El gobierno liberó el trigo HB4

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El Gobierno liberó el trigo HB4 A comer pan, pizzas y pastas sabor veneno

La gestión de Alberto Fernández habilitó la siembra y comercialización masiva del transgénico de Bioceres. Se trata de un permiso único en el mundo por el riesgo sanitario y ambiental que conlleva. La “Monsanto argentina” ahora podrá colocar su manipulación de laboratorio en toda la cadena alimenticia local. El trigo tratado con un herbicida 15 veces más tóxico que el glifosato llegará de forma directa a la mesa de las y los argentinos. Se salió con la suya. Con Hugo Sigman, Gustavo Grobocopatel, Héctor Huergo y Federico Trucco a la cabeza, accionistas de peso y CEO de la firma, respectivamente, con la complicidad manifiesta de un Gobierno que empata con el macrismo en términos de locura transgénica, Bioceres cumplió su sueño más tóxico y obtuvo luz verde oficial para sembrar y comercializar a gran escala, dentro de la Argentina, su variedad de trigo HB4.

El aval quedó asentado en la edición del jueves 12 del Boletín Oficial vía un texto firmado por Luis Contigiani, actual secretario de Alimentos, Bioeconomía y Desarrollo Regional de la Nación. De esta forma, la “Monsanto argentina” podrá colocar sin restricciones su manipulación de laboratorio en la industria de los comestibles doméstica. Semejante habilitación llegó a partir del accionar de funcionarios fáciles de identificar: al rol de Contigiani hay que adicionar la injerencia decisiva de Julián Domínguez, titular de la cartera de Agricultura, quien aceleró la liberación final del trigo saltando la traba puesta por Luis Basterra, su antecesor en el cargo, que ata la comercialización sin límites sólo si Brasil accede a la compra de los granos hasta ahora el país vecino sólo habilitó la importación de harinas basadas en el HB4.


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