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Trump recurrirá al estado de emergencia y al ejército para deportaciones masivas de migrantes
from Ed.568
El presidente electo Donald Trump ha reiterado su intención de llevar a cabo una deportación masiva de migrantes en situación irregular, utilizando herramientas como la declaración de emergencia nacional y el apoyo del ejército. Este ambicioso plan, que fue uno de los pilares de su reciente campaña presidencial, busca marcar un antes y un después en la política migratoria de Estados Unidos, pero no está exento de críticas y preocupaciones.
Redacción - New/Nueva Opinión
El presidente electo Donald Trump confirmó su intención de recurrir al estado de emergencia nacional y utilizar al ejército estadounidense para llevar a cabo una deportación masiva de migrantes en situación irregular. Este plan, una de las principales promesas de su campaña presidencial, se perfila como una de las iniciativas más controvertidas de su próxima administración.
La “mayor operación de deportación” en la historia de EE.UU.
Trump, quien asumirá la presidencia el 20 de enero, calificó la entrada de migrantes sin visa como una “invasión” y aseguró que liberará al país mediante “la mayor operación de deportación en la historia de Estados Unidos”. Según sus declaraciones, el plan incluirá el uso de tropas federales si fuera necesario.
En su plataforma Truth Social, el conservador Tom Fitton, director de Judicial Watch, celebró la estrategia del republicano, asegurando que su administración está lista para declarar la emergencia nacional. Trump respondió a este mensaje con un escueto pero contundente “¡Es verdad!”.
Medidas concretas y controversiales
Entre las políticas anunciadas, Trump planea reactivar la construcción del muro fronterizo con México, invocar la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, contratar 10,000 nuevos agentes de inmigración y poner fin a las ciudades santuario que protegen a migrantes. Además, intentará suprimir beneficios sociales y federales para los migrantes y restringir vías legales de entrada, como el Estatus de Protección Temporal (TPS).
Trump también expresó su intención de reactivar el programa Quédate en México, que obliga a los migrantes a permanecer en el país vecino mientras esperan la resolución de sus casos migratorios.
Impacto económico y social
El costo de estas deportaciones masivas ha sido objeto de críticas por parte de economistas y organizaciones de derechos humanos. Un estudio del American Immigration Council estima que la implementación de esta política costaría 88,000 millones de dólares al año, alcanzando casi un billón de dólares en más de una década.
Además, la medida podría agravar la actual escasez de mano de obra en sectores clave de la economía estadounidense, como la agricultura, la construcción y la hospitalidad, que dependen en gran medida de trabajadores inmigrantes.
Preocupaciones de derechos humanos
Las organizaciones de defensa de los derechos humanos han expresado alarma ante las posibles consecuencias de estas medidas para los más de 11 millones de migrantes indocumentados que viven en Estados Unidos. El trato a los migrantes durante el primer mandato de Trump, incluido el polémico programa que separaba a niños de sus familias en la frontera, ha generado temores de que se repitan políticas similares.
Los “halcones” de la migración
Desde su victoria en las elecciones del 5 de noviembre, Trump ha comenzado a nombrar a líderes clave para implementar su agenda migratoria. Entre ellos se encuentra Tom Homan, designado como “zar de la frontera”. Homan, conocido por su enfoque de mano dura, supervisó políticas severas contra los migrantes durante el primer mandato de Trump.
Otros nombramientos incluyen a Kristi Noem como jefa del Departamento de Seguridad Interior, responsable de la gestión de aduanas y fronteras, y a Mike Waltz como asesor de Seguridad Nacional.
Un camino lleno de desafíos legales
Aunque Trump se ha mostrado decidido a cumplir con sus promesas de campaña, sus planes podrían enfrentarse a desafíos legales. Durante su primer mandato, los tribunales bloquearon su intento de terminar con el programa DACA, que protege a los migrantes que llegaron a Estados Unidos siendo niños.
A medida que se acerca el inicio de su presidencia, las medidas anunciadas por Trump prometen un capítulo altamente polarizado en la política migratoria de Estados Unidos, con implicaciones significativas para millones de migrantes y para el futuro del sistema de inmigración del país.