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Tu libertad de conciencia termina… en donde comienza la mía
Por: Jael Sánchez González
Originaria de la Ciudad de México, estudió la Lic. en Lengua y Literatura Hispánicas en la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, maestra por vocación, convicción y pasión. Es locutora y productora de radio, columnista y cuentista. Asesora externa de la Editorial SM. Corresponsal de la Revista México VIVE en Playa del Carmen, Quintana Roo.
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Desde que despertamos, hasta que termina nuestro día, somos acompañados y bombardeados por la industria de la publicidad, la cual nos hace llegar, a través de impactos visuales y auditivos, información que tienen como objetivo principal, persuadirnos para adquirir un bien, obtener un servicio o comprar un producto, y actualmente desde la comodidad de nuestro hogar a través de nuestro dispositivo personal.

Cuando salimos de casa podemos observar en las marquesinas de las paradas de transporte público, en las estaciones del Metro, (si vivimos en la CDMX), en la parte alta de los edificios, en las paredes de las calles, una gran diversidad de anuncios, los cuales cumplen con los objetivos de Informar, persuadir o recordar.
Pensará, amable lector que usted trabaja en casa y no se expone a este bombardeo visual, pero si tiene un dispositivo o una televisión, los impactos los recibe desde la comodidad de su mano, al tener un celular, o el control de su televisor, ya que las empresas de mercadotecnia tienen distintas estrategias para obtener datos y enviar todo tipo de anuncios.
Pero esto no es un tema nuevo. La publicidad es una estrategia tan antigua como la humanidad, ya que la historia tiene registro de vestigios de ello, y un ejemplo se ubica en la ciudad de Tebas, en donde se encontró el papiro de un comerciante egipcio, el cual ofrecía un rescate que se entregaría en el mejor lugar, donde “se tejen las mejores prendas”, y, otro ejemplo similar se encontró en Grecia en donde vestigios históricos muestran textos de comerciantes que ofrecían sus productos de “boca en boca” 1
Así que la publicidad nos ha acompañado a lo largo del tiempo, y en la actualidad, con el avance de la tecnología, se ha ido fortaleciendo y responde, sin duda a intereses económicos que van más allá de sus objetivos principales, los cuales ya comentamos en párrafos anteriores: informar, recordar y persuadir.
Los especialistas afirman que la publicidad activa la economía de mercado 2 , ya que una campaña bien enfocada puede aumentar las ventas del producto,o, pueden generar en el consumidor una decisión contraria…pero, ¿Qué sucede cuando la publicidad se enfoca en la difusión de una moda, forma de pensar o, en la difusión de una ideología?, la respuesta es determinante, atenta contra la libertad de conciencia.
Sin duda, la promoción de un producto va acompañado de la difusión de una ideología, y en estos últimos tiempos intencionalmente de género, y tenemos una gran diversidad de ejemplos, se ha preguntado, ¿Por qué una modelo en traje de baño anuncia un aceite de auto?, o ¿Una actriz famosa y reconocida, un producto para caballero?
La escritora y especialista Nathaly Guzmán Velasco, explica en su artículo “La ideología a través de la publicidad y las representaciones de género” (2016 )3 lo siguiente:
“En la industria de la publicidad no sólo se venden objetos, sino se establecen y reproducen representaciones de género ligadas a ideologías y estilos de vida determinados.”
Por esto, podemos ver y analizar anuncios comerciales en los cuales la imagen de la mujer es usada para representar estilos de vida o patrones ligados a la feminidad. Ejemplo de esto son las campañas publicitarias de dos supermercados en México, en los que hace algunos años, explotaron la imagen de una mujer trabajadora que lucha por su familia, y, mientras que otra empresa de supermercados, contrató durante una temporada, a una actriz, como imagen central, con poca experiencia para comprar productos alimenticios. Ambos representan estilos de vida distintos en los que se busca una identificación de acuerdo al estatus social y económico.


Durante años, se ha jugado con la imagen femenina, la cual se utiliza para incrementar las ventas, pero también para conceptualizar, clasificar y utilizar la imagen femenina como símbolo sexual, distorsionando, por supuesto, la identidad de la mujer.
1
Medios de comunicacion.Council of Europe en https://www.coe.int/es/web/compass/media Consultado 21 de junio 2022
2
Portal del consumidor. Protectora ,en http://www.protectora.org.ar/publicidad/analisis-economico-de-la-publicidad-y-su-impacto-sobre-los-consumidores/410 Consultado24 de junio 2022/
3
Nathaly Guzmán Velasco(2016) Revista Realidad No,47 en file:///C:/Users/jaels/Downloads/Dialnet-NarrativasMediaticas-6521118.pdf Consultado 20 de junio 2022


