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Misioneros de Guadalupe por el mundo

P. Rigoberto Flores Garduño, mg

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Un saludo a todos los lectores de la revista Almas y a los que la leen por primera vez. En esta ocasión, queremos compartirles este pequeño artículo sobre cómo el llamado de Dios es una manera específica en la que Él quiere que los hombres encuentren su felicidad y misión en la vida.

Uno de los retos más difíciles del ser humano es saber lo que desea para su futuro, por lo que comienza a tocar puertas, a fin de encontrar y recibir la ayuda que lo lleve a definir y desarrollar un proyecto de vida.

En el seminario de Misioneros de Guadalupe, existe un espacio para tener una experiencia de búsqueda de ese futuro. Es un lugar donde los jóvenes con inquietudes vocacionales son acompañados por algunos misioneros que han recorrido el mundo realizando la misión que descubrieron hace algunos años, en los centros de formación misionera que se encuentran en el país.

Esta tarea evangelizadora nos ha enseñado a compartir que todos estamos llamados a una encomienda que nadie más puede hacer por nosotros.

Residir en un lugar fuera de México, aprender un nuevo idioma y cultura, así como interactuar con personas diferentes a nosotros, son situaciones en las que, como misioneros, se vive la alegría del llamado de Dios.

El ejemplo está en aquellos misioneros que regresan felices porque encontraron la plenitud que buscaban al colaborar en la misión; por tanto, nos hace falta aumentar la fe en la promesa de Dios para el hombre, Él nos motiva a no tener miedo, a salir de nosotros mismos para tener nuevas experiencias humanas y de fe, además, ensancha el corazón del misionero, quien, a su vez, invita a otros, con su testimonio, a creer en el amor de Dios.

Por eso, así como ellos tuvieron esa vivencia, esperamos que tú, joven lector, si estás en una etapa de discernimiento acerca de tu futuro, te animes; acércate a alguno de nuestros centros de formación, o bien, contáctanos por alguno de estos medios:

555 573 3000 ext. 109

551 195 6647

@vocacionesmg

@vocacionesmg

@vocacionesmg www.misionerosdeguadalupe.org cov@mgpe.org

Misioneros de Guadalupe te están esperando en algún lugar del mundo para compartir la misión!

Recorrido histórico de los

Misioneros Laicos Asociados (mla)

P. Rodolfo Loza Hernández, mg

Los Misioneros de Guadalupe somos fruto de los primeros Congresos Misioneros que se realizaron en nuestra patria. El primero fue en la ciudad de Guadalajara, en 1942, el cual brindó la ocasión propicia para impulsar el proyecto de la fundación del Seminario de Misiones Extranjeras. El segundo, fue en la ciudad de Puebla, en 1947, en el que fue aceptada dicha fundación, la cual se efectuó el 7 de octubre de 1949.

En el VI Congreso Nacional Misionero, llevado a cabo en 1972 en la ciudad de San Luis Potosí, nace la idea de un Instituto de Misioneros Seglares (ImIS), el cual se hizo realidad en 1975, encomendando a los Misioneros de Guadalupe su fundación y formación, trabajo que se llevó a cabo durante seis años, devolviendo la obra a los obispos de México.

Después de la entrega de dicha labor, varios laicos entran en contacto con Misioneros de Guadalupe para trabajar en nuestras misiones por un tiempo, como asociados. Sin una definición clara (recibir candidatos y enviarlos directamente, o bien, formar una organización cien por ciento laical), la primera que se asoció fue la contadora María Gallegos Saleido, el 4 de junio de 1982, quien fue enviada a la Misión de Kenia. Formaron parte de ese equipo la odontóloga Nora Tamayo y el médico Jaime Licea. Posteriormente, son enviados cuatro más a la Misión de Angola.

El IV Capítulo General de Misioneros de Guadalupe, en 1983, refiriéndose a los misioneros laicos, señala que hay que integrarlos al trabajo del instituto luego de una preparación adecuada. Indica, también, que su trabajo con ellos no era para “estar a la moda”, ni por carecer de vocaciones sacerdotales, sino que se trata de una estrategia de la Iglesia para un trabajo eclesial, y de encauzar al misionero laico para lograr un servicio integral al hombre.

A partir de entonces, y durante seis años, se integraron 24 candidatos, de los cuales, 10 no recibieron una preparación formal y el resto iniciaron un primer proceso de formación. Sólo 18 fueron enviados a las Misiones de Kenia, Angola, Guatemala y Perú.

En estos 40 años de los mla, se han tenido varios procesos de formación, que se enriquecieron a través de las necesidades que han ido descubriendo para una mayor realización como misioneros laicos.

Como resultado de la reflexión de continuar la colaboración de los misioneros laicos, en 1989 se nombra a un sacerdote como asesor de tiempo completo y se inicia un programa más elaborado, acorde con el Magisterio de la Iglesia, el llamado programa de Preparación de los Misioneros Seglares (premISe), el cual duró 11 años, estableciéndose el centro de formación en la casa de San Nicolás, en Ixmiquilpan, Hidalgo.

En 1999, surge el programa de Preparación de Misioneros Laicos (premla). Se siguen renovando los programas de formación, dando respuesta a las reflexiones de los capítulos generales de Misioneros de Guadalupe y a los retos que la misión les va presentando.

Padrinos y Madrinas, los invitamos a leer el artículo completo, escaneando el siguiente código:

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