Hoja Parroquial No. 298 Parroquia San Felipe de Jesús Chichimequillas, El Marqués, Qro.

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Hoja Parroquial

Párroco Pbro. Silvestre García Suárez Vicario Pbro. Emmanuel Ramírez Olvera

Chichimequillas, El Marqués, Qro.

28 de Octubre de 2018 No.298 Año 8

Parroquia San Felipe de Jesús Chichimequillas

Tel. 2466223

San Felipe de Jesús “Parroquia en Oración, Parroquia Misionera” XXX DOMINGO ORDINARIO ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 104, 3-4 Alégrese el corazón de los que buscan al Señor. Busquen al Señor y serán fuertes; busquen su rostro sin descanso. ORACIÓN COLECTA Dios todopoderoso y eterno, aumenta en nosotros la fe, la esperanza y la caridad, y para que merezcamos alcanzar lo que nos prometes, concédenos amar lo que nos mandas. Por nuestro Señor Jesucristo...

PRIMERA LECTURA Vienen a mi llorando, pero yo los consolaré y los guiaré Del libro del profeta Jeremías: 31, 7-9 Esto dice el Señor: "Griten de alegría por Jacob, regocíjense por el mejor de los pueblos; proclamen, alaben y digan: 'El Señor ha salvado a su pueblo, al grupo de los sobrevivientes de Israel'. He aquí que yo los hago volver del país del norte y los congrego desde los confines de la tierra. Entre ellos vienen el ciego y el cojo, la mujer encinta y la que acaba de dar a luz. Retorna una gran multitud; vienen llorando, pero yo los consolaré y los guiaré; los llevaré a torrentes de agua por un camino llano en el que no tropezarán. Porque yo soy para Israel un padre y Efraín es mi primogénito". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

Del salmo 125, 1-2ab. 2cd-3. 4-5.6 R/. Grandes cosas has hecho por nosotros, Señor. *Cuando el Señor nos hizo volver del cautiverio, creíamos soñar; entonces no cesaba de reír nuestra boca ni se cansaba entonces la lengua de cantar. R/. *Aun los mismos paganos con asombro decían: "¡Grandes cosas ha hecho por ellos el Señor!". Y estábamos alegres, pues ha hecho grandes cosas por su pueblo el Señor. R/. *Como cambian los ríos la suerte del desierto, cambia también ahora nuestra suerte, Señor, y entre gritos de júbilo cosecharán aquellos que siembran con dolor. R/.

*Al ir, iban llorando, cargando la semilla; al regresar, cantando vendrán con sus gavillas. R/. SEGUNDA LECTURA Tú eres sacerdote eterno, como Melquisedec. De la carta a los hebreos: 5, 1-6 Hermanos: Todo sumo sacerdote es un hombre escogido entre los hombres y está constituido para intervenir en favor de ellos ante Dios, para ofrecer dones y sacrificios por los pecados. Él puede comprender a los ignorantes y extraviados, ya que él mismo está envuelto en debilidades. Por eso, así como debe ofrecer sacrificios por los pecados del pueblo, debe ofrecerlos también por los suyos propios. Nadie puede apropiarse ese honor, sino sólo aquel que es llamado por Dios, como lo fue Aarón. De igual manera, Cristo no se confirió a sí mismo la dignidad de sumo sacerdote; se la otorgó quien le había dicho: Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy. O como dice otro pasaje de la Escritura: Tú eres sacerdote eterno, como Melquisedec. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor. ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. 2 Tm 1, 10 R/. Aleluya, aleluya. Jesucristo, nuestro salvador, ha vencido la muerte y ha hecho resplandecer la vida por medio del Evangelio. R/.

Maestro, que pueda ver. Del santo Evangelio según san Marcos: 10, 46-52

E

n aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó en compañía de sus discípulos y de mucha gente, un ciego, llamado Bartimeo, se hallaba sentado al borde del camino pidiendo limosna. Al oír que el que pasaba era Jesús Nazareno, comenzó a gritar: "¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!". Muchos lo reprendían para que se callara, pero él seguía gritando todavía más fuerte: "¡Hijo de David, ten compasión de mí!". Jesús se detuvo entonces y dijo: "Llámenlo". Y llamaron al ciego, diciéndole: "¡Ánimo! Levántate, porque él te llama". El ciego tiró su manto; de un salto se puso en pie y se acercó a Jesús. Entonces le dijo Jesús: "¿Qué quieres que haga por ti?". El ciego le contestó: "Maestro, que pueda ver". Jesús le dijo: "Vete; tu fe te ha salvado" Al momento recobró


