del año bodas
LA PROPUESTA DE MATRIMONIO. “Cuando me pidió matrimonio, estábamos en la Zona Colonial. José Manuel se arrodilló y me preguntó si quería casarme con él frente a la Catedral. En ese momento, uno de mis zapatos se quedó atascado en una roca. Y al principio me reía y le decía: ‘Mi amor, de verdad, ayúdame, ayúdame, tengo el zapato atascado!’, y él muy serio me contestaba ‘¡es en serio, me quiero casar contigo!’. ¡Con todo y zapato atascado grité el sí”. LA CEREMONIA. “Tuvo lugar en Las Salinas, Baní. La locación de la playa siempre fue nuestro sueño. Nos enamoramos del paisaje desde la primera vez que lo vimos, es una combinación de playa con un fondo espectacular de montañas. La distribución de la casa y el espacio fue el ideal para celebrar la boda al aire libre”. UN MOMENTO EMOCIONANTE. Para mí fue el momento de los votos. Mi esposo (de nacionalidad española) me los cantó con un flamenco titulado ‘Te estoy queriendo tanto’ del grupo Siempre, ¡no pude contener mis lágrimas! Para él no hay duda: el momento en que me vio caminar vestida de novia hacia él”.
La novia escogió un estilo retro para su atuendo. El velo es de Unique Vintage y los accesorios de la diseñadora Angela Ricardo. El maquillaje es obra de Raúl Ramos.
ME ENAMORÓ. “Desde que nos conocimos, ambos buscábamos el mismo norte en una relación. Siempre detallista, desde el principio José Manuel se dedicó a conquistar mi corazón. Mientras nuestra relación avanzaba comencé a notar que con él me sentía segura, amada y respetada. Para mí fue como un cuento de hadas, el es mi luz, mi camino, mi ‘sunshine’. Amé y sigo amando cada momento que pasamos juntos”. PARA SIEMPRE. “No fue una sola cosa, sino un cúmulo de detalles a lo largo de nuestra relación de novios lo que me hizo darme cuenta de que Michelle era la persona indicada. Aparte del amor, es necesario tener compatibilidad y respeto, y eso se va cultivando a lo largo de la relación”.
shabby chic Savà, en Playa Salinas (Baní), fue el lugar escogido para la ceremonia y la recepción que tuvo como wedding planner a la arquitecta Carmen Ortega junto a la coordinación de la empresa Excelencias & Eventos. Los souvenirs perfectos para una boda de playa: abanicos, calipsos, repelente de mosquitos y unas patas de gallina que acompañaron por el pasillo a los recién casados.
Los duLces
Siguiendo con la tendencia vintage de la boda, Michelle escogió una mesa de dulces variada, creación de Laus Cookies by Laura Mejía, y los fabulosos cupcakes de Raquel Cabrera.
Este inconfundible estilo tiene su origen en el estilo de vida y glamour de María Antonieta, en el siglo XVIII. La idea es mezclar elementos modernos con antigüedades y el uso de tonos pastel para conseguir una refinada decoración.
novias 2013
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