Página del lector

Queridos Misioneros de Guadalupe: Les escribo para compartir un poco de la vida de mi padre (en realidad mi abuelo), el señor Jesús Juárez Lugo, quien partió a la presencia de Dios el 12 de noviembre del 2020. Nació el 9 de febrero de 1934 en la Ciudad de México, fue uno de los hermanos mayores de su familia, desde pequeño ayudó a su mamá y hermanos. Creció en un internado aprendiendo varios oficios: herrería, plomería, carpintería, panadería, entre otros. Nos platicaba que se sentía dichoso y enriquecido con la oración, a pesar de los obstáculos que encontró, jamás dejó el encuentro con Dios, rezaba todos los días, por las mañanas y noches, y me consta que lo hizo hasta su último día. Formó un matrimonio dedicado a Dios de más de 65 años, con 6 hijos, siempre entregado a ellos y a su amada esposa. Gustaba de visitar templos religiosos y portar una estampita; cuando oraba, prendía una veladora y estaba tan concentrado que parecía que platicaba con Dios. Asistió a un grupo parroquial llamado SERS por muchos años, de la iglesia “la Lupita” en Nezahualcóyotl, inculcándonos siempre el poder de la oración. En 2011 le diagnosticaron cáncer de colon, pero confiado en Dios, logró recuperarse al 100%. Él decía: “¡de ser por mí, sólo estaría rezando! Confío y creo tanto en Dios como un ciego y al final, Él tiene la última palabra,” desde entonces ha sido mi ejemplo, un magnífico padre y abuelo, y un gran ser humano, cumpliendo sus valores al pie de la letra; a pesar de que fue muy difícil no tenerlo con nosotras, sabemos que está en un lugar mejor junto a su amada esposa y desde ahí sigue orando por nosotros. Fue Padrino por muchos años, poniendo su granito de arena para ayudar a su obra y ahora yo seguiré apoyándolos en su nombre hasta que Dios me preste vida, uniéndose también mi hermana. Atentamente y con mucho amor, Saray Lugo.

¡Este espacio es tuyo! Cuéntanos brevemente tus experiencias de fe y ayuda a las Misiones, y aquí las compartiremos. Contáctanos a través de los medios de la contraportada de la revista o al correo: 4 difusion@revistaalmas.com.mx

El diálogo en familia

P. Rodolfo Rafael Sánchez Díaz, mg

La comunicación no sólo permite afirmar las relaciones, sino que sin ella la vida no es posible, por ello, el diálogo entre los padres de familia es la base fundamental de la unión familiar, hay que fomentarlo y promoverlo todos los días con la finalidad de abrir espacios para que exista respeto, confianza, unión y amor entre la familia, ya que favorece valores importantes como: la comunicación, la tolerancia y la capacidad de admitir errores, esto ayudará a crecer y madurar como personas humanas y cristianas (Cfr. Gallego, S., Comunicación familiar, Manizales, Departamento de Estudios de familia Unicaldas, 2003, pp. 98-99).

Mediante el diálogo, padres e hijos tienen la oportunidad de conocerse mejor. La costumbre de dialogar nunca debe perderse en una familia, ya que es necesario el diálogo con los niños y adolescentes, la esperanza del mañana de nuestra sociedad mexicana (Cfr. Sánchez, M. y Nava, M., Sistemas y barreras de la comunicación y familia; Humanidades Médicas, 2005, vol. 5, núm. 13, pp. 2-4). Aunque parece fácil fomentar el diálogo familiar, es muy difícil en la actualidad por la falta de tiempo. Hoy en día tenemos poco tiempo para conversar porque la mayoría de los miembros estamos en el trabajo, en la escuela o en la oficina. Por otra parte, es importante que los padres de familia sepan escuchar a su pareja y con mayor razón a sus hijos con la finalidad de comprender sus problemas, sin imponer, sino darles la suficiente confianza para que puedan expresar sus necesidades y dificultades, pero también dejar claros los límites (Cfr. Satir, V., Un contacto íntimo, cómo relacionarse con uno mismo y con los demás, México, 1988, Concepto S.A., p. 30). Ahora bien, en muchas ocasiones, los padres de familia caen en el peligro de bombardear con preguntas a sus hijos, convirtiendo el diálogo en un monólogo donde los niños y adolescentes no son escuchados, perdiendo

de esa manera la confianza en sus padres, y sobre todo, la comunicación y el diálogo. Por eso, es esencial que la postura de los padres sea de escucha y comprensión para con sus hijos. Los padres de familia deben escucharles, darles ejemplo y conocer sus opiniones desde una posición de escucha y diálogo. Como adultos, debemos ser conscientes de que el diálogo es muy importante para cualquier familia, pues supone la posibilidad de fomentar valores como la escucha y la tolerancia. Por otra parte, es importante señalar que el lenguaje educa, sobre todo, tomando en cuenta la actitud pedagógica; para pedir respeto es mejor demostrarlo en la vida cotidiana con el ejemplo. No olvidemos, que el diálogo es muy importante para cualquier familia, por ello se requiere que todos los días lo practiquemos, buscando un momento idóneo para hablar y escuchar. Los Misioneros de Guadalupe tratamos de fomentar valores humanos y cristianos en nuestras actividades en las Misiones, encuentros en colegios o en parroquias para la edificación de una familia en constante diálogo con Dios, con sus integrantes y con el resto de sus familiares.

