El ángel de la casa. Ángel Augusto Cuervo Urisarri

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¿Recuerdas, ángel mío, aquel momento En que tus ojos con los míos chocaron, En que por mis mejillas resbalaron Lágrimas dulces del primer amor? Aquel momento en que temblé a tu vista Herido, palpitante, idealizado; En que ahogóse mi voz y un sonrosado Correspondió a tu virginal pudor? (…)*

rafael pombo

A un Ángel

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*Fragmento del poema publicado en El Filotémico (Bogotá), núm. 19 (23.03.1851). } Ángel Augusto Cuervo Urisarri

gestión de guíamuseos 12 temporalExposición UrisarriCuervoCasa 2016-2019

los visitantes encontrarán cinco potenciales temas de investigación en los que seguiremos trabajando la construcción y difusión de una figura como la de Ángel Cuervo: los retratos de su infancia (que constituyen una rareza en la producción pictórica del xix), su entorno familiar, la relación con su hermano Rufino José, los documentos personales de Ángel que se conservan dentro del Fondo Rufino José Cuervo Urisarri, y su faceta como coleccio nista, crítico de arte y escritor.

editó dos obras de Ángel y el público agotó los ejempla La dulzada en 1973 y Viaje a Europa en el 2001; aún quedan pendientes la ediciones críticas de sus escritos en las publicaciones seriadas El Bien Público, La América y El Pasatiempo, todos firmados con el pseudónimo de ‘Roque, Roca y Roquete’ (1870-1880). Los Conversaciones artísticas (1887), firmado con el seudónimo de ‘Moreli’, y Curiosidades de la vida americana en París (1893) constitu yen hoy en día una rareza bibliófila. Antes de morir, Ángel Augusto dejó todavía dos novelas más: Dick En la soledad, esta última inconclusa debido al cierre de Europa y América, la revista en que se Enpublicaba.esteespacio

Yo por mi parte no sólo estimo, sino que aplaudo y reclamo el que se pongan en su punto los talentos de Ángel, protes tando contra la mala fe de los que quisieran oscurecerlo a él poniéndome a mí sobre los cuernos de la luna.

{ 15 - 16 } Matriz y tarjeta de presentación de Rufino José Cuervo Urisarri }{1 CuervodeUrisarriFranciscaMaríaapertenecióqueSombrilla

Así, para conmemorar con esta exposición los 120 años del falleci miento de Ángel Augusto Cuervo Urisarri, el restauró los retra tos que lo representan a él y a su hermano Ángel María. La presente exposición contextualiza el círculo familiar y de amigos de Rufino José Cuervo Urisarri a través de su hermano y compañero Ángel Augusto, con quien la crítica literaria ha sido injusta. El hecho de haber girado su vida, aparentemente, alrededor de la figura de su hermano el filólogo ha eclipsado sus méritos en el campo de las letras. En una carta a su amigo y vecino José Rafael de Pombo y Rebolledo (1833-1912), Rufino José escribía:

42 años de la recuperación y apertura de esta casa como sede educativa, cultural y administrativa del Instituto Caro y Cuervo hemos estimado que sus cuatro salas de exposición deben reflejar los hechos y personajes que la han habitado desde su construcción hasta nuestros días. Además, la conmemoración es la oportunidad para consolidar las acciones anuales de conservación preventiva y restauración que el icc, con más de 2000 bienes de patrimonio cultural mueble, emprendió desde el 2014 a través del área denomi nada Gestión de Museos.

Dadas estas condiciones, estos retratos han sido objeto de variadas investigaciones que buscan atribuirlos a algún artista conocido y establecer el lugar en donde pudieron haber sido pintados (con respecto a esto, incluso se ha considerado la posibilidad de que hayan sido creados en dos momentos entre Quito y Bogotá).

* Investigador de la Curaduría de arte del Museo Nacional de Colombia.

{ Una singular serie de retratos }

Los retratos de los niños Cuervo Urisarri: esbozos para la historia de una serie pictórica por Samuel León Iglesias*

1 | Del primer hijo del matrimonio Cuervo Urisarri, Antonio María (1827-1828), no se conoce retrato alguno.

2 | Ver el catálogo de la exposición Los niños que fuimos: huellas de la infancia en Colombia (2012), en la cual se compartió con el público asistente la historia de la vida cotidiana de los niños y los cambios en la noción de infancia en Colombia.

Los retratos de Ángel María (1831-1837) y Ángel Augusto Cuervo Urisarri (1838-1896) dan cuenta de un fenómeno temático singular en la historia del arte colombiano de la primera mitad del siglo xix. Su particularidad radica en ser retratos infantiles que hacen parte, a su vez, de una serie de seis que corresponden a los demás hermanos Cuervo Urisarri: Luis María (1829-1885), Antonio Basilio (1834-1893), Carlos Nicolás (1840-¿?) y Rufino José (1844-1911); el retrato de este último, al parecer fue destruido, razón por la cual sólo se conocen cinco de los retratos mencionados y pertenecen, respectivamente, a una colección particular y a la colección de arte del Banco de la República.1 Este grupo de retratos resulta único en su género al no encontrarse una serie similar en la evidencia de las colecciones pictóricas conocidas, tanto en colecciones museales como privadas en Colombia. Sin embargo, esto no quiere decir que en el arte colombiano no haya antecedentes de retratos infantiles que se puedan rastrear desde el periodo colonial hasta la primera mitad del siglo xx 2

suministrada)(fotografíaparticularArchivo

Antes que nada, queremos exponer lo que sabemos de los retratos a partir de la investigación de los historiadores del arte arriba mencionados, con el fin de ir sustentando una hipótesis apenas subrayada al final del párrafo anterior.

José Miguel Figueroa (atribuido) (Bogotá, ca. 1815- Bogotá, 1874)

Sin embargo, las preguntas continúan y tal vez una de las más importantes sea comprender qué motivaciones tuvieron los padres de los niños Cuervo Urisarri, Rufino Cuervo Barreto (1801-1853) y María Francisca Urisarri y Tordesillas (1826-1869) para encargar estos retratos.

{ el ángel de la casa } 2

Luis María Cuervo y Urisarri de 18 meses de edad en 25 de Diciembre de 1830 Óleo1830 sobre tela 92 x 45 Coleccióncmparticular

Antonio Basilio Cuervo y Urisarri de 18 meses de edad en 14 de Diciembre de 1835 Óleo1835 sobre tela 94 x 40 Coleccióncmparticular

José Miguel Figueroa (atribuido) (Bogotá, ca. 1815- Bogotá, 1874)

Se hace indispensable, pues, presentar brevemente a qué conclusiones han llegado los historiadores del arte que se han ocupado de estos cuadros: Gabriel Giraldo Jaramillo (1916-1978), Eugenio Barney Cabrera (1917-1980) y Beatriz González (1938), para luego replantear las hipótesis que los investigadores mencionados han avanzado, y así proponer una nueva lectura desde las diversas fuentes tanto textuales como visuales que podrían sustentar las siguientes afirmaciones: los retratos de Ángel María y Ángel Augusto Cuervo Urisarri corresponden al pincel del taller de los Figueroa del siglo xix; el primero se puede atribuir a Pedro José Figueroa (ca. 1770-1838) y el segundo a su hijo José Miguel Figueroa (ca. 1815-1874). Éste último pudo eventualmente haber retocado el rostro del primer retrato para guardar una mayor similitud con la idea de infancia y parentesco entre los hermanos Cuervo Urisarri. Este procedimiento pudo haber sido utilizado en el retrato de Luis María que atribuimos también al pincel de Pedro José Figueroa. Los demás retratos de los hermanos serían del pincel de José Miguel Figueroa, teniendo en cuenta semejanzas en el dibujo, la pincelada y la paleta de colores, además de que uno de ellos está firmado por este artista.

