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GENERACIÓN DE RECURSOS QUE CAMBIA LAS CONDICIONES MATERIALES PARA LAS SOBREVIVIENTES.
La filantropía, así como las agencias gubernamentales, han sido durante mucho tiempo un campo fiscalmente conservador que valora las métricas sobre el movimiento. Parte de la función de este Marco es organizar la comunidad filantrópica, aprovechando nuestras plataformas individuales para recaudar y distribuir fondos sustanciales para el trabajo de justicia de sobrevivientes. Vemos nuestro papel como un conducto creciente entre las organizaciones locales, regionales y nacionales para que ellas/nosotras tengamos los recursos para idear, experimentar e implementar nuevas estrategias para abordar la violencia sexual como una crisis global de salud pública.
El financiamiento para sobrevivientes de violencia sexual y la educación comunitaria para combatir el daño sexual se limita principalmente a subvenciones pequeñas e inadecuadas para agencias gubernamentales que abordan ampliamente este problema; por ejemplo, ‘violencia doméstica’ o ‘prevención del delito’. Desafortunadamente, las organizaciones sin fines de lucro que se enfocan específicamente en la violencia sexual luchan por llamar la atención de la filantropía. Muchos financiadores no tienen un análisis de la violencia sexual dentro de su comprensión estratégica del trabajo del movimiento de justicia social, en lo absoluto. Esta es una de las innumerables razones por las que nos vimos obligadas a crear y compartir este marco. Cuando se tienen en cuenta las donaciones para las mujeres y niñas negras, específicamente, que reciben solo el 0,5 % de los 66,900 millones de dólares donados por fundaciones en los EE. UU., el porcentaje destinado a la violencia sexual experimentada por las mujeres y niñas negras es terriblemente pequeño.17
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En 2018, Tarana Burke y el equipo inaugural de ‘me too’ trabajó con la Fundación de Mujeres de Nueva York para crear El Fondo para el
Movimiento Me too y Aliados, que proporcionó $1 millón de dólares a organizaciones que trabajan para combatir la violencia sexual en sus comunidades. A raíz del #metoo, se volvió viral, el movimiento se volvió viral y los partidarios donaron una afluencia momentánea de fondos para apoyar la interrupción del statu quo de la cultura de la violación. Gran parte de esas donaciones se destinaron a organizaciones nacionales convencionales. Cuando pasó el momento viral, el dinero se alejó del campo de la justicia para sobrevivientes, ya que la comunidad filantrópica en general continúa batallando en comprender el problema de la violencia sexual y no ha priorizado el trabajo de las organizaciones de base, personas de color, mujeres y femmes que trabajan para poner fin a la violencia sexual. En su lugar, cada año, reservamos una parte de nuestro presupuesto para otorgar pequeñas subvenciones a organizaciones de base a medida que organizamos a la comunidad filantrópica más amplia para que tomen en serio el trabajo de justicia para sobrevivientes en sus carteras.











Infraestructura Organizacional que Refleja la Cultura del Lugar de Trabajo que lxs Sobrevivientes Merecen: Aquí en me too. Internacional creemos que la acción debe ocurrir tanto interna como externamente. Somos una organización comprometida con llevar la justicia de las sobrevivientes y los valores y principios que se alinean con ese marco a nuestra organización. Estamos comprometidas a desarrollar protocolos, prácticas, recursos y una cultura laboral que priorice la sanación de nuestro personal y su acción política individual.
EN ME TOO. INTERNACIONAL, NUESTRO TRABAJO NACE DE UN PROFUNDO AMOR Y COMPROMISO CON

LAS PERSONAS QUE HAN SUFRIDO VIOLENCIA SEXUAL.



DEBIDO A NUESTRO COMPROMISO
CON TODO SOBREVIVIENTE, BASAMOS
NUESTRO TRABAJO EN UNA LENTE

ANTICAPITALISTA, ANTIPATRIARCAL,



ANTIRRACISTA, ANTICASTAS,



ANTIHOMOFOBIA, ANTI-TRANSFOBIA, ANTI-CAPACITISMO Y JUSTICIA

PARA SOBREVIVIENTES.
