El Mundo y desde septiembre de 2017 es el jefe de Opinión de ese diario. Su columna se titula Considerando en frío.

Bustos participa como tertuliano de radio y televisión en Cope, Telecinco y La Sexta, y forma parte del consejo asesor de Fundéu —una institución asesorada por la Real Academia Española y patrocinada por la Agencia Efe y el BBVA que se creó en 2005 para cuidar la lengua castellana en los medios de comunicación—. Además, ha publicado cuatro libros. La granja humana (2015), El hígado de Prometeo (2016), Crónicas biliares (2017) y Vidas cipotudas: momentos estelares del empecinamiento español (2018). Ha descrito este último como un «desfile de hombres y mujeres excesivos», como el Quijote —personaje muy presente en sus obras—, «un representante del carácter español: por una parte, autodestructivo y, por otra, esperanzado». Para compatibilizar todas estas actividades, Bustos cree necesaria una especial autoexigencia: «Soy un obseso del sueño. Sé que si no he dormido bien no voy a escribir bien. Llevo una vida espartana. No podría resistir un solo día de trabajo sin mis siete horas y media de sueño». Además, busca momentos para desconectar de la vorágine en que vive y concentrarse: «Por ejemplo, en la redacción, que es completamente diáfana, tengo unos cascos

de insonorización para aislarme y leer o escribir». En El Mundo sus principales ocupaciones como jefe de Opinión son escribir los editoriales y encargar las tribunas: «Escribo muchos editoriales y los que no redacto directamente los superviso. Siempre es un trabajo de equipo, orgánico, anónimo. Por eso es una gran cura para el ego». Cuando se le pregunta si no es muy joven (35 años) para ocupar un puesto como el suyo, responde que Pedro J. Ramírez dirigió Diario 16 con 28. Ahora bien, puestos a elegir entre literatura y periodismo, no lo duda. Aunque es consciente de la gran oportunidad que supone su actual trabajo y su cierta notoriedad, dentro de unos años espera orientar su carrera profesional hacia la novela: «Muchos grandes autores —como Hemingway, por ejemplo— han advertido de que el periodismo hay que dejarlo a tiempo. Espero ser capaz de tomar esa decisión porque tengo una voz interior que me reprocha continuamente estar perdiendo el tiempo en contiendas electorales y otras historias cuando debería escribir novelas». «De momento —remata— estoy bien y trato de dar todo en cada artículo porque estoy convencido de que tú vales lo que vale tu última columna».


Entrevista Creadores de opinión

condenadas al fracaso porque le están saliendo telarañas a todo ese mundo. Por eso en Europa luchan ahora viejos partidos homogéneos con nuevos partidos mestizos… y en España lo veremos pronto. No creo que sea posible seguir pensando en esas categorías de autojustificación de izquierda y derecha, de tradición y modernidad, de catolicismo y progresismo, como si no pudieran estar mezcladas. ¿Hay algún asunto del que ve preferible no escribir o hablar por las repercusiones mediáticas o sociales que podría generar? Pienso que vivimos una ola de neopuritanismo brutal que amenaza la libertad de expresión. Por ejemplo, hay editoriales que contratan a lectores especializados en corrección política para purgar los manuscritos y evitar posibles escándalos posteriores con diferentes colectivos. Así matas la literatura. Decía Orwell que la literatura es un animal salvaje que no cría en cautividad. La cautividad puede ser comunista —la que criticaba Orwell— o puede ser identitaria de muchos tipos. Lo cual no significa —y en esto voy a discrepar de la derecha— que la corrección política no tuviera un sentido positivo de convivencia viendo dónde nos había llevado la intransigencia en el siglo xx. Es decir, el hecho de que se haya abusado del cuidado del lenguaje para no atacar a las personas homosexuales, para no ir contra las mujeres, para hacer el propio lenguaje más inclusivo, no significa que ahora tengamos que tirar todo eso por tierra y caer en las verdades del barquero que da un puñetazo en la barra. No. Está claro que hay que tener una responsabilidad al utilizar las palabras, y que si uno se equivoca tiene que pedir perdón y no puede ampararse en su libertad de «creador incomprendido». No creo en eso de «Yo soy políticamente incorrecto». Creo que, más bien, quien habla así es un estúpido y está demostrando que no tiene verdaderas razones profundas para defender sus opiniones y su incorrección. En ese sentido, discrepo de la derecha, que ha hecho de la incorrección política una especie de bandera. Ahora 28—Nuestro Tiempo  primavera 2018

neopuritanismo

«Con el patrullaje que ciertos colectivos hacen por los medios y las redes para purgarlas de opiniones que les ofenden, en nombre de la tolerancia instalan la intolerancia» visión optimista

«Que el ser humano haya alcanzado hace más de medio siglo la capacidad fáctica de destruir el planeta y no haya pulsado el botón ya es una señal para la esperanza» escuchar todas las voces

«Cuanto más tiempo llevo como jefe de Opinión y, por tanto, más acceso tengo a opiniones diferentes, más dudas tengo. Creo que cada vez soy más consciente de la complejidad de todo»

bien, en mi extremo centrismo, no caeré en el extremo opuesto, que pretende prohibir obras como Lolita por interpretarla como una apología de la pederastia. A eso me refiero con neopuritanismo: al patrullaje que ciertos colectivos —feministas, animalistas, multiculturalistas— hacen por los medios y las redes para purgarlas de opiniones que les ofenden. En nombre de la tolerancia instalan la intolerancia. Me parece que actitudes así atacan los cimientos de la cultura occidental desde Erasmo de Róterdam. No me verán ni en un sitio ni en el otro porque creo que la verdad no está en ninguno de ellos. Claro que hay que ser respetuosos en un momento en el que cada palabra puede alcanzar una expansión tremenda y llegar a cualquier sitio, pero también hay que evitar el otro extremo. De hecho, hoy día una gran parte del trabajo de personas que somos responsables de Opinión en medios es defender la libertad de opinión de nuestros escritores, de nuestras firmas, frente a los totalitarismos identitarios de cualquier minoría que quiera imponerse por razones de género, de raza, etcétera. En conjunto, ¿usted es optimista o pesimista? ¿Cree que vamos a mejor o a peor? Soy optimista. Pienso que de fondo se va imponiendo una línea de mejora humana y social. Esa línea general no está exenta de retrocesos catastróficos, como hemos visto en el siglo xx pero, precisamente porque eso ocurrió, ahora hay más voces comprometidas con el progreso verdadero para evitar ese abismo de los fanatismos, de los populismos. Pienso que hemos creado suficientes cortafuegos para impedir el retroceso. El hecho de que el ser humano haya alcanzado hace más de medio siglo la capacidad fáctica de destruir el planeta y no haya pulsado el botón ya es una señal para la esperanza. Si fuéramos tan irracionales, si estuviéramos poseídos por el fanatismo sin posibilidad de redención, este mundo habría desaparecido. En cambio, son los valores básicos del humanismo los que siguen guiando al periodismo. Si te apartas un poco del cuadro, verás que la luz está ganando. Nt


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Grandes temas El universo oscuro

¿sabemos realmente cómo es el universo? Los científicos estiman que el 95 por ciento del cosmos nos resulta totalmente desconocido. Nadie sabe con certeza qué es la materia oscura —que representa un 27 por ciento— ni la energía oscura —que supone un 68 por ciento— pero, paradójicamente, ambos conceptos ayudan a sostener en pie la teoría más aceptada sobre el origen y evolución del universo. texto Javier Burguete, catedrático de Física de la Universidad de Navarra

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Grandes temas El universo oscuro

la teoría de Lemaître, basada en los cálculos de einstein, generó nuevos interrogantes. si el universo tuvo un inicio, ¿qué hubo antes?

impresiona lo que nuestra civilización ha progresado en cuanto a comprensión de su entorno. Los avances de la ciencia, imparables y revolucionarios, han marcado grandes hitos en la interpretación de la naturaleza. En consecuencia, la tecnología ha podido desarrollarse a pasos agigantados en los dos últimos siglos, y ha mejorado ostensiblemente la calidad de vida en todas las culturas del planeta. No obstante, hay algunos aspectos en los que hemos retrocedido respecto a nuestros antecesores y, en gran parte, esto se debe a que una persona media de nuestra sociedad habita en zonas urbanas y se ha desconectado de la naturaleza. Su rutina diaria ya no está controlada por fuerzas fundamentales, sino que cree incluso poder dominarlas. Entre las maravillas de la Creación, nuestros antepasados contemplaban con fascinación el espectáculo ofrecido por los cielos nocturnos. Nosotros, inmersos en una atmósfera de luces artificiales, ya casi no alzamos la mirada, ni siquiera pensamos en su existencia. Vivimos centrados exclusivamente en esa capa esférica de apenas mil o dos mil metros de espesor en la que nos movemos sobre la superficie de la Tierra. Solo cuando la naturaleza nos demuestra su poder nos acordamos de lo que está bajo nuestros pies o sobre nuestras cabezas. La primera vez que un niño observa el firmamento se queda maravillado. Los adultos raramente lo hacemos, pero deberíamos dedicarle unos minutos durante alguna noche despejada. Busquen un lugar apartado de las luces de la ciudad y vuelvan a disfrutar de la experiencia. Mientras admiran la bóveda celeste llena de estrellas —una imagen de una riqueza increíble— es probable que les asalten varias preguntas: ¿qué son en realidad esos puntos brillantes?, ¿de dónde han venido?, ¿qué sabemos de ellos?, ¿cómo van a evolucionar? ¿universo en expansión o universo estacionario? La teoría más extendida hoy en día sobre el origen y la evolución del universo la formuló por primera vez monseñor Georges Lemaître. Basándose en las ecuaciones de la Relatividad general (1916) 32—Nuestro Tiempo  primavera 2018

de Albert Einstein, Lemaître publicó en 1927 su propuesta de un universo en expansión desde una configuración inicial donde toda la materia estaba concentrada en una pequeña región que él llamó el Huevo cósmico. En algún momento esa acumulación de materia explotó y dio lugar a nuestro cosmos. La hipótesis de Lemaître desbancó a la Teoría del universo estacionario, sin origen ni final, que era incompatible con los cálculos de Einstein, pero generó nuevos interrogantes. Entre ellos, uno crucial: si el universo tuvo un inicio, ¿qué hubo antes? La propuesta de Lemaître, que en su versión actual es conocida como Modelo cosmológico estándar, no fue aceptada con facilidad a pesar de las pruebas reunidas para corroborarla. Incluso en los años cincuenta había físicos partidarios del universo estacionario. En 1949, Fred Hoyle, por ejemplo, se refirió despectivamente al Modelo estándar como un big bang (gran petardazo), término vigente en nuestros días. Las evidencias del Modelo cosmológico estándar son muchas y muy sólidas. Una de ellas consiste en el desplazamiento al rojo de la luz emitida por las estrellas y galaxias remotas, similar a la disminución de la señal parpadeante de una ambulancia mientras se aleja, que ratifica que hubo una explosión inicial. Edwin Hubble confirmó este argumento en 1929, aunque hoy sabemos que Lemaître lo publicó dos años antes en una revista belga con muy poca repercusión al estar redactado en francés. Otra prueba de la explosión primigenia es la existencia de una radiación de fondo, residuo de la temperatura del big bang, según enunciaron George Gamow, Ralph Alpher y Robert Hermann en 1948, y demostraron Arno Penzias y Robert W. Wilson diecisiete años después. La temperatura actual del universo, que se ha ido enfriando al expandirse, se sitúa en 2.7 Kelvin [equivalente a −270,4 °C], muy poco por encima del cero absoluto. El hecho de que las mediciones de esa radiación se correspondan con el Modelo estándar con un gran nivel de precisión constituye uno de sus mayores refrendos. Dentro la Teoría estándar, tal y como la concebimos en la actualidad, el big bang no consistió en una


Si comprimimos la evolución del universo en un año, el big bang sucede a las 00:00 h del 1 de enero, y el Homo sapiens aparece a las 23:50 h del 31 de diciembre.

explosión de materia en un lugar concreto del espacio, sino que fue el propio espacio el que explotó, y continúa en expansión desde entonces. En este marco, todas las galaxias se están alejando unas de otras, por lo que no es posible definir un punto como centro donde comenzó todo, y tampoco cabe plantearse qué existía antes de la explosión, porque simultáneamente al espacio comenzó a transcurrir el tiempo. Según los datos más aceptados hoy, el big bang aconteció hace 13 800 millones de años, un periodo increíblemente grande, mientras que la aparición del Homo sapiens ocurrió hace solo 300 000 años. Si comprimiéramos la evolución completa del universo en un año natural, el big bang sucedería a las 00:00 h del día 1 de enero, y el Homo sapiens se dejaría ver diez minutos antes de la medianoche del 31 de diciembre. El Sol se creó hace unos 4 600 millones de años, hacia el 1 de septiembre. Toda nuestra historia transcurre, por tanto, en los últimos segundos de ese lapso imaginario. La evolución del universo ha ido atravesando diferentes épocas. Tras una Edad Oscura aparecieron las primeras estrellas, e inmediatamente las primeras galaxias. Esa primera generación de estrellas quemó mediante fusión nuclear el hidrógeno que se originó en el big bang y produjo helio. Cuando las estrellas agotaron su combustible de hidrógeno, comenzaron a quemar helio y luego carbono, hasta que finalmente algunas de ellas estallaron. Esas explosiones se consideran esenciales para la génesis de la vida. Las estrellas —«verdaderos alquimistas galácticos», como las ha calificado Ignacio Ferreras, profesor del Mullard Space Science Laboratory del University College London— produjeron los elementos pesados imprescindibles para la existencia. En ese sentido, resulta apasionante imaginar que la mayoría de los átomos de nuestro cuerpo proceden de la muerte de alguna estrella, o que el hidrógeno proviene directamente del big bang. Al propio Sol se lo describe como una estrella de tercera generación, lo cual significa que se creó a partir de materia derivada de las explosiones de otras

estrellas. Simultáneamente al Sol se formó el sistema solar, incluido nuestro planeta, y dio lugar a un entorno en el que la vida pudo desarrollarse. la misteriosa materia oscura. Desde los años setenta del siglo pasado empezaron a publicarse datos que no cuadraban con el Modelo estándar; entre ellos, la velocidad de rotación de las galaxias. Según las mediciones realizadas por la astrónoma Vera Rubin, las estrellas giraban a una velocidad inexplicable. Cualquier objeto que gire rápidamente alrededor de un punto central tiene una querencia a alejarse del eje de rotación, por lo que hace falta una fuerza que le retenga en su lugar. En el caso de las galaxias, la gravedad retiene a las estrellas en su giro. Tras medir la velocidad de rotación de decenas de galaxias de espiral, del mismo tipo que la Vía Láctea, Rubin concluyó que las estrellas más alejadas del centro galáctico se movían igual de rápido que las más cercanas, y que era necesaria una fuerza gravitatoria muy intensa. Pero la materia que conocemos presente en las galaxias no es suficiente para explicarla. El único modo que han encontrado los astrónomos de justificar este comportamiento es proponer la existencia de un conjunto de materia que no podemos ver ni registrar, porque no emite ningún tipo de radiación electromagnética, llamada materia oscura. Los cálculos de la Dra. Rubin constituyeron la primera prueba observacional de la materia oscura, un término usado por primera vez por Fritz Zwicky en 1933 para explicar las anomalías gravitacionales y el comportamiento inusual de un cúmulo de estrellas. Numerosos científicos consideran la materia oscura un componente esencial del cosmos. Sin embargo, un estudio publicado el 28 de marzo en la revista Nature desafía las teorías de formación de las galaxias. Un equipo de investigadores, encabezado por Pieter van Dokkum, astrofísico de la Universidad de Yale (EE. UU.), ha hallado una galaxia —NGC 1052-DF2— a sesenta y cinco millones de años luz sin apenas materia oscura. pasa a la página 36 > primavera 2018  Nuestro Tiempo —33


El misterioso Ojo de Gato. Su nombre técnico es NGC 6543, pero se suele denominar como Nebulosa Ojo de Gato: es uno de los objetos estelares conocidos más complejos, debido a las particularidades de su estructura, compuesta por diversas capas cuya formación ni siquiera los astrónomos han entendido completamente todavía. foto: nasa / hubble st.

La fotografía más antigua de nuestro universo. En marzo de 2004 el telescopio espacial Hubble mostró por primera vez cómo eran las galaxias más antiguas, formadas después de la Edad Oscura hace trece mil millones de años. La imagen es conocida como Campo Ultra Profundo. foto: s. beckwith & the hudf working group (stsci), hst, esa, nasa. 34—Nuestro Tiempo  primavera 2018


El nacimiento de las estrellas. En este cúmulo estelar llamado NGC 602, cerca de la Pequeña Nube de Magallanes, millones de estrellas jóvenes emiten radiación y energía en forma de ondas que erosionan el material que las rodea creando formaciones visualmente interesantes. El tamaño de lo que se ve en la imagen abarca doscientos años luz de lado a lado.

Las Antenas de ALMA. El Atacama Large Millimeter/Submillimeter Array (ALMA) se encuentra en la meseta de Chajnantor, en los Andes chilenos. En el centro de la imagen pueden verse la Pequeña y la Gran Nube de Magallanes, dos galaxias vecinas de la Vía Láctea, como dos manchas luminosas en el cielo nocturno. primavera 2018  Nuestro Tiempo —35


Grandes temas El universo oscuro

Resulta paradójico que la teoría más aceptada sobre el universo necesite de conceptos difíciles de evidenciar como la materia y la energía oscuras.

< viene de la página 33

Lo más sorprendente en este contexto es que la materia oscura se erige como uno de los grandes misterios del universo. Nadie sabe lo que es, ya que aún no se ha conseguido detectar de manera directa ni descubrir de qué está hecha. el poder de la energía oscura. Otro concepto que cuestiona el Modelo cosmológico estándar surge al comparar las distintas velocidades con que se alejan las estrellas y galaxias unas de otras. Como la luz viaja con una velocidad finita, la que proviene de galaxias muy lejanas abandonó su fuente hace miles o incluso millones de años. Partiendo de este hecho, se puede estudiar cómo ha variado la velocidad de expansión del espacio. En 1998 Brian Schmidt, Adam Riess y Saul Perlmutter descubrieron algo insólito: que el universo no solo crece, sino que lo hace cada vez más deprisa. Según los científicos, galardonados con el Premio Nobel de Física 2011, la causante de esa expansión acelerada es la denominada energía oscura: una fuerza, cuyo origen o naturaleza tampoco conocemos, que empuja al espacio conforme se expande. Para que tanto la materia oscura y la energía oscura puedan explicar esos procesos, es necesario que constituyan una fracción muy importante del universo. Se piensa que en el momento del big bang casi dos tercios era materia oscura. En la actualidad, un 26,8 por ciento del cosmos podría estar formado por materia oscura, y la energía oscura podría representar el 68,3 por ciento. La materia ordinaria, la que podemos ver y tocar, únicamente se limitaría a un 4,9 por ciento del universo. Esta estimación proviene del primer mapa de la radiación del fondo cósmico (restos de la radiación del big bang) que presentó la Agencia Espacial Europea (ESA) en marzo de 2013 como resultado de la misión del telescopio espacial Planck. «Es el retrato más preciso de la infancia del universo —afirmó el astrofísico Álvaro Giménez, entonces director de Ciencia y Exploración Robótica de la ESA— y ha ayudado a comprender mejor su evolución». Resulta paradójico que la teoría más aceptada sobre el universo cuente con pruebas tan robustas sobre 36—Nuestro Tiempo  primavera 2018

su validez pero que simultáneamente necesite de conceptos difíciles de evidenciar como la materia y la energía oscuras. los límites de la visión actual. Ya en 1814 Pierre-Simon Laplace planteó que, si un intelecto pudiera conocer todas las fuerzas de la naturaleza y las posiciones de todos los cuerpos que la componen, sería capaz de asociar en una sola fórmula desde el movimiento de los cuerpos más grandes hasta el más minúsculo átomo. A ese intelecto, para el que «nada sería desconocido» y que tendría acceso «a todo conocimiento futuro o pasado» se le llamó el Demonio de Laplace. A finales del siglo XIX, Henri Poincaré demostró la imposibilidad de tal demonio. Incluso un problema relativamente simple como la dinámica de tres cuerpos bajo la acción de la gravedad es caótico por naturaleza. Cualquier pequeña variante en la situación inicial hace que la evolución a largo plazo sea radicalmente distinta y, por lo tanto, impredecible. En un sistema complejo, que involucra a una gran cantidad de cuerpos, y donde aparecen propiedades y dinámicas nuevas cuando se combinan muchos elementos, este aspecto cobra todavía mayor importancia. Hoy en día, el mundo físico queda descrito por dos grandes modelos que funcionan muy bien por separado y que se complementan. Por un lado, la Relatividad general, que ha sido confirmada en todas sus predicciones (la última, las ondas gravitacionales detectadas por los observatorios LIGO en 2015). Por otro, la Teoría cuántica de campos, que agrupa a las otras tres fuerzas fundamentales de la naturaleza —las fuerzas electromagnéticas y las fuerzas nucleares débil y fuerte—. En los últimos años han sido incesantes los esfuerzos orientados a alcanzar una Teoría de gran unificación o Teoría del todo que reúna en un solo marco las fuerzas que gobiernan el mundo físico. Podemos afirmar que hasta ahora estos intentos han fracasado. Incluso una corriente minoritaria de físicos cree que se trata de una utopía inalcanzable y esgrimen diferentes razones, como las basadas en el Teorema de incompletitud (1931) de Gödel.


hasta ahora han fracasado los esfuerzos orientados a alcanzar una Teoría del todo que reúna en un solo marco las fuerzas que gobiernan el mundo físico. nuevas hipótesis cosmológicas. Todo lo dicho hasta ahora hace referencia a un modelo del universo. No es el universo. En ciencia, cualquier modelo está sometido a revisión, y futuras evidencias pueden desatar una revolución que nos obligue a reconsiderar nuestra visión del cosmos. De hecho, la propia existencia de la materia y energía oscuras se debaten en la actualidad. Recientemente han surgido hipótesis, más o menos novedosas e impactantes, que ponen en entredicho principios básicos de la Física. Una de ellas, propuesta por André Maeder, insinúa que la gravedad se comporta de manera ligeramente diferente cuando las distancias involucradas son del orden del tamaño de una galaxia. En este contexto, la materia oscura no sería necesaria. No obstante, una alternativa que proponga un cambio tan radical necesita de pruebas como mínimo igual de sólidas que las que dan soporte a la teoría aceptada. También han emergido planteamientos que se basan en el Principio holográfico, postulado por Gerard ‘t Hooft y Leonard Susskind en los años noventa. Según esta teoría, la realidad que percibimos como tridimensional podría explicarse mediante un modelo holográfico bidimensional, donde las propiedades presentes en un volumen quedarían determinadas por la información de su frontera. Este principio aportaría una perspectiva original para estudiar fenómenos que no entendemos, ya que expresa la fuerza de gravedad como una propiedad emergente, resultado de la interacción de un gran número de elementos, en lugar de como una fuerza fundamental. Aunque no tienen todavía un marco definido, no deja de ser estimulante asistir a la discusión de estas teorías. Precisamente la última que ha ocupado los titulares de los medios de comunicación se asienta sobre el Principio holográfico y afirma que la teoría de la inflación eterna, una extensión del big bang que predice que nuestra realidad accesible es una burbuja en un universo en inflación eterna donde coexisten múltiples burbujas o multiversos, sería errónea. Según el trabajo de Stephen Hawking (1942-2018) publicado a título póstumo, esos otros universos deben ser muy similares al nuestro. «Predecimos que nuestro universo,

a gran escala, es razonablemente liso y globalmente finito», afirmó en el Journal of High Energy Physics, del Reino Unido. Hawking elaboró este modelo cosmológico durante veinte años con su colega Thomas Hertog, del Instituto de Física Teórica de Lovaina (Bélgica), y ambos lo presentaron a la revista diez días antes de que el primero falleciera el pasado 14 de marzo. El astrofísico británico dedicó su vida a tratar de hallar con una firme convicción el origen del cosmos: «Solo somos una raza de primates en un planeta menor de una estrella ordinaria, pero podemos entender el universo». Pero volvamos al punto de partida. Recuperemos uno de los privilegios de las generaciones pasadas, cuando no había luces artificiales. Recuperemos ese don de admirar nuestro entorno. Por cada punto brillante, pensemos en la cadena de sucesos que ha llevado a la aparición de las primeras estrellas, a su destrucción, a la formación de nuevas generaciones de astros, de los planetas, de las supernovas y de los elementos pesados, y en cómo todo esto ha permitido que disfrutemos de este universo. Es realmente emocionante pensar en todas las maravillas que están esperando ahí fuera, y todos los desafíos que aparecerán en el futuro para poder darles cabida en nuestra explicación de la naturaleza. Hay modelos con aproximaciones muy diversas. Por ejemplo, la concepción del universo en la mitología hindú se basaba en una Tierra plana que soportaba una bóveda de estrellas. Actualmente nos parece una visión muy simplista, poco resistente a objeciones elementales: si así fuera, ¿qué habría debajo de la superficie terrestre? La solución que proponen es una huida hacia delante, eso sí, llena de belleza: el mundo se apoya sobre cuatro elefantes. Y entonces, ¿qué hay debajo? Una tortuga gigante que nada en el océano. Hoy nuestra percepción del cosmos ha evolucionado. Pero este conocimiento no nos debe volver arrogantes: hemos descubierto muchas capas, pero, como los hindúes, seguimos sin saber qué hay debajo. Los próximos años nos mostrarán qué ideas sobreviven y qué nuevas teorías se incorporan a nuestra forma de concebir el universo. Nt

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firma invitada Luis Hernández Guijarro

Rentabilidad, valores, riesgo y bien común

principios, como, por ejemplo, la fabricación de armas químicas, las minas antipersona, las bombas de racimo, el entretenimiento inadecuado de adultos, el tabaco, el alcohol, los organismos modificados genéticamente, etcétera. Esta lista de negocios excluidos por ir en contra de determinados valores es la más habitual, y la empresa Morgan Stanley Capital International la toma como referencia en la elaboración de sus índices SRI. Otro ejemplo de esta orientación de la inversión es que algunas entidades seleccionan valores excluyendo de un índice bursátil los opuestos a la doctrina social de la Iglesia católica o aquellos que no siguen las directrices de inversión socialmente responsable de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos. Una vez descartadas las compañías en las que no dejar su dinero, el inversor puede ir más allá y seleccionar aquellas que tengan las mejores calificaciones en su sector en aspectos ambienLas compañías cada vez informan más sobre tales, sociales y de gobierno corporativo y que además cumplan con estándares internacionales, como los recogidos por la ONU: sus impactos y sus políticas relacionadas con empleados, clientes, proveedores y comunidad, algo los de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre los derechos de los trabajadores; los Principios de Gobierno Corque aporta al inversor un conocimiento valioso. porativo, de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), etcétera. Existen agencias de ratings [evaluaciones] de Sostenibilidad n el modelo económico actual existe un exy ratings ESG (Environmental, Social and Governance) que hacen cesivo enfoque a corto plazo. Prevalecen preguntas esta selección y valoración otorgando unas calificaciones según como «¿Cuántos beneficios publicamos el próximo sus metodologías propias. De esa manera, el inversor puede eletrimestre y qué mensaje y expectativas enviamos a los inversores ?» o «¿Cómo minimizar las sanciones y el impacto gir vehículos de inversión que implícitamente tengan ya hecha la exclusión y selección de empresas con dichos ratings. reputacional si nos han descubierto malas prácticas?» en dePor último, podemos seleccionar inversiones con alguna trimento de cuestiones como «¿Es nuestro modelo de negocio actual sostenible?», «¿Estamos preparados para las necesidades medida del impacto social, como por ejemplo en España —los bonos sociales del Instituto de Crédito Oficial (ICO)— o en el de nuestros clientes a medio y largo plazo?» o «¿Cómo contriReino Unido —bono social para mejorar la inclusión social de buimos a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU?». expresos—, o del impacto medioambiental —bonos verdes—. En este contexto, las inversiones pueden ser un instrumento Nuestras inversiones, además de beneficiar a nuestro bolque supere esa lógica cortoplacista. sillo y a nuestro corazón, pueden generar un impacto social y Todos —expertos o no en economía— somos cada vez más medioambiental positivo medible que contribuya al bien común conscientes de la existencia de factores extrafinancieros que en forma de más empleo, inclusión social y financiera, acceso a afectan al presente y al futuro de las empresas y a su impacto en agua potable, por una parte, y menor malnula sociedad. Estos factores son, por ejemplo, trición infantil, contaminación, corrupción aquellos relacionados con asuntos ambientaLa pregunta deL autor o evasión fiscal, por otra. Una muestra de la les, sociales y de gobierno corporativo (ASG). concienciación de la necesidad del cambio Tenerlos en cuenta a la hora de invertir, ¿Puede ser la inversión de modelo son el Acuerdo de París (2015) y además de los elementos financieros tradifinanciera un motor de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, así cionales, es lo que se conoce como Inversión cambio social? como los esfuerzos que se están poniendo Socialmente Responsable (ISR). Si, además, por cumplirlos. Nuestras inversiones pueden se busca una intención de impacto positivo convertirse en un motor para el cambio desde medible en la sociedad y en el medio ambienel modelo económico actual hacia otro en te, se le llama Inversión de Impacto (Social el que la persona sea el centro y se respete la Responsible Impact Investing o SRI). @NTunav casa común. Los inversores estamos legitimados para Opine sobre este asunto en destinar nuestros ahorros a compañías que Twitter. Los mejores tuits se Luis Hernández Guijarro [Eco 99 PDD IESE 16], gestor nos ofrezcan una rentabilidad ajustada al riespublicarán en el siguiente número. de Fondos de Esfera Capital Gestión SGIIC. go que queremos asumir y, además, que no http://luishernandezguijarro.blogspot.com.es/ se dediquen a negocios contrarios a nuestros

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Grandes temas El momento Peterson

Un profesor contra la corrección política En los últimos dos años, el escritor canadiense y profesor de Psicología en la Universidad de Toronto Jordan B. Peterson (Edmonton, Canadá, 1962) ha construido un discurso firme y a contracorriente sobre cuestiones controvertidas del pensamiento actual. Además, lo ha hecho llegar a un público amplio, a través de la distribución en las redes sociales de sus clases, conferencias y publicaciones y del contacto directo con personas que discrepan de sus ideas. texto Alberto Nahum García [Com 00 PhD 05]


