Boletín 1ro de mayo

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CIUDADANAS B O L E T ÍN 2 0 1 5

PROYECTO CIUDADANIA ACTIVA DE LAS MUJERES

Situacion de las Mujeres Trabajadoras

en Republica dominicana 1ro. de mayo del 2015


Situacion de las Mujeres Trabajadoras en RD a 1ro. de mayo del 2015 La igualdad real entre hombres y mujeres y el pleno ejercicio de los derechos económicos de las mujeres dominicanas todavía es un desafío importante para las políticas públicas en el país al 1 de mayo del 2015. El desarrollo de autonomía económica es considerado un pilar fundamental para avanzar para que las mujeres puedan vivir una vida sin violencia, tomar decisiones sobre su salud sexual y reproductiva y aumentar los niveles de participacion en los espacios de toma de decisiones en cargos electivos y el gobierno central y local. En este 1 de mayo del 2015, en la República Dominicana, con más de 8.5 millones de personas en edad para trabajar, la cantidad de mujeres es ligeramente superior a la de hombres al 2014. Sin embargo persisten amplias brechas en los niveles y las condiciones de participación de hombres y mujeres en las actividades generadoras de ingreso. Al 2014, estas diferencias se evidencian en1: • Persiste una amplia brecha en la tasa global de participación según sexo del orden de 29.6 puntos porcentuales, pues a pesar de la creciente incorporación de las mujeres en el mercado laboral y ser similares la cantidad de hombres y mujeres en edad de trabajar, apenas el 46.05% de las mujeres está dispuesta a trabajar en el mercado laboral, mientras que sí lo están el 68.7% de los hombres. • Las mayores tasas de participación laboral se registran en las mujeres con mayores niveles educativos formales (76.3% a nivel universitario y 52.5% para nivel secundario y técnico, mientras a nivel primario es 32.4% y 28% sin estudios); mayores niveles de ingresos (52.5% y 59.8% en los quintiles 4 y 5, y solo 32.9% en el quintil 1). Esto implica que las mujeres pobres y con menor nivel educativo presentan mayores dificultades para insertarse al mercado laboral y mayores obstáculos para compartir o delegar las responsabilidades domésticas y el cuidado de los hijos e hijas y dependientes. • Del total de personas con edad de trabajar, el 59.7% de los hombres y solo el 40.3% se definen económicamente activa. Esta realidad implica que del total de mujeres en edad de trabajar, el 53.9% se define inactiva frente al 31.3% en los hombres, y dentro 1 Datos tomados del Sistema de Indicadores Sociales de República Dominicana 2014. Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo.

Esta es una publicación del Programa Ciudadanía Activa de las Mujeres que forma parte de una iniciativa financiada por la UE. El contenido del boletín es responsabilidad exclusiva de la Colectiva Mujer y Salud y en modo alguno debe considerarse que refleja la posición de la Unión Europea. Contenido colaboración de: Consuelo Cruz Almanzar. Colectiva Mujer y Salud: Calle José Gabriel García # 501 esquina calle Cambronal, Ciudad Nueva, Santo Domingo. 809-682-3128 ciudadaniaactivadelasmujeres@gmail.com www.colectivamujerysalud.org Siguenos en twiter: @CuidMujeresCMS - Facebook: Colectiva Mujer y Salud


del total de personas inactivas en el mercado laboral, las mujeres representan el 63.45%. La i n a c t i v i d a d femenina se origina fundamentalmente en su dedicación a labores del hogar y cuidado de su familia y estudios (34.14% y 38.61%, respectivamente); mientras la inactividad en los hombres está motivada esencialmente por estudios (65.05%). • A pesar de que las mujeres trabajadoras presentan mayores niveles educativos que los hombres (en promedio 10.3 años y 8.4 años respectivamente), continúan verificándose altas tasas desempleo femenino (23.1%), frente al 8.7% de desocupación masculina. Las mayores tasas de desempleo se verifican en las mujeres más pobres (45.9% y 30.2% en los quintiles 1 y 2); en la población joven (15 a 24 años), con mayor énfasis en las mujeres jóvenes (43.8%) que en los hombres jóvenes (19.4%). El tiempo sin empleo en las mujeres desempleadas es mayor que en los hombres, lo que unido a la persistencia de las altas tasas de desempleo femenino en la última década (por encima de 21%), indica que la economía no está creando los suficientes empleos para absorber a la creciente PEA femenina, a pesar de crecer el PIB en un 7.3 en 2014%. • Del total del total de la fuerza de trabajo dominicana, la tasa de ocupación masculina es sustancialmente más alta que la femenina (62.7% y 35.4% respectivamente). Los mayores porcentajes de ocupación se registran en las mujeres y hombres con mayores niveles de estudios y mayores niveles de ingresos (Quintiles 4 y 5). Las mujeres de la zona rural exhiben menores tasas de ocupación que las de zonas urbanas (27.8% vs 38.8%), mientras que dentro de la población masculina se observa una situación inversa (60.9% a nivel urbano y 66% en ámbito rural. • El mercado laboral dominicano se caracteriza por una alta participación del denominado sector informal, el cual emplea a más del 55.58%. La PEA masculina es mayoría en ambos sectores de la economía (58.8% formal y 67.66% informal), aunque resalta el aumento sostenido de la participación de las mujeres en actividades informales hasta llegar a 50.4% en 2014. Esto significa, en sentido general, que las mujeres y los hombres laboran con mayor nivel de vulnerabilidad, inseguridad laboral y desprotección laboral y social.