En su Reseña del arte en Colombia durante el siglo xix (1965) el historiador y crítico de arte Eugenio Barney Cabrera, al referirse al taller de los Figueroa retoma en general

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Entre la producción pictórica de José Miguel Figueroa se destacan por su gracia, originalidad, valor decorativo e ingenuidad los retratos de los hijos de don Ru fino Cuervo, Nicolás, Ángel, Luis María, Antonio Basilio y Rufino José Cuervo y Urisarri, conservados los dos primeros en la rica colección de don Luis Au gusto Cuervo y los otros tres por la familia Cuervo Borda; están representados a la edad de 18 meses con los vestidos de la época y una flor o un pajarito en la mano derecha; el único firmado por Figueroa es el de don Nicolás, los otros llevan una leyenda con el nombre del niño y la edad; es probable que el de don Rufino José, muy inferior como dibujo y colorido a los otros, no sea del pincel del maestro bogotano. (Giraldo Jaramillo, 1954, pp. 176-177)

Ocho años después, en su volumen Notas y documentos sobre el arte en Colombia (1954), Giraldo Jaramillo profundiza en el conocimiento sobre el taller de los Figueroa decimonónicos al referirse a José Miguel Figueroa y a sus retratos así:

Ahora bien, aún queda por resolver la incógnita que Giraldo Jaramillo asume al detallar la inferioridad del dibujo y colorido de ese supuesto retrato de Rufino José con respecto al conjunto de los demás cuadros. Sobre esta cuestión volveremos más adelante.

Hasta aquí hay un presupuesto que nos permitirá explicar las interpretaciones de los otros historiadores en cuanto a estos retratos: Giraldo Jaramillo atribuye toda la serie al pincel de José Miguel Figueroa. Sin embargo, pone en duda el retrato de Rufino José, cuya apariencia desconocemos hasta hoy. ¿Cuál era el retrato de Rufino José al que hace referencia Giraldo Jaramillo como de “muy inferior dibujo y colorido”?

Giraldo Jaramillo, en su libro La pintura en Colombia (1946), se refiere a los Figueroa brevemente, haciendo énfasis en la pintura de José Miguel Figueroa de la siguiente manera:

(…) es el más notable, el que deja obra más valiosa y abundante; es ingenuo, sencillo y no escaso de gracia, como lo revela la más representativa de sus telas: el retrato de Nicolás Cuervo y Urisarri, niño, pintado en 1842 (colección de don Luis Augusto Cuervo); la simpática figura del pequeño con su pintoresco vestido, su “perico” graciosamente sostenido en la mano, su candor e ingenui dad, es, más que un retrato, un auténtico cuadro de costumbres que pinta con deliciosa simplicidad el ambiente del medio siglo neogranadino. (Giraldo Jara millo, 1980, p. 178)

Una genealogía historiográfica de interpretación: aciertos y dudas }

Esta idea se refuerza, además, porque en la anterior cita Giraldo Jaramillo sólo menciona cinco de seis retratos, y sabemos que Rufino Cuervo Barreto tuvo dos hijos cuyo primer nombre comienza por Ángel, Ángel María y Ángel Augusto; este último era uno de los cuadros que poseía Luis Augusto Cuervo (1893-1954) en su colección, quien los debió heredar de Luis Cuervo Márquez (1863-1941), hijo de Luis María Cuervo Urisarri.

Lo más probable es que alguno de estos descendientes de Rufino Cuervo Barreto hubiese impuesto esta cartela sobre el nombre de Ángel María, dado que el renombre de su hermano menor, Rufino José, se acrecentó al finalizar el siglo xix y los reconocimientos a su persona no menguaron durante todo el xx, e incluso hoy su fama como filólogo y filántropo sigue siendo de gran resonancia para la cultura académica nacional.

3 { ángel augusto cuervo urisarri }

Este retrato es el que corresponde originalmente a Ángel María. ¿Cómo lo sabemos? Antes de la restauración de los retratos que hacen parte de este estudio, registramos fotográficamente el retrato de Ángel María, el cual tenía la cartela pintada original y otra añadida posteriormente que registraba el nombre de Rufino José.

El año de 1842 comenzó con más gratos auspicios para el doctor Cuervo. El 27 de enero fue nombrado por el vicepresidente Caicedo Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario ante los Gobiernos del Perú y Bolivia, y además Comisionado Fiscal en el primero de estos países para liquidar los créditos de Colombia. No aceptó este nombramiento por la necesidad en que se hallaba de volver a su familia y de atender a sus intereses después de tan larga y calamitosa ausencia. (Cuervo, 1892, t. 2, p. 1)

{ el ángel de la casa } 4

Vemos que para el historiador esta obra es de dudosa procedencia y reconoce el valor estético que puede “mejorar” el valor del artista a los ojos del mismo historiador, dado que lo juzgó muy inferior a su padre Pedro José Figueroa. Sin embargo, insiste en la duda de la atribución a la autoría, dado que se sustenta en la fecha de 1840, según la cual los Cuervo Urisarri estarían en Quito como consecuencia de la misión diplomática encargada a Rufino Cuervo Barreto entre los años 1840 y 1842. Hasta aquí no habría mayor objeción. Sin embargo, Barney Cabrera parece ignorar que, según la biografía que Ángel Augusto y Rufino José escribieron sobre su padre, Vida de Rufino Cuervo y noticias de su época (1892), la única persona que se desplazó de la familia Cuervo Urisarri fue Rufino Cuervo Barreto. Para probarlo citamos brevemente las líneas que nos dan a entender esta idea:

3 | Padre del ingeniero y poeta Rafael Pombo Rebolledo (1833-1912), quien era ahijado de Rufino Cuervo Barreto y amigo íntimo de sus hijos Ángel y Rufino José. Cuando Rafael tenía nueve meses le pintaron un retrato que coincide en variados aspectos plásticos con la serie de los niños Cuervo. Este lienzo hace parte de la colección de pintura del Museo Nacional de Colombia.

varios de los avances que ya había hecho Giraldo Jaramillo. Sin embargo, Barney Cabrera introduce a su análisis la cuestión de las fechas en las cuales pudieron ser pintados los retratos de los niños Cuervo Urisarri:

(…) hay ejemplos en su obra que adquieren graciosísimo y hasta hermoso poder estético. Así sucede, v. gr., en el caso dudoso que sean obras suyas, con los re tratos de los niños Cuervo Urisarri, en particular el de Ángel Augusto pintado en 1840. (…) Sobre un paisaje yermo, de ondulante topografía, se alza la figura infantil en el cuadro adjudicado a Figueroa; la candorosa presencia y el parco colorido rematan en la nota encendida de dos florecitas que, como recortadas en papel, el niño lleva entre las manos. Esta pintura salva con su indudable autenticidad toda la obra de José Miguel Figueroa o del anónimo pintor que la haya concebido en Bogotá o en Quito. Giraldo Jaramillo es quien asevera la paternidad de José Miguel, concepto que acoge Carmen Ortega Ricaurte en su útil Diccionario de artistas en Colombia. No obstante existen fundados motivos para poner en duda esta adjudicación, pues para la fecha en que debieron ser pintados los retratos de los niños, la familia Cuervo Urisarri residía en la capi tal ecuatoriana y Figueroa, que se conozca, no estuvo en Quito ni aquellos en Bogotá en el año de 1840. (Barney Cabrera, 1970, p. 126)

Por otro lado, entre 1918 y 1922, Luis Augusto Cuervo, a la sazón miembro de la Academia de Historia, recopiló las cartas que Cuervo Barreto se escribió con sus amigos y colegas políticos que se encontraban en Bogotá. De ellas destacamos las que se intercambiaron en el periodo en que lideró la misión diplomática en Ecuador, y en las cuales amigos cercanos como Lino de Pombo (1797-1862) 3 e Ignacio Gutiérrez Vergara

Así, se entiende que el resto de la familia Cuervo Urisarri permaneció en Bogotá y no marchó con él a la legación en Ecuador durante esos años, lo cual, por demás, no era posible, dadas las condiciones de conflicto entre el gobierno de la Nueva Granada y las provincias de Pasto y Panamá, los únicos dos lugares por los cuales hubiesen podido entrar la esposa y los hijos de Cuervo Barreto a territorio ecuatoriano.

