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en qué se fundamenta la alimentación perceptiva
from GUÍA DE ALIMENTACIÓN PERCEPTIVA Y FORMACIÓN DE HÁBITOS ALIMENTICIOS EN NIÑAS Y NIÑOS DE 6 A 24 MESES
LA LACTANCIA, EL MEJOR INICIO PARA LA ALIMENTACIÓN PERCEPTIVA
Desde el momento en que tu bebé nace e inicia la lactancia en la primera hora de vida, comienza también una comunicación afectiva entre ustedes. Darle de lactar es un acto de amor que le provee sustento, protección contra enfermedades, confianza y favorece ese vínculo único y especial.
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La lactancia “a demanda”, sin horarios fijos, se basa en la capacidad de reconocer las señales de hambre y saciedad de tu bebé. Implica que le des el seno, no solo cuando te alerta el llanto (que no siempre significa hambre), sino cuando ves que se está succionando el puño o cuando se acaba de despertar. A medida que pasan los meses, el intercambio de miradas, caricias y gestos, durante el momento en que le das de lactar, es más intenso y variado. Esta es su primera experiencia de alimentación perceptiva y una de las más hermosas para toda madre. Recuerda que la leche materna es el alimento más completo para tu bebé. Además de que lo nutre, favorece su desarrollo y lo protege de enfermedades. Desde el punto de vista afectivo, nutre su autoestima y le brinda una impronta de seguridad para toda la vida.
Mantén la lactancia materna de forma exclusiva durante los primeros 6 meses de vida, y luego añade de forma paulatina el resto de los alimentos, manteniendo la lactancia materna a demanda todo el tiempo que tú y tu bebé deseen, ya sea hasta los 2 años o más.
beneficios de la lactancia materna
©MSP Ecuador
¡Hasta los 6 meses, lo único que debe recibir tu bebé es leche materna! aprende a detectar las señales de hambre y saciedad de tu bebé
©UNICEF La alimentación perceptiva depende de aprender cómo tu bebé comunica su hambre y saciedad, de estar pendiente de sus señales y responder con cariño y calidez. Ten en cuenta que tu bebé tiene un estómago pequeño, por lo que necesita alimentarse con frecuencia durante todo el día.

Los lactantes se comunican principalmente con el llanto. Esto puede causar angustia en quienes los cuidan, y a menudo es interpretado, de forma errónea, como hambre, cuando en realidad puede expresar cansancio, incomodidad u otras necesidades del bebé.
Cuando un bebé llora por razones diferentes al hambre y es alimentado, esto puede derivar en sobrealimentación, además de impedir que aprenda a autorregular la ingesta de alimentos y sus propias emociones. El llanto debe ser interpretado como un signo de hambre sólo si se acompaña de señales adicionales como: movimientos de la mano a la boca, balbuceo, búsqueda del seno con su boca, ruidos/movimientos de succión, respiración rápida, dedos apretados, puños sobre el pecho y abdomen y brazos y piernas flexionados.
A medida que los bebés crecen y entran en la infancia, las señales de hambre también varían. Las nuevas manifestaciones incluyen: inclinarse hacia la comida, seguir visualmente los alimentos con los ojos, abrir la boca cuando la cuchara se acerca y pedir o señalar la comida.
Tu bebé también presentará señales para indicarte que ha llegado a su nivel de llenura. Cerrará la boca cuando le ofreces comida y apartará la cabeza de los alimentos, dejará de succionar en el caso de la lactancia, extenderá o relajará sus brazos, piernas y dedos o simplemente se dormirá.

Los niños nacen con una habilidad natural que les ayuda a controlar su apetito. Es importante aprender a interpretar y responder en consecuencia a las señales de hambre y saciedad de tu bebé para no afectar esta habilidad. Ayuda a tu hija o hijo a aprender a comer únicamente en respuesta al hambre y dejar de comer cuando se sienta saciado, para evitar que aprenda a comer por razones diferentes al hambre. Cuando llora, antes de ofrecerle comida, arrúllalo para que se calme y revisa
primero qué cosas pueden estar causándole incomodidad. Esto ayudará a evitar la sobrealimentación o que tu bebé asuma que llorar siempre le conducirá a comer.
A continuación te presento este cuadro que ayuda a comprender cómo comunica tu bebé el hambre y la saciedad y cómo evolucionan sus señales en sus primeros años de vida.
Adaptado de: Pérez-Escamilla R, Segura-Pérez S, Lott M, Guía de alimentación para niñas y niños menores de dos años: Un enfoque de crianza perceptiva.