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foto: jonathan castellino


Grandes temas El momento Peterson

El valor de unos principios «El tirón popular de Peterson evidencia que los principios, en un entorno intelectual dominado por el cinismo y el relativismo, cotizan al alza. Su imagen se ha agigantado porque se ha complicado la vida por unas ideas que considera justas»

jordan b. peterson decidió enfrentarse al dragón. El 27 de septiembre de 2016 gritó basta. Armado con coraje intelectual y verbo preciso, grabó el vídeo de YouTube que le cambiaría la vida: «Un profesor contra la corrección política». Ahí nacía —aunque su éxito llevaba tiempo cociéndose— el intelectual liberal-conservador más decisivo de los últimos años. Decisivo no tanto por la profundidad o la originalidad de su pensamiento, sino por la eficacia y el alcance de su mensaje. La implosión del fenómeno Peterson prende al calor de la última de las escaramuzas en las guerras culturales, esas que —salvo ciertas resistencias anglosajonas en el asunto del aborto— la izquierda ideológica parece ganar por goleada en la esfera pública. La batalla más reciente tiene que ver con la transexualidad y la elasticidad del género. En este entorno —ejemplo ilustrativo de las políticas de identidad que asuelan los campus universitarios— hay activistas que, al no encontrar acomodo en lo que denominan el género binario (masculino/femenino), demandan que la gente se refiera a ellos empleando su pronombre escogido; es decir, el que debe manejar el hablante al emplear la tercera persona: elle, en español (en lugar de los tradicionales él o ella), ze, xe o they, en inglés (en lugar de she o he). La terminología no está aún del todo definida. 42—Nuestro Tiempo  primavera 2018

El problema para Jordan Peterson vino cuando el Gobierno regional de Ontario quiso aprobar una ley (la Bill C-16, en otoño de 2016) que calificaba como delito de odio el no utilizar ese pronombre escogido. Mediante una matizada argumentación, Peterson denunció que su problema era con el «habla obligatoria», esto es, con que le forzaran a emplear lo que denomina como neologismos nacidos de un laboratorio ideológico y emboscados en la trampa de la compasión. En un mundo de fast food intelectual y lapidaciones tuiteras, el razonamiento de Peterson fue inicialmente repelido por el establishment canadiense, que se afanó en aplicarle el sufijo -fobo, una terminación de probada radiactividad social. Jordan Peterson, conviene recalcarlo, no se oponía a la condición transexual de nadie e, incluso, aceptaba usar esos nuevos pronombres si una persona se lo pedía. Simplemente, no toleraba la obligatoriedad; es decir, que el poder político impusiera qué se tenía que decir, de la noche a la mañana, por ley, siguiendo las indicaciones de unos activistas. Un paralelismo: es como si, de repente, el Gobierno español decretara que quien no desdoble continuamente el género gramatical («todos y todas») en sus comunicaciones públicas está incurriendo en un delito de odio contra la mujer. Una negociación lingüística entre particulares pasaría, entonces, a convertirse en discurso obligatorio.


mucho más que una cuestión gramatical. Aquello fue la llama que encendió la mecha. A Peterson le llovió de todo, desde manifestaciones de estudiantes airados hasta advertencias de su propia universidad. Pero aquel vídeo no era un exabrupto sino una madurada reacción ante los excesos de la izquierda posmoderna en el ámbito público. Peterson había estudiado durante más de una década la psicología del totalitarismo nazi y comunista y la Bill C-16 era la gota que colmaba el vaso. Él detectaba ahí una semilla totalitaria y decidió tratar de atajarla de raíz, evitando contribuir a su florecimiento. Dijo basta, en una suerte de alarde churchilliano. Allá donde acudía a defender sus ideas llevaba este planteamiento hasta las últimas consecuencias. Por ejemplo, así cerraba un acalorado debate en la televisión de Ontario, pocos días después de su irrupción en la esfera pública: «Si me multan, no pagaré. Si me encarcelan, me pondré en huelga de hambre. No voy a hacerlo. Y punto. No voy a usar las palabras que otras personas me obligan a usar. Especialmente si se trata de palabras inventadas por ideólogos de extrema izquierda». Peterson aguantó la tormenta durante meses, debatiendo con sus críticos en radios, televisiones, redes sociales e, incluso, en los propios campus donde algunos radicales boicoteaban sus charlas, gritándole nazi, supremacista e intolerante. En la configuración

del icono Peterson siempre resonará el eco de su figura —ataviado con tirantes y remangada la camisa— respondiendo con templanza a un grupo de estudiantes que le chillaban, coléricos, todo tipo de epítetos. O aquella otra vez en la que, ante el boicot violento, se le ve gritando a pleno pulmón, a cielo abierto, terminando en la calle la conferencia que le habían reventado y reivindicando por qué la libertad de expresión es la columna vertebral de cualquier sociedad abierta y civilizada. Tamaña exhibición de coraje intelectual y resistencia a la turba propulsó su meteórico despegue. Mucha gente, especialmente jóvenes, conectó con un tipo que desafiaba con argumentos la espiral del silencio impuesta por la corrección política. El tirón de Peterson evidencia que los principios, en un entorno intelectual dominado por el cinismo y el relativismo, cotizan al alza. Su imagen se ha agigantado porque se ha complicado la vida por unas ideas que considera justas. Podía haber mirado para otro lado. O convencerse, como tantos, de que la equidistancia es siempre una virtud. Sin embargo, como ha repetido en numerosas ocasiones, la izquierda radical es insaciable: cada nueva andanada implica una nueva cesión de quienes piensan diferente. Peterson se cansó de ceder siempre en la misma dirección. Se plantó. Y el tiempo le ha dado la razón. Frente a los dogmas de las políticas primavera 2018  Nuestro Tiempo —43


Grandes temas El momento Peterson

Etiquetas escurridizas «Es indudable que Peterson se acerca ideológicamente a los postulados de un liberalismo clásico. Sin embargo, dista de declararse un enemigo del Estado, como muchos libertarios»

identitarias, Peterson reivindica la identidad individual; frente a los ataques de las élites culturales, apuesta por rescatar la grandeza de los cimientos de la sociedad occidental. Sus batallas culturales son variadas: desde el constructivismo sexual hasta el derecho a disentir en el mercado de las ideas, desde las discrepancias biológicas y psicológicas entre hombre y mujer hasta el benéfico papel de la religión en la configuración de las comunidades humanas. un estilo propio. Y lo hace desde un porte erudito, rápido de reflejos, respetuoso pero implacable en la réplica. Peterson es un buen orador y contador de historias. Incluso posee un punto simpático, como demuestra la extraordinaria popularidad —carne de meme— de uno de sus consejos: «Ordena tu habitación», una llamada metafórica a que los millennials activistas mejoren lo que tienen alrededor antes de aspirar a la revolución social cegados por la simplificación ideológica: «Si ni siquiera puedes mantener tu habitación ordenada, ¿quién demonios eres para dar consejos [económicos y sociales] al mundo?». Escuchar una de sus clases —todas en abierto y gratuitas, en YouTube y podcasts— es dejarse envolver por un razonamiento divulgativo, que una y otra vez se detiene para anticipar y refutar las posibles críticas. Sus charlas, siempre sin papeles, mezclan 44—Nuestro Tiempo  primavera 2018

su experiencia clínica, la investigación académica en Psicología y la interpretación jungiana del mito. Improvisa, pensando en alto, de modo que la audiencia casi puede escuchar los mecanismos de su mente en funcionamiento. Así ha conectado con millones de personas de todo el mundo, gente razonable y tan normal como los demás, cansadas de ser tildadas de racistas, machistas, tránsfobas o privilegiadas por el mero hecho de pensar diferente o, simplemente, por haber nacido hombres y blancos. Y lo ha logrado empleando con tino las herramientas que las tecnologías digitales permiten: tiene un millón de seguidores en YouTube y sus vídeos suman cerca de cincuenta millones de visualizaciones. Además, su popularidad le ha permitido contar con un ingente apoyo económico por parte de sus seguidores que él ha invertido en realizar más y mejores vídeos, viajar para entrevistarse con otros profesores, subtitular sus clases a decenas de idiomas y transcribir sus largas conferencias sobre los mitos bíblicos para que puedan ser accesibles en todos los formatos. Si a este despliegue le sumamos los fragmentos que otros cientos de cuentas emiten —tanto por entrevistas en multitud de podcasts y programas online, como por remix que los fans realizan de sus propios vídeos—, el alcance de sus mensajes resulta vertiginoso. Su ubicuidad online abruma.


foto: the epoch times

No en vano, su producto más visitado es una entrevista en el Channel 4 británico, no una pieza de su propio canal de YouTube. La entrevista que le hizo la aguerrida Cathy Newman en enero se hizo viral. La presentadora se empeñaba en atizar a un hombre de paja, presuponiendo que las tesis de Peterson eran machistas e intolerantes. Las calmadas respuestas de Peterson —reivindicando matices, aportando datos, corrigiendo asunciones, citando estudios científicos— dejaron repetidamente en evidencia los prejuicios de Newman, desconcertándola hasta la zozobra cuando la puso ante su espejo: la libertad de expresión también podía resultar muy incómoda, pero es imprescindible para poder pensar y buscar la verdad; un ejemplo de pensamiento práctico ejecutado sobre la propia periodista. La entrevista, además de propinar un nuevo empujón a la fama de Peterson, explica otra de las razones de su éxito: su capacidad para articular ideas que las élites mediáticas consideran «incorrectas» o «atrasadas». De hecho, Peterson es uno de los máximos exponentes de lo que el matemático norteamericano Eric Weinstein denominó la «web profunda intelectual». Se trata de un grupo de periodistas, académicos e, incluso, cómicos que están aprovechando las posibilidades de internet para pensar en alto, sin las constricciones editoriales y de tiempo

propias de los medios tradicionales. Son personas de filiaciones ideológicas muy diversas —desde el ateísmo socialdemócrata de Sam Harris hasta el conservadurismo pop y desacomplejado del judío Ben Shapiro— que apenas comparten dos grandes rasgos: su crítica a la izquierda cultural posmoderna y su insobornable defensa del debate y el free speech. Así, Peterson ha crecido gracias a las conversaciones de más de tres horas que realiza el cómico Joe Rogan o las entrevistas largas de Dave Rubin en YouTube. Al ser formatos extensos —para ver en el móvil o escuchar mientras uno conduce—, la posibilidad de desplegar pensamientos complejos y aplicar matices resulta estimulante para el receptor. El caso del techo de cristal —las condiciones que impiden la presencia de más mujeres en puestos directivos— es un ejemplo señero de la potencia argumentativa de Peterson. Este asunto ocupó, por ejemplo, buena parte de la famosa entrevista con Cathy Newman. Si uno espera el maniqueísmo de un eslogan o un tuit, quedará decepcionado. Sin embargo, si uno dedica unos minutos a escucharle, descubrirá —apoyado en estudios científicos, ejemplos sacados de su consulta psicológica y una argumentación refinada que habitualmente parte de la biología evolutiva— que el sexo es solo uno más entre los muchos factores que explican ese techo de cristal. primavera 2018  Nuestro Tiempo —45


Grandes temas El momento Peterson

— Titulito. Omnimincium velesci milloremquo to iliam eate necabor uptatec toribus. Ebissin ulliquam quam soluptis sun— Aunque célebre tur,Mediático. ulloren desenis evelitas ex gracias elenis. a YouTube, Peterson aparece cada vez en más medios tradicionales, tanto de derecha (Fox) como de izquierda (HBO). Su aparición más viral fue la entrevista con Cathy Newman (Channel 4, en la imagen).

difícil de etiquetar. Las ideas de Peterson son más escurridizas de lo que las etiquetas proponen. Es indudable que se acerca ideológicamente a los postulados de un liberalismo clásico. Sin embargo, dista de declararse un enemigo del Estado, como muchos libertarios; al contrario, reivindica la red de seguridad que provee la Seguridad Social canadiense, por ejemplo. Igualmente defiende la importancia social y moral de la religión, se denomina cristiano y tiene una apasionante serie de quince conferencias sobre el significado psicológico de sucesos del Antiguo Testamento como la aparición del Mal en el Jardín del Edén, la hostilidad de Caín y Abel o el sacrificio de Abraham… Pero, a la pregunta de si cree en Dios, replica con un «Necesitaría cuarenta horas para poder responder a eso». Es un humanista radical, un optimista racional que se opone a todo tipo de neomaltusianismo, reivindicando los grandes logros sociales de la humanidad y, sin embargo, su concepción de la vida es trágica, agónica a ratos, atravesada constantemente por términos como malevolencia, caos y sufrimiento. Es decir, no es alguien que se acomode a la rigidez de las fórmulas. No es inconsistencia, sino aceptación de la complejidad. Su libertad de pensamiento no casa bien con el actual clima de conformismo y corrección política de tantas universidades y departamentos de Recursos 46—Nuestro Tiempo  primavera 2018

Humanos. No es casualidad que James Damore, el empleado de Google despedido por haber elaborado un documento —siguiendo una invitación de la propia empresa— explorando las causas por las que había menos mujeres que hombres entre los ingenieros de la firma, eligiera a Peterson para su primera conversación pública tras su linchamiento en prensa y redes sociales y su fulminante despido de Google. Tampoco es casualidad que, en noviembre, Peterson fuera el protagonista involuntario de un escándalo que sacudió la universidad canadiense. Una joven doctoranda, Lindsay Shepherd, impartía clases de Comunicación en la Wilfrid Laurier University de Ontario. Para apoyar las explicaciones y espolear el sentido crítico de los alumnos, empleó un fragmento de un debate televisado donde Peterson discutía con un profesor de Estudios de Género sobre los pronombres escogidos; tres minutos con dos argumentaciones opuestas. A la propia Shepherd ni siquiera le convencía la posición de Peterson, pero pretendía hacer reflexionar a los alumnos sobre un asunto lingüístico relevante. No obstante, la universidad abrió expediente a la joven profesora y, en la conversación que Shepherd mantuvo con sus superiores, llegaron a comparar las ideas de Peterson con las de Hitler. Como era de esperar, sus críticos lo estigmatizan con la etiqueta favorita del pensamiento débil actual:


— En la Universidad de Toronto. El profesor trata de explicar su postura sobre la imposición de un lenguaje neutro sobre el género ante los estudiantes que protestaban contra él. EDUARDO LIMA / METRONEWS

Para entender

Doce reglas para la vida A la popularidad internáutica de Jordan Peterson hay que sumar ahora las ventas millonarias de 12 Rules for Life, un libro de crítica cultural emboscado en la autoayuda. O viceversa. El texto, publicado en enero en los países anglosajones, provee al lector de sugerencias para mejorar: desde la educación de los hijos hasta la resistencia ante la adversidad. El mismo Peterson cree que parte de su éxito tiene que ver con la apelación que sus teorías hacen a la responsabilidad, la

maduración y la aceptación de las dificultades y el sufrimiento que comporta vivir. Todo ello, además, aderezado con anécdotas de juventud en su Alberta natal (los fragmentos menos convincentes del libro) y ejemplificado con casos de su consulta. Sin embargo, la diferencia con un manual de autoayuda típico radica en la ambición intelectual. A lo largo de trescientas páginas, Peterson embarca al lector en un viaje por los misterios del alma humana y los mecanismos que hacen funcionar la sociedad, para bien y para mal. Por eso, como explica, la vida del hombre se resume en su intento por ordenar el caos, la cara y cruz de una misma moneda, fértil en su continuo enfrentamiento: «El significado [en la vida]

es el último equilibrio entre, por un lado, el caos de la transformación y la posibilidad y, por otro, la disciplina de un orden prístino cuyo propósito es generar, partiendo del caos presente, un nuevo orden que será incluso más inmaculado» (p. 201). En el camino al autoconocimiento y la autoexigencia, Peterson dialoga con el Archipiélago Gulag, Milton, Dostoievski, Freud, Nietzsche, la neurobiología, las langostas, la penosa enfermedad de su hija Mikhaila, Pinocho, El club de la lucha y, cómo no, los mitos bíblicos que le sirven para explicar los porqués profundos de la cultura y la sociedad: los arquetipos que nos explican de dónde venimos y a dónde vamos. Su tesis (rastreable

también en sus vídeos) es que hay multitud de verdades comunes —lo que denomina «estructuras del Ser»— incrustadas en mitos y leyendas. Al desgranarlas, uno encuentra en ellas todo tipo de explicaciones sobre el hombre, las creencias o la moralidad. Salvo los descansos que suponen las anécdotas y las conversacionesconsejos de diván, el libro combina una prosa furiosa, excesivamente paternalista a ratos, con el rigor de las notas al pie para legitimar sus argumentaciones y anclarlas en estudios científicos. El resultado es una lectura que se enfrenta al nihilismo, la misantropía y la autocompasión. Porque Peterson aboga, en lugar de quejarse y llorar, por asumir el peso de la existencia y echar a andar monte arriba, para mejorar «a través de la elevación y el desarrollo del individuo, y a través del deseo de cargar con la responsabilidad del ser y de tomar la senda heroica» (p. 33). Puede que la ola que cabalga Peterson acabe devorándole si comete un error fatal de los que tanto teme. Pero, hasta entonces, ha sabido dar con la tecla para devolver la esperanza —psicológica e ideológica— a mucha gente. Con sus errores y sus aciertos, solo por eso ha merecido la pena su valentía para surfear el caos. primavera 2018  Nuestro Tiempo —47


Grandes temas El momento Peterson

Peterson es el epítome de la alt-right (alternative right) norteamericana, una minoritaria corriente de extrema derecha, activa en internet aunque de limitada eficacia política, que ha emergido en paralelo al fenómeno Trump. Sin embargo, las críticas de Peterson al identitarismo blanco son habituales y sus charlas están trufadas de ejemplos extraídos de su estudio de la psicología de masas durante el nazismo. Fiel a su tenacidad casi obsesiva, Peterson no duda en responder a estas acusaciones, sobre todo si provienen de académicos o periodistas. También suele entrar al trapo de críticas mucho más elaboradas y vitriólicas —como las de la revista Current Affairs—, en las que él mismo ha llegado a perder la elegancia del fair-play, incurriendo en insultos. Peterson afirma que lleva un año y medio viviendo con una ansiedad constante: la de cometer un error fatal. Decir algo inapropiado, medir mal un ejemplo, dejarse llevar en tal entrevista… Sabe que sus palabras andan sometidas a un escrutinio forense, y no solo por sus fans, sino por sus detractores, ávidos por encontrar la foto, el tuit o la frase que confirme la genética ultraderechista que alegremente le atribuyen. Sin embargo, aunque trata de cuidar mucho cada verbo, ha tenido patinazos: el más sonoro fue en marzo, cuando le tuiteó un «Fuck you!» al autor de un ensayo aparecido en The New York Review of Books titulado «Jordan Peterson y el misticismo fascista». La tentación del caos, como diría él, le acecha cada día; y tiene cada vez más colmillos goteando a su alrededor: «Me siento como si estuviera surfeando una ola gigante… y podría detenerse, o podría desplomarse y barrerme, o podría cabalgarla y continuar. Todas esas opciones son igualmente posibles». intelectuales heterodoxos. Entre las acusaciones intelectuales que recibe destacan la de simplificar las características de la posmodernidad, cuya corrupción intelectual denuncia sin descanso; la de sugerir una suerte de conspiración izquierdista para tomar los medios y las universidades; y la de sobrevalorar el peso de la biología, cayendo en cierto determinismo. En todo caso, son discusiones que él siempre acepta mantener: por ejemplo, en enero debatió sobre moral y descendencia con David Benatar, filósofo antinatalista sudafricano, y parece que en octubre tendrá un cara a cara con el filósofo esloveno Slavoj Žižek, uno de los iconos de la izquierda de este siglo. 48—Nuestro Tiempo  primavera 2018

Es razonable que la izquierda, hablando genéricamente, esté mucho más incómoda ante su éxito. Porque es incuestionable que sus dianas favoritas —dada su influencia en el mundo universitario y en el mainstream mediático— son el marxismo cultural y la posmodernidad. Peterson critica sin descanso a la hija más destacada de ambas doctrinas —las políticas de identidad—, levantada sobre dos pilares que considera perversos: el victimismo incurable y el narcisismo de la diferencia. Este identitarismo ha sido abrazado por la izquierda radical, con sus negaciones de la individualidad, sus ingenierías sociales y sus intransigencias. Peterson se ha levantado contra esa intolerancia, amasando una notable cantidad de aliados en su camino. No solo millones de personas anónimas que veneran sus opiniones, sino intelectuales heterodoxos y valientes como Jonathan Haidt, Camille Paglia, Michael Shermer o Bret Weinstein. Entre todos están demostrando que el pensamiento crítico, con muy distintos bagajes culturales y sociológicos, aún posee músculo para presentar batalla. Y, lo que es más importante, cuenta con un inmenso apoyo popular más allá de las torres de marfil de los medios de comunicación y la academia. Durante la década de los ochenta, Peterson tenía constantes pesadillas de aniquilación nuclear. Para liberar esa tensión intelectual que le atenazaba, dedicó tres horas diarias, durante años, a pensar sobre las estructuras profundas de la sociedad y las creencias humanas. Ahí nació Maps of Meaning: The Arquitecture of Belief (Mapas de significado: la arquitectura de la creencia), un denso volumen de casi seiscientas páginas, publicado en 1999. El libro comienza con aroma a batalla épica: «Algo que no podemos ver nos protege de algo que no podemos entender. Lo que no podemos ver es la cultura, en su manifestación intrafísica o interna. Lo que no podemos entender es el caos que alumbró esa cultura». Como si fuera la lucha entre el Bien y el Mal, «si se altera la estructura de la cultura, inconscientemente, el caos regresa. Haremos cualquier cosa —cualquier cosa— por protegernos contra ese regreso». Peterson se ha convertido para muchos en cobijo contra la tormenta, en la vanguardia de la retaguardia. Porque su fulgurante ascenso no es más que el último asalto de esa guerra milenaria. Eso sí, con él, esta vez es el orden quien está devolviendo el golpe. Nt



Del 2 al 4 de octubre de 2018 tendrá lugar en Madrid la tercera edición de Building Universities’ Reputation (BUR 2018) bajo el lema «Alumni: reputation ambassadors». Tras abordar el año pasado la perspectiva del estudiante universitario, el BUR pone en el centro de la conversación a los antiguos alumnos.

Campus

nos visitaron DOLORS MONTSERRAT

LORENZO SILVA

MARTA ARCE PAYNO

RUTH VERA

[05.04.18 IESE] En 2050, tres de cada diez españoles superarán los sesenta y cinco años y habrá más de cuatro millones de personas octogenarias, según datos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). «El aumento de la esperanza de vida nos sitúa ante grandes desafíos. Conlleva una creciente prevalencia de las enfermedades crónicas, una amplia presencia de la pluripatología, la polimedicación, la fragilidad y la dependencia», destacó Dolors Montserrat durante la primera jornada del Programa Avanzado en Gestión Sanitaria, impartido en el marco de la Cátedra Novartis en Innovación y Excelencia operativa en el Sector de la Salud del IESE. La entonces ministra defendió que evitar factores de riesgo y practicar ejercicio físico son elementos clave para prevenir las enfermedades más comunes como el cáncer o la diabetes.

[14.04.18 Filosofía y Letras]

Bajo el título «Contar solo con la palabra en la era de las pantallas», el escritor Lorenzo Silva impartió una conferencia dentro de las actividades del grado en Literatura y Escritura Creativa. «Creo que la curiosidad por la lectura también hay que tenerla por la vida, en el sentido de tratar de aprender a observar y a escuchar, pendiente de los detalles», aconsejó a los estudiantes Silva, ganador de los Premios Planeta (2012) y Nadal (2000). El autor trazó el panorama de trabajar en narrativas digitales, como el cine, la televisión o las series, la exposición que implica y los condicionantes que a veces se imponen. «El que cuenta con la palabra está desnudo, únicamente tiene la palabra; está solo y es pobre, a diferencia de un arte como el cine», afirmó. A la vez, puntualizó que esto es lo que aporta libertad al escritor.

[21.02.18 ISSA-School of Management Assistants y Económicas]

[23.02.18 Medicina] Ruth Vera destacó durante el Congreso Internacional de Oncología para Estudiantes que «la obesidad es responsable de uno de cada veinte tumores, el tabaco del 33 por ciento y el alcohol del 12 por ciento de ellos». La presidenta de la Sociedad Española de Oncología Médica se refirió a la aparición de nuevos conocimientos moleculares y de potentes análisis de datos y señaló que «esto no debe sustituir la relación médico-paciente ni deshumanizar la medicina sustituyéndola por una serie de algoritmos en los que se basen las decisiones». También subrayó que, «aunque el número de nuevos diagnósticos ha subido un 33 por ciento, el de fallecimientos lo ha hecho solo el 11 por ciento en números absolutos, lo que da idea de la mejora en los tratamientos y las ventajas de los diagnósticos precoces en España».

Exministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad

50—Nuestro Tiempo  primavera 2018

Escritor

Campeona paralímpica en judo y coach profesional

«Todos tenemos una historia de superación y levantarse es obligatorio, no hay elección. Hemos de aceptar lo que somos y estar orgullosos». Así lo afirmó la medallista paralímpica en judo y coach profesional Marta Arce Payno, en el acto académico celebrado con motivo de los patronos de ISSA-School of Management Assistants y la Facultad de Económicas. La deportista, nacida con una forma de albinismo que le produce un déficit visual grave, tuvo su primer contacto con el judo gracias a la ONCE. Su empeño le llevó a competir a nivel profesional. «Me di cuenta de que, hasta ese momento, no me había volcado con nada, porque mi esfuerzo nunca había tenido resultado. Esto me animó a no dejar de entrenar. Sentí que empezaba a formar parte de algo grande», declaró Arce Payno.

Presidenta de la Sociedad Española de Oncología Médica


282 000

visitantes ha recibido el Museo Universidad de Navarra en sus tres años de actividad. Es la cifra total de personas que han visitado las exposiciones, y han asistido a los espectáculos de artes escénicas y proyecciones de cine, así como a distintos eventos organizados por el centro.

efeméride alfombra roja

Más de 4 600 solicitudes de admisión para el próximo curso La Universidad ha recibido 4 618 solicitudes de admisión para el curso 2018-19, 445 peticiones más que en 2017-18. Según Álvaro Balibrea, director del Servicio de Admisión, «estos buenos resultados responden principalmente a un aumento de solicitudes de estudiantes internacionales que siguen considerando Navarra uno de los destinos más atractivos en España para estudiar». Del total de peticiones para el próximo curso, 1 353 proceden de alumnos internacionales, lo que representa un 29 por ciento del total. Respecto al periodo anterior, cuando alcanzaron las 980, las peticiones internacionales han aumentado un 38 por ciento. Entre los países con mayor número

de solicitudes, después de España, destacan Ecuador, Venezuela, Estados Unidos, México y Colombia. Como explica Balibrea, «los nuevos grados y algunas de las modificaciones en los ya existentes están teniendo una gran acogida». La tercera convocatoria de las pruebas de admisión se desarrolló en abril y se presentaron 2 049 solicitudes. En los anteriores plazos —diciembre y febrero— se registraron 1 295 y 1 199 solicitudes de admisión, respectivamente. Para la convocatoria de junio ya se han recibido 75. Además en julio, en aquellos grados en los que aún queden plazas disponibles, excepto en Medicina e Ingeniería, también es posible realizar el examen.

El Congreso Internacional sobre Historia de la Arquitectura Moderna Española cumple veinte años La primera edición del Congreso Internacional sobre Historia de la Arquitectura Moderna se celebró el 29 y 30 de octubre de 1998. El título fue «De Roma a Nueva York: itinerarios de la nueva arquitectura española 1950/1965». En ese primer Congreso, la Universidad rindió un homenaje académico a Javier Carvajal (tercero por la izquierda). NOVEDAD

(Datos a 14 de mayo de 2018)

Primer concierto de la Orquesta Sinfónica Universidad de Navarra El 17 de abril, la Orquesta Sinfónica Universidad de Navarra —una nueva agrupación que depende del Museo— se estrenó con su primer concierto, en el Teatro del centro artístico. Su principal objetivo es fomentar la formación musical de los estudiantes que la componen. Para ello, se inspira en el funcionamiento de otras orquestas universitarias de Estados Unidos y Europa Central. El director, Borja Quintas, se graduó en Dirección de Orquesta y Ópera en el Conservatorio Tchaikovsky de Moscú. primavera 2018  Nuestro Tiempo —51


Campus

publicaciones

IN MEMoRIAM

[05.03.18] Claudio Basevi fue profesor de la Facultad de Teología, en la que desempeñó el cargo de vicedecano (1988-1993). Participó en el equipo pionero de la edición de la Biblia realizada por la Facultad.

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5 [01.05.18] José

Dawid, primer director del Instituto de Idiomas. Él y su mujer, Diane Milner, recientemente fallecida [07.03.18], antigua directora de Estudios del centro, impulsaron la enseñanza de lenguas.

[04.03.18] Vicente Burguete, cajero del antiguo servicio de Intervención, trabajó durante cuarenta años en la Universidad. En 1986 recibió la Medalla de Plata.

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1. Opere et veritate, homenaje al profesor Ángel Luis González, recoge semblanzas, estudios y bibliografía de su amplia producción. Con motivo del primer aniversario de su fallecimiento, el libro se presentó durante las LIV Reuniones Filosóficas. 2. De Engracia a Garazi: el misterio de los nombres en Navarra nace fruto del trabajo de la Cátedra de Lengua y Cultura Vasca de la Universidad. La profesora Ana Zabalza [His 82 PhD 92] ha coordinado la obra, en la que ocho autores relatan la historia de los nombres y apellidos navarros. 3. En Meritxell (Castilla 1931-Nueva York 2017), Rosa María Echevarría [Com 84] narra la vida de cinco mujeres de distintas generaciones de la misma familia que se abren camino en la vida profesional y logran alcanzar el éxito. 4. El volumen En diálogo con el Señor, editado por Luis Cano [Der 86] y Francesc Castells, se suma a la «Colección de obras completas» de san Josemaría. El libro recoge veinticinco textos inéditos de la predicación oral del fundador del Opus Dei. 5. Laura Lacosta [Com Filg 15] aborda en Tengo un don la historia de Emma y Guille, dos adolescentes con un talento especial cuyo mundo empieza a peligrar tras un misterioso asesinato. La autora escribió esta novela con diecisiete años.

En recuerdo de Fernando Pereira, antiguo director general del IESE Fernando Pereira fue director general del IESE entre 1970 y 1978. Doctor en Ingeniería de Caminos, enseñó Contabilidad en la escuela de negocios desde sus inicios. En 2016 recibió la Medalla de Oro de la Universidad. Destacó por su inmensa capacidad intelectual, una humildad ejemplar y una gran cercanía.

