

Nos complace presentarles la revista Lugares Turisticos una publicación que busca llevarles información relevante, entretenimiento y experiencias enriquecedoras. En cada edición, nuestro objetivo es brindarles una visión única y emocionante del mundo que nos rodea.
En la revista Lugares Turisticos, nos comprometemos a ofrecerles contenido de calidad en una amplia variedad de temas. Desde artículos sobre moda, belleza y estilo de vida, hasta noticias de actualidad, cultura y arte, nuestro equipo editorial se esfuerza por brindarles una experiencia de lectura enriquecedora y estimulante.
Nuestra revista se destaca por su enfoque fresco y vanguardista. Creemos en la importancia de la diversidad y la inclusión, por lo que encontrarán una amplia representación de voces y perspectivas en nuestras páginas. Valoramos la autenticidad y la originalidad, buscando descubrir y presentar historias y talentos únicos que merecen ser conocidos.
Además de los contenidos escritos, también nos enorgullece presentarles una sección de fotografía de alta calidad. A través de imágenes cautivadoras, queremos transportarlos a lugares lejanos, capturar momentos mágicos y despertar su imaginación.
La revista Lugares Turisticos es mucho más que una simple publicación. Queremos construir una comunidad de lectores apasionados y curiosos que compartan nuestras mismas inquietudes y valores. Por eso, los invitamos a unirse a nosotros en este emocionante viaje, a través del cual descubriremos juntos las maravillas del mundo.
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Atentamente,
El equipo editorial
En un mundo lleno de maravillas naturales y culturales, los lugares turísticos se alzan como testigos silenciosos de la grandeza y diversidad que nuestro planeta tiene para ofrecer. Desde majestuosas montañas hasta ciudades llenas de historia y playas de ensueño, cada rincón del mundo tiene algo único que cautiva a los viajeros ávidos de nuevas experiencias. En esta editorial, queremos destacar algunos de los destinos turísticos más fascinantes del mundo y celebrar el impacto positivo que el turismo puede tener en la preservación y promoción de estos lugares. Comencemos nuestro viaje en el corazón de América del Sur, donde se encuentra la imponente ciudad de Machu Picchu en Perú. Esta joya arqueológica de la antigua civilización inca nos transporta a un pasado misterioso y fascinante. Rodeada de montañas verdes y envuelta en la niebla de las alturas, Machu Picchu es un testimonio de la ingeniería y la cosmovisión andina. Su belleza y misticismo nos recuerdan la importancia de preservar y respetar nuestro patrimonio histórico.
Siguiendo nuestro camino hacia el este, nos encontramos con las enigmáticas pirámides de Giza en Egipto. Estas enormes estructuras construidas hace miles de años por los antiguos egipcios siguen siendo un enigma para los arqueólogos y una fuente de fascinación para los visitantes. Contemplar las pirámides de cerca es un recordatorio de la grandeza y la capacidad humana de crear obras monumentales que resisten al paso del tiempo.
No podemos dejar de mencionar la hermosa ciudad de Venecia en Italia, conocida como la “Reina del Adriático”. Este enclave urbano único y romántico, construido sobre un conjunto de islas, nos invita a pasear por sus estrechos canales en góndola y a perderse por sus encantadoras calles empedradas. Sin embargo, la belleza de Venecia también nos recuerda la importancia de abordar los desafíos ambientales a los que se enfrenta, como el aumento del nivel del mar y la erosión. El turismo responsable y sostenible se convierte en una herramienta crucial para preservar este tesoro histórico y natural.
En nuestro periplo mundial, no podemos olvidar mencionar la asombrosa Gran Barrera de Coral en Australia. Este ecosistema marino es el hogar de una increíble diversidad de vida marina, con miles de especies de peces, corales y otros organismos marinos. La Gran Barrera de Coral es un recordatorio de la frágil belleza de nuestros océanos y de la necesidad urgente de protegerlos. La conciencia generada por el turismo puede desempeñar un papel vital en la conservación de este invaluable tesoro natural.
