Creada por:
Mariangel pacheco Sección 2



Creada por:
Mariangel pacheco Sección 2
Editorial MAP
Periodo I del desarrollo: del nacimiento al año y medio o dos años……..
Periodo II del desarrollo: del año y medio o dos años a los tres o cuatro años………..
Periodo III del desarrollo: de los tres o cuatro años a los cinco o seis años…………
Periodo IV y V del desarrollo: de los cinco o seis años a los siete u ocho años y de los siete u ocho años a los once o doce años………….
Periodo VI y VII del desarrollo: adolescencia temprana y tardía, del despertar existencial a la libertad y responsabilidad…………
Periodo VIII del desarrollo: adultez temprana, del despertar existencial a la separatividad……….
Periodo IX del desarrollo: adultez media, del despertar existencial a la indefensión-finitud………….
Periodo X del desarrollo: adultez tardía o senectud hasta la integridad y despedida…………
La primera etapa de desarrollo presenta al recién nacido, y relata que este no tiene conciencia de su existencia, ya que no se puede diferenciarse de si mismo con el resto del mundo. Para el recién nacido los acontecimientos o sucesos que lo rodea no tienen lógica, no le encuentra sentido, no entiende lo que esta sucediendo. El recién nacido ve y experimenta el mundo de manera prototaxica, es decir, cada experiencia sensorial está aislada y descoordinada de las otras experiencias sensoriales, el recién nacido percibe el mundo con sensaciones sin relación alguna. Esto se le puede denominar como etapa del autismo normal, o etapa diferenciada primaria, según Kemberg.
El mundo psicológico del recién nacido se le puede representar mediante símbolos, de forma grafica, como un circulo sin limites y en donde su interior nada se puede comprender. No obstante, el recién nacido comienza a incorporar a su estado emocional las experiencias que empieza a vivir, y esto sucede debido a la unión emocional que comienza a crear con su madre.
El ser humano tiene una tendencia natural hacia la satisfacción inmediata a sus necesidades fisiológicas, como lo son: el oxigeno, agua y alimento, calor, su comodidad física y por lo tanto también sus necesidades de seguridad (sentirse libre de angustias y tensiones) y de amor y pertenencia.
Cuando el bebé comienza a experimentar todo lo anterior, da inicio a una serie de sensaciones de tranquilidad y satisfacción, que se le denomina euforia. El neonato en gran parte demuestra que busca evitar el dolor y busca sentir solo placer. En términos psicológicos, la conducta del recién nacido esta sujeta al sentir plenamente el placer, esto proviene de las estimulaciones de la región oral, a través del acto de mamar y succionar.
Existe una importante y fuerte comunicación emocional no verbal entre la madre y el bebé, denominada empatía. Ese lazo emocional permite que el recién nacido viva el estado anímico de su madre como si fuera el quien lo viviera. Si la madre se encuentra tranquila, en paz, a gusto y se comporta de manera amorosa, el bebe siente euforia, sin embargo, si la madre esta en un estado de tensión, angustiada y a disgusto, el bebé comienza a sentir malestar.
Debido a la repetición frecuente de experiencias de euforia y angustias, el bebé comienza a diferenciar dos tipos de mundos: mundo bueno, experimenta sensaciones de paz, satisfacción y euforia ;y mundo malo, experimenta sensaciones pesadas como el dolor e incomodidad, provocándole miedo y molestias. Para el lactante estos dos mundos no compaginan, y no logra entender su existencia. El bebé, mediante el placer, busca sentir y experimentar solo el mundo bueno, el que le genera paz, alegría y satisfacción, y rechaza y evita por completo el mundo malo, que le ocasiona un sentir de molestia y rabia.
Aquí se presencia la teoría de Melanie Klein del pecho bueno y pecho malo, que menciona que el niño escinde al pecho en «pecho bueno» cuando siente que lo gratifica y «pecho malo» cuando siente que lo frustra.
Mientras el bebé va creciendo a nivel cognoscitivo y mediante las experiencias adquiridas, el neonato comienza a darse cuenta que sus necesidades no son del todo satisfechas. El bebé comienza a comportase como si experimentara sentimientos de eficacia y poder sobre su medio, como si nada pudiera suceder sino como resultado de sus propios deseos y acciones. En términos psicoanalíticos, se presentan procesos primarios de la mente. Otra consecuencia que se evidencia es que al neonato se le hace muy difícil experimentar sentimientos hacia el otro, en este caso hacia la madre; en su mundo no existe otro alguien, y debido a esto no puede ejercer un sentimiento o una emoción hacia otra persona.
Mientras el neonato va madurando cognoscitivamente en el primer periodo de vida, este va a acumulando mas experiencias y nota que sus necesidades no las satisface de manera inmediata, y esto le permite reconocer que los objetos y las personas no son de su voluntad. Aquí comienza a diferenciarse a si mismo de la madre y otros objetos.
Este proceso de diferenciación es largo y difícil de llevar, debido a que las imágenes en unión de si mismo con su madre buena (el mundo bueno) y de la unión de si mismo con su madre mala (el mundo malo) empieza a dar lugar a las imágenes buenas de si mismo y de su madre, por un lado, y las imágenes malas de si mismo y de la madre, por otro lado. Para distinguir las imágenes (buenas y malas) de si mismo y la de su madre se atraviesa un proceso pausado y lento, por lo que en cierto tiempo continua confundiendo una con otras.
Conforme el neonato va avanzando cognoscitiva y emocionalmente, va logrando distinguirse con mas claridad de su madre y de otros. Al finalizar la infancia, el neonato ya tiene una imagen de si mismo la cual ya puede diferenciarse de los otros individuos, sin dejar aun lado la unión y la dependencia de la madre. Este ha podido encontrar un equilibrio en su desconfianza con adquisición de la confianza para dar el paso hacia a autonomía, donde se le permitirá seguir con el proceso de separación-individuo.
En esta etapa de desarrollo se aprecian las bases de toda la estructura psicológica del ser humano, a pesar de que el neonato no puede considerarse existente por los momentos.