[31.03.18] [28.02.18] Conchita Elormendi, primera secretaria de la Escuela de Ingenieros, ha sido la persona con más antigüedad en el centro después de Francisco Tegerizo.

internacionalidad

La Universidad de Navarra es una de las mejores de España en cifras de internacionalidad, según el informe publicado por la Fundación Conocimiento y Desarrollo. El estudio indica que este centro 52—Nuestro Tiempo  primavera 2018

académico cuenta con un 10 por ciento de alumnos internacionales en grado, frente al 4,1 de media en las universidades españolas; y un 44 por ciento en máster, frente al 20,1 de media nacional.


con nombre propio

María Blanco Prieto (París, 1967), catedrática de la Facultad de Farmacia y Nutrición, ha sido nombrada académica de la Real Academia de Farmacia de Francia en reconocimiento al carácter internacional de su trabajo.

Tres conversaciones con figuras destacadas del periodismo En el último semestre, los periodistas Antonio Caño, James Harding e Iñaki Gabilondo han aportado reflexiones y experiencias al diálogo abierto en ámbitos académicos y profesionales sobre el futuro del periodismo. «Dentro de dos años la mitad de las noticias que consumiremos serán falsas», afirmó Antonio Caño, director de El País, en la conferencia que impartió en la Facultad de Comunicación en la que trató sobre la obligación de los periodistas de «crear lectores críticos y de luchar contra el sectarismo político». Asimismo, señaló que «los medios de comunicación solventes y referentes son aquellos a los que acuden los ciudadanos para estar bien informados». James Harding, director de BBC News hasta enero de 2018, defendió, en la sexta edición de «Conversaciones con», que «el actual es el momento más emocionante para ser periodista desde la aparición de la televisión». Explicó que su visión positiva general «no es solo un optimismo idealista, sino que existen movimientos concretos con pasos reales que se están dando para consolidar un periodismo de calidad». Harding resaltó el auge del periodismo de investigación y el interés «sobre el tratamiento de temas de fondo». Del periodismo de calidad también habló Iñaki Gabilondo [Com 63] en la Facultad de Comunicación, definiéndolo como aquel que «recuerda para qué se inventó», y añadió: «Nuestro oficio consiste en contar no solo lo que a la gente le gusta sino lo que tiene derecho a saber». Asimismo, dedicó unas palabras de ánimo a los alumnos: «La vida es para valientes. No seáis prisioneros del fatalismo y creed en el oficio que habéis escogido».

empleabilidad

La Universidad ocupa el número 1 en España —por tercer año consecutivo— y 48 del mundo, según el ranking QS de empleabilidad. Además, se sitúa entre las cincuenta primeras del mundo en Negocios y Administración (puesto 31), Comunicación (49) y Filosofía (50), según el ranking QS por materias.

Eduardo Ecay (Pamplona, 1985) [Eco y Der 09 MBA IESE 13] se ha incorporado a la Clínica como director económico-financiero. Se responsabilizará de la gestión económica de la Clínica y especialmente de los resultados de la sede de Pamplona. Mercedes Castelló (Barcelona, 1971) [Com 94 PDD IESE 04], hasta ahora directora del Área de Reputación del IESE, es la nueva directora de Comunicación y Relaciones Institucionales de la Universidad de Navarra en el campus de Madrid. Alejandro Beltrán de Miguel (Madrid, 1972) [Eco 95 MBA IESE 98] es el nuevo presidente de la Agrupación de Antiguos Alumnos del IESE. Sustituye a Jorge Sendagorta, que ocupaba el puesto desde 2012. Mar Carmona (Almería, 1984) [Med 08 PhD 16], especialista de la Clínica, ha sido galardonada por la Sociedad Española de Neurología con el primer Premio Zambon al mejor neurólogo joven en Trastornos del Movimiento. primavera 2018  Nuestro Tiempo —53


Campus novedades académicas

Docentes y alumnos «repiensan el futuro»

Máster en Psicología General Sanitaria (Pamplona, 2018-19). El nuevo máster de la Facultad de Educación y Psicología contará con docentes expertos en campos clínicos como terapia familiar, neuropsicología, psico-oncología, adicciones o diferentes trastornos psicológicos. Los contenidos se han configurado combinando el aspecto científico, humanístico, ético y profesional. Curso online «Estudios sobre la Mujer: aportaciones en la historia reciente» (2018-19). Este curso interdisciplinar pretende contribuir a identificar, conocer y dar visibilidad a algunos cambios históricos significativos protagonizados por las mujeres en nuestro pasado reciente. También se propone orientar en la producción bibliográfica sobre la mujer, el feminismo y la perspectiva de género. Diploma online de Filosofía, Ciencia y Religión (2018-19). Dirigido a docentes y profesionales —tanto del ámbito científico como del humanístico— y a aquellos interesados en la relación entre ciencia y filosofía. Se tratan de modo especial temas actuales sobre ciencia, razón y fe. Este es el quinto diploma online que lanza el Instituto Superior de Ciencias Religiosas.

Más de cuatrocientos profesores y estudiantes participaron en la octava edición del Foro Universidad de Navarra (FORUN), celebrado bajo el lema «Rethinking the Future». En este congreso, organizado por alumnos y para alumnos, se presentaron treinta y ocho ponencias escritas, treinta y tres vídeos y doce grupos de debate. Para desarrollar un discurso propio sobre su visión del porvenir, los universitarios trabajaron en grupos bajo la dirección de un profesor. FORUN busca así propiciar el diálogo sobre las cuestiones de la cultura actual, además de proponer iniciativas de impacto social entre jóvenes.

Diálogo con Valentín Fuster en Nueva York sobre educación, ciencia y humanismo En la sede neoyorquina del IESE Business School, antiguos alumnos y amigos asistieron a la conversación entre el cardiólogo Valentín Fuster (The Mount Sinai Hospital) y el rector de la Universidad, Alfonso Sánchez-Tabernero [Com 84], sobre el futuro de la educación y la investigación. Fuster incidió en la importancia de «recuperar los valores humanos», ya que, en su opinión, los avances de la Medicina no van en paralelo con el humanismo que necesita la esfera médica. En el sector sanitario, «la integración técnica y humanística es una obligación» , aseguró.

liderazgo joven

Javier Oliván [Ing 98] ha ganado el premio Liderazgo Joven 2017 de la Fundación Rafael del Pino. Oliván es el actual vicepresidente de Producto de Facebook. Trabaja en la compañía desde 2007 y fue nombrado vicepre54—Nuestro Tiempo  primavera 2018

sidente de Crecimiento e Internacionalización en 2011. La Fundación concede este premio a emprendedores y líderes de menos de cuarenta años que hayan contribuido a la mejora y avance de la sociedad.


las diez de...

CARLOS BERNaR [Director de Campus Creativo de la Universidad de Navarra]

1. ¿Cuál es el mejor consejo que ha recibido? Trata a los demás como te gustaría que te tratasen a ti. 2. ¿Qué es lo primero que piensa cuando se levanta? Esta noche me acostaré más temprano. 3. Un libro: El principito. Una película: Es difícil decir una. Desde luego, recomendaría El apartamento, de Billy Wilder. Una canción: Bohemian Rhapsody, de Queen. 4. ¿Qué rincón de la Universidad le gusta más? Me encanta el paseo que hay desde la calle Fuente del Hierro hacia el Colegio Mayor Belagua y el edificio Central, sobre todo a última hora de la tarde. 5. ¿A qué personaje histórico le gustaría haber conocido?

lapiDARIUM

A Leonardo da Vinci, por tanta conjunción de talentos en un solo individuo y su curiosidad casi infinita. 6. ¿Qué persona le marcó al llegar a la Universidad? La primera persona que conocí fue Alejandro Pardo, ordenado sacerdote hace poco. Siempre me han llamado la atención su tenacidad, orden, autodisciplina, su entusiasmo y dedicación a los alumnos. 7. ¿Qué imagen le ha conmovido recientemente? Aún tengo vivos en la memoria los atentados de Cataluña del verano pasado. Fui más consciente de nuestra vulnerabilidad, algo de lo que muchas veces con el ajetreo diario nos olvidamos. 8. ¿Qué personaje de ficción le atrae? Tintín. Me fascina la cantidad de gente tan interesante y peculiar que conoció en sus aventuras por el mundo. 9. ¿Qué quería ser de pequeño? Pintor. Ahora trato de pintar algo de vez en cuando, pero la verdad es que apenas tengo tiempo. Lo bueno es que también disfruto muchísimo acudiendo siempre que puedo a alguna exposición o museo. 10. ¿Cuál es el regalo que más ilusión le ha hecho? Cualquiera de las notas manuscritas de mis hijos. Las guardo como tesoros.

m.ª cruz díaz de terán, profesora de filosofía del derecho

«En las aulas se debe ayudar a comprender que la aportación de las mujeres a las esferas de gobierno redundará en beneficio de toda la sociedad» Del artículo «La otra parte de la Historia», publicado el 8 de marzo de 2018 en Diario de Navarra.

roberto cabezas, director de career services de la universidad de navarra

«La generación Z aspira a transformar el mundo y se moviliza para impulsar cambios sociales profundos. El 60 % quiere un empleo que impacte positivamente en el planeta» Del artículo «¿El fin del mundo como lo conocemos?», publicado el 28 de marzo de 2018 en Cinco Días.

ignacio uría, miembro del grupo de investigación en historia reciente (gihre)

arquitectos con proyección

Miguel Alonso Flamarique [Arq 02] y Guillermo Reynes [Arq 02] han sido seleccionados en la convocatoria «Europe 40 under 40» como dos de los profesionales españoles con mayor proyección en el ámbito europeo en 2017. La distinción reconoce a los cuarenta arquitectos menores de cuarenta años más destacados de Europa, por su trayectoria y la calidad de sus obras.

«¿Estamos con la elección de Miguel Díaz-Canel en Cuba ante el comienzo de una transición o solo en el epílogo del fidelismo?» Del artículo «Esperando al Suárez cubano», publicado el 20 de abril de 2018 en El País.

primavera 2018  Nuestro Tiempo —55


Campus Estudios de posgrado en Madrid

Campus de Madrid: punto de encuentro Con la inauguración de la nueva sede de la Clínica en diciembre, comenzó su actividad el campus de la Universidad en Madrid. Ahora se ultima su segundo edificio, que albergará estudios de posgrado. Más de trescientos alumnos se formarán en él a partir de septiembre. Se beneficiarán de una oferta amplia de másteres y cursos en un entorno pensado para potenciar la docencia, la investigación y la actividad asistencial, como se procura hacer ya en el campus de Pamplona. texto Redacción NT fotografía José Juan Rico Barceló 56—Nuestro Tiempo  primavera 2018

2018 es un año clave para la presencia de la Universidad de Navarra en Madrid. Tras la apertura oficial de la sede de la Clínica la mirada se dirige a la inauguración del edificio de posgrado en otoño, que completará el nuevo campus de 60 000 m2. Se integran así en un único espacio la Clínica, el ISEM Fashion Business School y los programas de máster y posgrado. Pero la presencia de la Universidad en Madrid no es algo nuevo. En 1974, se impartió el primer programa del IESE en la capital; el ISEM Fashion Business School nació en 2001 y, tres años después, entró en funcionamiento la primera sede de la Clínica en Madrid. La Universidad oferta másteres allí desde 2010: el primero, el Máster Ejecutivo en Dirección de Empresas de Moda, al que dos años después se unieron los de la Facultad de Derecho. Leyes, comunicación, banca, arquitectura y moda son los ámbitos que abarcan los seis másteres y los dos programas en marcha este curso en Madrid. Tres más se incorporarán en septiembre: el Máster en Dirección de Personas en las Organizaciones, que se trasladará desde Pamplona, y el Máster Universitario de Arquitectura y el Máster Ejecutivo de Reputación Corporativa, que empezarán su andadura.


El nuevo edificio de posgrado (a la derecha) se sitúa frente a la sede de la Clínica en Madrid, inaugurada recientemente.

«No se trata simplemente de agrupar en un mismo espacio másteres distintos de diversas facultades, sino de presentar una oferta conjunta en un único campus», afirma Ángel J. Gómez Montoro. El director del campus de Madrid espera que el nuevo espacio fomente la interdisciplinariedad: «Varios de los másteres que ofrecemos están orientados a la gestión, comparten áreas de conocimiento y tienen profesores del IESE comunes. Existe, por tanto, una cierta transversalidad que se potenciará». Está previsto que en junio comience la actividad en el nuevo edificio, seis veces mayor que la sede actual —situada en la calle Zurbano—: 13 500 m2 distribuidos en cinco plantas. En su interior cuenta con ocho aulas con capacidad para más de cuatrocientos alumnos, diecinueve seminarios, una biblioteca, tres espacios multifuncionales y un aula magna. La vida universitaria girará alrededor de un gran atrio central, de mil metros cuadrados, en la planta -1. Según Gómez Montoro, el edificio tiene «estructura de campus, es un campus dentro del campus». También se cerrará la sede de la calle García de Paredes. «Con el cambio no solo vamos a ganar en espacio —apunta el director—.

Estar todos en el mismo lugar va a permitir más relación y va a aumentar las sinergias y las posibilidades de colaborar. La interdisciplinariedad está en el ADN de la Universidad; se da en la investigación pero también en proyectos conjuntos que demuestran que las ciencias no son compartimentos cerrados. Creo que esto se escenifica en el nuevo edificio». Los programas previstos para los próximos cursos académicos (en el 2019-20 se espera comenzar el Máster en Ingeniería Industrial, otro en Gestión de la Industria Farmacéutica y un tercero en Liderazgo y Políticas Públicas) y los que se imparten actualmente están orientados al ejercicio laboral, y «por eso —como señala el director del nuevo campus— tiene sentido que se ofrezcan en Madrid: por el tipo de profesorado con el que necesitas contar, por la cercanía con personas del mundo de la empresa y porque muchos son en modalidad executive». En los cimientos del campus de Madrid está inscrita una de sus características esenciales: Alumni. La nueva sede quiere ser para todos los antiguos alumnos que viven en la capital «un punto de encuentro, un lugar de formación continua y un apoyo en su desarrollo profesional», en

palabras del profesor Gómez Montoro. Los posgrados son lo primero que el nuevo campus puede ofrecer a los alumni, pero hay más: «La Universidad va a Madrid a escuchar a los antiguos alumnos. Muchos nos han hecho llegar ya sus propuestas. Queremos atender sus necesidades. Que la sede sea también un espacio de networking donde puedan conocerse y del que surjan intereses comunes». La presencia de la Universidad en la capital quiere ser «una oportunidad de volver a conectar con los antiguos alumnos», subraya el director. Entre los más de seis mil que se encuentran en Madrid, algunos son alumnos, profesores o mentores de los másteres, participan en las actividades de Alumni… Los lazos existen, pero, con la nueva sede, la Universidad podrá estar cada vez más cerca. Conferencias, seminarios, jornadas, presentaciones de libros… La actividad universitaria en Madrid es incesante. Por ejemplo, el año pasado, solo en la sede de la Universidad en la calle Zurbano, se organizaron trescientos actos. El nuevo edificio podrá albergar todos estos eventos, algo que fomentará el «efecto campus» y que facilitará a alumnos, alumni, profesores y visitantes «vivir el saber». Nt

primavera 2018  Nuestro Tiempo —57


Campus Estudios de posgrado en Madrid

Comunicación

ARQUITECTURA Nuevo 2018-19

Máster en Gestión de Empresas de Comunicación

Máster Ejecutivo en Reputación Corporativa

Máster Universitario en Arquitectura

2 Objetivo: Preparar en dos áreas fundamentales: desarrollo de competencias y habilidades directivas, y aspectos específicos de las empresas de comunicación.

2 Objetivo: Formar con un enfoque internacional a los directivos responsables de reputación e intangibles que reclama el mercado actual: con capacidad directiva, inteligencia social, orientados a aportar valor a sus organizaciones, expertos en comunicación, que trabajen —con método y con métricas— en el cultivo de la reputación. Es una plataforma de acceso a las best practices profesionales en el sector.

2 Objetivo: Preparar a los arquitectos para un entorno laboral que presenta un equilibrio entre formación técnica y creativa y que exige un alto nivel de integración de conocimientos y capacidad de innovación y gestión. Además de los tradicionales contenidos en materias humanísticas, de proyectos y técnicas, se apuesta por una formación en empresa que facilite el trabajo en equipos profesionales acordes con un contexto internacional y colaborativo.

2 Duración y modalidad: 10 meses. Tiempo parcial. 2 Créditos ECTS: 60. 2 Perfil de los alumnos: Licenciados y graduados universitarios con experiencia profesional relevante, de cualquier Facultad o Escuela Técnica Superior, interesados en el mercado de la comunicación. 2 Internacionalidad: Una de las semanas intensivas es en Nueva York. 2 Proyección profesional: Orientado al desarrollo directivo de CEO de empresas de comunicación, directivos de los departamentos de contenido, marketing, ventas, finanzas, estudios de mercado y recursos humanos, directores de Producto de empresas de comunicación, directivos del área de Desarrollo de Negocio, Innovación y Producto, consultores especializados, emprendedores en el campo de los medios, la tecnología orientada al contenido y la comunicación en general.

17 años formando a los futuros directivos de comunicación.

2.º puesto en el ranking de posgrados de El Mundo (2016 y 2017).

58—Nuestro Tiempo  primavera 2018

2 Duración y modalidad: 10 meses. Modalidad ejecutiva con clases presenciales.

2 Duración y modalidad: 10 meses. Presencial.

2 Créditos ECTS: 60.

2 Créditos ECTS: 60.

2 Perfil de los alumnos: Graduado universitario en Comunicación o Ciencias Sociales y profesionales de comunicación. Con al menos cinco años de experiencia.

2 Perfil de los alumnos: Titulados en grados de Arquitectura que dan acceso al máster habilitante.

2 Internacionalidad: Una semana intensiva en Londres. Asignaturas en inglés con profesores nativos. 2 Proyección profesional: Orientado a los nuevos directores de Comunicación. También completa la formación de directores generales, directores de Recursos Humanos, gerentes, responsables de Internacionalización y de relaciones institucionales.

Alianzas con Dircom (Asociación de Directivos de Comunicación) y el think tank Corporate Excellence.

2 Internacionalidad: Las prácticas del máster pueden realizarse en el extranjero o en España, con una duración mínima de tres meses, en alguna de las más de 300 empresas y estudios con los que la Escuela de Arquitectura tiene convenios. 2 Proyección profesional: Máster habilitante para el ejercicio de la profesión de arquitecto en España.

4.ª

La Escuela de Arquitectura se sitúa en la cuarta posición de España en el ranking QS por materias.


ECONÓMICAS Máster en Banca y Regulación Financiera/ Master in Banking and Financial Regulation 2 Objetivo: Dotar a los alumnos de conocimientos avanzados sobre el nuevo entorno del negocio bancario. Para ello, combina materias tradicionalmente clave (gestión de riesgos, finanzas y entorno económico) con la visión más actual en asuntos que se han manifestado como críticos (regulación financiera y contable, ética y responsabilidad social corporativa). 2 Duración y modalidad: 8 meses y un periodo de prácticas de entre 6 y 8 meses. Presencial. 2 Créditos ECTS: 90. 2 Perfil de los alumnos: Titulados en las áreas de Ciencias Exactas, Ciencias Físicas, Economía, Empresa, Ingeniería o titulaciones equivalentes, interesados en desarrollar su carrera profesional en alguno de los perfiles para los que prepara el máster.

También imparte cursos a medida diseñados por la dirección académica del máster en colaboración con la industria para profesionales del sector financiero.

2 Internacionalidad: Docencia íntegramente en inglés. Tras los exámenes del primer semestre, se organiza un viaje a Londres y a Bruselas para asistir a seminarios en el Banco de Inglaterra, la European Banking Authority, International Accounting Standard Board, European Banking Federation y el Parlamento Europeo y para acudir a presentaciones con la industria con Citigroup, Goldman Sachs o Moody’s. El periodo lectivo del segundo semestre finaliza con una semana en Fráncfort para participar en seminarios con profesionales del Banco Central Europeo, la Goëthe University y otros miembros de la industria financiera. 2 Proyección profesional: Servicios centrales de bancos y entidades financieras, departamentos de Riesgos, consultoría financiera, sociedades gestoras de fondos o departamentos financieros de grandes compañías.

Máster en Dirección de Personas en las Organizaciones 2 Objetivo: Formar profesionales que sitúen a las personas en el centro de la organización. Ejercer el liderazgo supone tener conocimientos sobre áreas específicas: estrategia, finanzas, dirección comercial y análisis de situación de negocio. A lo largo de este programa el alumno desarrolla la perspectiva global de la empresa, necesaria para que el área de Dirección de Personas contribuya eficazmente a reforzar los objetivos corporativos. 2 Duración y modalidad: 12 meses (8 de docencia y 4 de prácticas en un departamento de Recursos Humanos). Presencial. 2 Créditos ECTS: 90. 2 Perfil de los alumnos: Graduados en Economía, Administración de Empresas, Humanidades, Derecho, Ingeniería o titulaciones como Psicología o Ciencias Sociales. En cualquier caso, los estudiantes deberán tener conocimientos básicos sobre Contabilidad, Economía y Derecho. 2 Proyección profesional: Departamentos de gestión y dirección de personas en las organizaciones.

Primer puesto en España en su categoría Ranking Best-Masters (Eduniversal) 2015-2016. Una semana en el IESE en Barcelona para ampliar conocimientos del área de Habilidades de Dirección. primavera 2018  Nuestro Tiempo —59


Campus Estudios de posgrado en Madrid

ISEM Fashion Business School Título propio

Máster Ejecutivo en Dirección de Empresas de Moda

Programa Avanzado en Dirección de Empresas de Moda

2 Objetivo: Ayudar a los alumnos a ajustarse a las demandas de la industria de la moda, que busca cada vez más profesionales con capacidades de gestión específicas y con una visión global de la moda en su concepto más amplio (textil, joyería, marroquinería, accesorios, cosmética, fragancias, etc.).

2 Objetivo: Fomentar el conocimiento y la aplicación de los códigos propios de la industria, ofrecer las herramientas necesarias para resolver las necesidades específicas de cada empresa y reforzar las aptitudes para asumir nuevas responsabilidades.

2 Duración y modalidad: 10 meses. Presencial executive. 2 Créditos ECTS: 60. 2 Perfil de los alumnos: Licenciados con experiencia profesional, interesados en la dimensión empresarial del sector de la moda. 2 Internacionalidad: El programa incluye estancias académicas en la Universidad Bocconi de Milán y en el Institut Français de la Mode de París. Además, cuenta con intercambios de profesorado con FIT (Fashion Institute of Technology) y Parsons. 2 Proyección profesional: Responsable de desarrollo de mercado, retail managers, buying manager, product manager, gestión de distribución, comercial de producto, gestión de franquicias, desarrollo de producto, relaciones públicas nacional e internacional, gestor de redes sociales, gestor de show-room, brand manager, marketing manager.

Único máster ejecutivo en Dirección de Empresas de Moda oficial. 60—Nuestro Tiempo  primavera 2018

2 Duración y modalidad: 4 meses de formación. 2 Créditos ECTS: 30. 2 Perfil de los alumnos: Profesionales de la industria y/o del retail con un mínimo de seis años de experiencia. 2 Internacionalidad: Oportunidad de completar la formación con una semana en Nueva York, cursando el American Fashion System Program, orientado a conocer las características específicas del sistema de moda en Estados Unidos, así como sus tendencias globales de negocio. 2 Proyección profesional: Dirigido a profesionales del sector que pretenden ampliar capacidades directivas y consolidar sus habilidades para una mejora de la práctica empresarial.

93 %

de los alumnos del ISEM están incorporados a la industria.

DERECHO Título

Programa Compliance propio Officer Universidad de Navarra-Deloitte Legal 2 Objetivo: Desde que las empresas pueden ser declaradas responsables jurídicamente por determinados delitos cometidos por sus administradores o empleados, el papel del compliance officer es más necesario que nunca para realizar planes de prevención de cumplimiento normativo. 2 Duración y modalidad: 99 horas repartidas en 11 semanas. 2 Créditos ECTS: 12. 2 Perfil de los alumnos: Abogados, ingenieros, financieros y auditores, entre otros profesionales, que deberán poseer un dominio de lenguas extranjeras, fluidez en la argumentación, capacidad de análisis y habilidad para liderar y trabajar en equipo. Además, deben estar interesados tanto en las normas legales como políticas internas de empresas y sus códigos éticos, un valor diferencial en que incide este programa. 2 Proyección profesional: Despachos de abogados, consultoras y firmas de servicios profesionales, como en el departamento interno de una empresa.

El programa prepara a sus alumnos para superar la prueba de ASCOM para obtener la certificación en Compliance.


Máster en Derecho de Empresa

Máster en Asesoría Fiscal

Máster en Acceso a la Abogacía

2 Objetivo: Adquirir y desarrollar las competencias propias de un asesor jurídico de empresas para ejercer como abogado en despachos, consultoras o empresas de primer nivel.

2 Objetivo: Formar especialistas en fiscalidad, capaces de optimizar el cumplimiento de las obligaciones fiscales, planificar operaciones y estructuras para lograr una tributación eficiente, así como preparados para asumir la defensa de los contribuyentes ante la Administración tributaria y en los tribunales, con respeto a los principios deontológicos y éticos que rigen la profesión.

2 Objetivo: Adquirir las competencias necesarias para la obtención del título de abogado, de acuerdo con la normativa que regula el acceso al ejercicio de la profesión.

2 Duración y modalidad: 12 meses. Presencial. 2 Créditos ECTS: 60. 2 Perfil de los alumnos: Licenciados o graduados en Derecho o con titulación equivalente. 2 Internacionalidad: Se incluyen asignaturas impartidas íntegramente en inglés. Además, el alumno realiza una International Legal Week en el IESE Business School de Nueva York. Esta semana intensiva provee al alumno de conocimientos sobre economía y abogacía norteamericana. La mitad de profesores del máster procede de firmas de abogados internacionales que aportan su experiencia en casos de perfil internacional. También se cuenta con la participación de docentes de universidades extranjeras de prestigio de Alemania, Estados Unidos e Inglaterra. 2 Proyección profesional: Firmas nacionales e internacionales realizan procesos de selección a los alumnos de los másteres todos los años.

Cuenta con veintiocho años de experiencia. Segundo puesto en el ranking de posgrados de El Mundo (2016 y 2017).

2 Duración y modalidad: 12 meses. Presencial. 2 Créditos ECTS: 60. 2 Perfil de los alumnos: Licenciados o graduados en Ciencias Sociales y Jurídicas (Derecho, Administración y Dirección de Empresa, Economía) o titulación equivalente. Acreditar un nivel suficiente en un idioma extranjero.

2 Duración y modalidad: 16 meses. Presencial 2 Créditos ECTS: 90. 2 Perfil de los alumnos: Licenciados o graduados en Derecho o con una titulación equivalente. Acreditar un nivel suficiente en un idioma extranjero. 2 Internacionalidad: Ver en el Máster en Derecho de Empresa. 2 Proyección profesional: Ver en el Máster en Derecho de Empresa.

2 Internacionalidad: Ver en el Máster en Derecho de Empresa. 2 Proyección profesional: Ver en el Máster en Derecho de Empresa.

Más de quince de años de experiencia. Tercer puesto en el ranking de posgrados de El Mundo (2016 y 2017).

Posibilidad de realizar el doble Máster en Acceso a la Abogacía y Máster en Derecho a la Empresa o Asesoría Fiscal. Así, por un lado, el alumno obtiene el título preceptivo para el ejercicio de la profesión y, además, se especializa. Con esta fórmula, su perfil es más atractivo para los empleadores del sector de la asesoría jurídica de empresas. La duración es de 16 meses (119 ECTS).