Por último, nos adentramos en los exuberantes paisajes de la Patagonia, compartida por Argentina y Chile. Este vasto territorio ofrece una combinación perfecta de montañas majestuosas, glaciares imponentes y lagos cristalinos. La Patagonia nos regala un entorno natural prístino y virgen, invitándonos a conectar con la grandeza de la naturaleza y a reflexionar sobre nuestra responsabilidad de protegerla para las generaciones futuras.
Estos destinos turísticos son solo una pequeña muestra de la abundancia de maravillas que nuestro mundo alberga. Sin embargo, es esencial que el turismo se desarrolle de manera sostenible y respetuosa, preservando la autenticidad y la integridad de los lugares que visitamos. Los viajes pueden ser una fuerza positiva para el desarrollo económico y la conservación, pero solo si se gestionan adecuadamente, priorizando el respeto por el medio ambiente y las comunidades locales.
Como viajeros responsables, tenemos la responsabilidad de cuidar y proteger estos tesoros turísticos para que las generaciones futuras también puedan disfrutar de su belleza. Al elegir destinos y actividades turísticas sostenibles, al respetar las normas locales y al ser conscientes del impacto que nuestros viajes tienen en el entorno, podemos convertirnos en guardianes de estos lugares mágicos.
Gran Muralla, China
Esta fortificación de 212 mil km, de la que se conserva aproximadamente 1/3, es la construcción en su tipo más grande del mundo y uno de los iconos turísticos de China.
La obra unía la frontera chino-coreana con el desierto de Gobi y fue construida como protección contra pueblos chinos hostiles y enemigos extranjeros, entre los siglos V a.C. y XVI.
Su altura es de entre 6 y 7 metros y su ancho máximo es de 5 metros, por lo que no se puede ver desde la Luna, menos desde Marte.
Para su construcción se emplearon los materiales que había a mano a lo largo del extenso recorrido. Tiene sectores de piedra caliza, grava triturada, ladrillos cocidos y granito.
Las torres de vigilancia y los cuarteles fueron ubicados para aprovechar las ventajas estratégicas de la topografía.
La Gran Muralla China fue incluida entre las Nuevas Siete Maravillas del Mundo Moderno y es Patrimonio de la Humanidad. En el siglo viii a. C., en el comienzo del período conocido como primaveras y otoños, China sigue un sistema feudal. El territorio se divide en cientos de feudos o estados dirigidos por príncipes, en teoría todos reunidos bajo los reyes de la dinastía Zhou.
Así, alrededor del siglo v a. C., el estado de Qi inicia la construcción de un muro; algunas de sus partes se mantienen aún en pie. A mediados del siglo iv a. C., el estado de Wei comenzó la construcción de un muro en su frontera occidental, cerca de Qi, y un segundo muro en su frontera oriental.
Fue imitada por los estados de Yan y Zhao. Comúnmente, la técnica utilizada para realizar las paredes fue de capas de tierra de unos pocos centímetros que se compactan una encima de otra, entre planchas de madera.
Las planchas de madera se extraían posteriormente, dejando una pared de tierra compactada muy dura. Este método podría desarrollar rápidamente sólidos muros que pueden resistir siglos.
En las torres de defensa se alojaba una guarnición de entre 30 y 50 hombres, que servía en turnos de cuatro meses. Los soldados vivían en la misma torre, donde guardaban sus pertrechos y alimentos. Estas construcciones eran, en realidad, pequeños castillos que podían resistir asedios prolongados.
En realidad, desde decenios atrás la estrategia de defensa de los Ming frente a los nómadas había pasado por una de las soluciones clásicas del Imperio chino: la de la barrera defensiva. Los Ming construyeron una nueva Gran Muralla, aunque de características más avanzadas que las anteriores. Mientras que en el pasado las fortificaciones se habían erigido empleando la tierra como materia primera, compactándola en una especie de tapial, ahora se empleó en la mayoría de los tramos una combinación de zócalo de
En la Necrópolis de Guiza, a 14 km al suroeste de El Cairo, hallarás las pirámides Micerinos, Kefrén y Keops, esta última la más atractiva para los turistas pues es la única de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo que se mantiene en pie. Además, es la mayor de las pirámides egipcias y fue la construcción más alta del planeta por casi 4 milenios.
