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Violencia contra los hombres: una realidad silenciosa
Por: Ing. Sandra Álvarez Cubillo
Ingeniera topógrafa egresada de la Universidad de Costa Rica, tiene una maestría centroamericana de Geografía con énfasis en Ordenamiento Territorial en 2010, perito acreditada. Miembro del Foro Liberal de América Latina y corresponsal de la revista México VIVE en San José de Costa Rica, C.A.
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Violencia contra los hombres: una realidad silenciosa. Caso Costa Rica
Los seres humanos están viviendo dentro de una sociedad un poco caótica, donde la violencia es constante y se ha vuelto común. Una sociedad inundada por el exceso e hiper individualismo, llena de conflictos morales y éticos, pululante de pugnas por la política y por el poder; es decir, un ambiente duro y hostil.
¿Estamos ante hombres conflictivos o ante una sociedad conflictiva? ¿O serán ambas? El hombre conflictivo que vive dentro de una sociedad aún más conflictiva, ejecuta actos que por lógica llevan una consecuencia. Aquí nace el concepto del “mal del mundo”, refriéndose a la maldad humana.

Para entender el comportamiento del hombre moderno, citare el pensamiento de Jean Jacques Rousseau, quien en su obra: El Contrato Social, expone entre sus reflexiones, las cuales precisan que el estado natural del ser humano es “bueno”. Describe al hombre en términos del “buen salvaje”, teoría popular que El mismo usa y cita: “Todo lo perfecto al salir de las manos del Creador y todo degenera en manos de los hombres”; dándonos a entender que el mal no nace, sino que se hace.
Datos de la ONU (2019), los hombres experimentan otras formas de violencia, como el asesinato, en tasas significativamente más altas. Así, aunque alrededor del 90 % de todos los homicidios registrados en todo el mundo fueron cometidos por perpetradores masculinos, estos también representan casi el 80 % de las víctimas de homicidio.
Estimaciones de la Encuesta Nacional de Violencia Sexual y de Pareja Íntima (National Intímate Partner and Sexual Violence Survey, NISVS), los perpetradores de violaciones y contactos sexuales no deseados contra hombres eran, en su mayoría, otros hombres. Mientras que los perpetradores de otras formas de violencia sexual, como la coerción sexual contra estos, eran principalmente mujeres.
En cuanto al acecho, que ocurre cuando alguien amenaza causando miedo o preocupaciones de seguridad, fue experimentado por el 41% de los varones por primera vez antes de los 25 años (Centers for Disease Control and Prevention [CDC], 2020). El sistema social y los valores vinculados al rol que desempeña el hombre, potencia sentimientos de culpabilidad, debilidad, vergüenza, temor a que no les crean y una tendencia a querer mantener su masculinidad incuestionada. Ya sea minimizando la posible lesión o reclamando responsabilidad, por ejemplo, se convierten en aspectos que predisponen, generan el aislamiento y la baja autoestima de los hombres violentados. (CDC, 2020).
Existe la suposición de que los hombres son inherentemente violentos. Sin embargo, hay dos conceptos necesarios de diferenciar, la agresión y la violencia. La agresividad es un instinto natural que el ser humano lleva consigo desde el nacimiento, con la funcionalidad de permitirnos estar alerta, defendernos y conseguir una mejor adaptación al entorno. Por otro lado, la violencia no es un comportamiento natural del ser humano, sino un producto cognitivo y sociocultural conformado por roles sociales, valores e ideologías, entre otros.