• Persiste una segregación laboral según ramas actividad. Las principales oportunidades laborales de las mujeres se verifican esencialmente en el sector servicios (87.7%), en actividades de otros servicios (servicios comunales, sociales y personales, salones de belleza y servicio doméstico), comercio y hoteles bares y restaurantes; seguida por manufactura (9.5%), y agricultura (2.79%). En tanto la inserción laboral masculina es más diversificada: el 57% en servicios (comercio, transporte, telecomunicaciones, comercio, otros servicios), el 21.8% en industria y el 21.2% en agricultura. Esta realidad es histórica, donde las mujeres se han incorporado a un mercado de trabajo segmentado, concentrándose en las ocupaciones ubicadas en los peldaños más bajos en la estructura ocupacional, en los más desprotegidos, incluso por el mismo código laboral como ocurre con el trabajo doméstico remunerado. • Las principales oportunidades laborales en el 2014 se han presentado en el sector privado, donde se insertan el 89% de los hombres y el 67.7% de las mujeres. Mientras que el sector público emplea más mujeres (17.9%) que hombres (10.4%). También destaca el significativo porcentaje de mujeres (14.3%) trabajadoras en los hogares en el servicio doméstico remunerado. • Las mujeres se insertan fundamentalmente como asalariadas (68%) en el sector privado (59.9%) y en menor medida en el sector público (17.9%); y una menor proporción se inserta como trabajadora independiente (28.5%). Situación inversa se observa en los hombres, quienes un poco más de la mitad son trabajadores independientes (54.6%) y el 44% laboran como asalariados. Esta segregación coloca a las mujeres en una situación en desventaja, considerando los bajos salarios predominantes en el mercado laboral dominicano, cuyos salarios mínimos oscilan entre RD$5,019 en el sector publico y DR$11,292 en las empresas grandes. • El Banco Central estima que pesar de que en el 2005 se registró una recuperación parcial de 14.1% en los ingresos reales promedio con relación a los primeros cinco años de la década, al 2013 los salarios reales permanecen estancados, siendo el ingreso real promedio


de los trabajadores dominicanos prácticamente igual al vigente en 1991, a pesar de que la productividad aumentara en 82.5% en esos 22 años2. • Además de la rigidez de los salarios reales de la PEA ocupada en el mercado laboral dominicano, también se producen i m p o r ta nte s diferencias salariales según sexo, lo cual es entendido como discriminación salarial entre mujeres y hombres al remunerar de manera distinta por trabajos similares. Los datos muestran que el ingreso laboral mensual de la PEA femenina representa el 81.4% del ingreso medio laboral de la PEA masculina, el 88.2% en el sector formal y el 62.3% en el informal. •

Aun cuando se destaca una relación positiva entre ingresos laborales y nivel educativo, que aumentan para aquellas personas con mayores niveles de instrucción, las diferencias salariales según género persisten independientemente del nivel educativo: se calcula que el ingreso laboral de las mujeres con estudios universitarios y post universitarios equivale al 72.37% del ingreso de los hombres con igual nivel, el 65.67% cuando se tienen estudios secundarios y técnicos3.

• La aplicación de la Ley No. 87-01 de Seguridad Social presenta niveles de cobertura de la seguridad social por debajo del calendario establecido para su implementación, tanto para hombres como para mujeres y por tipo de régimen. Al 2014, el Consejo Nacional de Seguridad Social estima que solo el 63.5% de las personas están afiliadas al Sistema de Seguridad Social, para un total de 6,271,063 personas4. 2 Banco Central de la República Dominicana. 2014. Algunas consideraciones sobre la Informalidad y los Ingresos en el Mercado Laboral de la República Dominicana (Parte I. 3 Datos reportados por el SISDOM, Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, a partir de procesamiento de las bases de datos de las EFT del BCRD. 4 Consejo Nacional de Seguridad Social.2014. Informe Mensual Sistema Dominicano De Seguridad Social (SDSS) Diciembre 2014.


