

En el momento de la elaboración de este proyecto el centro se encuentra en una situación de estabilidad, si bien afronta una serie de desafíos que requieren una planificación estratégica clara y precisa.
En primer lugar, es necesario garantizar la continuidad del colegio a largo plazo, desde el punto de vista del carisma y la misión, pero también desde la perspectiva de la organización. La reducción del número de religiosas y la asunción de cargos de responsabilidad por parte de seglares implican un cambio significativo en la dinámica del centro. Se hace indispensable, por tanto, establecer un marco de actuación que asegure la fidelidad al carisma, pero al mismo tiempo adaptar la estructura organizativa a la nueva realidad.
En segundo lugar, y en relación con lo señalado anteriormente, en este curso se ha producido un relevo en la dirección pedagógica del centro. Esta nueva realidad se presenta como una oportunidad para un cambio positivo y transformador, cambio que debe cimentarse sobre un proyecto de dirección sólido y bien definido, que establezca con claridad los objetivos, las estrategias y las acciones para llevarlo a cabo.
En tercer lugar, existe una demanda por parte del profesorado para acometer determinados cambios. En las encuestas de satisfacción de los últimos años, en el cuestionario de la Comisión para la Fundación, en las diferentes dinámicas de trabajo con el profesorado, el claustro viene señalando determinados aspectos de mejora que el nuevo Equipo Directivo tiene la obligación de recoger e incorporar a su proyecto de gestión.
Por último, desde la titularidad se ha solicitado la elaboración de un proyecto de dirección, con el objetivo de afianzar el camino para el futuro de los distintos colegios de la congregación.
Debemos señalar que el proyecto de dirección que ahora se presenta no surge de forma improvisada. El documento se elaboró a lo largo del curso pasado, aunque en otro formato, y venía marcando, desde su aprobación, las decisiones y tareas del nuevo Equipo Directivo. Tanto en su origen como en la versión actual, el proyecto se concibe como un instrumento
flexible y adaptable, una hoja de ruta llamada a guiar el camino del colegio en los próximos años y en la que el Equipo Directivo, claustro de profesores/ as, personal no docente, alumnado y familias, cada uno con su rol, deben ser una pieza fundamental para construir un futuro filipense.
El colegio está situado en el entorno del pazo de Vista Alegre, en el centro de Vilagarcía de Arousa. En el pasado, su zona de influencia se extendía prácticamente por toda la comarca del Salnés, pero con los cambios en el modelo educativo y con el actual sistema de matrícula, se fue reduciendo y asimilando, poco a poco, con los límites del municipio de Vilagarcía, de donde procede hoy la práctica totalidad del alumnado.
Vilagarcía, tanto su núcleo urbano como el municipio, ha crecido urbanística y demográficamente de forma constante en las últimas décadas y actualmente cuenta con alrededor de 40 000 habitantes. Este crecimiento poblacional ha hecho que la ciudad se dotase de servicios y que hoy cuente con una amplia oferta tanto sanitaria como deportiva, de ocio, académico-cultural o educativa. Cabe señalar que actualmente existen 9 centros que ofrecen Educación Infantil (IE); 9, Educación Primaria (EP); 6, Educación Secundaria Obligatoria (ESO), y 4, Bachillerato y Formación Profesional. Por lo que respecta al entramado económico, este se asienta especialmente sobre el sector servicios y se complementa
con una amplia red de pequeñas y medianas empresas transformadoras, así como con el puerto, la acuicultura y la agricultura vitivinícola. El resultado es una ciudad con un nivel de vida medio, bien dotada de servicios, demográficamente estabilizada y con una escasa presencia de población inmigrante (menos del 4 %).
A nivel lingüístico la lengua vehicular de la mayoría de los estudiantes y la predominante en la zona es el español. Aquellos niños y niñas que proceden de familias gallegohablantes, en el contexto escolar abandonan su lengua materna y pasan a comunicarse exclusivamente en español.
