Love for Dummies

Amor Love for Dummies

Suaine Flausten LA ECONOMÍA SUMERGIDA Y EL AMOR

En el ar�culo de este mes abordaremos la espinosa cues�ón de la economía en pareja.

Una vez que los tortolitos deciden llevar lo suyo al siguiente nivel y establecerse como pareja formal es costumbre que las finanzas se vuelvan algo de común consenso y conocimiento entre los implicados. En cierta forma todos entendemos que hablar de dinero puede ser tabú, pero cuando se estrechan lazos esas convenciones sociales pierden fuelle. No hay más secretos en este ámbito y las cuentas de ahorro personales se fusionan o se disponen una junto a otra como vasos comunicantes.

Hasta aquí todo bien, sobre todo si se han tenido la suerte de juntar dos de la misma condición, con similares gustos por el ahorro o inversión. El problema aparece cuando las metas bursá�les no coinciden y jus�ficar los gastos puede ser más tedioso que pedir un crédito.

En los siguientes casos, en los que se han cambiado algunos datos y nombres para mayor privacidad, veremos cómo puede ser muy ú�l la creación de un subterfugio y cómo eso no conduce necesariamente al deterioro de la relación, sino que la fortalece desde dentro.

Jenny y Seth Chase son un matrimonio que ronda la cuarentena, ambos son teleoperadores y desde que se casaron, es ella la que ha tomado las riendas de la economía familiar mientras que él está a cargo del grupo de WhatSay de padres del colegio. Este reparto de tareas les ha funcionado bien, a simple vista. “Me siento segura manejando yo la economía familiar” comenta Jenny, pero Seth no opina lo mismo “Reconozco que poder salir sin dinero es una preocupación menos, pero a veces me gustaría comprar la leche entera o una cerveza y Jenny me pone mala cara.

Tras mucho pensarlo Seth decidió guardar algunas monedas de las des�nadas a café en el trabajo acumulando un groso importante al final de la semana. Desde entonces realiza una parada estratégica en la gasolinera y coge un par de cosas que reserva para las tardes que no coincide con Jenny. Seth está ahora de mejor humor (el café a la larga le ponía irascible). Las visitas conjuntas al super no suponen una fuente de tensión y Jenny sigue aparentemente al mando.

Melissa y Jerry VanDoren �enen 30 y 35 años. Él ha dirigido las finanzas durante los primeros ocho años de relación porque Melissa no quiere saber nada de números. Aunque este acuerdo no les da problemas considera que Melissa gasta más que él en frivolidades. Jerry pensó en tener una conversación para pedirle una reducción de gastos, pero se acordó del nuevo lanzamiento de Casio. Hace mucho que quería seguir aumentando su colección de relojes, pero lo consideraba un gasto extra. Con un rápido cálculo comprobó que era viable dedicar una par�da al mes para estos asuntos y que además Melissa no notaría la diferencia. Esta maniobra ha permi�do que Jerry cuente con una de las mayores colecciones entre los aficionados y que Melissa no tenga que establecerse un límite. Martha y Sean Challenor están ya jubilados. Él fue ac�vo de una agencia de seguros y ella jefa de Recursos Humanos para una mul�nacional. Nunca han sufrido conflictos económicos por la similitud de ocupaciones y salarios. Aún así hubo un punto de inflexión cuando “Descubrí que

Sean tenía una inversión en Betcoins”. “No podía entender porqué me había mantenido al margen”. “Eso es peor que una amante, ¿cómo puedes confiar en él?” añadía Terry la mejor amiga. Si bien Martha es consciente de que algunos considerarían esto una infidelidad financiera ella ella ha estado cobrando la póliza de seguros de su primer marido a espaldas de Sean por lo que no le ha dado más importancia al asunto. Para finalizar comentar que numerosos estudios muestran que las parejas más estables cuentan con secretos económicos todo el �empo y en cualquier parte así que ya sabes la disparidad de hábitos no es excusa para formalizar una relación.