En términos de afiliación al Seguro de Salud es que se observan mayores avances, donde el 50.8% esta afiliado mediante el régimen contributivo y el 48.7% por el régimen subsidiado, donde las mujeres son mayoría. 5 A diciembre del 2014, apenas 1,508,392 personas cotizaban en el Seguro de Vejez y Sobrevivencia, cifra que representa el 80.86% de la población del sector formal, para un total de afiliados de 3,069,900 personas (57.3% son hombres y 42.7% mujeres). Destacan los bajos niveles salariales de las personas cotizantes, donde el 78.8% devenga salarios por debajo de 3 salarios mínimos. También es importante destacar la baja proporción de trabajadoras y trabajadores que están cubiertos por el Seguro de Riesgos Laborales (1,651,202 personas), donde el 56% son hombres y el restante 44% son mujeres6. • La MEPYD estima que el 73.4% de las personas asalariadas estaban cubiertas por un seguro de salud, con una ligero predominio relativo de mujeres (76.9% mujeres y 71% hombres). Porcentajes menores se registran en la proporción de personas afiliadas a un seguro de vejez y pensiones (69% hombres y 75.1% mujeres). • La existencia de bajos niveles de participación laboral, las altas tasas de desempleo en las mujeres y el bajo acceso a recursos productivos (tierra y capital), repercute en desiguales niveles de autonomía económica entre hombres y mujeres. El nivel de vulnerabilidad económica de las mujeres dominicanas se evidencia mediante la proporción de mujeres sin ingresos propios, quienes dependen económicamente de otras personas para su subsistencia. La CEPAL estima un 30.7% de mujeres dominicanas sin ingresos propios frente al 13.5% de los hombres al 2013. La carencia de ingresos propios es mayor en las mujeres de zonas rurales (37.3%) que urbana (27.6% zona urbana). 5 Consejo Nacional de Seguridad Social.2014. Informe Mensual Sistema Dominicano De Seguridad Social (SDSS) Diciembre 2014 6 Consejo Nacional de Seguridad Social.2014. Informe Mensual Sistema Dominicano De Seguridad Social (SDSS) Diciembre 2014.


• Esta desigualdad de ingresos se ve influenciada por los roles culturales y sociales atribuidos a hombres y mujeres en distintas sociedades, donde la mujer es responsable del cuidado de la familia y el hombre proveedor del sustento económico, situación que coloca a las mujeres en desventaja económica en relación a los hombres, al limitar su tiempo y oportunidades para trabajar en igualdad de condiciones en el mercado laboral. Se estima que el 39.9 % de los hogares tiene jefatura femenina, siendo esta proporción más alta en la zona urbana (41.8%) que en la rural (34.7%). Es relevante cómo el nivel de jefatura femenina aumenta según el quintil de ingresos, la cual abarca el 30.3% para el quintil 1, y 40.3% en el quintil superior7. La CEPAL muestra evidencias acerca del estrecho vínculo entre jefatura de hogar según género y pobreza, que indican una mayor vulnerabilidad de la población que vive en hogares con jefatura femenina. Al 2013 el 50.3% de la población que vive en hogares encabezados por mujeres es pobre, y dentro de este grupo, el 28% se encuentra en indigencia. En el caso de los hogares encabezados por hombres, se calcula que el 35.9% de la población es pobre y la indigencia alcanza al 16.2% de sus habitantes. En la República Dominicana parece ser que el empoderamiento económico de las mujeres constituye un factor que repercute en los niveles de violencia hacia las mujeres, ya que el trabajar le puede significar no sólo mayor independencia, sino también un mayor riesgo de experimentar agresión emocional, física y sexual, ya que el 39% de las mujeres empleadas con remuneración expresaron haber vivido algún episodio de violencia en comparación con un 28 % de las mujeres sin empleo. La ENDESA 2013 evidencia un incremento de la violencia contra las mujeres entre 2007 y 2013, siendo relevante como la violencia sicológica, física y sexual es reportada en una mayor proporción de mujeres empleadas con remuneración (24%, 29.3% y 11.1% respectivamente) frente a las que no tienen empleo (24.6%, 20.7% y 8.5% en igual orden de tipo de violencia.). Se argumenta que el aumento en el nivel de instrucción de las mujeres y del empleo femenino cuestiona la validez de la división de roles tradicionales de género, por tanto, la incorporación de la mujer al mercado de trabajo aumenta los riesgos de violencia por parte de su pareja. A partir de la ENDESA 2013 se reporta que la mitad de las mujeres deciden acerca del destino de sus ingresos y un 45% dice toma esta decisión conjuntamente con su esposo o compañero. También muestra que cuando la mujer gana más o gana menos que el esposo o compañero, los niveles de control de sus ingresos se mantienen igual al promedio, ya que el 59% de las mujeres que ganan más y el 55% de las que ganan menos decide por sí misma en que gastar el dinero que perciben. El 23% de las mujeres que ganan más que sus esposos informó que es ella quien decide principalmente en qué invertir lo que gana su esposo. Sin embargo, cuando existe igualdad en los ingresos la tendencia es que las decisiones sean tomadas de manera conjunta, principalmente en decisiones a compra de casas y relativas a su salud.

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ENDESA 2013.



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