La Panera, número 46

Page 38

Tendencia

Kiko Amat

La voz de una generación Tenía un blog sobre cultura punk al mismo tiempo que publicaba novelas en Anagrama o lo mandaban a entrevistar a Miguel Bosé. «Eres el mejor, Cienfuegos», su último libro, es la historia de la crisis de los 40 con el movimiento del 11-M de fondo, y de una generación que sigue creyendo que se puede cambiar todo, incluso a uno mismo. Por J.C. Ramírez Figueroa

S

i te interesan ciertas bandas, escritores o referentes culturales, es muy posible que Kiko Amat (Bacerlona, 1971) ya haya escrito sobre ellos. Desde el imprescindible Jim Dodge, el garage o The Pastels hasta las guerrillas urbanas en los sesenta o el movimiendo mod-punk, ahí están sus centenares de textos en «La Vanguardia», «El País» o «Rockdelux» para comprobarlo. O mejor aún, sus apasionados –y muy bien documentados– artículos incluídos en su web Bendito Atraso o sus colaboraciones con el fanzine «La Escuela Moderna». Pero no sólo eso: Amat también es un narrador que conecta esos universos contraculturales con uno que no alcanzó a ser un mod dispuesto a escaparse en una Lambretta por alguna carretera prometedora. En novelas como la iniciática «El día que me vaya no se lo diré a nadie» (2003) o «Eres el mejor, Cienfuegos» (2012), recién llegada a Chile, y pasando por el ensayo musical «Mil violines» (2011), este chico catalán no se parece en nada al escritor hispano que nos han vendido las librerías. En lugar de tensar los límites del lenguaje o de reconstruir algún capítulo olvidado de la Guerra Civil, Kiko primero te cuenta una historia simple y con un conflicto central. Luego, te hace reír o te guiña el ojo con una cita a la cultura pop. Y, finalmente, una vez conectado, puedes experimentar estas historias que hablan de tu propia existencia. Historias pobla38 I La Panera

«Eres el mejor, Cienfuegos» Kiko Amat Editorial Anagrama 288 páginas


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.