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DE TEJAS ARRIBA Álvaro González Alorda

Universitarios que no leen

cicatrices en el expediente académico que ahora veo como homenajes a las dos actividades fundamentales en la universidad: leer y conversar. Ambas imprescindibles para garantizar que el estudio no se quede en una superficial memorización. Hace unos meses, presenté a cincuenta líderes de una universidad americana la formidable lista de libros leídos por uno de ellos durante el último año, pero sin mencionar su nombre. —¿Qué os parece? —les pregunté, con el deseo de abrir un debate. —Pues que debe de ser un divorciado que aún no se ha suscrito a Netflix —bromeó uno. Y disimuladamente observé un gesto de sonrisa perpleja en aquel lector infatigable, que tiene una familia encantadora y una responsabilidad imponente en una institución con diez mil profesores y noventa mil alumnos; y a quien ninguna de estas dos empresas le impide encontrar tiempo para seguir leyendo y estudiando, tal como hacía veinte años atrás. Cada vez que una universidad gradúa a un universitario que no lee se hace cómplice de un fraude: el de producir meros técni«Un universitario que no lee es un mero técnico cos sin la hondura humana para comprender —ni contribuir a resolver— la enorme diversidad de retos que plantea el mundo sin la hondura humana para comprender de hoy. Retos que requieren soluciones integrales, con funda—ni contribuir a resolver— la enorme diversidad mento antropológico, no simplemente poner parches sociales, de retos que plantea el mundo de hoy» económicos, políticos o tecnológicos, como el que actualiza una app añadiendo varias líneas de código. En la segunda fila del banquillo de los acusados por este ntes de que te des cuenta, han pasado más de veinte años desde que te graduaste en la universi- fraude, habría que sentar a esos profesores que no supieron dad, un periodo determinante en la propia biografía, contagiar a sus alumnos la pasión por la lectura, quizá porque la excesiva dedicación a tareas administrativas ha agostado su pero al que entras con un manual de instrucciones incompleto, en el mejor de los casos. De hecho, yo solo recuerdo vitalidad intelectual. Y en la primera fila, a esos alumnos que no han desarrollado la autodisciplina que se requiere para enuna: «Busca un mentor». contrar tiempos y espacios de lectura en la era de la constante Nada más llegar a la Universidad fui a hablar con un directivo conocido por mi familia, Quino Molina, quien me atendió en su distracción digital. En mi experiencia de consultoría de transformación, el reto despacho como si hubiese estado esperándome desde hacía dos de la lectura también afecta a las organizaciones y empieza en o tres glaciaciones. Me entregó una hoja, se recostó en la silla, me dijo «Apunta» y —con un gesto de entre general y médico de los equipos directivos, con frecuencia tan ocupados en la operación que apenas dedican tiempo a la estrategia y al desarrollo de cabecera— empezó a enumerar esta lista: personas, dos dimensiones esenciales de su 1. «Leer un libro a la semana. Empezar con rol que requieren permanente alimento inteun clásico: Hamlet». Traté de hacerle caso, exLa pregunta del autor lectual. Eso explica la proliferación de progracepto durante los meses de exámenes. mas paliativos de liderazgo, cuyo impacto es 2. «Leer todos los días un periódico interna¿Cuántos libros lee al año cuestionable cuando no logran transformar cional, otro nacional y otro local». Hice lo que y cómo se organiza para los hábitos de los directivos. Algunos tan básipude, ya que, en el pleistoceno digital, aún no lograrlo? cos como el de la lectura. existían los diarios online. La pregunta «¿Qué carrera estudiaste?» se 3. «Estudiar dos idiomas». Empecé con uno está haciendo progresivamente irrelevante. y I’m still working on it. Hoy la cuestión clave es «¿Qué estás estudianAquel plan tenía media docena más de redo ahora y cómo?». Aunque te graduases hace comendaciones —algunas relacionadas con @NTunav veinte años. el deporte y el descanso— que marcaron el Opine sobre este asunto en rumbo y el ritmo de mis años en el campus. Twitter. Los mejores tuits se Álvaro González Alorda [Com 96 PDD-IESE 06], socio Aunque la de asistir siempre a todas las clases publicarán en el siguiente número. director de Emergap. la ignoré en ciertas materias, ganando tiempo @agalorda para el primer punto. Esto me causó algunas

A

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Campus Atelier by ISEM

Objetivo: transformar el sector de la moda ISEM Fashion Business School ha puesto en marcha Atelier, la primera aceleradora española de moda y tecnología. Con el respaldo de Accenture, seis empresas emergentes van a tener la oportunidad de probar sus proyectos en firmas españolas consolidadas, como El Corte Inglés, Tendam (Grupo Cortefiel), Mayoral, Aristocrazy, El Ganso y Camper. Dos de las startups, Naiz.fit y Conver.fit, cuentan su experiencia en este programa. texto Ignacio Villameriel [Com 07] fotografía Manuel Castells [Com 87] y Pilar Martín Bravo la primera incursión de borja cembrero en el mundo del emprendimiento tuvo lugar hace poco más de un año. Un conocido suyo quería regalar un anillo a su mujer y planteó en voz alta: «¡Qué pena no poder sacar una foto a su mano y que me dijera la talla exacta!». Aunque la idea despertó risas, fue el germen de una aplicación con gran potencial en el sector de la moda. Unos meses más tarde, este joven donostiarra, que se define como «apasionado y cabezota», puso en marcha Naiz.fit, «una app que calcula tus medidas, a partir de dos fotos tomadas con el móvil, y te recomienda tu talla ideal cuando compras ropa por internet», describe Borja. «El comercio de moda online crece más de un 20 por ciento al año, pero tiene un hándicap, ya que el cliente selecciona una talla sin conocer el producto ni la marca», argumenta. Tras detectar esta necesidad, su equipo salió a la calle a preguntar qué se estaba haciendo para solventar ese pro64—Nuestro Tiempo  primavera 2018

blema. Según resume, «muchas empresas simplemente aceptaban que los clientes se iban a equivocar de talla más de una vez y que tendrían que asumir el coste de las devoluciones». Una realidad que Naiz.fit se ha propuesto cambiar. Esta startup nació bajo el paraguas de BIC Gipuzkoa (entidad que apoya y fomenta la cultura emprendedora). «A través de ellos —recuerda Cembrero— conocimos a Gustavo Pego y a David Luquin. Ellos, responsables de Innovación y Emprendimiento de la Universidad de Navarra, nos explicaron la nueva iniciativa que el centro iba a presentar y nos pareció muy interesante». Atelier by ISEM es la primera aceleradora española de moda y tecnología. Ofrece a las startups la oportunidad de ser acompañadas por firmas consolidadas, como Aristocrazy, Camper, El Corte Inglés, El Ganso, Grupo Cortefiel y Mayoral. Pero el gran distintivo del programa es que los

emprendedores probarán sus productos durante cuatro meses en alguna de las seis empresas patrono. Naiz.fit fue una de las cuarenta y tres candidaturas que se presentaron a la convocatoria de Atelier, lanzada en octubre. Dos meses más tarde, ISEM dio a conocer el nombre de los diez finalistas. Entre ellos, las empresas patrono seleccionaron los seis proyectos participantes. El equipo de Borja resultó elegido. «Además de contar con la monitorización de un partner durante seis meses, este formato nos atrajo porque nos permitía probar nuestra tecnología en un entorno real, de la mano de grandes firmas», valora Cembrero. Algo con lo que está de acuerdo Coro Saldaña, directiva de Accenture. Como metapartner de Atelier, la consultora ofrece una labor de asesoría integral y de dirección de proyectos. Según explica, decidieron implicarse en este programa «porque aporta un valor diferencial»: «En España hay mucho nivel de emprendimiento. Tenemos startups con buenas propuestas y resultados, pero un tanto por ciento elevado no se consolidan porque les falta formación en aspectos clave como marketing digital, comunicación corporativa, finanzas, ámbito legal, etcétera. Por eso esperamos poder darles un empujón en su crecimiento». ¿Y cómo lo hacen? Poniendo a disposición de cada iniciativa un director de proyecto, «una persona con años de experiencia en el mundo empresarial». De esta manera, como señala David Luquin, director de Atelier by ISEM, «confluyen el talento sénior y los emprendedores que pueden transformar la cadena de valor del negocio de la moda». Además, varias empresas especializadas en distintas áreas —como Contiac Abogados (ámbito legal), The Customer Spirit (experiencia de cliente), Move Branding (marca), The Venture City (internacionalización y financiación), Telefónica On The Spot (industrialización y crecimiento) o Samsung (producto), entre otras— se encargan del mentoring de las startups, a


Arriba: Marisol Ruiz, fundadora de Move Branding, ha apoyado a Borja Cembrero para reforzar la marca de Naiz.fit. Abajo: Almudena Cárdenas, de Tendam, analiza con Jorge Rodríguez las aplicaciones de Conver.fit en el comercio online de su compañía.

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Campus Atelier by ISEM

Atelier by ISEM: seis empresas emergentes nextail

Tecnología que mide la disponibilidad de un producto en la tienda y, mediante análisis automáticos, procura aumentarla. Es una solución en la nube que aplica analítica prescriptiva y algoritmos de optimización basados en principios de fast-fashion para mejorar la distribución del inventario y su gestión en la tienda. Patronos: Mayoral y Camper Vudoir

Permite al cliente recibir una segunda opinión, real y en tan solo unos segundos, acerca de qué comprar dentro del e-commerce de una tienda. En el momento de adquirir un producto, el cliente puede publicar las opciones entre las que duda. Las personas que estén conectadas podrán votar y escribir comentarios para ayudar le en su decisión. Patrono: El Corte Inglés Analyticalways

Participa en Atelier con Machine Learning Money Mapping, que utiliza técnicas de analítica predictiva y de autoaprendizaje para un análisis de tipo mapa de calor del producto en la tienda, ayudando a mejorar la eficiencia en los procesos de rotaciones y en el retorno de la inversión. Patrono: El Ganso Trendba Business Analytics

Facilita conocer los gustos en moda de una forma rápida y en tiempo real usando big data. Como afirma su lema: «Aprende lo que es relevante hoy para poder tomar decisiones inteligentes mañana». Patrono: Tendam (Grupo Cortefiel) Naiz.fit

Aplicación móvil que permite al comprador conocer su talla exacta. Solo tiene que tomarse dos imágenes con el móvil y los algoritmos obtendrán las medidas de su cuerpo para que, cuando compre por internet, sepa qué talla necesita para cada producto. Patronos: El Ganso y El Corte Inglés Conver.fit

Herramienta de personalización que ayuda a los e-commerce a aumentar las ventas. Detecta patrones de comportamiento de los usuarios y les muestra los productos que es más probable que compren. Patronos: Camper, Tendam (Grupo Cortefiel) y Aristocrazy 66—Nuestro Tiempo  primavera 2018

las que realizan un diagnóstico previo para personalizar la formación. El programa Atelier, impulsado por ISEM Fashion Business School, tiene una duración de diez meses. «Conocemos bien las trabas con las que se encuentra el emprendedor cuando quiere salir al mercado. Por eso, consideramos que probar su innovación en un entorno real puede suponer su lanzamiento definitivo», apunta Teresa Sádaba, directora de ISEM. «Las empresas de moda españolas necesitan crecer y desde ISEM creemos que ese impulso debe ir de la mano de la tecnología», añade. Borja Cembrero sabe que se enfrentan a una etapa decisiva para Naiz.fit: «Atelier es justo lo que necesitamos: comprobar con los más grandes si nuestra innovación funciona». Actualmente se encuentran estrechando relaciones con los dos patronos que les han elegido, El Corte Inglés y El Ganso, para preparar una prueba de producto con cada uno de ellos. «El contraste entre dos marcas tan diferentes como El Ganso —más joven y rompedora— y El Corte Inglés —que supone un volumen brutal y una experiencia de años— es perfecto para nosotros», sostiene. Por su parte, Alberto Cebrián, responsable de comercio electrónico de El Ganso, tiene claro lo que puede aportar Naiz.fit a su compañía: «Esperamos que contribuyan a reducir la fricción de la compra online, proporcionando toda la información posible al cliente sobre qué talla debe elegir». Según el calendario que han consensuado, «a corto plazo empezaremos a probar en entornos de test, y después ayudaremos a desarrollar el producto y a ponerlo en producción a la vuelta del verano, si todo va bien». la motivación de ser sus propios jefes. Jorge Rodríguez y Pablo Gutiérrez son amigos desde los diecisiete años. Siempre les había cautivado la idea de ser sus propios jefes. Por eso, no dejaron escapar la oportunidad en cuanto surgió. Juntos crearon en 2015 Conver. fit, una herramienta que está cambiando la forma de vender en internet. «Permite personalizar la experiencia de los usuarios


y conseguir que se traduzca en compras el mayor número de visitas a una tienda online», describe Rodríguez. ¿Quién está visitando una web? ¿Qué artículos está viendo? ¿Cómo puedo ayudarle? Estos son los principales interrogantes a los que su empresa intenta responder. De esta manera, se rompen las barreras virtuales entre vendedor y consumidor con un objetivo: «Convencer al cliente con el mejor trato personal posible». Durante el periodo de incubación (entre noviembre de 2015 y septiembre de 2016), grandes compañías nacionales e internacionales se interesaron por la iniciativa. A través de Campus Madrid, espacio de Google para los emprendedores, lograron conquistar a este gigante de la tecnología, que reconoció su talento como una de las startups más atractivas del panorama B2B [Business to Business] español. También Microsoft la seleccionó para participar en su programa de aceleración internacional. Con esta trayectoria, ¿qué fue lo que más atrajo a Conver.fit de Atelier? Jorge responde honestamente: «Siendo sinceros, enviamos la solicitud poco antes del cierre de la convocatoria, sin pararnos mucho a pensar. Cuando resultamos seleccionados para la fase final hablé con David Luquin y pude conocer cuál era su visión y sus objetivos. En ese momento comprendí la oportunidad que representaba para nosotros este programa. Y nos entraron las prisas por hacerlo bien». Según afirma Jorge, Atelier les ofrece «la posibilidad de trabajar directamente con grandes nombres de la moda nacional. Además, valora el hecho de pertenecer al «ecosistema» de ISEM Fashion Business School «por todo lo que conlleva: formación, captación de talento, inmersión en el sector, etcétera». «El conocimiento que se transmite a través de esta iniciativa de la Universidad de Navarra es fundamental para cualquier empresa tecnológica que quiera ser un referente en la industria de la moda en España», subraya. Los patronos de Conver.fit en este programa son Camper y Tendam. Este último, conocido anteriormente como Grupo Cortefiel, promueve una de las cátedras de ISEM y colabora en conferencias, foros de

De las 43 propuestas aspirantes a la primera edición del programa Atelier, las empresas patrono eligieron diez para realizar un elevator pitch: asemejando un viaje en ascensor, cada candidato contó con diez minutos para explicar su iniciativa.

debate y programas de formación. «Muchos de nosotros hemos pasado por sus aulas y mantenemos una estrecha relación —sostiene Almudena Cárdenas, directora de Innovación de Tendam—. Desde que nos presentaron el proyecto, quisimos participar como patronos». Cárdenas destaca también que hasta ahora no había ninguna iniciativa en España para apoyar la aceleración de empresas de tecnología especializadas en moda. «Como uno de los principales retailers en el país tenemos el compromiso y la obligación de implicarnos en este proyecto. Por un lado, para favorecer la innovación en el sector, y, por otro, para tener la oportunidad de testar de primera mano una solución tecnológica que nos ayude a crecer», argumenta. De todas las startups, Tendam apostó por Conver.fit porque entre sus focos estratégicos se encuentra la personalización de la experiencia de compra. En la actualidad, Conver.fit y Tendam están analizando cómo integrar la pla-

taforma con el comercio electrónico de la compañía. «También estamos desarrollando una funcionalidad específica para Instagram que nos ayudará a generar ventas desde esta red social. Pronto tendremos los primeros datos de cómo nos ha ayudado a incrementar el tráfico y las ventas online», señala Cárdenas. Más allá de los resultados, probar su propuesta en un entorno real inspira a volar alto a los creadores de esta fashtech, que une moda y tecnología: «Gracias a Atelier ­—concluye Jorge Rodríguez— podemos acelerar nuestra situación en el mercado español y, sobre todo, apoyarnos en ellos para alcanzar el top ten mundial de las herramientas de personalización». Sus palabras representan un sueño y también la principal misión de Atelier by ISEM. El programa, que ya está preparando su segunda edición, quiere ser, como recuerda Teresa Sádaba, «un cruce de caminos entre empresas y emprendedores; ellos son los verdaderos protagonistas». Nt

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Campus Cuando las piedras hablan

Etsuro Sotoo participó en el XVI Foro de Humanidades de la Facultad de Filosofía y Letras.

El escultor japonés que entendió a Gaudí Etsuro Sotoo (Fukuoka, Japón, 1953) llegó a Barcelona en 1978 para trabajar en el templo de la Sagrada Familia. Cuarenta años después, es el escultor jefe del proyecto. Su pauta es simple: «Mirar donde miraba el maestro». Visitó la Facultad de Filosofía y Letras para hablar en el XVI Foro de Humanidades sobre su personal forma de entender el arte. Para él, «esculpir la Sagrada Familia es como cultivar tomates: consiste en colaborar con la creación de Dios». texto Teo Peñarroja [Com Fil 19] fotografía Fátima Rosell [Com His 19] y © Junta Constructora del

Temple de la Sagrada Família 68—Nuestro Tiempo  primavera 2018


españa acababa de romper el embalaje de la Constitución cuando aquel joven japonés de veinticinco años entró por primera vez en el pórtico del Rosario —del Roser, dice él en catalán con acento indescifrable— de la Sagrada Familia de Barcelona. Aquella habitación estaba fría, muy fría. Congelada cincuenta años atrás. «Me sentí como si entrara en una enorme gelatina», recuerda. «Era un frío muy duro. Algo estaba helado allí, donde nadie había entrado hacía más de medio siglo». Sentado en una esquina, un octogenario lloraba al contemplar la obra inacabada de Antoni Gaudí. El arquitecto e historiador del arte Isidre Puig i Boada, uno de los últimos discípulos del genio del modernismo, aquel día de 1978 seguía mirando con impotencia lo que la Guerra Civil ha-

bía destruido y la desidia y el olvido habían dejado corromperse. El japonés enclenque que lo había acompañado se dijo a sí mismo que aquella puerta debió de ser extraordinaria. «Pero la mujer no tenía cara, el niño no tenía cabeza, ni brazos, ni pies. Todo agujereado, todo fusilado. Uno imaginaba que habría sido preciosa». Cuarenta años después, una de las cosas que recuerda con más fuerza es el mirar acobardado de Puig i Boada. «Para un escultor aquello era lo más triste del mundo», sentencia. Entonces el anciano levantó la cabeza de las manos: —¿Puedes restaurarla? Él no conocía prácticamente nada de aquello: ni a Gaudí, ni las herramientas ni la piedra que se empleaban entonces en la Sagrada Familia. Pero la expresión del viejo arquitecto le obligó a responder: —Lo intentaré. —Solo tenemos dinero para pagarte dos meses de nómina. ¿Crees que podrás terminarla? Entonces Etsuro Sotoo rio. «Era un trabajo que solo aceptaría un japonés», reconoce ahora. La restauración del pórtico del Rosario le llevó dos años. «Esa puerta fue para mí como el testamento de Gaudí». Etsuro Sotoo viajó por primera vez a Europa en 1978 después de estudiar Bellas Artes en la Universidad de Kioto. Iba buscando piedra. «Vine aquí porque quería tocar la piedra de la vieja Europa», cuenta. Su primera parada no fue Barcelona. Antes recaló en París, pero pronto descubrió que en aquella ciudad no quedaba más roca que esculpir. «París ya estaba terminada. Si picaba piedra en París me detendría la policía. Allí siempre me hubiese sentido extranjero», asegura. Así que renunció a la idea de hacer carrera en la capital francesa y decidió dirigirse a Alemania. Pero primero tomó un tren hacia el sur de Europa para reponer fuerzas. Entonces Gaudí no gozaba de la fama mundial que tiene ahora, y solo unos cuantos iniciados conocían su dimensión vanguardista. Sotoo era uno de ellos, así que, cuando viajó a Barcelona, se interesó por su obra. Cuando vio la Sagrada Familia supo que ese era su lugar: «Aquello era un montón de piedra. Me quedé porque ahí podía

picar tanta piedra como quisiera». Entró como paleta. Tuvo que superar los obstáculos de ser un japonés en la España de los setenta y, al mismo tiempo, un intelectual y un esteta en un ámbito en el que muchos de sus compañeros tenían como rutina ir a beber alcohol a las siete de la mañana antes de entrar a trabajar. Pero consiguió abrirse paso a golpe de cincel y de años. Probablemente sea uno de los que mejor han comprendido a Gaudí y al final no quedó duda de que era uno de sus herederos. Así, en 2013 fue nombrado escultor jefe de la Sagrada Familia. Aunque él no se considera exactamente heredero, sino más bien compañero. «Gaudí es un poco mayor, un poco más adelantado, pero compañero al fin y al cabo. Caminamos el mismo camino», afirma. «Lo único que tengo que hacer es mirar donde miraba Gaudí». P. ¿Y dónde miraba Gaudí? R. Antes debemos preguntarnos dónde estaba Gaudí. Tenemos que estar en el mismo sitio para ver lo mismo. ¿Dónde estaba Gaudí? ¿Quién es su maestro? Esta pregunta me facilitó convertirme al catolicismo, simplemente mirando donde miraba Gaudí. P. Porque el maestro de Gaudí es... R. Jesús. Gaudí es un gran maestro precisamente porque sabe indicar dónde está el verdadero maestro. La historia de la conversión de Sotoo se narra ampliamente en De la piedra al Maestro, un libro-entrevista de 152 páginas editado por el arquitecto José Manuel Almuzara, presidente de la Asociación Pro Beatificación de Antoni Gaudí. La causa de beatificación se abrió en 1992 y, actualmente, Antoni Gaudí recibe en la Iglesia católica el título de siervo de Dios, reconocimiento anterior a venerable, beato y santo. Lo único que sabía Sotoo del catolicismo antes de encontrarse con Gaudí era lo que aprendió en la guardería de monjas donde fue de niño. Se casó con Hisako un 3 de noviembre por el rito budista zen y tuvo una hija, Yuki. Su conversión no llegó hasta 1991: se bautizó el 3 de noviembre de ese año, aniversario del día que Gaudí asumió la dirección de la Sagrada Familia. Veintiocho años después él todavía se considera «novato» en la religión. «Vosotros, primavera 2018  Nuestro Tiempo —69


Campus Cuando las piedras hablan

cuando nacéis, tenéis mucho de cristiano en el modo de entender el mundo. Yo no tenía nada», asegura. Su forma de arañar la roca cambió con su conversión. Reconoce que, de alguna manera, se parece a los pintores rusos de iconos, que se preparan para su pintura con dos años de oraciones y rezos diarios. «Cuando trabajo en una escultura, a través de ella hago algo más: estoy buscando. Siempre estoy en una búsqueda. Cuando esculpo, lo que hago es sacar la forma de la verdad», asegura. P. ¿Cómo se hace eso? R. La forma de la verdad ya estaba ahí. La gente la estaba esperando. Hay obras antiguas que son modernas, siempre actuales: Tchaikovski, Rajmáninov... Siempre nos dan algo fresco, algo nuevo. Esto es la obra de arte: hace siglos que existe, solo había que sacarla. P. Eso es muy platónico. R. Sócrates es un gran maestro. P. Usted es como un traductor de poesía. Hace arte, pero el arte de otro. ¿Ha tenido que renunciar a su estilo para convertirse en Gaudí? R. El problema de hoy es que la gente no sabe lo que es el arte. Antiguamente no era así. Antes no sabíamos quién era el autor, ¡no importaba! Ahora damos por supuesto que el artista debe ser uno solo, que tiene que ser como Dios, pero eso es un invento de las últimas décadas. Gaudí es un hombre muy original, pero no se cree autor en ese sentido. Pensemos en los agricultores que producen tomates. Ellos colaboran con la naturaleza: ponen la semilla y recogen su fruto. Este es el verdadero arte, eso es lo que hace Gaudí: simplemente colabora con la creación de Dios. P. Y usted cree que está haciendo eso mismo: colaborar con la creación de Dios. R. Sí, y por eso no tengo miedo de que Gaudí no dejara planos. Todas mis ideas están en esta línea de colaboración. P. O sea que la Sagrada Familia ya está ahí; usted solo tiene que sacarla, como los tomates... 70—Nuestro Tiempo  primavera 2018

conversión

«El maestro de Gaudí es Jesús. Gaudí es un gran maestro porque sabe indicar dónde está el verdadero Maestro» platonismo

«Cuando trabajo en una escultura estoy en una búsqueda. Cuando esculpo, lo que hago es sacar la forma de la verdad» visión

«No tengo miedo de que Gaudí no dejara planos porque hago lo mismo que él: colaborar con la creación de Dios» amor y técnica

«De la puerta del taller de Sotoo cuelga un cartel que dice: “Para hacer una buena obra, primero amor, luego técnica”» R. ¡Eso es! Simplemente tengo que ir con cuidado de no traicionar nada de lo que ya está ahí. Es una forma de concebir el arte muy antigua, pero que hoy aparece como nueva y necesaria. En esa línea de colaboración, Etsuro Sotoo ha sido el primero en introducir color en la Sagrada Familia. Ha esculpido los remates de los pináculos coronados con frutas de colores «porque el alma necesita dar fruto». También ha esculpido las puertas de la fachada del Nacimiento, todas llenas de color y de insectos gigantes, para que los

adultos que las vean puedan sentirse como niños, porque «nunca debemos salir de un corazón de niño». Además ha propuesto una nueva simbología que represente a los cuatro evangelistas para las gárgolas que expulsan el agua de la cubierta de las torres y otros elementos alegóricos de colores, como una gran escultura situada en la nave central de un campo de trigo que representa la eucaristía, con una gran amapola roja. Porque «en todos los campos de trigo crecen amapolas. Solo hay que observar la naturaleza». Por otra parte, está trabajando en unas campanas tubulares para el campanario. Gaudí no dejó bocetos de nada de eso, pero él está convencido de que todo guarda una íntima unión con la obra del maestro. Sin embargo, no todos los que han continuado la obra de Gaudí comparten el mismo planteamiento. Por ejemplo, Josep Maria Subirachs (1927-2014), autor de la fachada de la Pasión de la Sagrada Familia y uno de los grandes escultores que han picado la piedra del templo barcelonés. El escultor catalán recibió la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes del Ministerio de Educación (1998), entre otras muchas distinciones, y fue miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando o de la Hispanic Society of America de Nueva York. Su visión de la catedral modernista se parece mucho más a la concepción medieval, donde un estilo sucede a otro, y en el mismo templo, que tarda doscientos años en construirse, se ven convivir puertas románicas, techos góticos y presbiterios barrocos. Él aceptó el encargo de esculpir la fachada de la Pasión con la condición de no verse obligado a seguir al pie de la letra las indicaciones de Gaudí, porque «imitarlo es ensuciar su obra y sería perjudicial para todos», como consignó en una entrevista a Vicenç Pagés en 1990. Así pues, la fachada de la Pasión, que Subirachs realizó en estilo neofigurativo, tiene poco que ver con el resto de la obra de Gaudí. Sotoo no comparte este planteamiento y considera que hay que buscar ante todo la unidad en el conjunto,


terminar lo que empezó Gaudí como Gaudí lo hubiera hecho. Como reconoció el japonés en el XVI Foro de Humanidades organizado por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad, lo que hay que hacer en la Sagrada Familia es «mantener un mensaje correcto para que dure mil años. El estilo debería ser secundario: lo importante es el mensaje». Junto con esto, su visión eminentemente religiosa de la obra de Gaudí le lleva a criticar con fuerza que la basílica, para muchas personas, se haya «convertido en un museo». Durante su visita al campus de Pamplona, dijo que «la Sagrada Familia es una empresa muy grande que hace mucho dinero, pero Gaudí no la pensó para eso», y su peculiar batalla es hacer que las piedras del templo sirvan no solo para ser admiradas, sino, sobre todo, para hablar con Dios. Al escultor japonés le parece que Antoni Gaudí fue un adelantado a su tiempo, como Leonardo Da Vinci, a quien el mundo no comprendió hasta muchos siglos más tarde. «Todavía nadie sabe quién es Gaudí». Y uno de esos puntos del gaudinismo que aún no se entienden es la idea —también muy oriental, por otra parte— de la unidad: todo es uno. Ni Gaudí ni Sotoo distinguen planos. Todo está unido, todo forma parte del todo de la naturaleza. Por eso Sotoo no utiliza reloj. Le parece un invento que separa y aprisiona, cuando el tiempo, por sí mismo, es infinito. Y cree que esa idea de formar parte del todo en comunión con él la aplica Gaudí a su obra. «Gaudí sabe que la arquitectura es lo que el hombre hace contra la gravedad. Dios pone la gravedad y el hombre la arquitectura. De algún modo los arquitectos han luchado durante miles de años contra Dios, y Gaudí se rebeló contra eso. Solo obedeciendo, siendo un niño fue como inventó la catenaria». Muchos dicen que este tipo de arco, que invierte la curva descrita por una cadena al sostenerse por sus dos extremos, es el más acorde con la naturaleza de las cosas, el que mejor se adapta a la fuerza de la gravedad. Y esa idea de completud atraviesa toda la obra del genio catalán.

Sotoo analizó las partes de la Sagrada Familia y su simbolismo. P. ¿Concibe Gaudí alguna diferencia entre la arquitectura y la escultura? R. Ya no solo entre arquitectura y escultura. Para Gaudí no hay separación entre el techo y la columna, ¡todo continúa! Y pasa lo mismo con la escultura. La estructura es parte de la escultura y sin escultura la estructura se desvanece. ¡Eso es Gaudí! Eso es el futuro. Descartes aprendió de César aquello de «Divide y vencerás». Dice en el Discurso del método que siempre hay que dividir los problemas; cree que la solución a un gran problema es cortarlo en pedacitos más pequeños. Pero no. Si divides un problema tienes dos problemas, ¡la división es infinita! Por eso el trabajo del moderno nunca termina. Urge que el siglo xxi aprenda a sintetizar, a ver todo el conjunto. P. El hecho de que Gaudí no utilice líneas rectas, ¿tiene algo que ver con eso? R. Eso es un tópico. Gaudí siempre ha utilizado la línea recta. La línea siempre es recta; la superficie es curva. La recta es la mejor forma de comunicar. Y luego, sobre la recta, se construye siempre una superficie curva: hiperboloide, paraboloide... Parece complicado, pero la esencia es siempre una línea recta. Sotoo se ha convertido en una continuación viviente del maestro modernista. En su tierra natal se le conoce como el Gaudí japonés. No ha aprendido solo su técnica escultórica, sino también su visión del arte, su religión y su forma de vivir. En la

puerta de su taller tiene grabadas unas palabras que representan a la perfección la forma gaudiniana de concebir el trabajo: «Para hacer una buena obra, primero amor, luego técnica». P. ¿Usted también planea irse a vivir a la Sagrada Familia, como hizo Gaudí al final de su vida? R. ¡Si me dejaran! Me encantaría. Mi ilusión es dedicar todo el tiempo que me queda a esa obra. Cada vez que trabajo en una escultura se me ocurren otras dos que podría hacer. Y antes de morir me gustaría intentarlo. Antoni Gaudí falleció el 10 de junio de 1926 en una cama de hospital, tres días después de haber sido atropellado por un tranvía en la calle Cortes de Barcelona. Iba a ver a su confesor. Su aspecto era tan desaliñado que nadie acudió en su ayuda porque lo confundieron con un mendigo. Fue un guardia civil quien obligó a un conductor a llevarlo al hospital. Los últimos años de su vida los pasó volcado en cuerpo y alma a una obra que sabía que no iba a terminar, pero, como decía él mismo, su cliente no tenía prisa. El día anterior había dejado una nota para uno de sus discípulos: «Nos vemos mañana a las cinco y media. Vamos a hacer cosas muy bonitas». Etsuro Sotoo morirá sin ver rematada la gran obra de Gaudí a la que ha dedicado los últimos cuarenta años, y al día siguiente todavía quedarán por hacer cosas muy bonitas. Nt

primavera 2018  Nuestro Tiempo —71


Campus Entrevista a Etsuro Sotoo

Sobre la hiedra representada en las puertas de la Caridad destacan las iniciales de san José y la Virgen María. 72—Nuestro Tiempo  primavera 2018


de cerca

Puertas llenas de significado Gaudí concibió la Sagrada Familia como una gran catequesis en piedra, una explicación de la Sagrada Escritura a través del arte, y Etsuro Sotoo asumió esta idea desde su llegada a Barcelona. Cuando comenzó a restaurar el pórtico del Rosario, que fue para él como el «testamento de Gaudí», se dio cuenta de que la imagen de María tenía en sus manos un rosario con nueve guijarros en cada misterio, en lugar de diez, que es lo habitual. Al investigar sobre la figura del arquitecto modernista descubrió que rezaba misterios de nueve avemarías en honor a la Santísima Trinidad, porque nueve son tres veces tres. Como Gaudí, Sotoo ha querido también dejar de algún modo su huella entre sus esculturas. Las puertas del portal de la Esperanza, por ejemplo, hay que leerlas de abajo arriba. Primero aparece un bloque de rugosidades que representan la arena del desierto del Sinaí y recuerdan la huida a Egipto, cuando José abandona su tierra con María y Jesús a través de las dunas para salvar a su familia. Y, pasado el desierto, los portones de bronce se convierten en un mar lleno de peces. Ese mar y esos peces significan, de

entrada, la vida abundante que llega después del éxodo: el fruto de la esperanza. Pero todos esos peces son también los cristianos que se multiplicaron por todo el planeta gracias a la determinación de José. Las primeras comunidades de cristianos usaban el ichtus (pez, en griego) para representar a Cristo. Otra particularidad: esos peces no existen en España. Son carpas japonesas. Sotoo asegura que esculpió esos animales porque su forma alargada se adaptaba mejor a las necesidades técnicas de la escultura, pero no es difícil adivinar en ellos la historia de la conversión del escultor al cristianismo. La arquitecta italiana Chiara Curti recoge en un artículo sobre la obra de Sotoo para Es Japón algunos detalles más sobre estas puertas. Detalles como la hiedra que recubre todo el portón de la Caridad que es, para el artista, la planta que mejor significa el amor; porque cada rama, para crecer, necesita sostenerse en la de al lado. O el material con el que se han construido, el bronce, que se desgasta por el contacto y se abrillanta. Según Sotoo, las personas son como el bronce: no se estropea al tocarlo, sino que se hace más bello.