©UNICEF

La introducción de alimentos es un proceso gradual, que se da a partir de los 6 meses de edad, no antes. Inicias con porciones pequeñas y las aumentas progresivamente conforme tu hija o hijo va creciendo, mientras mantienes la lactancia materna.
No hay una respuesta única, pero alrededor de los 6 meses la mayoría de niñas y niños están listos para iniciar la alimentación complementaria. Sin embargo, recuerda que aunque empiece a comer alimentos sólidos, debe continuar lactando, ya que la leche materna es una parte vital de su alimentación, al menos los primeros dos años.
Considera que el apetito de los lactantes es diferente y varía en cada bebé y circunstancia. Evita centrarte en la cantidad de comida, es más importante la variedad de alimentos y procurar que el tiempo de la comida, sea una momento de disfrute. Esto contribuirá con la formación de buenos hábitos alimenticios.
Debes ofrecerle comida sana, nutritiva y segura. Será tu bebé quien decida la cantidad que requiere. Recuerda respetar sus señales de hambre y saciedad.
Obligar, presionar o premiar son estrategias que causan interferencia en la percepción del bebé respecto a su propia saciedad y pueden aumentar el riesgo de sobrepeso, de problemas en relación con la comida y poca variedad a la hora de comer.
Recuerda que los lactantes no deben ser introducidos a alimentos complementarios antes de cumplir los 6 meses de edad, dada la inmadurez de su sistema gastrointestinal, inmunológico y renal. Además, esta práctica incrementa el riesgo de aumento de peso acelerado.
¿Cómo desarrolla tu bebé las habilidades de alimentación ?
Desde su nacimiento, hasta los 12 meses, tu bebé irá desarrollando sus habilidades de alimentación. Iniciará por la succión durante su fase de lactancia, luego avanzará a la alimentación asistida y a comer de manera independiente junto a la familia.

Adaptado de: Healthy Eating for 6 to 24 month old children. Hong Kong, 2017
Alrededor de los 6 meses, cuando inicie la alimentación complementaria, es importante que tome los alimentos con sus manos y experimente las texturas, antes de decidir llevárselos a la boca. También puedes utilizar una cuchara para empezar a ofrecerle comida hecha puré y agua en una taza que sotengas tú o quien lo esté cuidando.
Luego, cerca de los 8 meses, tu bebé comenzará a tratar de alimentarse con la cuchara sin ayuda y es muy probable que sea capaz de beber de una taza con menos derrames.
A los 12 meses, será capaz de alimentarse con cuchara y tomar una taza con ambas manos. Anima a tu bebé a comer de manera autónoma. Ten en cuenta que niñas y niños prefieren usar sus manos para explorar los alimentos sólidos. Esto le da la oportunidad de descubrir con sus sentidos y adquirir el gusto por la comida sana.
Durante la alimentación complementaria tu bebé está aprendiendo nuevas habilidades de alimentación, además de ingerir nutrientes que lo mantienen saludable. A medida que avanza en su proceso de desarrollo, tu bebé irá aprendiendo a masticar, aceptar nuevos sabores, probar nuevos alimentos e interesarse en ellos. Además aprenderá a comer en familia y a compartir el momento de alimentación como un espacio de fortalecimiento de las relaciones con los miembros de su entorno.
Para poder ingerir alimentos diferentes a la leche materna es conveniente que su organismo alcance su maduración a nivel neurológico, renal, gastrointestinal e inmune. Se considera que tu bebé está preparado para su alimentación complementaria cuando adquiere las destrezas psicomotoras que le permiten manejar y tragar de forma segura los alimentos. Los hitos de desarrollo de tu bebé, que debes tener en cuenta para el inicio de la alimentación complementaria, son: • • • • • •
Se sienta sin apoyo y tiene buen control de movimiento de su cabeza y cuello.
Mastica y usa la lengua para mover la comida hacia atrás de la boca para tragar.
No empuja automáticamente los sólidos fuera de su boca y es capaz de morder y tragar.
Se lleva las manos y los juguetes hacia la boca para explorar.
Siente entusiasmo por participar en el momento de la comida, en familia.
Se interesa en los alimentos, trata de agarrarlos con las manos y llevarlos a su boca.
Es importante que recuerdes que una introducción precoz de los alimentos complementarios puede conllevar riesgos a corto y largo plazo, por eso, la recomendación actual es esperar a los 6 meses para comenzar con la introducción de alimentos complementarios.
Nunca hay que hacerlo antes del cuarto mes de vida porque hay un alto riesgo de atragantamiento y de aumento de gastroenteritis agudas e infecciones del tracto respiratorio superior. Además se interfiere con la biodisponibilidad de hierro y zinc de la leche materna, al sustituir la toma de leche materna por otros alimentos menos nutritivos.
©UNICEF


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