EN FOSAS DE LA PGR, YA NO CABEN LOS CUERPOS

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Número 42 Año 2

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Donde los cadáveres ya no caben…

Magali Téllez

En los últimos nueve años, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) ha documentado la localización de más de mil fosas clandestinas en México. El gobierno federal reconoce 855 en el mismo periodo. Ante ello, sea cual sea la cifra, nuestro país enfrenta una realidad: en los Semefo (Servicio Médico Forense) de las entidades federativas y en la Procuraduría General de la República ya no caben los cuerpos.

E

l Centro Médico Forense Federal (Cemefo), que pertenece a la Coordinación Nacional de Servicios Periciales de la Procuraduría General de la República (PGR), tiene la capacidad de conservar 150 cadáveres en cámaras de refrigeración fija y 25 en una cámara móvil. Pero ante la creciente demanda de los últimos años, alberga los restos de hasta 215 personas en sus instalaciones.

Este centro fue creado en noviembre de 2012 para disminuir la solicitud de apoyo a otras autoridades locales ante la necesidad de realizar necropsias de casos multitudinarios, como el ocurrido en San Fernando, Tamaulipas, en agosto de 2010, y así evitar esparcir los cuerpos vinculados con un mismo caso en distintas dependencias.

En el sexenio del presidente Felipe Calderón, elementos de la Secretaría de Marina encontraron 72 cadáveres en Tamaulipas: 58 hombres y 14 mujeres que fueron secuestrados y luego asesinados. Los cuerpos quedaron a disposición de la PGR, pero ante la falta de espacio en el Servicio Médico Forense (Semefo) del estado, la dependencia determinó conservarlos solo por 12 meses. Al concluir el periodo, los restos de 14 personas terminaron en la fosa común; no fueron identificados.

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En tráileres refrigerados Luego del hallazgo de los migrantes en San Fernando, Tamaulipas, 47 fosas clandestinas fueron localizadas con los restos de otras 120 personas. En abril de 2011 sumaban ya 192 cadáveres.

El Semefo local se vio rebasado. La PGR mantuvo apilados los cuerpos de 76 personas al interior de un tráiler con refrigeración, para posteriormente trasladarlos a la capital del país.

Más de 100 cuerpos quedaron bajo resguardo del Instituto de Ciencias Forenses (Incifo), dependiente del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México (TSJCDMX); entre ellos, los 76 cadáveres refrigerados en la caja de un tractocamión provenientes de las fosas de Tamaulipas.

En el primer trimestre de 2017, el Incifo informó que del total de cadáveres que resguardaba en sus instalaciones 126 fueron enviados a la fosa común y a diversas instituciones educativas para su estudio. Jamás existió reclamo de algún familiar.

La realidad es que los servicios médicos forenses del interior de la República no se dan abasto. Entre enero y febrero de 2017, 820 cuerpos provenientes de diversas entidades federativas, incluidos dos de origen extranjero, también ingresaron al Incifo.

El Cemefo, creado para atender esta necesidad, ante la constante aparición de fosas clandestinas en México ya llegó al tope. La PGR informó que, desde 2012, el Centro Médico Forense Federal ha trabajado con restos de ocho entidades: Guerrero, Jalisco, Hidalgo, Estado de México, Michoacán, Sonora, Morelos y la propia Ciudad de México.

Estudiantes de la Universidad Veracruzana, en Mocambo, Boca del Río, han denunciado que, ante los últimos hallazgos, la fiscalía acumula los cuerpos en el patio, y antes de retirarlos los cubre con plásticos. Esta condición, bajo una temperatura de 40 grados centígrados, “produce un hedor insoportable”.

Sin embargo, no es la primera ocasión que esto sucede. En 2016, la titular del Instituto de Medicina Forense de la Universidad Veracruzana, Guadalupe Melo Santiesteban, ofreció brindar su apoyo al Semefo para la inhumación de los cuerpos y evitar con ello problemas de insalubridad.

De acuerdo con las autoridades, la falta de recursos en Veracruz, por el desfalco del exgobernador Javier Duarte, imposibilita la creación de un nuevo Servicio Médico Forense y el análisis del material genético de los cuerpos.

Hasta en el estacionamiento

El número de fosas clandestinas encontradas recientemente en el estado de Veracruz ya rebasan la capacidad de la Fiscalía General del Estado (FGE). En febrero de este año, el Semefo de Boca del Río albergaba alrededor de 100 cuerpos. Luego del descubrimiento de más de 250 cráneos y restos humanos en la Colina de Santa Fe, la institución no se dio abasto.

