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Tus finanzas
CÉSAR PERELLÓ | CONTABLE
cperello@revistamujerunica.com
¿Tienes un plan B?
HAY QUE SER CREATIVO El plan B puede surgir de donde menos lo esperas.
Sigue estos pasos para obtener mayor seguridad financiera. a mayoría de los simples mortales, habiendo logrado terminar una carrera universitaria o no, llegamos a la mediana edad con un empleo, es decir, nos encontramos trabajando en relación de dependencia en una empresa. Allí tenemos seguros de salud y de vida, lo cual elimina en gran medida la incertidumbre de ‘lo que nos pueda pasar’. Algunos nos sentimos cómodos con lo que hacemos, otros no tanto. Cada día damos todo lo mejor. Ocasionalmente somos felicitados por nuestros superiores y recibimos un salario con el cual, obviamente pocos, estamos conformes. Aunque hay que ser honestos: en algunos casos ese salario debería alcanzar para muchas cosas (pero extrañamente no llega). A pesar de la sensación de seguridad y bienestar que nos puede producir tener un empleo en una empresa, la realidad es que a la mayoría nos asalta la pregunta: ¿Cuánto durará esto? Y entonces llega la intranquilidad. De hecho, a menudo vemos cómo para algunos de nuestros compañeros esa seguridad desaparece de la noche a la mañana. ¿Y si fuera yo en vez de mi amigo? ¿Cuánto podrán resistir mis finanzas si desapareciera esta fuente de ingresos? ¿Qué será de los míos si me pasara un tiempo sin trabajo? ¿De dónde o cómo voy a generar ingresos? La realidad es que con la movilidad laboral y la dinámica empresarial de hoy día no es muy sensato planificar a largo plazo contando con ingresos provenientes de un mismo trabajo. Aunque hay empresas que estaban ayer, están hoy y estarán mañana, la promesa de trabajo de por vida ya no existe. Muchas empresas cierran cada año o son absorbidas por otras más grandes. La reducción de personal, llamada eufemísticamente “downsizing”,
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es algo por lo que han atravesado, si no todas, la mayoría de las empresas modernas. Y cuando eso sucede nos pueden llamar de recursos humanos y entregarnos una cartita: “Agradecemos todo lo que has hecho por nuestra empresa y te deseamos suerte en tu nueva empresa”. Convencidas o afectadas por esta situación, cada día más personas desarrollan un plan B para minimizar esta incertidumbre que tiene todo aquel que depende de un solo trabajo o, lo que es lo mismo, una sola fuente de ingresos. Esto se da a todos los niveles. Mientras mayores son los ingresos mayor es la incertidumbre, pero también es relativamente más fácil implementar el plan B. Preguntando a mis compañeros de trabajo me encontré con la grata sorpresa de que el 44% de ellos tiene un plan B y el resto, es decir el 56%, no. Digo grata sorpresa porque mi impresión, al igual que la de mi amiga Laura, era de que muy pocos tenían uno. Los planes van desde invertir en la construcción de pequeños apartamentos para alquilar, compra de vehículos para servicio de carga, ventas multinivel o impartir clases, hasta prestar a réditos.
Dicen que para cuando Ray Kroc cumplió sus 50 años (yo acabo de cumplirlos) se encontraba estancado y temeroso. Había establecido hacía años su negocio de mezcladoras de jugos y le había ido relativamente bien. Sin embargo, sabía que necesitaba un plan B porque los tiempos estaban cambiando y la fuente de sus ingresos no duraría para siempre. En su búsqueda se encontró con un negocio que le pareció tenía futuro. Convenció a los dueños de dejarle vender franquicias -las ventas era su pasión- en todo el país por una comisión que repartirían entre ellos. Era un modesto restaurante de comida rápida en San Bernardino, California. Kroc insistió y los dueños aceptaron. Gracias a eso hoy todos conocemos McDonald’s y Kroc generó ingresos en cantidades que nunca había soñado.
Encontrar la oportunidad Busca algo en lo que seas bueno. Ahora: ¿por qué es necesario un plan B? Un plan B nos da la seguridad de, que en caso de que faltara la fuente de ingresos actuales, tendremos una opción para evitar el impacto negativo en nuestro presupuesto. Sin embargo, lo más importante del plan B es la posibilidad de generar ingresos con una actividad que nos gusta, como es el caso de los hobbies, y que puede llenar la canasta de manera sustancial. Por otro lado, existe la posibilidad -como he visto en muchos casos- en los 60 1 mujer única 1 julio 2013
que el plan B produzca más ingresos que el trabajo y pase a convertirse en nuestra principal actividad. Todos necesitamos un plan B. Todos tenemos habilidades para desarrollar y poner a producir: costura, cocina, música, contabilidad, ventas y con ellas montón de oportunidades de generar ingresos extra. Lo importante es identificar esa habilidad. ¿Qué es lo que realmente me gusta hacer? ¿Cómo puedo convertir esa habilidad en ingresos? ¿Qué necesito para
comenzar esta actividad? ¿Qué papel puede desempeñar la familia en esta nueva aventura? ¿Cuáles recursos necesito y con cuales cuento? Son las preguntas a contestar para comenzar a organizar y poner en práctica un plan B. Un plan B puede ser una aventura a la que muchos no se arriesgan por el clásico “no tengo tiempo”. En realidad, es posible que el tiempo sea un factor en contra, pero basado en mi experiencia es más una excusa ¿Cuál es su plan B?
US$50 millones de ventas generó
Ray Kroc al cabo de 5 años con su plan B.