Por: Gemma Marín | Fotografía: GFxtras
Ciertamente, esto no suena fácil, pero dicen algunos especialistas que para este objetivo es necesario re-aprender y entrenarnos. La psicóloga y terapeuta familiar sistémica Ma. de los Ángeles Sierra, identifica a un hábito, como: “Una acción que se ha llevado a cabo tan frecuentemente, que casi se convierte en una respuesta involuntaria”. La especialista, puntualiza como primer paso para un proceso de cambio y reaprendizaje, aceptar que hay un problema, para saber qué es lo que quieres modificar. Para desactivar ese mal hábito de nuestras actitudes y/o acciones, nos propone hacer un análisis de lo que sucede cuando lo practicamos; como por ejemplo: ¿Qué pasa dentro de ti cuando estás repitiendo ese “patrón”? ¿Cómo te comportas, qué dice tu mente? Y, ¿cuáles son las consecuencias en tu vida o en la vida de los que te rodean? Para hacer más accesible este paso, finalmente pilar del cambio, Ángeles Sierra nos invita a indagar de dónde viene nuestro mal hábito, formulándonos preguntas, como: ¿Qué creencias están detrás? ¿De quién lo aprendí? ¿De qué tengo miedo cuando pienso que ese hábito se irá? ¿Qué creencias necesito para mantener un nuevo patrón de conducta? Y, ¿cómo será mi vida desde estas nuevas creencias? Una vez aceptado y reconocido el mal hábito, podemos trabajar en cambiar. A continuación te sugerimos algunas claves para facilitar y concretar el cambio:
Focalizar el cambio Una vez identificados los hábitos a cambiar, se recomienda focalizarse sólo en uno, para canalizar toda la energía y atención.
Romper con la rutina Hay que romper con la rutina que nos provocan los hábitos, sustituyéndolos por distractores o acciones diferentes que nos traigan un beneficio y nos recuerden alejarnos de ellos. Compartir el cambio Los hábitos son contagiosos. Algunos expertos señalan, que compartir nuestro proceso de cambio con personas “positivas”, nos alientan y recuerdan el objetivo a alcanzar.
Recaer es normal Las “reacaídas” son probables, pero es parte del proceso; por lo que es importante estar conscientes que al alterar la conducta del cambio se experimenta el método de prueba y error; es bueno aprender de los errores.
Entrenarse La voluntad se entrena, no basta tener ganas, sino que se requiere de un esfuerzo adicional y constante. Todo con paciencia Para no abandonar el cambio, es importante considerar que debemos ser pacientes en los resultados, pues éstos llegarán con la perseverancia, la confianza y el compromiso con uno mismo. Un día a la vez.
Debido a que algunos cambios son dolorosos, se recomienda la asesoría o acompañamiento de un especialista, ya que el crecimiento y el cambio deben estar motivados por un propósito superior, fincado en el aquí y ahora, visualizando la recompensa que traerá a nuestra vida, siendo más útiles y felices.
Visualizar las metas Es importante visualizarse a uno mismo haciéndolo. Hay que ponerse metas aunque parezcan pequeñas, es mejor pasos lentos pero seguros.
maxwell.com.mx
73