Hojas y flores de calabaza, lirios y hiedra son algunos de los motivos vegetales de las puertas de la Caridad.

La puerta de la Esperanza está situada en la fachada de la Natividad, al igual que las de la Caridad y de la Fe. primavera 2018  Nuestro Tiempo —73


Alumni Nueva etapa

los antiguos alumnos, el mayor TESORO de la universidad Jorge Noval Derecho

Victoria Rodríguez Chacón

ISSA

Antonio Viana

Derecho Canónico

Juan Chapa Teología

Secundino Fernández Medicina

Mercedes Pérez Enfermería

Adela López de Cerain Farmacia y Nutrición

74—Nuestro Tiempo  primavera 2018

Alfonso Sánchez-Tabernero

Rector de la Universidad de Navarra


La graduación deja de ser el final de una etapa para convertirse en un comienzo. La formación continua, el apoyo durante la carrera profesional y los beneficios de pertenecer a una extensa red de graduados orientan una firme apuesta de la Universidad por enriquecer el servicio a los antiguos alumnos. El rector y los decanos de facultades y escuelas exponen el nuevo proyecto Alumni, que cuenta con la implicación de todos los centros docentes. texto Alumni Universidad de Navarra fotografía Santi G. Barros [Com 13] y Miguel Goñi Aguinaga

Miguel Ángel Alonso del Val Arquitectura

Rosalía Baena

Concepción Naval

Educación y Psicología

Filosofía y Letras

Luis Montuenga

Ciencias

Raúl Antón

Tecnun-Escuela de Ingenieros

Ignacio Ferrero CC. Económicas y Empresariales

Charo Sádaba Comunicación

primavera 2018  Nuestro Tiempo —75


Alumni Nueva etapa

alrededor de dos mil estudiantes abandonan anualmente los campus de la Universidad rumbo al mundo laboral. ¿Qué relación queda entre ellos y su alma mater? ¿Cómo evoluciona la intensa experiencia forjada durante los años de estudio? El proyecto Alumni-Universidad de Navarra trata de responder estas cuestiones y se propone potenciar las abundantes oportunidades de ayuda mutua entre la Universidad y los antiguos alumnos. Este curso se celebra el 25 aniversario de la profesionalización del servicio a sus graduados. Desde 1992, se han organizado multitud de sesiones de divulgación, se han promovido encuentros y se ha fomentado que su sentido de pertenencia crezca tras la graduación. Con el objetivo de conocer mejor los intereses de sus alumni, la Universidad puso en marcha en febrero la campaña #welcomebackUNAV con una pregunta formulada a más de 38 000 personas: «¿Qué necesitas?». Sus respuestas han contribuido a la reflexión sobre el modo de colaborar con ellos de manera eficaz. «Una de las principales misiones de la Universidad de Navarra —afirma el rector, Alfonso Sánchez-Tabernero— es cuidar a todos los antiguos alumnos. Queremos hacerlo como mejor sabemos: con formación de calidad, con un adecuado asesoramiento en su carrera profesional y facilitando lugares de encuentro entre ellos». El refuerzo de los servicios dirigidos a quienes estudiaron en la Universidad se plantea como un desafío para los próximos años, que contará con la implicación directa de las facultades y escuelas. Coincide, además, con la apertura de la nueva sede de posgrado en Madrid, que acogerá un buen número de las actividades para egresados. pasión por el saber. El deseo de aprender es una característica esencial del universitario. Por eso, la formación continua se sitúa en el núcleo del nuevo plan Alumni. «Si la universidad se suele conocer como alma mater [madre que alimenta], es lógico que el papel de la institución no termine nunca. Debe continuar dando alimento intelectual a sus graduados», 76—Nuestro Tiempo  primavera 2018

alumni en el mundo

10 610

Antiguos alumnos que contribuyen económicamente.

Guatemala

55 987

Seguidores en LinkedIn.

Venezuela

Brasil

10 691

Miembros del grupo Alumni en LinkedIn.

35 961

Suscriptores de la newsletter Alumninews. Los datos de los gráficos corresponden al curso 2017-18

asegura Juan Chapa, decano de la Facultad de Teología. La puesta al día de conocimientos del sector donde uno trabaja es una herramienta indispensable para la mejora del desempeño laboral y la Universidad desea acompañar a sus antiguos alumnos también en esta fase. La nueva apuesta aspira a ofrecerles un plan docente con un enfoque profesional capaz de adaptarse a los continuos cambios sociales y empresariales. El decano de Derecho, Jorge Noval, considera que «la gran ilusión de la Universidad es que cada uno de sus alumni haga realidad su proyecto personal y que este sea el mejor posible. Para cumplir este

reto, nos parece imprescindible seguir espoleando la pasión por el saber». Según Rosalía Baena, decana de Filosofía y Letras, «los antiguos alumnos valoran una formación continua y una actualización de las disciplinas que les atrajeron a nuestros grados». Por su parte, Sergio Sánchez-Migallón, decano de la Facultad Eclesiástica de Filosofía, señala que «la oferta de actividades académicas (congresos, simposios, workshops...) es una gran ayuda para mantener viva la reflexión filosófica que se inició en el campus». De manera presencial o vía online, no hay duda de que seguir aprendiendo durante la etapa laboral es una necesidad y la


Portugal

Taiwán

Antiguos alumnos 0-200 200-400 400-600 600-800 Más de 800

Universidad tiene como meta responder a ella. El aprendizaje permanente enriquece al antiguo alumno por la mejora de sus competencias y habilidades, impulsa su desarrollo y repercute de manera directa en el desempeño profesional. La Universidad de Navarra trabaja con la confianza de que la graduación no signifique el fin de la formación académica, sino que pase a ser el comienzo de una nueva etapa. aportación mutua. Este desafío también se plantea en el sentido contrario. Los graduados con experiencia profesional tienen mucho que aportar tanto a los alumnos sentados hoy en las aulas como

120 950 Total de antiguos alumnos

al claustro de profesores e investigadores. La directora de ISSA School of Management Assistants, Victoria Rodríguez Chacón, explica que «son un elemento clave en el proceso formativo porque, gracias a la información que nos aportan y a su colaboración en actividades, nuestros planes de estudio se adaptan constantemente para satisfacer las necesidades de las empresas». Su presencia en los campus contribuye a tender puentes entre el mundo empresarial y el panorama universitario. Ambas partes se complementan y se enriquecen cuando dialogan entre sí. En la misma línea, el director de la Escuela de Arquitectura, Miguel Ángel

Alonso del Val, asegura que «el contraste de la experiencia profesional con los debates científicos y disciplinares que nuevas generaciones de profesores y estudiantes van desarrollando hace que el espíritu universitario se mantenga joven». Muchos centros ya trabajan de ordinario con sus alumni, como la Facultad de Derecho Canónico. Su decano, Antonio Viana, señala que «nos consultan frecuentemente, sobre múltiples cuestiones relativas a la práctica del Derecho en la Iglesia y la actividad de los tribunales eclesiásticos, de forma que nos ayudan a mejorar la orientación de la docencia y de los cursos que organizamos». primavera 2018  Nuestro Tiempo —77


Alumni Nueva etapa

punto de encuentro. Extendida por más de cien países de los cinco continentes, la red de antiguos alumnos constituye un buen marco para ampliar las relaciones profesionales. Luis Montuenga, decano de la Facultad de Ciencias, confía en el valor de «crear espacios de contacto y networking de cada graduado con otros alumni, con los profesores y con la actividad diaria de la Universidad. Esto se consigue fomentando encuentros presenciales en los puntos del globo donde residen y trabajan, así como facilitando la conexión a través de las redes sociales». Secundino Fernández, decano de Medicina, manifiesta que su Facultad «aspira a ser una referencia permanente para los antiguos alumnos en la consolidación y ampliación de las relaciones que han establecido durante sus años como estudiantes. De este modo, continuaremos ofreciendo cursos de formación que favorezcan, al mismo tiempo, conocer más y mejor a otros alumni». Alumni-Universidad de Navarra está formado por 120 950 personas de todas las edades y procedencias que han estudiado diferentes carreras, másteres o doctorados y que trabajan en ámbitos muy diversos. En cambio, todos ellos tienen un elemento de unión: su alma mater. Por eso, uno de los objetivos de la Universidad es impulsar, de la mano de su escuela de negocios, el IESE Business School, los espacios de networking por sectores profesionales. De esta manera, la posibilidad de establecer contactos de calidad con personas que comparten intereses supone un incuestionable beneficio. Teresa Sádaba, directora de ISEM Fashion Business School, con sede en Madrid, asegura que el Instituto trata de ser «un punto de encuentro de los profesionales de la moda donde se fomente el diálogo, el intercambio de experiencias, ideas e investigaciones que les ayuden a crecer en su carrera». Además del ámbito laboral, el cariño de los graduados hacia su universidad es un aliciente importante para las relaciones personales. Durante los años de carrera se forjan amistades en un entorno de re78—Nuestro Tiempo  primavera 2018

Secundino Fernández Decano de la Facultad de Medicina

«Nos gustaría ser una referencia permanente para los antiguos alumnos en la consolidación y ampliación de las relaciones que han establecido durante sus años como estudiantes» charo sádaba Decana de la Facultad de Comunicación

«Reencontrarse con profesores y compañeros de promoción es una experiencia única para tomar conciencia de la propia situación vital y profesional» raúl antón Director de Tecnun-Escuela de Ingenieros

«La profesionalidad y el buen hacer de los antiguos alumnos son la mejor aportación que hace la Universidad de Navarra a la sociedad» flexión y de conocimiento. La intensidad de las vivencias en el campus genera una conexión especial entre los estudiantes. En el caso particular de la Facultad de Enfermería, por ejemplo, «ese modo de ser enfermero y practicar la profesión está presente y une a los graduados que se encuentran en el mundo laboral», según explica su decana, Mercedes Pérez. Es frecuente que, cuando dos antiguos alumnos se conocen y caen en la cuenta de lo que les une, sientan una sintonía especial con la otra persona. Charo Sádaba, decana de la Facultad de Comunicación, asegura que «reencontrarse con profesores y compañeros de promoción es una experiencia única para tomar conciencia de la propia situación vital y profesional. Gracias a esa relación que se establece a lo largo de la carrera, la Universidad puede volver a inspirar, a guiar, a empujar sueños y sanas ambiciones». El mayor evento para graduados organizado por la Universidad es el Alumni Weekend, un fin de semana que cuenta cada año con la asistencia de más de quinientos antiguos alumnos. En este sentido, Concepción Naval, decana de la Facultad de Educación y Psicología, considera que «la Universidad es un lugar al que siempre poder volver para recordar tiempos y personas con quienes compar-

timos una época de estudio y convivencia importante en nuestra vida». En el vínculo entre los graduados son protagonistas las juntas territoriales Alumni, formadas por antiguos alumnos que organizan y apoyan actividades universitarias en ciudades de todo el mundo. Jorge Noval asegura que estos chapters le llaman especialmente la atención por «su cariño, su iniciativa y su vitalidad. Cada una, con su estilo, se esfuerza por mantener vivo el contacto entre los alumni del entorno geográfico más próximo». En la actualidad treinta y nueve juntas nacionales, tres internacionales y otras tres en proyecto colaboran voluntariamente. Más allá de los encuentros presenciales, también el mundo digital facilita establecer contactos. LinkedIn es la red profesional que lidera el sector. A través de los grupos de las facultades y el propio de Alumni, se comienzan relaciones, se recuperan contactos dentro de una promoción y se distribuyen contenidos de interés. Además, la Universidad tiene un perfil institucional con más de 55 000 seguidores con los que comparte artículos de divulgación, noticias, el calendario de actividades que se celebran en sus lugares de residencia y materiales audiovisuales.


alumni en españa

impulso de la carrera profesional. Un recién licenciado tiene un gran interés por la búsqueda del primer empleo y, conforme avanza en sus distintas etapas profesionales, puede demandar nuevas oportunidades laborales o ser un empleador que precise contratar talento para su empresa. La Universidad procura adaptarse a la necesidad de cada antiguo alumno. Adela López de Cerain, decana de la Facultad de Farmacia y Nutrición, sostiene que «los antiguos alumnos pueden ofrecer puestos de trabajo a otros graduados, y su experiencia puede ayudarnos a perfilar las características del profesional que requiere la sociedad. Recíprocamente, la Universidad puede proporcionar los candidatos adecuados». Una herramienta concreta que pone en contacto actuales y antiguos alumnos es, según señala Ignacio Ferrero, decano de Económicas, el Portal de Empleo de la Universidad: «A través de él, directivos de empresas, responsables de contratación y graduados, especialmente los más jóvenes, pueden conocerse y materializar relaciones laborales». Así pues, los caminos de la empleabilidad son de doble dirección: responder con talento universitario a las necesidades de contratación y acompañar a los egresados en su desarrollo profesional. protagonistas de la misión de la universidad. La aportación de los antiguos alumnos siempre ha sido clave en la Universidad. Les mueve la ilusión por apoyar su crecimiento y contribuir al alcance positivo que tiene en la sociedad. Gracias a su generosidad diversos proyectos de investigación y becas pueden salir adelante. Hace quince años se puso en marcha el Programa de Becas Alumni, que financia parte de los estudios de jóvenes con buen expediente académico, pero que no disponen de los recursos suficientes. En esta cadena de solidaridad, promovida en 2003 por antiguos alumnos, colaboran cada año alrededor de diez mil graduados. Durante el curso 2017-18, trescientas veintisiete personas de veinte nacionalidades se han formado gracias al Programa.

Antiguos alumnos

88 909 «Además de despertar inquietudes intelectuales en los alumnos, también es necesario ayudarles materialmente para que desarrollen sus capacidades en beneficio de la sociedad», afirma Sergio SánchezMigallón, decano de la Facultad Eclesiástica de Filosofía. Como parte de su misión, la Universidad tiene como objetivo, asimismo, la transferencia de conocimiento que mejore la calidad de vida del mayor número de personas a nivel local, nacional e internacional. La contribución de los antiguos alumnos alienta este compromiso y estimula la investigación biomédica y humanística. El rector, Alfonso Sánchez-Tabernero, agradece su confianza y generosidad: «Hacemos frente a nuestros gastos de docencia y de asistencia sanitaria con las matrículas de los alumnos y con lo que abonan los pacientes o sus seguros médicos. Pero tenemos proyectos de gran impacto social; cuanto más apoyo recibamos —para becas, proyectos de investigación o actividades museísticas y culturales—, a más personas podremos servir». El nuevo plan Alumni se plantea conceder mayor protagonismo a los benefactores aumentando las posibilidades de colaboración económica: además de las becas Alumni, se puede contribuir con la investigación del Instituto Cultura y So-

0-200 200-400 400-600 600-800 Más de 800

Total de antiguos alumnos nacionales. De ellos, 35 520 son navarros.

ciedad, la actividad artística del Museo o las becas de posgrado, por ejemplo. Como reconoce Rosalía Baena, «necesitamos su apoyo para emprender proyectos ambiciosos». Los graduados pueden ayudar a la Universidad de muchas maneras «y una de ellas es contribuir económicamente para poder seguir investigando y dando becas a futuros alumnos», manifiesta Ignacio Ferrero. embajadores. Raúl Antón, director de Tecnun-Escuela de Ingenieros, cree que «la profesionalidad y el buen hacer de los antiguos alumnos son la mejor aportación de la Universidad de Navarra a la sociedad». Cada alumni es una extensión del centro académico: llega donde la Universidad no llega. «Ellos son nuestros principales embajadores —afirma Luis Montuenga—. Transmiten, a través de su ejemplo, las ideas madre que configuran nuestra cultura corporativa: el trabajo como servicio a la sociedad, la solidaridad, el espíritu emprendedor y exigente, y a la vez alegre, optimista y constructivo». En palabras del rector, «su testimonio, su cariño, su experiencia profesional y su apoyo constante —entre muchos otros atributos— hacen que los antiguos alumnos sean, sin duda, el mayor tesoro de la Universidad de Navarra». Nt

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Alumni Carta desde... Panamá

Juventud implicada en el cambio María José Benítez [MICS 17] se licenció en Ciencias Jurídicas y estudió un máster sobre desarrollo de la infancia. Tras su paso por la Universidad, trabaja en la Oficina Regional de la ONU en Panamá. texto y fotografía

María José Benítez

—Objetivo de Desarrollo Sostenible 16. En Cúcuta (Colombia) trabajando con jóvenes por la paz y la justicia.

—De la ONU. Con la delegación de Jayathma Wickramanayake y la gerente de United Nations Volunteers. 80—Nuestro Tiempo  primavera 2018

ciudad de panamá [panamá]. Tras terminar el Máster en Investigación en Ciencias Sociales (MICS) de la Universidad de Navarra, regresé a mi país, El Salvador, para participar en un programa de Responsabilidad Social Empresarial, como directora de un centro para jóvenes de escasos recursos económicos. Llevaba un mes allí cuando, un día, al revisar mi correo, encontré un mensaje en el que me informaban de que había sido seleccionada como especialista de Paz y Seguridad Ciudadana para la Oficina Regional del Programa de Voluntarios ONU para América Latina y el Caribe, en la Ciudad de Panamá. Me sentía muy feliz por aportar a la educación en mi país, pero la nueva oportunidad me abría el horizonte a toda Latinoamérica. Había trabajado en Naciones Unidas durante seis años, antes de empezar el Máster en Navarra, en el 2016, y, mientras lo estudiaba, había hecho prácticas con Unicef en la Comunidad foral. Al haberme especializado en promoción de la participación juvenil, había visto cómo mi labor profesional cambiaba vidas de personas en El Salvador. Me emocionaba pensar que desde una Oficina Regional podría amplificar mi contribución y demostrar la fortaleza que tenemos los jóvenes latinoamericanos, en esta zona tan afectada por la violencia, los desastres naturales y la inestabilidad política, pero también caracterizada por sus poblaciones trabajadoras, cálidas y llenas de energía. Me informaron de que desde mi nuevo destino en Panamá podría cooperar al logro de la paz en procesos del Triángulo Norte de Centroamérica [El Salvador, Guatemala y Honduras], Colombia y el Caribe, entre otros países. Eso me ilusionó tanto que rápidamente confirmé mi disponibilidad para viajar. Así que, dos meses después de haber vuelto a mi país, hice de nuevo las maletas, cogí mi guitarra y tomé un vuelo hacia mi nuevo reto. Aterricé en el caluroso Panamá a principios de agosto. Ya había visitado su capital, en marzo de 2016, mientras hacía una consultoría para la Oficina Regional de Unicef, cuya sede está ubicada en la Ciudad del Saber, un complejo que reúne muchas

oficinas del Sistema de Naciones Unidas, organizaciones de la sociedad civil y del mundo académico. Entonces me había llamado mucho la atención el intercambio cultural y profesional que se daba entre las personas que trabajaban allí. Recuerdo que pensé: «¡Ojalá pueda regresar algún día!». Así que, cuando me vi en el mismo lugar y recordé mi primera estancia, no pude estar más segura de que, con trabajo, los deseos pueden cumplirse. Ahora vivo en una casa pequeña —rodeada de un jardín con flora y fauna tropical: árboles de mango, palmeras, muchos pájaros y roedores medianos llamados ñeques— situada en ese mismo barrio, con una amiga venezolana que también trabaja en Naciones Unidas. Mudarse a un país donde no conoces nada ni a nadie implica un gran desafío personal, pero esta tierra, con gente muy diversa y muy interesante, me ha acogido con mucho cariño. Algunos de mis amigos aquí se han preocupado de que tenga experiencias panameñas: durante los Carnavales de febrero, me llevaron a Pedasí, un pueblo donde son muy famosas las comparsas y las carrozas de las Reinas en estas fiestas. Me han abierto sus casas, me han invitado a comer, los niños de las familias que he conocido me llaman «tía»… No tardé en encontrarme teniendo conversaciones con personas que, a su aún escasa edad, ya habían trabajado no solamente en varios países de la región, sino en muchas ciudades de todo el mundo. He conocido a jóvenes que, desde que finalizaron sus estudios, han facilitado procesos electorales en África, Asia y América; otros, expertos en cambio climático, que habían terminado proyectos en la Antártida y se dirigían a África Oriental; alguno también tenía una trayectoria amplia en Oriente Medio y ahora facilitaba diálogos en América Latina. protagonistas de un mundo mejor. En nuestra oficina somos cinco personas, provenientes de Italia, Bélgica, Colombia, Panamá y El Salvador. Tenemos experiencias variadas, pero con especial recorrido dentro de Naciones Unidas en diferentes países. Mi labor es promover


el voluntariado para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en la región, ya que estas diecisiete ambiciosas metas solo se alcanzarán si todos aportamos para hacerlas posibles. Es muy gratificante comprobar cuántos jóvenes se vuelven protagonistas de los procesos de paz y desarrollo en sus países, y cómo las autoridades locales y nacionales les reconocen como elementos vitales en la sostenibilidad de sus proyectos. La Agenda 2030 sitúa al ser humano en el centro, y, por eso, considera a todas las personas como agentes de cambio y catalizadores del desarrollo. En América Latina, la mayoría de la población somos jóvenes, y además, somos jóvenes empoderados, preparados y valientes, que pedimos espacios de participación e influencia en las políticas públicas. Desde mi departamento, procuramos garantizar unas condiciones laborales adecuadas para las personas que dedican su tiempo desinteresadamente al servicio del bien común. En ese sentido, apoyamos a los Gobiernos que avanzan en la creación de leyes y presupuestos a favor del voluntariado. Impulsamos que las instituciones inviertan en la formación de los volunta-

rios y que garanticen que los resultados de su trabajo puedan multiplicarse en más territorios y llegar a más personas. En marzo de este año, tuve la oportunidad de conversar con Jayathma Wickramanayake, enviada del secretario general de Naciones Unidas para la Juventud. Hablamos de los desafíos de ir más allá de los informes sobre los jóvenes y coincidimos en que el voluntariado es un medio eficaz para que estos conozcan de primera mano los retos del desarrollo, puedan humanizar su desempeño y aportar con profesionalidad a las sociedades. Como parte de mi trabajo he realizado misiones en Colombia y México, donde he aumentado mi red de contactos de jóvenes líderes que se organizan para la implantación de la Agenda 2030 en sus contextos. Desde mi puesto, he podido acompañar también un proyecto de localización del Objetivo de Desarrollo Sostenible 16 (ODS 16), en el que un grupo de jóvenes han desarrollado sistemas de monitoreo de indicadores de la paz en sus comunidades. El ODS 16, «Paz, justicia e instituciones fuertes», es el que, personalmente, me parece más importante. Durante mi experiencia laboral he trabajado por la

—Desde el Casco Viejo. Vista de la Cinta Costera, una zona que se extiende a lo largo de la Bahía de Panamá con más de siete kilómetros de áreas de jardines, parques y lugares de ocio. construcción de la paz, y sé que su ausencia limita las libertades individuales y colectivas, hace que se pierdan los ideales y la esperanza, y obstaculiza el desarrollo del ser humano. He sido testigo de historias de personas que desde su infancia han sido víctimas de violencia y odio y que por eso han crecido con muchos miedos e inseguridades. Esta vida laboral tan interesante la combino con los fines de semana viendo pasar barcos por el canal de Panamá, leyendo en el Casco Viejo o simplemente comiendo marisco en el Causeway de Amador. También he tenido la oportunidad de asistir con mis amigos a algunos eventos culturales; la oferta panameña es muy variada: hay mercaditos de artesanía, conciertos de artistas internacionales, noches de «pintura y vino»... Todas estas vivencias hacen que mi estancia en Panamá sea una experiencia única e inigualable. Nt

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cátedra abierta Sara Ibarrola-García aceptado, y se presenta incluso como correcto y valiente lo que en realidad es cobarde y moralmente injusto. El bullying supone un riesgo futuro personal y social que en el presente trunca las finalidades de la educación. A pesar de que se ha avanzado en no dar la espalda al problema, todavía hace falta pasar a la acción. Y ahí, todos —instituciones políticas, educativas, asociaciones y ciudadanos— tenemos quehacer. La educación llama a la prevención y, desde ella, se nos invita a mantener una mirada positiva hacia la convivencia. Esto implica considerar los conflictos como oportunidades para desarrollar el diálogo o encontrar salidas a problemas que estaban ocultos. Sabemos que si se orienta a los niños en la solución de los conflictos de manera constructiva pueden desarrollar estrategias efectivas. Al contrario, la impericia para manejar conflictos se asocia al empleo de la fuerza física, la agresividad verbal, la venganza, el aumento del riesgo de abuso de sustancias tóxicas, conductas violentas y baja autoestima. Los niños y jóvenes necesitan, en la familia y en la escuela, Enseñar a los niños y jóvenes a resolver los adultos emocionalmente disponibles que les dejen expresarse y, a partir de ahí, les ayuden a tomar conciencia de sus acciones, conflictos es clave para su desarrollo emocional, y que favorezcan en ellos un pensamiento flexible que les lleve sociocognitivo y moral, presente y futuro. a distinguir qué pretendían con ellas, si con esa conducta han conseguido su objetivo, cuáles han sido las consecuencias y de aY QUIENES HAN CONSIDERADO los centros qué otras formas adecuadas podrían haberlo logrado. educativos como hervideros de conflictos. Es una Además, en la escuela se puede trabajar la educación emoapreciación dura, pero habría que aceptar que en cional a través de medidas como los sistemas de ayuda entre ellos surgen —o siempre pueden surgir— probleiguales, que tienen como fin la creación de redes de apoyo —somas de convivencia: enfrentamientos interpersonales, desmocial y académico— entre alumnos de la misma edad; la acción tivación escolar, disrupción, rechazo social y bullying. tutorial, que potencia el compañerismo, promueve cauces parEl bullying, en concreto, ha alcanzado gran visibilidad durante ticipativos, fomenta la colaboración en proyectos inclusivos y los últimos años. Se han vivido incluso momentos de alarma una gestión democrática de normas de convivencia; y la mediasocial. Según la Organización Mundial de la Salud, en Europa al ción escolar, en la que alumnos y profesores reciben formación menos la mitad de los suicidios de adolescentes tienen alguna como mediadores para, de una manera imparcial y confidencial, relación con el bullying. Informes de la ONU sitúan a España co- ayudar a las partes en conflicto a que por sí mismas lleguen a un mo el cuarto país europeo con mayor prevalencia. acuerdo. La mediación destaca especialmente por su potencial Desde la investigación educativa, gran cantidad de estudios se formativo para los agentes implicados. Entre otros aprendihan centrado sobre todo en la psicología de los agresores y de las zajes conlleva la mejora de la comunicación con los demás, de víctimas, pero hay que situar el problema —y su solución— allí la objetividad al analizar los conflictos, de la comprensión y la donde se genera, en el grupo de iguales: el bullying es un fenóme- expresión emocional, el saber pedir ayuda, la aceptación y el no grupal. La víctima se siente amenazada por respeto de las diferencias de las personas, la el conjunto del ambiente escolar. No consigue confiabilidad, así como la empatía y el sentido La pregunta de lA autorA comprender ni encontrar salida a los ataques de la justicia. injustificados que recibe. Esto le genera una Todo esto genera un ambiente más se¿Qué puede hacer usted indefensión y culpabilización tan extremas guro, alegre, de apoyo y confianza con los para prevenir el bullying? que impide que cuente su problema. iguales en el centro educativo. Además, se Pero, a largo plazo, todos son víctimas. ¿Por promueven valores cívicos propios de una qué? Los agresores aprenden a conseguir ciudadanía responsable, que capacita social aquello que se proponen a través del uso del y emocionalmente a los alumnos, facilitando poder y la imposición de sus deseos, sin tener su compromiso democrático y preparándoles en cuenta a los otros. Y los espectadores, por para ser ciudadanos activos en el futuro, pero @NTunav su parte, se acostumbran a no hacer nada por también ahora. Opine sobre este asunto en evitarlo, lo que les lleva a ser más insolidarios Twitter. Los mejores tuits se e individualistas. Se instala en el grupo un Sara Ibarrola-García [PhD Psicopedagogía 11] es publicarán en el siguiente número. profesora de la Facultad de Educación y Psicología de la desorden moral, donde se establece qué es Universidad de Navarra. lo que hay que creer y opinar si se quiere ser

Prevenir el bullying

H

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Libros

números

200

59,7

años ha cumplido Frankenstein, el personaje que inventó Mary Shelley tras una velada literaria en casa de Lord Byron.

por ciento de los españoles lee por ocio. La falta de tiempo es el principal argumento (47,7 por ciento) de los no lectores.

