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Marta Robles—Carlos Bustamante Burgos

MARTA ROBLES

PASIONES CARNALES

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C.B.: El libro ‘Pasiones Carnales’ es un libro de Marta Robles muy recomendable. Tú, en el Libro, haces un recorrido desde el siglo VIII, hasta el siglo XX y podemos reconocer en él la radiografía de una España, en la que nos descubres la trastienda, el trasfondo y los secretos de los reyes españoles. ¿Cómo surge la idea de escribir este libro?

M.R.: Pues después de escribir mis tres últimas noveles negras, que concluí con ‘La chica a la que no supiste amar’, realmente fue un viaje muy fuerte y muy oscuro y me tocó mucho el corazón, decidí que tenía que hacer una pausa antes de meterme en el siguiente caso del detective Roures y hablando con la directora de Espasa, hablamos de un libro editado en Méjico, que se llama ‘Deseos carnales’ de un autor mejicano a través de cuatro episodios muy concretos, a través de cuatro personajes da unas pinceladas muy concretas de la historia de Méjico, entonces a mí, se me encendió la luz y pensé que quedaba por contar esa trastienda de la historia de España y hacerlo no solo a través de cuatro personajes, sino de recorrer en doce siglos me parecía que era la mejor manera de hacer nuestra propia radiografía; y, además, pensando en que las pasiones carnales les han interesado a muchos historiadores del siglo I, cuando abordaron las pasiones carnales de los césares y descubrieron que dónde se toman realmente las grandes decisiones no es en los campos de batalla, ni en los despachos, sino en las distancias más cortas; y así surge la idea y luego ya me volví loca, porque tuve que manejar una bibliografía extensísima y rescatar documentos de los lugares más ignotos.

C.B.: No es una novela al uso, se trata de un libro de relatos, en el cual el leitmotiv son las relaciones amorosas y sexuales de nuestros monarcas.

M.R.: Es una estructura muy ambiciosa, es un ensayo novelado. El ensayo, implica que tiene una parte que es pura y dura de realidad, desde el punto de vista del autor, que soy yo. En esa parte del ensayo se recogen los datos totalmente certificados de todas las historias que yo cuento, que son veinticuatro relatos que corresponden a veinticuatro momentos de la historia de forma consecutiva, que van desde el Rey Rodrigo, hasta Alfonso XIII, pasando por dirigentes, consejeros, reyes, reinas, amantes concubinas. Todo eso está recogido en una estructura que es bastante ambiciosa, porque tiene la parte de ensayo en la que interpelo a los lectores y les hago cómplices y luego está la parte de lo que yo digo la leyenda, porque lo que corresponde a los primeros siglos, es imposible de certificar por completo y tiene un punto de leyenda, que lo quiero dejar claro, para no engañar a los lectores y luego está la parte de creación literaria, de novela, que yo imagino como pasó todo aquello cuento, después de haber buceado en todos los libros de historia y haber imbuido lo que tiene que ver con los personajes que son los protagonistas y con eso hago mi parte novelada.

C.B.: Tienes un personaje relacionado con Talavera, que no nace en Talavera, nace en Sevilla, que es Leonor de Guzmán, ¿podemos adelantar cual es la relación con Talavera?

M.R.: Leonor de Guzmán es un personaje absolutamente fascinante, fue la concubina del rey Alfonso XI durante 23 años y fue considerada tanto dentro como dentro de nuestras fronteras la reina de facto, incluso los que la detractaban que la veían cómo iba colocando a sus hijos, en los mejores puestos y se hacía con bienes materiales mayores de los que la hubieran correspondido, ni siquiera la criticaban porque era una mujer sensata, que cortejaba muy bien al rey. El caso es que ella era la reina de facto, pero había una reina legítima que era María

Autora de: Nanas para dormir a mis abuelos y Baladas a mis padres.

