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MiĂŠrcoles 14 de enero de 2015 EL UNIVERSAL
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Texto: SAĂšL HERNĂ NDEZ periodismodatos@eluniversal.com.mx InfografĂa: FERMĂ?N GARCĂ?A
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n 2011, el entonces presidente Felipe CalderĂłn visitĂł el municipio Batopilas, Chihuahua. AllĂ, en una regiĂłn caracterizada por la pobreza extrema y sin instituciones bancarias, anunciĂł lo que llamĂł el “programa de bancarizaciĂłn mĂĄs grande del mundoâ€? e incluso repartiĂł tarjetas de dĂŠbito y prepago a la comunidad rarĂĄmuri que habĂa acudido a oĂr su discurso. A tres aĂąos del anuncio, Batopilas sigue sin bancos. Pero Batopilas es sĂłlo uno de los 794 municipios que estĂĄn lejos de bancarizarse. En esas regiones, donde viven 4.2 millones de personas, no hay sucursales ni cajeros automĂĄticos ni terminales de punto de venta.
b La banca sigue sin llegar a uno de cada tres municipios del paĂs, esto a pesar de que en MĂŠxico hay 47 instituciones de banca mĂşltiple, 17 de ellas constituidas en los Ăşltimos siete aĂąos. El resto de los municipios no necesariamente cuenta con el equipamiento suficiente. Los resultados que aquĂ se presentan provienen del anĂĄlisis de las bases de datos que publica la ComisiĂłn Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) en su sitio de Internet sobre las instituciones de banca mĂşltiple. Las cifras corresponden al mes de agosto de este aĂąo.
Mil 505 municipios carecen de sucursales bancarias y aun dentro de los que sĂ tienen hay muchas localidades sin el servicio. Es el caso del municipio de ChilĂłn, que sĂłlo cuenta con una sucursal para sus mĂĄs de 120 mil habitantes. Como ĂŠste, hay 449 municipios que tienen a lo mĂĄs tres sucursales pese a que su poblaciĂłn va de los 10 mil a los 150 mil habitantes. Gustavo Del Ă ngel, especialista en estudios del sistema financiero y profesor del Centro de InvestigaciĂłn y Docencia EconĂłmicas (CIDE), seĂąala que en estos casos “las sucursales bancarias se establecen en las cabeceras municipales, entonces si alguien vive en un pueblo [lejano a la cabecera] debe hacer un viaje que no es nada trivial, es un viaje caro.â€? Los estados del sur se encuentran menos bancarizados. En Chiapas hay cinco sucursales por cada 100 mil habitantes, mientras que la tasa nacional es de 11 sucursales por cada 100 mil personas. Guerrero y Oaxaca disponen de siete sucursales por cada 100 mil habitantes. Para el experto, el dĂŠficit en infraestructura en muchas de estas regiones obedece a que son lugares poco accesibles y con una poblaciĂłn fragmentada. “Hay poblaciĂłn muy dispersa en zonas de baja densidad poblacional, eso hace muy difĂcil
que los bancos comerciales pongan sucursales porque el tråfico es tan bajo que para ellos no es rentable‌ Inclusive, en algunas localidades los bancos tienen las sucursales sólo por posicionamiento�, seùaló el investigador del CIDE.
AdemĂĄs de las sucursales, existe otro tipo de infraestructura bancaria menos costosa que se ha usado para extender la cobertura a sectores no bancarizados. Se trata de los cajeros automĂĄticos (ATM) y las terminales de punto de venta (TPV) que son dispositivos que se instalan en los establecimientos comerciales para recibir pagos con tarjeta. Sin embargo, aun si se consideran estos equipos, casi 800 municipios quedan fuera del alcance de la banca y quizĂĄ pase mucho tiempo antes de que ĂŠsta llegue. SegĂşn el estudio “Factores de influencia en la localizaciĂłn regional de infraestructura banca-
riaâ€?, los bancos se enfocan mayormente en “los municipios mĂĄs poblados, con niveles mĂĄs altos de ingreso y educaciĂłn de la poblaciĂłn, y mayor actividad econĂłmica formalâ€?. Gustavo Del Ă ngel explica que se han impulsado otras alternativas para llevar el servicio a las zonas mĂĄs alejadas y marginadas, aunque sus efectos han sido limitados. Uno es el programa de bancarizaciĂłn del gobierno que consiste en depositar las transferencias de los programas sociales en una cuenta bancaria y otorgar al beneficiario una tarjeta. Es lo que prometiĂł Felipe CalderĂłn el dĂa que visitĂł a los rarĂĄmuris de la Sierra Tarahumara. Desde el punto de vista del especialista, “eso en realidad no ayuda mucho porque la gente generalmente no tiene acceso a cajeros o sucursales; entonces en cuanto puede saca todo el dinero. AllĂ realmente no estĂĄs bancarizando, porque la gente nada mĂĄs tiene la cuenta para que le depositen y saque el dinero.â€?
