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Village Network convierte ideas en acciones en Battle Creek

Por Julie Riddle para New/Nueva Opinión

Battle Creek, MI -Según Village Network of Battle Creek, todas las personas merecen que su voz sea escuchada.

Esta red colectiva de organizaciones sin fines de lucro, organizaciones religiosas y pequeños negocios presta servicios a comunidades minoritarias de Battle Creek que han sido marginadas o tienen recursos limitados. Existe porque una comunidad equitativa requiere comunicación bidireccional a través de todas las fronteras, según la Dra. Nakia Baylis, presidenta y directora ejecutiva de la organización.

Cuando la red comenzaba a consolidarse hace unos años, líderes de organizaciones locales minoritarias y otros proveedores de servicios solicitaron un enlace. Necesitaban a alguien que se asegurara de que quienes tienen el poder de ayudar realmente los escucharan, dice Baylis.

Ahora, Village Network financia iniciativas, organiza eventos, aboga a nivel estatal y allana el camino para que otros tomen acción, todo con el objetivo final de permitir que todos tengan una oportunidad equitativa de participar en la economía.

El nombre de la organización refleja su intención de construir redes de comunicación —no solo uniendo a líderes de organizaciones locales, sino también construyendo puentes que conecten a las personas con sistemas, financiadores, legisladores y tomadores de decisiones.

“Queremos ser conectores”, dice Baylis. “Conectores de recursos. Conectores de apoyo. Conectores de personas”.

Llenando un vacío

Village Network surgió a partir de una subvención de la Fundación W.K. Kellogg llamada Catalyzing Community Giving, diseñada para empoderar a líderes dentro de comunidades marginadas a fomentar una cultura de donaciones significativas.

United Way regional, como receptor de la subvención, comenzó a preguntar a las comunidades minoritarias de Battle Creek cómo utilizaban las donaciones filantrópicas para el desarrollo comunitario. Lo que descubrieron reveló un patrón preocupante: las necesidades más importantes de los grupos locales no estaban siendo escuchadas a nivel filantrópico, explica Baylis.

“Es como si dijeran: ‘Estamos apagando incendios mientras los sistemas están en el jardín dándonos tacitas de agua’”, dice.

Village Network busca llenar ese vacío de comunicación actuando como traductor, ayudando a los líderes locales a abogar por sí mismos y facilitando el acceso de los sistemas a información que oriente el uso más efectivo de los recursos.

La formación de la red coincidió con la pandemia de COVID-19. De repente, dice Baylis, la comunidad tuvo una nueva percepción sobre las necesidades de quienes viven con menos ventajas:

Lo que permitió la pandemia fue que la gente dijera, ‘Oh, un momento. Estoy empezando a sentir cosas que otras personas han sentido durante muchísimo tiempo.’
La Dra. Nakia Baylis, presidente y directora ejecutiva de Village Network of Battle Creek, habla durante una sesión de visualización para dos nuevos desarrollos que llegarán a Battle Creek.
Foto proporcionada por Stephen Jones, Ejecutivo Senior de Cuentas, VVK PR + Creative – agencia de relaciones públicas de VN

Con esta nueva perspectiva sobre lo que significa no tener acceso a comida, seguridad, atención médica y otras necesidades, la comunidad en general estuvo lista para respaldar la misión de Village Network: “Convertir nuestras voces en acción,” dice Baylis.

Conexiones entre bastidores

Aunque el trabajo de Village Network adopta muchas formas, gran parte de él es invisible para el público en general.

La red fue la fuerza detrás de la creación reciente del BIPOC Battle Creek Endowment Collaborative, una colaboración de fondos patrimoniales para promover la sostenibilidad a largo plazo de las organizaciones sin fines de lucro participantes. Este esfuerzo comenzó con el evento Dreamers Ball en enero. Las futuras campañas colectivas de recaudación de fondos y el intercambio de recursos garantizarán una fuente continua de ingresos que no dependa exclusivamente de subvenciones o donantes.

Trabajaron con Kellogg Community College para incluir a un miembro de la comunidad en un comité de contratación y ayudaron a gestionar $150,000 en nuevas asignaciones estatales para proyectos de desarrollo económico dirigidos por organizaciones minoritarias locales.

Recientemente, la ciudad de Battle Creek contrató a la red para liderar sesiones de visualización relacionadas con la futura renovación de dos propiedades municipales. En esas sesiones —“estaban llenas”, dice Baylis— la red animó a los residentes, quienes serán los más impactados por los proyectos, a compartir su visión para esos espacios. Los desarrolladores invitados por la red presentaron sus propuestas a los asistentes, mientras los líderes municipales explicaron las normas de zonificación y otros parámetros aplicables. Pero, sobre todo, escucharon.

Una vez abierta la puerta de la comunicación, los desarrolladores pudieron incorporar la visión del vecindario en sus planes antes de avanzar con ellos.

Las viviendas con servicios de apoyo que ahora están proyectadas para esas propiedades se construirán de forma más adecuada gracias a que los residentes participaron de manera informada —y esa es la misión de Village Network, afirma Baylis.

Dr. Yusef Shakur, senior director of social justice at Village Network of Battle Creek, facilitates a visioning session enabling community members to speak directly to developers for two new projects in Battle Creek.
Foto: Proveída por Stephen Jones, Senior Account Executive, VVK PR + Creative –VN’s PR firm
Creando condiciones para el cambio

Las organizaciones sin fines de lucro no deberían competir entre sí por los fondos, dice Baylis. La red crea plataformas de colaboración para que esos grupos puedan buscar juntos inversiones estatales y federales.