En esta etapa del desarrollo se presencia la aparición del lenguaje, el horizonte del niño se expande y comienza a conocer un mundo nuevo lleno de novedades. Gracias al lenguaje el niño tiene la oportunidad de poder comunicarse con otras personas, y también inicia en el mundo del aprendizaje y comienza adquirir conductas en el ámbito social. Con el lenguaje tiene la oportunidad de conocer y a tener representaciones simbólicas de los objetos y de las palabras.
Con el lenguaje llegan importantes adelantos en el mundo del niño, aprender a caminar y por lo tanto conocer con libertad el mundo que lo rodea. Cuando el niño comienza a lograr la capacidad de expresarse verbalmente puede diferenciar los objetos reales y llamarlos por su nombre, distingue el pensamiento propiamente mencionado. Cabe destacar que el pensamiento del niño en esta etapa se caracteriza por algunas propiedades particulares, como el realismo en donde se dificultad reconocer la fantasía de la realidad, y el animismo que es donde se le atribuyen intenciones a los objetos inanimados.
El juicio del niño se caracteriza por poner su atención en un solo aspecto del objeto que esta observando y analiza en su pensamiento. En términos psicoanalíticos, se describe de una forma de pensamiento mágicos en donde los juicios no siguen un orden lógico de ninguna especie.
El niño en esta etapa adquiere la capacidad de controlar sus esfínteres, el niño siente placer al poder retener y desechar su materia fecal. Ya que esto le ocasiona placer, lo toma como bueno y con regularidad lo siente como algo valioso para el. El niño siente satisfacción con sus destrezas psicomotrices. El niño siente que puede lograr a realizar las cosas por si solo.
En esta etapa busca crear su autonomía, un paso importante para el desarrollo. En este periodo comienza a reconocer su libertad. Este descubrimiento del niño tiene dos aspectos relevantes, primero el descubrimiento de su autonomía y la liberación, que da una base para el desarrollo de su autoestima, como Allport reconoce. El niño al hacer uso de sus capacidades estas le proporcionan un sentimiento de independencia. Segundo, el reconocimiento de la libertad lo hace explorar la angustia de desorientación, y esto lo lleva a buscar a alguien que lo guie y le de una estructura de orientación, una estructura generada por conductas aprobatorias y desaprobatorias de las personas importantes para el, y esto lleva al niño a buscar la aprobación de los demás, como la de su madre; aquí se presencia la necesidad de estima, Maslow. Si el niño no tiene a alguien que lo guie y lo riente se sentirá perdido, sin rumbo alguno y lleno de dudas. Estas dos necesidades suelen chocar en ciertos momentos, ya que, parte de la consideración positiva de si mismo la obtiene a través de su autonomía, y la parte de la estima la obtiene de los demás. La madre en este caso tiene que darle un alto a su independencia para poder educarlo
El niño puede entender intelectualmente todo lo que sucede a su alrededor porque su desarrollo cognoscitivo le permite vivir experiencias prelógicas, y debido a esto se encuentra en aptas condiciones para que su conducta sea moldeada por reforzamientos selectivos que pueden ser positivos o de castigos, aquí ejempla la Teoría de Siknner de Reforzamiento.
El niño busca y quiere sentir su independencia, su autonomía y su autoeficiencia para el desarrollo de su autoestima, pero por otro lado el niño debe evitar el rechazo y mantener el aprecio positivo y la estima de los demás; esto es lo que Rogers y Steven describen al momento de hablar sobre la aceptación condicional que el niño experimenta el proceso de enculturación.
En este periodo el niño aprende lo que son las reglas básicas de limpieza, orden, obediencia, autocontrol, entre otras. El niño tiene imágenes de si mismo (que reconoce y otras no) que establece, están relacionadas con ese aspectos. Dado que el desarrollo cognoscitivo del niño es precario, en esta etapa, su juicio moral llega a un nivel donde sigue las normas sociales debido a las conductas que presencia.
Aquí, en esta etapa, el niño genera una idea llena de emociones de lo que es la vida, la vida de los otros y la de el mismo, y esto sucede porque su juicio se demuestra como inflexible. Todo esto constituye lo que Berne y Steiner denominan como un “libreto de vida”.
Si lo seres importantes para el niño logran comunicarse con el de manera optima y con cariño pueden generarle un genuino aprecio y aceptación de sus tendencias hacia su autonomía, pero al mismo tiempo, indicándole limites de lo que es aceptable de manera firme y consistente para tener el fundamento optimo para aceptar su autoestima.
Al finalizar este 2do periodo de desarrollo, el mundo interno del niño esta conformado por imágenes de si mismo, imágenes de las personas que lo rodean y de los objetos de la naturaleza que conoció. Este mundo interno en realidad no se puede separar de lo externo real.
En este periodo de desarrollo suceden cambios importantes y esto se debe a la maduración cognoscitiva y a las experiencias vividas que ajustado en su mente, y aquí llega a idearse a si mismo como niño o niña, y esto se denomina como identidad sexual. Todo esto es influenciado por su historia pasada de reforzamientos y castigos sociales, es decir, por las actitudes aprobatorias y desaprobatorias de las personas que son parte de la vida del niño. El niño desde que es pequeño se le ha reforzado de distintas maneras por las conductas sociales que las consideran apropiadas para su sexo, e incluso castigado de forma verbal para las que no lo son. El niño poco a poco va guardando sus experiencias hasta que llega concebirse a si mismo como hombre o mujer.
Para el niño obtener los reforzadores sociales que tanto quiere, su estima y su autoestima, buscando de ser apreciado el niño comienza a imitar conductas de su propio sexo, sobre todo aquellos con quienes el siente tener características en común y que manejen los reforzadores sociales. Sus imitaciones son reconocidas socialmente, y esto se da que las niñas actúan como “mamá”, se maquillan, por ejemplo; y el niño actúa como “papá”, se pinta bigote y se pone los zapatos grande de papá. Es aquí en donde el niño toma una idea de la clase de persona que será en el futuro, comienza a idealizar imágenes de lo que debe realizar para sentirse apreciado y bonito para disminuir su inseguridad. También genera una idea de la clase de persona que es tomando en cuenta su propio sexo y con respecto a su calidad humana, si es bueno o malo niño.