Datos estadísticos del Organismo de Investigación Judicial de Costa Rica (OIJ); los principales motivos que pueden llevar a denunciar falsamente un abuso o agresión sexual pueden dividirse en tres grupos:
1. Arrepentimiento por una relación sexual que fue consentida, es decir, se denuncia como abuso aquello que, en realidad, se había consentido.
2. Denuncias tras las que se oculta un móvil económico, pues las indemnizaciones asociadas a estos delitos suelen ser de importes considerables.
3. Por separación matrimonial, en que la denuncia obedece al intento de obtener una orden de alejamiento, la atribución de la vivienda familiar o la atribución inmediata de la custodia de los hijos menores.
En Costa Rica, una simple denuncia por abuso sexual, lleva casi de manera inmediata, la apertura de un procedimiento penal, así como el dictado de una orden de alejamiento del denunciado respecto de la presunta víctima, todo esto para proteger a la víctima y no violentar el debido proceso legal. Así las cosas, podría una falsa denuncia de abuso o agresión sexual, conseguirse en escasas horas, lo que por una vía legítima no se conseguiría nunca, o tardaría meses en conseguirse, lamentablemente.
Se estima que, en Costa Rica, unos 22 hombres sufren de violencia doméstica, cada día, según los diversos datos de los Informes del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que analiza las muertes por violencia doméstica íntima en el trienio 2016-2018. Según datos del Servicio de Emergencias 911, muestran que en el 2017 se registraron 7.999 denuncias de hombres agredidos, lo que equivale a 22 denuncias diarias. La mayoría de estas denuncias respondían a violencia psicológica (5.506), física (1.447) y patrimonial (650). Para el 8 de mayo de ese año, 2.937, de las denuncias de agresiones domésticas contra hombres fueron registradas por el 911.
De igual manera, en la mayoría de casos estuvo presente la violencia psicológica, la cual representa un 69% de las denuncias. En el año 2019, se atendieron 506 denuncias, de esas, el 86.36% fueron mujeres y el 13.64% fueron hombres. Sin embargo, el 81% de las personas masculinas agredidas eran niños. En el 2020 ocurrió algo similar: el 90% de los casos de activación del protocolo fueron mujeres y el 10% fueron hombres. De ese grupo de masculinos, el 76% correspondía a niños.
La Fundación Instituto de Apoyo al Hombre (Fundiapho), ha determinado que las agresiones domésticas que sufren los hombres no siempre se tienen con los datos exactos pues muchos de los hombres prefieren ocultar y callar, a pesar de reconocer que son objeto de violencia doméstica”.
Al largo del triste recorrido que hemos llevado durante estas breves estadísticas, la violencia contra los hombres, no tiene deparo en condición social, etnia, edad, preparación académica o ubicación geográfica. Lo cierto es que la violencia contra el hombre es un dato silencioso. Cabe mencionar que, en Costa Rica, la cantidad de suicidios en comparación entre hombres versus mujeres, los suicidios de hombres superan al de las mujeres en un 5,7% Debo aclarar que no estoy asegurando que sea la violencia contra los hombres el detonante para este abrupto y dispar número, pero es motivo de reflexión para toda la población costarricense.
Otro dato preocupante y que se tiene muy poca información, es el asesinato en manos de compañeras sentimentales. En Costa Rica, pocos casos son conocidos hasta posteriormente de una etapa judicial, donde se ha logrado determinar que estos hombres fueron asesinados por celos, por venganza u otros motivos. Para el día 22 de setiembre 2022, se dio el macabro hecho donde se logra encontrar muerto a un hombre de 33 años, oriundo de San Carlos, Alajuela, semienterrado, con señales de tortura. Una semana después, el Organismos de Investigación Judicial (OIJ), determina que los hechos fueron presuntamente cometidos, por la novia del joven, asesinado junto con un exnovio de la misma. Este caso aún está en la etapa inicial de investigación.

Estos conceptos de masculinidad y sus implicaciones, ha sido detonante por diversos grupos desde la academia hasta la política pública, con un claro interés de generar una aparente deconstrucción que, por el momento, parece seguir más una agenda ideológica que basada en datos. Al final el victimario es también una víctima de los círculos viciosos aprendidos y reforzados por lo que, desde la familia, la educación formal y el entretenimiento se plantea como normal y esperable de un hombre.
Minimizar al hombre es quitarle su inmenso valor en la sociedad y cambia su importante rol en la sociedad. Las políticas públicas deben enfocarse a eliminar todo tipo de violencia y en ambos géneros, como tal, no puede existir amplios articulados legales en Costa Rica.
“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón, porque de él mana la vida”. Proverbios 4:23
Referencias
• Centers for Disease Control and Prevention (CDC, 2020).
• National Intimate Partner and Sexual Violence Survey, NISVS. Informes Centro Nacional para la Prevención y el Control de Lesiones, Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades Atlanta, Georgia
• Organismo de Investigación Judicial de Costa Rica (OIJ); página web.
• Informes del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), años 2017, 2019 y 2020.
• Fundación Instituto de Apoyo al Hombre (Fundiapho), Costa Rica.
• Observatorio de la Violencia, Ministerio de Justicia y Paz, Costa Rica.