Keops tiene una altura de 136.9 metros y cada uno de sus lados mide 230 metros y fracción. Fue construida por el faraón, Keops, hacia el año 2570 a.C. y no deja de causar asombro la forma en que los antiguos egipcios minaron, transportaron, tallaron, levantaron y ensamblaron, sus más de 2 millones de bloques de piedras, en una de las obras de ingeniería más colosales de la historia de la humanidad.
Sus cámaras, galerías y pasajes interiores, son espacios llenos de misterio.
Las pirámides muestran, para su época, el gran conocimiento de los técnicos egipcios y la capacidad organizativa necesaria para construir tales monumentos con medios muy simples; pero nada parece indicar que hiciera falta una tecnología superior a la que disponían los egipcios representada por “ingenios” de madera, trineos, y como no conocieron la rueda hasta el Imperio Medio, rodillos de madera y rampas.
No se sabe con certeza cómo se construyeron las pirámides, pues no han perdurado documentos de su época que lo describan.
La hipótesis más aceptada es la siguiente: previamente se procedía a aplanar el terreno rocoso, y excavar canales para inundarlos de agua y así poder marcar líneas de nivel con las que se preparaba una superficie horizontalpor otro lado los bloques se colocaban a continuación sobre trineos y se arrastraban hasta su emplazamiento definitivo.
Anubis es el dios egipcio de la momificación y la otra vida, así como el dios patrón de las almas perdidas y los desamparados. Es uno de los dioses más antiguos de Egipto, que muy probablemente se desarrolló a partir del dios chacal anterior (y mucho más antiguo), Wepwawet, con el que se lo suele confundir. La imagen de Anubis se puede ver en las tumbas reales desde la Dinastía I de Egipto (en torno a 3150-2890 a.C.), pero no hay duda de que ya se había desarrollado un culto antes de este periodo para que se lo invocara en las paredes de las tumbas por protección. Se cree que se desarrolló en respuesta a los perros salvajes y los chacales que escarbaban en las tumbas recientes en algún momento durante el Periodo Predinástico de Egipto (en torno a 6000-3150 a.C.), ya que los egipcios creían que una poderosa deidad canina era la mejor protección contra los perros salvajes.
El faraón representaba el grado más alto de la pirámide social: como portador de la sangre divina era el sumo sacerdote que debía construir templos y mantener el culto a los dioses, comandante de los ejércitos egipcios, juez supremo… En definitiva, garante del orden cósmico que asegura el correcto funcionamiento del universo. El faraón contó con determinados atributos característicos de su rango y función. Así, entre otros, destaca la corona pschent, emblema de la unión de los dos reinos en los que estuvo dividido Egipto; o la cobra erguida (ureo), protectora de la realeza. Incluso para la redacción de su nombre se utilizó un protocolo especial, formado por cinco elementos en su momento de máximo desarrollo, dotado con símbolos específicos como el serej o el cartucho. Entre los más de 300 faraones que se han documentado, hubo reyes sobresalientes y reyes de los que se conoce poco más que su nombre
Torre Eiffel, París, Francia
La torre más famosa del mundo tiene una altura arquitectónica de 300 metros, elevándose a 324 metros al incluir su antena. Tiene 3 plantas situadas respectivamente a 57.6, 115.7 y 276.1 metros de la base, las que puedes alcanzar subiendo sus más de 1600 escalones o en ascensores.
La estructura fue erigida para la Exposición Universal de 1889 y calificada por la comunidad artística francesa como una monstruosidad de hierro, sin sospechar que se convertiría en el monumento con entrada paga más visitado del mundo.
Por las noches se ilumina con miles de bombillas y flashes, para ser también el emblema nocturno de París.
Su restaurante más famoso es Le Jules Verne, cuyos fogones de alta cocina son dirigidos por el famoso chef, Alain Ducasse.
Casi nadie sabe quiénes fueron Maurice Koechlin, Émile Nouguier y Stephen Sauvestre, diseñadores de la famosa torre, pero todo el mundo ha oído de su constructor, Gustave Eiffel.
