La “depresión democrática” de América Latina EL INFORME OPPENHEIMER Los politólogos han estado hablando desde hace casi una década sobre una “recesión democrática” en el mundo, porque cada vez más países se están convirtiendo en autocracias. Pero en América Latina, la cosa está peor: ya estamos en una verdadera “depresión democrática”. Nunca he visto tantos países latinoamericanos descendiendo a gobiernos autocráticos desde las dictaduras militares de la década de 1970. En las últimas semanas, incluso los presidentes de Brasil y México, las democracias más grandes de América Latina, han tratado de acaparar poderes inconstitucionales.
En este nuevo año, la región necesita un nuevo consenso de desarrollo, comprometido con la reducción de la desigualdad, la aplicación de políticas macroeconómicas anti cíclicas más firmes y el fomento de la diversificación de la producción y las exportaciones, incluida una importante transformación digital. El consenso debería acelerar una integración regional despolitizada, impulsar la agenda ambiental internacional y renovar el compromiso de la región con la democracia. - En Brasil, el presidente populista de extrema derecha Jair Bolsonaro, conocido por muchos como el “Trump de los trópicos”, sugirió públicamente el 7 de septiembre que no aceptaría una derrota en las elecciones de octubre de 2022. Bolsonaro, que está cayendo en las encuestas, dijo que solo puede haber tres resultados en las elecciones del año próximo: “mi arresto, mi muerte o mi victoria”. Y agregó: “Nunca seré arrestado”. Un día después, Bolsonaro dijo que había hablado en el calor del momento, pero ha estado haciendo declaraciones similares desde hace varios meses. - En México, el presidente nacionalista de izquierda, Andrés Manuel López Obrador, ha escalado recientemente su retórica contra el Instituto Nacional Electoral (INE), la agencia independiente ampliamente respetada que monitorea las elecciones en México. Los críticos temen que quiera destruir al INE, o restringir sus poderes, para poder manipular las elecciones de 2024. Además, López Obrador arremete casi a diario contra periodistas y jueces, y ha utilizado su mayoría en el Congreso para aprobar una prórroga inconstitucional del mandato de cuatro años del jefe de la Suprema Corte. En medio de un aluvión de críticas, el presidente de la Suprema Corte anunció que no permanecerá en su cargo más allá de cuatro años.