Por: @meestoycasando | Image: Shutterstock
neta que haya sucedido o vaya a suceder similar a la suya. Lo sé, todas las bodas son iguales, pero ellas se resisten a creerlo. Así que, saca de tu lenguaje frases como: “Deberíamos de bailar el vals como Leo y Sofía” o “¿por qué no hacemos el pastel como Eli y Mariana?”. Si te gustó el vals de Leo y Sofía descríbeselo como si fuera único y que jamás nadie lo hará. Olvídate de la palabra “barato”. Lo sé, es normal que te sientas interesado por gastar de manera eficiente tus recursos, pero que no se te ocurra decirle que entre los centros de mesas con rosas o tulipanes seleccione las rosas porque son más baratas. Eso guárdalo para cuando estés con tus cuates planeando qué cuarto de la playa rentarán para la despedida de soltero. Acá, en cambio, opta por “pienso que las rosas le dan más vida a los centros de mesa”. Emociónate. A nosotros nos emociona el gol que “El Hermoso” Peralta le hizo a Brasil en los Olímpicos de Londres o Checo Pérez corriendo por el Autódromo Hermanos Rodríguez o compartir nuestra vida con la mujer que amamos (por eso nos casamos), pero nosotros NO sentimos euforia por una fiesta. Sin embargo, a ella le cuesta trabajo hacer esta división entre la boda y el matrimonio que para nosotros es muy clara. Así que ánimo, prepara tus mejores sonrisas para cuando estén visitando proveedores y haciendo la mesa de regalos, no querrás que erróneamente piense que no te ilusiona casarte con ella. Evita hablar de la boda con tu familia estando ella presente. Aclaro, no significa que no los incluyas o que no les hables del proceso; a decir verdad, tu familia (y la de ella, obviamente) serán pieza fundamental en este negocio, pero trata de que las pláticas en donde vean detalles como presupuestos y apoyo no las hagas con ella presente, por alguna razón se vuelven muy sensibles y no querrás que acabe odiando a tu hermano o papá antes de casarse. Ámala. El amor es una acción y un hecho, basta de conceptos cortos de que “es un sentimiento”, el amor te motiva a hacer actos por el bienestar de alguien que no eres tú. Así que, ahora que estás por casarte y que aceptaste amarla para siempre (sí, para siempre) comienza por hacer tu primer acto de amor en esta aventura llamada matrimonio y ayúdala a que ella tenga su boda única que siempre soñó. No pierdas la cabeza ni te enganches, sé estratégico y calculador. Te prometo que cuando la veas entrar a la iglesia sabrás que todo valió la pena. ¡Ponte vivo maestro! Una mujer valiosa acaba de decidir estar contigo para siempre, y eso es lo mejor que te puede pasar en la vida. P.D. Ojo con las hermanas y la mamá de la novia, ahí está el verdadero peligro. +Info: : @meestoycasando : Me Estoy Casando