En este contexto, el colegio se ubica, como decíamos al inicio del apartado, en el entorno del pazo Vista Alegre, lo que le confiere características muy particulares en cuanto a espacio físico. Goza de un entorno natural de jardines, patios, bosque y huerta de algo más de una hectárea, pero también de las restricciones propias de una parcela y unas edificaciones protegidas por la legislación patrimonial.
El centro supera los seiscientos alumnos/as de entre 3 y 16 años.
La mayor parte residen en la propia ciudad, vienen caminando al colegio y realizan toda la enseñanza obligatoria en nuestro centro. Proceden de familias que eligieron el centro, sobre todo, por su educación en valores, pero también por la proximidad a su domicilio, por su carácter religioso o por la imagen que tienen de él, bien por ser antiguos/as alumnos/ as, bien porque “les han hablado” positivamente de él. Las pruebas de diagnóstico de la LOE han colocado en su momento el ISEC (índice socioeconómico y cultural) de estas familias en un
nivel medio-alto; sin embargo, el perfil del alumnado es más plural y diverso de lo que refleja dicho índice.
Nuestros alumnos/as son mayoritariamente de origen nacional, con una pequeña parte, creciente, de alumnado inmigrante, especialmente de origen latinoamericano, que no tiene, aparentemente, problemas de integración. Creciente es también el número de alumnos/as con necesidades educativas especiales (NEE), que el colegio recibe e integra cada año y que, por veces, supera los medios materiales y humanos de los que se dispone.
Las características generales de estos alumnos/as son, seguramente, similares a las de los niños/as y adolescentes de su edad:
• Pertenecen a una cultura audiovisual y de dispersión y superficialidad, lo que hace de ellos personas poco reflexivas y que difícilmente escapan a la atracción del consumismo. Con todo, tienen gran facilidad para adaptarse a los cambios y sus círculos de relación son muy amplios, gracias a las redes sociales.
• Buscan sentirse reconocidos por sus iguales, por los profesores/as y por su contorno y sufren la tentación de valorar más los resultados, a pesar de ser conseguidos con poco esfuerzo, que el saber real logrado con el trabajo diario.
• Muestran capacidad de ilusionarse, son optimistas ante la vida, creativos y de espíritu emprendedor, lo que les lleva a comprometerse con aquello que les interesa y favorece el trabajo en equipo y la investigación.
• Son fiel reflejo de la religiosidad de sus respectivas familias y sufren la secularización de una sociedad que no les facilita experiencias de trascendencia ni espacios de recogimiento y silencio. Con todo, son receptivos a los valores cristianos, si estos les llenan la vida y les hacen crecer como personas.
Las familias que traen a sus hijos/as a nuestro colegio están compuestas, mayoritariamente, por tres o cuatro miembros (padre, madre y uno o dos hijos/as; son pocos los alumnos/as que viven únicamente con un progenitor o que comparten hogar con outras persoas), habitan una vivienda de su propiedad y hablan castellano, tanto en la pareja como con los hijos/as. La mayor parte tienen estudios básicos (EGB/ESO) o medios (BAC/FP) y aproximadamente un tercio tienen estudios superiores; es mayor el nivel académico de las madres. Trabajan, mayoritariamente, los dos miembros de la unidad familiar y el perfil profesional se corresponde con pequeños empresarios, autónomos, profesionales liberales, trabajadores por cuenta ajena, con una situación económica que ellos mismos definen como aceptable. En la mayoría de los hogares se dispone de libros y conexión a internet y hay una actitud positiva hacia la cultura (periódicos, lectura…). Están preocupados por la educación de sus hijos/as y los ayudan, principalmente las madres, a realizar las tareas y a estudiar.
En el aspecto religioso, son mayoritariamente católicos/as no practicantes y muestran aprecio hacia los valores cristianos. Su relación con el centro se canaliza, en buena medida, a través de las entrevistas con los tutores/as de sus hijos/as y del ANPA.
