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Las ventanas indiscretas, pág

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Pasatiempos, pág

Pasatiempos, pág

Me gusta acostarme tarde, me cuesta conciliar el sueño. Antes de bajar las persianas miro las ventanas o balcones de mis vecinos. Me dan mucha ternura las ventanas con visillos o sin ellos, con luz interior o a oscuras, todas te permiten fantasear con las vidas ajenas, en todas ellas palpita la vida, unas añorando, otras vacilante, temerosa, o felices, muy felices con el día cumplido.

Hay una ventana muy especial que durante la noche permanece con luz, es de una abuelita que vive sola, tiene unos doce años más que yo. Me comenta que por la noche deja una luz encendida y subida un poco la persiana para orientarse si se tiene que levantar por alguna cosa y además así se siente más acompañada.

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Me identifico con ella y siempre le digo: Angelita yo también dejo una pequeña lámpara encendida para que usted note que estoy aquí. Sobre todo, déjese el teléfono cerquita para alguna emergencia que pudiera surgir, cuente conmigo, sabe que tengo el sueño ligero.

Sí, estamos solas, la soledad nos acompaña, sin embargo, nos sentimos acompañadas.

Hemos tenido suerte en este viajar por la vida, hemos compartido noches, mañanas, con personas que nos han querido, nos hemos sentido arropadas, queridas, felices. Están nuestros hijos, pero ellos tienen que hacer su vida.

Comprendemos que tiene que ser así, trabajo, distancia, pero el cariño no nos falta. La VIDA nos lleva por donde “ella” quiere y nos marca el camino.

Cuando miro por la ventana pienso en los muchos que se han dicho: Buenas Noches, sueña, descansa, hasta mañana. Otras veces pienso en la soledad y me pregunto: ¿Por qué siempre pierde el que más ha dado? Pero al momento rectifico, pienso: soy feliz, me he dado sin medida, sin límites y eso me convierte en ganadora. Los que pierden son los que no se dan, los que no saben aprovechar los momentos.

Cuando me siento así recurro al ordenador y ahí está otra VENTANA ABIERTA, OTRA VENTANA INDISCRETA, siempre con luz, diciéndome:

“Cliquea, no estás sola”, yo responderé a tus preguntas. Pondré la música que quieras, la que en estos momentos te ayude; no sé por qué cuando estás triste te identificas con las canciones de la juventud y además tristes, tristes y te envuelven los recuerdos.

Son momentos de añoranza, de debilidad.

Respiro profundamente y digo: BUENAS NOCHES , HASTA MAÑANA

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