También actúa a nivel estatal cuando es necesario. Los líderes de la red actuaron rápidamente para resolver un problema de “lenguaje y comunicación” a nivel estatal que podría haber cerrado una organización local relacionada con el cuidado infantil, afectando a varios cientos de niños, explica Baylis.

Cuando los líderes de la red notaron que los residentes no se sentían cómodos al ingresar a espacios educativos para lograr sus certificaciones o credenciales, “actuamos como enlace para decir: ‘Oigan, aquí hay un problema de confianza’”, comenta. Ahora, con la facilitación de Village Network, cursos acelerados de formación de Kellogg Community College y cursos de preparación universitaria de Grand Valley State University están llegando a residentes de comunidades minoritarias a través de la organización juvenil New Level Sports Ministries.

Un proyecto reciente de Village Network busca identificar qué impide que los propietarios de negocios marginados y desfavorecidos crucen el umbral de rentabilidad sostenible. Baylis ha visto cómo muchos emprendedores abandonan sus negocios o se van de la ciudad, “y eso representa una pérdida para nuestras comunidades”, dice.

La red financió un estudio para investigar el problema mediante un programa piloto lanzado el otoño pasado. Los hallazgos ya están teniendo impacto. Por ejemplo, al descubrir que muchos empresarios minoritarios suelen iniciar sus negocios menos preparados que sus pares, la entidad financiera sin fines de lucro Northern Initiatives decidió implementar un programa de preparación para capital. “Fantástico. Esto es exactamente lo que necesitamos”, afirma Baylis. “Tenemos que asegurarnos de que, antes de comenzar en el punto A, empecemos en el punto a minúscula, ¿cierto?”

Defensores de sí mismos y transformadores del sistema

Aunque Baylis concentra la mayor parte de su trabajo en crear las condiciones para que los sistemas funcionen de manera equitativa con las comunidades marginadas, “dedico el 98 % de mi tiempo a trabajar con las personas para que estén en condiciones de relacionarse con los sistemas por sí mismas”, dice el Dr. L.E. Johnson, vicepresidente de inclusión y participación de Village Network.

Él trabaja con individuos, organizaciones y grupos —“las colaboraciones son mi punto fuerte”, afirma— para aumentar la capacidad de las personas que han sido históricamente marginadas y excluidas, para que se conviertan en defensores de sí mismas y en transformadores del sistema.

A través de eventos como la “Mesa de arroz más grande del mundo”, donde cerca de 100 personas probaron y debatieron sobre platillos de arroz de todo el mundo, Johnson fomenta conversaciones reflexivas sobre diferencias, similitudes y el lugar que cada persona ocupa en su comunidad. “Lo vimos como nuestra humanidad”, dice Johnson sobre el evento. “Todo es arroz”.

Con demasiada frecuencia, los grandes sistemas ven a los líderes de organizaciones comunitarias como fuentes de información, no como socios, señala. Por ejemplo, cuando un gobierno decide hacer algo, contrata a un consultor, organiza algunas reuniones… y luego simplemente hace lo que quiere.

“En nuestro enfoque de participación comunitaria, decimos: ‘No, así no es’”, dice Johnson. “No puedes simplemente venir, obtener un poco de información y seguir adelante”.

La red crea un terreno de juego equitativo al asegurarse de que las organizaciones comunitarias comprendan el lenguaje técnico del gobierno y las políticas públicas. Mantiene a los líderes de base informados sobre lo que ocurre en los niveles superiores y los prepara para que entren a las reuniones de planificación urbana sintiéndose en igualdad de condiciones con todos los demás. Ayuda a las comunidades subrepresentadas a comunicar su propia visión sobre los posibles cambios, y se asegura de que esas opiniones sean escuchadas. “Y luego los apoyamos para que usen su liderazgo en asociación con el gobierno y logren que las cosas sucedan”, dice Johnson.

‘Todos pueden participar’

Cuando las personas saben cómo navegar los sistemas, cómo abogar por sí mismas y sienten que tienen el derecho de hacerlo, “entonces tenemos una comunidad que tiene la fuerza, las habilidades, el conocimiento y la experiencia para trabajar con esos sistemas”, dice Johnson. “Ahora tenemos las condiciones para avanzar en algo”.

Village Network solo presta servicios en Battle Creek, pero su liderazgo espera replicar su modelo en otras comunidades e incluso crear una versión a nivel estatal.

Por supuesto, el hecho de que esté presente en Battle Creek no significa que el resto de la comunidad pueda quedarse de brazos cruzados, aclara Baylis. Las comunidades comprometidas con el desarrollo equitativo “deben apoyar una economía en la que todos puedan participar y prosperar”.

“Y crear espacios para otras voces”, añade Johnson. Sueña con una comunidad donde todos tengan derecho a opinar en igualdad de condiciones; una comunidad donde, como él dice, todos puedan sentir: “Yo pertenezco aquí. Mi voz importa. Esto no puede suceder sin mi voz”.

Esta historia es parte de la cobertura del Southwest Michigan Journalism Collaborative sobre el desarrollo comunitario equitativo. SWMJC es un grupo de 12 organizaciones regionales dedicadas a fortalecer el periodismo local. Visita swmichjournalism.com para obtener más información.

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