4 | Político y periodista, compartió con Cuervo Barreto el afecto considerable por su esposa e hijos, el cual expresó generosamente a través de las cartas que le escribió a su amigo durante la estadía en Quito.

5 | La anterior idea la sustentamos, además, porque hemos sabido recientemente que existe un archivo epistolar aún inédito de las cartas que envió el padre de los niños Cuervo Urisarri a su esposa durante su estadía en Quito, el cual fue donado al Instituto Caro y Cuervo y se encuentra en estudio actualmente.

La curiosa serie de retratos de los niños Cuervo está conformada por seis pinturas, en la que se combina la influencia quiteña con la bogotana. El padre de los niños, Rufino Cuervo Barreto, como encargado de negocios durante la guerra de los Supremos hasta 1842, se estableció en Quito, mientras su esposa María Francisca Urisarri, prefirió permanecer en Bogotá. Es posible que el padre haya traído pintado uno de los cuadros, sin el rostro, para que lo completaran, ya que sus hijos permanecían en Bogotá. Los colores alegres y la presencia de la naturaleza en la obra son evidencia de la escuela quiteña. Ese primer retrato sirvió de modelo a los pintores bogotanos, quienes matizaron el color. (González, 2013, párr. 1)

5 { ángel augusto cuervo urisarri }

Sin embargo, este colorido y la referencia a lo natural no dejan de presentarse en otras escuelas simultáneas, como lo son la cusqueña o en la misma obra de los pintores de talleres reconocidos en el Reino de la Nueva Granada como los Figueroa de los siglos xvii y xviii, y el mismo Gregorio Vásquez de Arce y Ceballos (1638-1711) y su taller, que trabajaron con una paleta de colores vivaces y tonalidades fuertes bastante marcadas. Lo anterior no profundiza las diferencias generales que podemos encontrar entre escuela y escuela de pintura colonial, tan sólo, como señala González, en los cambios de sistemas de expresión, hacia los cuales se adaptaron las experimentaciones con el color y la visión de la Pornaturaleza.otrolado, quizá la maestra González intuye que la escuela quiteña fue importante para el gusto de Cuervo Barreto, basada en una referencia general que hacen los hermanos Ángel y Rufino José a la vida cultural que encontró su padre en Quito:

Pasamos aquí al tercer estudio sobre estas obras, que corresponde a la investigación realizada por la maestra en Bellas Artes e historiadora del arte Beatriz González. González sostiene que el siglo xix fue un periodo de rupturas y continuidades para el arte colombiano, específicamente rupturas en el cambio de temas en la pintura y continuidades en los sistemas de expresión pictórica. Concretamente, para el caso del retrato del niño Carlos Nicolás Cuervo Urisarri, en la actualidad en la colección del Banco de la República, la maestra González propone lo siguiente:

(1806-1877) 4 le enviaban pequeños informes de la economía doméstica a cargo de su esposa María Francisca e información sobre la educación de su hijo mayor Luis María y la salud de Antonio Basilio, Ángel Augusto y Carlos Nicolás5

Lo que resulta sorprendente es la referencia de la maestra González a la escuela quiteña de pintura, basada en la referencia al colorido de los detalles del vestuario y los ornamentos tomados del natural. Tal vez González se sostiene en la reputación que tuvo esta escuela durante el periodo colonial y que la distinguió de otras tradiciones del oficio de pintar en la América virreinal y posvirreinal.

En el estudio de González advertimos la corrección hecha a las ideas planteadas por Barney Cabrera para dudar de la atribución a José Miguel Figueroa, basada en la referencia histórica y biográfica al viaje diplomático de Rufino Cuervo Barreto, que no coincide con la fecha del retrato de Ángel Augusto o la posible fecha del retrato, en este caso, de Carlos Nicolás que, según su cartela, plantea el año de 1842.

Desconocido Rafael Pombo Óleo1835 sobre tela 75 x 43,8 cm Reg. Museo3845Nacional de Colombia

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Carlos Nicolás Cuervo y Urisarri de dies y ocho meses de edad el 4 de mayo de 1842 Óleo1842 sobre tela 88 x 55,1 cm Reg. BancoAP5029delaRepública

El doctor Cuervo por su parte, culto y galante, sabía granjearse las voluntades y corresponder los agasajos, demostrando la estimación que abrigaba por el pueblo ecuatoriano. Con su genial amor a todos los ramos de educación y cultura, no limitado por fronteras ni ahogado por celos de nacionalidad, asistía puntualmente a los actos literarios de los colegios, y honraba y estimulaba a los aficionados a las letras, llevando su deseo de complacer hasta dar en su casa lecciones privadas a los hijos de algunos de sus amigos; visitaba los obradores de los artistas quiteños y pagaba generosamente sus obras, y tenía para todos palabras de estimación y aliento. (Cuervo, 1892, t. 2, p. 175)

José Miguel Figueroa (Bogotá, ca. 1815 - Bogotá, 1874)

Conocemos algunas de las obras a las que se refieren los hermanos Cuervo Urisarri y que su padre adquirió en la capital ecuatoriana, como el cuadro Jesús, cena celestial (siglo xviii), que se encuentra actualmente en la colección del Instituto Caro y Cuervo. Sin embargo, si los retratos de los niños hubieran sido tan importantes, como debieron serlo, para el matrimonio Cuervo Urisarri, pensamos que su mención habría sido más evidente en su correspondencia, la cual seguimos desconociendo por no tener acceso, en este caso, al archivo epistolar de los esposos durante ese periodo.

7 { ángel augusto cuervo urisarri }

3 El retrato de Ángel María fue pintado por Pedro José Figueroa y el de Ángel Augusto por su hijo José Miguel. Retomando la primera tesis de Giraldo Jaramillo y sustentados incluso en el contraste que podemos hacer de ciertos detalles en el dibujo del rostro, orejas, manos y pies de este retrato y el de Carlos Nicolás que es el único firmado por este artista, que muestran un exacto parecido en los contornos y detalles.

Una nueva hipótesis: más que rupturas, continuidades }

1 Los retratos de los niños Cuervo Urisarri son creación del pincel de artistas radicados en Bogotá y no en Quito.

{

La atribución de la creación de los retratos de Luis María y Ángel María por Pedro José Figueroa radica en que la composición anatómica de orejas, brazos, piernas y pies coincide con dos retratos pintados en los primeros años del siglo xix y en los cuales se ve la influencia que han podido ejercer en el retrato mencionado. Hacemos referencia al retrato de la señora Magdalena Ortega de Nariño y su hijo mayor, Gregorio (1801), pintado por el célebre retratista Joaquín Gutiérrez6 (activo entre 1750 y 1803) y en el retrato del niño José Francisco Xavier Gil Martínez Malo Domínguez (1812) de taller neogranadino.7Laconexióncon el pintor Gutiérrez y el retrato de la hija de Antonio Nariño nos sugiere la posibilidad de que haya sido elemento de inspiración para pintar los retratos de los dos primeros hijos de Rufino Cuervo Barreto por mano de Pedro José Figueroa, quien en su momento de actividad era un reconocido pintor de retratos, y que además fundó un taller de pintura junto con sus hijos José Miguel, Celestino y Santos Figueroa, y en compañía de su amigo el pintor y fotógrafo Luis García Hevia (1816-1887).

