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Martes
23 de Febrero de 2016 MáspormásGDL
FABIÁN GILES ARTISTA GRÁFICO
LA INSOLENCIA Y EL TINTE ÁCIDO EL CREADOR DEL CARTEL DE PRIDMAN, ADEMÁS DE DEDICARSE AL FOTOMONTAJE, TAMBIÉN HA HECHO RADIO, ES IMITADOR DE MÁS DE 100 VOCES, FUE GUIONISTA DEL PROGRAMA DE HUMOR POLÍTICO EL WESO Y SE DECLARA FAN DE RIUS POR PATRICIA MIGNANI
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on 18 años de carrera, la avidez para no dejar títere con cabeza en las elecciones pasadas le costó la censura de su libro México al chile. Con cuatro libros terminados en 2015, a Giles le darían como parte médico: depresión si dejara de tener proyectos.
Cuéntame acerca de FREE SA, el libro que acabas de publicar… Es un compendio de los 10 años de trayectoria que llevo como humorista político. Muestra mis diseños en modelos de playeras, algunas de ellas se imprimieron y otras quedaron como proyecto. Este libro tiene 334 páginas. Allí vienen los modelos de “Pridman”, “Casa Blanca”, “Boyfool”, varios diseños que aparecen en mi anterior libro Cinética ni política, que son parodias de carteles de cine y figuras políticas. ¿Cuál fue el diseño que más vendió? “OWEY” es uno de ellos. Jugar con la imagen de Shepard Fairey, de OBEY, y poner la cara de Peña Nieto con el número 43 escrito en la frente. ¿Te estás ampliando a otros temas fuera de la política? Ahora estoy jugando con cambiar de rubro. Jugar con imágenes gráficas e icónicas del arte. Recientemente hice una sobre David Bowie, con la imagen del disco de Ziggy Stardust , con la frase de la canción “Space Oddity” que dice: “Planet earth is blue and there’s nothing I can do” (el planeta Tierra está triste y no hay nada que podamos hacer). Es necesario cambiar, porque si le dices a un chavo si se pondría una playera que tenga a un político, te diría que no porque es propaganda. También te involucras en el activismo, a través la ironía utilizando a Pemex y al medioambiente… Esta parte del activismo que se mezcla con el arte gráfico un poco vino a señalar lo que la reforma energética del año pasado ha hecho. Me dediqué a hacer parodia de logotipos de grandes empresas petroleras Shell / “Hell”, y hasta la parodia de Pemex, que si
se fuera a Estados Unidos, sería PEUSA, y el logo de Pemex está pintado con la bandera de Estados Unidos. También en alusión a la portada del Time, “Selling México”. Y por otro lado, jugar con el tema del ambientalismo contra esta compañía de Monsanto, “Nonsanto” o la marca de Converse hacerlo “Conserve”, para tocar el tema del cambio climático y el calentamiento global, que es precisamente producido por estas grandes empresas. Crear conciencia. He tratado de buscar los caminos para hacer algo de activismo fuera de esto. El otro día hablaba con un amigo periodista y me decía que ser activista no es rentable, y sí. He tratado de apoyar los proyectos que he podido, pero también hay muchos egos. Me invitaron a la Asociación Mexicana de ilustradores, que inició hace dos años. Apenas este año estoy empezando, pero como lo ven político, ya quiero cortar un poco. ¿Y lo nuevo que vemos en el libro, con la adaptación de la tecnología y lo geek? Sí, también está el proyecto de Nerdlandia. Porque da para mucho la ciencia ficción, los juguetes tecnológicos, los juegos de video, y la música y el cine que se ha venido mezclando. Aparece desde Star Wars, Windows, el casete y el mp3. Hay también una nostalgia por el pasado, incluido el cubo Rubik. ¿Qué pasó con México al chile, que se presentó en la FIL 2012 y enseguida lo retiraron del mercado? Sí, fue por parte de la editorial Aguilar, de Santillana, que es parte del grupo PRISA, que a su vez tiene una asociación con Televisa en su filial de radio. El libro apenas se llegó a presentar en la FIL y ya luego no se pudo encontrar en ningún otro lugar. Lo sacaron del mercado. Eran fotomontajes de políticos y no gustó. Ahora Santillana vendió sus derechos a Penguin Random House, y este año se vence el contrato de cinco años. La idea es recuperar los derechos y preparar un libro para 2018. Se llamaría “México al chile, la enchilada completa”, porque van a ser las elecciones. El objetivo es que funcione como una especie de memoria, para que la gente se acuerde, porque somos como el personaje Dori, de la película de Buscando a Nemo, que tiene memoria a corto plazo. ‘Yo nunca voy a votar
por el PRI. Ah mira, una distracción…’ Tus censuras anteriores tenían contenido referente a López Obrador, Josefina Vázquez Mota y algo de Peña Nieto, pero ahora hay una nueva selección de trabajos que tienen como protagonista a Peña, ¿te han dicho algo sobre este trabajo? No… bueno, lo que sí es que ya no trabajo en Milenio. En todo el año pasado sólo tuve cuatro colaboraciones. Pasaban meses y no me hablaban, yo les mandaba cosas y me decían que lo iban a ver. Mi temática es crítica y cuando te empiezan a decir no hables mal de Peña, no hables mal de Rosario Robles, de Diego Fernández de Cevallos, pues entonces ¿de quién vas a hablar? Así que después de ocho años dije ya. ¿En qué otros proyectos estás trabajando? Terminamos un libro para niños, El baúl de los espejos , junto con la activista Maite Azuela. Es un cuento introspectivo. Un niño se encuentra un baúl y empieza a tener una aventura de lo que es la mente y de lo que pasa a su alrededor. Otro libro que ya está se llama Archivos desclasificados del humor y la ironía . También es un compendio de anécdotas de tele y de cine, que he vivido a los largo de los casi 45 años que tengo. Hay algo de política todavía, no puedo desprenderme de eso, y está hecho en blanco y negro porque hay mucho de humor negro. Además estoy haciendo un libro que contiene trabajo de arte en las calles. Llevo cinco años tomando fotos, por ahora, sólo de la Ciudad de México. Un cuarto libro se llama tentativamente El fatídico club de la fama . Incluye celebridades y gente que ha fallecido por causas comunes. Son coincidencias mayoritariamente. ¿Consideras que te han encasillado? Sí, y ya no quiero que me encasillen. He aprendido a ser independiente y por eso mis libros se venden en Amazon, Google Play e iTunes. Me tachan de grillero, de político y ya no quiero. Estoy tratando de ver otras opciones. Por eso aprendí a ser autodidacta, porque los medios convencionales te cierran muchas puertas.