La escuela cuenta con un equipo formado por unos cuarenta docentes, de los que únicamente una persona es religiosa filipense. En términos generales, se trata de un grupo estabilizado, que mantiene buenas relaciones entre sí y en el que, teniendo en cuenta la edad y la situación contractual, no se prevén grandes cambios a corto plazo. Existe preocupación entre el profesorado por la continuidad del centro, por la renovación pedagógica y por ser capaces de adaptarse a los nuevos tiempos, sin perder la esencia del carisma filipense.
Trabajan, además, en el centro nueve personas dedicadas a tareas de administración y servicios. Se trata de un grupo estable, que cuida del colegio y que muestra interés en realizar su trabajo de forma que ayude a la convivencia.
El actual CPR Plurilingüe Sagrada Familia fue fundado como colegio femenino por la congregación de Religiosas Filipenses Misioneras de Enseñanza en el año 1945. Con él se le daba continuidad a la escuela regentada por doña Francisca de Haz y Tena, que hasta ese momento venía funcionando en el “pazo” de Vista Alegre. Las instalaciones, que inicialmente contaban con un pequeño internado, pronto se quedaron pequeñas y el centro se fue ampliando poco a poco: primero ocupó las diferentes construcciones que incluía la parcela y en la década de los 60 se levantó un edificio nuevo, que se unió al “pazo” por un puente.
Con la ampliación del colegio y el aumento del alumnado, las religiosas incorporaron al claustro, también por estos años, los primeros profesores/as seglares.
La llegada de la democracia supuso una “explosión” legislativa en el ámbito educativo y el colegio se fue adaptando y transformando a la par de ella. Es así como, sin perder nunca su ideario católico y filipense, el centro se fue convirtiendo en mixto, concertado, plurilingüe, al tiempo que la crisis vocacional fue configurando su claustro como mayoritariamente seglar.
El presente es un colegio con más de ochenta años de historia, profundamente incardinado en la ciudad y que mantiene viva la llama educativa y pastoral de las Religiosas Filipenses Misioneras de Enseñanza.
1.1.- Objetivo general
Mejorar y optimizar la distribución de espacios del centro y la inversión en infraestructura y recursos.
1.2.- Objetivos específicos
• Redistribuir los espacios del centro.
• Diseñar un plan de inversiones, mejora y mantenimiento del centro.
2.1.- Objetivo general
Mejorar la coordinación interna y la gestión documental y diseñar estrategias de comunicación y formación para el profesorado.
2.2.- Objetivos específicos
• Mejorar la coordinación interna.
• Mejorar el funcionamiento de los equipos de trabajo.
• Mejorar la formación del profesorado.
• Involucrar al ANPA en el funcionamiento del centro.
• Mejorar la comunicación externa.
• Mejorar la organización de la documentación.
3.1.- Objetivo general
• Mejorar la convivencia en el centro y desarrollar estrategias para fomentar las relaciones dentro de la comunidad educativa.
3.2.- Objetivos específicos
• Revisar los documentos básicos del centro relacionados con la convivencia.
• Fomentar las relaciones entre la comunidad educativa.
• Desarrollar estrategias que favorezcan la convivencia.
4.1.- Objetivo general
Unificar criterios y mejorar la coordinación pedagógica, al tiempo que se refuerzan determinadas áreas del centro y se crean redes de colaboración internas y externas al centro.
4.2.- Objetivos específicos
• Unificar criterios pedagógicos.
• Mejorar la coordinación pedagógica.
• Mejorar el aprovechamiento de los recursos humanos.
• Revisar la oferta de actividades extraescolares.
• Crear redes de colaboración internas y externas.
• Reforzar el área de orientación.
• Priorizar la dinamización lingüística.
• Poner en funcionamiento la biblioteca.
5.1.- Objetivo general
Elaborar y definir las líneas maestras de la pastoral del centro y mejorar la organización y la acción pastoral.
5.2.- Objetivos específicos
• Elaborar el proyecto pastoral del centro.
• Mejorar la organización del área de pastoral.
• Mejorar la acción pastoral.