la vista y comenzó a seguirlo por el camino. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Credo PLEGARIA UNIVERSAL Confiados en que la oración de los pobres llega hasta el Señor, elevemos con humildad nuestras peticiones a Dios y digamos: Te rogamos, Señor. v Para que el Señor conceda el espíritu de consejo, fortaleza, ciencia y piedad a nuestro obispo N., y a todos los pastores de la Iglesia, roguemos al Señor v Para que los gobiernos de las naciones edifiquen sus comunidades en la paz, equilibrando toda desigualdad injusta, roguemos al Señor v Para que el Señor alivie los dolores de los que sufren en el cuerpo o en el espíritu y les dé fuerza para no desfallecer ante la tribulación, roguemos al Señor. v Para que mantenga a nuestras familias firmes en la concordia y seguras en su gracia y amistad, roguemos al Señor. Dios nuestro, luz para los ciegos y consuelo para los afligidos, que en tu Hijo nos has dado al Sumo Sacerdote justo e indulgente hacia los que pecan por la ignorancia o error, escucha las súplicas de tu familia y haz que todos los hombres experimenten la intercesión de Jesús, el Señor, y retornen al camino que conduce a ti. Por Jesucristo, nuestro Señor. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS Mira, Señor, los dones que presentamos a tu majestad, para que lo que hacemos en tu servicio esté siempre ordenado a tu mayor gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor. ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 19, 6 Nos alegraremos en tu victoria y cantaremos alabanzas en el nombre de nuestro Dios. O bien: Ef 5, 2 Cristo nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros, como ofrenda agradable a Dios. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Que tus sacramentos, Señor, produzcan en nosotros todo lo que significan, para que lo que ahora celebramos en figura lo alcancemos en su plena realidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.

La ceguera como figura de falta de fe. San Marcos nos narra este episodio después de haber mostrado la falta de fe de los discípulos. Jesús les ha dicho a ellos: ¿Ustedes tienen ojos y no ven? ¿Tienen oídos y no oyen?... La ceguera es como una figura de la falta de la fe, que sólo Jesús puede curar. Jesús instruye pacientemente a sus discípulos, que tropiezan constantemente por su falta de fe y su dificultad para entender. Como Bartimeo, ellos terminarán siendo curados de su ceguera... y, como Bartimeo, seguirán a

Jesús por el Camino (que es el del Calvario y la Resurrección) [El siguiente episodio, en el Evangelio de Marcos, es el Domingo de Ramos]. Cada uno de nosotros puede ser un Bartimeo. Nos cuesta ver o quizás no vemos nada. Nos pasan cosas que no comprendemos, tropezamos, caemos, y a veces nos puede parecer que estamos en un pozo oscuro, sin salida porque no vemos nada. Intentamos algo, pero chocamos contra todo, tropezamos y caemos, no acertamos, y todos los demás nos dicen ¡Callate! (Ev.), no busques, no llames, no tiene sentido...Confórmate con estas monedas. (Ev.): consumo, placer, libertinaje, desenfreno, zafar, etc. El Evangelio nos describe a todos nosotros con la figura del ciego que está pidiendo al costado del camino: también nosotros oímos decir que a nuestro lado está Jesús, el Maestro y Salvador: comencemos a llamarlo con todas nuestras fuerzas para que nos oiga y nos devuelva la vista: que podamos ver la vida con otros ojos, que comprendamos porqué estamos en este mundo, porqué trabajamos, porqué sufrimos, porqué vivimos, porqué morimos... Que Él nos haga ver par que podamos seguirlo por el camino, y a través de la Cruz lleguemos junto con Él a la Pascua de la Resurrección. Muchos intentarán silenciarnos (un cristiano bien plantado molesta [y un sacerdote que dice la verdad, también...]). No importa; imitemos la insistencia de Bartimeo: Jesús nunca pasará de largo si lo llamamos: nos llamará, nos curará y podremos seguirlo, por la Cruz a la Luz.

