Valencia Misionera Marzo 19

Page 13

Y allí, al haber ya otros misioneros, imagino que tendréis las cosas más o menos claras, como el trabajo, la casa, etc. ¿no es así? Pues la verdad es que vamos con una mano delante y una detrás –bromean–. Es difícil ir a un país donde solo se habla ruso y ucraniano. Hasta que no dominas alguno de los idiomas es casi imposible trabajar. Hay gente en la comunidad que, de momento, nos va a enseñar los idiomas, nos va a ayudar a encontrar piso, etc. Y mientras tanto a vivir de la Providencia realmente. Viviremos de lo que nuestra parroquia nos pueda ir mandando, lo que supondrá a veces más y a veces menos, pues se pasa la colecta y lo que salga es lo que habrá. Pero la Providencia nunca falla. Por lo que no hay ningún tipo de miedo.

Decís que no da miedo, pero dejáis aquí un trabajo, estudios, familia, amigos… En un paso muy importante. ¿Cómo lo vivís a nivel personal? ¿Y en familia? Internamente, para uno da respeto, no por la economía y demás, sino por estar dejando tu entorno, tu comodidad y empezar de cero. También por las tensiones que se viven entre Ucrania y Rusia. Son miedos humanos. Pero tenemos la experiencia 100% de que aquello que hemos necesitado Dios nos lo ha dado incluso cuando no nos lo hemos merecido. Y ahí está la clave. Eso me da paz en el corazón. Por ejemplo, yo voy a paralizar mi carrera y siempre te queda el pensamiento de no saber si podrás terminarlo –añade María–. Pero son cosas que cuando estás en el Espíritu, lo has rezado y estás agarrado a la vid, a Dios, quedan en segundo plano. Y cuando estás en paz es porque viene del Señor.

Me parece preciosa esta elección, esta vida. Pero es una elección de valientes diría. Bueno… –ambos ríen–, nosotros somos unos cobardes en realidad, pues cuando tienes una experiencia de Dios tan grande, no eres valiente, vas a lo seguro. La tranquilidad con la que lo vivimos es como si fuéramos con la seguridad de que nos hubieran dicho que íbamos con el trabajo garantizado por unos meses, con un buen sueldo y un chalet adosado frente al mar. Lo estamos viviendo así. Dios es fiel. Aunque obviamente no vamos a tener eso, pero aferrados a la oración y a Dios, estamos tranquilos. Creo que la misión que tengo yendo allí es aprender a dar gracias a Dios cuando tengo sufrimiento –aventura Darío–. Y decirle “gracias a Dios por este sufrimiento que me ayuda a crecer y a estar más cerca de ti”. Y ese es un nivel que aun está muy lejos de mí y quizás, a partir de ese sufrimiento nos encontremos más cerca de Dios, pues sabemos que no vamos de vacaciones ni a pasarlo bien, pero el Señor nos precede. Para concluir, como anécdota curiosa -continúa Darío-, yo dije que me iba en misión un jueves y a la semana siguiente el grupo inversor dijo que abandonaba la empresa y dejaba todos los Brico Depots de España, Portugal y Rusia. La empresa no se disolverá, pero el proyecto en el que yo estaba iba a desaparecer. El Señor va un paso por delante de todo. Ha sido un signo para mí. Él es Señor de mi vida y de mi trabajo. Y aunque me intento resistir y tomar las riendas, Él es el Señor de todo.

13


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.