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CrossFit Cross
from Madres empoderadas
by lobbymagweb
Para Principiantes
“No es necesario estar en forma para hacer CrossFit. Dicho esto, te pondrás en forma haciéndolo. Cada entrenamiento se puede adaptar para todas las habilidades, lo que significa que las clases son para todos. Los atletas que ves en los documentales de los CrossFit Games son un pequeño porcentaje de los que practican CrossFit regularmente. No hay necesidad de sentirse nervioso por probar CrossFit, realmente es un ambiente increíblemente acogedor”, asegura.
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CrossFit
Es un estilo de ejercicio de alta intensidad que incorpora movimientos funcionales para aumentar su resistencia, fuerza, agilidad y equilibrio.
Y solo se está volviendo más popular. CrossFit creció en interés un 173,21% el año pasado, lo que la convierte en la segunda tendencia de fitness de crecimiento más rápido, según el informe de tendencias de PureGym.
Estuvimos hablando con Adriana Taveras, personal Trainer de Yosai, quien nos ayudó a entender un poco más sobre esta popular disciplina, pero que aún muchos desconocen sus técnicas.
“Los entrenamientos varían cada día y pueden incluir levantamiento de pesas, gimnasia, ejercicios de peso corporal y ejercicios cardiovasculares monoestructurales. También espere diferentes movimientos, esquemas de repeticiones, cargas y dominios de tiempo” agrega.

Adriana explica que, esencialmente, el lunes podrías dirigirte a un entrenamiento de 20 sets donde tienes que completar golpes de bola. El martes, podría estar más centrado en la gimnasia e incluir muscle-ups, pull-ups, etc. Cuando llegue el miércoles, es posible que estés usando barras y mancuernas para hacer push press, deadlift y jerk y cleans. Lo que hace que CrossFit sea único es que siempre es diferente y te mantiene desafiado.
Beneficios
También vale la pena señalar que CrossFit ocurre en lo que la comunidad llama un “box”, por lo que sí escucha a un amigo hablar sobre su box local de CrossFit, simplemente se refiere al espacio de gimnasio o estudio de CrossFit local, donde siempre se desarrolla un ambiente bastante acogedor, en Yosai sentimos que la gente es feliz al llegar y si tienen alguna situación, estamos seguros que ahí se descargan y se llevan mejor vibra, porque tu cuerpo alcanza logros que te llenan de endorfinas”.
Trabajo en la resistencia cardiovascular.
Aumenta la resistencia.
Mejora la fuerza y aumenta la flexibilidad. Mejora la potencia, la agilidad y la velocidad.
Ayuda a la pérdida de grasa.
¿Es el CrossFit seguro?

Adriana asegura, que la mayoría de los entrenamientos de CrossFit se realizan estereotípicamente en un “Box” donde estás bajo la supervisión de un instructor calificado.
“Todas las clases comenzarán con ejercicios de calentamiento y terminarán con ejercicios de enfriamiento, además, su entrenador se asegurará de que se mueva de manera segura y correcta en todo momento”, agrega. Están entrenados para asegurarse de atender todas las habilidades, lesiones, etc.
Consejos para principiantes:
1 Encuentre un entrenador afiliado calificado de CrossFit.
2 Comience despacio y a su propio ritmo; no intente copiar a los profesionales.
3 Pase tiempo enfocándose en tu técnica.
4 Aumente el peso lentamente.

5 No te compares, concéntrate en tu propio entrenamiento
6 Mantenga un registro del tiempo, el peso y las repeticiones que logra, para que pueda controlar el progreso y lo lejos que ha llegado y preguntas para averiguar si estás preparada (y si la maternidad es para ti)
“¿No vas a tener un hijo? Se te va a pasar el autobus” y otras sandeces por el estilo: este tipo de comentarios son muy habituales en las mujeres a partir de los 30. Pero más allá de convenciones sociales, hay una serie de factores, señales y preguntas que debes hacerte para saber si quieres (y estás preparada) para ser madre.

