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Estados Unidos enfrenta una crisis de asilo: más de 1.4 millones de casos sin resolver

Redacción - New/Nueva Opinión

Las cortes de inmigración de Estados Unidos enfrentan una acumulación histórica de casos de asilo sin resolver, alcanzando un total de 1.4 millones, según datos del Departamento de Justicia. Este récord refleja la saturación del sistema migratorio y pone de manifiesto los retos de falta de personal y recursos necesarios para procesar las solicitudes de manera eficiente.

El colapso del sistema de inmigración

El total de casos pendientes en las cortes de inmigración supera los 3.5 millones, de los cuales más de 1.7 millones se presentaron solo en el último año fiscal. Sin embargo, apenas 701,749 de estos casos fueron procesados. Este retraso afecta tanto a solicitantes de asilo afirmativo, quienes llegan al país de forma regular y solicitan protección, como a aquellos que buscan asilo defensivo, normalmente personas detenidas al intentar ingresar al país de manera irregular y que temen regresar a sus países de origen.

Durante el último año, se presentaron 850,720 solicitudes de asilo defensivo y 11,918 afirmativas. Entre los casos resueltos, más de 32,000 fueron aprobados y 38,000 denegados, dejando a miles de personas en incertidumbre sobre su estatus legal.

Falta de representación legal

Un factor crítico que agrava la situación es la falta de representación legal para muchos solicitantes de asilo. Según el Departamento de Justicia, unas 624,000 personas pendientes de resolución no cuentan con un abogado que los represente, lo que complica aún más sus posibilidades de éxito.

“Sin representación legal, muchos migrantes quedan vulnerables frente a un sistema diseñado para procesar casos rápidamente, lo que puede resultar en deportaciones injustas o errores judiciales,” explicó Ariel Ruiz Soto, analista del Instituto de Políticas Migratorias en Washington.

Impacto en la administración entrante

La administración entrante de Donald Trump enfrenta el desafío de lidiar con este retraso histórico. Trump ha anunciado planes para declarar una emergencia nacional y utilizar recursos militares para agilizar deportaciones masivas. Aunque esta estrategia busca abordar la crisis migratoria, expertos advierten que implementar un programa de deportaciones de gran escala sería logísticamente complejo y difícil de ejecutar en el corto plazo.

Ruiz Soto indicó que las primeras acciones probablemente incluirán la revisión de casos de personas con órdenes de deportación pendientes o antecedentes criminales. Sin embargo, advirtió que la falta de personal y recursos seguirá siendo un obstáculo importante para acelerar estos procesos.

El costo humano de la espera

Mientras tanto, la crisis no solo afecta a las instituciones, sino también a los solicitantes, quienes a menudo enfrentan largos períodos de incertidumbre. Muchos migrantes buscan asilo tras huir de situaciones de violencia o persecución en sus países de origen, y los retrasos prolongados en el sistema judicial agravan el estrés emocional y las dificultades económicas de estas personas y sus familias. Activistas han señalado la necesidad de una reforma integral al sistema de inmigración para evitar que las cortes sigan acumulando casos y garantizar que los solicitantes reciban un trato justo y eficiente.

Un llamado a la acción

La cifra récord de casos pendientes pone de relieve la necesidad urgente de soluciones efectivas para desatascar las cortes de inmigración y proporcionar justicia a los solicitantes de asilo. Sin una reforma estructural y un aumento en el personal y los recursos, el sistema migratorio de Estados Unidos seguirá enfrentando una crisis que impacta tanto a los migrantes como a las comunidades receptoras.

La situación actual subraya no solo los desafíos logísticos, sino también el costo humano de un sistema que lucha por responder a la creciente demanda de protección y justicia.

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