«’Pasiones carnales’ se trata de un ensayo novelado. El ensayo implica que tiene una parte que es pura y dura realidad».

de Portugal. María de Portugal para su desgracia tardó mucho tiempo en quedarse embarazada, solo le dio un hijo al rey, que fue el heredero, que más tarde se convertiría en Pedro I, el cruel, mientras que la concubina le dio ni más ni menos que 10 hijos y colocándoles en los lugares más principales de España. Cuando muere Alfonso XI en los brazos de Leonor de Guzmán, después de estar en el campo de batalla y contraer la peste, ella se lo lleva a Sevilla y ahí le está esperando María de Portugal, así que imaginaos, ahora es la mía. En un principio encierran a Leonor de Guzmán en Sevilla, pero como ven que sigue teniendo mucha influencia política la llevan a Talavera de la Reina, donde la van a matar, así que Leonor de Guzmán muere en Talavera. Pero por cierto que ahí no acaba su historia, años más tarde uno de los hijos de Leonor de Guzmán y Alfonso XI va a ver a su hermanastro a Pedro I, el cruel, lo asesina y ocupa su lugar y de este modo cambia la dinastía. Pasa la monarquía de la casa de Borgoña a la de Trastámara, quien lo asesina es Enrique de Trastámara, dinastía a la cual pertenecen, ni más ni menos que, los reyes católicos. De lo cual se deduce que descienden de una concubina.

C.B.: Hay un relato curioso en el libro y que desconocía, porque se habían llevado la capitalidad de Toledo a Madrid.

M.R.: Pues es una cuestión muy curiosa, que realmente hace ver lo que pueden mover las pasiones carnales, como digo son las historias que construyen verdaderamente las historias de los países. En el caso de Felipe II, el monarca más poderoso, en cuyos dominios no se ponía el sol, ese hombre que nosotros siempre vemos vestido de negro en todos los retratos, pero que curiosamente no se vistió de negro hasta la muerte de su tercera esposa Isabel de Valois, él se había casado dos veces antes y había tenido un montón de amantes. Cuando se casó por tercera vez, por fin se casa con una mujer que le gusta mucho, que es joven, alegre, guapa y se enamora perdidamente de ella, tal es así que le consiente todos sus caprichos, entre otros el de vestirse todos los días con un vestido diferente y entonces no había Zara, y esos trajes costaban lo suyo, solamente repite uno porque no se lo había visto su esposo. Cuando llega a Toledo no le gusta nada el clima, no le sienta bien, no se encuentra bien en esa ciudad, entonces diría: “amor mío, yo aquí no puedo vivir” y qué hace el rey, coge la corte y la traslada a Madrid, con las consecuencias sociales, económicas y políticas. Cuando hablamos de pasiones carnales, no solo hablamos de sexo. En torno al sexo hay pasión, deseo, amor, desenfreno, celos, deslealtades, lealtades, traiciones…

C.B.: El último personaje Alfonso XIII, ¿podemos decir que fue el más mujeriego? Le gustaba mucho el cine porno, fue un gran promotor y guionista de ello.

M.R.: Podemos decir que hay dos adictos al sexo, porque todo el mundo dice los borbones, pues en todas las dinastías cuecen habas. Los dos reyes más adictos al sexo han sido Felipe IV y Alfonso XIII y Felipe IV debo decir que era tan mujeriego o más que Alfonso XIII y no se sabe ni el número de hijos que llegó a tener, se le adjudican hasta 40. Hay un documento de la inteligencia británica que recoge una hija no reconocida o en las memorias de Carlos Simone se recogía que la abuela de Simone era hija de Alfonso XIII. En el caso de Alfonso XIII es más visible porque es más visible en el tiempo y es verdad que tiene esa circunstancia que fue un hombre que le gustaba mucho el porno, entonces el Conde de Romanones que estaba a su servicio, cogía el dinero de las arcas reales para realizar veinte de las películas porno que se conservan hasta ahora, de las cuales se conservan tres.

C.B.: Crearon una productora que se llamaba Royal Films. Lo de Royal lo decía todo.

M.R.: Pues lo decía todo porque entre otras cosas estas pelis que costaban la friolera de seis mil pesetas de las de aquella época, eran unas películas en las que el rey no solo participaba como espectador, porque parece ser que el sexo le gustaba tanto que dio guiones y participó en algunos de los argumentos.

Carlos Bustamante.

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