En una sociedad que no pone las cosas fáciles a las madres, donde el trabajo no permite conciliar, los salarios son bajos y la vida se hace un poco más dificil cada día en el ambito social y económico, hace que las feminas pensemos concienzudamente antes de tomar la decisión de traer un bebé al mundo.
Al margen de los factores económicos y ‘logísticos’, la decisión de tener un hijo ha de ser tomada de manera realista y reflexiva. La maternidad no es solo ese momento placentero de darle pecho mientras se establece el vínculo entre tú y el bebé o jugar juntos en casa, o dar un paseo todos en el parque. No hay que idealizarlo.
¿Qué tener en cuenta antes de planteárselo?
Básicamente, antes de cualquier otro aspecto, lo primero que tienes que hacer es hablar con tu pareja para saber si estan de acuerdo en tener un hijo. Pero no solo en el ‘hecho fisiológico’; también tienes que averiguar si comparten puntos de vista que serán claves más adelante. Por ejemplo, las finanzas, la disciplina, los límites, el tipo de escolarización, los valores que vas a transmitir y el delicado tema de la religión. Si están muy distanciados en uno o más de estos puntos, intenten hablarlo antes de un posible embarazo, porque cuando los niños empiezan a crecer, son claves para una familia (y una pareja) unida. Algunas preguntas a las que debes encontrar respuesta

• ¿Cómo se van a organizar con el cuidado del niño?
• ¿Educación pública, concertada o privada? ¿Irá a alguna guardería o colegio concreto?
• Cuando el bebé/niño se ponga enfermo, ¿quién podrá ausentarse del trabajo y quedarse en casa para cuidarlo?
• ¿Alguien tiene la suficiente flexibilidad laboral para cuidar al hijo?
• ¿Son conscientes de que vuestra vida va a cambiar tanto que disminuirá su tiempo personal y su energía para siempre? Por no hablar de lo que disminuirá la cuenta corriente...
• ¿Qué valores quieren transmitir a su hijo?
• ¿Lo educarán en alguna religión concreta, o en el agnosticismo o en el ateísmo?
• ¿Tienen una relación lo suficientemente sólida como para aguantar el terremoto que supone tener un hijo?
Estás sana
Parece una obviedad, pero no lo es. Un ovario poliquístico, una endometriosis o un exceso de prolactina puede complicar la fertilidad de la mujer, además de otros factores que no se pueden controlar como los genéticos o ambientales. Pero un estilo de vida saludable puede mejorar las opciones de quedarse embarazada: no fumar, no beber alcohol, estar en un peso adecuado, no haber contraído enfermedades de transmisión sexual... ayudan.
No te lo tomas como una obligación
Piensa junto con tu pareja que esto de tener un hijo no forma parte de una ‘checklist vital’ y que lo que quieres es pintar un ‘double check’ para ‘completar tareas’. Si no estás todavía convencida por ti misma, si aún piensas que (por tu edad, porque te lo dice tu familia, tu entorno...) te ‘toca’ tener un bebé, déjalo. Tener un bebé por obligación o sin plantearse realmente si queréis ser padres puede llevar a la frustración y la decepción más adelante, cuando estéis en pleno estrés de la crianza.
La relación entre ustedes es buena
Como hemos dicho antes, antes de pensar en quedar embarazados, tienen que hacer un poco de ‘examen de conciencia’ del estado de la pareja. Además de que ambos esten de acuerdo en ser padres, la relación entre ambos debe ser buena, porque lo más equivocados que pueden estar es si creen que el bebé salvará una pareja que se está cayendo en pedazos. Si las cosas están mal, tener un hijo solo las llevará a peor.
Entiendes que tu labor es acompañar a tu hijo
Lo lamentamos: tu trabajo como madre no es decirle lo que tiene que hacer, ni cómo hacerlo, ni ser cajero, ni recepcionista, ni lavandera... Tu tarea como madre (o padre) es acompañar a tu hijo en su crecimiento, pero no ser padre helicóptero. Es mucho más difícil estar a su lado mientras evoluciona y se hace autónomo, quedarte callado en vez de controlar, dejarle claro que le tendrás a tu lado cuando lo necesites en vez de decirlo todo, pero así es la educación.