Pequeñez y grandeza de las máximas El aforismo, la máxima, el proverbio, se diferencien o no, conocen una eclosión reciente. El colombiano Nicolás Gómez Dávila ha sido uno de los autores portentosos de esta sabiduría condensada. texto Joseluís González [Filg 82], profesor y escritor @dosvecescuento

A los sesenta y tantos de edad, Gloria Fuertes (1917-1998) dejó escrita esta declaración: «Me manifiesto en poesía/ para tardar menos/ en deciros más». Soltar un torrente de palabrería —en verso o en lo que sea— no garantiza la eficacia de la comunicación. A veces, una frase mínima produce más efecto que un párrafo. Me impresionó ese recurso de concentración en un cuento de Maupassant, «La parure» (1884), traducido «El collar». La joven protagonista ha cometido un error caro: extraviar una maravillosa gargantilla prestada para la noche de un baile de lujo. Aturdida, durante veintimuchas horas de hundimiento, Mathilde es incapaz de pensar cómo ganar unas semanas para recuperar la joya de su amiga. A su marido, que no ha dejado de rastrear, de indagar, de buscar, se le ocurre una justificación: escribirle cuanto antes a la dueña una carta diciéndole que se ha roto el cierre del collar y que lo están arreglando. «Eso nos dará tiempo para solucionarlo», calcula monsieur Loisel. Mathilde se ha 84—Nuestro Tiempo  primavera 2018


Guy de Maupassant Mary Shelley

Antonio Machado

Nicolás Gómez Dávila

quedado sin fuerzas, hundida y sin nada de luz por delante. Maupassant se limita a contar en cinco palabras el abatimiento inoperante de la joven esposa, su estado de trance y su desesperanza: «Elle écrivit sous sa dictée». «Escribió ella al dictado». Y así se cierra esa parte del cuento. La siguiente, que aviva aún más la trama de la historia, pasa hojas de calendario con rapidez: «Al cabo de una semana…». La brevedad. La penetrante brevedad. En esa cumbre teatral de Hamlet a Polonio, el padre de Ofelia, consejero real casi servil, viudo y suspicaz padre, para congraciarse con el nuevo rey y por avanzar una estratagema, se le oye decir que el príncipe de Dinamarca está loco. Promete, inútilmente, Polonio no derrochar palabras. Y cincela una frase perpetua: «La brevedad es el alma del ingenio». «Therefore, since brevity is the soul of wit and tediousness the limbs and outward flourishes…». El mismísimo Chesterton corregía a Polonio y le daba la vuelta a su sentencia: más bien, el ingenio es la fuente de la brevedad. Sé de un profesor que propone un ejercicio de escritura perverso: glosar, o sea, ampliar al menos medio folio algunos dichos sabios. Por ejemplo este poema inacabable de media línea, uno de los célebres «Proverbios y cantares» de don Antonio Machado: «Hoy es siempre todavía». Era consciente de que ese ejercicio aplastaba la gracia de esas frases hondas, porque los aforismos —palabra que lleva en su entraña la idea de límite, de confines— valen porque sugieren, porque se saltan las fronteras de la primera impresión. Igual que rompen las semillas su cáscara y se multiplican y agrandan sus raíces. Aquel patrimonio y memoria de la sabi-

duría en forma de proverbios, de refranes, epigramas, máximas —máximas, por el alto valor que se les otorga: «Ars longa, vita brevis»— y consejas ofrecen en los tiempos recientes versiones de las formas de intuir con brevedad. Formas herederas de las greguerías a lo Ramón Gómez de la Serna, haikus, microrrelatos y muestras del arte fragmentario conocen hoy un resurgir. El aforismo lo prueba. A la venerable nómica de autores de enunciados célebres —desde Séneca, Napoleón, Gracián, Cioran, Nietzsche, Lao Tze, Oscar Wilde— se suman quienes ahora, quizá con conciencia propia de género, componen aforismos. La editorial sevillana Renacimiento ha abierto una colección de esas terminantes sentencias: «A la mínima» se llama. Revelador. Si hubiera que elegir a un contemporáneo en lengua española, sin duda sería el colombiano Nicolás Gómez Dávila (1913-1994). Las mil cuatrocientas páginas de Escolios a un texto implícito atesoran frases deslumbrantes, pensamientos originalmente hondos, el muestrario de su insondable cavilar, sus desconciertos hechos consideraciones. «Solo es respetuoso el que subraya con vigor las diferencias». «Ser historiador es saber emerger del tiempo». «A la prosa estridente pronto se le arruga la cara». «Dios poda a veces nuestras ramas como un jardinero impaciente». «Los mediocres ni siquiera inventamos nuestra manera de serlo». «Infierno es todo sitio de donde Dios se ausenta». «El que no cree en mitos cree en patrañas». «El lector vulgar no ve profundidad sino en lo torpemente expresado». No es de don Nicolás Gómez Dávila pero parece cierto que «Hay más verdades de las que podemos probar». Qué alivio.

Petra Hartlieb

apuntes

nicolás gómez dávila Provocador, aceptado a regañadientes o más bien rechazado en círculos de políticas progresistas, considerado reaccionario, el caudaloso volumen que recopila sus millares de aforismos, que Gómez Dávila llamaba «escolios», está editado en Atalanta y prologado por Franco Volpi. Dominaba las lenguas clásicas, conocía la literatura europea y el pensamiento y su historia occidental. Don Nicolás distinguía dos maneras tolerables de escribir: «Una, lenta y minuciosa; otra, corta y elíptica». El estilo de Proust corresponde a la primera. Moroso, repleto de detalles y retrocesos extraordinarios. «Escribir de la segunda manera es asir el tema en su forma más abstracta, cuando apenas nace, o cuando muere dejando un puro esquema. La idea aquí es un centro ardiente, un foco de seca luz». El océano, poro a poro.

Nt

primavera 2018  Nuestro Tiempo —85


Libros

Dulzura austriaca

Antología tras el bicentenario

La vida vale tanto...

Invierno en Viena

Todo lo bueno es libre y salvaje

Petra Hartlieb Siruela, 2017 152 páginas, 15,95 euros

David Henry Thoreau Errata Naturae, 2017 211 páginas, 19 euros

El mismo sitio, las mismas cosas Transhumanismo: la búsqueda Tim Gautreaux tecnológica del mejoramiento La Huerta Grande, 2018 humano. Antonio Diéguez. Herder,

Invierno en Viena es una novela sencilla, corta y sin pretensiones. Marie trabaja de niñera para la familia del doctor Schnitzler, un famoso escritor. Cuando este la envía a su librería habitual a recoger un encargo, ella conoce a Oskar, uno de los dependientes, que hará todo lo posible por volver a verla. Aunque la trama presenta personajes vinculados con el mundo de los libros y el teatro, no es un relato de metaliteratura, ni tampoco enfatiza especialmente el nexo con lo literario. Más bien, esta tierna historia cuenta la relación de Marie con el librero y el resto de personajes, manifestándose la brecha entre clases sociales y las diferencias entre la vida en el campo y la ciudad en la Austria de principios del siglo xx. Aunque algo dulzona, se trata de una narración amable que subraya los valores de los personajes ante las dificultades. Mariaje Ruiz

86—Nuestro Tiempo  primavera 2018

Más allá de lo humano

302 páginas, 19 euros

2017. 248 páginas, 19,80 euros

El título de este libro procede de Caminar, un breve ensayo de Thoreau (1817-1862) en el que defiende los beneficios físicos y espirituales de esa actividad, y propone el caminar como una de las formas de vida más elevadas. Todo lo bueno es libre y salvaje concentra en pocas palabras el sentir y el pensar del escritor norteamericano, vinculando su exigencia moral a la libertad y a la naturaleza, pilares fundamentales de su obra. El texto de Errata Naturae, que además ha editado una parte importante de su obra, es una antología general de citas extraídas de todos los libros que escribió Thoreau — desde el clásico Walden a sus Diarios o los ensayos políticos como Desobediencia civil, entre otros— agrupadas por temas. Encarnan una síntesis general de su mirada; no en vano, todos los escritos de Thoreau remiten a un solo cuerpo y en todos late un profundo amor por la vida y por la libertad. Ser libre, dirá Thoreau, es la única forma de ser.

El Prof. Rodríguez Pazos ha tenido el acierto de ser el primer traductor al español de la narrativa breve del estadounidense Tim Gautreaux (1947), autor de tres novelas y dos libros de cuentos. Los doce que reunió en El mismo sitio, las mismas cosas (1996) son de sobresaliente. Sus personajes chocan con un contratiempo que desmorona la vida normal. Un granjero debe criar a su nieta recién nacida; un joven se enamora perdidamente de una voz de la radio; un maquinista provoca un aparatoso accidente de tren; un maduro borrachín mendiga por la comarca un empleo; un mecánico de bombas de agua se encuentra un cadáver; unos profesores noveles sin universidad trabajan de remolcadores; una partida de naipes reparte delirantes historias de gente peculiar. Con humor y humanidad, sugiriendo símbolos, el talento de Gautreaux rebasa las fronteras de su tierra y muestra el don de la hondura. Gran libro.

El transhumanismo es cada vez más conocido, pero no tanto lo que hay detrás. El filósofo Antonio Diéguez disecciona con maestría y sencillez qué es el transhumanismo y quiénes abanderan sus diferentes corrientes. El enfrentamiento es crítico y realista. Defiende lo humano sin apelar a la naturaleza, ya que esta presupone un concepto que los transhumanistas niegan. El autor no desarrolla ese necesario camino pero sí otros interesantes. Diéguez, catedrático en la Universidad de Málaga, opta por poner de manifiesto las posibles repercusiones negativas que supondría la implantación de los avances biotecnológicos en los diferentes ámbitos de la vida. La originalidad, sin embargo, radica en la recuperación de Ortega para resaltar la crisis de deseos en la que vivimos. Anima al lector a preguntarse qué fines persigue el transhumanismo y si son deseables las consecuencias que puede acarrearnos como especie.

Daniel Rosino

Joseluís González

Raquel Cascales


Periodismo y ciudadanía libres

La bruma del olvido

La política como pacto

Recuperar la razón

Prensa, democracia y libertad

El gigante enterrado Kazuo Ishiguro Anagrama, 2016 368 páginas, 20,90 euros

O’Donnell. En busca del centro político

Nueva ilustración radical

Antonio Fontán Fondo de Cultura Económica, 2017 324 páginas, 19,90 euros

En este libro se reúne por vez primera —con edición a cargo de Eduardo Fernández— la obra escrita de Antonio Fontán sobre el periodismo, una de las facetas que, junto con la filología latina y la política, ocuparon su intenso y fecundo quehacer profesional. Las piezas que lo componen son de distinta naturaleza: artículos en diarios y revistas (entre ellas Nuestro Tiempo, no en vano fue su fundador), prólogos, ensayos breves y colaboraciones varias. Fontán no fue ni quiso ser un teórico de la prensa y de la comunicación, pero su aportación fue notable en tiempos como el franquismo, donde la enseñanza universitaria del periodismo —de la que fue pionero— y la defensa y puesta en práctica de la libertad de prensa no eran moneda común en España. Se añaden al final algunos artículos sobre su reconocida figura publicados tras su muerte, en 2010.

El gigante enterrado es la séptima novela de Kazuo Ishiguro —premio Nobel de Literatura 2017—. En la Inglaterra de la Edad Media, tras la muerte de Arturo y Merlín, un matrimonio anciano, Axl y Beatrice, emprende un viaje para buscar a su hijo y los recuerdos que, tanto ellos como sus vecinos, están perdiendo. A su periplo se unirán un guerrero sajón, el sobrino de Arturo y el joven Edwin. Ishiguro desvela en una tensión creciente los enigmas de los personajes, las razones más oscuras de sus relaciones y las preocupaciones e inquietudes que se agitan en su interior. ¿Es bueno recordar? ¿Y si el recuerdo despierta en la conciencia antiguos rencores? ¿Es posible el perdón? El autor realiza una ambiciosa reflexión sobre la verdad, ese gigante que muchas veces permanece enterrado en el interior del ser humano y que este se afana por mantener en el olvido por miedo a sus consecuencias.

Carlos Barrera

María Ángeles Lluch

Antonio Manuel Moral Roncal Gota a gota, 2018. 208 págs., 15 euros

Nueva obra de la colección «Biografías políticas», en esta oportunidad escrita por Antonio Moral, profesor titular de la Universidad de Alcalá y miembro de la Real Academia de la Historia. Veterano de la Primera Guerra carlista, capitán general en Cuba durante cinco años y tres veces presidente del Gobierno, Leopoldo O’Donnell encarna los valores del centrismo liberal de mediados del siglo xix, ideología que intentaba modernizar España sin abandonar su identidad nacional. Antonio Moral consigue algo sencillo en apariencia pero realmente difícil: narrar con amenidad la vida de un hombre clave del reformismo y explicar el porqué de sus decisiones sin blanquear ni denigrar al personaje, ubicándolo en su tiempo. Y demostrando, además, que es posible encontrar en viejos líderes algunos valores perdidos, pero imprescindibles hoy. Por ejemplo, la política como pacto y no como camino al absurdo.

Marina Garcés Anagrama, 2017 80 páginas, 7,90 euros

Marina Garcés (Barcelona, 1973), profesora de Filosofía en la Universidad de Zaragoza, reúne en este ensayo los hilos de algunos textos de conferencias recientes. El lector queda impactado desde las primeras páginas por la fuerza de la exposición, la calidad de la escritura y la finura intelectual de los argumentos que va desgranando a lo largo de sus tres capítulos. Frente a los cansinos defensores de la posmodernidad, del pensamiento débil y demás especies de un relativismo agresivo, aquí habla una ilustrada, esto es, alguien que confía en la capacidad de la razón, en especial cuando es proseguida cooperativamente, para hacernos mejores como personas y como sociedad. En este sentido es atractiva en particular su afirmación de que las humanidades «no son un conjunto de disciplinas en extinción, sino un campo de batalla en el que se dirime el sentido y el valor de la experiencia humana». Jaime Nubiola

Ignacio Uría primavera 2018  Nuestro Tiempo —87


Libros Novedades EUNSA

Una aventura periodística

Conocer y guiar a los millennials

Dialogar sobre noviazgo

Cómo gestionar el talento innovador

Auschwitz en primera persona

Líderes y millennials. Un meeting point de generaciones

Noviazgo. ¿Seguros? Ideas para acertar

Las claves de la creatividad empresarial

Guido Stein Martínez 2018. 202 páginas, 13 euros

Rafael Hernández Urigüen 2018. 280 páginas, 15 euros

Jorge Delgado Cerviño 2018. 168 páginas, 14 euros

4065 era el número tatuado en el antebrazo y Anette Cabelli su nombre. Una superviviente de Auschwitz, residente en Niza, es la protagonista del Trabajo de Fin de Grado de varios estudiantes de Historia y Periodismo dentro del proyecto Historify. No se trata de una narración más de nazis y judíos sino de un reportaje personal —de la entrevistada y los entrevistadores— sobre uno de los acontecimientos más terribles de nuestra historia reciente. Pero sobre todo es una introspección, una indagación personal en los abismos del mal. El relato detalla cada uno de los pasos y gestiones, emociones e impresiones, recuerdos y horrores de este trabajo de documentación directa, vertido primero en podcasts y después convertido en libro. Cabelli, judía de Salónica (Grecia) aunque de origen sefardí, y su vivencia en el temible campo de concentración constituyen toda una experiencia humana y profesional para estos jóvenes periodistas.

Con habilidades y limitaciones derivadas del uso constante de la tecnología y las redes sociales, los millennials —nacidos entre 1980 y 2000— son una generación con una visión propia del mundo y las relaciones: consiguen lo que desean a golpe de clic y viven en conexión permanente, acostumbrados a la inmediatez y al feedback continuo. Para comprenderlos y aprender de ellos, el profesor del IESE Guido Stein hace una radiografía de esta generación. Se centra en el ámbito profesional, mediante ejemplos de encuentro entre generaciones, pero que bien valen para el entendimiento en el mundo académico y el personal. Enfocarse en las bases de la persona —inteligencia, carácter y sentimientos— es la respuesta a la que apunta Stein, ante la pregunta de cómo guiar a los millennials en un mundo competitivo y en continuo cambio. Pues, como concluye el autor, «lo importante no es ser el mejor, sino ser bueno».

El profesor Rafael Hernández Urigüen transcribe unos diálogos sobre el noviazgo y los borrosos límites entre las etapas afectivas, recogiendo su experiencia a lo largo de diez años en un seminario interdisciplinar con jóvenes universitarios. Tal vez algunas personas consideren que ya han leído suficiente sobre las relaciones personales, pero más de uno se verá reflejado en la preocupación genuina y cotidiana de los interlocutores por entender el enamoramiento. El autor, miembro de la Asociación Española de Personalismo, acierta al desglosar aspectos prácticos que ayudan a comprender y asumir con naturalidad esta realidad humana. En su papel de moderador entre las voces protagonistas, logra desarrollar una conversación atractiva y pedagógica para cualquier interesado en saber más sobre el noviazgo, el lenguaje afectivo y las etapas que se viven desde el enamoramiento adolescente hasta un posible compromiso.

En un escenario en el que, si no se innova, no se sobrevive, las organizaciones se hallan en una continua búsqueda del talento creativo ya que, como afirma Jorge Delgado, «la fuente de la innovación es el pensamiento creativo». Sin personas creativas —y, por tanto, sin empresas creativas— no solo se gestiona mal el éxito empresarial sino que las compañías pueden desaparecer. Sin creatividad, no hay avance sino estancamiento. El autor, experto en creatividad e innovación del IESE, sugiere adoptar el think out of the box (pensar fuera de la caja, pensar de forma diferente) como lema. Delgado propone un cambio de paradigma que «tiene que producirse en todos los niveles de la organización» y centra la atención en las cualidades de las personas creativas, para aplicarlas en el ámbito de las empresas. Solo desde el talento innovador las entidades pueden repensar bien su modelo de negocio, sus operaciones y su cultura.

Pablo Blanco

Marta Vidán

María José Martínez Quesada

Rocío Montuenga

I. Díaz Argelich, E. Díaz Casanova, A. García Robredo, F. González-Besada, J. Marrodán. 2018. 131 págs, 10 euros

88—Nuestro Tiempo  primavera 2018


Libros

Clásicos: otra mirada

Introducción al cristianismo Joseph Ratzinger Ediciones Sígueme, 2016 (16.ª ed.) 320 páginas, 18 euros

Las puertas siempre abiertas de la fe Cumple ahora cincuenta años la Introducción al cristianismo de Joseph Ratzinger, una obra esencial del siglo xx. Traducido a más de veinte lenguas y reeditado más de cien veces, este libro, inicialmente unas conferencias a estudiantes universitarios, abrió la puerta de la teología a todo el campus de Tubinga. Ratzinger recorría en 1968 el credo cristiano de arriba abajo extrayendo atrayentes reflexiones expresadas en un lenguaje actual. Su alumna Irmgard SchmidtSommer recordaba esas famosas clases: «Lo presentaba todo con una enorme viveza y lo hacía muy interesante. Volvía una y otra vez a la crítica de la fe y, a partir de ahí, explicaba la fe y la fuerza que de ella sale». El propio autor lo reconocía: «Expliqué que las dudas de fe no cierran ninguna puerta, aunque convenga despejarlas cuanto antes para que uno no se quede encerrado en las incertidumbres». Ratzinger quería hacer con ese libro un balance de la situación de la fe, de la teología y del cristianismo del momento: «Nadie puede sustraerse por completo de la duda o de la fe». Ante tal abismo, habrá que dar el salto a

la fe, que, en el fondo, se identifica con la conversión. Pero no es un salto a ciegas, pues nos queda siempre la razón. Así, creer será «la forma de permanecer el hombre en toda la realidad», «la orientación sin la que el hombre estaría sin patria, que precede a todo calcular y obrar humanos». Frente a la visión de un cristianismo arduo y duro —casi imposible—, Ratzinger mantenía viva la esperanza. La fe ante la falta de fe mueve a la esperanza. «En el Auditorium Maximum de la Universidad de Tubinga —comentaba un teólogo salmantino—, ante oyentes de todas las facultades, Ratzinger se ha atrevido a realizar lo que es un sueño de todo teólogo: decirse a sí mismo y a los demás, en forma personalmente válida e intelectualmente legítima, qué es el cristianismo». Porque la fe cabe en las aulas universitarias, a pesar de algunos siglos de olvido. Cuando también ha cumplido cincuenta años la Facultad de Teología de la Universidad, leer este libro, que sigue aún vivo, encarna una forma de homenaje. Ad multos annos! Pablo Blanco Sarto

primavera 2018  Nuestro Tiempo —89


Cine

números

100

millones de dólares ha costado la nueva entrega de Jurassic World, dirigida por Juan Antonio Bayona.

21

de junio de 2019 es la fecha de estreno de Toy Story 4 en Estados Unidos, y pocos días después en España y América Latina.

Hollywood y el huracán Harvey Weinstein

Harvey Weinstein (segundo por la izquierda) recoge el Óscar a mejor película en 1999 por Shakespeare in Love.

El ciclón originado tras la noticia de los abusos cometidos por Weinstein durante décadas ha arrastrado a otros rostros célebres y ha provocado una reflexión necesaria. texto Jorge Collar, periodista y decano de los críticos del Festival de Cannes 90—Nuestro Tiempo  primavera 2018

Desde octubre se desarrolla un fenómeno de una amplitud insospechada que comenzó en el seno terriblemente mediático del cine pero que ha alcanzado después, en ondas sucesivas, a otros sectores de la sociedad occidental. Resulta imposible analizar aquí de manera completa el llamado caso Weinstein, un acontecimiento que va mucho más allá de la industria del cine. Pero sí quiero apuntar unas primeras reflexiones de lo que se muestra como uno de los numerosos

síntomas negativos de la modernidad, incluso si el estallido del caso Weinstein se considerase un hecho de consecuencias positivas, ya que libera una verdad y lleva a tener conciencia de un problema. Todo empezó con las revelaciones que aparecieron en The New York Times y en The New Yorker en las que varios grupos de actrices denunciaban haber sido víctimas de acoso sexual grave. Señalaban además al culpable: Harvey Weinstein, uno de los grandes productores de


Rosamund Pike

Christian Bale

Hollywood que, a través de la firma Miramax, ha alimentado el sector del cine americano con grandes aspiraciones intelectuales y artísticas. Las acusaciones, precisas y repetidas, movilizaron las instancias jurídicas desde Nueva York a Los Ángeles. Se hace imposible negar las numerosas acusaciones, aunque será la justicia la que tenga la última palabra. Expulsado de las asociaciones profesionales, desposeído de todos los honores, Weinstein se somete a una terapia para rehabilitarse de su adicción al sexo. Otras personalidades del mundo del cine —actores, productores, etcétera— han sido también objeto de acusaciones diversas. Reviste particular interés, por sus repercusiones, el caso de Kevin Spacey, que, a pesar de haber sucedido hace varios años, arrastró inmediatamente consecuencias económicas. El protagonista de la serie House of Cards, que figuraba en el reparto de All the Money in the World (Todo el dinero del mundo) de Ridley Scott, fue acusado por el actor Anthony Rapp de acoso sexual cuando tenía catorce años. Sin juzgar el fondo, Scott consideró que unir el destino de su película al nombre de Spacey era un riesgo comercial que no estaba dispuesto a correr. Y así sucedió un hecho nuevo en los anales del cine americano, por razones de orden moral en su correlación con un peligro económico. Scott y la productora Sony decidieron volver a rodar todas las escenas en las que aparecía Kevin Spacey, a quien reemplazó Christopher Plummer. La operación se efectuó pocas semanas antes del estreno de la película y costó diez millones de dólares adicionales. Plummer encarnó a Jean Paul Getty, el millonario que en 1973 se negó a pagar el rescate de su nieto, víctima de un secuestro. La entrada de la

Catherine Deneuve

Christopher Plummer

moral en el horizonte de la producción cinematográfica aparecía así con perfiles nuevos. El caso Weinstein seguía su curso y la preocupación por el acoso sexual saltó a otros terrenos fuera del cine —en Francia afectó a los jóvenes del Partido Socialista y a un sindicato estudiantil de izquierdas: la UNEF (Unión Nacional de Estudiantes de Francia)— pero la influencia más llamativa se dio cuando la causa feminista se apoderó del asunto. Sin abandonar el mundo del cine, la ceremonia de los Globos de Oro y, después, la de los Óscars estuvieron dominadas por la solidaridad con las víctimas de los acosos sexuales. En Francia, la voz de Catherine Deneuve se elevó en un tribuna libre de Le Monde frente a los peligros de los excesos y defendió a los hombres, identificados como los villanos de la historia. En las celebraciones de la Jornada Mundial de la Mujer en el país galo, se formularon propuestas de paridad mujeres/hombres en las ayudas estatales a la producción. La reflexión sobre el caso Weinstein quizá necesite una consideración más detenida. Muchos conocían los mecanismos del acoso y se desentendían. Al mismo tiempo, la devaluación de las relaciones sexuales, en una sociedad dominada por el hedonismo, facilitaba todos los excesos. Queda ahora por saber, después de la explosión de las acusaciones, cuál es el mejor método para evitar en el futuro el acoso sexual. A los que temen la instalación de barreras de puritanismo en el cine, conviene decirles que es necesario sacar todas las consecuencias del huracán Harvey. La primera consiste en recordar este principio simple: la libertad personal no puede nunca vivirse en detrimento de la libertad de los otros.

Liu Yifei

Michael Shannon

telegramas

netflix y cannes Ted Sarandos, director de contenidos de Netflix, anunció que se retiran de Cannes después de que Thierry Frémaux, director del certamen cinematográfico, dijese que la plataforma de streaming no podría participar en la sección oficial. La nueva regla decretada por Cannes impide que forme parte de la competición una película que no se haya estrenado antes en los cines de Francia. disney prepara «mulan» El estreno de la versión en imagen real de Mulan está previsto para el 27 de marzo de 2020. Liu Yifei encarnará a la protagonista, acompañada de Donnie Yen, que se convierte en mentor y maestro de la joven guerrera. Dirige Niki Caro, conocida por películas como Whale Rider y La casa de la esperanza.

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Cine

El wéstern sigue vivo

Comunicación Amor y respeto intergeneracional a la naturaleza

Vigorosa defensa del cristianismo

Hostiles

Jeunesse aux cœurs ardents

Dolphins (Blue)

El caso de Cristo

Guion: Scott Cooper sobre un texto de Donald E. Stewart. Dirección: Scott Cooper. EE. UU., 2018 Para amantes de este género.

Guion y dirección: Cheyenne-Marie Carron. Francia, 2018 La sinceridad de este testimonio lleva a la admiración.

Guion y dirección: Alastair Fothergill y Keith Scholey. EE. UU., 2018 Para disfrutar de un viaje oceánico en buena compañía.

Guion: Brian Bird, sobre el libro de Lee Strobel. Dirección: Jon Gunn EE. UU., 2017 Un ejemplo de cine comprometido.

En 1892, el capitán Joseph Blocker (Christian Bale) recibe el encargo de conducir al jefe cheyene, Halcón Amarillo (Wes Studi), prisionero a punto de morir, a su tierra natal en Montana, donde desea ser enterrado. Blocker acepta de mala gana la misión. Al grupo se une Rosalie Quaid (Rosamund Pike), única superviviente de una familia asesinada por los comanches. El wéstern está en peligro de extinción. Por eso cada nueva película de este género supone una buena noticia. Cooper firma una obra sombría y violenta, de indudable fuerza dramática, que se ajusta al paradigma del grupo humano que se desplaza en tierra hostil; aquí, en el marco de las guerras de conquista de los territorios poseídos por las tribus. Blocker se verá obligado a colaborar con su prisionero contra los comanches que les atacan. Las numerosas peripecias de la historia sirven para afinar la evolución psicológica de personajes con un pasado de violencia hacia una mayor humanidad.

David (Arnaud Jouan), de veinte años y con un porvenir brillante al que le empujan familia y profesores, se dedica con un grupo de amigos desengañados, escondidos tras pasamontañas y máscaras, a asaltar a personas mayores. Así se enfrenta con Henri (André Thieblemont), de noventa años, veterano de la Legión Extranjera, del que más tarde se hará amigo. Fascinado por este hombre de convicciones profundas, David va a descubrir la fidelidad, la camaradería, la abnegación, el honor y otros valores ausentes en su mundo. Carron sigue asumiendo con medios limitados la entera responsabilidad de sus obras sin pasar por los filtros ideológicos de la ayuda estatal. Su novena película ofrece un nuevo testimonio de su don en la dirección de actores y en la justeza de unos diálogos que ponen de relieve la importancia del retorno a valores olvidados. Carron integra en el film el debate de la colonización, de la que hoy la inmigración es consecuencia.

Desde 2008, Disney Natura, sociedad filial de Disney, con base en Francia y bajo la dirección de Jean-François Camilleri, ha adquirido un sólido prestigio en el género de documentales sobre la fauna. Después de una decena de títulos memorables, vuelve con Dolphins, una obra que habla de los océanos y los animales que los pueblan. El espectador inicia un viaje en compañía de un joven delfín al que su madre protege y descubre más tarde la misma solicitud maternal en las ballenas. Estos gigantes del mar —con sus quince metros de largo y sus más de veinticinco toneladas— no eclipsan la visita a la multitud de especies, a veces minúsculas pero siempre sorprendentes por sus formas y colores, que viven en las barreras de Coral de Polinesia. Acompañada por la música de Steven Price, la película ofrece un viaje que contiene en sí mismo, sin necesidad de discursos, una reflexión sobre la belleza de la creación y la necesidad de protegerla.

Chicago, 1980. Lee Strobel (Mike Vogel), periodista de investigación en el Chicago Tribune, choca con su esposa Leslie (Erika Christensen) por una cuestión inesperada: Leslie entra a formar parte de una comunidad evangelista, y esto afecta a la solidez del matrimonio, ya que Lee es un ateo declarado. Frente a la fe de Leslie, Lee decide proceder como en su trabajo: buscar el testimonio de una docena de expertos para probar que la fe carece de fundamento racional. Pero sucede justo lo contrario: Strobel es hoy un defensor del mensaje cristiano. Sobre un guion sobrio que expone la investigación real de Strobel contada en un libro que ha vendido millones de ejemplares, Jon Gunn sigue de forma rigurosa el itinerario del periodista ateo hacia la fe. Centrada de forma apologética en la pasión, la muerte y la resurrección de Cristo, Gunn evita la frialdad demostrativa al insistir sobre el aspecto humano de la crisis matrimonial.

92—Nuestro Tiempo  primavera 2018


Un éxito sorpresa Lo virtual como colosal escapatoria

Oportunidad perdida

Fábula con aristas

Black Panther

Ready Player One

María Magdalena

La forma del agua

Guion: Joe Robert Cole, sobre personajes de Stan Lee y Jack Kirby. Dirección: Ryan Coogler. EE. UU., 2018. No es solo una más de superhéroes.

Guion: Zak Penn y Ernest Cline, sobre la novela de E. Cline. Dirección: Steven Spielberg. EE. UU., 2018 Spielberg en plena forma.

Guion: H. Edmundson y P. Goslett. Dirección: G. Davis. EE. UU., 2018 Para la galería de personajes del feminismo más beligerante.

Guion y dirección: Guillermo del Toro. EE. UU., 2018 Cuento retrofuturista con lectura en clave sociopolítica.

Personaje secundario del universo Marvel, Black Panther aparece en los cómics de 1966. Un joven director (Ryan Coogler) está al frente de una importante producción interpretada casi exclusivamente por actores afroamericanos. En Wakanda, país ficticio al sur del Sáhara, la sociedad tradicional coexiste con la más alta tecnología. Un buen guion de acción trepidante con efectos especiales muy cuidados se pone al servicio de un enfrentamiento por la conquista del poder. El villano de la historia tiene sus razones para combatir al heredero que, al sentarse en el trono, poseerá los poderes sobrenaturales de un guerrero invencible. La calidad del conjunto aseguraba el éxito pero no uno tan colosal como el que se ha producido. Quizá uno de los motivos sea que la película ofrece, en clave poética y política, la satisfacción de un deseo de la diáspora africana por el mundo. Wakanda es un El Dorado, el país mítico donde tradición y progreso viven en armonía.