2 Para el caso de los retratos de Ángel María y de Ángel Augusto, consideramos que cada uno es obra de un artista diferente debido a la calidad del dibujo y a los énfasis puestos en los detalles que los componen.

Esta conexión se valida porque según la investigación realizada por Giraldo Jaramillo de la dinastía Figueroa del siglo xix, el maestro de Pedro José Figueroa fue Pablo Antonio García del Campo (1744 -1814), quien a su vez fue discípulo de Joaquín Gutiérrez.

6 | Esta obra pertenece a la colección del Museo de la Independencia-Casa del Florero.

7 | Esta obra pertenece a la colección de arte del Banco de la República.

El origen de estos retratos podría dar cuenta del marcado interés paternal que tenía Rufino Cuervo Barreto en sus hijos, los cuales no disfrutó en su justa medida, dado que entre 1835-1837 y 1840-1842 estuvo ausente en varias ocasiones, y su familia sólo lo acompañó a su primera misión en Popayán entre 1827-1828 y que coincidió con la muerte de su primer hijo Antonio María (1827-1828), lo cual debió ser un fuerte dolor para él como padre y lo motivaría en adelante a guardar un recuerdo más duradero de sus próximos hijos. Así, creemos que él y su esposa mandaron a hacer estos retratos para conservar la imagen de infancia que tantas veces Rufino no pudo disfrutar a causa de sus ausencias diplomáticas y la inevitable posibilidad de que alguno muriera mientras él estuviera ausente, como fue el caso de su hijo Ángel María, quien murió en el mismo año de su regreso de Europa, o sea en 1837.

Dado el actual resumen de los estudios sobre esta serie de retratos y los elementos que hemos reunido para comprender su elaboración, nos proponemos realizar las siguientes afirmaciones:

Por otro lado, sabemos de García del Campo que fue retratista y como dibujante botánico para la Expedición Botánica dirigida por José Celestino Mutis (1732-1808) ilustró las láminas que componen las dos colecciones de Historia Natural de Linneo de 1773 y 1776, así como las del Real Gabinete de Madrid en 1776.

Otro aspecto a resaltar aquí es la influencia en el dibujo del cuerpo de los niños desde el retrato posvirreinal, que podemos ver en el retrato del niño Francisco de 1812 en el cual los brazos y las piernas se muestran algo gruesos, lo que redondea las formas de los dorsos de las manos y las plantas de pies. Este elemento, a su vez, simplifica el dibujo, tal y como lo podemos ver en los retratos de Luis María y Ángel María; es lo que define Giraldo Jaramillo como “muy inferior como dibujo”.

Esta influencia de Gutiérrez en el dibujo de niños se haría evidente en la transmisión de conocimientos que haría García del Campo a Pedro José Figueroa, generando un proceso de continuidad en el sistema de expresión, en este caso, del retrato, como bien ha convenido González en llamar en su investigación, el retrato posvirreinal:

Dentro de la articulación de rupturas y continuidades es posible afirmar que las obras de arte que se realizaron en el país entre 1810 y 1840 fueron el producto de la convergencia de sistemas provenientes de los talleres coloniales, de la observación directa de la naturaleza de la Ilustración y de la influencia de la Escuela Quiteña. (González, 2013, p. 2)

Una vez se proclamó la Independencia, el género del retrato presentó más continuidades que rupturas. Este fue una prolongación del arte virreinal de los talleres familiares. No se conocían en el territorio colombiano las reglas para ejecutar un retrato neoclásico propio de la Revolución francesa. El taller más afamado era del artista virreinal Joaquín Gutiérrez, cuyo estilo fue prolongado por Pablo Antonio García del Campo y Pedro José Figueroa (ca. 1770-1836).

En consecuencia, la influencia de García del Campo en estos retratos de Pedro José Figueroa radica en la presencia tan detallada de las rosas y claveles que el artista pinta para decorar los retratos de Luis María y Ángel María, en cada uno de los cuales podemos observar esa marcada atención al dibujo de las plantas, propio de la necesidad visual de diferenciar taxonómicamente las especies vegetales.

Con respecto al retrato de Ángel Augusto, creemos que hace parte de los retratos pintados por José Miguel Figueroa, a los cuales añadiríamos el de Antonio Basilio y el de Carlos Nicolás, dado que en los tres, al comparar los detalles de los rasgos del rostro, como el dibujo del contorno de los ojos y las leves pestañas, el pigmento de los ojos y la sutil marca de brillo sobre ellos, las comisuras de los labios y el dibujo de los mismos, el pabellón de las orejas, los nudillos de las manos, la punta de los dedos en manos y pies, lo mismo que la orientación de las figuras, que todas parecen tener el mismo modelo, nos lleva a confirmar desde la composición que son obra del mismo artista.

Lo que no deja de ser interesante es que José Miguel Figueroa plantea una ruptura desde la composición en estos retratos, y es lo que parece ser la copia del estilo del padre en los detalles del retrato de Antonio Basilio, junto con las flores que acompañan el paisaje plano con el detalle de las flores en la mano de Ángel Augusto, hasta el interior gris contrastado por la alfombra oriental y el perico que sostiene en la mano derecha Carlos EstosNicolás.detalles, sobre todo los del retrato de Carlos Nicolás, manifiestan la subjetividad de Rufino Cuervo Barreto en el gusto con que imprimía su estilo de vida, y que estaría influenciado por las imágenes y retratos infantiles que vería en su primer viaje a Europa, notablemente en su paso por Francia e Inglaterra (Cuervo, 1892), países donde este tema florecía desde la segunda mitad del siglo xviii y nos deja un sinnúmero de imágenes de

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Es importante señalar que esta nueva sensibilidad hacia la consideración del niño desde su representación visual correspondía a los valores del ciudadano ilustrado, el cual debía velar por la formación del niño para que luego, cuando éste fuera adulto, replicara el modelo civil deseado para las nuevas repúblicas que, como hemos podido confirmar, en el espíritu ideológico de Cuervo Barreto era una constante simbólica y práctica en su quehacer como abogado, diplomático y político conservador (Jaramillo Uribe, 1997).

Joaquín Gutiérrez (activo 1750-1803)

Otro elemento a añadir en este estudio es la reciprocidad en los detalles del vestuario de los niños, desde los encajes hasta los pliegues de los vestidos, que aseguran una unidad de representación de las transformaciones del vestuario entre la década de los 30 y 40 del siglo xix. Dicha reciprocidad también permite diferenciar en dos momentos los retratos de Luis María y Ángel Augusto de los de Antonio Basilio, Ángel Augusto y Carlos Nicolás, dado que los primeros están vestidos conforme a la usanza del estilo imperio o

Magdalena Ortega de Nariño, con Gregorio, su hijo mayor Óleo1801 sobre tela 70 x 57 cm Reg. Museo4122de la Independencia-Casa del Florero

niños siempre retratados en espacios naturales, o en los interiores domésticos junto con elementos que delatan su estado de inocencia y pureza y más cercano a la naturaleza, reforzado esto con la presencia de animales como perros, gatos y aves (Todorov, 2014).

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clásico, que enfatiza el comienzo de la falda debajo del busto y una caída vertical, además que el encaje que adorna los cuellos y sobrefalda es exactamente igual en el vestido de estos dos niños. Los siguientes niños pintados por José Miguel Figueroa ya muestran la influencia inglesa en la amplitud de las mangas, el uso de encajes para las mangas, el cinto ceñido a la altura de la cintura y los calzones blancos y ribeteados de encaje.