El niño comienza a definirse como hombre o mujer, bueno o malo, y a dar precisión con respecto al tipo de cosas que debe reprimir o anular de su propia imagen. Desde el nacimiento la persona, desde el punto psicológico, es asexual, ya que puede obtener rasgos propios de cualquier sexo o puede llegar a identificarse con este, todo va depender las experiencias que viva en sus primera etapas de desarrollo.
Psicológicamente el bebé puede obtener rasgos y características sean ya femeninos o masculinos, el niño comienza a recibir comentarios del sexo que será pero eso ocurre hasta que llegue a este periodo que es donde el niño se identifica con las personas de su mismo sexo. Cuando el niño o niña saca de su imagen las potencialidades latentes, estas se unen al arquetipo de “sombra” y llegan a ser parte de él. La potencialidad femenina se le denomina “anima” y a la masculina se llama “animus”, estos son parte de la sombra de cada persona. Las metas ficticias que el niño crea en esta etapa, ideas las cuales crea para obtener la estima de las otras personas y disminuir sus sentimientos de inseguridad, son regularmente rígidas, tanto así que, si no se flexibilizan puede crear una personalidad neurótica, lo menciona Adler como “clavada a una cruz ficticia”.
Lo anterior comentado es importante para la vida del niño, ya que, con esto el niño descubre y conoce lo que es la culpabilidad de ser niño bueno o niño malo, según Erikson. Cuando el niño explora lo que es culpa, conoce la responsabilidad de sus actos, aquí experimenta lo que la responsabilidad. A principios de este periodo la conciencia que posee el niño es elemental, pero cuando el niño se de cuenta, sabrá de manera mas clara sus responsabilidades.
La nueva conciencia que adquiere el niño genera un aumento de necesidad por ser estimado por los demás, quiere sentir afecto para afirmar su autoestima. Aquí se afinca lo que había mencionado Maslow, que es la necesidad de estima autoestima, que se manifiesta como ser un “niño bueno” y que consideren como tal es.
La necesidad que siente el niño en ser apreciado y valorado por sus seres cercanos se dificulta debido a la aparición del sentimiento de posesión, menciona Allport. El niño busca sentir que todo lo que lo rodea no lo quiere compartir, lo que es de él, es solo de él, lo menciona Sullivan.
Freud menciona, que en este periodo los niños comienzan a poner atención a su satisfacción física en la zona genital. Si la dinámica de la familia aporta y facilita, todo esto, puede provocar que aparezcan fantasías erotizadas hacia el progenitor del sexo opuesto, rivalidad, celos y hasta llegar al punto de ser hostil con las personas de su mismo sexo. Estas primitivas fantasías pueden aparecer mediante conductas y los padres suelen ver esto como algo gracioso o romántico, pero en realidad pueden estar demostrando fantasías y deseos reales, sin embargo el niño no puede diferenciarlos de la realidad por encontrarse en un periodo de desarrollo cognoscitivo temprano.
Al momento que aparece este fenómeno se puede llegar a crear un dificulta en las emociones del niño. La erotización de los geniales y las caricias eróticas hacia si mismo, en donde puede haber también fantasías edipicas (Freud), puede generar rechazo verbal o verbal lo cual amenaza las satisfacciones de estima y la autoestima, y puede crearle temor y angustia. Esto lo lleva a reprimir sus fantasías y sacarlas de su mente.
En la mente del niño quedan establecidas la imágenes reconocibles de los demás, de la naturaleza y de sí mismo, y ha excluido de su mente las imagines que son amenazantes, ya que pueden ser prohibidas o pueden ser inalcanzables las cuales estas ponen su autoestima en peligro. Esto indica que ha finalizado la etapa de integración de las representaciones de sí mismo y las objétales. La personalidad creada por el niño, es la base que influye sobre la que desarrollara su estilo de vida, sin embargo, el ser humano puede cambiar y aprender a través de sus vivencias. No se puede dejar aun lado que la autoimagen es inseparable del mundo interno, y que tiene relaciones de influencias con el mundo externo.
Ahora el niño no solo se identifica por su cuerpo, su nombre, sus cualidades positivas y negativas y sus posesiones, también se identifica con su autorepresentación, y ahora posee una idea mas clara de todo lo que lo rodea. Ha apartado de su mente todo aquello que le genere angustia y a creado una imagen inconsciente de lo que él y los otros deberían representar. Aquí ha desarrollado lo que llamamos superego y comienza a comportarse según las normas morales que ha internalizado. Este tipo de conducta demuestra que el juicio moral del niño a llegado a la etapa que Kohlberg llama “convencional”.
Todo lo descrito permite que el niño siga satisfaciendo su autoestima y la estima, llevándolo a establecer en su interior un sentimiento de ser bueno y agradable.
Periodo
IV y V del desarrollo: de los cinco o seis años a los siete u ocho años y de los
siete u ocho años a los once o doce años.
En este periodo el niño alcanza un nivel cognoscitivo que Piaget lo denomina como “pensamiento intuitivo”, que pertenece a la etapa preoperacional. Por lo tanto, su manera de experimentar el mundo suele tener características con mas lógicas y son mas racionales, aquí comienza la fase de desarrollo que Sullivan llama, “época juvenil”.
Lo que ha logrado cognoscitivamente le da la posibilidad de empezar a entender y afrontar las exigencias que le son impuestas, debe tolerar largas separaciones con su madre y tiene que adaptarse a una nueva disciplina institucional y a estar con un grupo de niños, personitas desconocidas con los cuales deberá compartir y jugar por un cierto tiempo. En este proceso deberá comportarse de manera aceptable con sus maestros y compañeros, esto indica un nuevo reto para su estima y autoestima, en donde también se pone aprueba su confianza, su autonomía y su iniciativa, ya que debe pasar este momento solo y tiene que sentirse seguro y fuerte de sí mismo utilizando sus capacidades y habilidades sin obtener la ayuda de su madre.