El París Saint-Germain F.C, también conocido como PSG, es un club francés que milita en Ligue 1, la máxima competición de Francia, desde 1974. Fue fundado un 12 de agosto de 1970 gracias a la fusión de dos equipos: París Football Club, actualmente en Ligue 2, y el Stade Saint-Germanois. Es el segundo club más seguido detrás de Olympique de Marseille, equipo contra quien disputa el clásico del fútbol francés (Le Classique). ras la fusión entre dos equipos de la ciudad de París, se creó el París SaintGermain FC. El PSG creció con velocidad en los primeros años debido a la cantidad de aficionados que tenía. En la temporada 1981/82, poco más de una decena de años desde su fundación, levantaron un título por primera vez en su historia. Fue una Copa de Francia, algo que volvieron a conseguir en la temporada siguiente. En la temporada 1985/86 campeonaron por primera vez en la máxima división del fútbol francés, y consecuentemente, participaron en competición europea el año siguiente también por primera vez. En 1991 Canal + compró el club, y a raíz de esta inversión, el PSG firmó a Raí procedente del Sao Paulo. Este fichaje fue importante, pues gracias a su llegada los objetivos del club aumentaron. En la década de los 90, conquistaron una Recopa de Europa, la segunda liga, tres Copas de Francia, dos Copas de la Liga y otras
Símbolo de Francia en el mundo, balcón de París, en la actualidad cuenta con casi 7 millones de visitantes al año (de los cuales el 75% son extranjeros), lo que le convierte en el monumento de pago más visitado del mundo.
Es universal, como la torre de Babel, pues cerca de 300 millones de visitantes, sin distinción de edad u origen, han venido de todos los rincones del planeta para descubrirla desde su inauguración en 1889.
El sitio más fotografiado de Alemania fue mandado a construir en 1869 por la mente enfebrecida del rey Luis II de Baviera, cuando los castillos habían perdido su utilidad estratégica como baluartes de defensa.
El castillo de Neuschwanstein se compone de varias edificaciones individuales con unos 150 metros de longitud total, construido sobre la cima de un desfiladero rocoso. La elongada construcción tiene numerosas torres, torrecillas, gabletes, almenas y esculturas. Las ventanas son de estilo románico, en su mayoría en forma de bi y triforio.
El conjunto de edificios, con el trasfondo del monte Tegelberg por un lado, el desfiladero de Pöllat al sur y el paisaje de colinas rico en lagos de los Alpes Bávaros, ofrece una pintoresca imagen desde cualquier dirección. Fue diseñado como un ideal romántico del castillo para el caballero medieval.
A diferencia de los castillos “reales”, que por lo general son el resultado de las labores de varios siglos de construcción, Neuschwanstein fue planeado y construido de principio a fin en un solo periodo de trabajo como un edificio asimétrico edificado en partes.
En el diseño se hace referencia a los elementos típicos de los castillos, pero carece de instalaciones defensivas reales, que eran lo más importante en una residencia de la nobleza medieval.
Luis II dibujaba de niño un roquedo cercano al palacio de su padre. Con 24 años, siendo ya rey, sobre él mandó elevar Neuschwanstein, su castillo más fantasioso y el que menos pudo disfrutar. Las obras iniciadas en 1869 duraron dos décadas, en las que a veces se trabajaba de noche con candiles. El interior se lo encargó a un escenógrafo teatral para que representara las óperas de Wagner, su protegido.
El castillo de Neuschwanstein se compone de varias edificaciones individuales con unos 150 metros de longitud total, construido sobre la cima de un desfiladero rocoso. La elongada construcción tiene numerosas torres, torrecillas, gabletes, almenas y esculturas. Las ventanas son de estilo románico, en su mayoría en forma de bi y triforio. El conjunto de edificios, con el trasfondo del monte Tegelberg por un lado, el desfiladero de Pöllat al sur y el paisaje de colinas rico en lagos de los Alpes Bávaros, ofrece una pintoresca imagen desde cualquier dirección. Fue diseñado como un ideal romántico del castillo para el caballero medieval. A diferencia de los castillos “reales”, que por lo general son el resultado de las labores de varios siglos de construcción, Neuschwanstein fue planeado y construido de principio a fin en un solo periodo de trabajo como un edificio asimétrico edificado en partes.13 En el diseño se hace referencia a los elementos típicos de los castillos, pero carece de instalaciones defensivas reales, que eran lo más importante en una residencia de la nobleza medieval.
