aprende a detectar las señales de hambre y saciedad de tú bebé

Entre los 9 y 12 meses, continúas con la lactancia materna a demanda, además de la alimentación complementaria. Como ves en el gráfico, los alimentos deben estar en trozos pequeños, no tan triturados, porque tiene que aprender a masticar, pero cuidando que no sean muy grandes o duros. La comida debe ser variada e incluir cereales, tubérculos, frutas, hortalizas, pollo, huevo, carne roja y vísceras, así como granos secos.

En esta fase tu bebé debe aprender a comer de manera autónoma. Antes de sentarse a comer, enséñale que debe lavarse bien las manos, así será seguro que toque los alimentos para percibir su textura y probablemente se ensucie. Déjalo experimentar con sus sentidos. Procura que tenga su propio plato y cubiertos y que estos se mantengan bien limpios.

Es recomendable que ya tenga tres comidas principales al día y dos refrigerios nutritivos. En esta etapa, puedes ofrecerle pescado fresco en pedacitos (cuidando que no tenga espinas) y añadir a la alimentación granos secos como fréjoles, lentejas, arvejas, habas o garbanzos, cocinados y aplastados. Puedes mezclar cereales con leguminosas, como por ejemplo arroz con fréjol, arroz con lenteja, mote con arveja, colada de haba con tostado triturado.

La cantidad de alimento que puedes ofrecerle es de 5 a 7 cucharitas (1 taza), sin embargo recuerda que tu bebé debe autoregularse y darte la señal de saciedad. Permite que este ciclo fluya naturalmente. También evita distractores (juguetes, tv, celulares) mientras come.

Adaptado de: Alimentación perceptiva para niñas y niños de 0 a 5 años: Manual para agentes educativos en los Centros de Atención Infantil, México 2018.

¿CÓMO PUEDES HACER AGRADABLE EL MOMENTO DE COMER?

El entorno social y el ambiente que rodea la alimentación puede facilitar o evitar la familiarización del bebé con los alimentos saludables. La alimentación perceptiva genera una interacción adecuada y positiva entre el bebé y quienes lo cuidan, durante el tiempo de comida y favorece que los lactantes, niñas y niños, adquieran el gusto por alimentos y bebidas saludables sin presión indebida.

Piensa en que tu bebé siempre está observando y aprendiendo de su entorno, por eso, es importante que toda la familia consuma alimentos y bebidas saludables y que tu hija o hijo, participe en las comidas familiares tan pronto como pueda hacerlo. A los 2 años de edad, es esperable que tenga una transición completa de los alimentos blandos a los alimentos sólidos, es decir, a la alimentación familiar.

Para que el momento de alimentación sea de disfrute para todos, ten en cuenta estos aspectos: • Prepara a tu bebé. Antes del alimentarlo, ayúdalo a que lave sus manos, su cara y ponle un babero. Hazle saber que es el momento de comer. • Establece una rutina de alimentación para que que esté predispuesto a ingerir sus alimentos. • Elimina las distracciones: Apaga el televisor, celular, pantalla, retira los juguetes u otros objetos que pueden ocasionar que ingiera más alimentos de los que requiere, que pierda el interés en la comida o que no se interese en desarrollar habilidades para alimentarse autónomamente. Prepara el lugar de alimentación, de manera que esté limpio, iluminado y con adecuada circulación de aire. Mantén su atención en los alimentos. Déja que tome los alimentos, se ensucie e incluso los disperse. Esto es pasajero y es parte de su aprendizaje. No te estreses, ni le limites. Permite que experimente. Descubre y recuerda sus señales de hambre y saciedad y respétalas. Evitar el uso de teléfonos inteligentes. Tu bebé requiere de toda su atención e interacción mientras se alimenta. Crea un ambiente cómodo, libre de estrés y cariñoso. Conversa con tu bebé, mantén contacto visual, responde a las expresiones, sonidos o palabras de tu bebé. Utiliza utensilios apropiados para tu bebé: platos, cucharas, vasos o tazas acordes a su edad, tamaño y desarrollo psicomotor. Sienta a tu bebé en su silla de comer y asegurarse que tenga comodidad. De esta manera asociará que es momento de alimentarse. Lo ideal es que quede frente a frente contigo u otros miembros de la familia para que pueda interactuar. Cuando lo ubicas frente a ti, puedes observar con mayor facilidad la manera en que se alimenta, cómo reacciona a nuevos alimentos y desarrolla sus habilidades de alimentación. De esta forma, podrás responder asertivamente a las señales que tu bebé te da. Ofrécele alimentos saludables, sabrosos y apropiados para su etapa de desarrollo. Pon atención en el aspecto, la cantidad, la temperatura y la consistencia de su comida. Establece horarios aproximados de alimentación, con un grado de flexibilidad, esto le ayudará a anticiparse y regularse. Procura que el momento de comer de tu bebé sea parte de las comidas familiares. Si toda la familia come saludablemente, esto te permitirá introducir a tu bebé a estos alimentos, cuando llegue el momento apropiado.

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