La banca tambiĂŠn ha intentado otras alternativas como los corresponsales bancarios —que son comercios que establecen relaciones de negocio con un banco a fin de ofrecer servicios financieros a sus clientes— y la banca mĂłvil. Mientras que los primeros no estĂĄn teniendo el ĂŠxito que se esperaba, la banca mĂłvil necesita todavĂa tiempo para permear en las distintas capas de la poblaciĂłn, ademĂĄs que no resuelve el problema de disposiciĂłn de efectivo. “TĂş puedes hacer transacciones con los celulares, pero tambiĂŠn necesitas efectivo porque hay cosas que se pagan en efectivo, entonces tambiĂŠn te limita mucho‌ La mayorĂa de las transacciones en esos lugares [zonas rurales] sigue siendo en efectivoâ€?, seĂąalĂł. Una alternativa adicional es la entrada de otro tipo de instituciones como los intermediarios populares y Bansefi, con casos de ĂŠxito en distintas partes del paĂs. b
MAGALI TÉLLEZ —periodismodatos@eluniversal.com.mx
bbb Habitantes de Milpa Alta tienen la necesidad de trasladarse a las comunidades aledaĂąas en busca de un banco, ya que en el lugar donde residen las instituciones de crĂŠdito son escasas, y las que existen cuentan en su mayorĂa sĂłlo con un cajero automĂĄtico.
Tal es el caso de Viridiana de la Rosa, quien recorre una hora y 40 minutos para llegar a Villa Coapa o Xochimilco. “En mi pueblo no hay bancos, tenemos que venir al centro de Milpa Alta desde San JerĂłnimo. EstĂĄ a 10 minutos de aquĂ, pero el banco que utilizo es Scotiabank y no lo hayâ€?. Los tiempos de traslado no son el Ăşnico inconveniente para los pobladores. El gasto que genera realizar una operaciĂłn bancaria, por la zona geogrĂĄfica donde se ubica la delegaciĂłn, cuesta mĂnimo 20 pesos por viaje, de acuerdo con el testimonio de los clientes. “Hay veces que tengo la mala suerte de que no sirve el cajero y tengo que irme a Xochimilco o a TecĂłmitl y ahora sĂ que gasto mĂĄs de lo que cobro. Implica cansancio, pĂŠrdida de tiempo y dinero. De ida y vuelta son entre 50
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y 100 pesos. Gasto mĂĄs en pasajesâ€?, asegurĂł Guadalupe, originaria de San Pablo. Equipo de El UNIVERSAL recorriĂł el centro de Milpa Alta y registrĂł que de los cinco bancos ubicados en la cabecera municipal, sĂłlo uno cuenta con tres cajeros automĂĄticos. La familia de Beatriz, usuaria del servicio bancario, se ha quedado sin dinero por varios dĂas debido a la falta de dispositivos electrĂłnicos. Asegura que es mĂĄs fĂĄcil esperar a que funcionen, que trasladarse a otro lugar.
“En Bancomer las filas son largas porque sĂłlo tiene un cajero, he llegado a esperar hasta dos horas ahĂ parada. La verdad estos bancos que hay no se dan abasto y los cajeros no sirven. Me quedo sin dinero y en casa nos aguantamos. Nos hemos quedado asĂ hasta una quincenaâ€?, asegurĂł. Otro caso similar es el de EfraĂn Torres, quien prefiere guardar su dinero en casa, a pesar de que la necesidad del trabajo lo lleva a utilizar los bancos y hacer uso del retiro y depĂłsito de efectivo. “Yo que vivo en el centro de Milpa Alta me doy cuenta que la gente que vive muy alejada viene aquĂ, por lo mismo de que son poblados comunales y no se pueden construir tiendas grandes. AquĂ encuentras toda la variedad de bancos, pero en ocasiones tienes que ir a TlĂĄhuac o a Xochimilco, donde en promedio haces una hora de caminoâ€?. Los habitantes coinciden en que el principal problema es la falta de transporte, los tiempos de traslado y los costos que genera hacer una transacciĂłn bancaria. David Santos, quien administra un estacionamiento en la zona, asegura que habitantes de los 12 poblados de Milpa Alta viajan a Tulyehualco, TecĂłmitl, TlĂĄhuac y Xochimilco, pues a pesar de que en el centro de la demarcaciĂłn se concentra la mayor actividad econĂłmica, los pobladores no encuentran los servicios bancarios que necesitan. b