En el mismo artículo, la escritora Guzmán Velasco refiere al filósofo Louis Althusser(1994) quien argumenta que el discurso publicitario no sólo vende un producto o servicio, también: “ …establece conexiones en donde se vincula la ideología de género al “ofrecer modelos específicos… en donde más que transmitir información, proporcionan aspiraciones, proporcionan un espejo para construir una imagen personal, para construir un sentido de ser; un modelo de feminidad, para constituirse como sujetos, una dinámica de identificación, ya que los anuncios interpelan y ocupan una necesidad social de tener pautas de comportamiento en las complejas sociedades modernas.” 4
Y, sin duda, esto ha sido así, sin embargo, hasta hace algunos años bastaba con apretar un botón del control para decidir el canal televisivo que se disfrutaría con la familia, y, los programadores de contenido cuidaban que los programas con un contenido violento se transmitieran en un horario no clasificado para menores, mientras que el área de mercadotecnia clasificaba los anuncios de acuerdo al horario y la clasificación, y, si pasaban algún comercial o programa que los padres consideraban no apto para ellos, con un sólo click, cambiaban de canal, así, ejercitamos nuestra libertad de conciencia.
Pero, definitivamente, los tiempos han cambiado, actualmente pareciera que ya no decidimos nosotros. Si
tenemos un celular, y, si cada familiar o acompañante tiene el propio, el tiempo de esparcimiento, para disfrutar de un programa televisivo en familia, se ha evaporado, ya que podemos ver, en nuestro dispositivo, la serie, película, videojuego o estar en la APP que decidamos, sin que los demás nos digan que no están de acuerdo con lo que estamos viendo.
Esto ha sido una gran oportunidad para las marcas publicitarias, las cuales no sólo tratan de vender un producto, o de persuadirnos por votar o por adquirir un estilo de vida, también están tratando de adoctrinarnos, de manera seductora, lenta, cotidiana y casual para que se vean “normales” las conductas que atentan contra el diseño original con el que fuimos creados.
De esta forma, no sólo se trata de posicionar una marca, se trata de hacer creer a las generaciones más jóvenes que todo es normal, tan normal que las personas que creen y defienden los valores y principios que han regido a la humanidad, desde que el hombre existe sobre la Tierra, ¡ahora son las que están mal, las anormales!
Y si durante décadas se manipuló la imagen de la mujer y se le etiquetó como un estereotipo sexual, (modelos inalcanzables, con cuerpos espectaculares), ¡Ahora se está distorsionando el concepto de familia, aceptando como normal, relaciones que niegan el diseño original de la creación!, en el cual, sólo se creó hombre y mujer, no hubo otro sexo, ni otra clasificación de género, sólo hombre y mujer; y la ciencia lo confirma a través de la biología demostrándolo con el ADN.
4
Íbdem
5
Medios de comunicacion.Council of Europe en https://www.coe.int/es/web/compass/media. Consultado 21 de junio 202218
JULIO/AGOSTO 2022
México Vive


¡Es inaudito cómo la cultura progresista nos está bombardeando con campañas publicitarias en las cuales están adoctrinando a la sociedad para aceptar relaciones amorosas con parejas del mismo sexo!, y además el mensaje implícito es: Si no te gusta, o no aceptas, ¡Es normal, ellos no están mal!, y lo que debe ponernos en alerta es que ya no es solo una marca, como Doritos, actualmente, en las redes sociales se están sumando Chevrolet, Coca Cola, Colgate, Burguer King, McDonalds, Axe, entre otras, empresas que no sólo están promoviendo su producto, sino también la ideología de género a través de la supuesta diversidad sexual, y ahora se suma un nuevo concepto, la diversidad familiar, y, ¡El mensaje va dirigido a las nuevas generaciones, a los niños y adolescentes, para que vean normal a sus amigos con papá y papá, o mamá y mamá!
Estas campañas progresistas atentan contra nuestra libertad de conciencia al querer adoctrinar bajo la perspectiva de género, no sólo a una sociedad, o, a un país, si no a la humanidad entera al transmitirlos a través de la internet, la cual traspasa fronteras.
En la página de “Council of Europe”, en el artículo “Medios de comunicación”, se plantea el siguiente argumento: “El creciente poder de los medios de comunicación, especialmente Internet, puede servir para aumentar la conciencia y la participación, y para mejorar el acceso a la información, pero también tiene peligros inherentes. Puede fomentar la empatía y el activismo por los derechos humanos, pero también puede correr el riesgo de alimentar el odio, los estereotipos y la desinformación. Los niños y los jóvenes son especialmente vulnerables a los riesgos en Internet.” 5
¡Qué gran verdad!, y qué gran responsabilidad tenemos de pararnos ante estas estructuras mentales que
van directo a nuestro intelecto y bajan al corazón, estamos frente a un gigante que se mueve en la “nube de la información”, con el propósito de desinformar y romper estructuras morales y naturales, penetrando en nuestra intimidad a como dé lugar y adoctrinar sobre la “nueva normalidad sexual”, que no es normal y que atenta contra la libertad de conciencia para destruir los valores y la identidad original con la que fuimos creados.
Difícilmente podremos detener esta imposición, pero sí podemos fortalecer a la familia y la identidad de nuestros niños y adolescentes, enseñarles que fueron creados a imagen y semejanza del Creador, y a ejercer su libertad de decisión, a vivir una vida normal, en la que su sexualidad no sea trastocada o cambiada por el adoctrinamiento LGTBIQ+.
Cada uno de nosotros somos responsables de lo que vemos, compramos y aceptamos, ¿Por qué aceptar la ideología que promueven? Es importante que decidamos qué vemos, y que reflexionemos que “su libertad de conciencia termina… donde comienza la nuestra”, y nosotros tenemos el poder de decidir qué vemos y qué compramos, pero también es la oportunidad de levantar la voz y hacer uso de las herramientas ya mencionadas para promover principios y valores que fortalecen el comportamiento humano, que son la base de la construcción de la humanidad comprobada por años, y que no tergiversan, y manipulan la manera natural, ni el diseño e la identidad de ninguna persona.
JULIO/AGOSTO 202219