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OTAN y el G7 ofrecen a Kiev apoyo militar y seguridad

Volodímir Zelenski, presidente de Ucrania, asiste a la cumbre en Lituania y reitera su petición de ingresar a la alianza atlántica

El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, que preside el Grupo de los 7, fue el encargado de hacer el anuncio sobre un escenario en el que estaban los líderes de las superpotencias, además de Volodímir Zelenski, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo de la Unión Europea, Charles Michel.

El objetivo de la declaración, firmada en los márgenes de la cumbre de la OTAN en Vilna, es evitar futuros ataques –como el que vive actualmente por parte de Rusia– y ofrecer cierta seguridad a Ucrania hasta que pueda completar su proceso de adhesión a la alianza atlántica, algo que sólo será posible una vez que acabe la guerra con Moscú.

La condena. Estados Unidos y la OTAN condenaron el lanzamiento de Corea del Norte de un misil de largo alcance y además le advirtieron que tomarán “las medidas necesarias” para garantizar su seguridad y la de sus aliados, Japón y Corea del Sur.

Un acuerdo. El Ministerio de Defensa ruso informó que recibió más de 2 mil equipos militares, 2 mil 500 toneladas de municiones y 20 mil armas ligeras del grupo paramilitar Wagner, tras un acuerdo alcanzado.

EL FRENTE DE GUERRA

Las Fuerzas Armadas ucranianas continúan la ofensiva en el sur y en los alrededores de la ciudad de Bajmut, en el frente oriental, donde siguen cosechando resultados y consolidan las posiciones recuperadas en los últimos días, anunció el portavoz del Estado Mayor de Kiev, Andrí Kovalov.

Explicó que las tropas ucranianas repelieron ataques rusos en algunas zonas del frente de Bajmut y en Avdivka, Márinka y Limán, también en el este.

MOSCÚ- El vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvédev, advirtió de que “la tercera guerra mundial está cada vez más cerca” ante el incremento de la ayuda militar de la OTAN a Ucrania.

“El Occidente delirante no podía inventar otra cosa. Predictibilidad al máximo nivel, hasta la idiotez. De hecho, es un callejón sin salida. La tercera guerra mundial está cada vez más cerca”, escribió Medvédev.

Subrayó que en la cumbre de la OTAN de Vilna se acordó aumentar la ayuda militar a Ucrania “con todo lo posible: misiles, bombas de racimo y aviones”.

“¿Qué significa esto? Es evidente: la operación militar especial (en Ucrania) continuará con los mismos objetivos”, y uno de ellos es que la “agrupación nazi de Kiev renuncie a convertirse en miembro de la OTAN”.

Por otra parte, el gobierno de China respondió con dureza a la acusación de la OTAN de que desafía los intereses y la seguridad del bloque, y se opuso a cualquier intento de la alianza de ampliar su presencia en la región Asia-Pacífico.

La misión china ante la Unión Europea dijo, en un comunicado, que la postura de la OTAN sobre China distorsionaba la posición y las políticas de su país. —Agencias

MARIO CARBONELL mcarbonell@elfinanciero.com.mx

Exploró como pocos la condición humana, mezclando la ironía oscura con reflexiones filosóficas. Milan Kundera, el novelista que satirizó los regímenes totalitarios, murió este martes a la edad de 94 años, en París.

Su primera novela, La broma, publicada en 1967, ofrecía un retrato mordaz del régimen comunista checoslovaco. Sin embargo, el autor, nacido en Moravia, advirtió a Le Monde, en 1976, que llamar políticas a sus obras era simplificar demasiado y, por lo tanto, oscurecer su verdadero significado.

Un año antes, Kundera fue incluido en la lista negra después de criticar la invasión soviética de 1968 y finalmente se vio obligado al exilio. Con su esposa Vera emigró a Francia, país que le dio la ciudadanía en 1981.

Su primera novela como emigrado fue El libro de la risa y el olvido (1979), un relato escrito en siete partes que mostraba el poder de los regímenes totalitarios para borrar partes de la historia y crear un pasado alternativo.

La obra “se llama a sí misma una novela, aunque es en parte cuento de hadas, en parte crítica literaria, en parte tratado político, en parte musicología y en parte autobiografía”. “Puede llamarse como quiera, porque el conjunto es un genio”, se leyó en una reseña publicada por The New York Times.

Ahí reside parte de la genialidad de Kundera, en mezclar la crítica con la literatura y la reflexión.

“Si alguien me hubiera dicho cuando era niño: ‘un día verás cómo tu nación desaparece del mundo’, lo habría considerado una tontería, algo que no podría imaginar de ninguna manera. Un hombre sabe que es mortal, pero da por sentado que su nación posee una especie de vida eterna”, le dijo Kundera al periodista Philip Roth (NYT), en 1980.

Los libros y la lectura fueron otras de sus grandes preocupaciones. Hace 11 años, en un discurso pronunciado en junio de 2012 en la Biblioteca Nacional de Francia, Milan Kundera expresaba su angustia porque la marcha implacable del tiempo estaba “empezando a poner en peligro a los libros”. Le inquietaba que las personas “ya no tienen contacto con quienes las rodean, tienen cables colgando de sus oídos, no miran a nadie y nadie los mira”. Y por ello se preguntaba “¿aún leen libros? Es posible, pero ¿por cuánto tiempo más?”.

Kundera se negaba a aparecer en cámara y no permitía

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