La Ciudad Prohibida es un complejo palaciego situado en Pekín, capital de China. Durante casi quinientos años, desde la dinastía Ming hasta el final de la dinastía Qing, fue la residencia oficial de los emperadores de China y su corte, así como centro ceremonial y político del Gobierno chino. En la actualidad es una atracción turística que alberga el Museo del Palacio. Construido entre 1406 y 1420 por orden del emperador Yongle, el complejo actual consta de 980 edificios y ocupa una superficie de 72 hectáreas. El conjunto ejemplifica la arquitectura palacial tradicional de China1 y ha influido en el desarrollo cultural y arquitectónico de Asia oriental y otras partes del mundo, por lo que la Ciudad Prohibida fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1987.1 Además, está considerado por la Unesco como el mayor conjunto de estructuras antiguas de madera en el mundo.
Desde 1925 la Ciudad Prohibida está gestionada por el Museo del Palacio, que cuenta con una extensa colección de obras de arte y objetos que pertenecieron a las colecciones imperiales de las dinastías Ming y Qing. Parte de la antigua colección del museo se encuentra hoy en el Museo Nacional del Palacio en Taipéi, pues ambos museos pertenecieron a la misma institución y se dividieron tras la Guerra Civil China.
LA CIUDAD PROHIBIDA ES EL MAYOR COMPLEJO PALACIAL SUPERVIVIENTE DEL MUNDO Y CUBRE 72 HECTÁREAS. TIENE FORMA DE RECTÁNGULO, CON 961 METROS DE NORTE A SUR Y 753 M DE ESTE A OESTE, Y CONTIENE EN LA ACTUALIDAD 980 EDIFICIOS CON 9999 ESTANCIAS. LA CIUDAD PROHIBIDA FUE DISEÑADA PARA SER EL CENTRO DE LA ANTIGUA CIUDAD AMURALLADA DE PEKÍN Y SE INSERTA DENTRO DE UNA ZONA AMURALLADA MAYOR LLAMADA LA CIUDAD IMPERIAL, QUE A SU VEZ QUEDA DENTRO DE LA CIUDAD INTERIOR, QUE LINDA POR EL SUR CON LA CIUDAD EXTERIOR.
El Patio Interior está separado del Exterior por una plaza rectangular trazada de manera perpendicular al eje principal de la Ciudad Prohibida. Era el hogar del emperador y su familia, y en la dinastía Qing los emperadores vivieron y trabajaron allí en exclusiva, dejando el Patio Exterior únicamente para propósitos ceremoniales. En el centro del patio interior hay otro conjunto de tres salones. Desde el sur, son el Palacio de la Pureza Celestial, el Salón de la Unión y el Palacio de la Tranquilidad Terrenal. Más pequeños que los salones del Patio Exterior, fueron la residencia oficial del emperador y la emperatriz. El emperador, en representación del Yang y los Cielos, ocupaba el Palacio de la Pureza Celestial. La emperatriz, que representaba el Yin y la Tierra, residía en el Palacio de la Tranquilidad Terrenal. Entre ellos se encontraba el Salón de la Unión, donde el Yin y el Yang se mezclan para producir armonía.
La Ciudad Prohibida está rodeada en tres de sus lados por jardines imperiales. Al norte se encuentra el Parque Jingshan, una colina artificial creada con la tierra extraída del foso y los lagos cercanos.Al oeste se encuentra Zhongnanhai, un antiguo jardín en torno a dos lagos conectados que en la actualidad sirve como la sede central del Partido Comunista de China y el Consejo de Estado de la República Popular China. Hacia el noroeste linda el Parque Beihai, un lugar muy popular entre los pekineses también centrado por un lago comunicado con los dos del sur.