mla al servicio de la educación en Mozambique

Redacción Almas

Actualmente, en Mozambique, en la Diócesis de Chimoio, nuestras hermanas Misioneras Laicas Asociadas (mla) a Misioneros de Guadalupe, se encuentran apoyando la educación de jóvenes a través del Centro de Formación de Agentes de Evangelización, la Escuela Comunitaria San Juan Pablo ii y el Internado Femenino del Centro de Chikewia.

¿Cómo surge este proyecto de apoyo a la educación?

Surge a partir de las necesidades de educación de muchas comunidades que no cuentan con una escuela cercana. La realidad era que muchos jóvenes de escasos recursos, con el deseo de estudiar la secundaria y preparatoria, tenían que caminar por horas para encontrar una escuela. Por ello, las mla ponen todo de sí para que estos jóvenes puedan continuar sus estudios, además de colaborar también en la labor pastoral de evangelización, cumpliendo así su testimonio de fe y realizando labores propias de su profesión.

¿Cómo funcionan estas escuelas?

El equipo de mla es el que se encarga de ellas, en el Centro de Formación hay una coordinadora y una administradora, en el Internado también y en la escuela secundaria hay una directora y una administradora. Actualmente en la Escuela Secundaria San Juan Pablo ii se atiende un total de 345 alumnos, tiene una plantilla docente de 13 profesores pagados por el estado, un profesor pagado por la escuela (que es catequista de la Parroquia de Machipanda) y siete personas trabajando como personal no docente.

Los gastos de infraestructura son cubiertos por los padres de familia de los alumnos, por tanto, existen muchas carencias, ya que estas comunidades son autosustentables, es decir, la mayoría de los papás no cuentan con un salario, y su principal actividad es la agricultura, a la que incluso se dedican también algunas mamás, poniendo todo su esfuerzo en la siembra, ya que la cosecha será la alimenta-

...las familias que recibieron la beca agradecen de corazón este apoyo, con el que muchos alumnos fueron beneficiados...

ción básica de la familia para todo el año.

Por su parte, el Internado Femenino de Chikewia tiene capacidad para atender a 40 jóvenes de nivel secundario, sin embargo, las medidas de distanciamiento social que surgieron con la pandemia, forzaron a disminuir la capacidad a 14 internas de segundo y tercer año de secundaria.

¿Qué se necesita para apoyar a estas escuelas?

Hay muchas necesidades, los alumnos llegan a veces sólo con un cuaderno y pluma para todas las materias y aunque las escuelas tienen una biblioteca para prestar libros a los jóvenes y puedan así realizar sus tareas, contar con libros actualizados es un reto, ya que tienen que comprarse en la capital, lo cual implica gastos; muchas veces los profesores no cuentan con el material actualizado para cumplir con la planeación que pide el propio Ministerio de Educación, por ejemplo, tener un laboratorio con un microscopio para ciertas materias, es también una necesidad aún sin cubrir.

En marzo de 2020, en la secundaria San Juan Pablo ii, se estaba llevando a cabo el proyecto de un campo deportivo multiusos, ya que el que se usa actualmente se emplea también por la comunidad para bañar vacas, sin embargo, la pandemia y la falta de recursos detuvo este proyecto, que ayudaría a cubrir un requisito pedagógico, además de impulsar un ambiente social fraterno, ya que el deporte brinda integración y alegría.

¿Cómo se puede ayudar?

El año pasado el donativo de becas otorgado por nuestros Padrinos y Madrinas fue destinado a estas comunidades, apoyando a familias con serios problemas para continuar la educación de sus hijos debido a la pandemia, estas familias agradecen de corazón este apoyo, con el que muchos alumnos fueron beneficiados.

Este año continúa la campaña de becas destinadas a estas comunidades, si deseas contribuir con la labor de nuestras misioneras en la Diócesis de Chimoio, escanea el código de la siguiente página.

¿Y si quiero colaborar con las mla?

Si eres soltero/a y tienes la inquietud de colaborar, te invitamos a vivir esta aventura misionera, contáctanos y descubre tu vocación,

Línea Misionera sin costo: 800 0058 100