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Nuevos requisitos complican el proceso de Green Card por matrimonio
from Ed. 578
Redacción - New/Nueva Opinión
Solicitar la residencia permanente legal (Green Card) a través del matrimonio se ha vuelto un proceso más complejo en Estados Unidos. Nuevas políticas impulsadas por la administración del expresidente Donald Trump han reintroducido controles estrictos, con el argumento de reforzar la seguridad nacional y prevenir fraudes dentro del sistema migratorio.
Desde el 3 de abril de este año, los solicitantes deben enfrentar no solo una versión más extensa y técnica del formulario I-485, sino también entrevistas obligatorias, evaluaciones financieras rigurosas y nuevas preguntas sobre educación y habilidades laborales. Estas medidas, que forman parte de una estrategia más amplia para endurecer las leyes de inmigración, afectan directamente a miles de parejas binacionales que esperaban regularizar su situación migratoria por medio del matrimonio.
Uno de los cambios más notables es la actualización del formulario I-485, utilizado por quienes desean ajustar su estatus migratorio y obtener la residencia. La nueva versión, publicada por USCIS el 20 de enero, incluye nuevas secciones que abordan temas financieros, educativos y laborales con mayor profundidad.
En particular, la sección conocida como “carga pública” solicita a los solicitantes detallar sus ingresos, bienes, deudas y si han recibido asistencia pública en Estados Unidos, como Medicaid, SNAP (cupones de alimentos) o vivienda subsidiada. La abogada de inmigración Rachel Einbund advirtió que este tipo de requisitos puede desalentar a personas con menos recursos o educación formal a presentar su solicitud, aunque tengan un matrimonio legítimo.
El formulario también incorpora preguntas sobre el nivel educativo más alto alcanzado, certificaciones profesionales, licencias, habilidades técnicas y dominio del inglés. Este enfoque sugiere una preferencia por perfiles considerados como “autosuficientes” y “productivos” dentro del sistema, algo que preocupa a organizaciones que trabajan con comunidades inmigrantes vulnerables.
Otra medida que marca un giro en la política migratoria es la reintroducción de las entrevistas matrimoniales, incluso en casos donde antes se consideraban innecesarias. Bajo la administración Biden, muchas parejas eran eximidas de este paso para agilizar los procesos y reducir retrasos. Sin embargo, ahora la entrevista vuelve a ser obligatoria en la mayoría de los casos.
Durante estas entrevistas, oficiales de inmigración evalúan la autenticidad del matrimonio haciendo preguntas sobre la vida en pareja, rutinas diarias, eventos familiares y hasta detalles personales. “El objetivo es detectar relaciones fraudulentas, pero en la práctica, muchas parejas reales se sienten intimidadas y presionadas”, explica Einbund. “Hay miedo de no ‘responder bien’ y que eso afecte negativamente su proceso.”
Aunque no se ha emitido una orden ejecutiva específica, USCIS ha comenzado a implementar una serie de controles adicionales. Entre ellos, la revisión de perfiles en redes sociales, verificación de historiales laborales y evaluación del comportamiento digital del solicitante. Un portavoz de USCIS explicó que estas políticas buscan “prevenir el fraude, proteger la seguridad pública y asegurar que los beneficios migratorios no se utilicen para promover ideologías perjudiciales para el país”.
Este nivel de escrutinio puede resultar agobiante para quienes simplemente buscan regularizar su situación por vías legales. Muchos sienten que su vida privada está siendo expuesta y juzgada bajo una lupa, incluso si cumplen todos los requisitos. Además, el endurecimiento de las políticas migratorias no afecta solo a quienes están comenzando el proceso. También impacta a residentes legales que han cometido errores menores o a quienes enfrentan renovaciones de estatus bajo las nuevas reglas.
De acuerdo con datos federales, más de 100,000 personas fueron deportadas durante los primeros meses del mandato de Trump, algunas sin antecedentes penales, como parte de una política de “cero tolerancia”. Abogados y organizaciones comunitarias aconsejan a las parejas prepararse cuidadosamente antes de presentar su solicitud. Es fundamental contar con documentación sólida que respalde la relación, incluyendo cuentas bancarias conjuntas, contratos de arrendamiento, declaraciones juradas de amigos o familiares, fotografías y cualquier otro elemento que pruebe una convivencia auténtica.
También se recomienda llenar los formularios con la ayuda de profesionales calificados y mantenerse actualizados sobre los cambios en los requisitos oficiales, que podrían continuar ajustándose durante esta administración. Para muchos inmigrantes, estas medidas representan una barrera más en un sistema ya complejo. Aunque buscan cumplir con la ley, ahora se enfrentan a un entorno en el que el amor, por sí solo, no basta.
La residencia por matrimonio ya no es un proceso automático ni sencillo. Cada historia es examinada, cada decisión se documenta y cada paso requiere preparación meticulosa. Mientras tanto, miles de parejas esperan, con papeles en mano y paciencia a prueba, la oportunidad de demostrar que su relación es verdadera y que su deseo de permanecer juntos es legítimo.