En 2045 la situación del mundo es caótica. Por ello sus habitantes recurren, como el protagonista, Wade Watts (Tye Sheridan), al sucedáneo de felicidad que ofrece un mundo virtual —Oasis— creado por el genial James Halliday. Este, al morir, ha lanzado un desafío: su fortuna será para quien encuentre tres llaves escondidas en Oasis. Wade partirá con sus amigos en busca del tesoro, sobre todo para evitar que caiga en manos de un millonario sin escrúpulos que podría así controlar el destino de la humanidad. Tras un paréntesis histórico (Lincoln, El puente de los espías, Los archivos del pentágono), Spielberg vuelve a sus géneros predilectos: aventuras y ciencia ficción. Una vez más prueba su maestría al poner en imágenes la novela de Cline, con una sucesión de efectos especiales particularmente eficaz y espectacular. Spielberg se erige en abogado de la cultura pop y piensa, en sus continuas referencias al cine, en los que —como él— eran jóvenes hace cuarenta años.

Contar los orígenes del cristianismo ha sido siempre una pasión del cine. No es extraño, pues, el interés despertado por la película de Davis con actores de prestigio: Joaquin Phoenix y Rooney Mara. La ambientación, siempre difícil en un tema bíblico, es convincente, y las imágenes, de una gran belleza formal. Las guionistas quieren —es su derecho de artistas— inventar una María Magdalena opuesta a la imagen popular de la pecadora arrepentida. La transforman en una muchacha rebelde que rechaza un matrimonio forzado, para seguir a un joven profeta. El guion falla no por aportar nuevos elementos a la historia, sino por ignorar los recogidos en los Evangelios, en los que la Magdalena es pieza clave en el anuncio de la resurrección. Si bien hay imágenes muy bellas de la pasión, el resto se pierde en una narración llena de lagunas. Se pretende dar una nueva visión de María Magdalena, pero solo se obtiene una figura desdibujada, sin profundidad espiritual.

En un laboratorio secreto del Gobierno americano, dirigido por un siniestro individuo (Michael Shannon, más inquietante que nunca) realizan, en los años sesenta, unos experimentos con una criatura capturada en las aguas de América del Sur. Elisa (Sally Hawkins), la solitaria y muda mujer de la limpieza, establecerá contacto con ese extraño ser anfibio, dotado de un atractivo casi humano. Del Toro, con una carrera de altibajos, continúa su camino de autor fantástico y da un nuevo triunfo, en forma de Óscar múltiple, al grupo de los mexicanos de Hollywood. Esta vez, ofrece un mundo visual de una rara perfección que recuerda a las películas de Marc Caro y Jean-Pierre Jeunet. Las referencias históricas dan ocasión a comentarios políticos diversos sin olvidar un tema de moda como el «elogio de la diferencia». Cabe preguntarse si la erotización extrema de la relación entre un ser humano y un animal era la más pertinente para abordar la fábula fantástica que la historia contiene. primavera 2018  Nuestro Tiempo —93


Series

números

10

series de todo el mundo competirán en el nuevo festival Canneseries. Han sido seleccionadas entre más de ciento treinta.

52

capítulos tendrá la nueva versión de Oliver y Benji, que regresa a la pequeña pantalla dieciséis años después de su última emisión.

Genios y patosos en Silicon Valley

Thomas Middleditch (en el centro) acompañado por Kumail Nanjiani, Martin Starr, Zach Woods y T. J. Miller (de izda. a dcha.).

Una refrescante comedia sobre la ambición en el mundo tecnológico. texto Alberto N. García [Com 00 PhD 05] es profesor titular de Comunicación Audiovisual y crítico cultural

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Si mezcláramos The Big Bang Theory con Entourage nos saldría algo muy parecido a Silicon Valley (HBO, 2014-), una descacharrante comedia que se consolida con su quinta temporada. La premisa, con un GPS muy preciso, es sencilla: un grupo de geeks trata de desarrollar un software revolucionario en uno de los entornos emblemáticos de nuestra era: esa California soleada y enérgica donde moran Google, Facebook o Apple. Esto implica, de entrada, un choque de mundos clásico en el ámbito de la comedia:

lo que se conoce como el «pez fuera del agua». Ver boquear a este puñado de jóvenes informáticos —entre inadaptados y bobos— echando los dientes rodeados de extravagantes directores ejecutivos, financieros despóticos y aprovechateguis varios es garantía de carcajada continua. Además, la serie captura con gracejo el sabor de las grandes empresas tecnológicas. Desde sus incubadoras de ideas hasta el colorista diseño del mobiliario, pasando por la retórica de la genialidad


Oliver y Benji Hermanos Coen

de garaje o la jerga informática. En este sentido, Silicon Valley propone, aunque sea de costado, un retrato sobre la ambición. Más allá de bromas y fumadas, la trama nos permite contemplar cómo se construye un sueño. Eso sí, con la mirada mareada ante tanto genio patoso, gente tan hábil en meter la pata como astuta en sacarla. Con sus actualizaciones, la trama no deja de ser la enésima variante de David contra Goliat aplicada al sueño americano. Sin embargo, como le ocurre a Veep, su compañera de andanzas en la HBO, el comentario social es más un dispositivo cómico que una crítica ideológica. Aún más: parte de la originalidad de Silicon Valley descansa en la ortodoxia: nadar a contracorriente de la comedia de cable, aquella que empujaba los límites hasta perpetuar sonrisas heladas y aventurar contorsiones genéricas. No. Al contrario. En Silicon Valley todo resulta más convencional: la sátira es comestible, la estructura, clásica y la ambición, puramente lúdica. Es decir, practica un humor ingenioso sin necesidad de corrosión ni tabú. Quizá por eso se está consolidando como una serie tan robusta: porque hace reír desde el minuto uno, con agudeza, sin agendas ocultas ni pirotecnias estéticas, abrazando una narrativa que apuesta por la temporada como unidad de sentido. Para que una jugada así funcione es necesario un guion solvente y unos actores finos, que sean capaces de intercalar el habla cachonda (Erlich), la gestualidad irónica (Gilfoyle), el estereotipo profesional (Gavin Belson, Big Head) y un punto slapstick para el cuerpo a cuerpo (Richard, habitualmente en los momentos en los que debería demostrar

más templanza). Thomas Middleditch destaca como protagonista, con una vis cómica que se basa en un extraño equilibrio entre nerviosismo físico y competencia intelectual. En torno a él, la banda de secundarios es de aúpa, tanto que se le puede aplicar ese cliché tan manido de «la química» que comparten y que transpira la pantalla. Tras la muerte, en la primera temporada, de Christopher Evan Welch —que interpretaba a un divertido y contradictorio visionario, al estilo de los Gates, Jobs y Cía—, el secundario más celebrado, dado lo fanfarrón de su personaje y el porteño desfase entre lo que dice que vale y lo que realmente vale, ha sido T. J. Miller, muy gracioso en sus excesos y suaves incorrecciones políticas. Sin embargo, para hacer justicia a la serie habría que destacar la siniestra lealtad canina de Zach Woods, la mala leche constante del imperturbable Martin Starr o las apariciones ocasionales de Andy Daly —un médico guasón y extrasincero— o Matt McCoy —un abogado de pasado vicioso y felón—. Por su parte, la escritura es acumulativa y mantiene un envidiable sentido del ritmo, clave en cualquier comedia, salpimenta las habituales bromas con giros que multiplican su impacto —como el de Jared perdido en medio del océano o Richard abofeteado por un niño— e, incluso, se permite cliffhangers al final de cada año. Silicon Valley es, en definitiva, una serie inteligente, pero que no se afana en demostrarlo cada minuto. Al revés: se disfraza de sonrisa inocente para enseñarnos que, tras el éxito, la innovación y el genio no hay más que un hombre —como nosotros— que tropieza una y otra vez con la misma piedra.

Nicole Kidman

apuntes

más plataformas de «streaming» Desde el pelotazo de Netflix, la televisión ya no es solo televisión. El éxito llama al éxito y cada vez más plataformas de streaming compiten: Netflix, Hulu, Amazon, Disney, Sky, Stan… Incluso YouTube produce series propias. ¿Burbuja? los coen se vienen a la televisión Las series llevan tiempo atrayendo talento cinematográfico de primer nivel, desde Martin Scorsese o Woody Allen hasta Nicole Kidman o Meryl Streep. Ahora llega el turno a los hermanos Coen, que preparan un wéstern en formato de serie antología: The Ballad of Buster Scruggs. Pintaza.

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Música

el estilo de robert smith

Smith es experto en crear ambientes musicales claustrofóbicos y, al mismo tiempo, las más bellas melodías pop; un maestro en generar tendencias musicales para luego renegar de ellas, aunque termine volviendo para después renegar de nuevo —recordemos que su música ha pasado por estilos tan diversos como el after-punk, el rock gótico, la electrónica, la new wave o el pop—.

The Cure: cuarenta años de angustia luminosa

Para celebrar su cuarenta aniversario, The Cure ha prometido un show de 120 minutos en su concierto conmemorativo.

Robert Smith, el cantante y compositor de The Cure, es el motor y la imagen del grupo desde sus comienzos en 1976, cuando él y tres amigos de la infancia formaron The Easy Cure. texto Patxi Garro [Com 89]

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The Cure celebran este año su cuarenta aniversario y lo harán con un único concierto en Europa. Será el 7 de julio en Londres, dentro del festival British Summer Time en Hyde Park, y en él repasarán los trece discos y más de cuarenta singles editados desde su nacimiento en 1978. Además, para redondear la celebración, Tim Pope, autor de los vídeos más emblemáticos de The Cure (The Lovecats, In between Days, Close to Me o Friday I’m in Love) dirigirá un documental conmemorativo de la banda, todavía sin fecha de

estreno, en el que Robert Smith, alma de The Cure, será el narrador e incluso aportará su archivo personal. The Cure es Robert Smith y Robert Smith es The Cure. Este músico británico, nacido en 1959, ha actuado como un dictador con mano férrea en una banda en la que él es el único miembro estable desde hace cuarenta años. Robert Smith es la estrella de The Cure pero, además, es la antiestrella por un montón de motivos: por sus angustias vitales expresadas en forma de canción, por sus bandazos


selección

Three Imaginary Boys [1979]

Seventeen Seconds [1980]

estilísticos a lo largo de su carrera, por su aparente inseguridad y por su imagen oscura e invadida por un maquillaje facial excesivo y un cardado en el pelo que finalmente ha sido su marca hasta nuestros días. Smith, enamorado de la música y de las artes en general desde muy joven, se inició en la música cuando era pequeño gracias a su hermana mayor. Con diecisiete años convenció en 1976 a varios de sus amigos para montar su primera banda. Porl Thompson, Lol Tholhurst y Michael Dempsey —luego sustituido por Simon Gallup— han estado en el grupo de forma intermitente desde su nacimiento hasta hoy. En 1978, ya como The Cure, editaron Killing an Arab, con letra basada en El extranjero de Albert Camus. Este primer single les introdujo en la escena musical británica pero, como no tuvo la fuerza comercial que deseaba, la discográfica se amparó en una supuesta actitud racista del grupo para expulsarles. Con nueva discográfica, tras el rechazo generalizado de multinacionales e independientes a sus maquetas, en 1979 vio la luz su primer disco, Three Imaginary Boys. En él, a pesar de la endeble producción, se dejan entrever las líneas que irán desarrollando en el futuro. El sencillo Boys Don’t Cry pasó desapercibido en ese momento —años después tendría una nueva oportunidad; en este caso, aprovechada—, pero lo que verdaderamente les marcó en esos momentos fue sentir la cercanía de la muerte. La madre del batería y teclista de la banda murió tras sufrir un cáncer. Tras el paso de Smith por los Banshees, The Cure sacó Faith (1981) y Pornography (1982). Ambos trabajos, incómodos y tormentosos, les convirtieron sorprendentemente en los líderes del movimiento

Faith [1981]

Pornography [1982]

The Head on the Door [1985]

gótico —denominación de la que, por supuesto, renegaron de inmediato—. Les facilitaron acceder a las listas de éxitos, aunque no consiguieron que disminuyeran las habituales tensiones entre ellos. Entre 1982 y 1983 editaron tres singles (Let’s Go to Bed, The Walk y Love Cats) que rompían con su oscura línea anterior y llenaban las pistas de baile. Además, parecían indicar que la salud general del grupo mejoraba en todos los aspectos y que el panorama comenzaba a clarear. Tras una incursión psicodélica (The Top) en 1985, llegaron al gran público con The Head on the Door, un trabajo en el que se acercan al pop y que contiene algunos de los sencillos más radiados de su trayectoria: «In between Days» y «Close to Me». La producción no se detuvo y, tras un recopilatorio de sus primeros años (Standing on a Beach), en 1987 publicaron un disco doble, Kiss Me, Kiss Me, Kiss Me, con el que se siguieron manteniendo en lo más alto gracias a canciones como «Why Can’t I Be You?» y, sobre todo, «Just Like Heaven», su mayor éxito hasta entonces. Cuando parecía que su etapa más oscura había quedado atrás, Disintegration (1989) sorprendió al regresar a esos senderos, pero llamó la atención, sobre todo, que el disco conquistara el favor del público. A comienzos de los noventa The Cure estaba en lo más alto y con un éxito en Estados Unidos inesperado pero rotundo. Desde entonces, su producción en estudio ha caído, con honrosas excepciones como Friday I’m in Love o Mint Car, pero sus puestas en escena se han engrandecido olvidando las salas por los estadios y los conciertos breves por mastodónticas presentaciones en las que repasan a lo largo de tres horas lo más granado de su discografía. Y eso es mucho.

Disintegration [1989]

apuntes

smith con siouxie & the banshees El mismo año del fallecimiento de la madre del batería y teclista de The Cure, Smith, fan irredento de Siouxie & The Banshees, recibió la propuesta de esa banda inglesa para incorporarse a ella como guitarrista de directo y aceptó, lo que provocó el primero de los mil y un cismas que ha habido desde entonces en The Cure. Seventeen Seconds (1980), escrito durante la gira con Siouxie, mantiene esas coordenadas (introspección, desesperación, miedos…) y la música se vuelve densa y difícil de digerir, pero el sencillo A Forest les hizo ver un poco de luz entre tanta oscuridad. A pesar de todo, su paso por los Banshees afianzó a Smith como guitarrista, le dio seguridad dentro de su propia angustia y le permitió trasladar toda esa experiencia a sus siguientes discos con The Cure.

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Escena

bertolt brecht

«El arte no es un espejo para reflejar la realidad, sino un martillo para darle forma»

El atajo pedagógico El teatro, arte de artes, busca su lugar en el mundo de hoy. texto Felipe Santos [Com 93] @ultimoremolino

Desde que Tespis se lanzó por los caminos del Ática con su carreta de actores, el teatro anduvo buscando su sitio. Creyó alcanzarlo físicamente en la Grecia clásica con la construcción de un espacio, y así ganó su lugar en la polis. Si los griegos tenían dos dioses del tiempo, el teatro siempre estuvo más lejos de Cronos, el del tiempo cronológico, cuantitativo, el tiempo de los calendarios y de los días que se suceden sin destino, y más cerca de Kairós, que era el dios de lo vivido, de los instantes únicos. Este problema con el tiempo le depararía incomprensiones de su público, confundido por si lo que presenciaba ocurría de verdad y asustado por una catarsis que había generado una aparente mascarada. La cuestión de la autenticidad ha rodeado siempre a este arte fugaz, tanto como la música que siempre lo acompañó. ¿Qué es lo que ocurre realmente en el escenario? Al menos la música se toca de verdad, pero ¿y el actor? ¿Actúa o vive? Durante un tiempo, a este remedo se unió el de un público que acudía a matar el aburrimiento y evadirse de las cuitas de palacio. Hasta que apareció Shakespeare y recuperó el sentido de la tragedia griega. Más que los problemas de la polis, lo que al Bardo le interesaban eran los propios del ser humano como sujeto: el amor, el poder, la amistad, la muerte. 98—Nuestro Tiempo  primavera 2018

El actor Giovanni Mongiano durante su representación en el Teatro del Popolo.


los espectadores, en cifras

Según la Encuesta de Hábitos Culturales 2014-2015, que edita el Ministerio de Educación y Cultura, el 23,2 por ciento de la población española asistió al teatro en el último año. El perfil del espectador es mayoritariamente femenino (25,7 por ciento de los encuestados). Entre los que asistieron en el último año, el 31,5 por ciento lo hizo a teatro actual, el 21,4 por ciento a teatro musical, el 18,3 por ciento a teatro clásico, el 10,2 por ciento a teatro de vanguardia y el 9,4 por ciento a teatros infantiles.

Al menos hasta el Siglo de Oro se constata la presencia de músicos en el escenario, justo cuando empezará a florecer un nuevo género que crecerá con las nuevas ciudades europeas: la ópera. Para entonces, arquitectura, pintura y escultura libraban su particular batalla por fijar un tiempo esquivo, por representar una belleza siempre inasible. Esa fue la tarea del arte desde el clasicismo, algo que las artes escénicas no podían detener ni capturar para su goce postergado. Tan solo lo podían mostrar. Y no siempre cristalizaban de la misma manera, aunque las obras se repitieran. Hace cuatro años, el actor Giovanni Mongiano se subió al escenario del Teatro del Popolo en Gallarate, un pueblo de 54 000 habitantes en la región de Lombardía. Cuando miró al patio de butacas, comprobó que no había nadie. No le sorprendió, porque la cajera ya se lo había dicho antes de comenzar. «Voy al escenario, el espectáculo esta noche se hace igualmente», le había respondido. Y allí estaba él, plantado en medio de la escena, preparado para decir su monólogo, como si delante hubiera un teatro repleto. Giovanni Mongiano tenía sesenta y cinco años. ¿Qué fuerzas nacen de un actor próximo a la jubilación para sacar adelante una situación así? El primer asombrado fue el técnico de sonido, que lo contó en un medio local: «Mongiano es un grandísimo actor. Ha recitado la obra completa, con puntos y comas. Ha actuado como si estuviera llena toda la sala». En la deriva actual sobre lo que es útil y lo que no, esto resulta sorprendente. Pero solo lo es si no entendemos que el tiempo del teatro es de Kairós y no de Cronos. Alguien habló de gesto simbólico. Pero lo que este actor italiano hizo fue conferir la mayor dignidad y la máxima autenticidad al hecho teatral.

Lo dice un proverbio chino: «Lo que oyes lo olvidas, lo que ves lo recuerdas, lo que haces lo aprendes». Quizá por eso Federico García Lorca llamó al teatro «el atajo pedagógico», al que atribuyó propiedades regenerativas: «Un teatro sensible y bien orientado en todas sus ramas, desde la tragedia al vodevil, puede cambiar en pocos años la sensibilidad del pueblo; y un teatro destrozado, donde las pezuñas sustituyen a las alas, puede achabacanar y adormecer a una nación entera. El teatro es una escuela de llanto y de risa y una tribuna libre donde los hombres pueden poner en evidencia morales viejas o equívocas y explicar con ejemplos vivos normas eternas del corazón y del sentimiento del hombre» Durante el último siglo, el teatro ha alternado los temas existenciales y los sociopolíticos. Se ha ocupado del lugar del hombre en el mundo y de cómo organiza la convivencia. Desde Valle-Inclán a Brecht se tuvo una sensación protectora frente a los reveses del mundo. Pero llegó Auschwitz y, como dijo Adorno, ya no fue posible la poesía. El espectador empezó a sospechar de todo lo que podía colarse como propaganda política. A la radio se le unieron las artes, hasta que Beckett replanteó los presupuestos tradicionales y los llevó al absurdo. La consecuencia, como ocurrió con la nueva música, la que devino del dodecafonismo, fue que los auditorios y los teatros que anunciaban estas obras se diezmaron y se llenaron los que siguieron programando lo conocido. Desde entonces, se vive en esa dualidad que Max experimenta en Luces de bohemia: el mundo de sombras y espejos deformantes, que lo define y explica, y el aparentemente real que parecen ver todos los demás. Nt

apuntes

diez obras para leer Antígona (Sófocles, 442 a. C.). Fundamental para entender la cultura de Occidente. Hamlet (Shakespeare, c. 1600). De él habría que leerlo todo, pero Hamlet es un buen compendio. El perro del hortelano (Lope de Vega, 1618). Una de las cumbres del Siglo de Oro. Diálogos afilados y sabiduría. La vida es sueño (Calderón de la Barca, 1635). Segismundo, uno de los grandes personajes. Sobrecoge su modernidad. Tartufo (Molière, 1664). Para entender la Francia de Luis XIV y lo que vendría después. Luces de bohemia (ValleInclán, 1920). Quizá la gran obra del xx español. La que mejor nos explica. La casa de Bernarda Alba (García Lorca, 1936). La última obra del autor y quizá la más importante. Muerte de un viajante (Arthur Miller, 1949). El sueño americano y sus condicionantes, subidos al escenario. Retorno al hogar (Harold Pinter, 1964). La primera obra maestra del nobel inglés. Un dios salvaje (Yasmina Reza, 2007). Comedia trufada de ácida crítica social con diálogos deslumbrantes. l

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Arte

klee y la bauhaus

Paul Klee entró como Meister (maestro) en la Bauhaus en 1921. Las valoraciones de sus alumnos eran diversas: algunos disfrutaban y otros no conseguían entenderle. En esos años también sintió la tensión entre su labor docente y su creación artística. Frente a las presiones, su respuesta era: «Antes que nada soy un artista que trabaja...». Finalmente, en 1931, Klee abandonó la Bauhaus.

Paul Klee y la abstracción visible Paul Klee siempre se interesó en el arte, pero fue en un viaje a Túnez, en 1914, cuando tuvo una revelación que le llevó a escribir en su diario: «El color me posee... Soy pintor». texto Juan Pablo Huércanos [Com 94], subdirector del Museo Oteiza

Parecía que todo estaba ya escrito en torno a la producción de Paul Klee (1879-1940), pero la Fundación Beyeler ha dado otra vuelta de tuerca al análisis de su obra con la ambiciosa exposición que se le ha dedicado en su sede de Basilea. «La condición abstracta» es el título de esta extensa muestra retrospectiva, que ha profundizado en un ámbito esencial del lenguaje pictórico del artista suizo y ha evidenciado el carácter visionario de su trabajo. La inmensa ambición artística de Klee le sitúa, junto con grandes creadores como Cézanne, Picasso o Kandinsky, como uno de los creadores más influyentes de la primera mitad del siglo xx. Su obra siempre se ha escabullido de posibles encasillamientos estilísticos, y el cruce de lenguajes que atraviesa su expresión avanzó en paralelo a la evolución del arte en esta etapa. Entre la abstracción lírica, el equilibrio cromático y la figuración simbolista, su plástica se caracteriza por la sutileza de sus composiciones y la aparente 100—Nuestro Tiempo  primavera 2018


el jinete azul

Der Blaue Reiter (El Jinete Azul) nació en 1911 de una primera escisión de la Nueva Asociación de los Artistas de Múnich, presidida por Kandinsky, que agrupaba a vanguardistas de finales del xix y comienzos del xx que coincidieron en la ciudad alemana, Paul Klee entre ellos. Compartían con El Puente —la primera corriente expresionista— su rechazo al impresionismo, al positivismo y a la sociedad de su tiempo, pero se diferenciaban, entre otros aspectos, en buscar una pintura más poética y menos dramática.

simplicidad con la que Klee resolvía complejas estructuras plásticas. La imagen de espontaneidad y ligereza de una pintura de honda significación se convirtió pronto en un punto de referencia imprescindible del arte de su tiempo. Su paso como docente de la asignatura de Color en la escuela de Bauhaus, entre 1921 y 1931, coincidió con el periodo de mayor visibilidad de su obra y de reconocimiento de sus aportaciones, que, en cambio, fueron cuestionadas por los estamentos más conservadores de la época (la Academia de Bellas Artes de Stuttgart rechazó en 1919 su ingreso en el claustro de profesores por considerar que su trabajo adolecía de «falta de seriedad»). Antes, Klee había formado parte del grupo expresionista El Jinete Azul, junto con sus amigos Wassily Kandinsky, Franz Marc y August Macke y continuó vinculado a la escena artística alemana hasta 1933. Ese año, el Gobierno nazi catalogó su obra como «arte degenerado» y lo expulsó de su puesto docente en la Academia de Bellas Artes de Düsseldorf. Klee se vio obligado a regresar a su Berna natal, donde vivió hasta su fallecimiento en 1940. Esta etapa final de su vida estuvo marcada por los efectos de la enfermedad autoinmune que padeció y por el ostracismo que sufrió en el entorno del mundo artístico suizo, más conservador que el alemán y que no estaba preparado para asimilar su vanguardista propuesta estética. La exposición de la Fundación Beyeler se ha acompañado de la edición de una extensa publicación monográfica y ha mos-

trado un conjunto de cien obras de todos los periodos de su trayectoria, incluyendo tanto algunas de sus creaciones más representativas como otras apenas expuestas. Esta cuidada combinación ha permitido tejer un complejo e inédito mosaico en torno a las aportaciones del trabajo abstracto de Klee. Tras esta exposición, que sucede a la gran retrospectiva realizada por la Tate Modern en 2013, resulta difícil separar su pintura del contexto histórico en el que vivió el artista, que determinó claramente su lenguaje y modo de expresión. «El arte no reproduce lo visible, sino que hace lo visible», escribió en su célebre texto «Confesión creativa», publicado en 1920 en Tribune der Kunst und Zeit (editado por Kasimir Edschmid), en el que afirmó también que «la naturaleza de la gráfica conduce fácilmente, y con razón, a la abstracción». Klee entendió el arte como una metáfora de la creación y defendió la función especular que debe cumplir, especialmente en los momentos críticos de transformación y de cambio de paradigma social y político. Y, como vanguardista practicante, entendió que la misión del artista era ayudar a representar los contornos de las inciertas y convulsas realidades de las primeras décadas del siglo pasado, que superaron con creces los límites de la comprensión humana. Esta condición explica su denodado deseo de representar una nueva realidad, capaz de expresar lo que se escapa a la palabra, lo que no se puede aprehender con el signo y que pertenece al misterio de la pintura y de la creación.

apuntes

el principio asia en la fundación juan march La Fundación Juan March ha programado «El principio Asia. China, Japón e India y el arte contemporáneo en España (1957-2017)», que analiza la influencia de la estética oriental en el desarrollo del arte moderno y contemporáneo. La exposición presenta a más de sesenta artistas que han desarrollado su trayectoria en España y cuya creación está vinculada con Asia y la India, junto con piezas originales de arte oriental. Además de la pintura, la escultura, la obra gráfica y el dibujo, acoge instalaciones o piezas fotográficas y conceptuales, y se detiene también en las formas artísticas propias de los lenguajes contemporáneos. La figura del autor Fernando Zóbel como principal responsable de la introducción de la estética asiática en el arte español de los años cincuenta es el punto de partida de esta muestra, que se puede visitar en la sede madrileña de la Fundación hasta el 24 de junio.

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historias mínimas Ignacio Uría

Paul Ricoeur en el Elíseo

«Según Macron, hay que recuperar una concepción liberal de la religión y pedir a los creyentes —cristianos, musulmanes o judíos— que se comprometan en el debate político porque “la fe tiene algo que decir en ese debate”»

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ocasión claramente inspirado por el filósofo protestante Paul Ricoeur, con el que trabajó en sus años en la Universidad de Nanterre, escenario de los acontecimientos centrales de Mayo del 68. Un par de días por semana, Macron ayudaba a Ricoeur con la bibliografía y las notas del libro La memoria, la historia, el olvido. Incluso aparece citado en los agradecimientos. Esta obra aboga por una «laicidad abierta» donde la neutralidad religiosa del Estado no impida la vivencia espiritual. En 2003, dos años antes de fallecer, Juan Pablo II le entregó el Premio Internacional Pablo VI por su contribución al diálogo fe-cultura y su compromiso en la defensa de los valores humanos y cristianos. Una de la primeras influencias intelectuales de Ricoeur había sido Emmanuel Mounier y la revista Esprit, publicación donde creyentes y no creyentes debatían en busca de valores comunes a partir de diferentes puntos de vista. Macron formó parte del consejo editorial de Esprit gracias a una recomendación de Ricoeur, por lo que en cierto sentido el personalismo sobrevive en Macron. Ante los obispos franceses defendió una concepción liberal de la religión y pidió a los creyentes —cristianos, musulmanes o judíos— que se comprometieran en la contienda política porque «la fe tiene algo que decir en ese debate […]. En un mundo oscilante, la Iglesia católica es una de las referencias que necesita nuestra humanidad, uno de esos puntos fijos que no ceden al talante de las épocas». Afirmó también que el hombre contemporáneo necesita saciar su sed de absoluto, ya que el materialismo no es la solución para un ser espiritual. La Iglesia es una voz entre otras, finalizó, pero «habla de cosas más allá de las temporales sin abdicar de la razón ni de lo real», al servicio «de los más fervientes y de los no bautizados, a los propios y a los excluidos». En política, Paul Ricoeur asimilaba la izquierda a la confrontación, la derecha a la exclusión y el centro a la negociación. Proponía superar el maximalismo perverso del «o todo o nada» por una lógica de «al mismo tiempo». En ese centro posibilista se ubica Emmanuel Macron, etéreo y maleable pero dispuesto a que el hecho religioso esté presente en el espacio público. Un debate intelectual de altura impensable en otros países. Entre ellos, ay, el nuestro.

N HITO EN LAS RELACIONES entre el Estado francés y la Iglesia católica. Así de contundente. Así de sencillo. De esa forma resumió la prensa el encuentro del pasado abril entre el presidente Emmanuel Macron y el episcopado. ¿Qué dijo Macron? Nada nuevo, pero algo totalmente nuevo. Superando a los escépticos de las dos orillas aseguró que deseaba encauzar la problemática relación Iglesia-Estado y propuso que la «savia católica» contribuyera a la vida de Francia. Los católicos, dijo, deben compartir su inteligencia, su compromiso y su libertad con la sociedad republicana. Bien es cierto que Sarkozy ya lo había apuntado en el libro La República, las religiones, la esperanza, obra que revisaba la relación de los Estados occidentales con las diferentes confesiones. Sin embargo, no se había acercado La pregunta del autor —ni de lejos— al discurso de Macron, para el que toda lucha política es una batalla cultural. ¿Debe influir la religión en Entre las principales afirmaciones desel diseño de las sociedades tacan las siguientes: «Lo mejor de la Iglesia contemporáneas? es esto: una voz amiga que responde a quien interpela, a quien duda, a quien vive en la incertidumbre», «De la Iglesia no espero lecciones sino la sabiduría e inteligencia de la humildad» o «La manipulación y la fabrica@NTUnav ción de la vida humana no puede extenderse Opine sobre este asunto en hasta el infinito sin poner en cuestión la idea Twitter. Los mejores tuits se misma del hombre y de la vida». publicarán en el siguiente número. Al parecer, el propio Macron escribió su discurso. No es la primera vez. En esta 102—Nuestro Tiempo  primavera 2018

Ignacio Uría [Der 95 PhD His 04], historiador y periodista. @Ignacio_Uria



ensayo

Mayo del 68: Historia y legado

Cincuenta años de la revolución final En mayo de 1968, en París, se vivieron hechos que han tenido una densa trascendencia simbólica y efectiva. Fue una protesta fallida de eco hondo y prolongado. Fue una protesta en el corazón de la sociedad del bienestar, de la abundancia y de la satisfacción… que se sentía insatisfecha. Fue el síntoma de un grave problema que nos sigue interrogando y continúa sin resolverse.