Anónimo (taller neogranadino) Niño José Francisco Xavier Gil Martínez Malo Domínguez Óleo1812 sobre tela 48 x 62 cm Reg. BancoAP2881delaRepública

Por otro lado, los colores de los vestidos de Antonio, Ángel Augusto y Carlos Nicolás revelan una uniformidad en la tonalidad, logran una apariencia rígida y otorgan volumen a los vestidos. Así que, si se comparan con los vestidos de los otros niños, tendremos una paleta más compacta y brillante con respecto de los azulados trajes de Luis María y Ángel María. Con respecto a los retratos de estos últimos, la ingenuidad en el trazo y la carencia de amplitud y volumen en los atuendos delata la marcada tendencia a mostrar los volúmenes planos desde el vestuario superpuesto sobre el cuerpo, característica esencial en la composición de Pedro José Figueroa. Llegados a este punto, valdría la pena observar ejemplos de este estilo de pintar en los retratos de Simón Bolívar, la alegoría de América, Pablo Morillo y Antonio Nariño.

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Barney Cabrera, E. (1965). Reseña del arte en Colombia durante el siglo xix. Temas para la historia del arte colombiano. Bogotá: Dirección de Divulgación Cultural, Universidad Nacional de Colombia.

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Bibliografía |

Todo lo anterior nos invita a pensar que estos retratos fueron pintados por artistas que dieron continuidad a estos aprendizajes o que, tal vez reunidos, cada uno pintó un detalle compositivo de los retratos, al antiguo modo del taller de pintura colonial que siguió funcionando estructuralmente durante las primeras décadas del siglo xix y que produjo generaciones de pintores que cumplieron con los encargos que las élites bogotanas les hacían de variados géneros, en este caso, del retrato infantil.

Ariès, P. (1960). L’enfant et la vie sociale sous l’Ancien Régime. Paris: Plon.

Por otro lado, la procedencia de los retratos podría ampliarse en la medida en que aparecen elementos compositivos que vinculan otras especialidades de la pintura que, a su vez, muestran continuidades con los saberes coloniales y con las nuevas temáticas que surgen en el ámbito del arte que se perfila como nacional. En este caso, nos referimos a las plantas florales que acompañan a cada uno de los niños y que, por su especificidad en el dibujo y colorido, tanto el botánico más avezado como el observador más descuidado podrían identificar fácilmente.

Cuervo, Á. y R. Cuervo. (1892). Vida de Rufino Cuervo y noticias de su época. 2 tomos. París: A. Roger y F. Chernoviz.

Nuevas preguntas: hacia la comprensión histórica del retrato infantil en el siglo xix colombiano }

En ese sentido, estos elementos nos hacen pensar en los pintores y dibujantes que se formaron en la Escuela Gratuita de Dibujo de la Real Expedición Botánica (1783-1816), particularmente Francisco Javier Matís (1774-1851), quien desde muy joven se formó en las lecciones de dibujo botánico, al punto que llegó a pintar 248 láminas de plantas y 70 dibujos de musgos para la Expedición. El interés por el dibujo botánico lo mantuvo durante toda su vida y lo llevó a fundar su propia Escuela de Pintura y Aula de Botánica para niños (González, 1996).

Finalmente, nos queda por responder el interrogante inicial: ¿cuáles fueron las motivaciones de Rufino Cuervo Barreto y de su esposa María Francisca Urisarri y Tordesillas para encargar estos retratos de sus hijos?

Razones hay muchas y deben ser objeto de un estudio más extenso que nos permita adentrarnos en la construcción de los afectos y el gusto de la familia Cuervo Urisarri. Por lo pronto, cabe la posibilidad de considerar la importancia que tuvieron los hijos para la pareja, tanto que nunca se descuidó su educación, sus maneras de comportamiento ni, incluso, su manera de vestir. Lo anterior quedó escrito en las memorias que Ángel y Rufino José dieron a conocer sobre aspectos de la vida íntima con su padre y su madre: ante todo, una educación basada en la preservación de la vida del niño y el refinamiento de las costumbres, influidas por las repúblicas europeas, ideas que empezaron a cobrar valor en la consolidación de la naciente República colombiana.

{

Dichos elementos se entienden como constitutivos de un modelo de ciudadanía que se tomaba en serio Rufino Cuervo Barreto, y fueron estimulados por sus viajes como diplomático, lo cual le permitió entrar en contacto con otras maneras de ver y representar a las personas como expresión de afecto, en este caso a sus propios hijos.

Londoño Vega, P. y S. Londoño Vélez. (2012). Los niños que fuimos: huellas de la infancia en Colombia. Bogotá: Banco de la República. Retrato niño Cuervo. (2013). Una mirada a la colección. Recuperado de http://www. Rodríguez,banrepcultural.org/una-mirada-a-la-coleccion/obra.php?i=11P.(comp.).(2004).

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Cuervo, L. (1920). Epistolario del doctor Rufino Cuervo. Tomo II: 1841-1842. Bogotá: Imprenta Nacional.

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{ el ángel de la casa } 12

González, B. (1 de febrero de 1996). Los pintores de la Expedición Botánica. Credencial Historia, 74, pp. 4-6.

Los diccionarios y fuentes literarias recogen el término “quitasol” para referirse al objeto que protege del sol. Durante mucho tiempo fue un elemento distintivo, símbolo de la prerrogativa y rango de quien lo llevaba. Sobre este particular es preciso señalar que, al ser un signo de preeminencia y por su considerable peso, fue necesario contar con un criado para su porte, como se pone de manifiesto en grabados y pinturas.

Sombrilla que perteneció a María Francisca Urisarri de Cuervo Ca. Talla1850enmadera, marfil, alambre y textil Reg. ColecciónP00039ICC (1974)

Fabricación{familiaExposición1}europea

13 { ángel augusto cuervo urisarri }

En líneas generales, la transformación y evolución de las sombrillas se ha orientado a conseguir un objeto cada vez menos pesado y más fácil de manejar, de forma que desde 1830 los fabricantes han desarrollado técnicas que han contribuido a su renovación y a reducir sus costes. Hoy en día podemos adquirirlas en las calles en medio de una fuerte lluvia, sin embargo, para la época en la que vivió María Francisca, la sombrilla era un elemento importado de Europa o Estados Unidos. Detalle

}

{

Independientemente de su carácter utilitario, la sombrilla se presenta como un objeto de destacado valor estético, ya que tanto la cubierta como el bastón requieren una cuidada elaboración en la que intervienen diversos y delicados materiales. Aunque, en su origen, el parasol fue usado por hombres y mujeres, a partir del siglo xviii se destinó exclusi vamente para uso femenino. Sin embargo, durante todo el siglo xix se popularizó hasta hacerse inseparable del traje al que acompaña, y evoluciona de forma paralela.

Para el caso puntual de la sombrilla que perteneció a María Francisca, el bastón se remata en una empuñadura en marfil que adopta la representación zoomorfa de un cuervo con sus cinco crías, una clara alegoría a la figura de Rufino Cuervo Barreto y sus cinco hijos: Luis María, Antonio Basilio, Ángel Augusto, Carlos Nicolás y Rufino José. Desde su in greso a las colecciones del ICC se identificó como un elemento del vestuario de Cuervo Barreto, pero al estudiar su tamaño y características iconográficas, resulta más afín a la indumentaria femenina de una señora viuda de mediados del siglo xix.

En el siguiente fragmento de una carta a su amigo Rafael Álvarez, escrita en Popayán el 20 de marzo de 1823, Rufino Cuervo Barreto comparte su visión sobre el papel de la mujer en el matrimonio:

María Francisca Urisarri Tordesillas - Rufino Cuervo Barreto París, Pintura1841(óleo sobre lienzo) Regs. P00079 y P00065 Colección ICC (1974)

Ángel y Rufino señalaron en la biografía de su padre cómo “las virtudes domésticas resal tan los méritos del hombre público, como en su fondo dorado las antiguas pinturas”. La colección del ICC conserva los retratos dobles de matrimonio de María Francisca y Rufi no, tipología que fue muy popular en el siglo xix, donde la pareja aparecía representada en una misma tela o en cuadros separados, pero formando un conjunto de características similares, como es el caso de las imágenes de los Cuervo Urisarri.