El Coliseo o Anfiteatro Flavio (en latín Colosseum, en italiano Colosseo)1 es un anfiteatro de la época del Imperio romano, construido en el siglo I. Está ubicado en el este del Foro Romano, y fue el más grande de los que se construyeron en el Imperio romano. Conocido originalmente como Anfiteatro Flavio (Amphitheatrum Flavium) pasa a ser llamado Coliseo (Colosseum) porque a su lado había una gran estatua, el Coloso de Nerón,2 un monumento dedicado al emperador Nerón que posteriormente sufrió transformaciones y llegó a desaparecer.3 Los materiales utilizados en la construcción de este son bloques de travertino, hormigón, madera, ladrillo, piedra (toba), mármol y estuco. En la antigüedad poseía un aforo para unos 65 000 espectadores, con ochenta filas de gradas.456 Los que estaban cerca de la arena eran el Emperador, su familia y los senadores, y a medida que se ascendía se situaban los estratos inferiores de la sociedad. En el Coliseo tenían lugar luchas de gladiadores y espectáculos públicos. Se construyó justo al este del Foro Romano, y las obras empezaron entre 70 d. C. y 72 d. C., bajo el mandato del emperador Vespasiano. El anfiteatro, que era el más grande jamás construido en el Imperio romano, se completó en 80 d. C. por el emperador Tito, y fue modificado durante el reinado de Domiciano.2 Su inauguración duró 100 días, participando en ella todo el pueblo romano y muriendo en su celebración decenas de gladiadores y fieras que fueron sacrificados por el placer y el espectáculo del pueblo.2 El Coliseo se usó durante casi cinco siglos, celebrándose en los últimos juegos de la historia en el siglo vi, bastante más tarde de la tradicional fecha de la caída del Imperio romano de Occidente en 476 d. C. Los bizantinos también lo utilizaron durante el siglo vi. Además de las peleas de gladiadores, muchos otros espectáculos públicos tenían lugar aquí, como naumaquias, caza de animales, ejecuciones, recreaciones de famosas batallas y obras de teatro basadas en la mitología clásica. El edificio dejó de emplearse para estos propósitos en la Alta Edad Media. Más tarde, sirvió como refugio, fábrica, sede de una orden religiosa, fortaleza y cantera. De sus ruinas se extrajo abundante material para la construcción de otros edificios, hasta que fue convertido en santuario cristiano, en honor a los cautivos martirizados durante los primeros años del cristianismo. Esta medida contribuyó a detener su expolio y a que se conservara.
El Coliseo experimentó grandes cambios en su uso durante el periodo medieval. A finales del siglo vi se construyó una pequeña iglesia dentro de la estructura del anfiteatro, aunque aparentemente no le dio un significado religioso al edificio entero. La arena se transformó en un cementerio. Los numerosos espacios entre las arcadas y bajo los asientos se convirtieron en fábricas y refugios, y según las fuentes se alquilaron hasta el siglo xii.
Durante el papado de Gregorio Magno, muchos de los monumentos antiguos pasaron a manos de la Iglesia, que era la única autoridad efectiva. Sin embargo, carecía de recursos para mantenerlos, por lo que cayeron en el abandono y el expolio. En la Edad Media, la decadencia de la ciudad afectó a todos los monumentos imperiales. Los terremotos de 801 y 847 provocaron grandes destrozos en un edificio prácticamente abandonado en las afueras de la ciudad medieval.18
Cuando en 1084 el papa Gregorio VII fue expulsado de la ciudad, muchos monumentos pasaron a manos de familias nobles romanas, que los usaron como fortalezas. Alrededor de 1200 la familia Frangipani se apropió del Coliseo y lo fortificó, usándolo de forma parecida a un castillo y convirtiéndolo en su área de influencia. El Coliseo fue cambiando de manos hasta 1312, en que volvió a la Iglesia.20
El gran terremoto de 1349 dañó severamente la estructura del Coliseo, haciendo que el lado externo sur se derrumbase. Muchas de esas piedras desprendidas fueron recuperadas para construir palacios, iglesias (incluidos edificios de la Ciudad del Vaticano), hospitales y otros edificios en toda Roma. Una orden religiosa se asentó en el tercio norte del Coliseo y siguió habitándolo hasta principios del siglo xix. La piedra del interior del anfiteatro fue picada en exceso, para reutilizarla en otra parte o (en caso de la fachada de mármol) quemarla para obtener cal viva.15 Las abrazaderas de bronce que sostenían la mampostería fueron arrancadas de las paredes, dejando numerosas marcas. Aún hoy pueden observarse dichas cicatrices en el edificio.20