A través de un proceso los maestros, los otros niños y la escuela en general obtiene una importancia para el niño y comienza a adquirir la capacidad de moldear su conducta a través de el reforzador llamado, la aprobación (importante en este periodo). El niño sigue necesitando la estima y la aprobación de los demás para darle una base a su autoestima; el niño vulnerable a la influencia de las personas que pueden darle aprobación.
En esta nueva fase de la etapa el niño se da cuenta que existen jerarquías en la sociedad y encuentra niveles de mandos y autoridades. Presencia, por ejemplo, que la directora de la escuela tiene un rango mas alto que el que tiene el maestro. Esto es un suceso de carácter importante para el niño ya que lo conduce a nuevo conocimiento que esta adquiriendo y le puede servir para preservar su autoestima basándose en el mismo, tomando en cuenta la persona que es importante para el.
El niño comienza a notar en si mismo la fuerza física que posee y le otorga una gran valoración y usa esto para elevar su autoestima y la estima que recibe de los demás y por lo tanto busca demostrar su capacidad para pelear, lo cual los maestros no lo aprueban, pero el niño aprendió esto por diferentes reforzamientos sociales y la imitación de otros a quienes el niño admira.
En cambio, a la niña se le enseña a valorar una conducta sutil y modales delicados, le refuerzan la dependencia y la pasividad, y todo esto da una demostración de comportamiento diferente al de los niños.
Las diferentes conductas del niño y la niña son el producto de años de moldeamiento, gratificación y aprobación social selectivas de varias conductas y la imitación de los comportamientos de las personas con las cuales el niño o la niña se sienten identificados. Esto explica que varias conductas no son de la autoimagen idealizada, ya que no tiene como obligación de comportarse de cierta forma, sencillamente es parte de la autoimagen reconocible con la que se de identifica de forma natural, y por tanto el niño lo siente como “propio”.
En este periodo el niño ya no es solo capaz de divertirse con los otros niños, ya puede también esforzarse junto con ellos por un fin en común, lo que quiere decir que en sus relaciones interpersonales se crea una buena cooperatividad. En esta parte de la vida comienza realizar actividades en equipo. Ahora, el niño debe aprender a enfrentarse de manera mas racional con el mundo que lo rodea y debe empezar a desarrollar el sentimiento de industriosidad, según Erikson. Si logra esto podrá sentirse como un lidiador racional, según Allport, y debe evitar el sentimiento de inferioridad, según Erikson y Adler. Su autoestima debe satisfacerse por medio de sus buenas capacidades y ser competente. Esto McClelland lo llama como “motivación de logro”
Las imágenes repudiadas e idealizadas que tiene el niño de el mismo y de los demás siguen creciendo y haciéndose mas complejas, y debido a esto el niño rechaza de su mente todo aquello de si mismo y todo lo que le causa angustia que sobrepasa su nivel de tolerancia; crea un nivel inconsciente de imágenes diferentes a lo que no le agrada en donde representa lo que “debería ser” el mismo y los demás. Ya que la conciencia esta afuera, su superego afecta su conducta sin el darse cuenta, haciendo referencias a los que varios autores describen como una “mascara” inconsciente, en donde esta le permite conservar engañosamente su autoestima y la estima d los demás. Esta es como una careta que puede llevar a convertirse en su estilo de vida y así evitando demostrar la autenticidad que posee consigo mismo, y también con los demás, según Adler, Jung, Rogers, etc.
El niño puede llegar a sentirse engañosamente identificado con esos papeles que su autoimagen idealizada le impone, pero estos en realidad no han sido integrados por el niño como un aspecto propio de su ser. Es decir, el niño no ha hecho propias esas imágenes ficticias y normas idealizadas, no se ha identificado con ellas. Y las sigue de manera artificial por la estima de los demás y por la suya.
No se debe confundir la imagen idealizada o superego con la autoimagen apreciada, ya que, esta ultima es consiente y forma parte de la confianza, autonomía e iniciativa y también hora del sentimiento de industriosidad del niño. Esta creada por características positivas de cuerpo, su autoidentidad, sus cualidades y sus conductas positivas (la de su autoestima), sus rasgos y propiedades personales, etc.
Mientras va pasando el tiempo el niño va adaptándose a la nueva situación escolar y preparándose para llegar al momento donde ingresa a la primaria. Cuando sucede esto, el desarrollo cognoscitivo del niño a logrado la etapa de operaciones concretas, esto según Piaget, y la manera de experimentar el mundo suele ser mas racional y objetiva, indicando que esta llegando a la entrada de la preadolescencia.
Su maduración cognoscitiva le permiten responder a las exigencias escolares y reconoce mas claro sus responsabilidades, sin embargo, reconoce también su libertad para hacer o hacer caso a las normas que se les impone; esto explica que su conciencia sigue desarrollándose a través de los atributos existenciales, sabiendo que aun no logran una compresión operacional.
El grupo de compañeros del niño a tomando una gran importancia para él y se convierte en una fuente muy importante de la estima que se basa en su propio autoaprecio positivo. Para el niño es muy importante ser reconocido en el grupo con que se identifica, que la conducta del niño puede ser alterada fácilmente, le importa demostrar sus capacidades y habilidades para ganarse el reconocimiento positivo de los demás. En este periodo también el niño debe ganarse la aprobación de las figuras de autoridad como la de sus padres y maestros. El niño se da cuenta que tiene responsabilidades escolares y que las puede enfrentar ejerciendo un esfuerzo intelectual. También debe lidiar de forma racional con su medio ambiente, aquí se demuestra la continuación del desarrollo de la imagen de “sí mismo como lidiador racional”, según Allport.
Esta etapa es importante para el desarrollo psicológico del niño porque esta moldeando al niño para establecer relaciones intimas y profundas con otras personas, también sirve para que el preadolescente termine de integrar su identidad como hombre o mujer al sentirse identificado con su compañero, con quien siente interés curioso con el sexo opuesto. Es natural que las necesidades predominantes en este periodo de vida sigan siendo aun la estima y la autoestima, pero la base en que estas se sostienen pueden satisfacerse a través de las relaciones con otros.