(…) ¿Qué te diré, amigo de mi alma, del gran negocio de la vida, el matrimonio? Se ha pintado el amor con una venda, dice un sabio, y al Himeneo* también debería pintársele del mismo modo. Todo se altera, todo se marchita, hasta la hermosura misma pierde sus prestigios con el hecho de la posesión; solo los defectos y las virtudes morales son perma nentes; aquéllos para emponzoñar la vida, y éstos para hacerla agradable. Busca pues en la joven Pepita** esta dote celestial, penetra en su alma y estúdiala; observa, indaga y rebusca en su corazón sus secretos e inclinaciones. Contémplala como dama de estrado y como directora de los pequeños negocios domésticos. Si fuere tu esposa, ella te acompa ñará no sólo en los placeres sino en los disgustos, en remediar las debilidades de la mísera humanidad, en prestarte auxilios en tus enfermedades, en cuidar tus negocios cuando te

Varias familias colombianas encargaron sus retratos a París entre 1831 y 1870 y el taller de Vienot fue un proveedor abundante de retratos para América Latina, al punto de ser nombrado en 1869 Retratista y Proveedor de la Casa Imperial por el Emperador Pedro II de Brasil.

Edouard}

Vienot

{ el ángel de la casa }{144 y 5

Es muy posible que Cuervo Barreto hubiera encargado estos retratos durante el tiempo en que se desempeñó como embajador de Colombia en el Ecuador (1840-1842).

(Fontainebleau, Francia; 13.9.1984-1870)

La memoria de José Hilario López (1798-1869) se evoca con admiración, para el grueso del público actual, debido a la ley que otorgó la libertad a los esclavos.

Cayetano}

ángel augusto en el archivo de rufino josé cuervo { 6

* Boda, casamiento, desposorios, esponsales, nupcias.** Pepita Gutiérrez, futura prometida de Rafael Álvarez, destinatario de la misiva.

15 { ángel augusto cuervo urisarri }

Como era costumbre en el siglo xix, las primeras letras se aprendían en casa y posterior mente se pasaba al seminario, adonde los hermanos asistieron de 1848 a 1850. Los Cuervo Urisarri estudiaron durante años de tensión entre la Iglesia y el gobierno del entonces presidente José Hilario López, quien suscitó la expulsión de los jesuitas en 1850 luego de que el ideario del Partido Liberal fuera formulado en 1848.

E. Fichot (impresor) (activo en París 1860-1880)

Logotipo Cerveza de Cuervo Ca. Impresión1871 (tinta sobe papel) Reg. ColecciónP00047ICC (donado por Rafael Villamizar Martínez, 1974)

(Activo durante la primera mitad del xix) Pago pensión Ángel y Nicolás Cuervo Urisarri Impreso24.05.1848y manuscrito (tinta sobre papel) Reg. en ColecciónprocesoICC– Biblioteca JMRS

Navarro

ausentes, y en dirigir la educación de sus hijos si la muerte priva a éstos de la satisfacción de recibirla de ti. ¡Ay amigo! Que no sea yo árbitro de los destinos humanos para darte a ti el que mereces por tus virtudes. Pero en fin, el cielo será propicio contigo y me propor cionará el gusto de verte feliz al lado de una esposa querida. (…)

El 26 de junio de 1873, los lectores del periódico bogotano La América leyeron el si guiente aviso:

{ 7 }

Estados Unidos de Colombia Dámaso Zapata (firma)

cervecería de cuervo el ensanche que hemos dado a este establecimiento nos permite ofrecer al público: cerveza pálida a $ 0.80 docena. porter ............................................................$ 1.60 docena. excelsior ale $ 1.80 docena. Creemos excusado hacer elogio alguno de los productos de nuestra fábrica, cuando contamos por favorecedores a los extranjeros más notables y las hosterías y casas de recreo más conocidas por el alto tono y exquisito gusto de los que las frecuentan. – Bogotá, carrera de Bolivia, número 52 (arriba del Teatro).

Exenciones militares de Ángel Augusto Cuervo Urisarri 16.09.1876 - 8.01.1877

Impreso y manuscrito (tinta sobre papel) Reg. en ColecciónprocesoICC– Biblioteca JMRS

{ el ángel de la casa } 16

{ 8 y 9 }

En el archivo del icc se conservan algunos documentos oficiales sobre la breve actuación militar de Ángel Augusto; uno de ellos tiene la nota autógrafa que dice: Carrera política y militar del ciudadano Ángel Cuervo, faltan los recibos de las contribuciones y empréstitos que he pagado, y un resumen de las lágrimas que he vertido por las desgracias de la patria. Nunca he recibido un solo centavo del gobierno; y de la Tesorería no conozco sino la puerta por donde se entra a pagar contribuciones y a comprar la libertad por unos tantos pesos. ¡Viva la patria!

17 { ángel augusto cuervo urisarri } { 10 }

El retrato de los hermanos Cuervo Urisarri fue tomado en Walery París, estudio que también retrató a figuras emblemáticas del siglo xix , como Víctor Hugo y Sarah Bernhardt. El gabinete fotográfico que utilizó el seudónimo de Walery perteneció a tres generaciones de condes y fue precisamente el segundo conde de Ostrorog, llamado Stanislaw Julian, quien seleccionó el seudónimo a partir de una variación del nombre de su esposa: Waleria.

Congregación Universal de la Casa Santa de Loreto Impreso15.10.1885y manuscrito (tinta sobre papel) con medalla adherida Reg. en ColecciónprocesoICC– Biblioteca JMRS

Ángel Augusto y Rufino José Cuervo Urisarri París, Ca. 1890 Gelatina sobre papel y marco en metal fundido Regs. P00058 y P00057 Colección ICC (1974)

En la Noticia biográfica de Ángel, escrita por su hermano Rufino José, encontramos un apartado que contextualiza el documento y la medalla expuestos: (…) Miembro en París de la Sociedad San Vicente de Paúl, hacía a los pobres las visitas reglamentarias con la caridad más expansiva, y siendo de estómago deli cadísimo, que con cualquier mal olor se trastornaba, permanecía largos ratos en buhardillas infectas sin demostración alguna de desagrado; al mismo tiempo que su sagacidad le descubría misterios de la vida parisiense, con cuyo conocimiento contribuía al mejor logro de la caridad y sorprendía a miembros más antiguos y prácticos.

Fray Pedro María de Málaga (firma)

Walery (activo entre 1884-1898)

{ 11 y 12 }

No cabe duda de que, en parte gracias a la celebridad de su hermano, Ángel llegó a co nocer a muchos personajes importantes, entre otros a autores, traductores y editores, con quienes los hermanos intercambiaron correspondencia y regalos, y crearon redes Ángelintelectuales.aseguró

{ 17 }

la vida material de la familia y los estudios que Cuervo realizó cómo colegial y como autodidacta; lo acompañó a París en 1882 y se quedó a su lado ayudán dole en muchos sentidos, incluso en el adelanto de sus trabajos científicos. En la Noticia biográfica, Rufino José confesó: “Palabras me faltan para decir lo que fue Ángel para mí”.

J. A. Carrillo y Navas (Activo segunda mitad del xix) Invitación de la Asociación de la Biblioteca Bolívar París, Impreso28.05.1890ymanuscrito (tinta sobre papel) Reg. en ColecciónprocesoICC– Biblioteca JMRS

El retrato fotográfico es un género en que se reúnen toda una serie de iniciativas artísti cas que giran en torno a la idea de mostrar las cualidades físicas o morales de las personas que aparecen en las imágenes fotográficas. Los retratos de Ángel y Rufino han sido utili zados recurrentemente como emblemas de su madurez intelectual.

