
2 minute read
Típicos Margoth
¡La historia de Típicos Margoth es de esas que te dejan con el estómago rumoreando y el corazón contento! Resulta que allá por el lejano 1962, una pupusería llamada ‘Pupusería Margoth’ abrió sus puertas frente al Parque Daniel Hernández en Santa Tecla. Su fundadora, la valiente y talentosa “Doña Margoth”, se ganó el corazón de todos con sus pupusas deliciosas, y eso fue solo el comienzo de una gran aventura culinaria.
Con el pasar del tiempo, la fama de las pupusas de Doña Margoth se esparció como pólvora en el viento, y su pequeño local no daba abasto para tanta gente hambrienta. Fue entonces cuando decidió ampliar el menú y rebautizar el lugar como ‘Típicos Margoth’. Así nació una institución de la comida típica salvadoreña que hoy en día es reconocida en todo El Salvador. Aquí no hay excusa para no saciar el hambre y el antojo! En Típicos Margoth, te espera una experiencia gastronómica cuscatleca que deleitará a tu paladar. Aquí encontrarás toda la rica comida de nuestro país como antojitos dulces y salados, desayunos que te levantan el ánimo, almuerzos llenos de sabor, cenas que te hacen suspirar, y hasta combos familiares para disfrutar en la comodidad de tu hogar. Pero hay algo más en la historia de Típicos Margoth que la hace aún más especial. Somos los descendientes de una mujer inteligente y emprendedora, una mujer que nos heredó su pasión por la comida y una poderosa mística de trabajo. Doña Margoth, una valiente nacida en 1935 en Santa Rita, Chalatenango, siempre tuvo ese deseo insaciable de aprender cosas nuevas. Desde niña, comenzó a conquistar corazones con su sazón, y supo aprovechar sus habilidades poniendo un puesto de tortillas. Luego, ese modesto puesto se convirtió en un pequeño comedor ubicado en el Portal Orozco, frente al parque Daniel Hernández en Santa Tecla.
Advertisement
Pero, ¿sabes qué? La historia de Típicos Margoth dio un giro inesperado en 1962. Un día, mientras Doña Margoth preparaba la cena para sus hijos, un grupo de clientes habituales llegó y se percató de que estaba haciendo pupusas. ¡Pero aquí viene lo interesante! En aquel entonces, las pupusas no formaban parte del menú. Entonces, con su convicción y actitud servicial, Doña Margoth les vendió las pupusas a diez centavos de colón. Y, como era de esperar, al día siguiente los mismos clientes volvieron pidiendo más pupusas. Ahí comenzó la historia de éxito de las pupusas en Típicos Margoth.
Desde luego, Típicos Margoth no era lo que conocemos hoy en día. Sus humildes comienzos se remontan a un cuarto con un comal de barro en una casa muy pequeña. Pero a medida que la demanda crecía, Doña Margoth, con su visión emprendedora, supo que tenía que innovar para seguir adelante.
Primero, cambió el comal y la leña por una plancha con un tambo de gas. Pero eso no fue suficiente para su espíritu inquieto. Doña Margoth decidió aventurarse en la agricultura para tener un control absoluto sobre la calidad de su comida. Compró una hacienda donde cultivaba su propia materia prima: maíz, frijoles, vacas y gallinas ponedoras.
Pero la historia de Típicos Margoth no podía terminar así. A principios de 1982, las puertas de la Pupusería Margoth se abrieron nuevamente en la Avenida Manuel Enrique Araujo, en San Salvador. En aquel entonces, el menú se limitaba a cuatro productos: pupusas, pastelitos, plátanos fritos y quesadillas. Sin embargo, gracias a los fieles clientes y al amor por la buena comida, el menú se amplió y diversificó con productos típicos como tamales, nuégados con chilate, empanadas, enchiladas y otros manjares salvadoreños.
En Típicos Margoth, puedes disfrutar de una variedad de platillos únicos de la gastronomía salvadoreña en un solo lugar.