Para finalizar, la conciencia que ha obtenido el preadolescente de si mismo como “lidiador racional” y ser responsable de sus actos ante sí mismo y ante los demás, lo define y aclara cada vez mas al tanto de satisfacer su necesidad de aprecio y autoaprecio positivo. El niño se ha desarrollado de forma optima y sana, acaba de consolidar su industriosidad y adquiere el sentimiento de ser competente, hábil y capaz en la vida.
Cuando la persona forma una autoestima solida, suele tener una autoimagen clara y un concepto relativamente definido de los demás; suele entablar limites claros de lo que debe ser y lo que es él mismo, la sociedad y los demás.
despertar existencial a la libertad y responsabilidad.
En la adolescencia se viven diversos cambios radicales en la vida de la persona en varios aspectos, como lo físico, lo emocional, lo cognoscitivo, lo interpersonal, lo social y lo intrapsíquico; son transformaciones en donde la persona tiene de adaptarse tomando en cuenta que pueden ser agobiantes y en ocasiones traumantes.
Al comienzo de este periodo el adolescente inicia con su desarrollo a nivel mental, para mejorar su capacidad de pensamiento lógico, imagina varias circunstancias y crea hipótesis coherentes sobre las posibles consecuencias que están bajo la influencia de distintos factores. Comienza a obtener la capacidad de tener conclusiones adecuadas y optimas, su desarrollo cognoscitivo llega a la etapa que denomina Piaget como operaciones formales, y esto lo lleva a adquirir la posibilidad de experimentar el mundo de una forma sintaxica, según Sullivan. Todo esto nuevo le permite al adolescente darse cuenta por primera vez en su vida del ilógico comportamiento de la sociedad en general, y de las personas que lo rodean. Para el adolescente las personas hacen y dicen cosas absurdas, o por lo menos él lo ve así. Le exigen que se comporte de formas que no tienen mucha lógica y en ciertos momentos dan ejemplos incongruentes, y todo esto lo ve como injusto e irracional. Le prohíben hacer ciertas cosas que los demás hacen.
Este mundo de incongruencias y también absurdo con el se enfrenta el adolescente le ocasiona frustración y rabia y se llega al preguntar, ¡¿Por qué?! Y esta pregunta tiene consecuencias de gran importancia a la persona, ya que, al conseguir no respuestas se da cuenta que su pensamiento es distinto al de los demás. Esto implica que él existe como un ser individual y diferente. Se da cuenta de su propia existencia. Y aquí es el comienzo del despertar existencial.
El despertar existencial le otorga al adolescente la oportunidad de iniciar el proceso de autorrealización pero esto lo hace sentir angustiado y hasta puede desarrollar depresión. Cuando comienza su despertar existencial, el adolescente se suele sentir solo e incomprendido, y también puede sentirse frágil e indefenso. Estos sentimientos que reflejan sus propiedades ontológicas de separatividad y mortalidad que el adolescente comienza a vivir, dan un reflejo a la depresión, tristeza, ansiedad, a veces pensamientos de muerte, entre otras. El adolescente no suele saber lo que siente, simplemente esta triste.
El despertar existencial hace que el adolescente observe y se de cuenta que había reaccionado y se comportaba de manera automática y mecánicamente según lo que habían enseñado con respecto de lo debía hacer y lo que no.
Comienza a tener conciencia de su libertad y reacciona rebelándose contra las normas que le habían impuesto y de forma abrupta rechaza los principios que sus padres le habían inculcado, pero al rechazarlos pasa por un vacío que no puede describir, y dice “no soy y no quiero ser eso, pero entonces, ¿Qué soy y que quiero?” . Al obtener su libertad debe enfrentarse con la falta de sentido y del caos. No tiene orientación, no encuentra el sentido de nada, no hay metas externas que le trasmitan seguridad de lo que tiene que hacer. Se da cuenta que el tiene que crear su propósito existencial.
El adolescente se da cuenta que el camino que escoja no será fácil y que es el camino que el tomo por elección, y que en el trascurso de este puede cometer errores y él será el único culpable si llega a fallar. Ahora, esta crisis se ve facilitada gracias a sus nuevas habilidades cognoscitivas, y se da cuenta que lo valores morales son relativos, y sobretodo, que habían cosas que el había considerado como buenas que también son malas y viceversa. No hay verdad absoluta y todo se vuelve un caos y de confusiones. Como resultado de su primer afrontamiento con sus propiedades existenciales y agentes dañinos, el oven es atrapado por nuevas necesidades emocionales, que muestran ser similares a las necesidades básicas, las que propuso Maslow, estas en realidad son distintas a aquellas que son de una manifestación de la necesidad de autorrealización.
Cuando el adolescente tiene conciencia de que es libre para elegir y es responsable, se puede sentir desorientado y amenazado por la culpa existencial de no ser lo que es y lo que puede ser. La verdad es que estas necesidades están relacionadas entre sí y de la misma manera que están las características existenciales. Todas estas contribuyen las necesidades fundamentales como lo es la autorrealización y de significado. Adler lo menciona como impulso de perfección.
Desde el comienzo de la adolescencia el joven comienza a experimentar su sentir pasional y fogoso como lo son los impulsos sexuales y aparecen los caracteres sexuales secundarios. Las jovencitas experimentan la menstruación y los varones experimentan su primera polución nocturna; sus cuerpos pasan por diversos cambios. Las transformaciones físicas, emocionales, cognoscitiva y sociales causan el adolescente menor una fuerte sacudida emocional, su cuerpo comienza a tener cambios rápidos, su autoidentidad, autoestima, sus valores éticos y morales sobre las normas sexuales y sociales se encuentran en un estado de juicio, el concepto que tiene el adolescente de si mismo como lidiador racional se encuentra amenazado ya que se siente incapaz de solucionar estas crisis de manera sencilla y racional, menciona Allport.
En este periodo de vida la persona debe buscar lo que es real, lo que es suyo, empieza a luchar por su verdadero ser en la parte intima; da inicio a la búsqueda de su “proprium”, menciona Allport. Esa lucha representa una ardua crisis de identidad, según Erikson, y que el joven puede llegar a experimentar los impulsos de perfección, menciona Adler, y le desarrollo de la autorrealización se dificulte.