{ el ángel de la casa } 18

{ 13 a 16 Fabricación}

europea Matrices y tarjetas de presentación de Ángel Augusto y Rufino José Cuervo Urisarri Ca. Grabado1890 Impresión(cobre)(tinta sobre papel) Regs. P00061 y P00062 Colección ICC (1974)

Marie Pauline Cécile Dupont-White (París, 20.07.1841 – Cerny, 30.09.1898)

En la biblioteca del Institut de France, ubicada en París, se encuentra el Fondo Bolívar, con numerosos documentos raros y preciosos, como las obras completas de Humboldt. El Fondo se inició en 1890 con la donación Carrillo y Navas, depositada en la antigua biblioteca Simón Bolívar, fundada en 1882 por los nuevos Estados latinoamericanos para glorificar la memoria del Libertador en la capital francesa. Este Fondo fue completado en 1930 con la donación de Ignacio Gutiérrez Ponce. El Fondo Bolívar tiene 3000 obras y 100 títulos de revistas que permiten estudiar la América Latina del siglo xix. El periodo 1850-1914 es el más representado.

19 { ángel augusto cuervo urisarri }

Invitación a fiesta en el palacio del Elíseo París, Impreso1888-1894ymanuscrito (tinta sobre papel) Reg. en ColecciónprocesoICC– Biblioteca JMRS

{ 18 Marie}

François Sadi Carnot (Limoges, 11.08.1837 – Lyon, 25.06.1894)

La tarjeta exhibida corresponde a la donación del Fondo Bolívar y tiene una curiosa ins cripción al respaldo, con caligrafía de Ángel Augusto, que dice: “Me excusé por no tener el / honor de encontrarme con / tanto necio”.

La invitación la hace quien fuera el presidente de la Tercera República de Francia desde el 3 diciembre de 1887 hasta su asesinato ocurrido el 25 de junio de 1894, conocido sim plemente como Sadi Carnot.

El lugar de la fiesta es el Palacio del Elíseo (Palais de l’Élysée), sede de la Presidencia de la República francesa. El edificio está situado en el viii Distrito de París, en la calle del Faubourg Saint-Honoré, y su construcción se remonta al siglo xviii

¿Asistiría Ángel Cuervo a esta celebración?

Desde 1848, por decisión de la Asamblea Nacional de la Segunda República, el Palacio del Elíseo ha sido la residencia oficial del Presidente de la República en Francia, pero al proclamarse el Segundo Imperio francés en 1852, Napoleón iii eligió residir en el Pala cio de las Tullerías, tradicional residencia parisina de los monarcas franceses. A la caída del Imperio, en 1870, el nuevo gobierno de la Tercera República dispuso que el Palacio del Elíseo fuera la residencia oficial del presidente de Francia.

A. Roger y F. Chernoviz (Libreros Editores) Cómo se evapora un ejército: Recuerdos personales de la campaña que concluyó el 18 de julio de 1861 con la toma de Bogotá por los Revolucionarios Impreso1892 (tinta sobre papel) / dos tomos, 530 hojas Reg. CU469 y CU134viti Colección ICC – Biblioteca JMRS

Augusto Cuervo Urisarri (Bogotá, 7.03.1838 – París, 24.04.1896)

{ 19 Ángel}

{ el ángel de la casa } 20

(Activo segunda mitad del xix) Factura traslado restos de Ángel Augusto Cuervo Urisarri París, Impreso27.05.1896ymanuscrito (tinta sobre papel) Reg. en ColecciónprocesoICC– Biblioteca JMRS

{ 20 }

Su padre murió cuando tenía 15 años de edad y en ese momento empezó para la familia de Cuervo Urisarri una dura y prolongada época de escasez. Al mismo tiempo estalló la revuelta del general José María Dionisio Melo Ortíz (1800-1860), por lo que el joven Ángel se vio obligado al encierro en casa; mientras sus hermanos iban a la guerra, aprove chó el tiempo y la reclusión para dedicarse a la lectura. Una vez restituido el orden en el país trabajó como comerciante al lado de Luis, su hermano, consagrándose a ello hasta el estallido de la revuelta contra el presidente Mariano Ospina Rodríguez (1805-1885). En esta ocasión tomó las armas y trabajó en la campaña de 1860 que, dirigida por el general Ramón Espina, terminó con la toma de Bogotá. Sus memorias personales de este suceso quedarían consignadas en un libro que tituló Cómo se evapora un ejército, libro póstumo publicado en París en 1900.

H. Cailles

“(…) El 27 de Mayo, al mes cabal de las exequias, trasladé los restos a la sepultura defi nitiva, en que si Dios quiere que yo muera aquí, iré a acompañarle, pues hice construir un espacio para mí. Para que no se noten tanto los efectos del olvido cuando yo falte, el monumento es tan sencillo cuanto cabe: sobre un zócalo una lápida con una cruz en relieve, del largo de la sepultura. Bajo el brazo derecho de aquélla:

Ángel Cuervo • en Bogotá el 7 de Marzo de 1838 † en París el 24 de Abril de 1896

La soledad cada día se aumenta, y como se van alejando los que al principio me acompa ñaban, bajo cara indiferente (para no acusar el abandono) me siento devorar de tristeza. Pero todo hemos de aceptarlo como Nuestro Señor nos lo envía”.*

21 { ángel augusto cuervo urisarri }

*Fragmento de una carta de Rufino José Cuervo Urisarri a Rafael Pombo. París, 26 de junio de 1896.

B. Larguin (Activo segunda mitad del xix) Avalúo de pinturas y objetos de la colección de Ángel Augusto Cuervo Urisarri París, Manuscrito5.12.1896(tinta sobre papel) Reg. en ÁngelColecciónprocesoICCCuervo escribió, de puño y letra, el borrador de su testamento en cuya quinta cláusula estipulaba donar varios elementos de su colección. Si bien la enfermedad que lo llevó a la tumba no le permitió legalizar dicho documento, su hermano Rufino José cumplió su voluntad, entre 1897 y 1899, y corrió con todos los gastos de empaque y trans porte de las cinco cajas hasta Bogotá.

{ el ángel de la casa }

crítico de arte y escritor

coleccionista,22

{ 21 }

19. La huida a Egipto de la Virgen, óleo de Gregorio Vásquez Ceballos (Reg. 03.1.041)

2. Los cuatro doctores de la Iglesia (Reg. 2235), óleo catalogado erróneamente como de la escuela del español José Ribera. Documentos que conserva el ICC atribuyen esta obra al español Bartolomé Esteban Murillo.

8. Capucha usada por el Libertador en el Perú y caja de cristal (desaparecido)

El sueño del artista del pintor alemán Adalberto Begas (Reg. 2241)

10. Ícono que representa la Virgen del Kassan en San Petersburgo (Reg. 912)

18. Un cajoncito con monedas y placas

En la actualidad forman parte de la colección del Museo Colonial:

13. Tazas para tomar el café según los usos turcos (Reg. 1116)

15. Fragmento de pan amasado con arena y aserrín por Julio Ferri durante la guerra fran co-prusiana (Reg. 929)

20. Niño de la espina, óleo de Gregorio Vásquez Ceballos (Reg. 03.1.042)

En la actualidad forman parte de la colección de la Catedral Metropolitana de Bogotá:

22. Carta de san Vicente de Paúl con su cuadro de metal y vidriera. Este documento fue donado por Fidel Pombo a la Catedral Metropolitana de Bogotá a través del arzobispo Bernardo Herrera Restrepo.