El fiscal general Jorge Winckler Ortiz aseguró que, en Veracruz, incluso “hay fosas que no se trabajan porque no se tiene dónde acomodar los restos que se pudieran extraer”. Declaración que revela las necesidades del estado que hasta el momento se ha convertido en la “fosa clandestina más grande de

En Chilpancingo, Guerrero, los cuerpos que llegan a la morgue tampoco caben en las cámaras frigoríficas. El 30 de noviembre de 2016, un medio de información nacional publicó fotografías donde se muestran los cadáveres de 10 hombres que fueron asesinados en Tixtla y Zumpango. Los cadáveres se encontraban alineados en el piso del estacionamiento.

Según información oficial, esta dependencia pertenece a la Secretaría de Salud estatal y tiene la capacidad de almacenar 150 cuerpos. Sin embargo, tan solo en lo que va del año 760 personas han perdido la vida a manos del crimen organizado en Guerrero, lo que representaría en promedio cinco cadáveres diarios.

En el Servicio Médico Forense de Acapulco no funcionan las cámaras frigoríficas desde 2015. El coordinador, Carlos Estrada Guerrero, reconoció que en el anfiteatro de ese lugar permanecen 254 cuerpos sin reclamar, a temperatura ambiente y “con todas las condiciones que ello implica”.

“Los cadáveres se encuentran dentro de bolsas negras o grises, sin refrigeración… El Semefo tiene un responsable, Ben Yehuda Martínez Villa, que, a pesar de conocer el problema de la morgue de Acapulco, prefiere despachar en Iguala”.

Ante estas declaraciones del personal, el coordinador de la morgue, Martínez Villa, asegura: “El Semefo hace levantamiento de cadáveres. Nosotros podemos encontrar a alguien que acaba de morir, pero también putrefactos que ya traen gusanos y larvas (…) los tenemos que traer, no los podemos

Latinoamérica”.

dejar, pero de que estos permanezcan así, no es cierto”.

“…no se tiene dónde acomodar los restos…”

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Reconocimiento de cadáveres al aire libre En el Servicio Médico Forense de la Procuraduría General de Justicia de Sinaloa, en Culiacán, los médicos legistas, ministerios públicos y personal auxiliar alertan que los cuerpos son depositados en “donde se pueda”. Los refrigeradores no sirven.

Pero no solo el personal se ha quejado de las condiciones insalubres. En junio de 2007, el diario Noreste denunció “el patio macabro” del Semefo. Sus registros muestran que las condiciones en que se encontraban los cadáveres, desde hace una década, violaban la Norma Oficial Mexicana 087-SEMARNAT-SSA1-2002, que “especifica el tratamiento que se le debe dar a los restos humanos”.

En todas las entidades federativas, para evitar que avance la descomposición de un cuerpo se deben realizar ciertos protocolos. Los restos y cadáveres deben ser embalsamados con soluciones antisépticas y resguardados a temperaturas bajo cero o en fosas con formol. Sin embargo, no en todo el país se cuenta con las condiciones para que este procedimiento se lleve a cabo. Además, existen hallazgos de cadáveres y restos humanos que, por el avanzado estado de descomposición, no es posible identificarlos.

CNDH documenta más hallazgos De acuerdo con el Informe Especial sobre Desaparición de Personas y Fosas Clandestinas en México, de 2007 a 2016 fueron localizadas 855 fosas clandestinas en el país. Del total de cadáveres hallados, las autoridades lograron identificar los restos de 796. De 79 fosas, no se logró establecer ningún registro.

Aunque este documento de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) detalla que cuatro instancias de procuración de justicia en México, correspondientes a Coahuila, Colima, Nuevo León y Veracruz, exhumaron 35 mil 958 fragmentos de restos óseos durante el mismo periodo. Así, son mil 143 fosas clandestinas localizadas en territorio nacional, según informa la CNDH; 288 hallazgos que se suman a los 855 reconocidos por el gobierno federal.

El organismo defensor de derechos humanos emitió una serie de recomendaciones en materia de búsqueda, localización, recuperación e identificación de cuerpos hallados en fosas clandestinas. No obstante, en cada entidad federativa tienen necesidades distintas y, en su mayoría, carecen de las herramientas e infraestructura necesaria para llevar acabo estos procedimientos.

Esta casa editorial buscó el argumento de la Procuraduría General de la República, pero, al cierre de esta edición, no hubo respuesta.