Al principio de la etapa de la adolescencia el joven experimenta una serie de conflictos inquietantes para él. Son sensaciones nuevas y desconocidas, estimulantes, excitantes, placenteras y ardientes; son sensaciones que buscan ser atendidas. Estas pulsiones sexuales pueden venir acompañadas con intensas fantasías sexuales y practicas masturbadoras.
El adolescente llega a un punto donde necesita saber quien es, se pregunta ¿Quién soy?, y ¿En que creo?; para solventar su crisis de identidad y evitar confusiones del rol que el tiene que ejercer, llegar a definir su proprium, y poder desarrollar la virtud de la felicidad; fidelidad a si mismo y sus propios ideales y principios.
La entrada de los impulsos sexuales en la adolescencia esta unidos en cierto grado a la necesidad de relacionarse con otra persona a nivel emocional. Sin embargo, el adolescente menor no posee las habilidades que necesita para acercarse al sexo opuesto, la necesidad de relación las satisface con su grupo de amigos. Si la identidad sexual del joven esta bien establecida, la imagen llega a obtener del sexo opuesto es positiva y no es amenazante, el concepto de las relaciones del hombre y la mujeres sano, las normas morales que tiene son flexibles y posee una autoestima relativamente firme. Es aquí donde el adolescente se permite relacionarse con jóvenes del sexo opuesto y comienza a explorar un terreno que desconocido para él, un terreno donde aprende habilidades interpersonales a costa de muchos errores, algunos exitosos y otros dolorosos fracasos que ponen a prueba su autoestima, su autonomía, su seguridad y fuerza emocional, en fin, pone a prueba su personalidad total.
Recordemos que la adolescencia tardía representa un crisis fuerte para la persona ya que el despertar existencial demanda una restructuración importante en la personalidad, y si las bases de estas no son fuertes, puede encontrar ciertas dificultades para solventar la crisis.
Para que el adolescente logre aceptar de manera consiente la crisis de identidad debe haber superado con éxito las etapas vividas y aceptarlas tal cual como sucedieron.
Cuando el ser humano ya ha afrontado sus logros de libertad y responsabilidad, ha logrado resolver de cierta forma su identidad y ya estableció sus metas, sus valores y sus creencias, la persona ya esa lista para reconocer y aceptar conscientemente y de manera mas integral su condición de ontológica de aislamiento o separatividad, lo mencionan Bugental y Yalom. Cuando la persona haya aceptado durante la adolescencia su libertad y su autonomía y que él es único responsable de su vida, debe enfrentarse a la adultez temprana a las necesidades primordiales de relación y arraigo.
Las necesidades de relación y arraigo son una manifestación de la tendencia humana hacia la autorrealización y el significado, y estas solo pueden satisfacerse de verdad a través del amor y la fraternidad.
Las necesidades de relación y arraigo se complementan de manera diferente a las del amor, pertenecía y estima, es normal que las personas las confundan cuando llegan a la edad adulta. Se ha mencionado que durante la infancia la persona no puede satisfacer sus necesidades de ser querido o en la niñez no logro el reconocimiento y estas necesidades quedo en asuntos no resueltos, entonces la persona puede pasar por necesidades neuróticas de afecto y aprobación, controlar y explotar a los otros y de ser admirado y reconocido, según Horney etc. Estas tendencias neuróticas puede llegar a enmascararse con el disfraz de necesidades de relación y arraigo, pero estas en verdad son diferentes a estas. La persona menciona que quiere una relación madura pero en realidad lo que quiere es que alguien lo quiera y lo aprecie.
Las urgencias neuróticas son narcisistas y llevan a las personas a entablar relaciones simbólicas, ya sea tomando una posición de sumisión o de dominio sádico, menciona Fromm. El ser narcisista las necesidades neuróticas niegan la individualidad de las personas, llevándolas a un estado de “incesto” en donde no reconocen ni se aceptan como una entidad separada de la madre, la familia, etc. Lo contrario con las necesidades de relación y arraigo que solo llegan cuando la persona ha reconocido su individualidad. Cuando una persona no ha aceptado de corazón su separatividad, su aislamiento existencial, no pude amar de verdad, ya que no esta experimentando la necesidad de la relación optima de una persona libre y que es responsable de su vida, esta solo siente la urgencia de unirse y perderse en otra persona para negar y ocultar su realidad existencial. En esa medida, no es capaz de sentir amor por alguien, sus relaciones son simbióticas, narcisistas, son autenticas, y no se ama a sí mismo.
Por lo general las personas no se atreven a crear relaciones buenas con otros, se debe reconocer que hay otros que si lo logran; y esto sucede cuando el adulto joven ha reconocido su separatividad, experiencia la necesidad de relacionarse de forma profunda e íntimamente con otra persona a través del amor real.
Ahora, cuando la persona ya posee una identidad clara y adecuada y su percepción del sexo opuesto es realista y buena, esta preparado para crear un relación genital satisfactoria con su compañero amado y querido del sexo opuesto, con quien desea crear y compartir una confianza mutua y busca asegurar a su descendencia en todas las etapas de desarrollo satisfactorio. La persona esta preparada para amar genitalmente de una forma integra, según Erikson.
No es fácil crear una relación genitalmente amorosa, ya que, para lograrla no solo se necesita que la persona haya dejado las antiguas etapas que vivió, debe tener una buena confianza básica, una autoestima bien plantada, un sentido de iniciativa e industriosidad sana y que haya encontrado su verdadera identidad sana, entre otras. Para crear y establecer una relación amorosa genital madura la persona no solo necesita todo lo anterior, sino que también requiere encontrar una persona con su mismo desarrollo psicológico, una persona que comparta sus valores y metas fundamentales.