Antiguo Testamento Libros Proféticos LIBRO DE JONÁS

“Cuando mi alma desfallecía en mí, me acordé de cristo, Y mi oración llegó hasta ti en tu santo templo." Jonás Jonás ("Paloma") es, más que otra cosa, una historia personal del profeta en relación con el hecho de que Dios le envió a profetizar contra Nínive, la ciudad capital Asiria. Él no nos muestra el funcionamiento secreto del corazón de un incrédulo, sino que incluso los de un siervo escogido de Dios. Cuán humillante es la exposición, pero el profeta debe escribirla fielmente para nuestro beneficio. Cuando recibió un mensaje de Dios, él primeramente huye de la responsabilidad de entregarlo. Pero la disciplina de Dios al haber sido ser echado al mar y tragado por un gran pez verdaderamente llevó su alma a su punto más bajo. Con todo, a pesar de una experiencia tan traumática, cuando es traído de vuelta por Dios e inducido a obedecer, entonces él prefirió adjudicarse el crédito por el mensaje, y pensó más en su reputación como profeta que en los derechos de Dios a mostrar misericordia a una ciudad arrepentida. ¿No nos enseña esto cuán cautelosos deberíamos estar en todo servicio para el Señor y que no deberíamos buscar ningún reconocimiento o lugar para nosotros, sino más bien obedecer por amor a Él y por amor a las almas de otros? Observemos, también, que Jonás registra el hecho de que


Dios tiene la última palabra con él; y el mismo hecho de que haya escrito un relato puro de toda la penosa historia es una indicación clara de que, al final, su alma fue realmente beneficiada por toda ella.

Los símbolos de la fe Quien dice "Yo creo", dice "Yo me adhiero a lo que nosotros creemos". La comunión en la fe necesita un lenguaje común de la fe, normativo para todos y que nos una en la misma confesión de fe. Desde su origen, la Iglesia apostólica expresó y transmitió su propia fe en fórmulas breves y normativas para todos (cf. Rm 10,9; 1 Co 15,3-5; etc.). Pero muy pronto, la Iglesia quiso también recoger lo esencial de su fe en resúmenes orgánicos y articulados destinados sobre todo a los candidatos al bautismo: «Esta síntesis de la fe no ha sido hecha según las opiniones humanas, sino que de toda la Escritura ha sido recogido lo que hay en ella de más importante, para dar en su integridad la única enseñanza de la fe. Y como el grano de mostaza contiene en un grano muy pequeño gran número de ramas, de igual modo este resumen de la fe encierra en pocas palabras todo el conocimiento de la verdadera piedad contenida en el Antiguo y el Nuevo Testamento» (San Cirilo de Jerusalén, Catecheses illuminadorum, 5,12; PG 33). Se llama a estas síntesis de la fe "profesiones de fe" porque resumen la fe que profesan los cristianos. Se les llama "Credo" por razón de que en ellas la primera palabra es normalmente: "Creo". Se les denomina igualmente "símbolos de la fe". La palabra griego symbolon significaba la mitad de un objeto partido (por ejemplo, un sello) que se presentaba como una señal para darse a conocer. Las partes rotas se ponían juntas para verificar la identidad del portador. El "símbolo de la fe" es, pues, un signo de identificación y de comunión entre los creyentes. Symbolon significa también recopilación, colección o sumario. El "símbolo de la fe" es la recopilación de las principales verdades de la fe. De ahí el hecho de que sirva de punto de referencia primero y fundamental de la catequesis. La primera "Profesión de fe" se hace en el Bautismo. El "Símbolo de la fe" es ante todo el símbolo bautismal. Puesto que el Bautismo es dado "en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo" (Mt 28,19), las verdades de fe profesadas en el Bautismo son articuladas según su referencia a las tres personas de la Santísima Trinidad. El Símbolo se divide, por tanto, en tres partes: "primero habla de la primera Persona divina y de la obra admirable de la creación; a continuación, de la segunda Persona divina y del Misterio de la Redención de los

hombres; finalmente, de la tercera Persona divina, fuente y principio de nuestra santificación" (Catecismo Romano, 1,1,3). Son "los tres capítulos de nuestro sello (bautismal)" (San Ireneo de Lyon, Demonstratio apostolicae praedicationis, 100). Cada una de estas tres partes se subdividen en una serie de fórmulas variadas y exactas. Utilizando una comparación frecuentemente repetida en las obras de los Santos Padres, llamamos artículos a cada una de las fórmulas del Símbolo que clara y distintamente hemos de creer, lo mismo que llamamos artículos (articulaciones) a las distintas partes en que se divide cada una de las partes del organismo humano (Catecismo Romano, 1,1,4). Según una antigua tradición, atestiguada ya por san Ambrosio, se acostumbra a enumerar doce artículos del Credo, simbolizando con el número de los doce apóstoles el conjunto de la fe apostólica (cf. San Ambrosio, Explanatio Symboli, 8: PL 17, 1158D).

