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ablar del lugar de trabajo del siglo XXI es pensar en espacios personalizados que cubran las necesidades de los usuarios. Para tener una oficina de trabajo conectada con el mundo exterior, es necesario pensar en conjuntos tecnológicos que influyan directamente en conceptos de productividad, eficiencia y creatividad.
Espacio: Lo más cómodo es abierto, móvil y funcional, donde se pueda interactuar entre usuarios en diferentes formas y tiempos. Los espacios básicos recomendados son áreas de trabajo abiertas o talleres, salas interactivas y cocinetas.
Iluminación: Al hablar de luz es hablar de escenarios y sensaciones. Es imprescindible tener este elemento para tener contacto físico y saludable con la naturaleza de forma controlada. Por otro lado, en una oficina tecnológica es básico hablar de ahorro de energías y, en este caso, recomiendo la luz LED.
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Mobiliario: Existen gran variedad de diseños, pero no existe mejor mueble que el que funciona de manera adecuada y que brinda confort necesario a la antropometría de los usuarios. Es importante que sea ligero para facilitar distintas distribuciones.
Medios digitales: Hoy en día, gracias a la tecnología la forma en que nos conectamos es diferente, como tener salas interactivas con pizarras inteligentes de forma que los usuarios tengan conectividad y transparencia en todo momento. La comunicación interna es otro servicio que se da de forma digital, de manera que sea automatizada y ecológica.