El amor hace que la persona no solo sea mas libre, mas fuerte, mas autónomo, también hace que ha la persona se le haga mas fácil el proceso de aceptarse como un ser individual completo. Cuando un hombre entrega su amor a una mujer, se une a ella sin perder su individualidad; se identifica y empatiza totalmente con su amada y se siente uno con ella, llega el momento en donde integra su autoimagen a la representación arquetípica del “Anima”, que es la pequeña mujer que todo hombre tiene. Y lo mismo pasa con la mujer, cuando se une de forma amorosa con un hombre sin perder su individualidad, se hace una con él ,siendo al mismo tiempo ella misma, lo que quiere decir que ya esta lista para reconocer una parte de sí sus propios elementos de fuerza, y virilidad, esa imagen colectiva e inconsciente que se denomina como, “Animus”, el pequeño hombre que una mujer tiene por dentro, según Jung.
En el momento en que la persona descubre todo esto, su necesidad de arraigo se satisface por completo a traes del sentimiento de unión fraternal con todo el mundo. Esta experiencia es muy importante que justifica la vida misma y al ser un paso importante para la autorrealización del hombre, le otorga a su presencia el sentido que buscaba y quería, mediante el amor y la fraternidad.
El hombre al llegar a este punto de desarrollo, se siente libre de quitarse toda esa mascara, ya que no solo se siente en casa en el mundo, también sabe quien es él realmente, aquello que había intuido y sentido que debía ser y aprende a amarse y respetarse tal y como es.
En este periodo el adulto reconoce que es finito, pero se pregunta que cual es el sentido que tiene todo, y he aquí donde vuelve a enfrentarse con todos sus atributos existenciales, este recuerda que, puede elegir su propio estilo de vida, es libre, que solo él y nadie mas que él tendrá que darse cuenta de lo que hizo con la oportunidad que tuvo en esta tierra, que es responsable, que esta separado de los otros, que es individual y que se tiene a sí mismo. Pero en esta oportunidad pone su atención sobre el hecho que es mortal y que no esta en sus manos predecir, controlar o entender su propia muerte. Lo único que sabe es que un día partirá de este mundo, ya se habrá ido. Y se ara preguntas como, ¿A dónde voy ahora?, ¿seguiré siendo yo mismo?, y otras preguntas mas.
Cuando el hombre se percata que un día partirá de este mundo es decir, morirá, suele enfrentarse con la posibilidad de que, si su vida es simplemente vida, llegara el día que ya no será, dejara de ser y de existir como ser-consiente. Aquí se enfrenta a la angustia ontológica de no-ser, de convertirse en nada y ve esto como absurdo e irónico.
La respuesta mas regular a la confrontación con la propia muerte, como Kubler-Ross ha observado, es la negación. Tomando en cuenta que la persona sabe que es finito, frágil y por supuesto incompetente para evitar su propio fin, la mayoría de las personas niegan esta realidad.
Lo que el hombre busca hacer ante la amenaza de muerte, del no-ser, es quitar la conexión que tiene el polo de la existencia a través de actos regresivos. El no-ser es importante y necesario para el ser humano, cuando la persona le huye mas a la muerte, mas muerto estará en vida, cuando quiere escapar de su fragilidad creyéndose poderoso, mas destruye su experiencia consiente y ms vulnerable se vuelve, cuando mas niega la muerte, que es algo esencial de la vida, se puede suicidar. Ya que el ser-ahí es ser-consiente, y si el hombre destruye su conciencia, se esta exterminando el mismo.
Pero cuando el hombre es valiente y acepta la situación como corresponde, es cuando recibe su impotencia a la muerte, y también a la individualidad, la libertad y la responsabilidad a su existencia, se transforma en vida verdadera que esta llena de significado y valor profundo. El hombre cuando acepta sus limitaciones descubre su libertad y sin barreras. Cuando el hombre acepta de buena manera su insignificancia y destructibilidad, conoce su carácter temporal y finito de la vida humana y de ninguna forma perderá su significado.
El hombre cuando logra trascender su soledad aceptando también su condición humana de aislamiento, y ya descubrió por si solo la fraternidad y el amor genuino y cuando de da cuenta aun mas que sus días en la tierra aparece, llega a él la necesidad de hacer que su paso por la vida sea importante, siente la urgencia verdadera de trascender su condición de persona impotente para convertirse en una persona útil y productiva, según Fromm. Siente el hombre la necesidad de dejar una huella positiva y de amor.
La autentica productividad, que es basada en la aceptación genuina de la limitación humana y en el amor, le otorga al hombre trascender su condición de estancamiento a través de la generatividad, menciona Erikson. Ya que, las actividades sociales y laborales tienen un sentido profundo y real, menciona Adler, y debido a que están creadas mediante valores creativos y significativos, esto según Frankl.
La productividad que no este basada en el amor no será productivamente verdadera, según Fromm. Y el trabajo que no este creado desde la fraternidad, no es auténticamente productivo. El trabajo no tiene ningún sentido y no vale la pena, ya que solo lo que hace es aumentar el sentimiento de vacío, aislamiento y fragilidad existencial del hombre, y esto puede llevar al hombre a crearle un adicción al trabajo sin ningún tipo de sentido.
La mayoría de las personas viven aferradas y sujetas a un estilo de vida que no es autentico, continúan aislados a los primeras áreas de la vida y como no están listos para confrontar de manera autentica su destructibilidad y no están listos tampoco.
Lo que se ve en el hombre como una necesidad de trascendencia, autorrealización y significado, la verdad es un estilo de vida que compulsiva y desesperadamente busca satisfacer las necesidades neuróticas que fueron implantadas en la niñez e infancia al no quedar resuelta la seguridad, amor y pertenencia o estima y la autoestima.
La persona verdaderamente productiva se ama a sí mismo, y a todas las personas que lo rodean. Su creatividad esta basada en intereses genuinos y ve los productos de su generatividad como seres amados, los cuida y los protege, y les permite tener un desarrollo optimo y les permite ser lo que de verdad son. A sus padres los quiere y los perdona a pesar de los errores que llegaron a comer: a sus hijos, los tiene, los respeta y los ama con todo su corazón sin prender manipularlos o controlarlos, quiere que se desarrollen de manera ejemplar y optima.
El hombre al crearse de esta forma, se esta construyendo a sí mismo, pensando en el prójimo. El hombre al aceptar por completo su condición de un ser impotente, demuestra que ha trascendido y se convierte en un creador verdadero.