Pablo pérez LÓPEZ Catedrático de Historia Contemporánea (Universidad de Navarra)

el mayo parisino tuvo algunos precedentes, entre los que destacan los de la Universidad de California en Berkeley en 1964. Se vivía entonces en EE. UU. la ruptura de la ola de la contracultura que había venido creciendo a finales de los cincuenta y comienzos de los sesenta. El escritor James Patterson ha descrito este periodo como una revolución de las expectativas de los norteamericanos. Tras la Segunda Guerra Mundial, superada la amenaza económica que siguió a 1929 y la amenaza política de Alemania y Japón, la democracia estadounidense se entendía a sí misma como la fuerza capaz de superar cualquier dificultad y construir un mundo cada día mejor. Parecía una expectativa legítima y lógica a la vista de la historia del país: ningún obstáculo había sido capaz de impedir su avance, y el progresismo era la ideología dominante. Los años cincuenta parecieron confirmar este pronóstico con la consecución de la sociedad de la abundancia, cuyos símbolos eran los «electrodomésticos milagro» que habían cambiado la vida familiar, como el frigorífico, la lavadora y la televisión, que añadían personajes a su corte: desde el lavaplatos y el tocadiscos al automóvil, y quién sabe qué prometedores auxiliares de la vida en el paraíso del consumo.

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Ya en esa década comenzaron a aparecer voces, como Jack Kerouac y la Beat Generation, que denunciaban la falacia de tal paraíso: era un espejismo. Al contrario de lo que se pregonaba como un éxito, la vida en la patria de la libertad resultaba un infierno para muchos: había mucho racismo, mucha pobreza, mucha marginación. La desigualdad oculta reinaba en el territorio de la igualdad de oportunidades. Las diferencias entre negros y blancos eran clamorosas. En algunos estados de la Unión permanecían en vigor leyes segregacionistas equiparables a normas nazis y en los propios hogares de los blancos se vivía una silenciosa discriminación de las mujeres que había que denunciar y reparar. Las protestas y los movimientos para superar esas lacras se empeñaron primero en hacerlas patentes y, después, en tratar de revertirlas. La corriente por los derechos civiles fue el símbolo de la lucha contra una injusticia flagrante que concitó a los mejores espíritus del país. Los alborotos en los estados del Sur se volvieron recurrentes. Algunos universitarios que se desplazaban allí para apoyar las movilizaciones experimentaron qué significaba tener que enfrentarse a la policía y al poder establecido para reivindicar el respeto efectivo de un derecho humano


Ilustraciones: Diego Fermín

fundamental. No solo ellos querían cambiar las cosas. En la Casa Blanca, Eisenhower (1953-1961), Kennedy (1961-1963) o Johnson (1963-1969) empujaron en este sentido. más allá del sueño americano. Se había operado una revolución de las expectativas. La aspiración de convertir el mundo, y en concreto los Estados Unidos, en un lugar perfecto para todos, había dado otra vuelta de tuerca. Los espíritus habían sido ganados por la idea de que no existía nada que la nación más próspera y libre del orbe no pudiera lograr. Si no se conseguía era porque faltaba voluntad para cumplirlo. Las denuncias fueron cada vez más duras: si no se habían alcanzado esas metas era por la hipocresía de una generación acomodada en la defensa nominal de unos ideales que no procuraban hacer reales. Si se quería, se podía. La utopía del sueño americano había subido un escalón más. Resulta interesante que este razonamiento utópico naciera en la patria del pragmatismo, del check and balance. Se trataba de una especie de idealismo religioso secularizado que convertía el progresismo en un nuevo credo que poco a poco iba configurando su doctrina. Los nuevos sacerdotes

eran, de ordinario, intelectuales y artistas, guías de la vanguardia hacia una nueva tierra prometida: Abby Hoffman, Gloria Steinem, Jimi Hendrix, Dennis Hopper y un largo etcétera. En ese ambiente vivían los estudiantes de Berkeley en el otoño de 1964. Con todo su idealismo y candor plantaron algunas mesas para recaudar fondos para sus movimientos en una acera del campus. Las autoridades académicas ordenaron recogerlas y recordaron que no era lugar para propaganda política alguna. Los estudiantes no se rindieron y, cuando el personal de seguridad intentó retirar una mesa y con ella al joven que trataba de impedirlo, encendieron, sin saberlo, la mecha de una revuelta que se extendió por todo Occidente. Las protestas empezaron ese mismo día y se prolongaron durante semanas. La tendencia pronto tuvo un nombre, Free Speech Movement, y un líder, Mario Savio, uno de esos muchachos de Nueva York que había vivido una experiencia de movilizaciones en el Sur. Sus seguidores ocuparon un edificio del campus, y la intervención policial para desalojarlo se convirtió en el símbolo del ejercicio fascista de la autoridad. Las dos palabras irían en adelante unidas. Del choque entre autoridad académica y estudiantes primavera 2018  Nuestro Tiempo —105


ensayo

Mayo del 68: Historia y legado

En Estados Unidos los espíritus habían sido ganados por la idea de que no existía nada que la nación más próspera y libre del mundo no pudiera lograr se pasó a la negociación, de la negociación al perdón de los revoltosos detenidos, y de ahí a una nueva protesta para pedir la dimisión del rector y el cambio de las normas. Las formas del combate contra el racismo habían sido adoptadas por otro movimiento en pro de otro derecho fundamental: la libre expresión. Y esto sucedía en un campus habitado por jóvenes acomodados que se habían convencido de que la torpe resolución de una cuestión de orden había destapado la podredumbre que afectaba a la autoridad académica y a la universidad misma: había que cambiar aquello. El discurso del Free Speech Movement tenía ecos de los planteamientos de la izquierda radical, de signo comunista normalmente, pero a la izquierda de la URSS. Tanto esta como la izquierda oficial norteamericana eran consideradas autoritarias por los nuevos izquierdistas. La nueva ideología era anarquista o anarcoide, fuertemente intelectualizada e intensamente mesiánica. Se tenía a sí misma por la avanzadilla de la revolución final en el corazón del capitalismo corrupto. La agitación triunfó y se alió con el éxito de la difusión de las modas contraculturales y con la música y el cine, que les sirvieron de icono y banda sonora: el Monterey Pop Festival, el verano del amor en San Francisco en 1967 o la película Easy Rider se erigieron como algunos hitos de esta novedad. La generación joven más numerosa de la historia había enarbolado la bandera de la rebelión y la denuncia y no iba a detenerse. Lo interesante es que esto ocurría con el respeto a las libertades y el bienestar económico mayores del mundo. Por eso se denunciaban los defectos del sistema como más malévolos, muy especialmente su participación en una guerra como la de Vietnam. La paz y el bien estaban al alcance de la mano para la generación de la protesta: bastaba desearlos para conquistarlos. 106—Nuestro Tiempo  primavera 2018

El movimiento saltó a Europa en brazos de los medios de comunicación audiovisual y de la fuerza de la publicidad, que se habían aliado a la corriente contracultural con gran entusiasmo. Como documentó el periodista e historiador estadounidense Thomas Frank, los jóvenes de estos años, aunque se sintieran idealistas, no eran antimaterialistas, sino que alcanzaron la mayoría de edad como una generación de superconsumidores. Eso sí, en nombre de la rebeldía contra la sociedad de consumo, como la nueva publicidad —con Volkswagen a la cabeza— se encargaba de recordarles: «¿Se siente marginado a causa del conformismo y la hipocresía de la sociedad de masas? ¡Tenemos un coche para usted!». La ola encontró eco en varios países, pero batió con más fuerza en la República Federal de Alemania en 1967. De allí, fundamentalmente a través de los noticiarios audiovisuales, como ha estudiado Pierre Sorlin, llegó a Francia. parís. primera crisis: los estudiantes y sus protestas. La revuelta comenzó entre los estudiantes de Nanterre, en las afueras de París, donde se había creado recientemente una Facultad de Letras que debía comenzar una universidad modelo. Los altercados se hicieron allí crónicos. Los motivos eran las protestas contra la guerra en Vietnam y la reivindicación de libertades, o mejor, de facilidades sexuales. Tal fue el asunto con el que un estudiante entonces desconocido, Daniel Cohn-Bendit, asaltó al ministro de Juventud y Deportes, François Missoffe, cuando este acudió a Nanterre en febrero de 1968 para inaugurar una piscina: querían libre acceso a las residencias femeninas. El sorprendido ministro le recomendó un baño en las nuevas instalaciones. La ironía evasiva no detuvo las movilizaciones.


La generación joven más numerosa de la historia enarboló la bandera de la rebelión, en una sociedad con la libertad y el bienestar mayores del mundo Al Gobierno le preocupaba la universidad: había pasado de 200 000 alumnos en 1958 a 500 000 en 1968 y precisaba una reforma. El proyecto presentado contenía la palabra selección, que bastó para inflamar la protesta estudiantil. Los políticos consideraron esa reacción un fruto de la inmadurez y un problema menor que convenía atender por razones de decoro público. Todo se complicó cuando el decano de Nanterre decidió cerrar la Facultad el 2 de mayo. Eso trasladó a los agitadores a la Sorbona, en el centro de París, provocando una jornada de desórdenes que culminó con la entrada de la policía en la universidad y varias detenciones. Ese mismo día apareció un artículo en el órgano comunista L’Humanité firmado por Georges Marchais, dirigente del partido, en el que se arremetía contra los «falsos revolucionarios» protagonistas de la algarada y en buena medida del mes: eran grupúsculos anarquistas de hijos de la gran burguesía. No eran del gusto del Partido Comunista Francés (PCF). De Gaulle empujó a sus ministros a responder a lo que consideraba un motín: si lo consentían estarían destruyendo el Estado. Los miembros del Gobierno preferían una respuesta más conciliadora, proporcionada a una provocación juvenil, que estimaban sonora pero de poco calado y poco peligrosa, a pesar de la convocatoria de una huelga en las universidades el día 5. A partir de entonces las cosas no hicieron más que empeorar, prendió la violencia y tardó tiempo en comprenderse que se trataba de una acción política entendida como tal por sus promotores. Los intentos de restablecer el orden chocaban en la opinión pública con la simpatía hacia la causa estudiantil. La idea de la brutalidad represora de la policía pesaba más que la contraria. Algunos comunistas matizaron

su postura: algo nuevo había aparecido en la calle, el partido no quería desligarse por completo de ello, y tendieron lazos hacia los enragés, los indignados. De Gaulle, mientras pedía contundencia en la respuesta, confiaba en que los comunistas no permitirían que el mundo obrero se uniera a la revuelta como pretendían los estudiantes. Los crecientes disturbios llevaron al Gobierno a dar la orden de cerrar la Sorbona. El 10 de mayo se vivió una noche de enfrentamientos y barricadas en el barrio Latino. Solo de madrugada actuó la policía. Los combates terminaron a las 5:30 de la mañana del sábado 11 con un balance de 721 heridos, 367 graves. Ningún muerto. El PCF dejó de hablar contra los izquierdistas y se alió con el movimiento. Algunos grandes sindicatos se habían alineado ya con los estudiantes: comenzaba el movimiento social. El lunes 13 se celebró una gran manifestación en la que, por primera vez, se escucharon gritos en desacuerdo con De Gaulle. Era el síntoma de una rápida conexión entre la política y la revuelta. De Gaulle llegó a pensar si todo aquello no guardaba conexión con su estrategia hacia el Este. Tenía previsto un viaje a Rumanía, donde apoyaría a Ceaucescu, que se ufanaba de actuar con un criterio autónomo frente a la autoridad soviética. En Checoslovaquia se vivían momentos difíciles: la política de apertura de Alexander Dubceck había motivado fuertes advertencias por parte de Moscú. ¿Ante qué tipo de crisis se encontraban? ¿Estaba la URSS detrás? ¿Quién movía los hilos? Convencido por sus ministros, De Gaulle decidió mantener su viaje confiando en que el Gobierno lograría encauzar el problema. En la calle la revuelta condicionó cada vez más la vida del país y se hizo fuerte por medio de eslóganes primavera 2018  Nuestro Tiempo —107


ensayo

Mayo del 68: Historia y legado

La revuelta en las calles de París se hizo fuerte por medio de eslóganes impactantes en grafitis y pancartas, al modo de la publicidad impactantes en grafitis y pancartas, con los métodos de la publicidad. Era un tributo a la sociedad de consumo y a las estrategias de los vendedores, pagado para abrir camino a la nueva utopía: «¡Prohibido prohibir!», «Sea realista, ¡pida lo imposible!», «Cambiar la vida. Transformar la sociedad», o «¡Franceses, un esfuerzo más! (Marqués de Sade)». Era una revolución publicitada, como casi todo lo que se considera importante en un mundo de materialismo consumista. La referencia a Sade es enjundiosa y volveremos más adelante sobre ella. Baste decir aquí que para los revoltosos la agitación sexual que había estado en los comienzos de la protesta en Nanterre siguió siendo relevante. Era un componente esencial de la nueva acción, de ese proclamado nuevo modo de vivir que transformaría la sociedad. En eso tenían razón y esa sería una de las claves de su herencia. Pero, mientras tanto, los nuevos revolucionarios no renunciaban a implicar a otros sectores sociales en su empeño. segunda crisis: la social. La crisis estudiantil se transmitió a través de los sindicatos y se declararon huelgas que el día 16 sumaban ya 600 000 participantes. De Gaulle habló con su ministro de Exteriores, Maurice Couve de Mourville, de la crisis de civilización que reflejaban los hechos: había que emprender reformas de calado, y pronto. Impulsar nuevas formas de participación social y política configuraba su nuevo horizonte. Pero, mientras al presidente de la V República Francesa lo aclamaban los obreros de un país del régimen soviético, el gran sindicato comunista francés confirmaba su viraje para sumarse al movimiento huelguista. La situación era ya explosiva. Varios ministros insistían en pedir el regreso del presidente desde Rumanía, que terminaron por conseguir. 108—Nuestro Tiempo  primavera 2018

El día 18 De Gaulle volvió a París, convencido de que los comunistas habían cambiado de orientación y de que estaba ante una batalla totalmente diferente. Sus ministros recordarán la furia con que les reprochó su actitud y les habló de su proyecto de plantear un referéndum sobre la participación en las empresas y en la universidad, la primera piedra de su nuevo plan de reformas. El viernes 24 de mayo lo comunicó al país en un mensaje televisado. Dio también vía libre al Gobierno para abrir negociaciones con los sindicatos. El 19 y 20 de mayo la caída continuó. Los despachos de la agencia oficial de noticias china exaltaban el movimiento estudiantil y su filiación maoísta. El gran temor del Gobierno seguía siendo que el PCF estuviera preparando un asalto al poder, algo que las fuentes soviéticas hasta entonces disponibles parecían desmentir. Más bien daba la impresión de que preferían esperar, constatar hasta dónde resistiría el Gobierno, y prepararse para conformar uno alternativo, de amplio espectro, que luego pudieran controlar en solitario. Los sucesos resultaban cada vez más inquietantes. Los grafitis denunciaban ahora a De Gaulle como responsable de los males, y el número de personas en huelga seguía creciendo. tercera crisis: el dilema político. Se llegó así al 24 de mayo con diez millones de huelguistas y la esperanza del Gobierno puesta en la alocución televisiva de De Gaulle prevista para ese día. Fue un fracaso. No funcionó y, todavía peor, alimentó la idea de una rebelión política contra él y «su régimen». La crisis estudiantil que se había vuelto social era ahora claramente política. Descartaron un referéndum. Ni siquiera los gaullistas comprendían qué sentido tenía plantearlo en ese momento. Quien tantas veces había


Como De Gaulle había diagnosticado, vivían una crisis de civilización que continuó, y sus efectos serían apreciables sobre todo a medio y largo plazo conseguido gobernar con la palabra reconoció que se había equivocado. Pensó en marcharse. Lo detuvo el entonces primer ministro Georges Pompidou empujándole a confiar en los acuerdos que negociaban el Gobierno y la Confederación General del Trabajo (CGT). Pero para De Gaulle las cuatro jornadas siguientes fueron de caída en picado: se percató de que era él quien estaba en cuestión, con todo lo que eso significaba. La oposición lo entendió así también. Un mitin multitudinario celebrado el lunes 27 en el estadio de Charléty pareció diseñar un gobierno alternativo con los socialistas Mendès France y Mitterrand que preconizaría una revolución sin comunistas, algo que estos no podían consentir. Eso repercutió en las negociaciones que en esos mismos días mantenía el sindicato comunista con el Gobierno. De madrugada se alcanzó un acuerdo in extremis. Resultó demasiado tarde: las asambleas obreras, que se habían comprometido ya con la reivindicación política, lo rechazaron a la mañana siguiente. Desafiados por los izquierdistas, los comunistas decidieron alinearse con la reivindicación de un Gobierno popular en el que participarían con otros grupos políticos. Querían ponerse a los mandos de un proceso político que parecía imparable. Convocaron una manifestación para el día 29 con el lema «Gouvernement populaire», tratando de adelantarse a que Mitterrand se hiciera con la presidencia de la República, como había ofrecido. Entre los gaullistas cundía el desánimo, y dentro del Gobierno también: ni siquiera podían garantizar las comunicaciones internas en el Ministerio del Interior. Se prepararon incluso operaciones para sacar al Gobierno de París, como en 1871 o 1940. Un nuevo desastre se cernía fatalmente sobre Francia.

Los sucesos de los últimos días de mayo del 68 tienen como gran protagonista, inesperadamente, a ese Charles de Gaulle que parecía sobrepasado por los acontecimientos el 24. La interpretación resulta difícil. Primero, por la alta densidad de hechos; segundo, porque contamos con versiones difíciles de compatibilizar y, tercero, porque se podría interpretar que su personaje principal buscó a propósito dejar poco claro qué había querido hacer. Nos debemos limitar a recordar esquemáticamente lo sucedido. El 28 de mayo daba la impresión de que los comunistas habían decidido tomar el poder: convocaron una manifestación para el 29 que podría terminar con un asalto del Elíseo. A primera hora del 29, De Gaulle suspendió el consejo de ministros previsto para esa mañana, lo pospuso para la tarde del 30 y, de improviso, anunció a un perplejo Pompidou que se marchaba a su casa de campo en Colombey-lesDeux-Eglises. En realidad, sin comunicarlo a nadie, voló hasta Baden-Baden, donde se entrevistó con el general Massu, jefe de las tropas francesas destacadas en Alemania. De allí volvió a Colombey a media tarde. La noticia de su desaparición durante unas horas conmocionó a la cúpula del poder, que no se explicaba la conducta del presidente de la República. Los medios de comunicación apenas informaron de la ausencia de la máxima autoridad del Estado: la constatación de su llegada a Colombey se produjo minutos después de que se hiciera público que no estaba allí. Por la tarde se desplegó la manifestación comunista, enormemente concurrida, que se disolvió sin incidentes. A primera hora del jueves 30 de mayo De Gaulle volvió a París, presidió el consejo de ministros e hizo saber que hablaría por la radio. En su brevísima alocución anunció que no iba a retirarse, que posponía la primavera 2018  Nuestro Tiempo —109


ensayo

Mayo del 68: Historia y legado

El núcleo de la revuelta del 68 es antiguo. Puede rastrearse en la Revolución Francesa y apareció con especial intensidad tras la Primera Guerra Mundial convocatoria del referéndum, que disolvía las cámaras y emplazaba a unas elecciones que solo se celebrarían si el clima era sereno y de libertad y no un caos. Responsabilizó del desafío a la República a una amenaza dictatorial del comunismo totalitario, apoyada sobre la ambición y el odio de políticos retirados —los de Charléty—. Esa misma tarde, la mayor manifestación de mayo de 1968 recorrió París en apoyo del jefe del Estado. Más de 800 000 personas llenaron los Campos Elíseos. A partir de ahí todo cambió: las huelgas se debilitaron hasta desconvocarse, el movimiento estudiantil perdió fuerza y en junio las elecciones dieron a los gaullistas la mayoría parlamentaria más amplia de su historia. ¿Cómo deben interpretarse los hechos? Hay una evidencia básica en la que coinciden todos los estudios: De Gaulle fue su gran protagonista, se transformó y transformó la situación en cuarenta y ocho horas que resultaron cruciales. Lo difícil es desentrañar cómo lo hizo y por qué razones quien había fracasado tan estrepitosamente por televisión el 24 y parecía perdido en los últimos cuatro días produjo un efecto tan diferente con su discurso radiofónico del 30. Basta constatar que la acción del presidente impulsó un vuelco que permitió desanudar en unas semanas las tres crisis (estudiantil, social y política) y devolver el país a la normalidad. En realidad, como De Gaulle había diagnosticado, vivían una crisis de civilización que continuó, y sus efectos serían apreciables sobre todo a medio y largo plazo. el legado. El núcleo de la revuelta del 68 viene de tiempo atrás. Puede rastrearse en la Revolución Francesa y apareció con especial intensidad tras la Primera Guerra Mundial. El problema radica en la 110—Nuestro Tiempo  primavera 2018

idea ilustrada de Modernidad, en la noción de libertad y su relación con la verdad, asunto del que pende toda nuestra civilización. Para mostrarlo, nos serviremos de dos aproximaciones tomadas de la crisis de los años veinte del siglo pasado. La primera, de José Ortega y Gasset, que, a finales de esa década, perfilaba así al hombre-masa y su rebelión: sus dos primeros rasgos son la libre expansión de sus deseos vitales y una radical ingratitud hacia cuanto ha hecho posible la facilidad de su existencia. Es decir, tiene la psicología del niño mimado. Por eso, como no ve en las ventajas de la civilización una construcción prodigiosa, que solo con grandes esfuerzos se puede sostener, cree que su papel es exigirlas perentoriamente como si fueran derechos nativos. Disfruta la civilización sin importarle destruirla. Una descripción complementaria se la debemos a Aldous Huxley en su prólogo de 1946 a su clarividente obra de 1932 Brave New World (Un mundo feliz): «La revolución verdaderamente revolucionaria está por hacer, no en el mundo exterior, sino en las almas y los cuerpos de los seres humanos. Viviendo como él vivió en el periodo revolucionario, el Marqués de Sade hizo uso de esta teoría de las revoluciones para racionalizar su peculiar locura. »Robespierre había llevado a término el tipo más superficial de revolución, la política. Profundizando un poco más, Babeuf intentó la revolución económica. Sade se veía a sí mismo como el apóstol de la revolución verdaderamente revolucionaria, más allá de la mera política o economía —la revolución de los individuos, varones, mujeres y niños, cuyos cuerpos serían de entonces en adelante una propiedad sexual comunitaria, y cuyas mentes debían purgarse de todo instinto natural de decencia, de todas esas inhibiciones


Los revolucionarios de ayer y sus seguidores trabajan hoy en una línea que anularía incluso la libertad de expresión: nadie puede cuestionar sus dogmas laboriosamente adquiridas por la civilización tradicional […]. Sade era un lunático y la meta más o menos consciente de su revolución era el caos universal y la destrucción. Las gentes que gobiernan el Brave New World puede que no sean cuerdos […]; pero no son gentes locas, y sus fines no son la anarquía sino la estabilidad social. Es precisamente para conseguir estabilidad por lo que ellos han llevado adelante, por medios científicos, la definitiva, personal y verdaderamente revolucionaria revolución». La última era la cuestión inmediata, política, a la que también remitía Ortega: ¿cómo sostener una estructura de convivencia en un mundo sin normas morales? Los revolucionarios de aquellos días terminaron por darse cuenta de que no era posible. CohnBendit, que publicó sus memorias de aquellos años en Le grand bazar, primero pareció arrepentirse, con el tiempo, de las escenas de pedofilia que relataba en aquellas páginas de desenfrenado entusiasmo; y, más tarde, hasta se desmarcó de la vía revolucionaria en Nous l’avons tant aimé, la Révolution (La revolución y nosotros, que la quisimos tanto). Dani el Rojo ejerció el periodismo, fue profesor y también eurodiputado y hasta teniente de alcalde en Fráncfort del Meno… Así, el símbolo de la revuelta continuó siéndolo de su legado con todas sus contradicciones. Su caso permite entender que los revolucionarios del 68 y sus seguidores no necesitaron crear una nueva estructura para preservar la estabilidad social. Se valieron de la que ya existía, de la cultura occidental, las democracias, conservando su armazón pero sustituyendo su contenido. Esa cáscara vacía ha servido hasta hoy para mantener en pie lo que queda y seguir disfrutándolo aunque al mismo tiempo se atente contra ella al modo del hombre-masa orteguiano.

Pero la cuestión más honda era la primera que evoca Huxley, la revolución anarco-individualista intuida por Sade en su desvarío, la revolución sexual. Apoyada frecuentemente por el establishment, cada vez más aceptada por las sociedades occidentales, ha hipersexualizado la sociedad y ha tratado de romper con toda moral. Gabriele Kubi ha recogido su historia en The Global Sexual Revolution, donde el movimiento estudiantil del 68 aparece como el gran salto transformador. Valorada como un logro, ha tenido efectos trascendentales en la vida familiar, en la educación y en toda la vida social. De ella se ha seguido una transformación profunda que ha amplificado la crisis de civilización que evidenciaba la revuelta. Cincuenta años después de definir la transgresión como la norma del progreso, los sesentayochistas deben crear un entramado de preceptos para defender los nuevos derechos por ellos inventados, para blindarlos frente a potenciales transgresores. Qué ironía. Los revolucionarios de ayer y sus seguidores trabajan hoy en una línea que anularía incluso la libertad de expresión: nadie puede cuestionar sus dogmas, nadie puede oponerse a su revolución final, la que debería alumbrar el mundo perfecto. Lo denunciaba un decepcionado Sol Stern, militante en 1964 del Free Speech Movement, en un artículo publicado en su cincuentenario al constatar que circulan listas de offensive speakers para que sean vetados en las universidades americanas. Así ha sido cómo la revolución que pareció no conseguir nada puede haber cambiado todo en la vida de muchos. Está por ver de qué manera conseguiremos superar la crisis de civilización que anida en su raíz. Me parece que ya sabemos dónde no está la salida. Nt

primavera 2018  Nuestro Tiempo —111


vagón—bar Paco Sánchez

Galleguidades

«Lo que caracteriza a los gallegos es una precisión absoluta en las respuestas, una no respuesta que parece una respuesta, las afirmaciones que esconden preguntas delicadísimas y las preguntas que funcionan como órdenes»

L

A GENTE MANEJA ESTEREOTIPOS ridículos sobre qué significa ser gallego, porque no conoce a mi madre. Y claro, entonces se quedan en el cliché de la escalera: el del tipo que está en medio de la escalera y no se sabe, no puede saberse, si sube o baja; o en el tópico, manoseado como todos los tópicos, de que el gallego responde las preguntas con preguntas —es decir, no responde— o con evasivas. Más certero parece el comentario sobre los ourensanos, ese de que lo malo que tienen es que, para cuando te das cuenta de que alguien es ourensano, ya resulta demasiado tarde. De todos modos, tampoco eso es verdad. Lo que verdaderamente caracteriza a los gallegos y desconcierta a los demás son otras cosas: una precisión absoluta en las respuestas, tan exagerada que podría parecer burla o evidencia excesiva; una no respuesta que parece una respuesta; la capacidad de componer afirmaciones que esconden en realidad preguntas delicadísimas y, por fin, las preguntas que funcionan como órdenes. Seguramente a estas alturas pensará que me he liado, pero no. Ejemplificaré con casos reales de mi madre, sin adaptaciones. Omitiré, eso sí, algunos muy espectaculares, para que nadie la tome por meiga. Y también porque los he contado mucho, quizá incluso aquí. Empecemos por el final: preguntas que en realidad son órdenes inmisericordes. Escena: estoy comiendo en su casa después de mucho tiempo. Ahora voy todas las semanas. Me dice que coma más, que estoy muy flaco. Le digo que ya he repetido. Pregunta: «¿Ya no te gusta?». Para que mi madre no se quede con la pena infundada de que «ya no me gusta» su comida, repito plato por tercera vez. (Algún tiempo después me di cuenta de que siempre me lo hacía, le dije que era chantaje y se rio, pero nunca más volvió a someterme a esa jugarreta). 112—Nuestro Tiempo  primavera 2018

Caso segundo hacia atrás: afirmaciones que son preguntas delicadísimas. Por ejemplo: «No sé cómo le estará yendo a tu hermana en el trabajo». En todo lo relacionado con sus hijos maneja una intuición acerada, así que me asusto. Le digo que no tengo noticia alguna, cosa que ella ya imaginaba, y en cuanto termino la conversación llamo a mi hermana, porque estoy seguro de que algo le está pasando. Le pregunto, me entero e intento tranquilizar a mi madre, que entonces, implacable, exige todos los detalles. Caso de la no respuesta que parece una respuesta: «Mamá, ¿tendría que ducharse el chaval?». Respuesta falsa: «No sé si querrá». Pero es preferible no insistir con algo del tipo «¿Pero debería?», porque no entenderá la insistencia. Y, por último, ejemplo de precisión tan exagerada en la respuesta que la hace parecer una tomadura de pelo, una sobreabundancia descarada de evidencia: una señora nos saluda al salir juntos de Misa y me dice unas cosas sobre los artículos que escribo para La Voz de Galicia. Cuando la señora nos deja, le pregunto a mi madre quién es. Respuesta: «Una señora que viene aquí a Misa». Aguanto la risa. «¿Pero de qué la conoces?». La conoce de Misa y no sabe su nombre. Pregunto si es de nuestra zona: dice que no, que es de Ourense. Me río sin poder evitarlo. Se para y me mira intentando poner cara seria: «De qué rís?». «De ti», le digo. «Ah, moi ben, home, parecerache bonito —y se le va abriendo la sonrisa— rirte dunha vella?» («Ah, muy bien, hombre, ¿te parecerá bonito reírte de una anciana?»). Y rompemos a reír juntos. Paco Sánchez [Com 81 PhD 87] es periodista y profesor titular de la Universidade da Coruña. @pacosanchez



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