3. Curioso Sancho Panza, cabalgando su robusto asno, pintura de Arturo Michelena (Reg. 2255)

9. Busto en mármol del general Antonio Basilio Cuervo (desaparecido)

12. Caja en plata para un voluta de Torah (Reg. 963)

17. Ocho álbumes de fotografía (integrados por 224 fotografías. Regs. 3954 a 4178)

4. Retrato al óleo de Urbano Pradilla, hecho por Felipe Santiago Gutiérrez en Bogotá (Reg. 488)

7. Cuadrito al óleo de Santo Tomás de Aquino que Rufino Cuervo obsequió a su hijo del mismo nombre (posible traslado en 1974 a las Colecciones del ICC)

14. Un medallón / miniatura con cabellos de Juan José Neira (Reg. 893)

21. Fragmentos comprobados del ataúd del Libertador (Regs. 05184, 05186 y 05187)

En la actualidad forma parte de la colección de la Quinta de Bolívar:

5. Pintura de Santa Teresa de Ávila y san Juan de la Cruz (Reg. 2843)

6. Pintura de San Francisco sobre lámina de cobre (Reg. sin ubicar)

23 { ángel augusto cuervo urisarri }

11. Ánfora de origen etrusco de la baja Italia (Reg. 1118)

16. Dos medallas centenario de Bello, una de Pio ix (Reg. 1463) y otra de Gregorio xvi

La carta exhibida muestra el avalúo realizado por algún conocedor parisino que relaciona tan solo algunos de los 58 objetos artísticos e históricos legados por Ángel a las colec ciones del Museo Nacional. Con el tiempo, algunos de ellos han sido trasladados a otras entidades:1.

La edición de este libro que se conserva en la Biblioteca Luis Ángel Arango tiene adherido un “Recorte que parece ser de ‘El Santafereño’ de José Joaquín Casas”, que transcribimos:

Augusto Cuervo Urisarri (7.03.1838 – 24.04.1896)

{ el ángel de la casa }{2422

Ángel}

La Dulzada. Poema en ocho cantos y un epílogo Tinta1867 sobre papel Reg. C862.28-D884 1867

Imprenta de Nicolás Gómez

Colección ICC – Biblioteca JMRS (ingresó el 4.11.2005)

Las élites en Hispanoamérica podían ser, de hecho lo fueron, modernas y tradicionales al mismo tiempo. En general, los recetarios y los discursos culinarios escenifican esa ten sión. La relación con lo europeo, específicamente con lo francés, fue conflictiva. Con la comida como excusa, el discurso literario ofrece ejemplos ilustrativos de cómo se discute su influencia. El poeta colombiano Ángel Cuervo, en La dulzada. Poema en ocho cantos y un epílogo (1867), emprende una defensa de los dulces nacionales frente a los extranjeros, entonces importados a su país desde Europa. En presunta referencia a un pastelero fran cés, instalado en Bogotá, dice: “Por eso manda Napoleón Tercero / a tan ruin y puerco pastelero”.

(1) La Dulzada, poema, en ocho cantos y un prólogo. Por El Postrer Santafereño. Sata (sic) Fé de Bogotá. Imprenta de Nicolás Gómez, 1867. El canto 8.o lleva por título Brutalidades sueltas. Ese Postrer Santafereño fue D. Angel Cuervo, herma no y compañero de D. Rufino José. El libro no se dio a la circulación por motivos que ignoramos. Conocemos un solo ejemplar que vimos en 1886 en poder de D. Federico de Guzmán. l. d.

{ 3

Ángel Augusto Cuervo y Urisarri / de dos años de edad en 7 de marzo de / 1840 Óleo1840 sobre tela Reg. (DonaciónColecciónP00064ICCdeInés Cuervo de Baraya, 1974)

Ángel Augusto Cuervo Urisarri (1838-1896) fue comerciante, militar y prolífico escritor, autor de un singular poema dedicado los postres nacionales llamado La Dulzada (1867). Este retrato, más sencillo en compo sición que el de su hermano Ángel María, destaca sin embargo el nivel de detalle del pintor que lo realizó para describir con su pincel la apariencia inocente y sensible del niño Ángel Augusto. Un elemento particular es el camino en medio del campo que se insinúa al fondo y bordea la escena por detrás del niño. Este detalle trae a la memoria las temporadas de vacacio nes que pasaba la familia Cuervo Urisarri en la hacienda Boyero cercana a la población de Serrezuela, hoy Madrid (Cundinamarca). A propósito de esta hacienda, Ángel y Rufino José escribieron en la Vida de Rufino Cuervo y noti cias de su época (1892): “Cuando las lluvias descomponían el camino vecinal que pasa por el frente de las casas, íbamos nosotros [los niños Cuervo] a repa rarlo; los mayores tomaban la pala y el azadón, y los pequeños llevábamos en carretillas o a espaldas la piedra o los céspedes necesarios”.

José}Miguel

Figueroa (atribuido) (Bogotá, ca. 1815 - Bogotá, 1874)

Carlos Buelvas Zapata Camilo Gómez Camargo comunicadores educativos Mavel Medalla de Oro vigilante salas

{ 12 } Rufino José Cuervo Urisarri

Taller la Puerta Roja Simón Rojas Gutiérrez restauración

Enzo Rafael Ariza Ayala secretario general instituto caRo y cueRvo

Claudia Marcela Hurtado Barahona comunicaciones y prensa “dulce memoria” agradecimientos especiales Bertha Aranguren María Custodia Ríos de Ardila

{ - 14 } Matriz y tarjeta de presentación de Ángel Augusto Cuervo Urisarri

Nicolás Caro Urrera soportes museográficos Andrii Castro Laschivski montaje

LesterIncDecalsDaza / Carolina Romero impresos salas Torreblanca agencia gráfica impresión guía

Museo de la IndependenciaCasa del Florero

Figueroa (atribuido)

(Bogotá, ca. 1815 - Bogotá, 1874)

Mariana Garcés Córdoba ministra

Samuel León Iglesias investigación retratos niños cuervo urisarri

Melissa Solórzano Toro conservadora

{ 2 José}Miguel

Angel M.a Cuervo y Urisarri de dies (sic) y ocho meses de edad n 2 de / Abril 1833 Óleo sobre tela Reg. (DonaciónColecciónP00066ICCdeTeresa Cuervo Borda, 1974)

Neftalí Vanegas Menguán diseño gráfico

MinisteRio de CultuRa

13

Carmen Millán de Benavides directora general

Ángel María Cuervo Urisarri (1831-1837) fue el segundo hijo de Rufino Cuervo Barreto y María Francisca Urisarri. Por lo que se sabe murió a los siete años de edad mientras su padre se encontraba en un viaje diplomá tico y de negocios en Europa. El retrato del niño muestra el acercamiento de los pintores de la primera mitad de siglo xix al género del retrato infantil que era bastante escaso en el arte colonial, salvo por las representaciones del Niño Jesús. En el cuadro se puede apreciar el diálogo entre la tradición iconográfica religiosa y el interés por representar la naturaleza en un escenario destinado al disfrute infantil. Dicho diálogo se puede ver entre el jilguero que remite a la pasión de Cristo, por el color rojo alusivo a la sangre y el hecho de que esta ave se alimenta de cardos y espinas, y las astromelias y claveles que evocan la práctica de los dibujantes y pintores de la Real Expedición Botánica, primer proyecto científico de clasificación de especies vegetales en el Nuevo Reino de Granada.

Juan Darío Restrepo Figueroa museólogo

Diana Paola Gaitán Martínez subdirectora administrativa y financiera

Juan Manuel Espinosa Restrepo subdirector académico Luz Clemencia Mejía Muñoz biblioteca jmrs gestión de museos

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