El hombre cuando se enfrenta con valentía a su condición de criatura mortal e imponente y la acepta de forma plena y tranquila, se convierte en un creador espontaneo y serlo deja un huella significativa y positiva en el mundo y trasciende su condición. Este se sorprende al ver que él mismo es el proceso de creación amorosa, y cuando llega a este punto de su desarrollo se siente trascendente e impotente, creador, criatura y poderoso e indefenso.
Cuando la persona a llegado a este proceso de autodescubrimiento, ha hecho suyos todos los aspectos que antes negaba, lo consiente lo paso al inconsciente, se siente el centro de su vida, completo y total ser humano. Auténticamente tiene la virtud de sentir que el mundo entero le importa, la virtud del cuidado, según Erikson.
La etapa de la vejez puede sentirse como gloria o como un infierno en la vida de la persona, y si su vida será una tragedia o una victoria dependerá de que tanto el hombre aprendió a vivir de manera autentica y esto mientras que la persona haya reconocido y aceptado íntegramente durante su existencia su condición humana, es decir, en cuanto haya dado el inicio sincero a su individualidad y separatividad, a su impotencia y a su finitud, a su libertad y su autonomía, y a su propia responsabilidad, la última etapa de su paso por la tierra será plena y significativa. Pero si el hombre niega, e ignoró o huyo de la realidad existencial, se sentirá vacío y desesperado.
La mayoría de las personas viven la vida escapando de la conciencia de sus atributos ontológicos, como si estuvieran huyendo de su propia sombra. Y lo hacen solo para escapar del sentimiento de la soledad que su separatividad les provoca, se pierden a sí mismos en una vinculación narcisista con todo que lo rodea. Para escapar de este sentimiento de desamparo que la finitud les causa, buscan tomar una actitud que les causa daño a ellos mismos y a los demás, y lo hacen para negar el caos y el sin-sentido que surge de la libertad, tomando el camino de la irracional conformidad, cuando anulan la culpabilidad que viene acompañada de la responsabilidad de la vida, omiten su parte consiente y su individualidad, por lo tanto, se destruyen ellos mismos.
En la vejez la persona se siente mas solo que nunca en su vida, mas indefenso, mas amenazado por la llegada de la muerte, mas desorientado y se siente culpable por haber perdido la oportunidad que se le ofreció en este mundo. Es aquí cuando se siente tan desesperado que busca rehacer su vida, pero esto le es posible, lo que no fue, ya no será. Los ancianos desesperados buscan realizar lo que no hicieron en aquel momento dado pero al notar que no se puede, transforma su carácter y se vuelven de no muy alta tolerancia, lo único que les queda es aceptar sus estilos de vida defensivos, pero autodestructivos, los que son mas dependientes, los son aun mas, los que se fueron por el camino de la indiferencia se quedan solos y desamparados y quienes tomaron la agresividad como motor de vida e ir en contra de los otros, se vuelven seres inaguantables. Los últimos años de vida pueden llegar a ser un temido infierno para quienes no quisieron su existencia cuando podían. Cuando miran retrospectivamente se enfrenta con la angustiosa pregunta de que si valió la pena haber vivido; se siente frustrados, con rabia y con culpa. La culpa por haber vivido como debían es mas fuerte e insoportable que la haberse equivocado. Para quienes negaron vivir una vida autentica todo es un caos en su vejez. Su cuerpo no reacciona como antes, les recuerdan que son impotentes, están desamparados y pronto les llega su momento de partir de este mundo. Siente un silencio en su interior que les da miedo.
Durante la vida el adulto viejo podía haber intentado huir de su condición humana mediante medios que les habrían servido de verdad para trascender su situación, hubiera amado para no sentirse solo, hubiera creado para enfrentarse a su finitud, intentar ser el mismo y adoptar un marco racional en la vida para poder hallar un sentido en la misma. Todo esto es una trama que el viejo solo se creo, por haber escapado de su condición vital.
La creatividad, el amor, la fraternidad, la razón y la individualidad no se le puede imponer a la persona. Cuando el hombre busca ser espontaneo, cuando se exige ser el mismo, se defrauda al instante. Y el anciano que paso su vida obligándose a amar, a crea, a ser racional y espontaneo, se da cuenta que todo ha sido una mentira.
El dilema humano se basa en que si una persona niega sus atributos existenciales, estos pueden volverse angustiantes y no será capaz de escapar de ellos, y si busca reforzarlos “positivamente”, por haberse esforzado su intento se ira en dirección al fracaso.
La única aceptación al dilema humano es aceptarse el mismo tal y como es. Ya que la única solución (para evitar el fracaso) que tiene el hombre es declararse impotente para vencer su propio aislamiento, su desamparo y su finitud, su irremediable sin-sentido. En decir, la única opción que tiene el hombre es no esforzarse para evitar lo inevitable.
Solo aquel que ha optado por confesarse impotente e indefenso, puede trascender su condición limitada. La vejez es la ultima oportunidad que la vida le da al ser huma para que pueda comprender y reconocer su naturaleza, enfrentarse a su verdad a su realidad, y admitir su responsabilidad. Si el hombre hace todo esto, podrá dejar en el pasado su aislamiento, su desamparo, su fatal sin-sentir, y su culpabilidad.
Siempre y cuando el hombre haya sido el que es, puede renunciar a ello para convertirse en el Ser que Es, en la existencia misma.
Ha llegado el momento cuando el hombre sabe en realidad que no tiene limites, su ego se desvanece y ve con claridad lo que había pensado de sí mismo, de los otros y del mundo entero que solo era un juego, una ilusión, como antiguos hinduistas reconocieron.
Cuando el hombre a esta etapa, reconoce y comprende totalmente “que hemos nacido en plenitud cuando morimos”, según Fromm.
Es la satisfacción total de la tendencia humana hacia la autorrealización, según Maslow; la necesidad del significado, según Frankl; es el varadero objetivo del impulso de perfección, según Adler; es el estado de identificación completa con el Yo, según Bugental; con el sí mismo, según Allport. Es la verdadera integridad y autentica sabiduría, según Erikson.