Voz del SEMINARIO
¡Nuestra familia es Tierra de Misión! Sem. Ismael Agustín Flores Ortega
D
ios Amor nos ha regalado la familia para amar y ser amados. En ella y desde ella, nosotros satisfacemos la necesidad de ser amados y de amar. De esto depende nuestro progreso y felicidad. Somos amados por Dios Amor. Él nos ha dado la vida, nos ama personalmente, nos acompaña y guía, nos ayuda, como el mejor amigo, ha dado la vida por nosotros. Quiere seguir haciendo todo por nosotros. Es nuestro amigo, nuestro maestro, nuestro Salvador. Él nos pide amarlo y amar a los demás con el amor de Dios: “Ven, sígueme, vosotros son mis amigos, permanezcan en mi amor, amaos los unos a los otros como yo os he amado”.
Él mismo nos enseña y nos pide amar de una manera especial. El amor es comprensivo, es servicial, es paciente, todo lo espera, todo lo soporta, no acaba nunca. La familia es una comunidad íntima de vida y de amor. Por eso, la familia está llamada a cumplir una misión que podríamos dividir en cinco partes o momentos:
16