Por qué rezar el Santo Rosario a las almas del purgatorio. E l g r a n Mandamiento de Nuestro Señor Jesucristo es que nos amemos los unos a los otros, genuina y sinceramente. El Primer Gran Mandamiento es amar a Dios sobre todas las cosas. El Segundo, o mejor dicho el corolario del Primero, es amar al prójimo como a nosotros mismos. No es un consejo o un mero deseo del Todopoderoso. Es Su Gran Mandamiento, la base y esencia de Su Ley. Es tanta la verdad encerrada en esto que Él toma como donación todo aquello que hacemos por nuestro prójimo, y como un rechazo hacia Él cuando rechazamos a nuestro prójimo. Leemos en el Evangelio de San Mateo (Mt 25:3446), las palabras de Cristo que dirigirá a cada uno en el Día del Juicio Final. Algunos católicos parecen pensar que su Ley ha caído en desuso, pues en estos días existe el egoísmo, el amor a sí mismo, y cada uno piensa en sí mismo y en su engrandecimiento personal. "Es inútil observar la Ley de Dios en estos días", dicen, "cada uno debe mirar por sí mismo, o te hundes". ¡No hay tal cosa! La ley de Dios es grandiosa y todavía y por siempre tendrá fuerza de ley. Por eso, es más que nunca necesaria, más que nunca nuestro deber y por nuestro mayor interés. ¿Estamos moralmente obligados a rogar por las ánimas benditas?


Siempre estamos obligados a amar y ayudar al otro, pero cuanto mayor es la necesidad de nuestro prójimo, mayor y más estricta es nuestra obligación. No es un favor que podemos o no hacer, es nuestro deber; debemos ayudarnos unos a otros.

asistir a la propia parroquia, para que, después de una breve enseñanza, se bendiga a los niños y adolescentes.

Sería un monstruoso crimen, por caso, rehusar al poder y desposeído el alimento necesario para mantenerse vivo. Sería espantoso rehusar la ayuda a alguien en una gran necesidad, pasar de largo y no extender la mano para salvar a un hombre que se está hundiendo. No solamente debemos ayudar cuando es fácil y conveniente, sino que debemos hacer cualquier sacrificio para socorrer a nuestro hermano en dificultades.

Como cristianos, no mantenerse apáticos ante el tema. "Hacerse de la vista gorda" es un modo de convertirse en cómplice. Comenzar a llamar a las cosas por su nombre, en lugar de tratar de disfrazarlas. Los obispos de muchas partes del mundo han sido claros: la fiesta de Halloween tiene un trasfondo de ocultismo. El arzobispado de México señaló en 2007 que, "si buscamos ser fieles a nuestra fe y a los valores del Evangelio, debemos concluir que la fiesta del Halloween no sólo no tiene nada que ver con la celebración que le dio origen [la de Todos Santos], sino que incluso es nociva y contraria a la vida cristiana". Hacer conciencia de que es una contradicción que, por un lado, se eduque a los niños para que aprendan a respetar a los demás, pero en Halloween, con el "dulce o travesura", se esté aceptando y hasta justificando que una vez al año se haga mal al prójimo si éste no cumple caprichos. A los niños pequeños hay que explicarles de manera sencilla y clara, pero firme, lo negativo que hay en el Halloween y su festejo. Es necesario explicarles que Dios no quiere que nos identifiquemos ni con brujas ni con monstruos, pues somos hijos de Dios. La enseñanza para niños mayores, adolescentes y jóvenes debe ser mucho más completa, evidenciando las prácticas satánicas de la religión celta de los druidas, en la cual se inspiran todos los elementos propios de la actual fiesta de Halloween, y mostrar con las Sagradas Escrituras cómo esto se opone tajantemente a la voluntad de Dios. Entre las citas bíblicas que conviene incluir figuran Ex 22, 17; Dt 18, 10; Lv 19, 26 y Lv 20. El Catecismo de la Iglesia Católica, números del 2111 al 2117, son también indispensables en esta educación. En las catequesis y demás enseñanzas relativas a esa fiesta es buena idea que los niños inviten a sus amigos, para que se atenúe el impacto de rechazo social que sufrirán los primeros por no celebrar Halloween, y sus compañeros entiendan por qué no participan. El día 31 de octubre, pero no por la noche, se sugiere

Te recordamos que ya comenzamos la platicas de preparación para los catecúmenos. Todos los domingos a la 1 pm en los salones de la cabecera parroquial en Chichimequillas


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